“Vamos a parar un día para evitar el retroceso de toda una vida” es la consigna del primer paro general contra Bolsonaro convocado por la a CUT, la CTB, la CGTB entre otras entidades gremiales contra el Proyecto de Ley de Jubilaciones en discusión en el Congreso. Trabajadores públicos de las áreas de salud, educación, obras sanitarias, metalúrgicos, judiciales, portuarios, camioneros y petroleros, adelantaron su participación en la medida.

Bolsonaro enfrenta su primera huelga luego de varios fracasos en los últimos tiempos: la justicia consideró anticosntitucional la reducción del presupuesto educativo luego de que los estudiantes colmaran las calles del país, y un escándalo de dimensiones aún imprevisibles envuelve el proceso judicial que llevó a la cárcel a Lula. Parafraseando a Xuxa, el gobierno está dando ‘dos pasitos para atrás’. Su imagen pública bajó 20 puntos.

Los organizadores señalaron que el acatamiento del paro es algo. “Los estudiantes están junto a la clase trabajadora, ellos entendieron que esta reforma va a atacar a las futuras generaciones”, señaló Izzo, además de convocar al acto previsto para las 16 horas en la Avenida Paulista, en el centro de la capital. Con este clima comenzó la huelga general en el mismo día que dará inicio la Copa América, jugando Brasil contra Bolivia. 

El paro se hizo sentir de manera dispar en el transporte. Sao Paulo y algunas ciudades del país amanecieron con bloqueos en las principales vías . Un grupo de manifestantes quemó neumáticos en una de las principales autopistas paulistas y la ocupó al grito de “Paro general”.

En el centro de Río de Janeiro la policía arrojó gases lacrimógenos a los manifestantes que intentaban bloquear la Avenida Brasil, una de las principales vías de circulación. Las fuerzas de seguridad liberaron el área y no hubo reporte de heridos.

 

Los gremios denunciaron que la reforma previsional propuesta por Bolsonaro es “una de las propuestas más crueles de los últimos tiempos”. Todavía está en Comisión y se están negociando algunos puntos, el más polémico es el aumento de la edad jubilatoria a 65 y 62 años en hombres y mujeres.

“Con una política económica ‘anti-pueblo’ y un programa ideológico ultraconservador y prejuicioso, el capitán retirado profundizó los ataques iniciados hace casi tres años y está hundiendo el país en el desempleo, el hambre, la miseria y la falta de salud, educación y seguridad”, recordaron las centrales obreras dos días antes de la jornada de lucha.