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Y ETA se disolvió en el pueblo, informe especial de Alvaro Hilario desde el País Vasco

El pasado 3 de mayo, David Harland, presidente del Centro de diálogo humanitario Henri Dunant- radicado en Ginebra (Suiza)-, dio lectura al último comunicado de ETA en el que la organización armada confirmaba la “disolución de todas sus estructuras”. ETA nació del pueblo y en él se disuelve. El anuncio ponía fin a una trayectoria de 60 años comenzada durante la dictadura franquista y, en cierto modo, también a la transición política, proceso por el cual el régimen dictatorial mutó en democracia parlamentaria. La existencia de casi 300 presos de ETA en cárceles francesas y españolas, y el permanente debate sobre la soberanía vasca son dos temas cuya solución, aún pendientes desde aquella, debiera ser facilitada por esta desaparición. No en vano, durante los últimos 25 años, todo gobierno español ha señalado que sin armas, sin ETA, se podía hablar o negociar sobre cualquier tema. La dureza en la lucha antiterrorista y en la política penitenciaria respecto a los presos de ETA son, sin embargo, importantes bazas electorales con las que todos los partidos políticos juegan habida cuenta de las nulas diferencias existentes en sus respectivas políticas socioeconómicas y a las que, obvio, ninguno piensa renunciar.
No menos importante es el cómo contar la Historia a las generaciones venideras, lo que desde el stablishment (Instituciones, partidos, sindicatos y medios de comunicación) se denomina como el “relato” y que, por otro lado, forma parte de una más extensa relectura de la Historia del Estado español, relectura destinada a legitimar el estado actual de las cosas, a legitimar el régimen de 1978, la transición. Tomar la trayectoria de ETA como  monolítica y ajena a las diferentes coyunturas por las que ha transcurrido, no registrar diferencia entre la dictadura, los años 80 y el siglo XXI, es la punta del iceberg del “relato”.

¡Viva el Estado de derecho!
El Gobierno de Rajoy, acosado por los casos de corrupción y la competencia electoral de Ciudadanos (el emergente partido de derecha) y más preocupado por conseguir la fotografía de la rendición de ETA -foto que esta ha sabido evitar mediante un proceso de desarme y disolución, inspirado en los modelos colombiano e irlandés y en el que el protagonismo fue entregado a la sociedad civil- que por iniciar ningún tipo de negociación, ya expresó su opinión, el 29 de abril, a través de su ministro de interior, Juan Ignacio Zoido: “ETA está terminada, está derrotada. Lo único que espero del próximo 4 de mayo, si las cosas suceden como se espera que sucedan, es que las fuerzas de seguridad del Estado verifiquen y certifiquen que ETA ha desaparecido. A partir de ese día la Policía y la Guardia Civil van a seguir haciendo lo que han hecho hasta ahora: perseguir a los terroristas”.
Como colofón, el ministro Zoido quizás debiera decir que a las fuerzas de Seguridad del Estado, a su partido y su Gobierno, entre otros agentes, no les interesa verificar el fin de ETA. A la vista de las últimas actuaciones políticas y judiciales acontecidas en esta última semana podríamos decir que nunca dejarán de agitar el cuco de ETA y el terrorismo.

La evolución de ETA: hitos y coyunturas
ETA nace a fines de la década de 1950 de la mano de un grupo de jóvenes nacionalistas que disentían de las tácticas y estrategias del hegemónico y democristiano Partido Nacionalista Vasco (PNV), nacido en 1895. Las luchas de liberación nacional de postguerra marcarían el giro izquierdista de ETA, siendo las experiencias del Frente de Liberación Nacional de Argelia y el MLN Tupamaros los modelos a imitar. Consecuente con los tiempos, ETA (ya vanguardia armada del Movimiento de Liberación Nacional Vasco, MLNV) sufriría diversas escisiones con base en lo ideológico y en la diversidad de modelos socialistas a seguir. Algunas generarían partidos políticos de alcance estatal de carácter trotskista o maoísta, relegando la lucha armada (aunque no su legitimidad). Otra, mantendría la existencia de dos organizaciones, ETA político-militar (1974-1982) y ETA militar (la organización recién desaparecida), con sus correspondientes partidos y movimientos de masas.
La práctica de la lucha armada fue, en un principio, de carácter selectivo. Así, el primer atentado premeditado, en 1968, fue dirigido contra el jefe de la Brigada Político-Social de Gipuzkoa (provincia cuya capitalidad recae en San Sebastián), la policía política de la Dictadura. El inspector Melitón Manzanas, confeso fascistas y colaborador de la Gestapo, tenía especial gusto por torturar cuanto opositor al régimen se cruzara. Sonado fue también la explosión con la que pusieron fin, en 1973, a la vida del almirante Carrero Blanco, presidente del Gobierno y mano derecha de Franco. El número 2 del franquismo y susceptible de ser la cabeza de un franquismo sin Franco.
Las simpatías y adhesiones que ETA generaba entre la gente eran máximas y no se limitaban al País Vasco y al Estado español, como lo demostraron en 1970 y 1971 las numerosas manifestaciones celebradas en toda Europa en solidaridad con los 16 miembros de ETA juzgados en el Proceso de Burgos –acusados de tres muertes, siendo una la de Manzanas- y que consiguieron detener seis penas de muerte. La imagen del primer ministro sueco Olof Palme solidarizándose con los condenados vascos dio la vuelta al mundo.
La muerte de Franco y la transición no detuvieron la lucha armada en el Estado español, lucha desarrollada por diferentes organizaciones autónomas, amén de las dos ramas de ETA y el marxista-leninista GRAPO (Grupos revolucionarios antifascistas primero de octubre). La amplia base social con la que contaban las organizaciones vascas y los reclamos independentistas permitieron la pervivencia de estas y el paulatino ocaso de todas las demás. La legitimidad de la democracia parlamentaria diseñada por el franquismo y el monopolio de la fuerza seguían siendo cuestionadas.

El fin de la década de los 80 marcaría el principio del fin de ETA. En aquellos convulsos años, diferentes movimientos sociales antiautoritarios cuestionaban la supremacía del MLNV en el seno de la izquierda vasca. Este, por su parte, supeditaba toda su estrategia al objetivo supremo de la Negociación, algo contestado por las demás fuerzas de izquierda.
El 19 de junio de 1987, un artefacto explosivo colocado por ETA en el shopping Hipercor de Barcelona causó 21 muertos y 45 heridos. La organización vasca se decantaba por las prácticas terroristas: era la llegada de la “socialización del dolor”, del coche-bomba: la lucha, para conseguir sus objetivos (la Negociación entre ETA y el Estado) tenía daños colaterales en la sociedad, sociedad que debía presionar al Gobierno para que negociase.
El cerco político, judicial y mediático contra ETA y toda persona u organización considerada próxima o que compartiera algún objetivo fue endureciéndose poco a poco. Los aparatos del Estado, nunca depurados tras la muerte de Franco, se emplearon a fondo. La tortura sistemática, el aumento de las condenas por delitos con la carátula de “terrorismo”, la dispersión de los presos en cárceles situadas a cientos de kilómetros del País Vasco fueron redondeadas, ya en los 90, por la doctrina del “todo es ETA” dictada por el juez Baltasar Garzón, y que tuvo como consecuencia el cierre de diarios, revistas, radios y la ilegalización de todo tipo de estructura del MLNV, destacando la ilegalización del partido político Batasuna (Unidad), en 2003.
El fin de la lucha armada de ETA empezaba a vislumbrarse, sin olvidar, en este sentido, las diferentes negociaciones que ETA mantuvo con los gobiernos de José María Aznar (PP) y José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), en los años 90 y principios del siglo XXI, respectivamente, y que no llegaron a buen puerto.

Sin armas se puede hablar de todo
A principios de 1998, meses antes del inicio de negociaciones con ETA, el presidente del Gobierno, José María Aznar, manifestó que “Si los terroristas deciden dejar las armas sabré ser generoso”, refiriéndose a hipotéticas medidas de gracia para con los presos, su acercamiento a cárceles vascas e, incluso, a la posibilidad de revisar el autogobierno vasco y sus competencias.
Este mantra, “sin armas se puede hablar de todo”, se repetiría hasta la saciedad en los discursos de todos los partidos políticos del arco parlamentario vasco y español, siendo la banda sonora del aislamiento al que se sometió a todo el independentismo vasco de izquierdas y que, a la larga, ha conducido a la disolución de ETA.
Como se puede comprobar en la respuesta que el Estado ha dado al independentismo catalán, es evidente que, aún sin armas, temas como la unidad de España o la propiedad privada son intocables y no son susceptibles de negociación o modificación de su status. La Constitución española de 1978, no se toca.
De ahí en adelante, en 2006, comienzan los contactos y negociaciones se entre representantes de diferentes partidos políticos (como Arnaldo Otegi, líder del independentismo de izquierdas, y Rafael Egiguren, del PSOE, entonces al mando del Gobierno español) con el objetivo de cerrar una etapa (incluyendo el fin de ETA) y sentar las bases para una convivencia y una lucha política normalizadas. Lo civil sustituía a lo militar por primera vez.
El tema de los casi 300 presos en cárceles francesas y españolas, la desaparición de las medidas de excepción judiciales y de cumplimiento de condena a la que son sometidas es uno de los más importantes. Hasta la fecha, no ha habido ninguna modificación. Si en un principio la existencia de lucha armada imposibilitaba cualquier diálogo, una vez declarado el cese de esta por ETA en 2011, la exigencia se trasladó a que la organización desapareciera. Una vez esta dijo “chau”, ahora es imperativo que ETA pida perdón a las víctimas, reniegue de su pasado afirmando que su lucha nunca fue legítima y siempre fue un error y a que los reclusos se conviertan en arrepentidos y colaboren con la justicia.
De hecho, a fines de abril, conocido el anuncio de la disolución de ETA, la respuesta del Gobierno a través del ministro Zoido ahondó en su habitual inmovilismo: Ni un solo gesto hacia ETA; ninguna concesión ni en la lucha antiterrorista ni en la política penitenciaria.
De hecho, el 17 de mayo, la policía española desató una operación contra 57 ex presos de ETA con el objetivo de embargarles cuentas corrientes y otras propiedades para satisfacer las indemnizaciones económicas a las víctimas de sus atentados con las que fueron condenados junto a las penas de prisión. Estas indemnizaciones corren por cuenta del Estado y ahora quieren reunir 8 millones de euros embargando unos pocos autos y unas pocas nóminas. ETA tiene que continuar proporcionando beneficios políticos.
Como señalábamos más arriba, el cuco del terrorismo y la lucha antiterrorista, todo bañado por llamamientos a defender la unidad de España, la democracia y el Estado de derecho, sigue agitándose por PP, PSOE y Ciudadanos como efectiva forma de seguir ganando votos al mismo tiempo que se desvía la atención de la ciudadanía sobre los casos de corrupción, el desempleo, la ausencia de trabajo genuino, los desahucios, el recorte del gasto social, en Educación y Sanidad, o la merma en los derechos políticos.
Esa maquinaria judicial y policial del Estado español, nunca depurada, recordemos, ha ido construyendo sobre la lucha antiterrorista, con la excusa del terrorismo, una refinada maquinaria represiva legal propia de democracias autoritarias como Turquía y que, hoy en día, se utiliza contra todo tipo de disidencia más allá de los límites del País Vasco.
Como muestra, unos cuantos botones. Dos juicios centran la atención de la ciudadanía vasca en estas semanas: una docena de jóvenes vascos están siendo juzgados en la Audiencia Nacional (tribunal de excepción español) acusados de diversos delitos de “terrorismo” y con exageradas peticiones de prisión por parte de la fiscalía… Por una pelea de bar con guardias civiles y por participar en una marcha en la que hubo pedradas.
Tirar piedras en una marcha es un delito que, dependiendo del signo de esta, puede ser calificado de terrorismo, acarreando 7 años de prisión. Por ejemplo.
Lo mismo puede decirse de los catalanes procesados por “delitos de odio”, por el hecho de escrachar los alojamientos de la policía española en Cataluña durante la represión del 1 de octubre; o los que son acusados de terrorismo por participar en piquetes; los raperos encarcelados por sus rimas, constituyentes de “apología del terrorismo”… La realidad es que no se puede hablar de casi nada: la libertad de expresión está siendo cercenada con el pretexto de la lucha antiterrorista y, como estamos viendo, para el Estado y los poderes fácticos, “terrorismo es todo aquello que os pueda quitar el chollo”, que cantaba La Polla Records.

Desaparición de ETA
En torno a 2008, el independentismo de izquierda (la izquierda abertzale, IA) da comienzo, en plena proscripción, a un proceso de reflexión con el objetivo de adaptarse, en todos los sentidos, a los nuevos tiempos. De fondo, los contactos entre el Gobierno, presidido por el socialista Rodríguez Zapatero, con ETA y con la IA: El 12 y 13 de mayo de 2005, durante el debate del estado de la nación, el presidente Rodríguez Zapatero anunció su intención de acabar con ETA mediante un final dialogado en aquella legislatura, aunque sin pagar un precio político por ello. Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, en la oposición, acusó a Zapatero en el mismo debate de “traicionar a los muertos”.
Tras el atentado del 30 de diciembre de 2006 en el aeropuerto de Barajas de Madrid (a pesar del cual ETA anunció que el alto el fuego seguía vigente), el presidente Rodríguez Zapatero anunció por la tarde del mismo día que había ordenado suspender todas las iniciativas para desarrollar el diálogo con ETA, con lo que consideraba roto el proceso de paz de forma inmediata. Según Zapatero, la violencia es incompatible con el diálogo, y por lo tanto, éste no puede desarrollarse mientras la banda terrorista no cumpla las condiciones que el Gobierno exigió para el inicio del mismo.
El PP acosó al PSOE durante este proceso, atento, una vez más a la obtención de réditos políticos y no a una resolución efectiva del conflicto. De hecho, y gracias a las denuncias de la derechista Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), diferentes políticos fueron procesados por el hecho de haber mantenido contactos con el partido Batasuna (ilegalizado ya en virtud de la doctrina Garzón de que todo es ETA”), esto es, con una organización terrorista.
En 2007, ETA da por terminado su alto el fuego. La llegada del PP al Gobierno, da por finalizada toda tentativa de negociación con ETA y la IA.
La represión, el cerco político, judicial y mediático, unidos a la reflexión en el seno de la IA, favorable al comienzo de una nueva etapa caracterizada por optar únicamente por los medios políticos. En 2010, ETA anuncia un nuevo alto el fuego y, un año después, el abandono definitivo de la lucha armada.
En 2011, es legalizada la nueva organización, el nuevo partido político de la IA, Sortu (nacer, crear), sucesor de Batasuna y Herri Batasuna (Unidad Popular). Un partido vertical, jerarquizado, comprometido con el respeto a la legalidad vigente y de sesgo socialdemócrata.
El fin de ETA estaba ya próximo; no cabía marcha atrás. En lo sucesivo, la tarea se centró en cómo desaparecer sin que ello pareciera una derrota, sin regalar al Gobierno la imagen de la rendición, esa imagen que, desde 1978, han buscado todos los gobiernos españoles.
Desde el alto el fuego dado a conocer a través de un video enviado a la BBC, todos los pasos dados para la disolución de ETA han estado inspirados en las conferencias y procesos de paz de Colombia e Irlanda. A diferencia de los casos mencionados, en esta escenificación de la disolución de ETA, en este remedo de conferencia de paz, no ha habido miembros del Gobierno español, coherente con su discurso de que ETA ya había sido derrotada por el Estado de derecho, por la actuación de la policía y la Justicia.
Ha habido mediadores internacionales, partidos y sindicatos del nacionalismo vasco (en representación de la sociedad civil), siempre buscando esa imagen de diálogo entre España y el País Vasco, esa imagen de sociedad civil organizada buscando un nuevo escenario basado en una paz justa. Así, tras el anuncio de alto el fuego definitivo, vino la destrucción del arsenal en 2017 y la tan exigida disolución, condición indispensable para cualquier diálogo, cese de la represión y fin de las medidas de excepción para con los presos de ETA. Ya se sabe que sin armas se puede hablar de todo.
En su última entrevista, concedida al diario “Gara”, ETA justifica su decisión, refrendada en proceso de debate interno por el 93% de sus miembros, y soslaya el tema de la derrota, inherente a una orga que desaparece sin alcanzar los objetivos que la hicieron nacer: “Ese camino continúa. El proceso que tiene como horizonte la creación del Estado Vasco sigue. ETA ha sido actor fundamental para poner en marcha y dar cuerpo al proceso de liberación, no hay la menor duda de ello, pero no podemos equiparar el final del ciclo histórico de ETA y el final de ese proceso de liberación. Lo que queremos decir con esa frase que se reproduce en la pregunta es que los objetivos intermedios que preveía ETA (para entendernos, reconocimiento nacional y derecho de autodeterminación) no se han conseguido todavía, pero que hay opciones de lograrlos. Desde un punto de vista histórico, comparando la situación cuando ETA emprendió su camino y la situación cuando cierra su ciclo, se puede extraer esta conclusión: entonces había un pueblo condenado a morir y hoy hay un pueblo que quiere ser dueño de sí mismo”.
Para el PP y el stablishment es necesario que predomine la idea de que ETA fue derrotada tanto por los réditos políticos que esta victoria, cimentada en la dureza del accionar jurídico-político, en el monopolio de la violencia; el enemigo interno. Es necesario también que se imponga la exigencia de que ETA y la IA reconozcan su fracaso y que proclamen que la lucha armada, aún en tiempos de Franco, nunca tuvo razón de ser y nunca tuvo legitimidad.
Los conflictos vasco y catalán, amén de la misma existencia de ETA, son elementos que ponen en tela de juicio la legitimidad de la transición, del proceso de mutación del Estado dictatorial en una monarquía parlamentaria donde el poder económico y político continua en manos de los mismos que ganaron la Guerra civil y continúan protegidos por la inmunidad que ellos mismos se concedieron. La transición fue dirigida por los poderes fácticos españoles con la ayuda de la socialdemocracia española (financiada por la alemana, experta en renuncias históricas y que maneja guita), todos empeñados en mantener la tranquilidad y evitar intentonas revolucionarias como la sucedida en la vecina Portugal en 1974.
Por eso el especial interés en establecer un solo relato en torno a ETA, la lucha armada e, incluso, la función y actuar de los nacionalismos periféricos enfrentados al nacionalismo español. Por eso el interés de no diferenciar diferentes etapas de ETA, el interés por ningunear su papel en el antifranquismo. Hay que tener en cuenta que tanto Melitón Manzanas como el almirante Carrero Blanco están considerados por el Estado y su legalidad como “víctimas del terrorismo”.

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Ambiente

Tierra de Nadie. Un campesino asesinado y otro herido en 15 días

Mientras el gobierno elige suspender el Instituto de Agricultura Familiar e Indígena y colocar como interventora a una joven abogada, Inés Liendo, nieta del recordado Ministro de Trabajo del general Videla, las comunidades campesinas sufren el desamparo y la prepotencia. Este sábado, en Catamarca, una feroz represión hirió a un habitante de la zona de 80 años, Felix Escalante, quien recibió golpes y balas de goma. El 5 de abril, fue asesinado a mansalva Fabián Martínez, miembro del Movimiento Campesino de Santiago del Estero Vía Campesina (Mocase-VC).

Catamarca

Desde hace años la Comunidad de Peñas Negras está luchando contra la instalación de proyectos mineros en terrenos que poseen de manera ancestral. Allí, la minera Elevado Gold ha comenzado con permiso de la gobernación las tareas de exploración. Frente al conflicto suscitado con los habitantes, este sábado se intentó poner una garita de fuerzas de seguridad en el camino de montaña y hubo una manifestación para impedirlo. Por orden de una fiscal de Belén, la policía desalojó a las comunidades con escuderos, palos y balas de goma. El principal herido fue Félix Escalante, de 80 años, de la Comunidad de Peñas Negras. Recibió golpes de los escuderos y balas de goma. Temen que en las próximas hora o días los policías vuelvan a reprimir.

El conflicto empeoró luego de que la Comunidad iniciara una denuncia penal en la que dejó asentados hechos de robo, destrucción de propiedad, puestos, corrales, robo de animales y agresiones varias. Desde hace un par de semanas que están pidiendo una audiencia con la Secretaria de Seguridad que no tuvo respuesta.

De acuerdo a los testimonios recogidos por Pag/12 de Catamarca, los vecinos aseguran: “Nos comunicamos con el Fiscal General, quien nos aseguró que había una orden de la Fiscal de Belén para poner un destacamento policial, aunque sin fines mineros, sino para resguardar a las familias. Esto no fue así, porque ayer se presentaron con la orden a fin de instalar un destacamento policial a los fines de llevar a cabo trabajos de exploración minera”, y concluyen: “es una total ironía: quieren montar un destacamento policial en una zona en donde saben que no hay consenso minero, y esgrimen que es para proteger a la población, pero llegan escoltando a las camionetas mineras, y las hacen pasar aún ante el bloqueo de la comunidad”.

Santiago del Estero

El momento en que Fabián Martínez exige que salgan de su propiedad.

El Movimiento Campesino de Santiago del Estero Vía Campesina (Mocase-VC) lleva más de 25 años defendiendo los derechos de los campesinos que producen en sus tierras desde hace añares y supuestos propietarios con títulos dudosos quieren desalojar. No es la primera vez que empresarios agrícolas apelan a la violencia de bandas armadas.

El 28 de marzo arribó al paraje San Francisco, del departamento Alberdi, un grupo armado que exhibía sus fusiles de manera impune. De acuerdo a los testimonios, pertenecen a ‘la banda de los Padilla’ que hace un tiempo comenzaron a cercar los campos en donde los campesinos crían sus animales. Una zona rural donde el Mo.Ca.Se ha tendido redes.

El asesinato de Fabián Martínez ocurrió el viernes 5 de abril luego de que los matones del patrón usurparan tierras de uso comunitario a punta de pistolas. Se acusa a un hombre llamado Yonathan Padilla de ser el autor material del asesinato. Es el cuarto campesino asesinado en los últimos años, siempre en el marco de conflictos entre empresarios del agro y comunidades campesinas e indígenas por la tenencia de los territorios.

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Marcha Nacional Universitaria: el 23 de abril todos por la ciencia, la educación y la cultura

El pasado 10 de abril, la UBA se declaró en “emergencia presupuestaria”. De no modificarse la partida presupuestaria, que se mantiene igual a la del 2023 a pesar del 325% de inflación interanual, tendrían que cerrar los claustros en el segundo cuatrimestre.  

“Hasta mayo o junio podemos funcionar con muchos recaudos y cuidando el dinero. Son momentos muy graves y dramáticos ”, sostuvo el rector de la universidad, Ricardo Gelpi. Mientras que el vicerrector Emiliano Yacobitti afirmó que “pagar las tarifas va a ser imposible”. 

Por su parte, el Consejo Superior, el órgano de gobierno de la UBA, que declaró la emergencia presupuestaria, precisó que “en las condiciones actuales se encuentra seriamente afectada la posibilidad de mantener toda actividad tendiente a garantizar la calidad educativa, la continuidad de la investigación, de la extensión y la función asistencial”. 

Ante la gravedad de la situación se conformó el Frente Sindical de Universidades Nacionales, que convocó a una marcha nacional desde el Congreso a Plaza de Mayo el próximo 23 de abril a las 15:30 hs. que terminará en un acto en a las 18.00 en donde se leerá un documento consensuado. Una manifestación que se repetirá en todas las ciudades y universidades federales, quienes enviarán una representación al acto central en la ciudad de Buenos Aires.

La situación crítica – en lo salarial y en lo presupuestario –  de las Universidades Nacionales y del Sistema Público de Ciencia y Tecnología provocada por el Gobierno de Milei, el ataque general que el partido de gobierno realiza a la educación equiparándola con el adoctrinamiento y la reciente declaración de uno de sus principales referentes  – Benegas Lynch – que reclama libertad para legitimar el trabajo infantil, le ha dado un cariz intersectorial y se han sumado distintos sectores además de los convocantes: CONADU Histórica, CONADU, FEDUN, la FUA y el CIN. Las tres centrales obreras –CGT, CTA-A y CTA-T– también se sumaron a la marcha en defensa de la educación pública, libre, gratuita y laica.

Toda la ciudadanía está invitada a participar: legisladores de todos los partidos, estudiantes, maestros, científicos, personalidades de la cultura, organismos de Derechos Humanos, entre otros.

La educación atraviesa todas las clases y actividades. Junto con la cultura y la ciencia -que vienen sufriendo la ola de despidos masivos- forman la identidad y el futuro de nuestro país.

La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores adhiere y acompaña a nuestros profesores, estudiantes, maestros y alumnos.

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Sebastián Ablin: “Ya no quiero resistir, quiero avanzar”

Después de los 15.000 avisos de despidos de empleados estatales -todavía está en discusión si un mail vale como un telegrama- LCV decidió ir al encuentro de las personas que componen esa cifra espeluznante. Detrás de ella hay historias de vidas, gente que laburó desde siempre, en diversos oficios y circunstancias. Algunos, grandes talentos, que se destacaron en áreas de lo más diversas. Hoy presentamos a Sebastián Ablin, uno de los queribles personajes de la Biblioteca Nacional que acaba de perder su trabajo: talentoso, creativo, se destacó en la primera de River en su adolescencia, descubrió la música, allá por el 2001 fundó Choque Urbano, en el 1998 empezó a trabajar en la Biblioteca Nacional. Supo del placer de poner el corazón con toda la libertad que ofrecía Horacio González. La semana pasada se enteró que ‘formaba parte de la lista”. Angustia y volver a empezar. Por ahora, se metió en Uber para sobrevivir. Seba, un capo también en la cocina.Hasta en el MasterChef del 2005 estuvo! El Estado se lo pierde, no es fácil encontrar un empleado con ese empuje. No quieren trabajadores, quieren burócratas. Si no, fijate todo lo que Sebastián y sus compañeros le regalaron a la Biblioteca Nacional a pesar de los embates y los agravios. Asomate a esta Historia de Trabajadores. Talento para dar y regalar.

LCV: Sebastián, ¿Cómo estás? Yo te presenté así, como una persona que había transitado un montón de lugares. Futbolista, MasterChef, Choque Urbano.

—Sí, también toqué cumbia con los chacales. También toqué en un grupo de folclore rock que se llama Arbolito, antes de tocar con el choque. También me fui a jugar al extranjero al fútbol.

LCV: ¿Dónde jugaste al fútbol?

—En Israel.

LCV: ¿Cómo llegas a ser jugador de fútbol en Israel?

—Empecé con el sueño de la gran mayoría de los pibes y pibas. No sé si todas las pibas quieren, pero ahora las pibas también quieren y bienvenidas sean. Me gustaba el fútbol de chico y ahí me fue prontamente rápido con River. De todas formas, tenía un problema de sensibilidad en general, y era bastante vulnerable a las críticas así que no duré mucho en el fútbol y me volqué por la música, que era bastante más amable y más social y no tan exigente y no de tanta competencia.

LCV: Vos decís eso de que eras un poco sensible a las críticas y yo me imagino que las críticas eran los barras gritando desde las hinchadas y no la crítica de un crítico que escribe en un diario.

—A veces ninguna de las dos. Muchas veces son las propias críticas de uno mismo o las situaciones familiares. Era muy exigente conmigo mismo y era muy sensible frente a las situaciones de vestuario. Es un ambiente complicado el fútbol si no estás muy convencido de que eso es lo que querés hacer con tu vida. Es difícil. Aparte, pensá que sólo el 15 % de los afiliados a AFA viven del fútbol. O sea que hay un 85% del resto de los jugadores federados en AFA que tienen que hacer cosas paralelas para seguir subsistiendo, digamos.

LCV: ¿En qué puesto jugabas?

—Marcador de punta ofensivo.

El joven Sebastián Ablin en la primera de River

LCV: Contame cómo llegas, entonces, primero a Arbolito o al Choque Urbano.

—Primero Arbolito, allá por 98, paralelamente al ingreso a la biblioteca, en mayo del 98. Yo ingreso en la biblioteca como contratado de locación en esa época. Esa época también empezaba a tocar con Arbolito, toda la etapa previa al 2001, la última parte del menemato. En ese contexto es donde empecé a tocar en Arbolito, que hasta el día de hoy es un grupo con mucha presencia en las calles, siempre bien plantado, siempre diciendo lo que tiene que decir. Al mismo tiempo empecé a desarrollar con mis hermanos Choque Urbano, y empezó a funcionar paralelamente Arbolito. Tanto es así que en un momento tuve que dejar Arbolito y allá por el 2003 también renuncié a la biblioteca, porque se me hizo imposible llevar las dos cosas. Entonces desde 2003 al 2009 yo me dediqué a tocar con el Choque, a girar por bastantes lugares, bastantes lugares por el mundo, como Corea, Siria, Italia, Holanda. Después en el 2009, cuando la biblioteca empezó a ser distinta y yo empecé a ser más grande, ser distinta significa que los contratos de locación de obra pasaron a ser resolución 48, y yo tenía una necesidad más de formar familia. Hice las gestiones necesarias y volví a ingresar a la biblioteca ahí con la resolución 48. Y ahí ya me aboqué de lleno a la biblioteca y lo demás era satélite, digamos, colaboraba cuando podía.

LCV: Choque Urbano entonces es una suerte de emprendimiento familiar

—Sí.

LCV: ¿Cómo nace? ¿A quién se le ocurrió?

—Allá por el por el 2000, 2001, con la movida de diciembre se disuelve un grupo que existía en La Boca, que para esa época se llamaba Caturga, era un grupo nacido del grupo Catalina Sur, allá de la zona de la ribera, de la zona de donde es Trueno. Ese grupo termina su ciclo y dentro del seno de ese grupo ya se formó entre hermanos, cuñada y algunos integrantes del grupo anterior, el Choque Urbano. El nombre remite a la época, cada uno le da el significado que quiere. Y ahí empezamos a tocar con objetos no convencionales en plazas, los 19 y 20, la marcha de las Resistencias.

LCV: Los 24 de marzo también estaban.

—Los 24 de marzo se nos hacía más complicado, porque se nos hacía difícil desfilar o caminar con los tachos. A veces colaboramos alguna vez con la chilinga pero siempre estábamos en presencia o del choque o de civiles, digamos, para decirlo de alguna otra forma. Ahí comienza a funcionar el choque, empieza a ir bien. Empezamos a estar en el en Carlos Regazzoni ahí en Retiro, empezamos a vender tickets. Y bueno, en esa época nos ve León Gieco y nos lleva a Luna Park, nos hace tocar con él, ahí nos ve un productor. Y digamos que entramos como por un tubo. Tuvimos como unos 15 años de muy buen nivel de trabajo general. Ahora ya tenemos 23, con cuatro obras de teatro, con algunos premios, con muchos viajes, y ahora tocando en máquinar maquinal, una formación de cuatro personas, una formación nueva que se llama trash. Trash.

Choque Urbano festejando sus 20 años en Vorterix. Año 2022

LCV: ¿Qué hacías en la Biblioteca Nacional?

—En la Biblioteca Nacional hay un auditorio para 205 personas en el corazón del edificio, los momentos de mayor contenido, se realizan conferencias, charlas, debates, presentaciones del libro, cine, teatro, música. Ejemplos concretos, los manuscritos de Spinetta en aquella época, todos sus músicos, los dibujos del indio, los ciclos de Evita. Bueno, ahí se realiza todo, todo lo que yo lo que hacía ahí era sonido, luces y vídeo. Ese era mi trabajo.

LCV: Un trabajo fuerte porque hacías el vídeo de esas situaciones.

—Lo que me tocaba a mí de vídeo era la instalación de los cañones, de la pantalla, la operación del audio. Después el área de registro de vídeo dependía de comunicaciones. Nosotros también editábamos audio.

Una de las tantas puestas en el Auditorio BN en las que trabajaban Sebastián y sus compañeros de sonido e iluminación

LCV: ¿Cuántos años hiciste este trabajo?

—Este trabajo yo lo vengo haciendo desde mayo del 98.

LCV: Con muchas variables, con ese breve interreño, y después volviste ¿hasta qué día del 2024?

—Hasta el miércoles este de Semana Santa, en donde a todos nos llegó un mail. Cada vez nos corren la vara más, ¿no? Como que cada vez es más digitalizada la comunicación. Ya no hay ni siquiera un motivo o alguien que te diga bueno, te vas por esto. Es simplemente un mail.

LCV: No hay una persona que pone la cara.

—No, todo llega por ese maldito aparato llamado celular.

LCV: ¿Qué decía el mail?

—Que por un artículo 9 sobre la resolución 25 no sé cuánto, no se me renovaba el contrato a partir del 1 de abril.

LCV: Y no te decían en función de qué cosa ya no eras operativo.

—No. No te dicen ningún motivo, o sea que uno se va sin saber por qué. A algunos les inventan inasistencias, o llegadas tarde, de las que nisiquiera se enteraron, no hay aviso previo ni admonición. Los compañeros están viviendo bajo régimen de terror. Ya no salen a comer afuera porque si llegás 1 minuto tarde perdés el presentismo. Nadie está en condiciones de perder esa suma. Hay un control casi carcelario en entradas y salidas. Igual, su función es despedir, y van a encontrar cualquier excusa.

LCV: Igual, Sebastián, te voy a pasar un datito para nutrir aún más esto que estás diciendo que es tan razonable. Hay contrataciones en el Estado, en muchas partes del Estado, que tienen la mitad de su sueldo remunerativo y la otra mitad del sueldo es un incentivo. El incentivo, que reviste muchísimas características, en algunos casos de horas extras y en otros, es el incentivo, porque sos un empleado excelente que no faltó, no se enfermó, no fue nunca. Con lo cual, es tan mentiroso esa historia también, el dibujo que hacen, porque uno que peleaba por la total remuneración, o sea, que todo sea remunerativo, decías, porque en algún momento esta historia de que todos tenemos la salud de Highlander y nunca faltamos y nunca nos pasó absolutamente nada, se va a volver en contra, porque alguien va a venir a usar ese tema. Y bueno, lo están usando el tema, para ir revisando ese 50% que el Estado negreaba de los sueldos de muchos empleados estatales en muchas reparticiones.

—Sí, sin duda. A nosotros ya hemos sufrido la época del Pro. La biblioteca en la época de Horacio González se había constituido en un colectivo hermoso, para adjetivarlo concretamente, en donde no había molinetes, en donde la gente entraba a la biblioteca con muchas ganas de colaborar y realizar su trabajo, porque encontraba muchos “sí” frente a sus propuestas y cada uno en su área estaba lleno de contenido para sentirse realizado. Entonces, no había una necesidad de control o de sistema a través de molinetes que hagan que la persona se sienta absolutamente coartada y controlada en cuanto a su entrada y salida. Esto significa entrada y salida, no es irse a la casa, significa salir a comprar algo, salir a almorzar, salir a fumar un cigarrillo. Después empezó a contarse el tiempo no por producción sino por el molinete.Empezaron a agarrar de cualquier excusa, de controlar. Cuando vino el macrismo, todo ese colectivo se desvirtuó y cada uno empezó a jugar su propio partido con la idea de sostenerse lo máximo posible en el trabajo. Miedo a perderlo, miedo a hablar.

LCV: Hoy estaba diciendo Laura en su editorial un pensamiento que a todos nos ronda y que era que en aquel momento, en el momento de los despidos del macrismo, había una situación de mucha bronca por el despido de los compañeros y de un poco más de unión en la pelea para las reincorporaciones. Y hoy, el sentimiento que uno ve es casi el del alivio cuando ves que no estás en la lista y esto también marca un cambio cultural importante, que no sé si tiene que ver con el miedo o tiene que ver con la tremenda situación económica, no sé con qué. ¿Vos qué pensás?

—Yo opino que no solo es un cambio cultural, sino que es una derrota cultural. Creo que a partir de la pandemia, cierta y real, concreta, se rompieron un montón de lazos muy fuertes en donde la información fluyó a través de los teléfonos y la gente empezó a masticar cualquier cosa. En la biblioteca pasó lo mismo. Ahora parece que nos acostumbramos a que existan listas. Esta palabra de listas se remite a cuestiones de Primera o Segunda Guerra, y se naturaliza y se vive. Uno está con miedo de contar, de hablar de cómo se siente, de lo que opina, de cómo cree que funcionan los sindicatos, de si se siente protegido, de cómo estuvo tanto tiempo con un contrato que a esta hora ya no sirve para nada si lo rescinden. Entonces, ¿qué hace? No sabe si volcar el sentimiento, si jugar la de uno, si entregarse al sindicato en el sentido de decir dependo de lo que ustedes quieran. Entonces, cada uno juega su partido. La gente más joven en las asambleas está sorprendida por lo que ve, porque reclama otro tipo de actitud. Los sindicatos pareciera ser que hacen lo que pueden, y los trabajadores la pagan, como siempre. Esa es la situación. Después, en lo individual es bastante angustiante encontrarse a una determinada edad como teniendo que volver a empezar. Yo soy una persona que toda la vida volví a empezar. Lo que pasa es que cada vez que te agarra el empezar a una determinada edad, no es lo mismo a los 20, a los 30, a los 40 y a los 50, que yo voy a cumplir ahora 52. Pero, bueno, ya estoy Uberizado. De tanto quejarme con el teléfono, ya me bajé la aplicación y ya estoy ahí, tratando de ganarme el pan en la calle. Te digo que está bastante difícil.

LCV: ¿Seguís con el emprendimiento de la música?

—Mirá, el Choque sí sigue su camino. Yo en este momento estoy abocado a mi hijo, pero el choque tiene una producción de cuatro integrantes que la rompen, que se llaman Trash, que tocan todos los jueves en el Maquinar Maquinal, ahí en Anchorena y Valentín Gómez. Los primeros 200 tickets son gratuitos a cambio de alimentos no perecederos y la entrada está bastante barata. La propuesta artística es de improvisación, pero sin señas. Siempre hay invitados melódicos como guitarristas, como raperos, como bajistas, tecladistas, de muy alto vuelo, que aportan la parte melódica a los cuatro animales que están ahí tocando un set de mezcla de tachos y de instrumentos también. Así que el Choque es contracíclico. Cuando nadie apuesta o cuando nadie dice no voy a salir a tocar porque voy a perder, el Choque sale y pierde y pierde, y pierde, y pierde, pero siempre va en contra del ciclo para seguir adelante. ¿Sabes por qué? Porque estamos podridos de resistir. Yo estoy cansado de resistir. Cada vez que cambia un gobierno nos dicen: Tenemos que resistir. Y resistir es como que vos agarrás un cachito de algo y le pones algo encima de mucho peso y esa cosa resiste, resiste, en algún momento se parte. Siento como que hace mucho tiempo nos falta dar los pasos adelante a nosotros. Cuando nos toca hacer gobierno, nos cuesta avanzar a más velocidad, sin miedo al análisis. Y yo no quiero resistir más, yo quiero avanzar.

LCV: ¿Cuántos años tiene tu hijo?

—11 años.

LCV: ¿Qué está diciendo de este tiempo que le toca vivir a su papá y a él?

—Me vas a hacer emocionar. Fue muy fuerte el momento cuando le dije que me quedé sin trabajo. No me creyó. Me dijo dale papá no me jodas, y yo me acuerdo que tenía un montón de items preparadas para decir, que tengo Uber y eso, pero cuando no me creyó me desarmó. Todo lo que pude hacer fue respirar profundo para no llorar. Pero acá la estamos viviendo, los hijos re bancan, bancan mucho más de lo que nosotros creemos.

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