Fiat Chrysler Argentina resolvió dejar de producir cajas de cambio en su planta ubicada en Ferreyra, Córdoba, en donde los 300 operarios afectados por esta medida recibirán una propuesta de retiro voluntario.
La crisis automotriz avanza y las medidas tomadas por las grandes firmas se profundizan. Semanas atrás, las compañías ponían en marcha planes de suspensiones y paralización de la producción. Las cifras entregadas a principio de año por la Asociación de Fábricas de Automotores auguraban un turbulento 2019 para el sector, y se temía por lo que podría pasar una vez terminado el período de suspensiones.
La crisis automotriz ya afecta a casi 6 mil operarios
En este caso, la caída en la demanda de cajas de cambio provocó que la firma italiana decidiera dejar de lado esa línea de producción. Fuentes cercanas a la empresa le manifestaron a Infobae que “tendría sentido si se producieran 200.000 unidades al año, pero ahora se producían 35.000”. Hace un año, Fiat había dejado de abastecer de cajas de cambio a Peugeot, pero mantenía la producción para equipar sus versiones del modelo Cronos.
La devaluación del año pasado provocó una caída del 50 por ciento de las ventas en el mercado automotor nacional. Esto, sumado a que el gobierno nacional repuso los derechos a las exportaciones y suspendió los reintegros, así como una economía brasileña que no se recuperó a la velocidad que se esperaba, provocó la caída de ventas al exterior.
La planta de Ferreyra había fabricado poco más de 55 mil unidades del cronos el año pasado, y se preveía llegar a 100 mil en este 2019; por ahora sólo hará 48 mil. Desde Smata confirmaron que recibieron la comunicación de los retiros voluntarios y ahora están a la espera de “malas noticias”
La crisis afecta a los más grandes
A diferencia de las crisis en las que los sectores más perjudicados eran los pequeños y medianos empresarios, este derrumbe en el consumo del mercado interno y las ventas al exterior pegó fuerte en las empresas grandes del sector. Entre febrero y marzo, la paralización en la producción y los planes de suspensiones afectaron a casi 6.000 operarios de la industria automotriz. A fines de febrero, Peugeot decidió licenciar a casi dos mil operarios de su planta de El Palomar hasta fines de abril, argumentando una acumulación de stock dada por la poca actividad en el sector. Poco menos de una semana más tarde, fue Honda la que resolvió suspender por el mismo período de tiempo a 900 empleados de su planta en Campana, dado que “se producía pero no había ventas”, como manifestaron desde Smata. Poco tiempo después, Iveco se sumó a la modalidad de las suspensiones e hizo lo propio con 900 trabajadores de su planta en Córdoba, donde Fiat tomaba una alternativa similar, instaurando una jornada reducida de martes a jueves que afectaba a 2.000 operarios.
A fines de diciembre del año pasado, el titular de Smata, Ricardo Pignanelli, había advertido que “en los próximos meses se van a perder 15 mil puestos de trabajo en el sector automotriz”. Si bien ese número sonaba catastrófico, la realidad es que el inicio del año tuvo el número de patentamientos más bajo desde 2006. Ahora, los miles de trabajadores afectados por las suspensiones temen por el futuro, más aún si se siguen sumando casos como el de Fiat, de grandes empresas suspendiendo la producción de ciertas piezas. En ese caso, se dará por terminada la época de las suspensiones y comenzará la de los retiros voluntarios.