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Internacionales

Negacionismo, por Eddie Abramovich

El hombre de la foto, Radovan Karadzic, no es militar, sino un médico psiquiatra de modales muy occidentales y de buena familia, y cofundador de un partido serbio que lleva la palabra Democrático en su denominación. Con ese partido llegó a presidente de una artificial república servobosnia, Srpska, en los 90′. En julio de 1995, bajo su mando, se produjo la masacre de Srebrenika: ocho mil varones refugiados, musulmanes bosnios, fueron asesinados. Fue también responsable principal del asedio sobre Sarajevo, donde durante tres años fueron abusados y masacrados más de 10.000 mujeres, hombres, niñas y niños croatas, en lo que fue identicado en el glosario del derecho internacional como “limpieza étnica”. Karadzic fue encontrado culpable, en 2016, en diez de once acusaciones de genocidio, y condenado a 40 años de prisión por el Tribunal Criminal Internacional para la Antigua Yugoeslavia, instalado por la ONU en La Haya.

Este hombre educado y de rostro amable tuvo ocho años para vivir en Belgrado con su esposa y practicando la homeopatía, y otros ocho para ejercer su defensa ante toneladas de documentación probatoria y decenas de testimonios. Al año siguiente en noviembre de 2017, su hombre de confianza y jefe de los verdugos, el general Ratko Mladik, fue condenado a prisión perpetua por los mismos crímenes. El Tribunal se disolvió y fue subsumido en el Mecanismo de la ONU para las Cortes Criminales Internacionales. La foto es actual, de abril de 2018, cuando Karadzic presentó ante esta instancia su pedido de revisión. Sus argumentos no son sobre su inocencia sino sobre la existencia misma de los crímenes: “son mitos y chismes”.

El negacionismo consiste, formalmente, en negar la existencia del crimen, pero ética y conceptualmente es algo aún más siniestro: negarle a las víctimas su condición humana. Los exterminados en los genocidios son siempre, y desde siempre, hijos de un Dios Menor.

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Referendum por la autodeterminación palestina, por María Urruzola

La población palestina en Oriente Medio es una población diversa de aproximadamente siete millones de personas con diferentes estatus legales, que viven en Israel, los Territorios Palestinos Ocupados, Jordania, Líbano, Siria, Egipto y otros países. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) afirmó haber proporcionado asistencia en 2023 a unos 5,9 millones de refugiados palestinos en 58 campos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria, la Franja de Gaza y Cisjordania, incluido Jerusalén Este.

La UNRWA, sin embargo, no está presente en todos los países árabes y no todos los palestinos son refugiados. Según la Naciones Unidas, aquellos cuyo “lugar habitual de residencia fue Palestina del 1 de junio de 1946 hasta el 15 de mayo de 1948, y los que perdieron sus hogares y medios de vida como resultado del conflicto de 1948” están cualificados para registrarse como refugiados, así como sus descendientes.

La Carta Magna de la Descolonización, firmada el 14 de diciembre de 1960, establece:

1. La sujeción de pueblos a una subyugación, dominación y explotación extranjeras constituye una negación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a la Carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y de la cooperación mundiales.

2. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación; en virtud de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural.

3. La falta de preparación en el orden político, económico, social o educativo no deberá servir nunca de pretexto para retrasar la independencia.

4. A fin de que los pueblos dependientes puedan ejercer pacíficamente y libre mente su derecho a la independencia completa, deberá cesar toda acción armada o toda medida represiva de cualquier índole dirigida contra ellos, y deberá respetarse la integridad de su territorio nacional.

5. En los territorios en fideicomiso y no autónomos y en todos los demás territorios que no han logrado aún su independencia, deberán tomarse inmediatamente medidas para traspasar todos los poderes a los pueblos de esos territorios, sin condiciones ni reservas, en conformidad con su voluntad y sus deseos libremente expresa dos, y sin distinción de raza, credo ni color, para permitirles gozar de una libertad y una independencia absolutas.

6. Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

Por lo tanto, un nuevo protectorado en Palestina bajo dirección Trump-Blair y sin retiro de los territorios de las tropas israelíes, contradice, a todas luces estos principios.

La ONU debería organizar un referéndum del pueblo palestino (allí donde se encuentre: Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano, Egipto), para que sea ese pueblo el que decida si acepta lo que ahora algunos se apresuran a tomar como propuesta válida.

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Italia en alerta! Atacan a la flotilla por Gaza. Parte nave militar italiana a scoltarla. Movilizaciones y huelgas

El lunes 22 de septiembre un equipo de LCV partía a Roma para cubrir en Europa la situación de los trabajadores en medio de lo que entendemos como una crisis terminal ¿Llegamos al fin de lo que fue el mundo nacido en la postguerra del 1945?

Ignorábamos al fijar la fecha de este viaje estratégico que ese mismo lunes, Italia estaba convulsionada por un paro general y manifestaciones multitudinarias que pedían el fin del genocidio en Gaza. Gremios y estudiantes a la cabeza de las protestas. Doscientas mil personas marcharon en Roma, y un millón en toda Italia. En Milán la represión se hizo sentir de manera violenta luego de que un grupo aislado atacara la estación de trenes.

Estaba en el aire. Los tiempos se agotaban y obligaban a la sociedad civil de varios países europeos a salir del letargo manifestándose con mayor decisión frente a la complicidad de la UE frente el exterminio de todo un pueblo. Si millones de habitantes de todo el planeta marcharon para poner fin a la masacre y no fueron oídos, empieza el tiempo de acciones más contundentes. Ya se habla de tomas y un nuevo paro general.

La reacción de Estados Unidos e Israel tampoco se hizo esperar. Casi en simultáneo, la flotilla internacionalista humanitaria rumbo a Gaza, sufría uno de los más cruentos ataques con drones y gases; pocas horas después, Trump hablaba ante la ONU de manera descarada, como si fuese el emperador del mundo, “facilité el fin de siete guerras, merezco el premio nobel de la paz”, dijo, y consideró que el accionar de la ONU era inútil, “puro bla bla”, que el verdadero problema mundial no era el cambio climático sino los inmigrantes. En un mensaje claramente dirigido a Europa advirtió: “Con su política de fronteras abiertas, terminarán en el infierno”.

Entre tanto, el infierno parecía estar en el fuego contra los barcos donde viajaban varios eurodiputados y activistas de más de cuarenta países., con un saldo de 20 heridos, dos de ellos graves. Así lo informaba Maria Elena Delia, portavoz de Italia en la Global Sumud Flotilla: “Durante un ataque con drones,el martes por la noche, han golpeado embarcaciones de Italia, Inglaterra y Polonia, se trata de un ataque a esos tres países, un episodio grave que crea un precedente, esperemos que la política intervenga”.   

Y la política intervino en Italia. La Cgil de Liguria -región en la que se encuentra el puerto de Génova desde donde partieron varios barcos de ayuda humanitaria con fuerte apoyo de la población y con los estibadores amenazando un bloqueo a los puertos de Europa si no volvían sanos y salvos los participantes de la Global Sumud- lanzaron un plan de lucha que inició el mismo miércoles con marchas a distintas delegaciones oficiales. Los estudiantes romanos tomaron algunos colegios bajo la consigna: ” “Dalle piazze alle scuole, blocchiamo tutto”. La Universidad entró en estado de deliberación.

Así las cosas, desde la misma Farnesina el ministro del exterior anunció la reunión inmediata del comité de crisis que le exigió a Israel la protección de los ciudadanos italianos mientras denunciaba un “bombing mail”, un ataque virtual con mensajes falsos para interferir en las decisiones.

Finalmente el ministro de Defesa, Guido Crosetto, fue el encargado de comunicar que Italia enviaba una nave con el fin de escoltar la flotilla: “Para garantizar la asintencia a los ciudadanos italianos presentes en la Flotilla, esta nocha he autorizado la intervención inmediata de la Fragata multipropósito Fasan de la Marina Militar.”

Las decisiones de gobierno se discutían frente a la movilización de los trabajadores organizados. El último comunicado de la CGIL -uno de los sindicatos históricos de Italia- condenaba el enésimo ataque a la Global Sumud Flotilla que se dirigía a Gaza con ayuda humanitaria contra el intento inaceptable de consumar un crimen contra la población civil. Le pedimos al gobiernos que adopten las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las personas a bordo de las embarcaciones…” Desde las 14 hs montaron guardia de trabajadores en las puertas del Montecitorio.

“Hoy está en riesgo la existencia del pueblo palestino, y frente a eso nadie puede callar”, y agregaron que se debe reconocer “de inmediato al Estado de Palestina” y buscar una solución para la existencia de dos pueblos y dos Estados. Asimismo, reclamaron la liberación de los rehenes y los prisioneros políticos. De no cumplirse con estas exigencias habría un nuevo paro general.

La decisión de enviar una fragata italiana hacia la isla de Creta de donde partirían los barcos agredidos no resultó convincente luego de escuchar a la Primera Ministra de Italia sostener que la acción humanitaria de la Global Sumud Flotilla era una ‘irresponsabilidad’, que los diputados que forman parte de la misma lo hacen por mera ‘propaganda’, que de nada servirá a los pobladores de Gaza esa misión. Y advirtió que la idea de ‘bloquear todo’ iniciará una espiral que pondrá al país en una situación de ‘seguridad muy compleja’.

Lo cierto es que hoy, en Italia, no se habla de otra cosa. La crisis de la flotilla puso en jaque al gobierno de derecha e hizo reflotar el estado de crisis económica con salarios por el piso, fuga de cerebros y una incipiente inflación.

La fragata italiana no será la única embarcación militar de un país europeo. Pedro Sánchez ya había anunciado su decisión de enviar un barco para vigilar que la Flotilla llegue a buen puerto.

Informa desde Roma: Laura Giussani Constenla

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Gaza: La resistencia en barco y bicicleta, por Hilario Alvaro, desde el país Vasco

Este verano boreal, aún por finalizar, está teñido por una inusitada actividad de marchas y protestas en calles y plazas europeas, más acostumbradas en estas fechas a las fiestas y al desfile de turistas. En la medida que la Unión Europea y los diferentes gobiernos nacionales muestran su inacción o su abierta complicidad con el genocidio de Gaza, la sociedad civil está tomando el espacio público en demanda del fin de la masacre y de un boicot a Israel. Dos iniciativas coparon la atención en estos primeros días de setiembre: las diarias protestas que exigen la expulsión del equipo israelí de la Vuelta Ciclista a España y la flotilla que, cargada de ayuda humanitaria, está surcando el Mediterráneo con la intención de establecer un corredor humanitario con Gaza.

A la hora de escribir estas líneas (viernes 5 por la noche), 130 caceroladas retumbaban frente a otras tantas municipalidades vascas. El jueves 4 sonaban por séptima semana consecutiva en el centro de Zaragoza. El viernes lo hicieron en Cabezón de la Sal (Cantabria), entre decenas de banderas palestinas, en la salida de la etapa de La Vuelta, en la que participa la escuadra Israel-Premier Tech, propiedad del magnate sionista Sylvan Adams, que se autodefine como «embajador global de Israel». Su objetivo: limpiar la cara de Israel a través del deporte, un Israel que, a diferencia de Rusia, no ha sido expulsado de competición internacional alguna.

Desde que la carrera, comenzada en Italia, pisó la península ibérica se ha convertido en una protesta diaria, continua. En la contrarreloj por equipos, disputada en Figueras (Cataluña), el equipo israelí fue bloqueado en una ruta, a mitad de su participación. Al día siguiente, a pocos quilómetros, en Olot, los manifestantes bloquearon al pelotón entero. Por Navarra, los ciclistas cruzaron pueblos y ciudades repletos de banderas palestinas y pasacalles llamando al boicot a Israel. Los esfuerzos de la organización por retirar las banderas, como en Aragón, o los de la realización de Televisión Española (todas las etapas se retransmiten en directo) por ocultar una dinámica que crece con cada etapa se ven inútiles: son entre 150 y 200 quilómetros por etapa y una población deseosa de hacer pública su repulsa al genocidio.

En Bilbao se situaron a la salida y en la meta de la etapa 11. Si la carrera fue interrumpida ya a los pocos quilómetros de salir, la llegada lo fue más. Instalada en el centro de Bilbao, la meta hervía de manifestantes por Palestina que, desbordando el cordón policial, tomaron el centro de la calzada. La etapa se dio por terminada a 3 quilómetros de la meta. No hubo vencedor. El eco de la protesta fue enorme. El Israel-Premier Tech fue invitado a abandonar la competición, a lo que se negó. El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, en entrevista radiofónica, se reclamó «partidario» de expulsar al Israel-Premier Tech de La Vuelta. No es posible actuar «como si nada ocurriera» en el deporte mientras hay un genocidio en curso, dijo. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, envió en cambio su apoyo a los ciclistas: «No ceder ante el odio y la intimidación», les dijo por redes sociales.

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Las protestas que rodean La Vuelta (pasacalles, banderas, caceroleos, cortes de ruta) son acciones de manual de no violencia. Sin embargo, Javier Guillén, director de La Vuelta, no dudó en calificar de «acción violenta» el bloqueo del equipo de Israel en la contrarreloj. Lo mismo hicieron las autoridades vascas, todas del Partido Nacionalista Vasco. Preocupado por la imagen que la ciudad –posicionada como destino turístico– pudiera dar, el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, añadió que a los manifestantes «no les importó poner en riesgo la seguridad y la vida de los ciclistas profesionales». Pero quien más lejos llegó fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que durante un acto partidario del Partido Popular acusó a los manifestantes de Cabezón de la Sal de ser «terroristas de la ETA», «etarras».

Como señalaba en las redes sociales el dibujante y escritor Mauro Entrialgo, estas protestas son efectivas porque tienen consecuencias económicas, uno de los objetivos de las asociaciones convocantes, ligadas a la campaña BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones). Los municipios pagan a la organizadora de La Vuelta, una empresa privada francesa que también se encarga del Tour de France, para que la carrera pase por sus calles.

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En Reino Unido y Alemania la criminalización de las acciones por Palestina es, de todas maneras, bastante mayor que en España. Para muestra, un botón. Hace días, durante un acto a favor de Palestina en Edimburgo, el guionista Paul Laverty, que forma equipo con el director Ken Loach, fue detenido por llevar una remera que condenaba el genocidio. Lo acusaron de un delito de «terrorismo», porque el lema «Genocide in Palestine, time to take action» («Genocidio en Palestina, tiempo de pasar a la acción») representaría un apoyo a la asociación Palestine Action, que el gobierno laborista califica de terrorista. Similares son los argumentos que la Policía y la Justicia alemanas están empleando para castigar a quienes usan la frase «From the River to the Sea, Palestine Will Be Free» («Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá»). En noviembre de 2023, el Ministerio del Interior alemán consideró que se trata de un eslogan de Hamás y, cada vez que se oye esta consigna, la Policía se emplea con violencia contra quien lo profiera, así como contra quienes están en los alrededores, acusándolos, después, de resistencia a la autoridad o desacato, crímenes relativamente graves en la autoritaria sociedad germana. Solo en Berlín, hay hoy unos 9 mil manifestantes pro-Palestina cuyos casos acabarán judicializados.

Mientras crecen en el mundo las voces y las acciones reclamando el fin de la destrucción y el genocidio de Gaza, Israel desoye toda crítica y acelera la ofensiva. Cientos de miles protestaron en las calles de París, Tokio, New York, Buenos Aires, Yemen, Bagdad, Brasil o en la misma Tel Aviv; la ONU exigió un fin de bloqueo que condena al hambre a todo un pueblo, y una flota internacionalista se dirige a Gaza con ayuda humanitara para romper el aislamiento al que están siendo sometido el pueblo Palestino. Los estibadores de Génova advirtieron en una emotiva marcha de antorchas previa a la partida de naves hacia la franja de Gaza: “Deben volver todos sanos y salvos, o bloqueamos los puertos de Europa”. En Nápoles fueron los estudiantes universitarios quienes alzaron la voz: “Si continúa el bloqueo, bloquearemos las puertas de todas las universidades”. En España, una tradicional carrera ciclista que atraviesa distintos pueblos se ha convertido en bandera por la liberación de Palestina. Nada de eso parece estremecer a los gobiernos de Occidente ni detener la ofensiva de Netanyahu. Por el contrario.

Este lunes, una de las barcazas de la flota Global Sumud Flotilla compuesta por una veintena de embarcaciones en las que viajan activistas propalestinos de 44 países, sufrió el primer atentado. Se trata del barco de bandera portuguesa, que transporta al comité de dirección de la flotilla, con la militante sueca Greta Thunberg a la cabeza, que fue atacada por un drón que provocó un incendio en la cubierta principal y en los almacenes situados bajo cubierta, mientras estaba en el puerto de Túnez. No hubo víctimas pero la preocupación crece. El capitan de ese barco es uno de los ocho argentinos que forman parte de la comitiva. Carlos ‘Cascote’ Bértola, militante de HIJOS de La Plata, partió hace diez días a Barcelona para sumarse a esta gesta visto que necesitaban personas con conocimiento en navegación: “Ante un genocidio, quedarse callado no es opción”, declaró. Hoy se encuentra reparando la nave que sufrió graves daños en donde viajan los promotores de la iniciativa. A pesar de todos los inconvenientes la Global Sumud Flotilla se encuentra a escasos 7 km de cumplir con su objetivo.

En tanto, la cadena ‘Al Jazeera’ informó sobre fuertes explosiones en Doha, Qatar. El Ejército israelí ya confirmó el bombardeo que tendría como objetivo liquidar una célula de Hamás en ese país pero no precisó su ubicación mientras ni detalles lo ocurrido. Sin noticias oficiales, versiones indican que habría al menos dos muertos productos del ataque. (LCV)

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