El sábado 28 de abril se realizó un congreso extraordinario de la CTA Autónoma. En esa ocasión, Cachorro Godoy, Sec. Gral de ATE Nacional y referente de la CTA de la calle Perón, expuso su idea de construcción gremial: “ En los ‘90 dijimos que las fábricas estaban en los barrios y hoy con las fuerzas aliadas que nos acompañan como por ejemplo las organizaciones CTEP, CCC, Barrios de Pie, sabemos que no nos equivocamos”. Consideró que estaban en un momento bisagra, el fin de una etapa porque el 8 de agosto finalmente se definirán las nuevas autoridades de la CTA Autónoma: “nosotros no necesitamos la legalidad del Ministerio de Trabajo, sino la fuerza de la clase obrera para hacerse dueña de su propio destino. Haremos de esta Central la demostración de que se puede en la Argentina resistir el modelo neoliberal y construir un nuevo modelo sindical y que hay que alentar una perspectiva de confluencia.”.
A lo largo de éstas semanas la unidad sindical ha sido el gran debate de los trabajadores organizados. La Columna Vertebral participó de todos los actos y consultó a referentes de distintos sectores.
El miércoles 25 de abril, durante el plenario de ATE, el Tano Catalano se hizo un tiempo para responder a La Columna: “Sigo pensando que la unidad es primordial para derrotar a este modelo neoliberal. Tenemos que entrar a la CGT porque es la organización sindical más importante de Latinoamérica.” ¿Con los gordos incluidos? “La CGT no es de los gordos, es de los millones de trabajadores que están afiliados. Los tiempos nos corren, la unidad es imprescindible lo antes posible”.
El Gringo Castro, referente nacional de la CTEP, fue entrevistado por La Columna Vertebral y la respuesta también fue categórica: “El mérito del triunvirato de la CGT fue haber impulsado el reconocimiento de los trabajadores de la Economía Popular como integrantes del movimiento obrero. Allí se inició un camino que seguiremos impulsando. Hay dirigentes importantes, como Juan Carlos Schmid que asumió este compromiso desde el principio. También Daer…”. Lejos de detenerse en esa enumeración, mencionó a gremialistas cuestionados como Gerardo Martínez entre sus posibles interlocutores. “Cada sindicato se hace cargo de sus dirigentes, nosotros no nos inmiscuiremos en sus internas”. Así las cosas, la CTEP y los Movimientos Sociales paticiparon de casi todas las movilizaciones contra el modelo de ajuste, sean de la CGT o cualquiera de las CTAs.
El viernes 27, en el estadio de Ferro, Hugo Moyano, Hugo Yasky, Pablo Michelli -junto a dirigentes históricos de la CGT como Agustín Amiconi del sindicato del calzado y Horacio Alonso, referentes de ‘los 25’ que llamaron a marchar contra la dictadura en 1982- convocaron a miles de militantes de las CTAs, camioneros y movimientos sociales. Hugo Yasky ya había adelantado a La Columna Vertebral su postura con relación a la unidad con la CGT, explicando que era propicio hacerlo pero en torno a programas de lucha. Esta vez, confirmó la idea con vehemencia: “Lo decimos de manera directa: queremos entrar a la CGT”, fue casi un grito de guerra que estremeció a la tribuna.
En el palco de Ferro también estaba el canillita Omar Plaini, quien considera que “por debajo, las bases siempre están unidas. No hay diferencias. El problema son los dirigentes. La unidad monolítica de la que tanto nos jactamos hoy ya no se vislumbra, es mucho más compleja. Espero y aspiro que sobre la base de un programa y un plan de lucha nos unifiquemos los que tenemos que estar. Si no estamos todos, no estamos todos, pero hay que hacer una base lo más ancha posible”.
El 1º de Mayo, los movimientos sociales convocaron a decenas de miles de trabajadores a la cita de Paseo Colón. Desde el palco anunciaron: “Nosotros, que hemos conseguido la unidad en manifestaciones multitudinarias que nos permitieron lograr la Ley de Emergencia Económica, y demostrar un contundente rechazo a las leyes de reformas, cómo no vamos a poder avanzar en esa unidad! tenemos que ir por más.” Consultado Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa sobre la postura de su organización sobre entrar a la CGT, confió que todavía no tienen postura tomada, “hay un debate interno que nos tenemos que dar, ya muchos compañeros de nuestra organización forman parte de la CGT, son delegados, trabajan en los gremios, hay que ver cómo se articula ésto sin perder nuestra autonomía”.
La CGT, entre tanto, dilata su renovación hasta el mes de agosto. Hay quienes quieren irse, quienes quieren volver. Adentro o afuera, la unidad se impone por estos días.