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Más despidos en el Hospital Posadas. Ya son alrededor de 100 en un mes.

El 1° de julio de este año se conoció el despidos de 90 médicos del Hospital Posadas, un centro de salud de alta complejidad enclavado en el oeste bonaerense, que recibe 10.000 consultas diarias de pacientes de La Matanza o Merlo, así como de otros países. Consultado por el diario La Nación, el Ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, admitió que no iban a admitir que se utilice la ‘situación vulnerable’ de quien necesita atención médica para ‘armar cuevas de militantes’. Una respuesta más política que sanitaria o técnica.
Los profesionales denuncian despidos arbitrarios que no obedecen a causa alguna. Quizás el ministro en su declaración haya adelantado un motivo: ¿militar está prohibido? ¿es una amenaza para la salud? ¿cómo saben que militan? Más allá de esta cuestión política que no merece ser debatida porque no corresponde en un país libre -ignoramos y carece de relevacia la postura política de los médicos-, lo cierto es que los despedidos son biólogos moleculares que determinaban casos de leucemia, fisiatras, radiólogos, administrativos, neumonólogos, kinesiólogos, gente que trabaja en las terapias, y que durante la pandemia han cumplido un rol destacadísimo. “Fueron despedidos aprovechándose la enorme precariedad que tiene el hospital, ya que el 85% de los trabajadores ya estamos hace 20, 25 y hasta 30 años contratados. “Este gobierno viene a aplicar su política de ajuste en un hospital público que contradictoriamente cada vez acuden más pacientes que se quedan sin trabajo, que no pueden pagar la una prepaga o que pierden la obra social”, asegura Luis Sucher, delegado de la Asociación de Profesionales de la Provincia de Buenos Aires, Cicop, que forma parte de la última tanda de cesanteados que elevan el número de despedidos en solo un mes a 100.
Entrevista a Luis Sucher, delegado gremial del Hospital Posadas, despedido.
LCV: ¿Que está pasando en el Hospital Posadas?.
—En el último mes hubo 92 pedidos y en la semana pasada hubo 6 más. Dentro de los despidos hay profesionales que no han tenido reemplazo, hay delegados como fue mi caso, son miembros de comisión directiva de la asociación de profesionales y la verdad que es un ataque enorme, no solo a nosotros, sino que han afectado a un montón de pacientes que ya no tienen a su médico.
LCV: Se supone que de acuerdo a la ley gremial, un delegado gremial no puede ser despedido. ¿Cuál fue el motivo de tu despido? ¿Como lo basaron?
—No tenemos ningún motivo. Nos mandaron una comunicación interna por un sistema de mails internos que tenemos, donde dicen que prescinden de nuestros servicios.
LCV: ¿CICOP no hizo ninguna movida gremial, judicial porque se estaba tocando la inmunidad del delegado?
—Sí, se hizo una denuncia y en estas horas estamos por presentar una cautelar con todos los casos, porque es totalmente ilegal que se hayan efectuado estos despidos, porque tenemos tutelas que fueron homologadas por el Ministerio de Trabajo. Son totalmente legales nuestras tutelas, y esta gente se piensa que tiene autoridad para desconocer incluso hasta estas leyes laborales.
LCV: ¿Cómo reacciona la comunidad frente a los despidos? ¿Es consciente? ¿Ustedes están haciendo trabajo sobre la comunidad que rodea al Posadas? Enfermeras, camilleros, administrativos, ¿También están siendo despedidos?
—Sí, se han despedido enfermeros de casi todos los turnos, centralmente de las terapias, muchos de largo tratamiento. Por eso, si empezás a analizar despido por despido, es una ilegalidad total. Empezando por la ilegalidad de que haya compañeros con 30 años de contrato ¿No?
LCV: ¿Qué tipo de contratación tenían? ¿Plantas transitorias, contratos basura? ¿Cómo eran esos contratos o cómo son?
—Mira, en mi caso, hace 25 años tengo distintas modalidades de contrato basura que eran anuales y ahora este gobierno desde principio de año implementó contratos trimestrales. Así que imagínate en qué condiciones se trabaja en el hospital, incluso actualmente, porque como te decía antes, el 85% de los trabajadores están bajo alguna forma de contratación precaria.
LCV: ¿Esas contrataciones precarias tienen que ver, por ejemplo, con que sean subcontratados, o sea que haya unas empresas que los contrata, les pagan por afuera o son contratados adentro del hospital? ¿Cuál es la autoridad que determina este tipo de contratación?
—Hay de dos formas de contratación. El hospital es nacional, depende de Nación y tenemos contratos que son eventuales, pero ya por lo que venía siendo la ley laboral, después del año ya tendríamos que ser efectivos. También hay empresas privatizadas, como en el sector de limpieza. Nosotros creemos que detrás de todos estos despidos hay un plan de avanzar en la privatización de sectores. Porque esta gente ya estuvo bajo el macrismo e intentó avanzar en precarizar muchísimos sectores, ven en la salud un negocio y no, como decías vos, un lugar de referencia de un hospital que recibe por las guardias y los consultorios 10 mil pacientes todos los días. Están clavados al lado de partidos como la Matanza, Merlo, Moreno, y por ser un hospital de alta complejidad vienen pacientes de todo el país, hasta de países limítrofes.
LCV: Estamos hablando con Luis Sucher, despedido pese a ser un delegado del Hospital Posadas, porque vos la categoría de delegado la seguís teniendo, sos ex trabajador, pero no podés ser ex delegado. ¿El mandato tuyo está vigente o no?
—Sí, mi mandato está vigente hasta dentro de dos años.
LCV: ¿En qué lugar nos paramos para hacer un análisis de lo fácil que se la dejamos a esta gente, si tenemos gente en un hospital de alta complejidad con 30 años de contrato basura? Porque vamos a explicarle a la gente algo, y vos corregime si yo me equivoco. El contrato basura implica que yo te contrato, no sé, por 180 días, por un año, renovación anual, en fin, lo que vaya sucediendo. Pero estos contratos no tienen características remunerativas. Algunos sí, otros no. La mayoría de esos contratos no tienen características remunerativas. ¿Qué quiere decir esto? Que cuando se quiere jubilar un trabajador que estuvo trabajando 30 años en un contrato basura, tiene $2,40 de aporte, si es que tiene, que son los que ha tenido que hacer como monotributista. ¿Cuál es la característica que tiene un trabajador de 30 años ahí adentro, si hoy se quiere jubilar y tuvo contrato basura?
—En este caso los aportes son los mismos que cualquier trabajador. Lo que lo hace un contrato basura es que no se ajusta a la ley ni respeta el hecho de que tendría que ser temporal por cierto tiempo, después pasar a planta. Entonces, desde ese punto de vista es enormemente precario.
LCV: ¿No hubo concursos?
—Sí, yo entré por concurso, casi todos entramos por concurso. En algún momento debe haber designaciones, pero mayormente cuando son jefes o cosas así no hay concursos. Pero después el resto, todos concursamos para ingresar.
LCV: Pero es una absoluta ilegalidad haber concursado y tener un contrato basura que además hace aporte. Digo, ahí hay un cúmulo de ilegalidades y una trama rarísima en el medio ¿Verdad?
—Lamentablemente ha atravesado a todos los gobiernos en los últimos 30 años la precariedad que se mantuvo y se va pasando. Cuando viene un gobierno, por ejemplo cuando fue el macrismo, también llevaron adelante 1500 despidos, con muchísimos compañeros con mucha antigüedad. Ahora también. Como decías vos, es uno de los hospitales más importantes de la Argentina, con lo cual muchos compañeros optan por irse, no hace falta ni que los echen. Porque ante tanta inestabilidad, tanto manoseo, tanto maltrato, y no da cuenta hasta el final este gobierno de que está atacando uno de los hospitales de mayor complejidad de la Argentina, donde se atiende muchísima gente que no tiene recursos. Ellos podrán pagarse sus clínicas, pero la mayoría de la gente tiene que venir al hospital público.
LCV: Yo quiero entender el tema de los aportes de jubilatorios. A ver, yo gané un concurso, entro a trabajar. El concurso implica que después de determinado tiempo, yo soy una persona de planta. No lo soy. Esto significa que tengo o un artículo 9 o tengo una planta transitoria. ¿De esas dos figuras es de donde sacan el aporte el sindicato y el aporte jubilatorio?
—Así es. Mayormente estamos bajo el artículo nueve, y después hay monotributistas. Pero bueno, el artículo nueve, por ahí, para el que no sabe, se puede rescindir unilateralmente a pesar de que tenga un año de duración.
LCV: Una barbaridad. Una barbaridad que personal de salud tenga artículo 9. Si bien en el marco de las contrataciones truchas es uno de los mejores, porque tiene justamente todo el sueldo en blanco, no tiene los famosos incentivos que disminuyen lo remunerativo a la mitad en algunas ocasiones, pero sí, efectivamente, una precariedad absoluta.
—Lamentablemente sí. Es más, hay un montón de compañeros que se jubilan estando contratados. A ese nivel llega a la precariedad.
LCV: La ilegalidad de esta historia es que si yo soy una persona que concursó, quiere decir que entré a una carrera administrativa. O sea que yo debería haber podido ascender categorías, tener cursos, posgrados, títulos, que todo eso me va sumando dinero, en tanto yo aporto más saberes. Pero si soy un ente chato, como entré, salí.
—Es como decís vos. Por eso es brutal el nivel de ilegalidad que hay en torno a los despidos y a las contrataciones.
LCV: Nuestros gobiernos le deben muchísimo a la gente. Realmente le deben muchísimo a la gente en más de un sentido. ¿Viste cuando dicen qué podemos hacer nosotros por la democracia? o ¿Qué hicimos por la democracia? Yo digo la democracia, pobrecita, sola no puede hacer nada. Realmente le dejamos el camino pavimentado a señores como Milei, porque no cuidamos para nada lo que teníamos a mano.
—Completamente, pero también hay una degradación de la atención sanitaria que se fue incrementando gobierno tras gobierno, no solamente en la cuestión de la precariedad laboral, sino también en la falta de atención preventiva primaria, para no entender el proceso de la enfermedad solamente cuando una persona tiene que acudir a un hospital. Entonces todo esto es un proceso de larga data, pero que ahora entra más en crisis.
LCV: La dictadura dentro del hospital Alejandro Posadas también hizo lo suyo. La represión dentro del hospital Posadas tuvo un lugar que hoy se recuerda como el chalet. Yo quiero saber qué memoria hay de ese 28 de marzo del 76 cuando las tropas del ejército ocuparon militarmente el Posadas. ¿Le importa a la gente? lAdemás de todo, ¿También se destruyó la memoria o en el Posadas hay memoria de estos y otros hechos?
—Es una pelea, porque es también lo que decís vos, pero también en el hospital Posadas hubo una elección de directores electos por asamblea, funcionaba un cuerpo de negocio en común con el barrio Mariano Pujadas, los trabajadores participaban de las coordinadoras interfabriles. Tiene una historia de muchísima combatividad que gobiernos como este, incluso todos los últimos gobiernos con su vaciamiento progresivo de la salud, fueron socavando esta tradición. Pero es una pelea también, como todo, es pelear por nuestra memoria, nuestra tradición, lo mejor que ha dado ese hospital, que ha sido un ejemplo no solamente desde su punto de vista sanitario, sino también desde la combatividad. Por eso funcionó, como decías vos, un centro clandestino de detención y al día de hoy todavía tenemos compañeros desaparecidos.
LCV: Es un hospital que tenían trabajadores, médicos, todas las jerarquías de trabajadores, tenían importantes cuadros de gente que pensaba que la salud del pueblo merecía tener otro tipo de trato. Fue un momento de oro del Hospital Posadas en la década del 70. Quizá por eso fue un objetivo militar tan directo, tan absolutamente directo.
—Sí, se quiso avanzar con una experiencia avanzada. Imaginate si ahora los trabajadores también pelearan por un directorio obrero como hubo en el año 75, que eligió al doctor Rodríguez Otero como su autoridad y a los jefes de los departamentos también. Sería un ejemplo realmente revulsivo para sacarse de encima a funcionarios que solamente vienen a aplicar recorte y ajuste como los que están ahora al frente del hospital.
LCV: Luis, vamos por eso, contá con nosotros. Mantenernos al tanto que nosotros queremos seguir esta historia, que no pase desapercibida.
—Muchísimas gracias. Estoy a disposición de ustedes. Un saludo para vos y toda tu audiencia.

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Metalúrgicos ayer y hoy. Anuncian plan de lucha y reclaman por la Causa El Villazo

El Congreso Nacional de Delegados, reunido en la ciudad de Mar del Plata, del que participaron 50 seccionales de la UOM de todo el país, anunció un plan de lucha que consiste en diez días de asambleas, un paro nacional seguida de paros progresivos de 48 y 72 horas en caso de no tener respuestas.
En la seccional de San Nicolás este lunes comenzaron las asambleas informativas de las distintas plantas fabriles para debatir con los trabajadores sobre el alcance del plan de lucha y fortalecer el reclamo desde las bases. Más allá del retraso salarial, el secretario general de la UOM, Abel Furlán, advirtió sobre la gravedad de la situación que atraviesa el sector: “Ya perdimos 22.000 puestos de trabajo y están en riesgo entre 30.000 y 50.000 más por la apertura indiscriminada de importaciones. Nos quieren imponer condiciones que no tienen relación con la realidad económica que estamos viviendo”, explicó.
Causa Villazo: “Seguimos reclamando que los alegatos y el veredicto se den en Villa Constitución”
Entre tanto, a 51 años del levantamiento obrero de Villa Constitución, en marzo de 1974, en la etapa final de la investigación de la causa judicial sobre los crímenes cometidos para reprimir el alzamiento obrero aplicando el llamado Operativo Serpiente Roja del Paraná y con la complicidad de Acindar, hubo un reconocimiento del lugar de los sobrevivientes del lugar donde se realizaron las detenciones ilegales y torturas en el predio de esa empresa. Se trata del conocido “Albergue de solteros”, uno de los primeros Centros Clandestinos de Detención que funcionaron en nuestro país, posteriormente destruido por la empresa. Allí mantuvieron cautivas y cautivos bajo tormentos a obreros metalúrgicos de la Lista Marrón y a quienes habían organizado la solidaridad de la lucha por la democracia sindical, por condiciones dignas de trabajo y de salud.
Marcelo Cortés, Secretario General de la CTA Autónoma Villa Constitución, relató que “los compañeros que ingresaron pudieron ubicar bien las instalaciones que ya no existen y además se sumó un señor que vivió en el barrio y pudo clarificar cada lugar”.
Mientras se llevaba adelante esta medida, en el portón del ex ingreso a la planta organizaciones de derechos humanos, sindicales y políticas realizaron un acto para apoyar a los testigos. “Hubo muchos gremios y público general que acompañó. Hay que continuar con fuerza porque seguimos reclamando que los alegatos y el veredicto se den en Villa Constitución”, concluyó.
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Pablo Flores: “Los trabajadores del ARCA no vamos a aceptar mansamente el ajuste de nuestros salarios”

El secretario general nacional de AEFIP, Pablo Flores, expone las razones detrás de las recientes medidas de fuerza llevadas adelante por los empleados estatales, que incluyen apagones y protestas frente a las principales centrales del ARCA. En un contexto de profundos reclamos por la pérdida de poder adquisitivo y el desmantelamiento de los organismos públicos, Flores nos comparte su perspectiva sobre la situación salarial, el impacto de las políticas del gobierno, la movilización de los trabajadores y la inminente realización de un paro general.
A su vez, aborda también las dificultades económicas que atraviesa el país y la creciente tensión social, que se ve reflejada en la falta de respuestas a los derechos laborales y las necesidades de los trabajadores.
LCV: “Ustedes están llevando adelante medidas de fuerza, apagones, protestas en las puertas de las centrales más importantes del ARCA, eh, por lo que están padeciendo ustedes como empleados estatales impositivos. Contanos un poco, porque sé que la última arremetida fuerte fue este 31 con la pérdida de una gran cantidad de trabajadores que tomaron el retiro, ese retiro voluntario casi forzoso, ¿no?”
Pablo Flores: “Sí, la verdad es que venimos con varios temas. Hoy estamos discutiendo la cuestión salarial. Nosotros tenemos congelado el salario desde febrero del año pasado, sabiendo que nosotros tenemos compuesto nuestro sueldo por un porcentaje de la recaudación. Ese porcentaje también fue disminuido dos veces, la alícuota de apropiación, durante el año pasado, una vez en junio, otra en enero. Y nada, estamos pretendiendo discutir una recomposición salarial, porque ya el ajuste es intolerable. Entonces eso hace que los crímenes informáticos generen un conflicto que va a seguir creciendo. Bueno, sumado a este desmantelamiento del organismo, que se da en parte con jubilaciones y retiros voluntarios, que muchos son, digamos, por miedo a perder derechos futuros, ¿no? Entonces, eh, me parece que la política del gobierno es bastante agresiva como para que nos quedemos de brazos cruzados.”
LCV: “Además, está esa agresividad. Por fin está empezando a tomar algún tipo de forma la respuesta, y esto tiene que ver con la movilización del miércoles y con el paro, eh, que está tomando forma para este jueves. ¿Cuál es tu opinión? ¿Cómo ves vos la adhesión? ¿Creés que va a ser importante? ¿Qué va a pasar con el tema de los transportes?”
Pablo Flores: “Yo creo que la movilización, eh, es acompañar a los jubilados después de la brutal represión. Los jubilados vienen organizándose, manifestando su reclamo legítimo a una jubilación digna. Son trabajadores que han aportado años de trabajo, no están haciendo otra cosa que reclamar su salario diferido, por el cual ya aportaron décadas de trabajo. Entonces, acompañarlos después de esa brutal represión y seguir, digamos, y acompañar ese legítimo reclamo es más que una obligación de la Confederación General del Trabajo. Bueno, me parece que la movilización empieza a ser un reclamo que va a ser permanente y, bueno, a esto le sigue el paro general por falta de discusiones paritarias. No se homologan los acuerdos, no hay, eh, no hay, digamos, discusiones salariales que acompañen la inflación, están muy por debajo del nivel de inflación, y un montón de situaciones de pérdida de puestos de trabajo. Bueno, hay infinidad de situaciones que hacen al mundo laboral, que hacen que este paro general empiece a tomar cuerpo. Yo creo que la gran mayoría de los trabajadores va a adherir a esta medida de fuerza.”
LCV: “El paro, o los apagones, o el tema del desmantelamiento de las capacidades operativas de los empleados, y el aporte intelectual que hacen, o sea, empleados preparados que son despedidos, o que, o que son suspendidos, o que tienen el retiro voluntario en el marco de los trabajadores impositivos y de los trabajadores de aduana, ¿cuál es el impacto que tiene en la vida de los ciudadanos?”
Pablo Flores: “Yo creo que en la vida general de los contribuyentes empieza a ralentizarse, eh, la atención en general. Lo que están expresando los trabajadores es una disconformidad total con la política, tanto la salarial como la del conjunto de sus derechos. Y esto va a afectar, sobre todo, en definitiva, a la recaudación nacional. La recaudación nacional sostiene todos los servicios que da el Estado, así que no es un tema menor. No solo quizás es una cosa inmediata, de si no atendemos durante 3 horas, hay un, eh, un contribuyente que no puede hacer un trámite. Me parece que, en la medida en que el gobierno no atienda los reclamos de los trabajadores, esto va a terminar afectando a la recaudación nacional, porque los trabajadores no vamos a aceptar mansamente ni los brutales ajustes ni la crítica de derechos.”
LCV: “En el marco de estas medidas económicas y de este lunes negro que está viviendo el mundo completo, y por supuesto está pegando el coletazo acá, y en tanto las medidas de Milei parecen ir en contramano con las medidas del mundo, ¿esta, esta, este problema recaudatorio se agudiza?”
Pablo Flores: “Yo creo que sí, porque el gobierno, digamos, no define un plan económico serio ni, ni siquiera es un plan económico que se pueda entender y que se pueda analizar como un plan económico. Me parece que son una serie de medidas de ajuste, de regulaciones, de transferencias de plata de un sector a otro, y todo se basa en un ajuste fiscal para sostener, digamos, la baja de la inflación, pero que está fixiando la economía. Y esto se pretende sostener con, primero, con el ajuste fiscal, segundo con un buen aporte que pasó el blanqueo, pero, bueno, la plata que dan estos márgenes se acaba y por eso ahora recurren al endeudamiento. Bueno, los límites que encuentran es que el endeudamiento no es tan fácil. Y bueno, el Fondo pide devaluación, el Fondo pide garantías de repago, con lo cual, digamos, si ellos fixan la economía, el Fondo Monetario es más reticente a que le digan ‘Bueno, no me vas a poder pagar’. Bueno, yo creo que tiene un frente muy complicado el gobierno, porque todo lo que expresó que iba a mejorar la situación de los argentinos la viene empeorando.”
LCV: “Hay un run acerca de que el Fondo Monetario, los acreedores, el mundo financiero, bla, bla, bla, estaría pidiendo en este momento un cambio, que no es que se vaya Caputo. ¿El cambio de collar tendría algún tipo de efecto, o lo que hay que cambiar es el perro?”
Pablo Flores: “Mirá, me parece que los gobiernos suelen, suelen hacer, como, eh, cuando están complicados, suelen hacer como una suerte, digamos, de, de, a ver cómo decirlo, de como darle otra impronta al gobierno, diciendo que viene otra situación mejor. La verdad es que si no cambia la política y cambian la persona, claro, eh, no, como decís vos, no hay que, no hay que dejar de sacarle el collar, hay que dejar de ser perro, pero bueno.”
LCV: “¿Dónde van a concentrarse mañana? ¿Y qué carácter va a tener el paro en tu sector el jueves, no el miércoles?”
Pablo Flores: “Estamos todavía viendo. Nosotros siempre convocamos ahí, a nuestra sede, que es en Alsina 1440, para unirnos después a la columna general de la CGT, porque estamos a dos cuadras del Congreso. Pero, eh, nada, el paro después es un paro de 24 horas, con lo cual, eh, nada, nosotros sencillamente adherimos y esperamos una gran adhesión de los trabajadores.”
LCV: “¿No es paro con concurrencia, o sí?”
Pablo Flores: “No, no, no. Paro, paro total, actividades sin asistencia al trabajo.”
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Caminar es resistir: una propuesta ambulante de David Le Breton y Walter Benjamin

Por: Carolina De La Torre.
En una era donde cada minuto está diseñado para la productividad, caminar sin rumbo es un acto de insumisión; es la grieta en el sistema, la pausa que desafía la velocidad que nos enajena.
Caminar es uno de los últimos actos de resistencia en un mundo que ha convertido el tiempo en una mercancía. Mientras la ciudad nos obliga a medir cada minuto en función de su utilidad, el flâneur –ese caminante sin causa– se desliza entre las grietas del sistema, eligiendo el extravío en lugar del destino. No le interesa la dictadura de los relojes, sino el ritmo impredecible de sus pasos, la textura del suelo, la forma en que la luz tiñe una esquina. Como advirtió Walter Benjamin, para ese paseante ocioso, la multitud es su velo, la trinchera desde la que observa sin ser devorado por la maquinaria del mercado.
El filósofo francés David Le Breton también lo expresa con claridad: “Cada paso es un gesto de apropiación del mundo”. Caminar es un acto de insumisión ante el torbellino moderno, una ruptura con la lógica que impone velocidad, eficiencia y productividad absoluta. En la caminata, el tiempo no es algo que se pierde, sino algo que se recupera, que se reescribe al margen de la vida. Se transita no solo el espacio, sino también la memoria, el alma misma de la vida. Se revelan ciudades que no existen en los mapas, sino en la manera en que el viento sacude un árbol, la sombra de un letrero que nunca antes había estado ahí o la propia escena única e irrepetible que sólo la pausa deja ver. Caminar es ir soltando, con cada paso, el nudo ciego que la sociedad de la prisa nos impone.
El flâneur es una anomalía en un mundo donde el movimiento debe ser lineal, estrictamente encadenado a una rutina que promete éxito; minuto a minuto, midiendo cuál es el siguiente paso para llenar la lista de actividades por hacer. Pero él desafía esa rigidez con la deriva, con la pausa sin justificación. En la economía del capital, el peatón sin destino es una pérdida, un estorbo en el sistema de la eficiencia. La ciudad ha sido diseñada para el tránsito “veloz” y sin interrupciones, para que la mercancía circule sin fricciones. Pero el caminante es fricción pura, una resistencia viva al ritmo impuesto.
Le Breton advierte: “El caminar libera el espíritu del peso del mundo”. Y en estos tiempos donde la realidad se desmorona bajo el exceso de información y la velocidad del consumo, caminar es aflojar la venda que nos aprieta los ojos. Es recuperar la calle antes de que se convierta en un decorado, en un flujo incesante de datos, publicidad y entes corriendo a la desgarradora rutina. Es reivindicar la existencia fuera del algoritmo repetitivo, del cálculo meticuloso de lo que debemos hacer cada segundo del día.
Y más aún, caminar es una forma de pensamiento. En una sociedad que ha convertido el tiempo en una cadena de producción ininterrumpida, donde cada instante debe ser optimizado, la prisa se convierte en un mecanismo de control. La velocidad no solo nos desplaza físicamente, sino que nos impide ver. “Caminar es también una forma de pensar”, dice Le Breton. Cuando todo se mueve tan rápido, el pensamiento crítico se evapora, la contemplación se vuelve un lujo. Y sin contemplación, sin ese espacio donde germinan las ideas, ¿qué queda de la humanidad? La enajenación no solo es un efecto de la prisa, es su esencia. Caminar es la última grieta en ese muro, la rendija por la que aún se filtran los susurros de la vida, las preguntas que solo pueden nacer en la pausa, en la soledad con uno mismo. “La lentitud es un derecho fundamental del espíritu”, señala Le Breton, y sin ella, la conciencia se marchita.
En este mundo, donde los autos han conquistado el paisaje y las aceras se reducen a meros fragmentos de lo que fueron, el caminante se ha convertido en un intruso. El automóvil, el tren, el avión: todos vehículos de la prisa, diseñados no para mirar, sino para llegar. “El hombre moderno ya no camina, se desplaza”, dice Le Breton. Y en ese desplazamiento, en esa obsesión por acortar distancias, se pierde la posibilidad de ver, de sentir, de existir y de cuestionar. Se borra el detalle, se anula el encuentro fortuito, se aniquila la posibilidad del asombro y contemplación. La ciudad, que alguna vez fue un espacio de exploración, se convierte en un simple tablero de trayectorias predefinidas, donde cada trayecto es solo un medio para un fin.
La velocidad lo consume todo, incluso el pensamiento. Ir de un punto a otro sin detenerse es la norma, y en ese vai ven se pierde la capacidad de reflexionar, de descifrar los secretos –o los no tan secretos– de la existencia. La contemplación, ese espacio donde germinan y florecen las ideas que nos hacen avanzar como humanidad, ha sido borrada. Caminar es la única forma de reabrir esa puerta, de recuperar las pistas que la vida deja entre las esquinas. Cada paso es un desafío a la prisa, un acto de resistencia frente al río que nos arrastra. Es enfrentarse a la incomodidad de estar a solas con nuestros pensamientos, pero también la oportunidad de florecer en esa soledad, de reencontrarnos con las preguntas esenciales que el ruido de la modernidad ha silenciado.
Hoy, más que nunca, la caminata está en peligro. Las aceras se reducen, los espacios públicos desaparecen y el peatón se vuelve un estorbo. Se camina menos y se consume más. Los vehículos han conquistado el paisaje, devorando la posibilidad del paseo errante. “Caminar es un arte que se desvanece en un mundo donde todo debe ir más rápido”, nos advierte Le Breton. La ciudad se ha vuelto una máquina de tránsito, un engranaje donde lo único que importa es llegar, nunca estar.
Qué nos queda entonces, sino caminar a contracorriente. Hacer del laberinto nuestro hogar y del paso errante nuestro manifiesto. Salir de casa como quien llega de lejos, redescubriendo el mundo en cada esquina, como si fuera la primera vez. Porque, como bien advierte Benjamin, la ciudad ya no es una patria, sino un escenario. Y en este teatro de lo fugaz, el caminante sigue siendo el último espectador lúcido.
Así, en la era de la prisa, quien aún camina sin rumbo desafía al tiempo mismo. Quien aún se detiene a observar, a escuchar los ecos que la velocidad silencia, a mirar las sombras es quien mantiene encendida la chispa de la conciencia.
Nota publicada en Pijamasurf.com


Metalúrgicos ayer y hoy. Anuncian plan de lucha y reclaman por la Causa El Villazo
El Kit del miedo, por Laura Giussani Constenla
