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Entrevistas

Evangelina Buccari: “Una treintena de países ya tienen ejércitos de trolls para callar a los disidentes”. Informe de Mujeres periodistas sobre ciberacoso

Entrevista con Evangelina Bucari, miembro del colectivo Mujeres Periodistas que difundió un informe sobre la situación de la profesión y la falta de contención legal y emocional a los ciberataques. Con 20 años de trayectoria en los medios, Evangelina fue redactora y editora en Perfil, La Nación y la Agencia Télam, entre otros. Especializada en temas de género, infancia y derechos humanos. En diálogo con La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores, explicó los motivos del informe realizado por Mujeres Periodistas titulado: Ciberacoso a periodistas mujeres: la tecnosencura. «El ciberacoso se ha convertido en una práctica sistemática que afecta gravemente a las mujeres periodistas. Desinforman, intimidan y restringen la participación de periodistas en el debate público y, como consecuencia, socavan la democracia», sostuvieron en su presentación.

Evangelina Buccari, miembro de Periodistas Argentinas

  LCV: ¿Cómo estás?

—Hola, buenas tardes, Nora. Muchísimas gracias por la comunicación y por interesarte en este informe que creemos sumamente importante para el ejercicio de nuestra profesión. Como mencionabas recién, presentamos hoy este informe que incluye algunos casos de varias colegas que sufrieron estos ataques, estos ciberataques, pero en realidad lo que queremos y lo que buscamos con este informe, más allá de cada caso puntual y particular, fue mostrar que hay una sistematización, un mecanismo que se está convirtiendo en una práctica que afecta, como te decía antes, nuestra labor diaria.

LCV: ¿Qué se entiende como ciberacoso y cuál es la relación con los trolls del gobierno?

—El ciberacoso es el ataque a través de redes sociales, básicamente, para decirlo muy simple. Estos ataques sobre todo se están dando con intensidad en la red X, lo que antes era Twitter. Nosotras en el informe lo que hicimos fue examinar cómo funcionan esos ataques, impulsados sobre todo por actores institucionales, como vos señalabas, que diseñan campañas de intimidación y de descalificación, sobre todo, creemos nosotras, con el propósito de silenciar a las comunicadoras críticas. Lo novedoso y particular, y un poco lo que nosotras mostramos en el informe es que estos ataques ya no solo provienen quizás como antes, desde bots o desde cuentas que no eran verificadas, sino que hoy las novedad es que provienen de cuentas verificadas, pero además de cuentas oficiales que forman parte de la Comunicación Oficial del Gobierno y sobre todo impulsadas por el presidente Javier Milei.

LCV: Que además utiliza dos maniobras absolutamente nítidas. Una es la de él, en persona, ser el insultante o el discriminador, y la otra es retuitear barbaridades que publican otras personas, algunos que son seguramente trolls y otros no, como vos decís. O sea, el famoso Gordo Dan, por ejemplo, que tiene nombre, tiene cara, tiene todo.

—Muchos de ellos tienen nombre e incluso tienen cargos en el gobierno. Lo que nosotras vimos y también analizamos en el informe, es que esto no es un tema solo de la Argentina, estamos hablando de un proceso global. De hecho citamos varias investigaciones, una importante que hizo Reporteros sin Fronteras en más de 32 países, donde lo que dicen es, cuando hablamos de este fenómeno internacional, también encontramos que la desinformación masiva puede ser orquestada por las más altas esferas del Estado en regímenes autoritarios y en ciertas democracias a la deriva. En una treintena de países se ha creado ejércitos de troll para callar a los disidentes. Entonces, no solo es un fenómeno que se da en la Argentina, es un fenómeno global que llega a la Argentina preocupadas por esta limitación a la libertad de expresion es que planteamos la necesidad de fortalecer el marco legal de alguna manera, para proteger sobre todo el ejercicio periodístico. Por eso nosotros sí tomamos los casos particulares, como contabas, pero para sobre todo mostrar la sistematización.

LCV: Lo que me interesa destacar para quienes nos están escuchando, es que uno estaba acostumbrado a la grieta, pero lo de ahora realmente es un ataque a la libertad de expresión.

—Exacto, es exactamente como lo decís. Por eso nosotras creemos que tenemos que estar unidas. Nosotras somos periodistas profesionales que queremos ejercer nuestra profesión con libertad de expresión, pero también con la libertad de poder publicar en nuestras redes sociales lo que creamos, y también que no ser descontextualizadas, porque esa es otra cuestión. En esta creación de fake news y de noticias falsas, hay un recorte de lo que muchas trabajadoras hacen en sus medios, y entonces son sacadas de contexto y utilizadas para desinformar. Eso también es un ataque contra la libertad de expresión.

LCV: Has transitado en La Nación, Télam y Perfil, cada uno con su manual de estilo. ¿Cuál es la mirada y el compromiso que tienen los medios de comunicación en la defensa de la libertad de expresión en este caso? ¿Qué rol tienen adentro de este informe?

—Sobre todo dentro de este informe, lo que nosotras hacemos es, en las conclusiones, pedirle a las empresas y a los medios periodísticos que se tienen que involucrar. Entonces, hay una serie de pedidos que hacemos, por un lado al Estado y por el otro lado a las empresas de medios, porque necesitamos que asuman que el ciberacoso es una amenaza para las periodistas y que lo prevengan. Necesitamos que los medios de comunicación capaciten tanto a los periodistas como al resto de sus empleados para que enfrenten este tipo de amenazas. Que creen dispositivos de urgencia internos para garantizar que las periodistas víctimas de acoso pueden contar con apoyo. El apoyo legal y sobre todo también el apoyo psicológico en algunos casos es muy importante. Hay colegas que han sido amenazadas de muerte, amenazados sus hijos, y es muy grave. Entonces en esos casos vos necesitas apoyo y contención. Que no hay que tomarlo como un ataque personal y que la periodista no lo tiene que enfrentar sola, de manera individual, sino se tiene que enfrentar, como decíamos antes, como un daño a la libertad de expresión, al periodismo, y que los medios, por lo tanto, tienen que asumir esa responsabilidad de contener.

Dentro de todas las entrevistas que hicimos, porque todos los casos que están mencionados en el informe fueron todas entrevistadas, contamos con la autorización de ellas, y más allá de un montón de otros casos que quizás no figuran, pero bueno, teníamos que acotar un poquito las historias porque si no iba a ser externo. Porque son muchos los casos. Muchas contaron que en sus medios de comunicación las apoyaron, que recibieron este apoyo, pero muchas otras no. En muchos otros casos se sintieron muy solas. Entonces es importante que los medios asuman esta responsabilidad con sus trabajadoras y sus trabajadores también.

LCV: Un poco es el caso de Marina Abiuzo, que era editora de género y creo que dejó de serlo en el marco de los ataques también.

—Marina es un caso particular, nosotros contamos en el informe, ella la verdad que es pionera en algún punto en cómo pudo actuar frente a las amenazas. Marina pudo lograr hacer un juicio gracias al apoyo de distintas organizaciones de derechos humanos y Amnistía Internacional. Ella hizo un juicio, logró que se le dé probation a cuatro de sus agresores. Ahora estoy en duda si son cuatro o cinco. Así que es un caso paradigmático. Marina además hizo junto con Unfpa una guía para periodistas, que también es muy interesante e invito también a las colegas y a todos a mirarla porque tiene también como un paso a paso de cómo reaccionar frente a los ataques. Pero bueno, sobre todo por este y por muchos otros casos, creemos que los medios de comunicación tienen que hacerse cargo de esta situación que es nueva para todos. Si bien se viene dando hace algunos años, creo que explotó desde el último año y sobre todo en los últimos meses. Tienen también que visibilizar más el tema. Por eso agradecemos mucho estos espacios y esperamos que se hable del informe, que a partir del informe se hagan reportajes, se hagan más investigaciones, y sobre todo sensibilizar también a la población, pero al gremio periodístico en general. Hoy, por suerte, la verdad que el gremio periodístico Sipreba estuvo presente, estuvo también Fatprem, y creo que es un desafío para todos y todas.

LCV: Estamos también bastante desprovistos de leyes que impidan que los partidos políticos, por ejemplo, o que las empresas privadas o quien sea, subvencionen de alguna manera estos ejércitos de odiadores seriales. Digo, no hay ninguna pena para esto.

—Por eso también en el pedido y nuestras conclusiones del informe también hay unas solicitudes al Estado en particular. Por un lado, más o menos te las enumero, pero en principios, que se refuerce justamente como decías, el mar legal para restringir el acoso en línea a periodistas, y que la legislación se aplique estrictamente, porque a veces, como sucede en muchos otros casos, existen las legislaciones pero son nada, no son aplicadas. La ley está, pero no se aplica. Que se imponga obligaciones a las plataformas en lo relativo a la transparencia de los algoritmos y el uso de bots y de robots para hacer ataques. Obviamente todo esto sin que esto implique controlar los contenidos, ni censurarlos, ni mucho menos. Simplemente que se imponga obligaciones de transparencia. Que se instaure un dispositivo de resarcimiento de daños y perjuicios para las víctimas de ciberacoso. Y también, por último, el último punto es que se prohíba financiar este tipo de agresiones para influir en la opinión pública.

LCV: Además sentirte en peligro en lo que estás haciendo. Me parece que el retroceso que hemos tenido en estos meses en los derechos, deberes y garantías de toda la sociedad, no solamente de nosotras, sino, por ejemplo, la desaparición de organizaciones como el INADI, o de la desaparición del Ministerio de la Mujer y demás, ha hecho que por esa grieta que parecía que estaba cerrada, vuelvan a aparecer lo que en realidad nunca se había extinguido, estaba solapado porque la careteaban.

—Sí, porque ahora lo que hay es una polarización exacerbada, o sea, lo que existe, y esto te lo demuestran estos ataques, es que están justamente ensanchando la polarización. Entonces, en realidad lo que sucede, y además, volviendo a lo que tiene que ver con nuestro ejercicio profesional, es que en muchos casos estos ataques afectan también la relación de las periodistas y las profesionales con su propia labor. Porque empieza a haber funcionarios, un montón de fuentes que no quieren hablar con ellas, que no quieren salir en este programa porque saben que luego probablemente eso pueda ser usado en su contra, que directamente incluso el presidente dice no hablen con tal o cual periodista. Lo ha dicho al aire, nombrando a ciertas periodistas.

LCV: Como a Silvia Mercado.

—Es una de las que están mencionadas también, incluso creo que han mencionado muchas veces a Romina Manguel para que no le den entrevistas. Por eso nosotras intentamos de alguna manera, si bien mencionar casos, porque los necesitas también para demostrar y para analizar la sistematización, pero queremos corrernos de los casos puntuales primero para no revictimizarlas y no exponerlas. Pero además también porque creemos que ya son sólo unos ejemplos de algo que se reproduce en muchísimas escalas y en muchísimos lugares. Sobre todo por el impacto, que esto es otra cosa también importante, el impacto que estos ataques suele tener en muchas de las periodistas afectadas.

LCV: No es menor lo que están haciendo con el insulto y la persecución de esta manera, en este caso a nosotras, a las mujeres, pero te digo, al periodismo, a la libertad de expresión en general.

—Sí, en general. Nosotras en particular, por ser una organización de mujeres periodistas, y además porque notamos que hay un particular ensañamiento con las mujeres, en este caso, con las mujeres periodistas en particular, por la forma de los ataques, por el tipo de ataques, el tipo de contenido.

LCV: Somos las primeras dos mujeres que hacen un programa dedicado al mundo del trabajo en general, no al sindicalismo, sino al mundo del trabajo. Súmennos a las listas todo lo que sea necesario, porque acá estamos para dar batalla, la venimos dando y queremos darla también con ustedes.

—Yo les agradezco en nombre de Periodistas Argentinas el espacio, el interés, porque estos ataques desinforman, intimidan y restringen la participación de las periodistas en el debate público. Y bueno, como consecuencia sabemos que eso socava la democracia. Así que de alguna manera este informe lo que busca es que pongamos un alto, reflexionemos sobre el tema y que las empresas y el estado nos escuchen.

LCV: ¿Hubo alguna compañera que haya perdido su trabajo o lo haya visto peligrado por este tema?

—No particularmente de los casos que hemos citado, pero sí algunas compañeras no se han sentido del todo contenidas y han decidido cambiar de trabajo. Hoy somos mas de 200 periodistas de toda la Argentina que formamos Periodistas Argentinas buscando defender la información y la participación de las periodistas en el debate público sin tener miedo de publicar y autocensurarnos.

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AEFIP: Hablemos de Justicia Fiscal. Debate abierto.

En ocasión de llevarse a cabo el primer Congreso Tributario Internacional, La Columna Vertebral dialogó con Federico Ledesma, Secretario de Asuntos Sindicales de AEFIP, quien participará del mismo para ofrecer una mirada sindical. Lejos de considerarse un tema exclusivamente técnico, la política impositiva tiene distintas vertientes y miradas contrastantes. Y es justamente allí en donde se juega una pulseada sobre el rol del Estado ¿Cuál es el modelo de Milei? ¿A quién favorece? ¿Existen alternativas? Son los trabajadores de la AFIP organizados gremialmente quienes están llevando adelante un debate que merece ser escuchado. Un sindicato abierto a discutir el modelo y buscar una tercera posición entre liberalismo y keynesianismo: ” Nosotros vamos a desarrollar el concepto de justicia fiscal. Estamos tomando cosas que maneja hoy en día la iglesia, cosas del peronismo, históricas, que hay que recuperar, siempre pensando que el pacto fiscal es el corazón del pacto social como dice su Santidad.” Una agenda de debate que va desde el achicamiento del Estado a los paraísos fiscales o los impuestos por daño ambiental.

LCV: Esta semana se va a llevar a cabo el Congreso Tributario Internacional. Contame de qué se trata.

—El congreso está organizado por el CEDEAM, que es el Centro de Estudios del Ambito Metropolitano del AMBA, que se desarrolla en la Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Económicas. Ahí lo conducen un par de compañeros, Raúl Sánchez y Patricia Aragón Reyes, y ellos están haciendo este primer Congreso Internacional donde hay una serie de paneles para discutir coparticipación federal, rol de la administración tributaria, agenda 2030 y algunos temas más. La idea es hacerlo en un par de días, con paneles de cuatro o cinco personas, intervenciones cortas y participación de los asistentes. Hemos sido invitados a participar en uno de ellos específicamente el rol de las administraciones tributarias.

LCV: ¿No es el rol del sindicalismo en este caso?

—No. Es el rol de las administraciones tributarias y nosotros de algún modo vamos a tratar de llevar nuestra perspectiva sindical.

LCV: ¿Cómo?

—Un poco lo que nosotros estamos queriendo plantear es justamente empezar desde el principio la discusión. Lo que decimos es que en principio hay que definir desde donde uno piensa el rol de una administración tributaria. Ahí lo que estamos planteando es que no existe, contradiciendo lo que habitualmente se dice, una verdad técnica sobre la funcionalidad que tiene que tener una administración tributaria, sino que ese rol siempre se define en un marco conceptual e ideológico. Entonces, nosotros ahí lo que pensamos es que hay muchos detalles, hay muchas variantes, pero básicamente en occidente hay dos grandes marcos conceptuales en los cuales se definen las administraciones tributarias, que son el liberalismo y el keynesianismo. Establecemos ahí algunas características, algunas sugerencias que suelen hacer los organismos internacionales que son principales voceros del liberalismo, pero también encontramos otras sugerencias, otras ideas y otros planteos que hacen otros organismos también con una perspectiva un poco más keynesiana. Estamos tratando de resumir estos dos aspectos, encontrar una tercera mirada, tomar lo mejor de cada una de estas perspectivas y pensarlo desde una mirada nacional argentina.

LCV: ¿El liberalismo y el keynesianismo están hablando de hacia quién beneficia la recaudación tributaria? ¿Un poco es ese tema de cómo se utilizan los fondos recogidos?

—A nosotros siempre nos hacen una discusión basada en una supuesta verdad técnica. La técnica no se discute. Lo que pasa es que lo que nosotros decimos que ¿El liberalismo siempre de qué te habla? Te habla de eficiencia en el gasto, profesionalización, simplificación, etc. ¿Ellos qué están hablando? Están hablando de que quieren un Estado chico, simple y barato, por decirlo de alguna manera. Pocos impuestos, poca intromisión del Estado en la economía, porque el concepto básico es que el Estado disfuncionaliza la economía, molesta en el desarrollo económico del santo mercado. Entonces el Estado tiene que ser lo menos presente posible. En ese sentido, obviamente eso se despliega en políticas concretas, el achicamiento del Estado, el despido de personal, el cobro de impuestos más que nada al consumo, a los trabajadores, y la reducción de los impuestos a las grandes empresas, a las rentas. Ese es el modelo de Milei.

LCV: ¿Qué dicen los keynesianos qué dicen?

—Tienen una mirada del Estado que tiene que ser activo en la economía, sustentador del desarrollo. Ahí tenemos la CEPAL, incluso a veces algún que otro documento del Banco Mundial, la ONU, etc. Obviamente ahí se habla del combate a la ilusión, a los paraísos fiscales, la capacidad fiscalizadora y participar activamente como actor económico. El concepto es que el Estado es un actor fundamental de la economía, y por ende, de ahí para abajo, obviamente la administración tributaria también tiene que ser activa, fiscalizadora, reguladora.

LCV: Presente y con trabajadores calificados y muy bien pagos.

—Desde nuestra perspectiva, consideramos que algunas cosas son interesantes, pero nosotros pensamos más que nada en que los trabajadores tienen que tener un rol activo en políticas que sustenten el desarrollo. Acá hay que discutir el desarrollo.

LCV: Esa sería la postura que lleva la AEFIP, una tercera posición que se parece bastante al peronismo, pero que tiene componentes de industria nacional y desarrollo.

—Sin duda. Nosotros vamos a desarrollar el concepto de justicia fiscal. Estamos tomando cosas del neudato, cosas que maneja hoy en día la iglesia, cosas del peronismo, históricas, que hay que recuperar, siempre pensando que el pacto fiscal es el corazón del pacto social como dice su santidad.

LCV: Van a discutir la Agenda 2030, una agenda denostada por el Gobierno del presidente Milei como una agenda la 2030, plagada de vicios marxistas y de izquierdistas parásitos. ¿Cómo se da esta discusión en este marco? Porque a mí me llamó la atención por alguno de los participantes que evidentemente puede ser que estén enrolados en la línea anti 2030.

—Sí, puede ser, pero nosotros siempre decimos que no tenemos este problema en discutir con nadie.

LCV: Está perfecto discutirlo.

—Siempre estamos dispuestos a discutirlo todo y hacerlo lo más intelectualmente honesto posible, porque eso es lo que nos caracteriza como laburantes. Nosotros amamos el organismo. No consideramos el organismo como un lugar de disputa o de negocios, o de disputa ideológica. Lo consideramos como un elemento esencial del Estado y una política orientada con cierto sentido, con una mirada que es la que tenemos nosotros. En ese sentido no somos neutrales. Tenemos un posicionamiento ideológico y un posicionamiento político y lo discutimos con cualquiera.

LCV: Haceme un resumen muy cortito de la Agenda 2030.

—En el marco tributario, sin duda tenemos que hablar de la cuestión de los paraísos fiscales. Es fundamental poner en discusión este esquema de ilusión impositiva internacional que se ha dado el capital financiero en los últimos años. Esto es esencial. Tenemos que hablar también de la fiscalidad verde. Es muy importante hablar de la fiscalidad verde.

LCV: ¿Qué es eso?

—Son una serie de nuevos impuestos que consideren el impacto ecológico, el impacto climático que las actividades económicas tienen. Esto hay que ponerlo en discusión también porque de algún modo el capitalismo usa la naturaleza, la casa propia, como algo dado, como algo que se puede usar, romper, desgastar. No ha habido nunca una responsabilidad social empresaria, ni siquiera una conciencia del maltrato de la casa común. Incluso hasta desde el punto de vista económico, nosotros creemos que esta conversación hay que darla, hay que discutir el glifosato, el carbono, la minería, los azufres, hay que discutir el desgaste de nuestra casa común.

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Pablo Touzón: “Milei parece encerrado en ese triángulo de hierro que él mismo armó”

Luego del acto de La Libertad Avanza en Parque Lezama para lanzar el partido a nivel nacional, en el que miles de personas llegaron encolumnados a festejar la novedad, conversamos con Pablo Touzon, periodista, politólogo, analista, fundador de la revista digital Panamá y colaborador permanente de La Columna Vertebral. Autor, junto a Martín Rodríguez, de dos libros que dieron que hablar: “La Grieta desnuda: el macrismo y su época”, y también del libro “¿Qué hacemos con Menem? Los 90 veinte años después”. Hoy responde: ¿en Parque Lezama nació Karina como figura política? Las internas de LLA, en qué anda Victoria Villarruel. Milei y la democracia. ¿Partido nuevo, punteros nuevos? Entre el público muchos futuros candidatos a intendencias del conurbano. Primera aparición pública como oradora de Karina Milei, la armadora del entramado nacional para lograr convertirse en un partido que puede ir solo a las próximas elecciones.

LCV: De ahora en más, ¿Karina Milei va a ser protagonista de las encuestas?

—Va a estar. En algunas encuestas está, pero la verdad que no está bien ella. Hay una parte que pasa en muchos políticos, pero no solamente en los menos experimentados como en este caso, pero que es no entender el rol en el cual uno se ubicó. Yo creo que, en el caso de ella, cuando uno trabaja de monje negro, o trabaja como si fuese el decodificador del hermano frente al mundo, y tiene ese rol como si fuese más opaco o más íntimo, es difícil que pueda cumplir los dos ¿No? A veces pasa, pero me refiero al rol público. Creo que la política hoy está tan rota que da la ilusión de que los roles son todos intercambiables. Entonces un consultor piensa que puede ser un jefe de la SIDE, la secretaria general de la presidencia siempre es un puesto opaco para afuera. Va por otro lado. Entonces la idea autodidacta que presupone el hecho de haber ganado las elecciones sin partido y sin nada, uno de repente piensa bueno, entonces se puede hacer cualquier cosa.

LCV: Lo que está empezando a correr por distintos lugares es que la fórmula podría ser un Milei-Milei, sin saber muy bien todavía cuál sería el primero ¿Esto es porque la devaluación es tan impresionante que podemos considerar que ella es una política o porque el rol político la lleva a que la tengamos que definir así?

—El apuro es constitutivo, la ansiedad es constitutiva de este proceso, de esta época. Entonces, es como si fuese que se están desayunando la cena. Por un lado, eso. Por el otro, también es verdad que Milei-Milei, como Perón-Perón, en el fondo, cada vez que uno apuesta a una especie de multiplicación de su mismo apellido, en general tiende a ser un síntoma más de debilidad que de fuerza. O sea. lo que desnuda es algo más raquítico, como que yo tengo que replegar sobre mi propia familia es porque para afuera no puedo conducir lo demás. Lo mismo que le pasa a Cristina con Máximo Kirchner.

LCV: O no quieren porque es abrir un juego que no quieren abrir también, ¿No?

—Sí, pero uno conduce al reto. La idea de que conducir a gente que no sea de tu mismo clan es una debilidad, es una idea que no nace con Milei. De hecho, lo vemos con la interna de Kicillof y Máximo Kirchner. Hay como una especie de idea de poder patrimonializado en un clan, como si fuese un personaje de las casas de Game of Thrones, cuando en verdad, la política implicaba conducir gente que no se apellida como uno. Es muy loco como se ha cristalizado un principio de consanguinidad en otras fuerzas políticas. Tanto que critican a los radicales, los radicales eran los que eran más así, los que eran hijo y nieto de radicales. En general en el peronismo, digamos, no tenía tanta relevancia de dónde venía la sangre azul.

LCV: Al contrario.

—En este caso, a mí me parece que lo que estuvo pasando en los últimos días con relación a Milei es como si estuviera encerrado en ese triángulo de hierro que él mismo se armó. O sea, es impenetrable y al mismo tiempo tampoco puede salir tanto de ahí. En general, cuando un gobierno está en expansión es cuando suma gente, no cuando la echa. Obviamente, como esta política es tan singular y tan nueva en un punto, por ahí no siguen las reglas más o menos de la política, pero en general tienen hacer eso con un movimiento expansivo. El momento de mayor apogeo, por más que después haya salido como salió, pero el momento mayor apogeo del kirchnerismo fue cuando puso a Cobos de vice, cuando sumaba hasta gobernadores radicales. Esta idea de un círculo cada vez más rico.

LCV: La época de Néstor, decís.

—Claro, la transversalidad o la concertación plural con los radicales cuando se expandía. De hecho, si me apuras, me parecía, por más que puede ser un error mediático, pero es mejor la foto con los radicales libertarios que sumó. Digo, para él implica por lo menos otra gente que no son las familias.

LCV: Ell sábado hizo todo lo contrario, como para dar un acto de fe a la gente de que no se había olvidado de dónde venía.

—Parece empezar por donde el kirchnerismo terminó, que es en la minoría intensa, ultrafanática. O sea, pareciera ser que lo que más le interesa es cuidar esa gente. Una cosa que lamentablemente es cierta, es que hoy la política se hace con fragmentos chicos. Uno diría, bueno, cuando uno gana por el 56%, uno quiere ampliar la base, pero él quiere fidelizar la base, no ampliarla. Quiere que haya como si fuese 10, 15% de libertarios a lo largo y a lo ancho del país, que sostengan acríticamente, no importa las circunstancias, el “modelo” de él.

LCV: ¿No hay ninguna posibilidad enfrente de que exista, que se arme algo como para hacerle hacerle un poco la parada a Milei? Por lo que decían algunos encuestadores en el día de hoy estaban haciendo un poquito de pie con Villaruel en el conurbano.

—Sí, pero el tema es que Villaruel está peleada con él. Villaruel es la política más popular del país hoy, en casi todos los distritos. O sea, mientras que ella se sostiene, Milei baja y en parte la interna es por eso. También por la idea de que de que hay una especie de competencia en donde él se lleva puesto el desgaste de la gestión y ella no. Hasta ahora viene siendo así.

LCV: ¿Qué es lo que ve la gente en ella?

—A ver, es complejo decir, porque tampoco es que toda la gente que le parece bien ella está de acuerdo con lo que piensa. No es así exactamente. Lo que sí igual expresa, para mí es mucho más que Milei, es como si fuese la némesis perfecta. Es como una especie de Cristina anticristina. O sea, tiene las características que para mí tenía un poco Patricia Bullrich, de una mujer fuerte, fría, convencida y más estable y más ordenada que Milei. Ahora, sí claramente hay una especie de fracaso de la batalla cultural del kirchnerismo en que la política más popular del país sea alguien que en los 80 es de Famus. O sea, hay algo en eso que hace una reversión completa que te vuelca el bote. Creo que había que pensar es qué pasó en los últimos 10 años para que sea tan opuesto, tan crudo.

LCV: Es como que nos hubieran reseteado y tenemos que empezar otra vez a subir la cuesta.

—Creo que hay un fin de ciclo del periodo 83, no solamente el periodo 2003, lo que no implica que no hay más democracia. Yo lo veía mucho cuando era la campaña electoral contra Milei, donde los avisos decían la democracia somos nosotros. Esa idea para mí fue tan usada en vano, fue tan sobrenarrada la democracia, pero sin que eso tenga un contralor en efectividad de conducentes a nivel material, tanto social como económica y al final ya parece como una estafa, no la democracia, pero sí mentar eso. Lo mismo pasó un poco, lamentablemente, con la política de derechos humanos.

LCV: Igual ellos están como mentando lo contrario. También como en un acto de fe. Todo lo que se hizo antes está mal, todo lo que yo hago está bien.

—No adhiero eso. Lo que quiero es explicar por qué, porque no fue por la plata. O sea, nadie invirtió en una especie de discurso alternativo. Es más, si vos me apurás, tampoco es una agenda de los sectores económicos en Argentina. Te diría que, tal vez, terminó siendo como la fe o el Corán sobre el cual juraba el kirchnerismo. Entonces es como si fuese solo ir contra lo más profundo simbólicamente.

LCV: Sos egresado de la universidad pública, sos un hombre que defiende la educación pública universitaria. Quiero usar este minuto para que vos también convoques a la marcha de este miércoles.

—Efectivamente. La universidad pública es algo que siempre hay que defender y sostener, no importa cualquier gobierno que esté. Más en un contexto de un tremendo ajuste como el que está habiendo. Me parece que si queda alguna esperanza para lo que pueda ser la movilidad social ascendente en Argentina, es la universidad. Hoy la justicia social es la educación mucho más que la economía.

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Entrevistas

¿Quién es Moskita Muerta?

Dialogamos con un trabajador de los medios que se hizo a sí mismo manteniendo el anonimato. Cómo llegó a convertirse en un influencer del mundo del espectáculo, directivos de canales y faranduleros de todo tipo. En tiempos de grandes firmas, reflectores y brillos, hacerse un lugar en el periodismo sin mostrar el rostro es toda una hazaña. Un verdadero emprendedor.

Moskita Muerta

LCV: ¿Cómo surge Mosquita Muerta?

—Fui muchos años productor de televisión, de programas periodísticos, políticos, de programas de actualidad. Un día estaba trabajando con una periodista muy importante que me dijo “te tenés que abrir un Twitter”. Yo la verdad que no quería abrirme un Twitter, porque era la época, estamos hablando del 2008, 2009, donde Twitter era para los personajes más famosos, en donde se veía el famoso contando determinadas cuestiones. Entonces yo decía ¿Qué voy a contar? Soy productor, los productores estábamos acostumbrados a estar en la parte de atrás, que no se nos conozca. Pero dije bueno, me abro uno. Cuando abro la cuenta, no quería aparecer con mi nombre y apellido, porque sentía que no tenía nada para contar. Entonces se me ocurrió armar este personaje, que era un personaje desconocido, que andaba por los canales, y que quería contar lo que pasaba dentro de los canales. Eso, cuando vos te vuelves un poco más popular y te empiezan a seguir los gerentes de los canales…

LCV: Además porque sos picante, o sea, te empezaron a seguir los gerentes de los canales porque no era un Twitter así nomás, eras picante.

—Lo gracioso era que todo el mundo decía pero ¿quién es? ¿Dónde está?

LCV: Se miraban con sospecha entre sí.

—Claro. Por ejemplo, una vez, cuando fue uno de los debates de no recuerdo qué elección de candidatos de Capital, yo estaba en el set de A dos voces, entonces tenía las fotos y todos decían ¿¿ero quién es? ¿Cómo entró? ¿Cómo tiene las fotos del set? ¿Quién lo dejó pasar? Entonces era muy gracioso en ese momento. Eso fue el comienzo. Después cuando uno empieza a crecer y necesitas información, obviamente tenés que dar a conocer y tenés que decir quién sos, porque esa es la diferencia entre un improvisado y un profesional.

LCV: Me acuerdo cuando empezaste a crecer más rápido de lo que podías haber imaginado y me decías esto no da, yo no estoy preparando para esto. Yo dije este es tu momento, te subís y no te bajás y me acuerdo que estaba ahí casi como una madrina vigilante de que no se te ocurriera paniquearte con el tema. Entonces tu éxito lo viví con muchísima alegría.

—Sí, sobre todo la duda tenía que ver en ese momento si yo iba a poder vivir del personaje, sostenerlo profesionalmente, porque yo elegí el camino más complicado. Elegí un nombre de caricatura, arrancar en una red social que quizás no estaba tan tan embarrada como en este momento, pero siempre fue una red social a la que se la miraba muy de reojo. Elegí el camino más difícil, pero también es cierto, y nunca me voy a olvidar lo que una vez me dijo un editor de Perfil cuando le entregué una nota, me dijo “vos tenés que conservar el anonimato, porque a vos la gente te sigue por la información que das y por tu análisis, no por quién sos”

LCV: Es una construcción de un trabajador que se arriesgó y que con audacia generó un nicho de trabajo y hoy es respetado por medio mundo y temido también cuando se pone a hablar de algunas cosas. Entonces hoy tenés una columna en La Nación, te llaman de distintos medios para opinar.

—A propósito de eso que vos decías, realmente quiero decir algo en relación al tema del trabajo en los medios de comunicación, que muchas veces está la fantasía y sobre todo de la televisión, que viven en un mundo dorado, de todos divinos, el teléfono blanco. No. Para sostenerse en los medios, sobre todo en la tele, hay que trabajar un montón. Un montón. En lo que se refiere el proyecto Mosquita Muerta, yo trabajo día y noche, de lunes a lunes. Yo hace 11 años que empecé oficialmente con el proyecto, a trabajar en Radio Ciudad y a escribir notas, como a despegarme del productor que era, y fue una construcción que me tomó mucho tiempo, e incluso hoy sigo metiéndole mucho laburo, porque es la única manera de sostenerse.

LCV: Tanto Mirtha como Susana te han reconocido tu trabajo. Estoy hablando de las mujeres que son así como el top ten en términos de periodismo de espectáculos.

—Sí, por suerte en estos 11 años de trabajo en la radio he podido entrevistar a todos los máximos referentes de la tele, Suar, Tinelli, todos los gerentes de los canales, de las señales de noticias. Sobre todo, lo más importante es todos estos personajes no dan una nota porque sí, o a cualquiera. Ellos confiaron sin conocerme a mí personalmente, ni saber mi nombre real, ni cuál era mi carrera, confiaron en mi trabajo. Me parece que eso es habla muchísimo de esto, de que se puede con trabajo.

LCV: Tu análisis político es súper importante a la hora de ver en los medios qué pasó con el rating. Te llevo a Milei y te llevo al bajón del otro día, cuando él armó su propio stand up que creyó que iba a tener a todo el mundo en vilo y creo que lo seguimos solo los periodistas políticos. Contame.

—Pasó algo muy particular el domingo anterior. En principio, Milei arrancó con el pie izquierdo levantando a la reina Susana Giménez de la vuelta a la televisión. Hay que decir algo sobre el tema de la televisión abierta, porque la gran merma de audiencia fue en la televisión abierta. Hoy la televisión abierta la ven varones y mujeres de más de 50 años, pero la gran masa de público que ve televisión abierta son mujeres mas que varones. Entonces, cuando el domingo pasado cuando Javier Milei arrancó su cadena a las 21hs, la gente se fue de la televisión abierta al punto tal de que en para que vos tenés una idea, la cadena empezó a las 21, 21:01 Canal Trece había perdido 4 puntos y estaban 0.4, de un minuto para el otro. Telefe había perdido 5 puntos y estaban 2.9. Era el único que más o menos tenía un número digno. Ni hablar de América, que estaba en 0, el Nueve en 0. O sea, de golpe y porrazo, 10 puntos se fueron en un minuto de la televisión abierta. A mí me agarró como un enojo enorme, porque lo tuiteé desde el alma, puse la planilla. Por eso fue muy impactante ver esa planilla y poner cómo destruir el prime time de un domingo con una cadena nacional. Porque realmente lo que había pasado en la tele abierta fue impactante en materia de números.

LCV: Le reventó la única alegría que tenía ese domingo la gente a lo mejor.

—Para que vos des una idea, el domingo pasado, la cadena nacional de Milei, sumando los siete canales de aire, de 21 a 22 pm., sumó 11.7. Esto es la televisión abierta. Después voy a hablar del cable. Anoche, Susana Giménez llegó ella solita a un pico de 19 puntos. Ella solita. Entonces nos damos cuenta de la perspectiva de una cosa y la otra. ¿Qué pasó el domingo?

El domingo pasó una cosa muy particular, y es que la gente que vio la cadena nacional la vio por el cable, no la vio por la televisión abierta. Eso es un dato muy importante porque si uno piensa que la presentación que hizo Milei el domingo pasado estaba hablando, en principio, de lo que va a ser el próximo año de todos nosotros, cuál es la inflación que proyecta el gobierno, cuál es el dólar que proyecta el gobierno, y demás, la gente debería haber estado muy interesada por escuchar la locución del presidente.

LCV: Pero es que no le cree, me parece.

—Bueno, acá viene el tema y es ¿Quién ve la televisión abierta? Vos lo dijiste recién, Nora, el público, el pueblo, digamos, el que ve el cable, el que ve las señales de noticias, es alguien quizás que le importa más la actualidad, que está más cerca por su profesión. Entonces, de golpe nos encontramos con que la cadena nacional del domingo anterior promedió 27.8 entre los siete canales de aire y los siete canales de cable. Ahora, te voy a dar un dato que yo creo que sí es el dato que para mí le debe haber preocupado al gobierno. El 1 de marzo, Javier Milei hizo una cadena nacional, también en el marco de la apertura de las decisiones ordinarias del Congreso, como se hace todos los 1 de marzo. Ese 1 de marzo fue viernes. Estamos hablando de hace seis meses atrás. Seis meses, no hace veinte años. Él hizo una cadena nacional que arrancó también a la noche, porque fue a la noche. Esa cadena nacional, los siete canales abiertos habían promediado 22.2, el doble.

LCV: Se le cayó 11 puntos.

—No sólo eso, sumado el cable, esa cadena nacional había dado prácticamente un promedio de 50 puntos de rating. Estamos hablando del mes de marzo, seis meses atrás.

LCV: Ahora, fíjate que para los que no creen en el rating, no creen en las encuestas, tienen doble vía para no creer. Las encuestas también lo dan bajando 10 puntos. Quiere decir que hay una coincidencia entre lo que mandó el control remoto y lo que le está pasando a la gente.

—En principio, para mí el título es que la gente se fue de la televisión abierta. Se fue, directamente. Creo que también hay otro tema, el presidente estuvo mal asesorado. Hay gente que puede entender muy bien de redes sociales, pero la red social no es la televisión abierta. La televisión abierta va por un carril y las redes sociales van por otra. Los códigos son completamente diferentes, porque el público es diferente. Vos recién hablabas de Susana. Ayer en las redes sociales, o en estos días, se arengó un apagón a Susana, porque vivió en Uruguay, porque apoyó a Milei, bla, bla, bla. Ayer la gente la vio igual.

LCV: Ganó la curiosidad.

—Otro dato que quiero dar, que también me llamó mucho la atención, es que el presidente Milei, el lunes en su cuenta de Instagram, y después también lo hicieron la cuenta de Twitter de la TV Pública, que me llamó mucho la atención que utilizaron una red social de un canal público de todos, para este tipo de información. Pero yo voy a leer textual lo que dice el flyer que armaron desde Presidencia y vamos a analizarlo. Dice: Opereta desmentida. Milei tuvo casi 30 puntos de rating en la presentación del presupuesto. ¿Qué hacen en este flyer? Ponen TV abierta + cable, 28 puntos. 7.8 en todo el país. Esto no es real, porque 28 puntos, que es lo que midió entre el cable y el aire, son 2.800.000 personas en Capital y Gran Buenos Aires. ¿Por qué? Porque Ibope mide Capital y gran Buenos Aires.

LCV: Claro, no mide el resto.

—No, sí lo mide, pero no lo va a difundir. No lo cuenta. Hay que decir una cosa, porque alguien por ahí me escucha del otro lado y dice no, pero a ver, el presidente… Sí, pero el presidente, si vamos a hablar en términos de rating, le comprende las generales de la ley, que le comprende a todos los conductores de la televisión y a todos los programas. La medición es única y es Capital y Gran Buenos Aires, que es la que difunde Ibope ¿Qué hacen ellos? Hacen un estimado de lo que se pudo ver en todo el país.

LCV: Incomprobable.

—Entonces acá dice 7.8 millones en todo el país. ¿Este número quien lo da? No lo sabemos. Pero hay algo peor todavía, que por esto digo que el presidente no está bien asesorado. Audiencia en YouTube: 17 puntos, dice. No sabemos cómo lo calculan. Ponen 1.4 millones en todo el país, y ponen abajo fuente Ibope. Yo me comuniqué con la gente de Ibope, con la que tengo un buen vínculo, porque lógicamente al hablar todo el tiempo de ratings, yo tengo un buen vínculo con ellos. Ellos me dicen que solo se hacen cargo de los 28 puntos en Capital y Gran Buenos Aires, y wue el resto de estas cifras no corresponden a relevamientos de ellos.

LCV: Esta gente no sabe de pueblo, sino nunca hubiera tocado un horario de Susana Giménez. No sabe que la gente popular en el medio de todo este despelote, el fútbol, mirar un poco de Susana y que se yo, la gente está buscando la ilusión de eso, de un juego que me entretiene

—Además, imaginate que Susana va a entregar 200 millones de pesos.

LCV: ¡Hasta yo la voy a ver!

—Mirá, ¡Yo también iba a decir lo mismo! Yo me imagino lo que pasó. Una mesa, sentados cinco personas. “Dale, Javo, vamos el domingo que la vas a romper”, como uno ve en las redes, ¿no? Yo me baso en lo que veo en las redes. “La vas a reventar el domingo, vas a dejar toda la audiencia, tuviste 50 puntos, ahora vas a tener 7 millones” y no sé qué. Después encontraron, además, que el domingo es un día que no es el de mejor encendido de la televisión. A ver, los grandes programas, los grandes canales ponen un programa fuerte los domingos porque se concentra mucha gente viendo televisión. Pero yo no sé si el domingo la gente tiene ganas de que le bajen líneas sobre política y actualidad.

LCV: El otro día escuchaba a Julieta Silberberg denostar a los programas del estilo de Guido Kaczka porque decía que exponían a la gente en sus miserias y que los hacían concursar para que compitieran y se quisieran matar entre sí. Yo pensaba, con todo el respeto que le tengo a Julieta Silverberg, que no vio nunca el programa de Kaczka, porque es cualquier cosa menos eso ese programa.

—Además me parece súper interesante que tanto el programa de Guido, por ahí el de Iván de Pineda es un poco más caballo blanco de San Martín con las preguntas, pero me encanta que la televisión abierta premie el saber.

LCV: Vos sos una de las pocas personas que conozco que fue a la casa de Papá Noel real. Contanos eso.

—Tuve la posibilidad de ir a Robaniemi, que es un pueblo en el sur de Europa. Es una ciudad de Finlandia que está bien, bien al sur y ahí está la casa, es el pueblo original de Papá Noel. Así que el Robaniemi, para que se den una idea, es la capital de la Laponia, en el norte de Finlandia. Obviamente quedó destruida después de la Segunda Guerra mundial, y de a poquito la fueron reconstruyendo y ese es el lugar que “eligió”, cuenta la leyenda, Papá Noel para vivir. Es muy impresionante porque además tuve la posibilidad de ir en invierno, entonces estaba todo nevado de una manera tremenda, pero además de eso, hay un señor que hace Papá Noel, hay cartitas de todos los países, y por supuesto, y están los gnomos que hacen los juguetes y todo eso. Está todo lo que te puedas imaginar y más. Rrealmente uno vuelve a su infancia.

LCV: Tenés que pagar el peaje que consiste en que me cuentes cuál fue tu primer trabajo, a qué edad y si te acordás qué hiciste con esa guita.

—Sí, claro, me acuerdo. A los 15 años quería empezar a tener mi propia plata y empecé a trabajar en una farmacia de puro inquieto que era. Arranqué primero siendo cadete y después de a poquito empecé a atender en el mostrador. Y creo que esa primera plata, bien de capricornio, me la guardé. Me la guardé porque quería ahorrar y tenía esa fantasía de en algún momento poder viajar solo, que sería después mucho más grande, a los 14 años. Aprendí mucho en ese trabajo. Porque el primer trabajo te marca en un montón de cosas, la responsabilidad en pasar a saber que tenés que cumplir un horario, que tenés que responder, sobre todo siendo tan chico y en un momento, además, que fue un momento muy difícil de Argentina, donde había una hiperinflación galopante, entonces vos veías a la gente que realmente no podía comprar sus medicamentos porque aumentaba todo.

LCV: Gracias por haber pasado por acá, Mosquita.

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