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La baja de la jornada laboral es tendencia en el mundo. Japón en punta.
Panasonic Holdings Corporation anunció que la semana laboral de cuatro días se pondrá a disposición de algunos empleados para el final de este año fiscal. La reducción de la carga de horas de trabajo no implicará ninguna disminución en el salario. De esta forma, se suma a las experiencias ya iniciadas en otras empresas de Japón, entre ellas: Hitachi Ltd., Mizuho Financial Group Inc. y Fast Retailing Co. (Uniqlo).
La primera en adoptar esta medida fue Microsoft y pudo comprobar sus beneficios: los trabajadores mejoraron su productividad en hasta 40% y aumentaron las ventas, a la vez que redujeron los gastos de electricidad y de tinta y papel. El experimento de Microsoft inició en el 2019 al sumarse al programa Work Life Choice Challenge 2019 (El desafío de la elección de la vida laboral 2019).
Además del viernes libre, el personal contratado a tiempo completo recibió una “licencia especial”, que fue pagada. También se le puso límite a la duración de las reuniones —máximo 30 minutos— y se animó al personal a hacerlas online en lugar de cara a cara.
No solo los gigantes de la industria optaron por este experimento. También las PYMES japonesas decidieron impulsar la iniciativa. El 8,5% de las pequeñas y medianas empresas de Japón ya concedieron al personal tres días libres semanales sin reducción salarial.
El primer país en aceptar con entusiasmo la propuesta de disminuir la carga laboral de sus trabajadores es el que, hasta ahora, tenía la mayor exigencia de productividad horaria. Tan es así que se había desarrollado una enfermedad característica de japón, transformada en un problema de salud pública, demoninada ‘Karoshi’ (muerte por exceso de trabajo). En 2017 una encuesta reveló que casi una cuarta parte de las empresas japonesas tenían empleados que trabajaban más de 80 horas extra al mes, a menudo sin remuneración.
De golpe y porrazo, los CEOs japoneses descubrieron que debían cuidar la vida de sus trabajadores. No es fácil adivinar si lo hacen por motivos humanitarios o productivos. Lo cierto es que el presidente de Panasonic, Yuki Kusumi, declaró en estos días que “es nuestra responsabilidad garantizar la estabilidad de la vida laboral de nuestros empleados”, y el investigador senior del Recruit Works Institute, Hiromi Murata, dijo que “las empresas ven la semana de trabajo de cuatro días como una estrategia para evitar que su propio personal experto se vaya, porque toma tiempo para descubrir y nuevos empleados, entrenarlos y tomarlos al mismo nivel. Hay muchos empleados experimentados que no pueden trabajar 5 días a la semana”, continuó, “al reducir la semana laboral a cuatro días, las empresas tendrán una mejor oportunidad de contratar a alguien con buenos estiramientos y apoyar a sus empleados”.

En el mundo entero se está debatiendo la reducción de la jornada laboral.
El primer país en el que algunas empresas tomaron esta decisión fue Nueva Zelanda. En el 2018, la empresa Perpetual Guardian aprobó la semana laboral de cuatro días y Unilever lo hizo en 2021. En plena pandemia, la primera ministra, Jacinda Ardern, prometió extenderlo a todo el territorio para fomentar el turismo interno y la economía.
Hoy el tema está en discusión en Bélgica donde esta semana anunciaron una reforma laboral que incluye la posibilidad de reducir la jornada laboral a cuatro días. El proyecto prevé que se trabaje menos días aunque las mismas horas, por el mismo salario. Según el acuerdo alcanzado entre los ministros de la coalición gobernante, que tiene asegurada su aprobación en el Parlamento, el trabajador podrá elegir concentrar sus 40 horas semanales en cuatro días o podrá optar por un régimen semanal variable, trabajando más horas una semana y teniendo más tiempo libre a la siguiente.
En el caso de España, el proyecto impulsado por el diptutado Íñigo Errejón apunta a reducir las horas de trabajo. En este caso, el Gobierno español estaría dispuesto a aportar 10 millones de euros a las 200 empresas que quieran participar de la prueba para implantar, este año, la jornada laboral de 32 horas semanales o cuatro días. Se estima que alcanzará a entre 3.000 y 6.000 trabajadores. Cabe recordar que ya existe un antecedente español en éste sentido: la empresa DelSol Software hace varios años viene practicando este esquema, que se tradujo en mayor rendimiento, más facturación y menor ausentismo.
En la misma situación se encuentra el Reino Unido, donde 30 empresas se sumarían a esta iniciativa que, si logra su cometido, podrían ayudar a que el Parlamento adopte por ley la semana laboral de 32 horas a nivel nacional. Mientras en Estados Unidos y Alemania son las propias empresas las que están impulsando la reducción horaria con distintas variantes.
¿Argentina a contramano de la historia?
En Argentina existen dos proyectos: el de la diputada del Frente de Todos y dirigente de la Asociación Bancaria Claudia Ormaechea, que propone una jornada máxima de 6 horas y un tope de 36 horas semanales y el del legislador y secretario general de la CTA, Hugo Yasky, que propone una semana laboral un máximo de 8 horas diarias y no más de cuarenta horas semanales.
En el momento de su presentación, agosto de 2021, tanto la CGT -con algunas disidencias internas- como el Ministro de Producción, Matías Kulfas, se opusieron a la reducción horaria. Luego de la modificación de la conducción de la Central Obrera todavía no hubo una toma de postura en ese sentido.
De acuerdo a un informe del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba no están dadas las condiciones para realizar una experiencia similar en Argentina, “los países que bajaron las horas trabajadas lo hicieron luego de haberse desarrollado, con crecimiento económico y de la productividad sostenidos. Estas condiciones no están dadas en la Argentina”.
Sin embargo, para 4DWG, está demostrado que reducir la semana laboral de 40 a 32 horas funciona para empleados y empleadores. “Hace 100 años pasamos de trabajar seis días a la semana a cinco”, recordó la ONG antes de subrayar que no se debe perder tiempo en esa discusión: “Ya estamos atrasados para una actualización”.
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CGT: “MARCHAMOS CONTRA LA REFORMA LABORAL”
La Confederación General del Trabajo anunció una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves 18 de diciembre en rechazo a la reforma laboral que impulsa el gobierno nacional que busca precarizar aún más el trabajo argentino.
El proyecto del presidente Milei pretende instalar un banco de horas que permitiría jornadas de trabajo de 12 horas, habilita el cobro de salarios mediante mercancías y elimina, entre otros, el estatuto del periodista.
*nota en desarrollo
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Expo Cooperativa 2025: producción, soberanía alimentaria y desarrollo local, por Hernán Rachid
En exclusiva con La Columna Vertebral, e ldirector de Capacitación y Formación del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC), Hernán Rachid, detalla cómo avanza la organización de la Expo Cooperativa 2025, profundiza en el rol de las cooperativas en la producción de alimentos y explica por qué la soberanía alimentaria es clave para el desarrollo de las comunidades bonaerenses. También analiza la situación actual del sector agropecuario y la urgencia de fortalecer redes productivas en todo el territorio.
LCV — ¿Cómo va la preparación de la Expo Cooperativa 2025 que tendrá lugar este viernes?
Hernán Rachid: “Este viernes 12 estaremos en el Teatro Argentino, en calle 51, realizando la segunda Expo Cooperativa desde que se jerarquizó nuevamente el órgano de control y fomento de cooperativas en la provincia. La primera edición fue el año pasado y esta segunda llega con gran participación y una amplia oferta de actividades.”
LCV — Dentro de la Expo habrá una feria de alimentación. ¿Quiénes participan y qué ofrecerán?
Hernán Rachid: “Decidimos concentrar la muestra en las cadenas de producción más fuertes de la provincia y por eso montamos una feria de alimentos en el exterior del Teatro Argentino con unas diez cooperativas y federaciones agropecuarias. Participarán Federación Rural, FECOFE, Federación AGROPA y cooperativas de la región y del interior que ofrecerán harinas, lácteos, kiwi y otros productos. Buscamos visibilizar al sector cooperativo y permitir que vecinos y vecinas accedan a alimentos a precios accesibles.”
LCV — Se menciona mucho el concepto de soberanía alimentaria. ¿Cómo lo definirías y cuál es el aporte de las cooperativas?
Hernán Rachid: “La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a producir sus alimentos, especialmente aquellos vinculados a su cultura y consumo habitual, y a acceder a ellos. En las cooperativas de pequeños y medianos productores es un eje central porque involucra el vínculo con el territorio, la comunidad, los consumidores y las formas de producción. Por eso el sector cooperativo lo adopta como un principio fundamental.”
LCV — No todos los productores trabajan bajo el concepto de soberanía alimentaria. ¿Cómo unifican estos esfuerzos en un contexto donde el discurso oficial lo desvaloriza?
Hernán Rachid: “Nuestro enfoque consiste en abordar la crisis del sector agropecuario, donde solo entre el 7% y el 8% de la población vive en el campo y la mayoría está en ciudades. Muchos pueblos del interior no producen sus propios alimentos y dependen de mercados centrales ubicados a cientos de kilómetros. Lo mismo ocurre con la leche, la carne o los huevos. Entendemos la soberanía alimentaria no solo como acceso a alimentos, sino como una estrategia de desarrollo local, trabajo, prestación de servicios, fortalecimiento del comercio interno e impulso para cooperativas y pymes del interior.”
LCV — La soberanía alimentaria implica una cadena productiva compleja. ¿Cómo se integra el sector cooperativo en ese proceso?
Hernán Rachid: “La soberanía alimentaria involucra a toda la cadena de producción. Las cooperativas conviven con productores independientes y empresas en una provincia con una diversidad enorme: fruticultura, horticultura, granos, carnes, olivos e incluso vitivinicultura. En el Congreso de Cooperativas Agropecuarias que organizamos con la Universidad de La Plata y el Ministerio de Desarrollo Agrario, cooperativas grandes, medianas y pequeños productores coincidieron en que la situación es muy preocupante y en que es urgente generar trabajo, fortalecer los pueblos del interior y garantizar el acceso a alimentos.”
LCV — ¿Qué podrán encontrar quienes visiten la Expo Cooperativa 2025?
Hernán Rachid: “Esperamos que se acerque mucha gente. Además de la feria de alimentos, habrá espectáculos de cooperativas culturales; cooperativas tecnológicas con realidad virtual e inteligencia artificial; cooperativas textiles y gastronómicas para comer en el lugar. Será una exposición diversa, completa y muy rica.”
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Crónicas de la vida Moderna, parte II, “Publicidad, marketing y capital”, por Marcelo Cosín
Una canción para acompañar la lectura:
“Coca Cola refresca mejor, Coca Cola elimina el dolor, Coca Cola querida señora, es el símbolo perfecto del amor”. Esta letra (y la música) la escribió el genial Jorge Schussheim a comienzos de la década del 60.
La publicidad es un género de comunicación dependiente de otra disciplina que la abarca: el marketing. Para no entrar en detalles, la publicidad, que es tan antigua como la Edad Media, tiene su inicio como herramienta fundamental del capitalismo en los años 50, después de la Segunda Guerra Mundial.
Esta crónica se refiere a la publicidad comercial, no a la comunicación política. El marketing comercial es mucho más que una técnica para vender productos: es el sistema que organiza la producción y el consumo dentro del capitalismo. Su función no es sólo conectar empresas con clientes, sino crear necesidades, moldear deseos y transformar la vida cotidiana en mercancía. A través de la publicidad, el marketing convierte objetos comunes en símbolos de felicidad, estatus o amor, instalando la idea de que consumir es la forma natural de existir.

Un ejemplo: un comercial de televisión de aceite Cocinero (Molinos Río de la Plata). En el envase del producto hay una imagen de un cocinero con gorro y una gran sonrisa. En ese comercial, el ama de casa, la señora, tiene la fantasía de que ese cocinero del envase toma vida y la enamora. Algo así como que el cocinero es su amante secreto. ¿Qué tiene que ver esta imagen con un aceite de girasol que sirve para freír papas fritas? Nada. Es cierto: nada que ver.
Si uno se deja guiar por las definiciones, podría suponer que la publicidad sirve para informar las características del producto y, sobre todo, especificar las ventajas sobre productos de la competencia. Pero no es así. La publicidad usa técnicas de persuasión. Autores como Vance Packard y Ernest Dichter abundaron en construcciones teóricas para explicar que la publicidad somete a la sociedad a una especie de esclavitud a normas que predeterminan qué es lo bueno, lo correcto, lo aceptable y, sobre todo, dictaminan acerca del deber ser de la persona.Los slogans muchas veces marcan el sentido de producir estados de ánimo, emociones que tienen que ver con la manipulación del deseo: Coca-Cola – “Destapa la felicidad”.

Nike – “Just Do It”- apela a la motivación personal y la superación. El deseo de ser activo y exitoso se proyecta sobre la marca.
L’Oréal – “Porque tú lo vales”- refuerza la autoestima y el deseo de sentirse valioso. El producto se convierte en un símbolo de reconocimiento personal.
Apple – “Think Different”- no describe tecnología, sino identidad y creatividad. Manipula el deseo de ser único y especial.
Durante más de una década, Cerveza Quilmes tuvo una campaña de publicidad que cambió su imagen y devolvió el liderazgo a la cerveza, que estaba opacada por el vino común de mesa. En los años 70, Quilmes tenía una campaña que intentaba convertir a la cerveza en una bebida familiar, veraniega, para ser consumida en el almuerzo o la cena. Competía con el vino común de mesa y, especialmente, con una marca que se había impuesto gracias a su publicidad. El vino Crespi, cuya campaña se basaba en relatos de una familia joven. El comercial más exitoso de la serie fue uno en el que la mujer le dice al hombre que está embarazada y lo simboliza con una imagen en la que le muestra un par de escarpines. El actor era Hugo Arana y esa campaña lo hizo famoso. La feliz familia de Crespi acompañó a los televidentes por años.

El éxito fue tan rotundo que la familia de Crespi acompaño durante varios años a los argentinos. Allá por 1977/78 el joven matrimonio festejaba un aniversario. El bebé de los escarpines ya tenía 6 años. “Pasan cosas lindas en una familia. Muchas se viven con Crespi seco.”
Ver publicidad 1977:
https://www.youtube.com/shorts/PtLX2Q2_Fhg
Lo curioso era la época política en que se desarrolló esa campaña llena de amor, ternura y paternidad: la dictadura militar, en la que se arrojaban seres humanos vivos al Río de la Plata y los dulces bebes eran secuestrados junto a sus escarpines.
Varias marcas de vino competían por ser la bebida preferida de la familia en el almuerzo y la cena. Mientras la cerveza no lograba hacer pie.
Quilmes intentaba, al menos, que en el verano se cambiara el vino por la cerveza con la campaña “A las 9, Quilmes también”, con escenas familiares llenas de amor y ternura. Pero no pudo. La guerra por la bebida en la mesa familiar la ganó el vino, que aumentaba el consumo de varias marcas y, sobre todo, incentivaba la inversión publicitaria.
Una agencia publicitaria llamada Solanas (del hermano de Pino Solanas, Héctor) encontró la fórmula para que la cerveza destituyera al vino. Lo primero que hizo fue una investigación de mercado. ¿Qué descubrió esa investigación? Que los jóvenes estaban ausentes de esas escenas familiares románticas en las que el vino prevalecía. Entonces la agencia encontró dos cosas para hacer que la “birra” se convirtiera en la preferida de la juventud. La primera: descubrir que el alcohol era un paso inicial en la desinhibición del acercamiento sexual. Y después, que los jóvenes ya no estaban en la casa, sino en “los boliches”. Por lo tanto, surgió el slogan “El sabor del encuentro”. Los comerciales contaban cómo una pareja se conocía en un boliche, haciendo que la cerveza fuera el imán que producía el acercamiento.

Estos ejemplos iniciales llaman a la reflexión acerca de la importancia del marketing y la publicidad como factores determinantes en el comportamiento de la sociedad. La publicidad comercial no es un mero instrumento de ventas. La publicidad es la mano armada del capitalismo, que genera consecuencias políticas de mayor importancia.
Continuará…

