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Planeta Giussani

La rebelión de las polleras, por Laura Giussani Constenla

Hay nombres familiares para el feminismo, Emma Goldman o Virginia Bolten entre tantas otras, se convirtieron en referentes universales de la lucha por la dignidad de género. Todas de origen europeo, con formación socialista o anarquista. Sin embargo, poco se habla de Petrolina Infantes, La Peta.

El asunto es bastante curioso: el feminismo en Bolivia estalló y creció por un asunto de polleras. La historia es así:

El único medio de transporte en La Paz de los años treinta era el tranvía y tenía vagones diferenciados, en uno iban las ‘señoras’ y en otro las collas de pollera, generalmente cocineras o trabajadoras domésticas de las señoras blancas del vagón de al lado. De acuerdo a algunos titulares de prensa podemos inferir que, el odio de clase era alevoso y público: “Porque no hizo una sabrosura huarjata, recibió nutridos palos la cocinera”; “Una criatura es salvajemente flagelada por su patrona”; “Entre otros sistemas de castigo, una cruel patrona aplicó el de la plancha caliente”.

No contentas con humillarlas diariamente decidieron aumentar la distancia en los medios de transporte. El  31 de julio de 1935, el municipio de La Paz aceptó sus reclamos y por decreto suprimió el vagón para collas, directamente les prohibían viajar. Estos fueron los argumentos textuales:

“Evitarse las infecciones en los tranvías. Queda terminantemente prohibido permitir la subida a los coches con cualquier bulto voluminoso que pueda entrar en contacto con los demás pasajeros, así como las personas con muestras visibles de desaseo o cuyas ropas puedan contaminar a los demás pasajeros o despidan mal olor. Cualquier pasajero tendrá derecho a que los cobradores hagan salir del coche a tales personas”.

“¿Por qué no podemos subir a los tranvías cuando los tranvías están para las cholas y no para las señoras? las señoras ocupan automóviles, el tranvía es para las que trabajamos”.

No era complicado individualizar a las indeseables, las ropas que podían contaminar a los demás pasajeros eran sus típicas polleras. Fue la gota que faltaba para el estallido. No solo eran explotadas, torturadas y humilladas, ahora también tenían prohibido viajar en colectivo.

En los mercados de la ciudad surgió un murmullo incontrolable. Las collas cocineras decidieron organizarse y un mes después nacía el Sindicato de Culinarias, impulsado por Doña Peta, que insistía con un argumento incontrovertible: “¿Por qué no podemos subir a los tranvías cuando los tranvías están para las cholas y no para las señoras? las señoras ocupan automóviles, el tranvía es para las que trabajamos”.

Les llevó muchos años de lucha, pero gracias al nacimiento de Las Culinarias se lograron conquistas trascendentales

Las masivas y aguerridas manifestaciones de las culinarias lograron anular el decreto segregacionista y volvieron a viajar en tranvía. Si el movimiento negro antirracista de Estados Unidos, surgido en los sesenta, que tuvo a Marthin Luther King como mayor exponente, nació por una prohibición similar entendida como discriminación racial en un medio de transporte púbico, en Bolivia la persecución se entendió como una discriminación de género, de clase y de identidad cultural.

Las sirvientas, niñeras y ‘macapayas’ plantaron bandera y el movimiento que empezó con Petrolina Infantes creció, se identificaron con el anarquismo y surgieron otros sindicatos considerados ‘anarcofeministas’ como la Unión Femenina de Floristas o el Sindicato de viajeras del Altiplano. Fue así como nació la FOF (Federación Obrera Femenina) que logró impulsar el crecimiento de la FOL (Federación Obrera Local).

Les llevó muchos años de lucha, pero gracias al nacimiento de Las Culinarias se lograron conquistas trascendentales como el derecho al divorcio, el reconocimiento del arte culinario como profesión, el descanso de los trabajadores el domingo, la creación del guarderías para madres trabajadoras, y la abolición de la obligatoriedad del carnet de identidad y sanidad.

Para la cultura occidental suena raro un que movimiento feminista surja reivindicando la pollera. Igual, ¿Por qué deberíamos usar pantalones? Identidad cultural, de género y de clase fueron los condimentos de este movimiento.

A recordar ese nombre, entonces. Gracias Petrolina Infantes, gracias Peta, gracias y todas las collas que lucharon por la dignidad.

 

https://soundcloud.com/user-106881388/la-rebelion-de-las-polleras

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LCV

Especiales LCV/Plan de Defensa de EEUU para America Latina.

1-En busca del ‘Patio Trasero’ perdido

Dijo el próximo embajador de Estados Unidos en Argentina, Peter Lamelas, frente al Senado de su país: “El desafío es que cada una de las provincias tiene su propia administración y cada uno de ellas puede hacer acuerdos con China. Yo quiero tener diálogo no sólo con el PresidenteGerardo WertheinLuis Caputo o Santiago Caputo; sino con las demás provincias. Tenemos que seguir apoyando la presidencia de Javier Milei con el objetivo de construir una mejor relación entre ambos países”. Una suerte de Virrey que recorrerá de norte a sur Argentina para imponer su política comercial. Y agregó: “De ser confirmado, me mantendré firme contra la influencia maligna de potencias adversarias en la región, ya sean actores ambiciososo regímenes autoritarios como Cuba, Venezuela, Nicaragua, China, Irán y otros que buscan socavar los valores democráticos. Creo que nuestra relación entre Estados Unidos y Argentina será un ejemplo brillante para el resto de Latinoamérica”. De tal forma, marcó con claridad la mirada de los republicanos y su división mundial entre ‘buenos’ y ‘malos’, como en los tiempos de la Guerra Fría en los que una imaginaria ‘cortina de hierro‘ aislaba el Occidente del Oriente y los espías eran moda con James Bond. Caído el Muro de Berlín, anulada la Unión Soviética, los límites siguen siendo claros pero sinuosos. Ya no los separa la ideología sino el comercio y sus armas.

A pesar de la altisonante declaración de John Kerry, cuando era un alto funcionario de Barack Obama, quien sostuvo:“La Doctrina Monroe está muerta” -doctrina que establecía que latinoamerica era el ‘Patio Trasero de EEUU’- un informe de la BBC news de Brasil cita al profesor de Ciencias Políticas en el Berea College, en EE.UU., y también en la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo, Carlos Gustavo Poggio, quien asegura: “La Doctrina Monroe nunca ha estado tan viva. Más aún viendo una Casa Blanca [bajo la administración del republicano Donald Trump] cuya cabeza está en el siglo XIX”.

Cabe recordar que en abril de este año Pete Hegseth, actual Secretario de Defensa de EE.UU, declaró en The Will Cain Show de Fox News que Estados Unidos debe recuperar influencia en su “patio trasero perdido” ante China.

Cómo llegamos de la doctrina Monroe surgida en siglo XIX que en Argentina tuvo su momento de apogeo en los tiempos de Braden o Perón, y su transición, en los años 60/70, hacia la Escuela de las Américas que abandonó toda diplomacia para especializarse en fomentar golpes militares y en la formación de eficientes torturadores, hasta derivar en el Centro de Estudios de Defensa Hemisféricos William Perry que forma a buena parte de los supuestos ‘libertarios’ es lo que intentaremos dilucidar en este informe.

En La Libertad Avanza son varios los cuadros formados en el Centro William J. Perry dependiente del Ministerio de Defensa de Estados Unidos – entre ellos: los ideólogos Agustín Laje y su mentor Nicolás Márquez; la vicepresidenta Victoria Villarroel; Graciela Valeria Kowalewsky designada recientemente coordinadora de la Unidad de Agentes Encubiertos creada por la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich– una curiosa coincidencia que torma imprescindible dejar de considerar de manera ligera algo que puede ser un nuevo plan estratégico de los Estados Unidos con relación al continente americano.

La Derecha Fest cordobesa, con un Presidente desencajado gritando contra los ‘zurdos parásitos’, influencers que se autoperciben como brazo armado del movimiento ultraconservador blandiendo un celular como principal arma, y un supuesto intelectual, Agustín Laje, cooptado a los 15 años por el abogado del Opus Dei, Nicolás Márquez, que recita la ideología de la autosuperación darwiniana para la cual los desheredados de la tierra son simples fracasados, perdedores, ‘loosers’, indica algo que excede una ‘moda’ ultraconservadora o fascista .

Convencidas de que no fue magia ni una conspiración mundial de ‘locos sueltos‘, iniciamos un recorrido sobre la política de Estados Unidos con relación a América Latina de los últimos años.

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2.William Perry y la ‘represión woke’

Todo empezó en los 90. Concluída la era de golpes militares apoyados por Estados Unidos en América Latina, la famosa Escuela de las Américas comenzó a languidecer frente al cúmulo de denuncias internacionales por violaciones de los DDHH. Fundada en Panamá en 1946, su nombre original fue Latin American Training Center – U.S. Ground Forces y recién en 1963 se convirtió en U.S. Army School of the Americas o Escuela de las Américas. Aunque inicialmente asistían a sus cursos tanto militares norteamericanos como latinoamericanos, a partir de 1956 redujo la instrucción sólo a sus pares de América Latina, con cursos brindados exclusivamente en idioma español.

La desclasificación de los documentos del Pentágono en 1996 demostró que sus talleres de contrainsurgencia consistían en la enseñanza de métodos de tortura y fusilamientos ilegales de los cuales participaron buena parte de los militares latinoamericanos acusados de crímenes de lesa humanidad.

Un año después de esta publicidad negativa sobre la injerencia norteamericana en los golpes y violaciones a los Derechos Humanos de Estados Unidos en el continente, se creó el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa (CHDS) el 17 de septiembre de 1997. La inauguración fue con bombos y platillos, durante una Conferencia Hemisférica de Educación y Defensa que duró dos días. En el ’98 lanzó sus primeros cursos y seminarios. Su fundador fue el Secretario de Defensa William J. Perry, de quien tomó el nombre años después.

Acosada por las denuncias, la histórica Escuela de las Américas dejó de existir en el año 2001. La estrella para la formación de la derecha latinoamericana pasó a ser el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry. A pesar de depender del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, con sede en el Pentágono, comenzó a trabajar simultáneamente con la National Defense University, curiosa universidad que tiene como objetivo, según su página oficial, capacitar “a combatientes conjuntos y otros líderes de seguridad nacional en el pensamiento crítico y la aplicación creativa del poder militar para informar la estrategia nacional y las operaciones globalmente integradas, en condiciones de cambio disruptivo, con el fin de prevalecer en la guerra, la paz y la competencia.”

Entre la ‘aplicación creativa del poder militar‘ se cuenta abrir sus puertas a nuevas experiencias con cursos que ya no estan dirigidos sólo a militares sino también a civiles interesados en proteger los intereses de Estados Unidos en la región. Los métodos que aplican no consisten necesariamente en el uso de las armas, los talleres contrainsurgentes para civiles requieren políticas nuevas. Como ya fue dicho, por allí pasaron algunos de las principales figuras de La Libertad Avanza, Victoria Villarroel figura en la lista de sus alumnas más destacadas tal como figura en la información proporcionada en su página oficial.

Victoria Villarroel, vicepresidenta argentina. ¿’Traidora del modelo libertario’ o Plan B del Pentágono?

En nuestras aulas se crean redes de colaboración entre civiles y militares, se estrechan relaciones entre profesionales y funcionarios de gobierno, también se crean discusiones de alto nivel desde cursos enfocados en la gobernanza, estrategias en seguridad y defensa, gestión del riesgo y ayuda humanitaria, derechos humanos, ciberdefensa e inteligencia artificial, entre otros temas de relevancia para los gobiernos”, señaló Paul Ángelo, actual director de la institución, durante una conferencia en la República Dominicana. Por su parte, la encargada de la ‘Oficina de Egresados’, Georgina Crovetto, explicó que ya son más de 10 mil los profesionales graduados en el Centro Perry. Una especialización en defensa a la que no puede asistir cualquiera ya que, como bien dijo Crovetto, realizan “una exhaustiva etapa de preselección, los aspirantes son becados para una experiencia única en sus vidas” y señaló que los ex alumnos mantienen lazos permanentes con el Centro Perry, quienes se transforman en una suerte de coach para políticos de derecha, maestros al que siempre podrán recurrir gracias a la existencia de una oficina dedicada exclusivamente a ellos. Es decir, no se trata de un simple taller sino de una verdadera pertenencia a futuro ¿Cuál será el criterio de selección de los aspirantes impuesto por el Pentágono? Una identidad absoluta con sus objetivos. Es decir, no se trata de un simple taller sino de una verdadera pertenencia a futuro. Y pertenecer tiene sus privilegios.

¿Quién es el actual director del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry? Así lo describe la revista digital del Colegio Militar de la República Argentina en una publicación de marzo de 2025: “El Dr. Paul J. Ángelo asumió su cargo como director del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry el 21 de junio de 2022, después de ser seleccionado por la Oficina del Secretario de Defensa. Su trabajo anterior en el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) incluyó roles como Becario de Estudios sobre América Latina y Becario de Asuntos Internacionales. Allí se enfocó en las relaciones entre los Estados Unidos y América Latina, el crimen transnacional, la asistencia de seguridad y la inmigración. Durante su mandato como becario de Asuntos Internacionales, él también representó al Departamento de Estado de los Estados Unidos en la Embajada Americana en Tegucigalpa, Honduras, donde dirigió la cartera de seguridad y justicia del embajador. En la Sección Política, él brindó asistencia técnica a la comisión de reforma policial de Honduras; apoyó al desarrollo de estrategia y el establecimiento de una agenda para los afrodescendientes, los indígenas y los movimientos LGBTQ+ para mejorar la participación cívica; y lideró el análisis legal y de política sobre la violencia, el crimen y tendencias migratorias. Su servicio anterior en la Armada incluyó giras en una posición de la OTAN, con base en el Reino Unido, a bordo de un destructor desplegado en la región de Asia-Pacifico, y como instructor en la Académica Naval de los Estados Unidos, donde impartió cursos de español y política latinoamericana. Durante su carrera naval, Ángelo se desplegó a Colombia en tres ocasiones durante el trascurso de más de una década. Durante su misión más larga en Colombia, se desempeñó como enlace principal de la Embajada de los Estados Unidos con la armada y la policía colombiana en la altamente conflictiva costa del Pacifico. Fue directamente responsable de la planificación de misiones interinstitucionales enfocadas en mejorar la gobernabilidad local, el estado de derecho y la seguridad en apoyo del Plan Colombia, y encabezó la coordinación e implementación de la misión humanitaria bilateral más grande de la Embajada en 2011.”

Hasta aquí, la curiosa presentación del director del que incluye en agenda un plan destinado a afrodescendientes, pueblos originarios y LGBTQ+. No especifica en qué consiste su estrategia. Ignoramos si formar parte de la agenda significa una preocupación relacionada con dichos grupos, voluntad de inclusión o aniquilamiento. Su sola mención entre los contenidos es toda una novedad.

El Centro William Perry estableció convenios con decenas de universidades. Su voluntad de expansión en el ámbito de la educación es notable. El 4 de agosto de 2023 firmó un convenio de colaboración académica con la sede del rectorado de la Universidad Nacional Raúl Scalabrini OrtizUNSO- que en su portal explica los méritos del Centro Perry que tiene “como misión colaborar e impulsar a la comunidad de profesionales de seguridad y defensa en América; a través de la academia, la investigación y la divulgación.” De la firma de esta declaración de colaboración conjunta participaron el director del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry, el Dr. Paul J. Angelo, la rectora de la Universidad Nacional Raúl Scalabrini Ortiz, Dra. Adriana López, el director de la Carrera de Ciberseguridad, Ing. Pablo Lázaro, y los miembros fundadores del Capítulo Argentina del WJPC y profesores de la Carrera de Ciberseguridad, Lic. Maximiliano Scarímbolo, Dr. Sergio Arribá, Lic. Mariano Jacquet y Lic. Gabriel Greco.

A pesar de sus enunciados que expresan toda la ‘creatividad militar’ apelando una y otra vez a los Derechos Humanos, los hechos parecen refutar tanta bondad.

El Centro fue objeto de varias investigaciones por denuncias de abuso sexual de sus empleadas, o sospechas de participación en golpes militares del siglo XXI. En el año 2015, trascendió la existencia de un documento interno del Comando Sur que informaba sobre correos electrónicos con tintes raciales y lenguaje discriminatorio entre funcionarios del centro de capacitación en defensa. En febrero de 2017, el Miami Herald publicó un artículo sobre su ex decano, Craig Deare , donde mencionaba “un historial irregular de apoyo y participación con algunos de los violadores de derechos humanos más notorios del hemisferio occidental”. Por su parte, Carl Levin, abogado y político demócrata, por entonces presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, interpeló al Centro William Perry para Estudios Hemisféricos de Defensa del Comando Sur de los EE. UU sobre su presunta participación en el golpe militar de 2009 en Honduras y la posible permanencia de funcionarios de la Escuela de las Américas en sus filas. 

En la próxima entrega, veremos las distintas denuncias de violaciones de los Derechos Humanos, violencia de género con empleadas, sospechas de la participación del Centro Hemisférico de Defensa y Seguridad William Perry en el golpe de Honduras y otras zonas oscuras del moderno plan para el continente del Pentágono.

Investigación y textos: Laura Giussani Constenla. Julio de 2025.

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LCV

Anarquistas del mundo, uníos!, por Laura Giussani Constenla

Años atrás, solía recorrer la calle de tierra frente a mi casa un vecino que vendía pan y huevos. Andaba con su bicicleta y un canasto ganándose el peso. Solíamos charlar sobre la vida y el mundo. Sus humores políticos eran cambiantes. Una mañana, se detuvo en la puerta y bufó: “Hoy me desperté con el tal comunismo”, para lanzarse a insultar las políticas del gobierno blanco en Uruguay. La frase quedó grabada en la familia.

Bueno, hoy, yo me levanté ‘con el tal anarquismo’. Cómo podemos permitir que el esperpento que tenemos como presidente apele al anarquismo para definir sus políticas ultraconservadoras. Basa su caracterización en una ferrea voluntad de destruir el Estado por dentro. Con un discurso que rompe toda lógica, nos roba hermosas palabras desarmando un rompecabezas histórico y social que tanto nos costó construir. Patea el tablero con el único fin de descolocarnos y paralizarnos.

Es verdad que el anarquismo era crítico al Estado, pero los motivos de la crítica eran bastante distintos, consideraban que esa forma organizativa de la sociedad nacía con el capitalismo y tenía como único fin perpetuar una situación de injusticias, opresión e inequidad. Intentaremos desmontar una de las principales falacias de Milei y sus acólitos.

La definición de Estado es tener el monopolio de la fuerza dentro de un territorio

¿De qué hablamos cuando hablamos de Estado? Según todos los diccionarios y estudiosos, el Estado es un tipo de organización política que tiene como principal característica, como base fundacional, el monopolio del uso de la fuerza dentro de un territorio. Ese es el pilar sobre el que se construye una estructura rígida administrativa y burocrática para hacer cumplir las leyes autoimpuestas.

Puede tener distintas formas de gobierno: autoritario, democrático, socialista, monarquico, peronista, comunista, etc. Las características de cada Estado dependerá de su Constitución o de lo que se dio en llamar un Contrato Social. ¿Quiénes firmaron ese contrato? Yo señor? No señor. Pues entonces quien firmó? Sin duda los ganadores de alguna guerra, los poderosos de la tierra, que establecieron las condiciones. Puestos por ellos los límites, sólo resta defenderlos con el uso de la violencia de las armas frente a cualquiera que viole los principios sobre los cuales se armó esa arquitectura política.

Sin aburrir con definiciones sociológicas, citaré solo una, la de Max Weber quien en 1919 define al Estado moderno como una «asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio”. Y va más allá, es “el monopolio de la violencia legítima como medio de dominación y que, con este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de sus dirigentes y ha expropiado a todos los seres humanos que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas».

Los anarquistas, es cierto, tenían como punto focal anular esa forma política organizativa a través de diversas propuestas que iban de Proudhon a Bakunin o Kropotkin, quienes con variantes apuntaban a acabar con un sistema de clases sociales en donde el fetiche de la propiedad privada debía ser destruida por ser la causa de las injusticias, tanto sociales como políticas. Los anarquistas abogaban por colectivizar los medios de producción a través de gestinones obreras, con una organización política descentralizada y comunitaria.

Una cosa es dinamitar el Estado para los anarquistas y otra muy diferente hacerlo para los capitalistas

El Estado, como cualquier otro producto de la sociedad, la cultura, es decir, como cualquier otro invento de organización social de la humanidad, es discutible. Pero una cosa es dinamitar el Estado para los anarquistas y otra muy diferente, hacerlo para los capitalistas.

Si, en definitiva, el Estado consiste, fundamentalmente, en “el monopolio de la fuerza”, cualquier libertario lo primero que debería combatir para acabar con él sería aniquilar el sistema de seguridad. Pero no. De todas las burocracias estatales, las únicas que cobra fuerza en el gobierno ‘libertario’ son la policía y los militares, además de los sistemas de inteligencia. La represión avanza. ¿Eso nos hará más libres o más dominados?

Posiblemente este Topo dentro del Estado quiere arrasar con todo, sin embargo, en lugar de dejar a las Fuerzas del Cielo el orden de las cosas, el único presupuesto que aumenta sin problemas es el de las Fuerzas de Seguridad, bien terrenales, ellas.

En lugar de dejar a las Fuerzas del Cielo el orden de las cosas, el único presupuesto que aumenta es el de las fuerzas de seguridad. El pilar del Estado.

La libertad, para estos libertarios del siglo XXI, es la sublimación de la propiedad privada, pagar menos impuestos, poder comprar cosas baratas importadas. Todo lo que una persona supuestamente decente, debe tener. Claro que hay un 50% de la población que carece no sólo de alguna propiedad sino de lo más básico, dinero para alimentarse y vestirse. En su simplismo teórico, Milei considera que los que no tuvieron nada hasta ahora, o lo perdieron, “por algo será”: tontos, inútiles, delincuentes, drogadictos, buenos para nada. Gente que no pudo crecer, siguiendo las claras reglas del capitalismo (entre las principales: pisarle la cabeza al de al lado).

Nos encontramos en una situación curiosa. Así como los anarquistas debieron huir de los regímenes comunistas porque no desbarataron ese monopolio de la fuerza, por el contrario, avalaron la Dictadura del Proletariado, Milei da la sensación de seguir un camino similar, llegar al ‘no Estado’ soñado a través de una dictadura del capitalismo. El topo dentro del Estado elegirá destruirlo cuando no haya oposición alguna.

Claro que el capitalismo también tiene sus matices. En tiempos de antagonismo entre capitalismo y socialismo, allá por los años 40, Perón inventó el término de la Tercera Posición, que consistía en un Estado Capitalista con Justicia Social. Quien debía garantizar esa igualdad de oportunidades, en este caso, era también el Estado. Podemos discutir si esto es posible o si hiere los cimientos mismos del Capitalismo que tiene como ídolo americano al Self made Man. El hombre que se hace solo.

Hacia allí también dispara sus dardos venenosos el supuesto anarcocapitalismo. “Hay algo más aberrante que la justicia social”? Suele preguntarse el presidente. El capitalismo debe presentarse en su versión más pura: nada debe interferir en el destino de los hombres. El Estado menos que menos.

Perón llegó a apagar el incendio de una lucha de clases desatada y comprendió que el Estado debía ser arbitro y garantizar un equilibrio social

Del Estado sólo le gusta mantener el monopolio de la fuerza. Nuestro titán antiestado, el guardián de la Libertad, quiere volver a un momento previo, a nuestros orígenes como país capitalista, cuando nadie podía conquistar derechos sin recibir balas a cambio. Y aún así, los conquistaron. Fueron, sobre todo, los anarquistas y socialistas de principios del novecientos. Luego, Perón llegó a tratar de apagar el incendio provocado por esa guerra de clases y entendió que el Estado debía ser arbitro y garantizar un equilibrio social en el que los trabajadores no perdieran, al menos, la dignidad.

Nuestro autopercibido León, nuestro Rey de la Selva, quiere volver, como es lógico, a la ley de la selva. Sin atenuantes, que sobreviva el mejor, siguiendo cierto darwinismo social. Está claro que el mejor será siempre el dueño de los medios de producción, quien es el que maneja, de manera eficaz, el monopolio de la fuerza del Estado.

Confieso que a mí el Estado, tal como lo conocemos, como una organización armada que apunta contra el pueblo y se apoya en una burocracia política que no nos representa, tampoco me gusta. Pero por motivos totalmente contrarios a los que expone Milei y su supuesto anarquismo libertario.

Y, mientras el Estado exista, prefiero, obvio un Estado arbitral, que garantice al menos la vida, la salud, la educación, la dignidad de los desposeídos de la tierra. Esa parece haber sido la razón de ser de la continuidad del peronismo como movimiento siempre vivo. Siempre atento a dar algunos derechos a ‘los pobres’. No en destruir a los ricos y de ese modo acabar con la pobreza. Entonces sí seríamos libres.

Cansada de los engañapichangas semáticos, pido, al menos, que las palabras recobren su valor. No nos dejemos robar más significados, quedaremos huérfanos de ideas.

A mis queridos libertarios, los verdaderos, les digo: Anarquistas del mundo Uníos. Combatan a este impostor. Si de retroceder dos siglos se trata, me meto en el túnel del tiempo y me uno a ellos, con sus hermosos himnos cargados de fuerza y emoción.

Hasta la próxima, y salú!

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LCV

La cultura de la crueldad o la infantilización de la política, por Laura Giussani Constenla

Todavía en estado de shock por el discurso de Milei en el encuentro de La libertad Avanza en La Plata. Ojalá que no nos acostumbremos, mantengamos un estado de perplejidad ante cada acto de deshumanización de la política. La semana pasada, dijo el presidente ante una multitud que lo vitoreaba: “¿La crueldad? Sí, soy cruel, ´kukas´ inmundos, sí soy cruel con ustedes, con los gastadores, con los empleados públicos, con los estatistas, con los que les rompen el culo (sic) a los argentinos de bien”.

Más allá de lo increíble que resulta un presidente confesando que odia a sus empleados (que no son Gasalla, son los que mantienen en pie al país con hospitales, escuelas, bibliotecas, organismos dedicados a mejorar la calidad de vida de sus hermanos), al tiempo que considera que hay “argentinos de bien” a quienes le rompieron el culo.

La ambigüedad de la frase provoca una reacción curiosa que quizás explique la popularidad de semejante personaje. Todos o casi todos los argentinos podrían sentirse identificados con “esos a los que le rompieron el culo”. Por motivos totalmente diferentes, a todos nos rompieron un poco el culo: por pobres o pequeños empresarios, por homosexuales o por mujeres, siempre por estatales -porque si a alguien le rompieron el culo en las últimas décadas fue a los profesionales del Estado, incluída la década ganada de Cristina, en la que no pudieron ganar su derecho a un sueldo digno y en blanco, por no meterme en temas más inquietantes-.

Plata Dulce. Icónica escena: ‘Llega la factura del gas, pic, llega la factura de la luz, pic…pic, pic, pic”

Hubo tanta sobreactuación del Bien, que finalmente El Mal está resultando seductor.

Además, ese temita de “los argentinos de bien” me recuerda a la consigna de la dictadura: Los Argentinos somos Derechos y Humanos. Medio país llevaba en su coche o repetía la consigna con orgullo: Somos Derechos y Humanos. Los militares se sentían guardianes del ‘bien’ y la ‘democracia’. Todos los golpes militares se hicieron en nombre de los ‘altos valores democráticos’. Su lucha por la supuesta democracia fue tan feroz que no dudó en matar, torturar, descuartizar, tirar gente viva al río, robar bebés, anular toda expresión popular a través del terror del Estado, y enriquecerse y robar, mientras se arrodillaban frente a poderosos y llevaban adelante un plan económico de endeudamiento y destrucción de los pilares de la industria nacional, entregando un país hambreado en solo siete años de gobierno.

Hubo algo más cruel que la dictadura militar del 76 al 83? Difícil de imaginar.

Sin embargo, Videla murió creyendo en la ingratitud del pueblo: los militares, creyeron que habían triunfado -y habían triunfado, al menos los otros/nosotros habíamos sufrido una derrota que nos quebró el alma- Ya sea por Malvinas o porque el imperio andaba rondando otras playas, los milicos le abrían las puertas a la democracia. Se creyeron impunes, héroes de la Patria: ‘Atrás, comunistas, atrás. Adios subversión trostskysta o peronista. Aquí le devolvemos la bandera argentina planchadita, planchadita, planchadita’.

Cómo hicieron Videla, Massera y Agosti, junto a sus conmilitones, para lograr semejante victoria? Transformaron en fieras feroces a sus tropas. Las cebaron con ideología nazi -se sabe, solo así se recupera la democracia, dirían en sus elegantes reuniones, sembradas de whisky o champaña, y muejeres de todo tipo, señoras elegantes o bataclanas, que admiraban el poder de los hacedores de la ‘paz’-.

(cualquier referencia a Trump que salta de guerra en guerra, tira misiles aquí o allá, para tener un mundo en paz, según sus dichos, es pura casualidad.)

Más allá de haber convertido en monstruos a sus tropas y a buena parte de la sociedad argentina, todavía se escudaban en algo humano: disfrazar su ferocidad en “lucha por un bien común”: La Patria, La Democracia, La Soberanía o Dios. Grandes palabras que sirvieron como cohartada de la masacre. Todavía, a décadas de distancia y juicios y condenas, mantienen un discurso monolítico, hasta los arrepentidos: “Lo hacíamos contra un mal mayor”.

Parecía imposible, pero quizás Milei sea aún peor que los dictadores. Es aún más cruel que cualquier animal, un león que destroza un venado no es cruel porque no tiene conciencia de su acto, se supone que un ser humano sí. Sabe lo que hace y dice, también sus consecuencias. En ese discurso que quedará en los anales del mal, agregó:

La fábula de la rata inmunda y el León poderoso

Entonces, mientras las ratas inmundas y sus compañeritos de trabajo, mis excompañeritos de trabajo (los diputados) quieran reventarnos el resultado fiscal con políticas demagógicas, lo que no se dan cuenta es que podrán retrasar un poco el ritmo al que nos expandimos porque nos hace subir el riesgo país, pero la gente los va a castigar en las urnas. La gente entendió que ajustar al fisco es devolver el dinero a la gente, y la gente está mejor.

He aquí la banalización del bien y del mal. Ya no es un mundo libre, justo, soberano, en un país feliz sin discriminación, en donde todos podamos comer y vivir y gozar y desear con total libertad como soñaban los revolucionarios de antes; y tampoco un país que se arrodille ante un Dios sin humanidad, la Patria o lo que fuera, como decían los militares y derechas de cualquier ralea.

En los setenta todavía no habíamos conocido la cara oculta del neoliberalismo. Hoy lo dicen a boca de jarro, nuestros valores no son la democracia, ni la revolución socialista, ni un país feliz, tampoco Dios, la Patria o el Hogar. Nuestra fe y nuestra vida misma la ponemos para lograr el valor supremo del “equilibrio fiscal”.

Entramos en tiempos de sinceridad al palo. He conocido utopías más tentadoras que el ‘equilibrio fiscal’.

Milei, en suma, piensa algo así como: “Sí, soy cruel, me encantaría matarte como a una cucaracha, lástima que no puedo porque vivimos en una democracia de mierda ¿A quién me gustaría matar como cucarachas? A todos los estatales, que no me rompan las pelotas esos maestros, docentes, cineastas, charlatanes que nada producen. Ni qué hablar de los kukas planeros. Nosotros trabajamos para los argentinos de bien que deben soportar a esos hincha pelotas que no nos dejan vivir. Dicen que son personas esos obreros que protestan, esos zurditos que pretenden distribución del ingreso, pero no, son cucarachas y yo soy un León. ¿dónde estudiaron economía, a vos te hablo Kichi, lo único que debemos venerar son los números, el riesgo país, el valor del dólar, y el equilibrio fiscal ¿qué economista sos? Si para eso deben morir 30 0 300.000 personas es un precio razonable para ser un país en serio, inserto en la comunidad internacional.”

El empleado convertido en cucaracha.

Lamentablemente, vivimos en tiempos en los que la peor cara del mal avanza en todo el planeta. Tan es así que Henry A. Giroux, Teórico fundador de la pedagogía crítica y director del Centro para la Investigación del Interés Público de la Universidad McMaster (Hamilton, Ontario, Canadá), lleva años tratando de entender lo que él llama la “cultura de la crueldad“. Así explicaba la situación en una entrevista brindada a la BBC:

“La cultura de la crueldad es un principio central, una forma de hacer política que se nutre de odio y de intolerancia. Y no es casual ni es un rasgo de la personalidad. Lo que estamos viendo ahora es una fusión de crueldad y política de maneras nunca antes vistas y celebradas, una crueldad que emerge en el día a día.

No puedes tener una democracia, ni siquiera una débil, sin un público informado.

Y lo que la derecha ha aprendido es que, si se controlan los medios de comunicación y de educación, no hacen falta ejércitos. Lo que se necesita son modos potentes de persuasión y el control de los sistemas de información.

Ahora, con las redes sociales, estamos en un periodo muy difícil en lo referente a ser crítico y hacer que el poder rinda cuentas.

Y todos los elementos del fascismo que vemos surgir en Hungría, en Argentina, en Italia no son nuevos, pero se están sucediendo a una escala que me parece casi inédita.”

Así las cosas, la responsabilidad de los periodistas, comunicadores y docentes, es aún más grande: todo empieza con la desinformación y la anticultura.

Con la deshumanización que significa echar cenizas sobre las líneas que dividen el bien y el mal, lo bello de lo horrible, la verdad de la mentira. La historia convertida en fábula, con Leones, perros, ratas y cucarachas. La infantilización de la política.

Ojalá volvamos a tener valores humanos. Aunque a veces el ser humano puede ser terriblemente cruel.

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