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Africa mía #2 / El Rey Bruno, por Rodrigo Salinas
En La Columna Vertebral también se respira Africa. Nuestro hombre en Sierra Leone, Rodrigo Salinas, nos escribe: “Perdón por la demora, empezó la temporada de lluvias acá (llueve como nunca vi en mi vida) y eso implica que se vaya el internet y no vuelva por días, y que la electricidad vaya y venga, así que sentarse a escribir fue un desafío.” Desafío cumplido. Aquí su segunda entrega, desde el Santuario de Chimpancés en donde trabaja en Freetown.
Me apoyo sobre la baranda del balcón que da al recinto cerrado y la observo. Se mueve sin ningún propósito, da una vuelta, otra, hasta que me ve. Hacemos contacto visual. Yo sonrío de la excitación, cuando de la nada una piedra vuela desde un costado y le pega exactamente en la cabeza. Grita y chilla y se enfoca en mí, mostrándome todos los dientes en actitud amenazante. Yo muevo los brazos arriba y abajo, intento mostrarle y hacerle entender que yo no tengo nada que ver. Pero ¿cómo hacerle entender a una chimpancé adulta que yo no le tiré ningún piedrazo? Busca frenéticamente algo en el suelo con que vengarse. Yo me corro dos pasos a mi izquierda y me quedo mirándola detrás de la red de contención. Encuentra algo, me mira, supongo que para afinar la puntería, vuelve la vista a su mano para ver el objeto que acaba de conseguir, es lo que queda de un mango. Duda un segundo, lo piensa, finalmente cambia su actitud, deja de lado la venganza, se sube al poste que tiene más cerca, y se pone a comer la fruta, indiferente a mi presencia. Yo me río, la situación me parece de lo más bizarra que haya vivido. Acabo de firmar el contrato de trabajo por el cual voy a colaborar con este lugar. Y este lugar se llama Tacugama, un santuario de chimpancés dentro de un parque nacional a las afueras de Freetown, la capital de Sierra Leone.

En 1988, Bala Amarasekaran y su esposa Sharmila están de viaje 150 kilómetros al norte de Freetown. Pasean por un mercado cuando ven a un chimpancé bebé atado a un árbol, se enterarán luego que su familia había sido asesinada para luego vender la carne en el mercado, y a él como mascota. Está desnutrido, sediento, flaco, no parece que vaya a sobrevivir mucho más tiempo. Preguntan por el precio: 300.000 leones, 30 dólares. Lo compran y se lo llevan a su casa en la capital Leonesa sin tener mucha idea ni de chimpancés ni de vida salvaje en general, Sharmila es ingeniera y Bala contador, solo tienen la convicción de no poder ver a un animal en peligro de extinción morir frente a sus ojos. Esa noche el campeón de los pesos pesados del boxeo, Mike Tyson, tiene una pelea estelar por el título mundial. Su contrincante: Frank Bruno, de Inglaterra. La simpatía por los más débiles llevará a Bala y Sharmila a nombrar al chimpancé como el perdedor: Bruno.
En un documental de 2013 llamado “King Bruno”, Bala dirá: “no teníamos idea de lo que teníamos que hacer. Solo queríamos salvarle la vida. Lo llevamos a casa, lo cuidamos, le dimos de comer. Era nuestro hijo. Lo tratábamos así. Si gritaba y lloraba le dábamos lo que quería para pare. Después de un tiempo nos tenía haciendo lo que él quisiese.”
Durante un año Bruno vivió dentro de la casa de la pareja, libre de ir y venir como mejor le pareciese, pero a medida que crecía se volvía más destructivo, quería saltar, morder, romper. Bala decidió entonces construirle una jaula en su jardín. Pero más aprendían sobre chimpancés, mayor era su comprensión de que Bruno no era el único, y que había varios más que la gente tenía como mascota en la ciudad, emplazada en una península rodeada de selva tropical.
Bala buscó ayuda y la encontró en Rosalind Alp, una estudiante británica de primatología que se encontraba en Sierra Leone. Entre 1989 y 1992 se encargaron de indagar e investigar, y como resultado dieron con que había 55 chimpancés mantenidos como mascotas solo en el área de Freetown. Una de esos era Julie, una chimpancé bebé a la cual su “dueño” escocés había dejado abandonada en una jaula cuando volvió a su país. Bala se encargó de Julie, presentándosela a Bruno. Los dos pequeños chimpancés se convertirían en grandes amigos con el tiempo.

“El problema es que la gente ve un chimpancé bebé y le parece adorable. Son juguetones, lindos, simpáticos. Pero crecen, y son animales que necesitan mucho espacio, mucha actividad, y son realmente inteligentes. Con el tiempo se aburren, se frustran y empiezan a destruir cosas, y es ahí cuando la gente o los abandona o los ata y mantiene en pésimas condiciones”, asegura Bala.
Mientras tanto Bruno intentaba escaparse de su jaula y dormir en una cesta cerca de la cama, cuando no en la cama misma, de sus amigos humanos. Usaba las cortinas como sábanas, prendía la televisión y tiraba cosas al inodoro para verlas irse al apretar el botón. Julie, por su parte, robaba joyas de los cajones cada vez que podía.
De acuerdo al instituto Jane Goodall, un chimpancé adulto tiene la fuerza de 4 humanos de la misma edad, lo cual los hace peligrosos y potencialmente mortales cuando alcanzan su madurez. Si el nombre Jane Goodall les suena, es porque no debe haber persona en el mundo que no piense en ella al decir la palabra chimpancé. Esta investigadora británica fue la pionera en el estudio de los grandes simios, y la que abrió al mundo el conocimiento sobre los chimpancés con sus investigaciones que abarcan ya medio siglo. Primatóloga, antropóloga, etóloga y embajadora de la paz de Naciones Unidas, fue la persona a contactar cuando Bala se dio cuenta que no podía seguir teniendo a los chimpancés en el patio de su casa. Siguiendo su consejo, Bala y Sharmila decidieron mandar a Bruno y a Julie al Chimfunshi Wldlife Orphanage, un orfanato para animales salvajes en Zambia, en África oriental.

“Un tiempo después, estaba de paseo en auto por Freetown cuando vi a otros dos chimpancés a la venta en un mercado. Me di cuenta que había estado buscando evadir el problema, pasarle la responsabilidad a otros sin hacerme cargo yo mismo”. La idea de un santuario empezaba a tomar forma en la cabeza de Bala. Se comunicó con la Sociedad de Conservación de Sierra Leone y juntos produjeron una detallada propuesta, incluyendo un programa de educación para las escuelas. En menos de un año el gobierno aprobó el proyecto y les otorgó 40 hectáreas a las afueras de Freetown para crear una reserva natural y un santuario de Chimpancés. Se creó un comité para la supervisión del proyecto, y se nombró como director a Prince Palmer, Bala aun no asumía la completa dirección de la empresa.
La Unión Europea les concedió financiamiento por 34.000 Euros, pero a condición de que a cargo de la implementación de todo el proyecto estuviese Bala, quien finalmente aceptó y puso fin a una carrera de 15 años como contador. En Noviembre de 1995 Tacugama Chimpanzee Sanctuary abría sus puertas a la comunidad.
Para entonces Bala y Sharmila habían montado un simil santuario en el patio de su casa donde mantenían a 7 chimpancés, ya que la noticia ya había recorrido Freetown de lado a lado: una pareja está rescatando chimpancés en la ciudad, y les traían a los animales que rescataban de su cautiverio. Dos años más tarde, con el santuario en funcionamiento, ese número llegaría a 24. Algunos serían entregados de forma voluntaria por personas que querían una mascota y con el tiempo se encontraban con un peligroso animal salvaje. Otros deberían ser confiscados y llevados al santuario a la fuerza.
Bruno llegaría a tener “el tamaño de un gorila”, como decían algunos visitantes locales. Y su peso llegaría a ser un tercio mayor del promedio de los chimpancés salvajes. Muy posiblemente gracias a la dieta que tenía viviendo con su familia humana. Un enorme y fuerte chimpancé que se convertiría en el líder de los 24 chimpancés de Tacugama. “A veces cuando me abrazaba me sacaba el aire”, comenta Bala, y sigue: “era mus posesivo conmigo. Y se enojaba cuando me llamaba y yo no iba. Y después se ofendía por unos días. A mí me dolía no estar con él todo el tiempo, y que se ofenda, pero es un animal salvaje, y parte del problema es el contacto con los humanos. Si la idea era que, en algún momento, estos chimpancés vuelvan a su hábitat natural, tenía que tomar decisiones, por duras que fuesen”.
El paso siguiente era la construcción de cercas electrificadas para evitar un posible escape. Los chimpancés comparten cerca del 98% de información genética con los humanos, son nuestros parientes más cercanos en el mundo animal. Capaces de sentir emociones similares a las nuestras como enojo, celos, rabia, sorpresa. Desarrollaron una forma de comunicación basada en gestos y gritos, se organizan en sociedades altamente jerárquicas y diversificadas, y aprenden a usar herramientas, por lo que son capaces de escaparse fácilmente.
Bruno no vuelve.
Pero la situación social del país pasaría de muy mala a mucho peor. De eso hablaremos en la próxima entrega porque hubo otro golpe de Estado en 1999, otra invasión, después se metieron los británicos, los indios y los pakistaníes, terminó la guerra civil, todo se encaminaba bien, pero en el 2006 se escapan 31 chimpancés, Bruno incluido, matan a un taxista en el camino, recuperan a 27 de los 31, Bruno no vuelve. Juntan fondos, expanden el santuario, el pais se recupera mas o menos y pum Ébola, y después pum Corona virus.
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CGT: “MARCHAMOS CONTRA LA REFORMA LABORAL”
La Confederación General del Trabajo anunció una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves 18 de diciembre en rechazo a la reforma laboral que impulsa el gobierno nacional que busca precarizar aún más el trabajo argentino.
El proyecto del presidente Milei pretende instalar un banco de horas que permitiría jornadas de trabajo de 12 horas, habilita el cobro de salarios mediante mercancías y elimina, entre otros, el estatuto del periodista.
*nota en desarrollo
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Expo Cooperativa 2025: producción, soberanía alimentaria y desarrollo local, por Hernán Rachid
En exclusiva con La Columna Vertebral, e ldirector de Capacitación y Formación del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC), Hernán Rachid, detalla cómo avanza la organización de la Expo Cooperativa 2025, profundiza en el rol de las cooperativas en la producción de alimentos y explica por qué la soberanía alimentaria es clave para el desarrollo de las comunidades bonaerenses. También analiza la situación actual del sector agropecuario y la urgencia de fortalecer redes productivas en todo el territorio.
LCV — ¿Cómo va la preparación de la Expo Cooperativa 2025 que tendrá lugar este viernes?
Hernán Rachid: “Este viernes 12 estaremos en el Teatro Argentino, en calle 51, realizando la segunda Expo Cooperativa desde que se jerarquizó nuevamente el órgano de control y fomento de cooperativas en la provincia. La primera edición fue el año pasado y esta segunda llega con gran participación y una amplia oferta de actividades.”
LCV — Dentro de la Expo habrá una feria de alimentación. ¿Quiénes participan y qué ofrecerán?
Hernán Rachid: “Decidimos concentrar la muestra en las cadenas de producción más fuertes de la provincia y por eso montamos una feria de alimentos en el exterior del Teatro Argentino con unas diez cooperativas y federaciones agropecuarias. Participarán Federación Rural, FECOFE, Federación AGROPA y cooperativas de la región y del interior que ofrecerán harinas, lácteos, kiwi y otros productos. Buscamos visibilizar al sector cooperativo y permitir que vecinos y vecinas accedan a alimentos a precios accesibles.”
LCV — Se menciona mucho el concepto de soberanía alimentaria. ¿Cómo lo definirías y cuál es el aporte de las cooperativas?
Hernán Rachid: “La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a producir sus alimentos, especialmente aquellos vinculados a su cultura y consumo habitual, y a acceder a ellos. En las cooperativas de pequeños y medianos productores es un eje central porque involucra el vínculo con el territorio, la comunidad, los consumidores y las formas de producción. Por eso el sector cooperativo lo adopta como un principio fundamental.”
LCV — No todos los productores trabajan bajo el concepto de soberanía alimentaria. ¿Cómo unifican estos esfuerzos en un contexto donde el discurso oficial lo desvaloriza?
Hernán Rachid: “Nuestro enfoque consiste en abordar la crisis del sector agropecuario, donde solo entre el 7% y el 8% de la población vive en el campo y la mayoría está en ciudades. Muchos pueblos del interior no producen sus propios alimentos y dependen de mercados centrales ubicados a cientos de kilómetros. Lo mismo ocurre con la leche, la carne o los huevos. Entendemos la soberanía alimentaria no solo como acceso a alimentos, sino como una estrategia de desarrollo local, trabajo, prestación de servicios, fortalecimiento del comercio interno e impulso para cooperativas y pymes del interior.”
LCV — La soberanía alimentaria implica una cadena productiva compleja. ¿Cómo se integra el sector cooperativo en ese proceso?
Hernán Rachid: “La soberanía alimentaria involucra a toda la cadena de producción. Las cooperativas conviven con productores independientes y empresas en una provincia con una diversidad enorme: fruticultura, horticultura, granos, carnes, olivos e incluso vitivinicultura. En el Congreso de Cooperativas Agropecuarias que organizamos con la Universidad de La Plata y el Ministerio de Desarrollo Agrario, cooperativas grandes, medianas y pequeños productores coincidieron en que la situación es muy preocupante y en que es urgente generar trabajo, fortalecer los pueblos del interior y garantizar el acceso a alimentos.”
LCV — ¿Qué podrán encontrar quienes visiten la Expo Cooperativa 2025?
Hernán Rachid: “Esperamos que se acerque mucha gente. Además de la feria de alimentos, habrá espectáculos de cooperativas culturales; cooperativas tecnológicas con realidad virtual e inteligencia artificial; cooperativas textiles y gastronómicas para comer en el lugar. Será una exposición diversa, completa y muy rica.”
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Crónicas de la vida Moderna, parte II, “Publicidad, marketing y capital”, por Marcelo Cosín
Una canción para acompañar la lectura:
“Coca Cola refresca mejor, Coca Cola elimina el dolor, Coca Cola querida señora, es el símbolo perfecto del amor”. Esta letra (y la música) la escribió el genial Jorge Schussheim a comienzos de la década del 60.
La publicidad es un género de comunicación dependiente de otra disciplina que la abarca: el marketing. Para no entrar en detalles, la publicidad, que es tan antigua como la Edad Media, tiene su inicio como herramienta fundamental del capitalismo en los años 50, después de la Segunda Guerra Mundial.
Esta crónica se refiere a la publicidad comercial, no a la comunicación política. El marketing comercial es mucho más que una técnica para vender productos: es el sistema que organiza la producción y el consumo dentro del capitalismo. Su función no es sólo conectar empresas con clientes, sino crear necesidades, moldear deseos y transformar la vida cotidiana en mercancía. A través de la publicidad, el marketing convierte objetos comunes en símbolos de felicidad, estatus o amor, instalando la idea de que consumir es la forma natural de existir.

Un ejemplo: un comercial de televisión de aceite Cocinero (Molinos Río de la Plata). En el envase del producto hay una imagen de un cocinero con gorro y una gran sonrisa. En ese comercial, el ama de casa, la señora, tiene la fantasía de que ese cocinero del envase toma vida y la enamora. Algo así como que el cocinero es su amante secreto. ¿Qué tiene que ver esta imagen con un aceite de girasol que sirve para freír papas fritas? Nada. Es cierto: nada que ver.
Si uno se deja guiar por las definiciones, podría suponer que la publicidad sirve para informar las características del producto y, sobre todo, especificar las ventajas sobre productos de la competencia. Pero no es así. La publicidad usa técnicas de persuasión. Autores como Vance Packard y Ernest Dichter abundaron en construcciones teóricas para explicar que la publicidad somete a la sociedad a una especie de esclavitud a normas que predeterminan qué es lo bueno, lo correcto, lo aceptable y, sobre todo, dictaminan acerca del deber ser de la persona.Los slogans muchas veces marcan el sentido de producir estados de ánimo, emociones que tienen que ver con la manipulación del deseo: Coca-Cola – “Destapa la felicidad”.

Nike – “Just Do It”- apela a la motivación personal y la superación. El deseo de ser activo y exitoso se proyecta sobre la marca.
L’Oréal – “Porque tú lo vales”- refuerza la autoestima y el deseo de sentirse valioso. El producto se convierte en un símbolo de reconocimiento personal.
Apple – “Think Different”- no describe tecnología, sino identidad y creatividad. Manipula el deseo de ser único y especial.
Durante más de una década, Cerveza Quilmes tuvo una campaña de publicidad que cambió su imagen y devolvió el liderazgo a la cerveza, que estaba opacada por el vino común de mesa. En los años 70, Quilmes tenía una campaña que intentaba convertir a la cerveza en una bebida familiar, veraniega, para ser consumida en el almuerzo o la cena. Competía con el vino común de mesa y, especialmente, con una marca que se había impuesto gracias a su publicidad. El vino Crespi, cuya campaña se basaba en relatos de una familia joven. El comercial más exitoso de la serie fue uno en el que la mujer le dice al hombre que está embarazada y lo simboliza con una imagen en la que le muestra un par de escarpines. El actor era Hugo Arana y esa campaña lo hizo famoso. La feliz familia de Crespi acompañó a los televidentes por años.

El éxito fue tan rotundo que la familia de Crespi acompaño durante varios años a los argentinos. Allá por 1977/78 el joven matrimonio festejaba un aniversario. El bebé de los escarpines ya tenía 6 años. “Pasan cosas lindas en una familia. Muchas se viven con Crespi seco.”
Ver publicidad 1977:
https://www.youtube.com/shorts/PtLX2Q2_Fhg
Lo curioso era la época política en que se desarrolló esa campaña llena de amor, ternura y paternidad: la dictadura militar, en la que se arrojaban seres humanos vivos al Río de la Plata y los dulces bebes eran secuestrados junto a sus escarpines.
Varias marcas de vino competían por ser la bebida preferida de la familia en el almuerzo y la cena. Mientras la cerveza no lograba hacer pie.
Quilmes intentaba, al menos, que en el verano se cambiara el vino por la cerveza con la campaña “A las 9, Quilmes también”, con escenas familiares llenas de amor y ternura. Pero no pudo. La guerra por la bebida en la mesa familiar la ganó el vino, que aumentaba el consumo de varias marcas y, sobre todo, incentivaba la inversión publicitaria.
Una agencia publicitaria llamada Solanas (del hermano de Pino Solanas, Héctor) encontró la fórmula para que la cerveza destituyera al vino. Lo primero que hizo fue una investigación de mercado. ¿Qué descubrió esa investigación? Que los jóvenes estaban ausentes de esas escenas familiares románticas en las que el vino prevalecía. Entonces la agencia encontró dos cosas para hacer que la “birra” se convirtiera en la preferida de la juventud. La primera: descubrir que el alcohol era un paso inicial en la desinhibición del acercamiento sexual. Y después, que los jóvenes ya no estaban en la casa, sino en “los boliches”. Por lo tanto, surgió el slogan “El sabor del encuentro”. Los comerciales contaban cómo una pareja se conocía en un boliche, haciendo que la cerveza fuera el imán que producía el acercamiento.

Estos ejemplos iniciales llaman a la reflexión acerca de la importancia del marketing y la publicidad como factores determinantes en el comportamiento de la sociedad. La publicidad comercial no es un mero instrumento de ventas. La publicidad es la mano armada del capitalismo, que genera consecuencias políticas de mayor importancia.
Continuará…

