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Internacionales

En medio de la pandemia, crece el descontento en Chile, Ecuador y México

La pandemia de Coronavirus ha puesto en jaque a muchos gobiernos latinos, quienes ahora reciben las críticas de los ciudadanos por las medidas sanitarias o económicas tomadas en el intento de detener la propagación del COVID-19.

En Chile, el presidente Sebastian Piñera prometió entregar 2.5 millones de cajas con víveres a los hogares más pobres. La improvisada medida terminó convirtiéndose en un problema logístico que puso a cientos de vecinos de las barriadas de Santiago a protestar en las calles por la lenta distribución de los alimentos.

Felipe Guevara, jefe del gobierno regional de Santiago, admitió que la semana pasada apenas se compraron las primeras 500 mil cajas, lejos del objetivo propuesto por el mandatario. En este sentido, Gonzalo Durán, alcalde de Independencia, municipio de cien mil habitantes al norte de Santiago, sostuvo que la distribución comprometida por Piñera ha sido extremadamente lenta y “a nivel nacional estamos por debajo de las 50 mil cajas”.

En Ecuador las cosas están igual de agitadas. A lo largo de todo el país, miles de personas se manifestaron contra una serie de medidas y leyes aprobadas por el Gobierno de Lenín Moreno para modificar condiciones de contratos laborales, reducir jornadas laborales y recortar gastos.

Mesías Tatamuez, presidente del sindicato Frente Unitario de Trabajadores, aseguró que “con esta ley de la inhumanidad todos los trabajadores regresan a ser peones, a ser esclavos. Que deje de pagar la deuda externa y con eso atienda la emergencia sanitaria”.

Quienes también realizaron protestas en la calle fueron los trabajadores de la salud de la Ciudad de México, quienes se manifestaron en reclamo de que el gobierno les otorgue equipo de protección para poder lidiar con la pandemia de coronavirus.

Una trabajadora indicó que “quieren que reutilicemos los uniformes, que usemos de tela, que el N95 lo lavemos y lo volvamos a utilizar, cuando varios de mis compañeros ya han sido contagiados y hasta se han muerto, entonces queremos que nos escuchen las autoridades, queremos que nos den material para trabajar”.

La preocupación por el virus ha llegado hasta los indígenas amazónicos, quienes se encuentran en una situación de caos total con casos de COVID-19 reportados en las orillas del Río Amazonas, tanto en Colombia como en Brasil y Perú.

Ante el temor de ser contagiados, desde las comunidades indígenas lamentan que el flujo de embarcaciones que transitan por la zona amazónica continúe con normalidad. Unos 462 pueblos actualmente tienen menos de 3.000 habitantes y alrededor de 200 de ellos se encuentran en aislamiento voluntario, todos en situación de extrema dificultad, altas tasas de desnutrición, inaccesibilidad a servicios de salud, precariedad de infraestructura e imposibilidad de ejercer derechos individuales y colectivos fundamentales. Luis Fernando Arias, dirigente indígena colombiano, denunció la escasez de agua potable, alimentos e implementos de bioseguridad y aseguró que el confinamiento por el conflicto armado latente en su país, junto al hostigamiento militar, agravan la situación

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Walter Goobar: “Netanyahu está sacrificando a los rehenes para mantener una estrategia de guerra ”

En medio de una semana de inquietud, luego de que avanzara el conflicto de Israel contra Gaza involucrando a otros países como Irán, y el presidente Milei se enrolara internacionalmente con Netanyahu, fomentando los fantasmas de un nuevo atentado en Argentina, Nora Anchart entrevistó en La Columna Vertebral a Walter Goobar, reconocido periodista especializado en internacionales quien recorre el inicio del conflicto iniciado con el tremendo atentado del 7 de octubre ocurrido en un momento en el que las marchas en contra de Netanyahu ponían en riesgo su permanencia en el gobierno; la crisis de los rehenes, la intervención de Irán, y el riesgo que puede traer para Argentina el rol de Milei con su encuadramiento con Israel.

Walter Goobar, periodista especializado en internacionales

LCV: ¿Qué opinas de lo que está sucediendo en Medio Oriente?

-El ataque de Hamas en el sur de Israel ocurrió en un momento en el cual Benjamin Netanyahu estaba llevando a Israel a una situación de guerra civil porque la oposición en su contra y el pedido de renuncia eran una cosa incesante y constante por graves cargos de corrupción que pesan en su contra, inclusive por su enfrentamiento con la Corte Suprema que quiso remodelar o remodeló justamente para evitar ser destituido. El tremendo atentado del 7 de octubre le resultó útil para consolidar una opinión pública que estaba absolutamente fragmentada y agrietada con respecto a su futuro político. Esto después se potenció cuando en lugar de lo que podía haber sido llamado una represalia proporcionada a lo que fue el atentado, se convirtió en un proyecto prácticamente de exterminio de los palestinos en el cual ya hay más de 30.000 muertos, en la cual el 70% son mujeres y niños. No hay ninguna guerra. La suma de todas las guerras de los últimos cuatro años te da menor cantidad de víctimas de niños que en la de la Franja de Gaza, sin contar la cantidad de niños mutilados, huérfanos, etcétera, etcétera. Este plan sistemático de exterminio de los palestinos inclusive se prolongó contra los periodistas, contra el personal sanitario, contra los trabajadores de Naciones Unidas y de organizaciones humanitarias, y lo que ocurrió en la última semana es que no habiendo logrado sus objetivos militares, para continuar ejerciendo el poder, está intentando a partir de provocaciones regionales, convertir el conflicto justamente en un conflicto regional. A comienzos de abril, se llevó a cabo por parte de Israel el ataque contra un consulado iraní en Damasco, la capital de Siria, que es lo que disparó la represalia iraní del último fin de semana. Es decir, esto no fue un error de cálculo. Evidentemente, Netanyahu quiere comprometer a Irán, que nunca ha estado directamente comprometido, en todo caso, ha estado comprometido indirectamente a través de la milicia chiíta, libanesa,

LCV: Si yo no me equivoco, en este último fin de semana había una manifestación en Israel reclamando que Netanyahu no está haciendo lo suficiente para traer a los rehenes…

—Además, te agrego, Netanyahu inclusive ha sacrificado o está sacrificando a los rehenes israelíes simplemente para no decretar un cese al fuego, justamente porque quiere mantener la estrategia de de guerra y de tensión.

LCV:¿No se dan cuenta del otro lado que de alguna manera son funcionales a la permanencia de Netanyahu?

—La responsabilidad está en aquel que genera las provocaciones, en aquel que es el matón del barrio que sale a provocar a Irán. Israel finalmente nunca se ha medido militarmente con Irán, y Netanyahu sale a buscar una confrontación.

LCV: ¿Qué consecuencias puede traer este nuevo foco de conflicto contra Irán?

—Irán en principio dio por terminada o por satisfecha su represalia, pero ahora va a venir la represalia israelí. Entonces ahí es donde vamos a ver hasta dónde piensa llegar Netanyahu, hasta donde las potencias, particularmente Estados Unidos, lo va a dejar llegar a Netanyahu. Porque una cosa es que Netanyahu, en represalia por los bombardeos iraníes,  decida, no sé, atacar una refinería petrolera iraní. Otra cosa, otro precio, por decirlo así, sería que Netanyahu decida atacar una central nuclear iraní. Otro precio sería que Netanyahu decida invadir el sur de Líbano y otra cosa sería que Netanyahu pretenda hacer las tres cosas a la vez.

LCV: ¿Y otro precio no es que se disemine esta disputa a lo largo del mundo, a través de esta historia de ataques de embajadas mutuas o cosas por el estilo?

—Claro. Es que ya hace tiempo, y nosotros los argentinos lo sabemos, lo hemos vivido en carne propia, este conflicto ya se ha extendido más allá de la frontera con los dos atentados que sufrimos en la Argentina. De hecho, Israel la semana pasada cerró 28 embajadas y representaciones diplomáticas en el mundo en prevención de atentados. Porque en realidad es como que la respuesta iraní estaba dentro de los cálculos de Netanyahu. Esto es lo que te indica es que estaba dentro de los cálculos. La única diferencia es que Netanyahu no lo hace al estilo Milei, con bombos y platillos, sino que estas cosas se manejan con bastante más sigilo o -por lo menos- no haciendo ostensibles las provocaciones. Porque si después pretendés victimizarte, no tenés que hacer el papel de matón, tenés que hacer el papel de víctima.

LCV: Nosotros ya la vivimos, ya sabemos de qué se trata cuando le mojas la oreja a un gigante que sí tiene el formato y las ganas. Estoy viendo el refuerzo de seguridad en la embajada de Israel y toda esta historia que vos y yo estuvimos cubriendo lo que fueron aquellos atentados. Y te digo que la memoria emotiva me provoca un dolor en el espinazo.

—Claro. Pero además, si se llega a producir un atentado en la Argentina, no va a ser obra directa de Irán, sino que va a ser de alguna organización no estatal, va a ser obra de Hézbolá, de Ansar Alá, de alguno de las grupos. Con lo cual, todo esto es mucho más difícil de prevenir. De hecho, los dos atentados que sufrimos en la Argentina, tuvieron diversas reivindicaciones, con distintos sellos y distintos nombres, después se trató y tampoco se ha logrado definitivamente, plantear la responsabilidad directa de Irán como Estado. Pero te quiero decir que esto complejiza aún más la cuestión, porque tampoco se maneja todo en términos de relaciones Estado cuando tenés organizaciones armadas del otro lado, y que ven, digamos, cuando una reunión de crisis de gabinete está presidida por el embajador de Israel en Casa Rosada, eso solo puede ser interpretado como una provocación, además de una falta de tacto absoluto que no se ha visto en la diplomacia, creo, en ninguna parte del mundo.

LCV: Esa presencia del embajador en la reunión de gabinete de Argentina ha sido comentado en casi todos los diarios del mundo. ¿Qué tiene en la cabeza Milei? ¿Qué cree que podemos sacar de todo eso? ¿O es simplemente esta historia del complejo de que su abuelo se dio cuenta de que era judío cuando estaba por morirse y entonces quiere ahora la reivindicación?

—Mira, yo no sé. No me gusta entrar en cuestiones psicológicas, pero hay una cuestión mesiánica. Hay una suerte de mesianismo en todo esto. También, obviamente, hay cuestiones de negocios y de alineamientos con determinados sectores de la política. Milei no pertenece a un judaísmo progresista, todo lo contrario, sino que pertenece a una secta, y a una secta que está también muy vinculada, digamos, a algunos grandes intereses empresariales en la Argentina, como el grupo Irsa, y también en el caso de los EE.UU, hay miembros muy importantes del fondo inversiones Blackrock que comulgan también con ese grupo. Con lo cual, hay una parte que tiene que ver con su delirio místico, por decírtelo de alguna manera. Por otro lado, la otra parte tiene que ver con el delirio económico y geopolítico, pero también creo que esta persona ni siquiera está bien informado sobre lo que son las relaciones en el mundo en este momento, sino que él ve un mundo; cuando él habla sobre el mundo, cuando él habla sobre China, cuando él habla sobre una cantidad de países, pareciera que estamos en la época de la guerra fría.

LCV: ¿Qué pensás del fallo de la justicia respecto del atentado a la AMIA?

—Te consta que a lo largo de todos estos años he seguido esa causa, conozco esa causa, conozco a todos los personajes que estuvieron involucrados en las distintas facetas de la causa, muchos de los cuales terminaron detenidos, presos, juzgados; desde el juez Galeano a los fiscales, el ex comisario Palacios, ahora ya fallecido. Sin embargo, a lo largo de estos años no se ha agregado una sola prueba para hacer un fallo tan tajante y tan terminante en base a la misma información que existía hace muchos años, que tiene un carácter indiciario, pero vos no podés establecer, digamos, una culpabilidad en base a indicios. Esto no es posible. Yo mismo aporté a lo largo de años y a partir de investigaciones propias y en un libro titulado El tercer atentado, mucho del material indiciario sobre, por ejemplo, viajes de agentes de inteligencia iraníes, posibles viajes de reconocimiento, yo revelé la existencia de una base de observación a pocos metros de la AMIA, que nadie se había dado cuenta que esa base existía, y después cuando la llevé a la justicia, debidamente investigada, y sin embargo, no se ha encontrado una sola casa operativa, no se ha encontrado un lugar donde se armó el coche bomba, ni tampoco la procedencia de los explosivos, la procedencia de los detonadores. El otro dato que aporté yo, fueron algunas comunicaciones de la célula operativa a través de avisos en los diarios, en los clasificados de Clarín. Lo encontré yo, lo aporté yo. Ahora, estos son elementos indiciarios, no determinantes. Vos no podes demostrar la culpabilidad del Estado de Irán. Porque una cosa es, y ahí vuelvo a la misma cuestión que hemos hablado antes, decir que, está bien, digamos, Hezbolá responde a Irán, pero de ahí demostrar la responsabilidad del Estado de Irán, son dos cosas absolutamente distintas. Y vuelven a ser estas cuestiones temerarias que aparecen cada vez que le conviene a los intereses de Israel o de los Estados Unidos.

LCV: A mí todo me parece guionado, me sorprende la concordancia de pistas, no entiendo. Hace poquito leía que en realidad esto que se le había dado como mucha prensa, como si fuera un fallo definitivo, era apenas la opinión de uno de los tres que tenía que opinar, me parece. Así que tampoco tiene nada.

—También hay muchas cosas que fueron muy adornadas por la prensa, malinterpretados por algunos medios interesados en fogonear este tema. A mí no me extrañaría que la semana que viene también aparezca otro fallo diciendo que a Alberto Nisman lo asesinó un comando iraní.

LCV: ¿Cuál es el objetivo final? ¿No es una locura usar esto para distraer de los problemas domésticos?

—Me parece una locura que en una reunión de crisis donde se discuta de estas cosas, esté un ministro de Salud discutiendo cómo conjurar un posible atentado cuando no puede conjurar una invasión de mosquitos y conseguir repelente.

LCV: ¿Le ves a salida esto?

—No sé. Yo soy de los que piensan que los pueblos muchas veces aprenden en una noche más que en un periodo prolongado de tiempo. Me parece que muchos de los tiempos se van acortando. Este tema también le resulta funcional al Gobierno para llevarse la marca de aquellos temas que realmente deberían ser los centrales de la preocupación de los argentinos. Los sueldos que no alcanzan, las jubilaciones de las cuales estamos siendo esquilmados, el hecho de que se le haya quitado el tratamiento a enfermos terminales. La lista sería larguísima. Sería una pena que volvamos a empezar a considerar sospechoso a cualquier barbudo o cualquier persona que simplemente porque use un turbante, todo el mundo se tire cuerpo a tierra. Pero bueno, vos sabés que en general, justamente, el miedo es uno de los elementos que se utiliza, lo ha utilizado exitosamente Estados Unidos muy bien en este sentido, con su propia población. Ha utilizado el miedo para, de alguna manera, mantener el control sobre la población. No descarto que algo de esto también esté pasando, que sea un efecto indirecto de, no sé si deseado o no deseado, pero que evidentemente tiene que ver justamente con la crisis que está pasando en la Argentina. Fijate que hay otro paralelismo histórico, porque el atentado contra las Torres Gemelas en septiembre del 2001 también conmovió al mundo, y de alguna manera le dio un poquito de aire, un poquito de aire al gobierno de la Rúa. Pero sin embargo, el Gobierno de la Rúa, a escasos meses, en diciembre de ese mismo año, tuvo que irse en el helicóptero.

LCV: Para cerrar, contame qué es exactamente lo que estás haciendo con tus redes, que es tan impresionante.

—No son exactamente mis redes. Comenzó en la pandemia, cuando empezó una ofensiva muy fuerte con el tema de la vacuna Sputnik, donde había, naturalmente, intereses de laboratorios, particularmente de Pfizer y de los fondos de inversión, de Black Rock, etcétera, de torpediar la vacuna Sputnik. Entonces, tuve la idea, la ocurrencia, de hacer un boletín de noticias, que todavía se sigue llamando Pandemias y vacunas, porque también en aquella oportunidad organizamos algunos seminarios con el Instituto Gamaleya, con el instituto que produjo la vacuna para médicos. Toda aquella información, que además era información chequeada de puentes confiables, tratamos  justamente de hacer un combate muy fuerte contra la fake news y de denunciar a los medios que incurrían en noticias falsas. Luego, pasamos a temas mucho más vinculados a la guerra Rusia-Ucrania, y ahora a los temas de geopolítica. Se ha formado una especie de comunidad, una en Telegram y otra en WhatsApp. Hacemos un boletín diario con mucha información alternativa.

LCV: Incluidos los fines de semana, que es importante.

—No tenemos descanso. Ningún día libre, digamos. Posteamos prácticamente todos los días del año, desde hace casi cuatro años, con información alternativa, porque hay mucha información que los medios, por razones de intereses, etcétera, no publican, como por ejemplo, el tema de los agrotóxicos, algunos de los temas vinculados al dengue.

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Archivo

Vladimir Putin: ayer y hoy, por Oscar Taffetani

Electo con el 87% de los votos (y una participación del 74,22% del padrón) Vladimir Putin se prepara para un nuevo ciclo de gobierno en Rusia, enorme país euroasiático cuyo poder controla directa o indirectamente desde el fin del siglo XX. La nota que reproducimos, publicada en 2006 en Nuevo Siglo On Line y ahora rescatada de su archivo, analiza y caracteriza el poder de Putin, a propósito del asesinato en 2006 de Anna Politkovskaya, una periodista muerta “en confusas circunstancias” cuando estaba denunciando la matanza de rebeldes de Chechenia. Poco antes de las últimas elecciones en Rusia, el mundo se enteró del supuesto suicidio, en una prisión de Siberia, de Alexei Navalny, otro líder y referente de la oposición a Putin. La lista de muertes dudosas, en Rusia, ya es interminable. Y por eso la foto que ilustra la nota rescatada de archivo no difiere mucho de la que podría tomarse hoy. Los muertos, por supuesto, no salen en la foto..

MENSAJE DE ANNA, DESDE EL PAÍS DE PUTIN

Anna Politkovskaya

La naturaleza del poder de Vladimir Putin, su innegable ascendiente sobre los antiguos “”apparatchik”” del imperio soviético y su presencia impetuosa y a la vez amenazante, quedó reflejada en una instantánea tomada en 2001 por algún fotógrafo oficial.
Putin se había reunido con los titulares de las nuevas repúblicas de la Federación Rusa como en los mejores tiempos de Stalin, cuando esa clase de meetings se celebraban en alguna dacha de las afueras de la Capital, llegados los amables calores de estío, a la sombra de los altos (y emblemáticos) abedules. Allí se lo ve a Stalin, perdón, a Putin, saliendo del bosque acompañado por diez presidentes, todos con ropa informal, aunque uniformados en el aspecto que más importa: el mental.

Putín año 2001 junto a 9 presidentes

A nadie le cabe duda, a esta altura de los acontecimientos, de que Putin es la nueva máscara de un antiguo régimen, la fórmula que encontraron los rusos para tranquilizar a un Occidente en donde se había puesto peligrosamente de moda -allá por los ’90- derribar muros y exigir bagatelas como la democracia y los derechos humanos.
La matriz estalinista -construida sobre los sedimentos del despotismo zarista- no había cambiado en absoluto: empresas estatales privatizadas, con enormes activos heredados de tiempos socialistas, brindaban ahora “oportunidades de negocios” al capital trasnacional. Pero sus gerentes eran invariablemente rusos: jóvenes ejecutivos y “tycoons” nacidos del desmadre soviético, aunque siempre concientes de las deudas contraídas con el viejo régimen (y cuando se olvidaban, como en el caso de la petrolera Yukos, el antiguo régimen se encargaba de recordárselos) .

Cuando pasó la borrachera liberal de Mr. Jack Daniel’s (así le decían a Boris Yeltsin), Rusia volvió a lo de siempre: a la censura sistemática, al disciplinamiento y castigo del disidente, al “pogrom” contra los pueblos o las etnias en rebeldía.

En el Pravda soviético no se podían publicar notas policiales, para no desmoralizar a la población. Y sobre las campañas del Ejército Rojo más allá de las fronteras del imperio, sólo podía tenerse la versión oficial, por ejemplo, que se había aplastado la conspiración capitalista-imperialista en Hungría, en Polonia o Checoslovaquia; que se había terminado con el feudalismo de algún jeque árabe en un pequeño país del África; que se había liberado a algún pueblo del Asia central del retrógrado fundamentalismo musulmán, y así.

En el Pravda de estos tiempos, el pluralismo consiste en no hacer preguntas molestas, no recordar el pasado de los funcionarios, no ayudar a los “enemigos de la patria” y no dar espacio al “terrorismo” en ninguna de sus formas. Y los medios que no cumplen con la consigna son presionados económicamente, políticamente y también del modo que hemos visto con la periodista Anna Politkovskaya.
Así, las familias del submarino nuclear Kursk debieron asistir por interminables horas, destrozadas, a la agonía y la muerte decretada de los tripulantes, sepultados a escasos metros de profundidad en el Mar de Barents, todo para no brindar al “enemigo” secretos sobre el accidente ocurrido.
Así, las familias de los rehenes en un teatro de Moscú, o las de los rehenes en la escuela de Beslán, debieron admitir, estoicamente, que un rescate eficaz tiene siempre un alto costo en vidas inocentes. Luego, llegará el turno de los claveles rojos, las condecoraciones y las lágrimas sobre las frías piedras de los cementerios.

Ésta es la nueva Rusia, que conduce con mano firme Vladimir Putin. Cualquier semejanza con la Rusia de Stalin es pura coincidencia. O malintencionada crítica, hecha por el “enemigo”.

Novaya Gazeta

Nóvaya Gazeta -el medio para el que trabajaba Anna Politkovskaya hasta el sábado 7 de octubre, cuando la mataron a balazos- ya había perdido hasta ese momento dos corresponsales, Igor Domnikov y Yuri Schekochijin. En el primer caso, gracias a una investigación realizada por el staff del quincenario, se logró poner a los autores materiales a disposición de la justicia. En el segundo, no se pudo hacer nada, ya que ni siquiera a los familiares de la víctima se les permitió ver los resultados de la autopsia.

Así están las cosas en Rusia, enorme nación que pudo construirse, históricamente, sobre la sangre de millones de seres humanos, y cuyas diversidades y conflictos quedaron aplastadas bajo el peso de un implacable Estado que maneja -como todos los Estados- oscuras e impenetrables “cuestiones de Estado”.

Viacheslav Titiokin, compañero de Anna, también periodista de Nóvaya Gazeta, escribió una emocionante despedida para la colega, con la promesa de investigar -si es necesario, hasta la muerte- el asesinato. “Continuaremos la investigación -escribió- y los asesinos serán castigados. Mientras Nóvaya Gazeta exista, los asesinos de Anna no dormirán tranquilos”.

He ahí un magnífico mensaje moral que nos dan los periodistas rusos, de coraje y amor por la profesión, en tiempos difíciles.

(Artículo publicado en 2006 en Nuevo Siglo On Line , bajo el título “Mensaje de Anna, desde el país de Putin” y rescatado por su autor, Oscar Taffetani, para formar parte del Archivo LCV)




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Destacada

¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza?, Eduardo Galeano

Américo Schvartzmann, director de El Miércoles Digital y colaborador permanente de La Columna Vertebral, realizó esta impresionante recopilación del escritor Eduardo Galeano opinando sobre el conflicto de Gaza y el avance de Israel en la región. Reflexiones que parecen escritas ayer. Lamentablemente mantienen toda su actualidad.

La deuda ajena

En 1948 nació el Estado de Israel. Pocos meses después, ya había más de ochocientos mil palestinos expulsados, y más de quinientas aldeas demolidas.

Esas aldeas, donde crecían los olivos, las higueras, los almendros y los árboles frutales, yacen sepultadas bajo las autopistas, los centros comerciales y los parques de diversiones. Son muertes sin nombre. El Comité de Nombres de las nuevas autoridades ha rebautizado el mapa. Ya poca Palestina queda. La implacable devoración del mapa invoca títulos de propiedad, generosamente otorgados por la Biblia, y se justifica por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió.

La cacería de judíos fue, siempre, una costumbre europea; pero los palestinos pagan esa deuda ajena.

(De Los hijos de los días, 2011)

¿Hasta cuándo? (I)

La cacería de judíos fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa. ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando crímenes que no cometieron?

Hezbolá no existía cuando Israel arrasó el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque tiene derecho a defenderse del terrorismo?

(De la columna “¿Hasta cuándo?”, 2006)

La receta

Mil y una veces las Naciones Unidas se han pronunciado contra la usurpación israelí de la patria palestina. Los palestinos desalojados se llevaron las llaves de sus casas, como habían hecho, siglos antes, los judíos que España echó. Los judíos nunca pudieron volver a España. Los palestinos nunca pudieron volver a Palestina. Los que se quedaron fueron condenados a vivir humillados en territorios que las continuas invasiones van encogiendo cada día.

Susan Abdallah, palestina, conoce la receta para fabricar un terrorista:

Despójelo de agua y de comida.

Rodee su casa con armas de guerra.

Atáquelo por todos los medios y a todas las horas, especialmente en las noches.

Demuela su casa, arrase su tierra cultivada, mate a sus queridos, especialmente a

los niños, o déjelos mutilados.

Felicitaciones: ha creado usted un ejército de hombres-bomba.

(De Espejos. Una historia casi universal, 2008)

“Para justificarse, el terrorismo de Estado fabrica terroristas: siembra odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos”.

Preguntitas (I)

Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.

Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa.

No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.

(De la columna “Plomo impune”, 2009)

El artillero

El primer ministro de Israel tomó la decisión. Su ministro de Defensa la trasmitió. El jefe de estado mayor explicó que iba a aplicar quimioterapia contra los palestinos, que son un cáncer. El general de brigada declaró el toque de queda. El coronel ordenó el arrasamiento de los caseríos y de los campos sembrados. El comandante de división envió los tanques y prohibió el ingreso de ambulancias. El capitán dictó la orden de fuego. El teniente mandó que el artillero disparara el primer misil. Pero el artillero, ese artillero, no estaba. Yigal Bronner, último eslabón en la cadena de mandos, había sido enviado a prisión por negarse a la matanza.

(De Bocas del Tiempo 2004)

“Estos bombardeos matan niños: más de un tercio de las víctimas y a veces bastante más. Quienes se atreven a denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de Estado?”

¿Hasta cuándo? (II)

Israel ha desoído cuarenta y seis recomendaciones de la Asamblea General y de otros organismos de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo el gobierno israelí seguirá ejerciendo el privilegio de ser sordo?

Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?

La historia se repite, día tras día, año tras año, y un israelí muere por cada diez árabes que mueren. ¿Hasta cuándo seguirá valiendo diez veces más la vida de cada israelí?

(De la columna “¿Hasta cuándo?”, 2006)

El Diablo es judío

Hitler no inventó nada. Desde hace dos mil años, los judíos son los imperdonables asesinos de Jesús y los culpables de todas las culpas. ¿Cómo? ¿Que Jesús era judío? ¿Y judíos eran también los doce apóstoles y los cuatro evangelistas? ¿Cómo dice? No puede ser. Las verdades reveladas están más allá de la duda: en las sinagogas el Diablo dicta clase, y los judíos se dedican desde siempre a profanar hostias, a envenenar aguas benditas, a provocar bancarrotas y a sembrar pestes. Inglaterra los expulsó, sin dejar ni uno, en el año 1290, pero eso no impidió que Marlowe y Shakespeare, que quizá no habían visto un judío en su vida, crearan personajes obedientes a la caricatura del parásito chupasangre y el avaro usurero.

Acusados de servir al Maligno, estos malditos anduvieron los siglos de expulsión en expulsión y de matanza en matanza. Después de Inglaterra, fueron sucesivamente echados de Francia, Austria, España, Portugal y numerosas ciudades suizas, alemanas e italianas. En España habían vivido durante trece siglos. Se llevaron las llaves de sus casas. Hay quienes las tienen todavía.

La colosal carnicería organizada por Hitler culminó una larga historia.

La caza de judíos ha sido siempre un deporte europeo.

Ahora los palestinos, que jamás lo practicaron, pagan la cuenta.

(De Espejos. Una historia casi universal, 2008)

Preguntitas (II)

Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros.

¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos?

(De la columna “Plomo impune”, 2009)

¿Hasta cuándo? (III)

Esta matanza de ahora, que no es la primera ni será, me temo, la última, ¿ocurre en silencio? ¿Está mudo el mundo? ¿Hasta cuándo seguirán sonando en campana de palo las voces de la indignación?

Estos bombardeos matan niños: más de un tercio de las víctimas y a veces bastante más. Quienes se atreven a denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de Estado? ¿Hasta cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados por lo que se hace en su nombre? ¿Son antisemitas los árabes, tan semitas como los judíos? ¿Acaso no hay voces árabes que defienden la patria palestina y repudian el manicomio fundamentalista?

(De la columna “¿Hasta cuándo?”, 2006)

La información global

Unos meses después de la caída de las torres, Israel bombardeó Yenín. Este campo de refugiados palestinos quedó reducido a un inmenso agujero, lleno de muertos bajo las ruinas. El agujero de Yenín tenía el mismo tamaño que el de las torres de Nueva York. Pero, ¿cuántos lo vieron, además de los sobrevivientes que revolvían los escombros buscando a los suyos?

(De Bocas del Tiempo, 2004)

“¿Hasta cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados por lo que se hace en su nombre?”

¿Hasta cuándo? (IV)

Los terroristas se parecen entre sí: los terroristas de Estado, respetables hombres de gobierno, y los terroristas privados, que son locos sueltos o locos organizados desde los tiempos de la Guerra Fría contra el totalitarismo comunista. Y todos actúan en nombre de Dios, así se llame Dios o Alá o Jehová. ¿Hasta cuándo seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y que todos se alimentan mutuamente? ¿No es evidente que en esta guerra entre Israel y Hezbolá son civiles, libaneses, palestinos, israelíes, quienes ponen los muertos? ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Irak y las invasiones de Gaza y del Líbano son incubadoras del odio, que fabrican fanáticos en serie?

(De la columna “¿Hasta cuándo?”, 2006)

Preguntitas (III)

El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando exitosamente en esta operación de limpieza étnica.

Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien palestinos muertos, un israelí.

Gente peligrosa, advierte el otro bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas palestinas. 

(Este artículo está dedicado a mis amigos judíos asesinados por las dictaduras latinoamericanas que Israel asesoró.)

(De la columna “Plomo impune”, 2009)

Referencias:

  • Bocas del Tiempo, Siglo XXI, Buenos Aires: 2004
  • Espejos. Una historia casi universal, Siglo XXI, Buenos Aires: 2008.
  • Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires: 2011.

Todos los fragmentos subtitulados “¿Hasta cuándo?” pertenecen a la columna publicada bajo ese título en 2006 (Ver enlace)

Todos los fragmentos subtitulados “Preguntitas” pertenecen a la columna publicada bajo ese título en 2009 (Ver enlace)

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