fbpx
Connect with us

Opinión

Barro en los zapatos, por Gustavo Martínez

Mientras muchos distraídos descubren que hay muertos, asesinados, jóvenes, pobres, en Argentina, Rosario amaneció de duelo por el asesinato del pastor Eduardo Trasante, ex concejal rosarino por Ciudad Futura, y papá de dos hijos acribillados porque sí, por los narcos o la poli, que no es lo mismo pero es igual. Injusticia y muerte. Dolor y muerte. Jóvenes y muerte. Recuperamos este relato de Gustavo Martínez, hoy Sec. Gral deCTA Santa Fe, que habla de esas muertes, las de siempre, las de los luchadores y los pobres. Nada nuevo bajo el sol.

……………………

Barro en los zapatos, por Gustavo Martínez

Lino Rojo es el nombre del texto que Marcelo Nocetti a empujones me hizo escribir unos cuantos diciembres atrás. «quiero leer algo como el Pochormiga pero de todos los asesinados en diciembre del 2001».

Ese 19y20 de diciembre que se venia encima venia de Acto en Tribunales por la mañana, Marcha a la tarde y por la noche un recital del Duo Coplanacu organizado desde El Canto del Viento en el teatro La Comedia.

«Resurreccion de la Alegria» fue el nombre del encuentro que Nocetti eligio para que a la cita no faltaran los empujones hacia la esperanza (mal llamados versos) de Armando Tejada Gomez.

Pero Lino Rojo en verdad son las semillas que Dalis Bel (madre de Claudio Pocho Lepratti asesinado en dic 2001, prima hermana del maestro Angel Elvio Bel asesinado en noviembre de 1976 en Trelew en represalia a su militancia por la libertad de los presos politicos y las denuncias por la masacre, y esposa de quien fuera el responsable de las Ligas Agrarias en la pcia de Entre Rios hasta el golpe genocida de 1976: Orlando Lepratti) decia que Lino Rojo son las semillas que Dalis sembró en los inmensos canteros de su casa que forman la palabra VIVE.

Imagino que a Marcelo lo empujaron a organizar ese recital aquellos versos de Armando Tejada Gomez en el que nos contaba aquello de «yo no me acuerdo del olvido» pero más que eso, mucho más: los ojos de Graciela Acosta herida de muerte, tendida en el piso a pasos de donde estaba Marcelo en aquella Villa Gobernador Galvez de 2001, imagen que, como dijo decenas de veces, la llevara gravada de por vida en su memoria.

Es probable, seguro, que los Copla llegasen a ese Recital-encuentro empujados por el recuerdo de German Cantos, detenido desaparecido, hermano de uno de los integrantes del Duo, Roberto Cantos y también empujados por esa necesidad de sentir de vez en cuando como vibra un teatro cuando cientos y cientos corean Peregrinos y los corazones de los presentes se confunden con los bombos y las cajas… «Corazón chiquito rojo vivo lleno Fueguito que arde y que sigue ardiendo.Con ésta canción como una pena suave. Voy acariciándome los sentimientos»…» y el cielo, el mar de arriba….

La historia de los empujones es nuestra historia, porque asi llegaron los canteros de Dalis y el Lino Rojo florecido a la tapa del libro TIERRA MEMORIA de Hernan Lopez Echague. Coincidieron en esto un escritor y periodista buscando una imagen de la tierra y la memoria y una imagen de la tierra y la memoria buscando un libro que hablara de ella.

Pero este texto «barro en los zapatos» no se trata de esto aunque tiene la misma dificultad ( duele escribir) que aquel Lino Rojo que leyó Marcelo.

Dar muchas vueltas, muchas palabras, muchas imágenes y nombres y apellidos, todos deshilachados por el mal de los males de nuestro tiempo. Aquel texto era el resultado de la ira y el intento de trabajarla torpemente. Fue escrito entre el acto de tribunales y la marcha de la tarde, pasado en limpio e impreso antes del recital. Pero las palabras, recuerdo, sonaron como un texto colectivo empujado por ese vibrar de un teatro lleno de personas que sabian que ese dia era 19y20 de diciembre. Sin embargo, todo lo leido era una sola frase: LOS PADRES NO DEBERIAN ESTAR EN EL VELORIO DE SUS HIJOS.

No es fácil ir al grano y explicar el título elegido que habla del barro en los zapatos de alguien. No es facil, hablar de ese hombre parado en el barro y de su primer paso hacia la salida, de esas primeras huellas y de su rostro con huellas de barro y de sus ojos teñidos de ese dia, de esos minutos de barro.

Hace un mes ,el 3 de febrero empujados por el mal de los males de nuestros dias, Eduardo Trasante estuvo por segunda vez en un velorio despidiendo a un hijo. Eduardo es pastor evangelista, padre de Jeremias Trasante asesinado en la Masacre de Villa Moreno junto al Mono y al Paton, y padre de Jairo asesinado hace un mes el pasado 2 de febrero.

En dos años dos de sus hijos asesinados. Los padres no deberian estar en el velorio de sus hijos.

Hace un mes acompañamos a Eduardo a enterrar a Jairo un dia lluvioso e infinitamente triste. Pudo hablar para despedirlo, pudo ademas hablarnos, pudo nombrar a Jeremias y a sus amigos Mono y Paton, y a su mujer que enfermó y murió despues de la muerte de Jeremias.

No tenia dudas sobre como ese padre podria llegar con fuerza hasta el borde de la tumba de su hijo Jairo.

Nada sabia, nada se y nada sabemos qué empujó a ese padre parado en el barro de la tumba de un hijo para que diera ese primer paso hacia la salida del cementerio. Si vi que volvió a mirar la tumba cuando tomo fuerzas para intentar el segundo lento y demorado paso. Vi también su rostro endurecido y vi sus ojos de espejo en el que estabamos todos, ojos de fuego como antorchas, como las antorchas que iluminaron tribunales en enero para reclamar justicia por los pibes de Villa Moreno y por todos los pibes y pibas. Justicia y futuro digno reclamaban, reclamamos.

No habia tanto barro en el borde de la tumba de su hijo como para que sus zapatos marcaran tantas huellas en el largo camino desde la tumba hasta la salida del cementerio.

Los cementerios no fueron hechos para enterrar a nuestros hijos. Al revés es como debe ser, al reves es la ley de la vida, de la naturaleza, de dios. Que los padres entierren a sus hijos en los cementerios, que no estan hecho para eso, es la ley del mercado en el que vale todo menos la vida y menos nuestros hijos, es la ley de la ganancia de unos pocos que multiplica la desigualdad social que trae violencia.

No habia tanto barro en el borde de la tumba de su hijo, sin embargo, las huellas se marcaron hasta la salida, las vi en ese camino y las he visto desde hace un mes a la entrada y a a la salida de la carcel a donde concurre Eduardo intentando sembrar futuro entre los que lo necesitan como al agua y las he visto ahi por calle San Martin y Uriburu, y las he visto por el barrio de esa canchita de futbol que recuerda cada dia de lluvia a todo un barrio que el barro esta para que los pibes se diviertan y no para cubrir las tumbas de nuestros pibes.

Los Cientos de Eduardos, de Gregorias, de Dalis, De Mabel… de los ultimos años deben ser escuchados por una sociedad que parece resignarse a seguir enterrando hijos en cementerios que no fueron hechos para eso.

Que los escuchemos nada cambia para ellos y ellas, nada calma ese dolor que crecerá todos los dias de su vida. Pero servirá para entender a donde vamos por este camino de tumbas, de empalados y empobrecidos… y servirá tambien para saber que verdaderamente existe esa fuerza que necesitamos para dar el primer paso hacia la salida de una sociedad en la que los padres entierran a sus hijos, y saber como podemos traspasar esa salida como nos dicen las huellas de barro de Eduardo para empezar a caminar y construir una nueva sociedad en la que «el hombre no sea el lobo del hombre sino su compañero y hermano»

 Gustavo Martinez.marzo 2014

Secretario Gral ATE Rosario

Seguir leyendo
Comentá

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Destacada

¿Cuál es la luz al final del tunel?, por Rodolfo Nadra

Estamos en el comienzo del final. Todo indica que hemos entrado en el ocaso terminal de un ensayo absurdo, cruel y despiadado, denominado “anarcocapitalismo”. Eso significa la descomposición y el salto de calidad en el estallido de contradicciones . Creo que son algunos pocos, pero suficientes, los indicios que existen. El proceso puede ser más corto o más largo, pero es irreversible. Más que indicios hay hechos, y muy graves, en el plano nacional y hacia el exterior. Basta con prender el televisor, escuchar la radio o navegar por Internet. Veamos algunos, sólo algunos: la ex periodista Marcela Pagano internada por el estrés que le provocó el apriete de Martín Menem y otros legisladores de LLA, incluídas amenazas a los laburantes de su despacho (se están matando entre ellos hace rato), para obligarla a renunciar a su elección como Presidenta de la Comisión de Juicio Politico; la Bullrich teniendo que pedir disculpas al gobierno de Chile por irse de boca y decir, entre otras barbaridades, que Hizbulá opera en el norte de Chile; sospechas ciertas de que Milei está paranoico y tal vez en pánico por miedo a un atentado (“si me subía a ese avión en Dinamarca era boleta”, le habría dicho a alguien muy cercano, un disparate, además de ofensivo para el gobierno socialdemócrata de ese pais) y se anunció oficialmente que dejará de volar en aviones de línea por seguridad.

La Libertad Avanza se convierte cada vez más en un burdel mientras no logra cerrar acuerdos firmes con los gobernadores y la oposición dialoguista para que le voten la nueva Ley Combi; el país todo es atravesado por un estado de estupor (por ahora pacifico) por la brutal embestida contra los trabajadores y los jubilados con la disparada de precios y el tarifazo impagable que lleva a miles de Pymes a la quiebra y suma a millones a la pobreza. El martes se juntan en una movilización nacional, que promete ser contundente, por primera vez desde el Cordobazo, los sindicatos y los universitarios (estudiantes, docentes y no docentes) ante el gravisimo desfinanciamiento (en las facultades ya se funciona a media luz, se dan clases abiertas en las calles y el presupuesto de todo el año no da para más de un par de meses); la UOCRA declaró el estado de alerta y amenaza con un parate total si no se aprueba su paritara; hay prevista una gran movilización para el primero de mayo y un paro general para el 9 de ese mes; en la mayoría de los grandes municipios del conurbano la situación se ha vuelto invivible (transportes impagables, suspensión total del suministro a los comedores, desocupación creciente, etc.) Y, con más razón, en las provincias del norte del país donde los “rebusques” de changas son más difíciles. Todo esto, y mucho más, en el marco de una crisis terminal en la viabilidad del “modelo” económico sujeto al Dios Mercado, como un golpe al corazón de toda la filosofía de Milei: se comenzó poniéndole tope a las paritarias y ahora (con encuestas en la mano que muestran los crecientes “peros” a la esperanza en su base de votantes) se le declara la guerra a las prepagas por haberse cartelizado y se ordena (más dirigismo y regulación no se consigue) que retotraigan sus cuotas a diciembre, apliquen el IPC para los aumentos y devuelvan la plata cobrada de más. Se trata del comienzo de un caos al interior de la medicina prepara (¿quien les ordena, o no, a sus prestadoras que también retrotraigan los precios?) y hacia el resto de la economía. ¿También le ordenarán a los supermercados que retrotraigan los precios?. No lo parece.

¿Cómo se retoma el eje y la coherencia cuando el rumbo se derrumba? La pobreza explota y el proyecto gubernamental hace agua por todos lados y no cierra ni a palos, mientras la furia en las calles todavía no llegó pero parece inevitable. Sólo se trata de tiempo, un tiempo que Milei sólo usa para pelearse e insultar a todos: enemigos y adversarios, pero también contra sus aliados políticos y hasta la propia tropa. Tarde intentan congraciarse con la clase media que, al igual que los sectores más postergados, son atacados en sus bolsillos, su salud, su educación y su calidad de vida. Siempre para abajo, estés en la escala social que estés. Y no es un problema de política económica y social corregible; está en la génesis de un modelo absurdo e inviable de destrucción y remate del Estado, entrega y extranjerizacion del territorio y sus recursos, pulverizacion del tejido social y de la convivencia civilizada mínima, algo insoportable también para el elemental despliegue del sistema capitalista.

Ahora bien, ¿tiene el campo popular una dirección política que le permita no ya encabezar sino apenas encauzar este proceso? Definitivamente no y es la tarea pendiente, motivo seguramente de un análisis más ambicioso que estas lineas descriptivas. Por eso todo es más angustiante y preocupante. No hay aún luz al final del túnel. Pero el túnel ahí está.

Continue Reading

Destacada

Variaciones sobre el miedo y los mieditos, por Hernán López Echagüe

Me causa miedo el miedo que le tengo a todos los retóricos y engañosos mieditos que el miedo colosal, ese de mil patas, echa a rodar por todas partes. El miedo ha sido siempre el nervio motor de la historia, ha marcado los pasos de las sociedades. Bien lo saben los católicos apostólicos romanos. Miedo al infierno, a la muerte, a la enfermedad, a la pobreza, al castigo, al dolor. Mete miedo el miedo.

No hay, sin embargo, peor miedo que ese sórdido miedito al miedo que provoca la cosa de disentir, de conversar. De escuchar.

La prudencia, es decir, la templanza, la cautela, suele obrar a la manera de advertencia ante situaciones que, presuntamente, son dignas de temer. Desde el interior, la prudencia nos susurra al oído: “No, mejor permanecer quieto, no abrir la boca, detener la respiración, alejarse …”

Hoy impera una sombría prudencia, fundada en un océano de mieditos fraguados, que conduce a la inercia y a la quietud, al silencio y al encierro, al aislamiento y al desdén. Prudencia triste, y, por sobre todas las cosas, imprudente. La existencia, condenada a mascullar palabras anodinas entre cuatro paredes. Miedito al vozarrón del dueño del miedo. Ese asunto de temerle a la palabra, al desacuerdo.

Y entonces el miedo al miedo, en una trabazón fantasmagórica, alumbra un miedito tras el otro. Del temor al infierno, a la muerte, a la enfermedad, a la vejez, al dolor, a la soledad, a la guerra, empiezan a nacer muchos mieditos que, cuando atacan en tropel, sumergen al hombre en un estado cataléptico. Océano de mieditos en el que navega, a sus anchas, el miedo abismal. El miedo a ser. O sea, la loca rutina de limitarse a estar, a permanecer.

Cambian los nombres de los dueños del miedo. Pero la esencia del miedo, y su propósito, el descalabro de la identidad, el sometimiento al hábito de someterse y vivir como en rebaño taciturno, continúan intactos. Pena que los mieditos jamás se le rebelan al miedo. Quizá lograran despojarlo de un par de patas, y entonces el miedo comenzaría a perder algo de garbo y equilibrio, y, con el correr del tiempo, quizá acabaría desmoronándose.

Continue Reading

Destacada

Brecht y la solución, por Américo Schwartzman

En 1953, en Alemania Oriental (la Alemania “Comunista” de la posguerra) el gobierno realizó un ajuste bastante brutal (sí, no solo la derecha ajusta). Un grupo de obreros de la construcción decidió hacer huelga, el 17 de junio, y de a poco fueron miles los que se sumaron. Las autoridades soviéticas reprimieron el levantamiento popular de manera bestial.

No se sabe (aún hoy) cuántas personas fueron asesinadas, pero las estimaciones van de 55 a 383, con miles de detenidos e incluso (dato tremendo) con soldados soviéticos fusilados por negarse a matar obreros rebeldes.

Fue en ese contexto en el que el gran Bertolt Brecht (quien había decidido vivir en Berlin Oriental tras su “desexilio”) escribió un breve e irónico poema titulado “La solución”, muchas veces citado, pero pocas veces contextualizado.

Brecht, un genio del teatro y de la filosofía (que desplegó de manera abundante y original en su dramaturgia) era un marxista pero también era un genuino libertario (de verdad, no como los payasos funestos que hoy usurpan esa palabra). Por eso hay incluso quienes creen que murió (en 1956) por decisión de la policía secreta soviética. La Unión de Escritores, para sorpresa y decepción de Brecht, en ese junio tremendo, en lugar de repudiar la represión, repudió el alzamiento popular, y su secretario Kurt Barthel, escribió una ominosa carta a los trabajadores donde les reprochaba haber traicionado al gobierno “comunista” y les decía: “Reconstruir una confianza traicionada es muy, muy difícil”.

Ese es el punto de partida del poema de Brecht. Con el contexto, creo, se disfruta más. Y por supuesto, se aplica a todos los gobiernos prepotentes y elitistas (aunque se crean “de izquierda”, o incluso, en especial a ellos) que se creen que son más importantes que el pueblo. Que puede equivocarse (en democracia, solo el pueblo puede equivocarse) pero no abolirse, como imaginan (según ironiza Brecht) los mandones y dictadores de toda laya, en especial los que se dicen “libertarios” y son… bueno, la peste que conocemos.

LA SOLUCIÓN, Bertolt Brecht

Tras el levantamiento del 17 de junio

el secretario de la Unión de Escritores

ordenó la distribución de folletos en la avenida Stalin.

El pueblo, leemos, ha perdido por su culpa la confianza del gobierno

y sólo redoblando sus esfuerzospodría recuperarla.

¿No sería

entonces más sencillo para el gobierno

disolver al pueblo

y elegir otro?

Continue Reading
Advertisement

Facebook

Copyright © 2017 Zox News Theme. Theme by MVP Themes, powered by WordPress.