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“Me duele que aquí la sociedad no reaccione contra la esclavitud”, Ulha Khan en La Marea

La Columna Vertebral / Historias de trabajadores los invita a conocer otras realidades a trávés de esta entrevista realizada por José Bautista (jbautista@lamarea.com), difundida por el newsletter de La Marea, colegas españoles que también hacen periodismo a la gorra, con un excelente nivel. En la actualidad, India, Nigeria, Pakistán y China son los países con más esclavos. Pasen y lean.

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Ehsan Ulha Khan gira la cabeza para escuchar con el único oído que conserva tras las torturas que ha sufrido en sus 12 estancias en las cárceles de Pakistán, su país natal, al que tiene vetado el acceso desde 2001. Pero el oído no es lo único que ha perdido a lo largo de una vida luchando contra la esclavitud, en particular la de los niños y las niñas. En el pasado sus enemigos intentaron asesinarle y le arrebataron la vida a sus compañeros de lucha, entre ellos Iqbal Masih, el niño esclavo al que ayudó a liberar en 1992 y que se convirtió en el símbolo mundial de la lucha contra la esclavitud. A pesar de todo ello, este activista pakistaní sigue predicando la no violencia. “Mi creencia es fuerte y creo que la tortura entraña tortura. Si torturas hoy, estarás sembrando eso mismo en el futuro”, asegura.

Ullah Khan (Baluchistán, 1947) es fundador y presidente del Frente de Liberación del Trabajo Forzado, una organización que desde su fundación ha logrado liberar a más de 100.000 personas en régimen de esclavitud. Su amigo Kailash Satyarthi, Nobel de la Paz en 2014, le define como “un mártir en vida”. Ullah Khan, que actualmente vive en Suecia como refugiado político, se encuentra estos días en España tratando de despertar conciencias en contra del trabajo forzoso al que las grandes multinacionales someten a sus trabajadores, principalmente en países de Asia, África y América Latina. Su labor en nuestro país no solo se limita a la palabra, sino que también promueve acciones de protesta, como cuando el año pasado animó a la gente a tirar sus prendas frente a una tienda de Zara en Santiago de Compostela en protesta por la explotación de refugiados sirios en algunos de sus talleres en Turquía.

¿Cómo definiría la esclavitud hoy en día?

Divido la esclavitud en dos partes: la de las personas adultas, y la de los niños, la esclavitud infantil, aquellos que son forzados a abandonar la escuela para trabajar en diferentes profesiones. Para mí, ellos son esclavos. Se viola su derecho a la infancia.

¿Y la esclavitud adulta?

La esclavitud adulta está ligada a la definición de las convenciones 5 y 182 de la Organización Internacional del Trabajo, y la declaración de Derechos Humanos. Gente que obtiene menos de un dólar [al día] por su trabajo, incluso dos dólares, son esclavos. Actualmente la mayoría trabajan para multinacionales en diferentes lugares del mundo. Yo hago una diferenciación en función de su género: las mujeres son mayoría. Ellas trabajan en su puesto laboral y en casa se ocupan de otras muchas responsabilidades, como el cuidado de los niños. Por tanto, las mujeres son mayoría, incluso en la esclavitud infantil ellas están más victimizadas que los chicos.

¿Puede hablarme del rol de las mujeres en la lucha contra la esclavitud?

Creo que habría que hablar de la liberación de la mujer, en el ámbito individual y en el colectivo. Sin esto, será imposible liberar y educar a las nuevas generaciones. Las mujeres son profesoras, madres, líderes. Si ellas no reciben educación, no vivirán en mejores condiciones y no se cumplirán las aspiraciones de las nuevas generaciones. Las mujeres son víctimas de numerosos tipos de explotación, también abuso sexual en los lugares de trabajo.

La esclavitud es algo que parece lejano para una sociedad como la española, ¿cuáles son los factores clave para entenderla?

Hay que entender en primer lugar que la esclavitud infantil y adulta está controlada de una u otra forma por transnacionales. Esas personas están explotadas alrededor de todo el mundo. Podemos citar ejemplos como el de la industria minera o la textil, o de otra aún mayor: la industria armamentística. Hay muchos niños sufriendo violencia en diversos países por causa de este sistema económico, incluso se les usa como niños soldados en Afganistán, Camboya, varios países africanos… Esto va de la mano tanto de distintas industrias: la armamentística, la minera, para la extracción de oro, diamantes o el coltán de nuestros teléfonos. A fin de cuentas, todo tipo de esclavitud entraña un conflicto que está bajo el control del mercado. No podemos entender la esclavitud moderna sin diferenciarla de la esclavitud de épocas anteriores. Hoy en día los esclavos están controlados incluso por Internet, por el teléfono. Pongamos el ejemplo de la industria textil en España, Estados Unidos o Suecia: solo es necesario hacer un pedido a través del móvil mientras las multinacionales siguen contratando a gente local para que se encargue de buscar y emplear a esclavos en otros países, siempre buscando el producto al menor precio. Esto hace que crezca la competición entre empresas, pero también entre grupos étnicos en esos países. Hay ejemplos muy recientes, como el de los niños refugiados en las fábricas de Turquía. Si ahora vas a cualquier tienda de ropa, encontrarás productos fabricados en ese país. Esas mismas marcas también operan en Etiopía, Birmania, Bangladesh. ¿Por qué no empiezan a invertir para que haya mejores sistemas sociales, como los que tenéis en Europa? ¿Por qué no tratan de buscar los lugares con las mejores condiciones para tratar de expandirlas?

¿Qué interpretación tienen de la esclavitud estas multinacionales?

Han expandido una interpretación criminal de la esclavitud. Además, está incluso demostrado científicamente que la mano de obra infantil genera desempleo. No se obtiene nada. Cuando los niños van al colegio, la escuela se convierte en una ayuda, en una especie de industria que elimina pobreza, genera nuevos puestos de trabajo, edificios, profesores, libros y material educativo. ¿Por qué no invertimos más en la industria educativa en lugar de la armamentística? Siempre digo que tenemos que aumentar la producción de lápices, no de balas. Si produces más balas, crearás situaciones horribles. Si produces más bolígrafos, traerás entendimiento, serás capaz de acercar a las personas, porque no hay unidad posible sin conocimiento ni comprensión. Ningún médico ni científico puede curar una enfermedad sin conocer sus causas, y con la esclavitud sucede lo mismo. El gran enemigo de la sociedad reside en el control, en el conflicto armado, en la falta de entendimiento. Hace setenta años España estaba en guerra, pero gracias a la inversión en educación, ahora las personas tienen una mente más abierta y pueden diferir en sus ideas, pero saben que se resuelven debatiendo y no tomando las armas. En Pakistán, el Gobierno destina el 2% del gasto público a la educación. El 1% va a educación primaria, un 0,5% para corrupción, mientras que el 37% del presupuesto va a fines militares. Hace poco en Murcia me hablaron de una importante investigación contra el cáncer. Les dije que es necesario repasar nuestros estilos de vida, y prestar más atención a los niños. Fíjate en los menores que son explotados en la industria algodonera. Usan pesticidas, venenos que van a parar a sus pulmones y les provocan cáncer. En todo esto se crea una dinámica trágica en la que niños con poco dinero mueren, y otras personas son salvadas. Y si esos niños dejan de trabajar, sus padres morirán. Eso es inhumano. Se utiliza la religión, el orden social, el clientelismo, se esgrime la propiedad de la tierra para justificar esa esclavitud. En Europa, por ejemplo, los países que producen armas deberían dejar de suministrarlas a naciones con esclavos y hambre infantil. Fíjate: los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad son los mayores exportadores de armamento. Y tienen poder de veto. Con toda certeza, si estos cinco países decidieran parar el suministro de armas a países con esclavos, en cuestión de un par de años la esclavitud estaría abolida.

¿Qué me dice de los informes de Responsabilidad Social Corporativa de estas grandes multinacionales?

Si, por ejemplo, lees los informes de Apple, creerás que están trabajando duro para respetar el medio ambiente, los derechos laborales… Sin embargo, muchas de sus trabajadoras en China del proveedor Foxconn se siguen suicidando porque no soportan sus condiciones laborales. Foxconn también emplea a menores de entre 13 y 17 años, pero no verás nada de esta actividad criminal en sus informes. Yo lo llamo ‘iWash’ o lavado de imagen.

La irrupción del comercio digital parece estar aumentando la distancia entre el consumidor y el trabajador esclavo que produce lo que compra. ¿Qué opina al respecto?

Mira este pequeño instrumento [señala los teléfonos móviles sobre la mesa]. Esta tecnología debería decirte que Zara, Inditex, etcétera, son esclavistas. En Internet puedes encontrar miles de páginas de información sobre esclavitud, puedes ver cuántas multinacionales emplean esclavitud infantil. Cuando compramos, deberíamos recordar que somos seres humanos con responsabilidades y que, si no podemos ayudar, al menos podemos no empeorar las cosas. Hace 10 años la excusa era que “no lo sabíamos”. Ya no tenemos excusa. Pide a tu gobierno y a las multinacionales que creen un fondo económico para vigilar y comprobar que cada producto tiene un origen limpio. Tenemos más medios que nunca para verificar todo esto. Si vendo o compro droga, la policía me arresta, ¿por qué? Porque es ilegal. La esclavitud también es ilegal, va en contra de la declaración de Derechos Humanos, la Convención sobre los Derechos del Niño, la Constitución española, la religión. Si todos estos productos de Zara y demás empresas van en contra de esto, deberían ser declarados ilegales, como la droga. La gente que los vende, quienes los compran, deberían asumir su corresponsabilidad. Esta es la campaña que estamos promoviendo para despertar conciencias en la sociedad, porque sin eso no podremos cambiar nada. Una camisa no es producida por un solo país, sino que las grandes compañías, Inditex, H&M, obtienen el algodón en países como Etiopía o Egipto o Pakistán, la tejen y tiñen en India, la llevan a China para que jóvenes mujeres en circunstancias muy malas la ensamblen y finalmente la traen aquí.

¿Qué ha cambiado tras la tragedia del Rana Plaza en Bangladesh?

Hubo un gran debate a nivel internacional entre los consumidores y los gobiernos, pero fue temporal. Gobiernos y multinacionales hicieron grandes promesas, dijeron que darían dinero y dejarían de actuar así pero, ¿qué han hecho? Primero, establecer prohibiciones en Bangladesh y saltar desde ahí a Turquía y Birmania. Con el tiempo han olvidado sus promesas. Tanto gobiernos como multinacionales forman parte de esa mafia corrupta, de la parte alta, y creo que deberían bajar a la tierra. Aún perdura la discusión sobre el sector textil, a veces crece, otras decae. Yo me sigo reuniendo con diferentes colectivos y sectores, religiosos, sindicatos, estudiantes… El próximo año lanzaremos una campaña para concienciar y llamar a la acción, y contaremos con el apoyo de la Universidad de Salamanca. También la de Alicante ha prometido sumarse, así como el gobierno local de Valencia.

Si usted va a una zona industrial de Bangladesh o Pakistán, es posible que encuentre marcas como Primark, Mango, C&A, H&M… ¿Qué se le pasa por la cabeza cuando llega a la Gran Vía de Madrid y encuentra las mismas marcas?

Bueno, me forzaron a salir de mi país y ahora no tengo nacionalidad ni puedo volver, pero cuando luchaba allí, me sentía poderoso pensando en todo el trabajo que tenía por delante. Pienso que los países que hablan de democracia, derechos y libertad deberían actuar mejor. Ahora vivo en Suecia, y cuando veo todas esas marcas, siento mucha rabia en mi interior. Siento más dolor en Europa que en Pakistán, porque allí al menos podía sentir que calaba mi mensaje contra la explotación. Aquí me duele que la sociedad, que valora los derechos humanos, no reaccione contra la esclavitud. Por eso reclamo a los medios de comunicación españoles y europeos que tomen un papel activo en la lucha por la libertad. En Europa tengo que luchar contra las multinacionales, que aquí tienen otra parafernalia y sistema, y a veces pienso que nunca habría imaginado que alguien mayor y extranjero como yo acabaría yendo de ciudad en ciudad para hablar de esto. Me reconforta pensar que podemos hacerlo, y lo estamos haciendo. Si nos unimos , seremos muy poderosos. Estos países solo son democráticos con ellos mismos y a veces ni eso, porque explotan a sus propios trabajadores.

¿Cómo le presionan las grandes corporaciones?

No recuerdo su nombre, pero allá por el año 97 empezó a presionarme una gran compañía sueca a raíz de mi trabajo con niños de India, porque yo coordinaba la Marcha Global contra el Trabajo Infantil. El jefe de la compañía me llamó para pedirme que parase porque estaba mal. Le dije que no, y él me respondió que tendría problemas legales. Yo le respondí “si emprende acciones legales, estoy seguro de que perderá, porque yo tengo más pruebas que usted, y perderá mucho dinero. Mejor dedique ese dinero a sus trabajadores”. Cuando llegué de Pakistán recibí muchas amenazas por teléfono, incluso de muerte, pero trato de no tomármelo muy en serio. Ahora mi línea está protegida. Ya he cambiado tres veces de número. Tengo el apoyo de una gran organización, también me defienden en muchos colegios. Siento que no tengo nada que perder y eso me hace más fuerte. He estado 12 veces en la cárcel, he sido condenado por alta traición, he sido atacado por la mafia en repetidas ocasiones. Han intentado matarme y encarcelarme durante más de 50 años, es algo de lo que no hablo porque quiero quitarle importancia. Mira, si corres delante del perro, el perro corre detrás y pierdes el tiempo. Yo me quedo en mi sitio y que vayan a donde quieran, no me importa. Seguiré haciendo presión a favor de esta causa, hasta que no pueda más.  Y soy musulmán, pero creo que cada cual debería cargar su propia cruz [saca un rosario blanco de su monedero], cada cual debería cargar con la responsabilidad que tenemos ante las otras personas y sus derechos.

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Despidos estatales y el trágico retorno del ‘por algo será’

En la noche del miércoles, miles de empleados estatales recibieron por mail el anuncio de que ya no tenían trabajo. El texto enviado no se esforzaba ni siquiera en personalizar al destinatario. Contrato no renovado es un eufemismo de despido en organismos que han funcionado durante décadas con un sistema perverso en el que los trabajadores de planta permanente figuraban como monotributistas con contratos anuales de renovación automática. Una suerte de telegrama digital enviado a un NN, tal como muestra este mensaje recibido por un empleado del Ministerio de Cultura, de asistencia perfecta desde hace unos años:

Frente a esta situación la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) realizará una nueva Jornada Nacional de Protesta con ingresos masivos y simultáneos a todos los organismos nacionales y ministerios este miércoles 3 de abril.

Cronología de la debacle

Los despidos masivos fueron anunciados como un festejo por el propio presidente Milei quien con euforia decía el pasado martes: “Echamos 50.000 empleados públicos y no sólo eso, fíjense que ahora van a caer 70.000 contratos” Claramente los que van a caer no son los contratos sino los ingresos de 70.000 familias. Con idéntico tono victorioso informaba que se habían dado de baja 200 mil planes trabajar. Más hambre para los ya hambrientos.

Al día siguiente, el vocero Adorni dió precisiones: Hubo bastante confusión con respecto a los números, así que está bueno aclararlo. El universo de contratos analizados es de algo más de 70.000; de esos, hay 15.000 que serán dados de baja al 31 de marzo. El resto (alrededor de 55 mil) se renovará por otros seis meses y luego se seguirá avanzando. Por otro lado, adelantó que “Se va a inspeccionar a 4.355 cooperativas creadas en 2023 y se va a retirar para operar a 11.853.”

Casi en simultáneo, sin conocer todavía la amenaza de cierre de Adorni, las cooperativas y directores de obra del programa Agua + Trabajo (de aysa, a través de municipios) fueron a reclamar hoy a jefatura de gabinete el pago de dos meses que tienen aún pendiente y solo recibieron represión policial.

Biblioteca Nacional

Después de los respectivos discursos de Milei y Adorni, LCV recorrió las instalaciones de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno para conocer de cerca la situación.

“Esto es una agonía” fue la frase más escuchada. A diferencia de lo ocurrido en el 2016 con los despidos de Macri, no había carteles sindicales que dijeran “no a los despidos”, una cartulina improvisada en la cartelera de ATE decía “Estado de Alerta y Movilización”. Tristeza, resignación, silencio y recelo eran los sentimientos más palpables.

Entrevistado en La Columna Vertebral-Historias de trabajadores el lunes pasado, el delegado de la Junta Interna de ATE BN, Emiliano Ruiz Díaz, explicó: Hasta el momento la diferencia es que este es un gobierno que no parecen pensar en negociaciones sino que más bien en tomar decisiones intempestivas, agresivas, y arreglate. El gobierno de Macri con la ferocidad de ajuste que tuvo, abrió, mesas de negociación y hubo algún tipo de reincorporación. Acá la verdad que lo vemos muy complicado en ese sentido, pero por supuesto que haremos todo lo necesario para poder conseguir esa instancia.” Sin embargo, a pesar de los despidos anunciados no se previeron aún medidas de lucha. “Veremos si con la fuerza de los trabajadores y el conflicto en la calle y en cada organismo sectorial,podemos ir construyendo una fuerza que revierta esta situación. Pero la realidad es que los trabajadores y las trabajadoras estamos absolutamente asediados por la total falta de respeto y de cualquier tipo de consideración por parte de este gobierno”, indicó Ruíz Díaz.

Hoy el juego está echado, por la noche del miércoles despidieron a 120 trabajadores. Viene el fin de semana largo y habrá que esperar al miércoles cuando está prevista la próxima asamblea a la que no podrán ingresar, claro, los despedidos. Y la agonía continuará porque no serán los únicos tal como vienen diciendo desde el gobierno.

Ante una sociedad que parece haber recuperado la perversa lógica de tiempos de la dictadura del ‘por algo será’ resulta necesario aclarar quiénes son los despedidos y porqué. Algunos casos al azar. A LCV le consta que uno de ellos es un señor canoso, que podía encontrarse todos los días en su escritorio trabajando en silencio. Otra es una empleada desde hace años que, además, es delegada sindical, también un experto sonidista querido por todos sus compañeros que solían conversar con él por los pasillos quedó afuera… ¿Realmente es necesario decir que se trata de trabajadores? A qué niveles de oscuridad hemos llegado.

El miedo se impuso en una institución con larga experiencia de lucha, cuyos empleados han convertido gracias a la seriedad de su trabajo en la principal biblioteca de América Latina. ¿Puede este recorte del plantel poner en riesgo el acervo cultural que allí se preserva? “Obviamente que hay un cuidado propio de los trabajadores y trabajadoras. Laura (Giussani Constenla) que estuvo en la casa sabe muy bien que somos muchos y muchas las que tenemos una preocupación muy importante por el patrimonio, más allá de las circunstancias salariales o políticas que vivamos, hay un cuidado por parte de los profesionales, que lo van a hacer, pase lo que pase. Después hay una realidad que es el ajuste presupuestario”, señaló el delegado. Y es cierto, la infraestructura y los materiales necesarios para mantener ese gigante cultural necesitan un presupuesto acorde y los trabajadores imprescindibles.

Uno de los pocos despedidos de esta nueva ola que nos autorizó a dar su nombre es Guillermo Saavedra, reconocido poeta y editor que trabajaba en la institución hace varios años, quien hoy publicó en las redes:

Estimada compañía, ayer fui despedido (¡por email!), junto a otros 119 compañeros y compañeras, de la Biblioteca Nacional, como parte de un plan sistemático, cruel y, a todas luces, injustificable, pergeñado por quienes susurran al oído del energúmeno que ocupa el sillón presidencial. Somos apenas un puñado más de las muchas víctimas de un grupo que ha vuelto al gobierno para saquear nuestro país, entregar sus riquezas, enajenar sus tradiciones culturales, destruir el Estado y los lazos del ya muy deteriorado tejido social y condenar a la miseria y la exclusión a millones de compatriotas.

Les agradezco desde ya la difusión que puedan dar a esta noticia y la solidaridad para con la situación. Y, en lo estrictamente personal, cualquier posibilidad de trabajo en el campo de la edición, el periodismo y la gestión cultural será calurosamente bienvenida. Un abrazo y mis mejores deseos para todos y todas.”

Un ataque contra todo el Estado

Los despidos no se limitan al área de cultura, ya hemos advertido en este portal la dramática situación que vive el Conicet, Anses, que debió cerrar buena parte de sus oficinas por falta de personal; el INCA, TELAM, la TV Pública, Radio Nacional la Secretaría de Agricultura familiar indígena, y miles de empleados de diversos ministerios.Por tal motivo la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) realizará una nueva Jornada Nacional de Protesta con ingresos masivos y simultáneos a todos los organismos nacionales y ministerios este miércoles 3 de abril ante la llegada de miles de telegramas de despidos a trabajadores de la Administración Pública. “Milei encabeza un Gobierno dañino y cruel”, señaló Rodolfo Aguiar, Secretario General del sindicato.

“Los estatales ya empezamos a recibir miles de telegramas de despidos, pero el día 3 de abril igual nos vamos a presentar en nuestros puestos de trabajo, haciéndolo exclusivo responsable por cualquier hecho violento que hubiera que lamentar”, indicó el referente de ATE. “Esperamos que no se repitan escenarios del pasado, que la Administración Pública no esté militarizada y la Policía no bloquee las puertas de los ministerios con listados de quienes sí y quienes no pueden ingresar”. Cabe destacar que el Gobierno pretende despedir a trabajadores de 10, 15 y hasta 20 años de antigüedad en el Estado.

De cara a lo que será la jornada de ingresos del próximo miércoles, Aguiar concluyó: “Frente a esta tragedia social que están provocando, nos vamos a defender con las herramientas más efectivas que tenemos, que es ejerciendo nuestros derechos constitucionales de huelga, manifestación y libertad de expresión. Como son peligrosos y despiadados, anticipamos nuestro repudio a cualquier hecho de represión que desde la Casa Rosada se pudiera ordenar”.

Se trata de más de 70 mil los vínculos laborales que están en riesgo por estas horas. De ese total, 65 mil corresponden a los denominados Artículo 9 de la planta transitoria del Estado, y el resto son contratos de Asistencia Técnica y Profesional (ATP).

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Oscar Taffetani: “Los despidos no solo dejan gente en la calle, ponen en riesgo nuestra identidad. Vienen a arrasar también con los archivos”

Días atrás, La Columna Vertebral recupero para su sección Archivo una investigación especial de Oscar Taffetani para comprender de dónde vino la expresión  ‘30.000 desaparecidos’. Frente a tanto discurso negacionista lo llamamos para que nos cuente cómo había obtenido los datos y la conversación derivó en la importancia de los archivos, la resignificación de las palabras, y los cierres de medios como Telam y la TV pública con la pérdida que significan, no solo de trabajo para sus empleados sino de memoria que se destruye. Un diálogo esclarecedor e imperdible en el que repasamos la trayectoria del Tata Yofre y los archivos del Batallón 601, entre tantas otras cosas. Oscar Taffetani es un colaborador asiduo de LCV. Un orgullo poder contar con su mirada siendo un maestro del periodismo de larga trayectoria, reconocido por su pluma y su seriedad. La entrevista fue realizada el 25 de marzo, en un nuevo aniversario del secuestro de Rodolfo Walsh. Vaya, entonces, como homenaje a quien supo enseñarnos el valor de las palabras y el compromiso en el oficio.

Oscar Taffetani, periodista

LCV: Contanos cómo llevaste adelante la investigación y a qué conclusión llegaste

—Te mandé esa nota justamente porque me temía que el video oficial de ‘Memoria completa’ del gobierno iba a tocar ese tema. En efecto, lo hicieron pero de una manera muy berreta, porque la verdad que el testimonio que ponen es impresentable. Nosotros en general nos tomamos en serio el tema de las investigaciones, la palabra investigación es una cosa seria para los periodistas. Cuando estaba en TELAM y trabajaba en una sección que se llamaba Memoria, Verdad y Justicia, justamente, alcanzamos a publicar antes del primer cierre, que fue en la época de Macri, cuando nos despidieron a Juan José Salinas y a mí, que estábamos a cargo de eso. Teníamos ya 9 mil notas publicadas.

LCV: ¿Esas notas siguen estando disponibles en algún lado?

—Justamente es el peligro. Las primeras 9 mil, que son las notas hasta esos despidos, yo tomé la precaución de ponerlas a seguro en otro lado, porque ¿con qué me encontré? Cuando volvimos los reincorporados nos dijeron “uy se rompió el servidor”, el servidor donde estaban todo ese material se perdió. Entonces yo les dije ‘bueno tenemos un backup tenemos la posibilidad de recuperarlo’ y lo forzamos a que volvieran a ponerlo en línea pero siempre hubo resistencia. Yo les decía a mis compañeros e incluso a los compañeros del sindicato, ‘guarda con esto, porque en cualquier momento le meten otro golpe y nos van a dejar sin archivo, no solo de la sección memoria, sino de toda la cablera de Telam’. Telam tenía una página donde publicaba diariamente información. Entonces, esa información, ¿a dónde va? Hay una trampa con las cosas digitales. Es sencillo guardar, pero es sencillo borrar también, y es sencillo romper. Sean en papel o sean digitales, los archivos son tesoros, son parte del tesoro de las instituciones. Entonces, es tremendo que con tanta desaprehensión, con tanta frivolidad, se manejen estos temas. Y yo creo, esto es una crítica y autocrítica, vamos a decir, que los sindicatos y las asociaciones de personal y todo, no le dan la suficiente bola a este tema. No le prestan atención y está en peligro una cosa que es la identidad misma de una institución. Ahora están viniendo tiempos duros, están arrasando, no es la primera vez que pasa esto. Hay como órdenes de batalla que se han librado pero en este caso tal vez no para desaparecer gente, pero sí para eliminar derechos, echar gente y destruir instituciones, y arrasar con las conquistas. Esas órdenes de batalla están lanzadas, no las conocemos todavía, son privilegiados los que pueden saber, como sabía Walsh en su momento, en la carta cuando decía acá hay una planificación de la miseria, están armando todo para esto, para este modelo. Nosotros todavía del modelo lo único que sabemos es que nos quitan cosas, nos sacan cosas por el momento, echan gente, están reduciendo todo, reduciendo el país.

Creo que además de preocuparnos por recuperar los puestos de trabajo y la fuente de trabajo, hay que prepararse para conservar el material que debe ser conservado, porque estos tipos no van a tener ningún empacho en mandárselo al Garrahan o a donde sea, si es de papel, lo donarán al Garrahan, pero si es digital, directamente ahí sí que “delete all copies”, lo desaparecen, echan todo al diablo.

LCV: La digitalización es tramposa, siempre pueden bajar la palanca y quedarnos pataleando en el vacío. La memoria la tenemos que construir entre todos así que te agradezco.

—Antes que nada entonces un llamado de atención. Ese llamado de atención lo tenemos que hacer todos los días. Si te llaman de empresas, instituciones, lugares donde hay trabajadores y donde hay un patrimonio que cuidar, vamos a ser nosotros los que tenemos que cuidarlo. No esperemos que lo cuiden los que vienen, porque los que vienen, vienen a desmantelar y a destruir.

LCV: Volvamos a la nota del 2016, donde vos descubrís cómo sale lo de los 30 mil.

—Me llevó algunos meses, por supuesto, porque no vas consiguiendo las cosas que necesitas cuando las querés, sino cuando cuando tenías la oportunidad. Empezó con esa nota de Haroldo Conti, donde ya me llamaba la atención el número, que Haroldo hablaba de 30 mil muertos. Empecé a tirar de la piola ahí, hablé con gente incluso la hija de Haroldo, hijo de Haroldo, y me enteré un poco de qué contactos podía tener Haroldo más o menos como para tener esa información. Llegué a la conclusión de que sí, que Haroldo tenía buenos contactos, algunas fuentes, incluso militares o servicios de inteligencia, entonces lo que estaba diciendo tenía un fundamento.

LCV: Porque en la nota vos explicás que a Haroldo Conti le habían dicho que el objetivo del gobierno militar era 30 mil muertos, más o menos.

—Sí, que iba a haber un golpe sangriento en marzo y se calculaba una cuota de 30 mil muertos. Muy importante eso, porque ya te da la pista de que alguien manejaba ese número antes. Después, se crea la CADHU, la Comisión Argentina por los Derechos Humanos, una organización que reemplazó a la gremial de abogados, porque los abogados que estaban en los asuntos gremiales y de defensa de presos políticos, empezaron a ser diezmados. Estaban perseguidos, diezmados. No te olvides que los secuestran a Haroldo Conti, y un pocas semanas después hay dos abogados de la CADHU que los secuestran y están desaparecidos. Entonces Eduardo Luis Duhalde, que era uno de los que estaba allí entre los fundadores de esa CADHU, dice tenemos que irnos del país porque nos van a matar a todos, y salgamos y vayamos a distintos puntos para poner bases para una denuncia de de estos crímenes y de lo que está pasando en el país. Así se empezaron a hacer delegaciones de la CADHU en España, en Francia, incluso en Suiza, en Italia, en Estados Unidos. En Estados Unidos inclusive se hizo la primera denuncia donde se habló de 30 mil. Estamos hablando de diciembre del año 76. Por eso te digo que lo que dice Labraña no tiene ni pies ni cabeza.

LCV: ¿Vos sabés quien es ese Labraña?

—Es un invento, y no es casual entonces que sea Yofre también el que preludia ese artefacto que pusieron en la televisión ayer. Resulta que, a propósito de eso te digo, Yofre tiene la información, porque él fue uno de los que se quedó con el archivo del batallón 601 de inteligencia, es decir, que estaba a la venta en la época de Menem, se pagaron 250 mil dólares que salieron de los fondos reservados de la SIDE y se pagaron y se quedó con el archivo. Archivo de papel te estoy hablando. El tipo escribió libros con esas cosas, pero muestra lo que quiere mostrar y esconde lo que quiere esconder.

Al margen de Yofre, el asunto es que después esto sigue y en el 77 hay tres o cuatro denuncias que se hacen donde también se llega al número de los 30 mil, o sea, en distintos foros internacionales. Estos abogados que pertenecían a la CADHU, por ejemplo, el Eduardo Luis Duhalde mismo, o Rodolfo Matarolo, que era muy amigo de Haroldo además. Entonces, en el 78, ya ahí estamos llegando al 78, hay un reporte de la Embajada de Estados Unidos y unos informes que mandaba Arancibia Clavel, que era un agente de la dina chilena, que trabajaba dentro, en el marco del plan Cóndor, donde ya dice también, hasta la fecha, estamos hablando del principio del 78, hay 22 mil muertos, asesinados o desaparecidos, y se lo manda oficialmente y está en un archivo de una universidad norteamericana. Estamos hablando de todas cosas que están verificadas. Yo lo único que quería demostrar era que cuando se hablaba de 30 mil, se hablaba proyectivamente, se decía, “bueno, ¿cuánto calculan ustedes?” “Y son 30.000” entre los desaparecidos, los muertos, las ejecuciones extrajudiciales, todo eso. Son 30 mil. ¿Los habían contado uno por uno? No. ¿Cómo vas a contar? Es como ponerse a contar en medio de un genocidio y decir son dos más o dos menos, o tres más o tres menos. Eso es una locura. Entonces, ese número se fue instalando en ese momento y se convirtió en un símbolo de resistencia. Aquí acá quiero contar algo que tiene que ver con la resignificación. Es muy importante la resignificación y nosotros en la lucha contra la dictadura hemos resignificado muchas cosas. El tema de los 30 mil, que fue un número puesto por los represores, ya lo resignificamos, ahora significa otra cosa. Ellos lo objetan justamente porque ya lo resignificamos. Lo mismo pasa por ejemplo con las noches. La noche de los lápices, por ejemplo. Es un nombre que puso un represor. Un comisario de la Bonaerense lo anotó en una carpeta, este operativo se llama noche de los lápices.

LCV: La noche de las corbatas igual.

—Exactamente, y eso está comprobado, porque cuando estaban detenidos en el faro allá en el Mar del Plata, un tipo dijo, se llama la noche de las corbatas porque nosotros le pusimos ese nombre. Porque ellos tenían esas fantasías de nazis, y entonces decían, bueno, esto es la Kristallnacht, es la noche de los cristales, esta es la noche de los cuchillos largos de Hitler, y bueno, las estaban reeditando en versión argentina. Entonces hacían Noche de, Noche de, Noche de, pero eran ellos, y sin embargo, fíjate que Noche de los Lápices hoy tiene un contenido totalmente distinto. Porque para los chicos de los colegios, para todos los que salen el 16 de septiembre a las calles, a manifestar y todo, significa otra cosa La noche de los lápices. Los lápices siguen escribiendo, es otra historia. Entonces es muy importante el tema de la resignificación, y no hay que tenerle miedo a eso, aunque haya estado inicialmente en boca de los represores, porque ya no está más en boca de los represores.

LCV: Lo que vos decís que los primeros que hablaron de 30 mil son ellos. No sabemos cuántos son, pero ellos dijeron que eran 30.000 en varios documentos. Creo personalmente que son más.

—Además si ellos no dan los datos, no podemos saber cuántos son porque ellos no nos dan las listas.

LCV: Pero a mí de lo que me molestó del video este, lo que más me molestó en realidad, es este hombre que vivía en Holanda, que hablaba con una liviandad sobre cómo se hacía el trabajo de solidaridad y de búsqueda y de denuncia de los desaparecidos. Yo en ese momento vivía en Italia. Le daba una mano a Lili Massaferro de la Cadhu, estábamos haciendo las primeras listas y me explicaban cómo era la seriedad de los datos que te pedían, porque vos en ese momento a duras penas sabías el sobrenombre, el desaparecido, y ella decía, el sobrenombre no me sirve para nada, vos tenés que tener el nombre, el apellido, el lugar donde fue desaparecido, el documento de identidad, y si es posible algún dato familiar. Para conseguir todos estos datos nos intercambiábamos cartas con otros estudiantes secundarias que estábamos en el exilio, para ver, che, vos sabes cómo se llamaba Pato, sí, él se llamaba así, y no sabés que… Digamos que armar las listas era un quilombo, y vos no es que ibas al presidente de Holanda, o no ibas a ver a Olof Palme, o a quien fuera, a decirle, no, mira, ¿sabes qué? No, no son 5.000, son 30.000, porque no funcionaba así la diplomacia internacional, así que la ignorancia de este hombre me puso de muy mal humor.

—Cuando seguía esta investigación tuve la oportunidad de ver a un hijo de Eduardo Luis Duhalde, Mariano Duhalde, que está en la fundación Eduardo Luis Duhalde, que me abrió el archivo de la CADHU que tenía el mismo Duhalde, y yo tengo copia de todas las publicaciones que se hicieron, de todo lo que se publicó, de estos boletines que se publicaban yo me doy cuenta que cuando tenía documento, tenía documento, nombre y apellido completo, la información precisa, sino nadie te la iba a aceptar. Si vos decías hay tantos presos, ¿en donde están? Están acá, acá y acá, si no estaban declarados decía no declarado. La denuncia permanente que hacemos es, ustedes tienen los archivos y ustedes saben donde están.

La respuesta la tienen los represores.

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Amenaza de despidos en la Biblioteca Nacional

Trabajadores y trabajadoras de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno viven la angustia de una nueva ola de depidos masivos, como ya ocurrió en tiempos de Macri. Sin medias tintas, las autoridades han hecho trascender que el próximo martes es la fecha elegida para reducir en un 30% el personal, lo que significa, aproximadamente 300 personas que llevan adelante desde hace años una tarea que las enorgullece.

La Biblioteca Nacional es la institución cultural más antigua del país. Fue creada en 1810, bajo los ideales iluministas del siglo XIX. Desde su fundación tuvo como misión custodiar, registrar, preservar y difundir el patrimonio bibliográfico y documental a su alcance. En la actualidad, no sólo es una de las instituciones más importantes de latinoamerica por su acervo bibliográfico, también se ha amoldado a los tiempos digitales, es consultada en el mundo entero y posee uno de los archivos de fondos personales más interesantes de los protagonistas culturales del siglo XX, así como una impresionante audioteca, fototeca, y la misión de recuperar archivos gráficos de magnitud como los del diario Crónica, entre otros. En las últimas décadas se ha convertido en un espacio ineludible para el debate, la formación y la divulgación cultural a través de muestras, talleres, encuentros de poesías, ciclos de cine, entre otras actividades.

Entre sus directores, figuran algunos de los nombres más destacados de la cultura nacional: Paul Groussac, Jorge Luis Borges y Horacio González supieron interpretar el legado de su creador, Mariano Moreno. Durante sus gestiones, crecieron los acervos y sus lectores; se ampliaron y mejoraron sus servicios y sus sedes; se diversificaron las preocupaciones e intereses y se estableció un vínculo cada vez más afianzado con la comunidad.

“La Biblioteca es una ciudad, un universo, sostenido por una comunidad de empleados altamente capacitados en cada una de las especialidades de las que, los aquí firmantes, hicimos y hacemos buen uso y agradecemos”, señala la carta en circulación que ya ha reunido un centenar de firmas.

“Por todo esto y, en vista del congelamiento del presupuesto institucional y de los anunciados despidos de muchos de sus trabajadores -medidas que, de concretarse, ponen en riesgo el funcionamiento de la entidad y el mantenimiento de sus colecciones-, nos dirigimos a las autoridades pertinentes –al presidente de la República Argentina, Javier Milei; a la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello; al secretario de Cultura, Leonardo Cifelli y a la directora de la Biblioteca Nacional, Susana Soto Pérez– para solicitarles la urgente revisión de esta situación en favor de la identidad nacional y el bien social. Un país sin cultura es otro modo, complementario a las políticas económicas, de condenar a sus habitantes al hambre, concluye el documento.

Para leer y adherir, aquí la carta completa:

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSchpY-fftXoRiu53dq6oTZO40EiXlhys-Rf9aQk4W99rdobGw/viewform

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