En el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, a 120 km de Bahía Blanca, funciona desde 1974 la Cooperativa de Provisión de Agua Potable y Otros Servicios de Saavedra. Con una comunidad de poco más de 3.000 habitantes, la institución no solo garantiza agua de calidad, sino que también brinda servicios sociales, traslados en ambulancia y hasta un vehículo oncológico. Gabriel Reser, con casi tres décadas en la cooperativa, relata cómo esta iniciativa comunitaria sostiene al pueblo, su relación con el movimiento cooperativo provincial y los nuevos proyectos que buscan mejorar la salud y la vida social de la localidad.
LCV: Contanos a qué se dedica la cooperativa de provisión de agua potable y otros servicios de Saavedra.
Gabriel Reser: Saavedra está en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, a 120 km de Bahía Blanca por la ruta 33, km 110. Es una localidad de 3.000 habitantes. La cooperativa brinda servicio de agua potable y servicios sociales: traslado en ambulancia y un auto oncológico para quien lo necesite.
LCV: ¿Cómo es Saavedra?
Gabriel Reser: Está situada a 10 km del cordón serrano y a 5 km de la ruta 33. Es un lugar espectacular, a 50 km de Sierra de la Ventana. Es una localidad agrícola-ganadera. Hace más de 20 años se creó la Unidad 19, una cárcel, que le dio mucho movimiento al pueblo.
LCV: ¿Qué impacto tuvo la Unidad 19 en la comunidad?
Gabriel Reser: Como en toda localidad chica, es difícil que los jóvenes tengan trabajo. La penitenciaría emplea a unas 400 personas, lo que genera movimiento económico y social.
LCV: Además de la cárcel, ¿qué actividades económicas hay?
Gabriel Reser: La producción es agroganadera, con cereal y hacienda. Pigüé es la cabecera del partido y Villa Blanca es la ciudad más grande de la zona, de la cual dependemos para hospitales y servicios.
LCV: En tu distrito ganó Milei, ¿verdad?
Gabriel Reser: Sí, acá ganó. En el partido de Saavedra también, con una diferencia que rondó los 800 votos.
LCV: ¿Cómo es la convivencia política en una localidad tan chica?
Gabriel Reser: Tenemos la ventaja de conocernos y la desventaja también. Políticamente, lo que se hace es para sumar al pueblo. Saavedra fue ferroviaria, llegó a tener 5.000 habitantes. Con el ferrocarril apagado, la unidad penitenciaria y el campo reactivaron la economía local.
LCV: ¿Cómo es la vida social en Saavedra?
Gabriel Reser: Somos unos 3.000 habitantes, un pueblo de “puerta abierta y llave puesta”. Tenemos dos escuelas primarias, un jardín de infantes, un secundario, dos clubes, biblioteca popular, Banco Provincia. Cultural y deportivamente estamos bien cubiertos.
LCV: ¿Cuándo se creó la cooperativa?
Gabriel Reser: En 1974. En 1979 empezó a proveer agua. Se arrancó con 450 medidores y hoy tenemos 1.050.
LCV: ¿Cuántas personas trabajan en ella?
Gabriel Reser: Siete empleados. Hay área administrativa, servicios sociales y sepelio, traslado en ambulancia y mantenimiento de la red de agua.
LCV: ¿Qué relación tienen con el sistema cooperativo provincial?
Gabriel Reser: Muy buena. El SPAR apoyó con créditos y obras. Se hicieron tres pozos de explotación. El agua es de muy buena calidad por estar cerca de la sierra. Los servicios sociales también acompañan mucho.
LCV: ¿Participan de capacitaciones del IPAC?
Gabriel Reser: Sí. Fue muy positivo que pusieran subdelegados en distintos lugares de la provincia. Estamos a 600 km de La Plata, y las capacitaciones, como la última en Pigüé, son fundamentales para nosotros.
LCV: ¿Qué edad tenés y cuánto llevás en la cooperativa?
Gabriel Reser: Tengo 56 años. El año que viene cumplo 30 en la cooperativa.
LCV: ¿Cómo ha sido la participación de la comunidad en estos años?
Gabriel Reser: Pasó mucha gente por los consejos de administración. No siempre es fácil conformarlos, pero la cooperativa siempre se destacó por el compromiso con el pueblo.
LCV: ¿Tu familia también participa?
Gabriel Reser: No. Mi señora es peluquera y tengo una hija de 15 años que cursa la secundaria en Saavedra.
LCV: ¿Hay algún proyecto nuevo?
Gabriel Reser: Sí. Queremos sumar consultorios médicos, porque el hospital local es chico y faltan especialidades. Ya está en marcha un consultorio odontológico, y la idea es sumar cardiólogo, traumatólogo u otros profesionales que puedan venir periódicamente. Lo hacemos sin rédito económico, solo para cubrir una necesidad de la comunidad.
LCV: Es muy importante lo que cuentan, porque muchas veces las localidades pequeñas no tienen voz.
Gabriel Reser: Nosotros decimos que “Dios está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires”. Y sí, estamos alejados: nos tenemos que conformar con un cardiólogo cada 15 días.