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Africa mía #2 / El Rey Bruno, por Rodrigo Salinas

En La Columna Vertebral también se respira Africa. Nuestro hombre en Sierra Leone, Rodrigo Salinas, nos escribe: “Perdón por la demora, empezó la temporada de lluvias acá (llueve como nunca vi en mi vida) y eso implica que se vaya el internet y no vuelva por días, y que la electricidad vaya y venga, así que sentarse a escribir fue un desafío.” Desafío cumplido. Aquí su segunda entrega, desde el Santuario de Chimpancés en donde trabaja en Freetown.

Me apoyo sobre la baranda del balcón que da al recinto cerrado y la observo. Se mueve sin ningún propósito, da una vuelta, otra, hasta que me ve. Hacemos contacto visual. Yo sonrío de la excitación, cuando de la nada una piedra vuela desde un costado y le pega exactamente en la cabeza. Grita y chilla y se enfoca en mí, mostrándome todos los dientes en actitud amenazante. Yo muevo los brazos arriba y abajo, intento mostrarle y hacerle entender que yo no tengo nada que ver. Pero ¿cómo hacerle entender a una chimpancé adulta que yo no le tiré ningún piedrazo? Busca frenéticamente algo en el suelo con que vengarse. Yo me corro dos pasos a mi izquierda y me quedo mirándola detrás de la red de contención. Encuentra algo, me mira, supongo que para afinar la puntería, vuelve la vista a su mano para ver el objeto que acaba de conseguir, es lo que queda de un mango. Duda un segundo, lo piensa, finalmente cambia su actitud, deja de lado la venganza, se sube al poste que tiene más cerca, y se pone a comer la fruta, indiferente a mi presencia. Yo me río, la situación me parece de lo más bizarra que haya vivido. Acabo de firmar el contrato de trabajo por el cual voy a colaborar con este lugar. Y este lugar se llama Tacugama, un santuario de chimpancés dentro de un parque nacional a las afueras de Freetown, la capital de Sierra Leone.

En 1988, Bala Amarasekaran y su esposa Sharmila están de viaje 150 kilómetros al norte de Freetown. Pasean por un mercado cuando ven a un chimpancé bebé atado a un árbol, se enterarán luego que su familia había sido asesinada para luego vender la carne en el mercado, y a él como mascota. Está desnutrido, sediento, flaco, no parece que vaya a sobrevivir mucho más tiempo. Preguntan por el precio: 300.000 leones, 30 dólares. Lo compran y se lo llevan a su casa en la capital Leonesa sin tener mucha idea ni de chimpancés ni de vida salvaje en general, Sharmila es ingeniera y Bala contador, solo tienen la convicción de no poder ver a un animal en peligro de extinción morir frente a sus ojos. Esa noche el campeón de los pesos pesados del boxeo, Mike Tyson, tiene una pelea estelar por el título mundial. Su contrincante: Frank Bruno, de Inglaterra. La simpatía por los más débiles llevará a Bala y Sharmila a nombrar al chimpancé como el perdedor: Bruno.

En un documental de 2013 llamado “King Bruno”, Bala dirá: “no teníamos idea de lo que teníamos que hacer. Solo queríamos salvarle la vida. Lo llevamos a casa, lo cuidamos, le dimos de comer. Era nuestro hijo. Lo tratábamos así. Si gritaba y lloraba le dábamos lo que quería para pare. Después de un tiempo nos tenía haciendo lo que él quisiese.”

Durante un año Bruno vivió dentro de la casa de la pareja, libre de ir y venir como mejor le pareciese, pero a medida que crecía se volvía más destructivo, quería saltar, morder, romper. Bala decidió entonces construirle una jaula en su jardín. Pero más aprendían sobre chimpancés, mayor era su comprensión de que Bruno no era el único, y que había varios más que la gente tenía como mascota en la ciudad, emplazada en una península rodeada de selva tropical.

Bala buscó ayuda y la encontró en Rosalind Alp, una estudiante británica de primatología que se encontraba en Sierra Leone. Entre 1989 y 1992 se encargaron de indagar e investigar, y como resultado dieron con que había 55 chimpancés mantenidos como mascotas solo en el área de Freetown. Una de esos era Julie, una chimpancé bebé a la cual su “dueño” escocés había dejado abandonada en una jaula cuando volvió a su país. Bala se encargó de Julie, presentándosela a Bruno. Los dos pequeños chimpancés se convertirían en grandes amigos con el tiempo.

“El problema es que la gente ve un chimpancé bebé y le parece adorable. Son juguetones, lindos, simpáticos. Pero crecen, y son animales que necesitan mucho espacio, mucha actividad, y son realmente inteligentes. Con el tiempo se aburren, se frustran y empiezan a destruir cosas, y es ahí cuando la gente o los abandona o los ata y mantiene en pésimas condiciones”, asegura Bala.

Mientras tanto Bruno intentaba escaparse de su jaula y dormir en una cesta cerca de la cama, cuando no en la cama misma, de sus amigos humanos. Usaba las cortinas como sábanas, prendía la televisión y tiraba cosas al inodoro para verlas irse al apretar el botón. Julie, por su parte, robaba joyas de los cajones cada vez que podía.

De acuerdo al instituto Jane Goodall, un chimpancé adulto tiene la fuerza de 4 humanos de la misma edad, lo cual los hace peligrosos y potencialmente mortales cuando alcanzan su madurez. Si el nombre Jane Goodall les suena, es porque no debe haber persona en el mundo que no piense en ella al decir la palabra chimpancé. Esta investigadora británica fue la pionera en el estudio de los grandes simios, y la que abrió al mundo el conocimiento sobre los chimpancés con sus investigaciones que abarcan ya medio siglo. Primatóloga, antropóloga, etóloga y embajadora de la paz de Naciones Unidas, fue la persona a contactar cuando Bala se dio cuenta que no podía seguir teniendo a los chimpancés en el patio de su casa. Siguiendo su consejo, Bala y Sharmila decidieron mandar a Bruno y a Julie al Chimfunshi Wldlife Orphanage, un orfanato para animales salvajes en Zambia, en África oriental.

Jane Goodall, pionera en el estudio de los chimpancés

“Un tiempo después, estaba de paseo en auto por Freetown cuando vi a otros dos chimpancés a la venta en un mercado. Me di cuenta que había estado buscando evadir el problema, pasarle la responsabilidad a otros sin hacerme cargo yo mismo”. La idea de un santuario empezaba a tomar forma en la cabeza de Bala. Se comunicó con la Sociedad de Conservación de Sierra Leone y juntos produjeron una detallada propuesta, incluyendo un programa de educación para las escuelas. En menos de un año el gobierno aprobó el proyecto y les otorgó 40 hectáreas a las afueras de Freetown para crear una reserva natural y un santuario de Chimpancés. Se creó un comité para la supervisión del proyecto, y se nombró como director a Prince Palmer, Bala aun no asumía la completa dirección de la empresa.

La Unión Europea les concedió financiamiento por 34.000 Euros, pero a condición de que a cargo de la implementación de todo el proyecto estuviese Bala, quien finalmente aceptó y puso fin a una carrera de 15 años como contador. En Noviembre de 1995 Tacugama Chimpanzee Sanctuary abría sus puertas a la comunidad.

Para entonces Bala y Sharmila habían montado un simil santuario en el patio de su casa donde mantenían a 7 chimpancés, ya que la noticia ya había recorrido Freetown de lado a lado: una pareja está rescatando chimpancés en la ciudad, y les traían a los animales que rescataban de su cautiverio. Dos años más tarde, con el santuario en funcionamiento, ese número llegaría a 24. Algunos serían entregados de forma voluntaria por personas que querían una mascota y con el tiempo se encontraban con un peligroso animal salvaje. Otros deberían ser confiscados y llevados al santuario a la fuerza.

Bruno llegaría a tener “el tamaño de un gorila”, como decían algunos visitantes locales. Y su peso llegaría a ser un tercio mayor del promedio de los chimpancés salvajes. Muy posiblemente gracias a la dieta que tenía viviendo con su familia humana. Un enorme y fuerte chimpancé que se convertiría en el líder de los 24 chimpancés de Tacugama. “A veces cuando me abrazaba me sacaba el aire”, comenta Bala, y sigue: “era mus posesivo conmigo. Y se enojaba cuando me llamaba y yo no iba. Y después se ofendía por unos días. A mí me dolía no estar con él todo el tiempo, y que se ofenda, pero es un animal salvaje, y parte del problema es el contacto con los humanos. Si la idea era que, en algún momento, estos chimpancés vuelvan a su hábitat natural, tenía que tomar decisiones, por duras que fuesen”.

El paso siguiente era la construcción de cercas electrificadas para evitar un posible escape. Los chimpancés comparten cerca del 98% de información genética con los humanos, son nuestros parientes más cercanos en el mundo animal. Capaces de sentir emociones similares a las nuestras como enojo, celos, rabia, sorpresa. Desarrollaron una forma de comunicación basada en gestos y gritos, se organizan en sociedades altamente jerárquicas y diversificadas, y aprenden a usar herramientas, por lo que son capaces de escaparse fácilmente.

Bruno no vuelve.

Pero la situación social del país pasaría de muy mala a mucho peor. De eso hablaremos en la próxima entrega porque hubo otro golpe de Estado en 1999, otra invasión, después se metieron los británicos, los indios y los pakistaníes, terminó la guerra civil, todo se encaminaba bien, pero en el 2006 se escapan 31 chimpancés, Bruno incluido, matan a un taxista en el camino, recuperan a 27 de los 31, Bruno no vuelve. Juntan fondos, expanden el santuario, el pais se recupera mas o menos y pum Ébola, y después pum Corona virus.

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“Streaming en Argentina: Pablo Storino revela sueldos, precarización y la batalla del SATSAID por la registración laboral”

En exclusiva con La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores, Pablo Storino, pro secretario gremial del SATSAID, aborda la situación laboral y económica del sector del streaming en Argentina. El dirigente describe las profundas desigualdades entre los distintos canales, los niveles de registración y precarización existentes, y el rol del sindicato frente a este nuevo escenario comunicacional.

LCV:

“¿Cuál es la situación laboral real de los canales de streaming? ¿Cómo es esto que parece un jolgorio? ¿Todo es divertido? Somos todos amigos, nos matamos de risa… pero cuál es la situación económica y laboral de los compañeros de streaming?”

Pablo Storino:

“La situación del mundo del streaming hoy es muy dispar. Existe un grupo reducido —un top 10 o 20— que logró monetizar sus contenidos, profesionalizarse y constituir unidades económicas que permiten formalizar relaciones laborales, registrar trabajadores y blanquear actividades. Pero también hay muchos otros que sobreviven como pueden, trasladando esa precariedad a quienes trabajan allí: falta de registración, salarios muy bajos y condiciones inestables. Esto genera la pregunta de si el streaming es una burbuja o si, con el tiempo, se asentará dejando afuera a quienes no puedan consolidarse como organizaciones empresariales.”


LCV:

“La mayoría está informalizada o son factureros.”

Pablo Storino:

“La situación es heterogénea. Hay empresas como Luzu TV, con 110 trabajadores registrados y salarios que van de dos a cuatro millones de pesos. Y hay otras como Olga, con un alto nivel de precarización, donde muchos jóvenes están como monotributistas cobrando entre 500.000 y 600.000 pesos. En algunos canales hay explotación evidente, y son justamente los que desde el SATSAID estamos denunciando y tratando de regularizar. También existen proyectos como Gentina, Futurock, Vorterix o Bondi que tienen relaciones laborales formalizadas y en condiciones.”


LCV:

“Perfecto. Bien o mal, ¿no? Porque estos sueldos que me decís serían formalizados. ¿Bien o mal?”

Pablo Storino:

“Totalmente. Es trabajo registrado, con aportes a la jubilación, a la obra social y todos los derechos laborales que corresponden.”


LCV:

“Buena cuna tiene ese pibe. Sé que viene de una familia de trabajadores y no se quedó en el camino con la experiencia. ¿Cuál ha sido la experiencia general?”

Pablo Storino:

“Existe una situación común tanto en proyectos identificados con la derecha como con la izquierda. Por ejemplo, algunos streaming de línea más conservadora desconocen las leyes laborales y evaden responsabilidades, pero lo mismo sucede en otros que se presentan como progresistas. Desde el SATSAID entendemos que la falta de registración responde a una lógica económica transversal: no pagar aportes patronales ni cumplir con los pisos salariales establecidos por el convenio colectivo. Contra eso nos enfrentamos todos los días, venga de donde venga.”


LCV:

“La paritaria de los trabajadores de cable: ¿cómo cerró?”

Pablo Storino:

“En este contexto, la paritaria viene cerrando bien. Logramos que las empresas de la Cámara TAC paguen mes a mes el índice de inflación del INDEC, aunque no coincidamos con el método de cálculo del organismo. Por lo menos eso evita una pérdida mayor del poder adquisitivo. Llegar a este acuerdo requirió asambleas, paros y mucha presión, pero finalmente TAC entendió que no íbamos a aceptar que los salarios quedaran por debajo de la inflación.”

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Daniel Yofra: “Vamos a tener que armar Frente Sindical para resistir la reforma laboral”

En exclusiva con La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores, Daniel Yofra expone la postura del Sindicato de Aceiteros frente al avance de la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional. Desde la crítica a la inacción de las centrales sindicales hasta el análisis de la situación industrial y el impacto en los derechos laborales, Yofra plantea la necesidad de construir un frente sindical amplio para enfrentar los cambios propuestos. La conversación aborda tanto las implicancias materiales de la reforma como el rol político del sindicalismo en el actual contexto económico y social.

LCV:
“Contame la postura del Sindicato de Aceiteros frente a la reforma laboral.”

Daniel Yofra:
“Estamos preocupados por lo que está pasando y por la inacción del sindicalismo ante una reforma laboral que, en algunos casos, va a legalizar la precariedad laboral y, en otros, va a intentar imponerla cuando tengan la herramienta para hacerlo. Nosotros vamos a salir a luchar como siempre lo hicimos, como el año pasado con la Ley Bases. Este año no será la excepción. Vamos a oponernos porque es un legado que nos dejaron los trabajadores y trabajadoras aceiteros y desmotadores. Tenemos la responsabilidad de defender lo que otros conquistaron y ya no están: desaparecidos, asesinados, encarcelados. Todo lo que ocurrió en la historia de la lucha obrera hoy lo quieren borrar de un plumazo bajo el título de ‘modernidad laboral’, cuando en realidad quieren volver cien años atrás.”

LCV:
“¿Piensan llevar adelante una huelga si avanza la reforma? Supongo que no como una acción aislada, sino como parte de la unidad sindical.”

Daniel Yofra:
“Estamos tratando de que otras organizaciones se sumen y esperamos que la nueva CGT o el nuevo triunvirato entiendan que hay que ir a una huelga, salvo que tengan otra estrategia que hasta ahora no ha funcionado. Ni siquiera los llaman a discutir la ley. Los empresarios escriben la reforma laboral y este Gobierno la lleva adelante porque tiene compromisos con quienes lo llevaron al poder.”

LCV:
“Esto de que los empresarios escriban las leyes ya pasó con Macri. Hoy, con el respaldo electoral que tiene, Milei cree posible avanzar en reformas que afectan a todos los sectores industriales. ¿Cómo visualizás este escenario, especialmente respecto a la desindustrialización, la caída del empleo y la pérdida de mano de obra calificada?”

Daniel Yofra:
“En nuestro sector no se siente la importación indiscriminada, pero sí afecta a sectores que dependen del mercado interno. Cerraron más de 20.000 pymes y hay 270.000 trabajadores despedidos. Muchas empresas están importando lo que antes producían, como la química de Río Tercero, que fabricaba insumos para colchones y hoy los importa, dejando a más de 200 trabajadores en la calle.”

LCV:
“Si avanzara la flexibilización horaria, el salario variable —el ‘sueldo dinámico’— o las vacaciones en cuotas, ¿cómo sería la industria bajo ese régimen?”

Daniel Yofra:
“Los trabajadores perderían la posibilidad de ordenar su vida fuera del empleo. No podrían programar vacaciones ni prever ingresos básicos. Sería tan simple y grave como eso.”

LCV:
“Muchos argumentan que hoy la informalidad ya impide planificar la vida.”

Daniel Yofra:
“Esto empeoraría la situación de quienes hoy sí tienen estabilidad laboral. Hay casi 9 millones de trabajadores registrados. El año pasado decían que la reforma iba a traer inversiones y empleo; no ocurrió nada. Los empresarios no necesitan que se quiten derechos. Necesitan industrializar la materia prima, necesitan crédito, necesitan que haya consumo. Con salarios por debajo de la pobreza —más del 90% de los registrados están así— no hay consumo, no hay producción y no hay trabajo.”

LCV:
“Se suele decir que los sindicatos industriales están defendiendo a un universo de trabajadores cada vez menor. Lo que planteás va en sentido contrario.”

Daniel Yofra:
“Hoy tenemos dos problemas. Primero, diputados y senadores que nunca trabajaron bajo patrón, dependen de patrones o directamente lo son. Van a instalar mentiras para poner a la sociedad en contra del sindicalismo y de la CGT, que es la central más grande del país y de Sudamérica. Segundo, la inactividad de la CGT. Si no cambia el rumbo, creyendo que sólo con diálogo lo logrará —cuando ni siquiera los llaman— será difícil torcer la historia. Seguramente vamos a tener que armar un frente sindical que luche contra esto.”

LCV:
“Para cerrar: ¿están trabajando en algún proyecto alternativo a la reforma? ¿Hay algo con los diputados sindicales o dentro de la CGT?”

Daniel Yofra:
“No participé de la reunión con los compañeros supuestamente afines al movimiento obrero. Creo que son muy pocos para el momento de la votación y no tengo detalles de la contrapropuesta. Pero no hace falta ser científicos para mejorar la vida laboral. Nosotros lo comprobamos con los comités mixtos de seguridad e higiene. Bajamos la accidentología y las muertes laborales, incluso sin una ley vigente en muchas provincias. Los derechos de los trabajadores también benefician a los empresarios. Ellos se quejan de la industria del juicio, pero no hacen nada para evitar accidentes. ¿Qué quieren? ¿Trabajadores mutilados y sin indemnización?

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“18 años de proscripción, memoria y militancia: conversación con Gustavo Campana”

El periodista Gustavo Campana reconstruye recuerdos personales y políticos alrededor del 17 de noviembre de 1972, fecha del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina tras 18 años de exilio. Desde la mirada de un niño de 10 años que seguía los acontecimientos desde un televisor en blanco y negro, hasta el análisis histórico de la resistencia, la militancia, el rol del movimiento obrero y las operaciones del poder real, Campana hilvana una lectura profunda del período y de sus continuidades hasta el presente. La charla, atravesada por testimonios personales de quienes vivieron la época, permite comprender por qué el Día de la Militancia es, además de una efeméride, una narrativa colectiva de lucha, memoria y disputa política.

LCV: “¿Dónde estabas vos el 17 de noviembre de 1972?”

Gustavo Campana: “Cumpliendo 10 años y mirando desde el televisor en blanco y negro de mi casa lo que sucedía en Seisa y en sus alrededores. Lo vivía desde un lugar particular, porque el decreto 4161 nos había marcado.
Nací en el 62, por lo tanto Perón era el hombre prohibido, el que no se podía nombrar. Era ese peronismo que, en la clandestinidad, le contaba todos los días al pueblo que seguía vivo.
A principios del 72, finales del 71, empezó a aparecer a través de los noticieros que levantaban un poco la persiana de la censura. Eran esos reportajes donde le preguntaban: ‘¿Qué va a hacer usted para volver?’ ‘Nada. Todos mis enemigos.’ ‘General, durante tanto tiempo hubo gente que quería que usted se muera y hoy no quiere que se refríe.’ ‘Se están acordando tarde, porque ahora me estoy muriendo.’
Todo eso llegaba al living, al televisor sin control remoto y en blanco y negro, y atravesaba a un pibe de 10 años por todas partes.”

LCV: “¿Qué impronta había en tu casa? ¿Qué opinaba tu madre mientras cocinaba o tu padre? ¿Qué les provocaba ese regreso?”

Gustavo Campana: “Mi viejo había sido obrero gráfico y militante socialista. En ese momento trabajaba como portero en Belgrano. No le daba para ser antiperonista, pero estaba cerca. Mi mamá era más silenciosa, pero la información entraba por todos lados.
Y había algo claro: un año después mi viejo no votó ni a Cámpora ni a Perón. Seguramente votó a Corvalán en marzo del 73. En la segunda vuelta no sé; estaba mal. No tan mal… pero por ahí andaba.”

LCV: “Antes de ir al país al que vuelve Perón, una pregunta importante para quienes son jóvenes: ¿por qué el 17 de noviembre se transforma en el Día de la Militancia?”

Gustavo Campana: “Porque ‘lucharon y volvió’. Ese es el dato central.
En ese ‘lucharon’ hay una mixtura entre la resistencia peronista, que se pone de pie tras el golpe del 55, y la juventud maravillosa que se suma a fines de los 60, en el trasvasamiento generacional del que hablaba Perón en sus entrevistas con Pino y Getino.
La Juventud Peronista fue clave, pero no fue la única: estaba el trabajo de la resistencia del 56, el Plan Conintes, la pelea en la calle de los grupos armados —Uturuncos, FAP, Montoneros—, la tendencia, la CGT, el corazón peronista de la CGT de los Argentinos, y el Cordobazo con Atilio López.
Todo ese encadenamiento de hechos empuja a un régimen en decadencia, la tercera etapa de la Revolución Argentina, que había pasado por Onganía, por el experimento breve de Levingston y finalmente por Lanusse.
Todos necesitaban a Perón, propios y extraños.”

LCV: “Estamos haciendo un documental sobre sindicalistas desaparecidos. Ricardo Vaschetti nos decía que desde el minuto cero en que se abrió el proceso electoral que llevó a Cámpora ya se estaba armando el golpe del 76. ¿Coincidís?”

Gustavo Campana: “Sí. El golpe del 76 es un objetivo claro, sobre todo después de la muerte de Perón.
El Grupo Ascuénaga —Martínez de Hoz y compañía, reunidos en un petit hotel de la calle Ascuénaga, propiedad de Blaquier— empieza a tejer la política económica que después se aplicará, respaldada por Rockefeller, el Chase Manhattan Bank y Kissinger.
Después del 11 de septiembre del 73, con el golpe en Chile, se consolidó el Plan Cóndor y la decisión del poder real de cambiar la matriz económica: de un país industrial, con trabajo a tres turnos y 2% de desocupación, a un país rentístico-financiero dedicado a la especulación.
La implosión del país no empieza en el golpe: tiene una etapa anterior, el Rodrigazo, armado por la derecha liberal.”

LCV: “Incluso a nivel leyes: la de represión a movimientos subversivos en espacios sindicales sale en el 74.
Pero volviendo al 72: Cámpora dijo que la primera medida económica de Perón sería la independencia del Fondo Monetario. ¿Qué significa eso?”

Gustavo Campana: “Perón logró durante 9 años que la Argentina no ingresara al Fondo Monetario. Entre 1946 y 1955 fuimos el único país de América Latina que no entró en la institución creada en el 44.
Estados Unidos sabía que Perón era un mal alumno para el orden mundial de posguerra.
En ese período construyó la industria nacional, desarrolló ciencia y tecnología propia y consolidó derechos laborales.
El golpe del 55 tuvo como tarea desarmar todo eso. Fueron 14 toneladas de explosivos en Plaza de Mayo, más el golpe, más los fusilamientos del 56, para poder entrar al Fondo Monetario en el 57.
No es un dato menor. Junto con el Banco Mundial iban a regir los destinos económicos de América Latina.”

LCV: “Cada vez que charlamos pienso: ¿cómo hacer para que seas columnista de La Columna Vertebral? Con vos uno dice ‘plum’ y aparece toda la historia detrás.
Feliz Día del Militante.”

Gustavo Campana: “Para ustedes también. Vamos a seguir encontrándonos en estos espacios.
Y veremos si las chicas de La Columna Vertebral logran seducirme para sumarme.
Un abrazo inmenso.”

LCV: “Quiero cerrar con algo. Yo soy exactamente la generación intermedia: entre el pibe del televisor blanco y negro y la resistencia. Estaba intentando llegar a Ezeiza esa mañana.
Un compañero me decía: ‘¿Dónde estabas vos?’ Yo no pude llegar. ¿Te acordás cómo nos mojamos?
Cada uno tenía su anécdota. La mía es así: le dije a mi mamá que iba a estudiar a la casa de una compañera. Me quedé a dormir. Lluvia torrencial, barro, policía que nos corría, volvimos llenas de barro. Y cuando llego, mi mamá me dice: ‘Yo sabía quién lo tiró.’ Nos empezamos a reír.
Pobre vieja. Al lado de eso, todos los que vinieron después eran santos comparados con nuestra generación.”

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