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José Pasotti: “En la pandemia hubo trabajadores que salieron del sistema, y ahora hay que buscarlos”

José Pasotti, secretario general del Sindicato Obrero del Caucho y Afines, pasó por La Columna Vertebral para comentar la situación del sector, el golpe que significó la pandemia para sus trabajadores y la última paritaria conseguida para subir el mínimo arriba de la canasta básica.

El pasado 20 de mayo, el Sindicato de Caucho, Anexo y Afines anunció que consiguieron un aumento salarial del 53% a pagar en cuatro tramos con una cláusula de revisión por inflación en el mes de octubre, luego de la negociación entre la comisión de paritarias y la Federación Argentina de la Industria del Caucho (FAIC).

LCV: ¿De qué se trata el Sindicato de Empleados de Caucho y Afines?

-Somos un gremio que nuclea todos los trabajadores que son los que hacen todo tipo de piezas derivadas del caucho, también tenemos el convenio 231/75 que es el que nuclea a los trabajadores de los talleres de cauchutaje y armado de rodado, y el otro convenio que es el 179/75 que nuclea a los trabajadores que hacen artículos de goma, caños, mangueras, pisos, pisas transportadoras y todo lo que tiene que ver con autopartes de caucho. 

LCV: ¿Cuánta gente más o menos nuclea el sindicato?

-En este momento después de la intervención que hemos sufrido perdimos muchísimos afiliados, pero estamos en 9 mil. Tenemos una proyección de llegar 13 mil o 14 mil afiliados.

LCV: ¿Sufrieron una intervención por qué motivo?

-Sufrimos una intervención porque somos un gremio que ahora a la luz de la actualidad fuimos uno de los primeros gremios que en el 2017 sufrimos la persecución de la Gestapro, porque habíamos ganado las elecciones en el 2017. Jorge Triaca y demás gente que estaba en el Ministerio de Trabajo nos impugnaron todas las urnas dónde habíamos ganado y nos dieron por perdido las elecciones y nos desalojaron de nuestro gremio el 4 de enero del 2018. Desde ahí emprendimos una lucha jurídica judicial y en febrero de 2020 la justicia nos dio la razón y se anularon las elecciones y se llamaron a unas elecciones nuevas, pero lamentablemente apareció el COVID y tuvimos que ser intervenidos por el Ministerio de Trabajo hasta diciembre de 2021 donde se pudieron efectuar las elecciones después de todo los DNU que había dando vueltas prohibiendo elecciones en los gremios, y ganamos por más del 70% de los votos. Asumimos en diciembre y ahora somos la nueva conducción.

LCV: En el marco del panorama sindical más grande ¿Ustedes están dentro de la CGT? ¿Con cuál se referencian ustedes a nivel a nivel central? 

-Nosotros participábamos en la CGT Nacional, estamos participando con Pablo Moyano en el Frente Sindical porque nosotros siempre fuimos amigos de ese gremio hermano, del gremio de Camioneros, y cuando nos pasó lo que nos pasó hemos golpeado muchísimas puertas y la única puerta que se nos abrió fue la del Sindicato de Camioneros que se puso al lado nuestro nos ayudó en todo y pudimos acceder de vuelta al gremio gracias al apoyo en gran parte de ellos.

LCV: La pandemia cuánto tuvo que ver con el tema del trabajo para ustedes, cómo los perjudicó y cuál es la relación que tienen con esas grandes empresas que hoy deben ser más además de Goodyear o Michelin, cuáles otras hay.

El tema de la pandemia a nosotros nos perjudicó muchísimo como creo que a toda la actividad industrial porque no se podía trabajar, se pararon todos los pedidos, hubo el tema de los sueldos que después el gobierno con el tema del REPRO pudo acomodar un poco, pero la verdad que los trabajadores la pasaron muy mal. Con respecto a lo que me pregunta de las empresas, nosotros en principio fuimos la Federación Argentina del Caucho, allá por los años 50, hasta que después se convirtió en lo que es hoy que es el Sindicato Obrero del Caucho. También surgieron otros gremios que tienen parte de la representación del caucho, que es el SUTNA, el Sindicato Único del Neumático, y ellos son los que tienen la fabricación de neumáticos, tienen Firestone o Bridgestone y algunas otras empresas. Nosotros lo que tenemos nucleados en nuestro gremio es el recauchutaje y todo lo que se fabrica derivado del caucho.


“Cuando nos anularon las elecciones el único gremio que nos abrió las puertas fue Camioneros”

ACERCA DEL DICTAMEN DE JORGE TRIACA

LCV: Ustedes trabajan más con pymes.

-Exactamente. Tenemos fábricas importantes en Córdoba, en Rosario, en Coronel Suárez, pero las empresas de fabricación del neumático le pertenecen al otro sindicato.  La relación que nosotros tenemos con la Federación Argentina del Caucho es bastante particular porque se está trabajando muchísimo ahora en la actividad, horas extras, fines de semana, se están incorporando muchos trabajadores a diferentes empresas, lo que nos cuesta muchísimo como bien lo dijo usted al principio, que llegamos a un acuerdo salarial que todavía no lo pudimos plasmar porque tenemos algunas diferencias entre lo que se arregló y estos muchachos son bastante pícaros para hacer las cuentas

LCV: ¿Cuáles son los muchachos pícaros? ¿El Ministerio?

-No. La Federación Empresaria. Acá pasa algo que era lógico que pase, que después de 2 años de intervención y 2 años de una dirigencia que no era tal, los sueldos cayeron, nuestro sueldo básico también, y estamos en la lucha donde de recomponer el salario de la gente.

LCV: ¿Pero ustedes ahora no obtuvieron el 53%?

-Obtuvimos el 53% después de largas luchas, largas discusiones, lo que hemos logrado que es muy importante para nuestro sector, es que hemos elevado lo que es el salario mínimo garantizado que le llamamos nosotros, que estaba en 60 mil pesos y en mayo pasa a 85 mil, en julio 93 mil, en septiembre 103, y en noviembre a 113.

LCV: Recién van a alcanzar lo que es hoy la canasta familiar en dos meses.

-Por eso lo que nosotros le planteamos a la Federación Empresaria es exactamente eso. Hay muchísimas empresas que serán el 30, 40% de nuestra actividad, están muy por arriba del salario básico o el salario mínimo garantizado porque tienen premios producción, premios a la asistencia, demás, entonces lo pasan holgadamente, pero hay un porcentaje bastante grande de empresas que solo pagan el básico y que utilizan la categoría más baja de convenio y lo que quisimos lograr con incrementar el salario mínimo garantizado es que ningún trabajador puede ganar menos que eso. Ahí donde estamos ahora trabados porque increíblemente nosotros hicimos la escala salarial acorde a lo que se firmó en el acta y a los empresarios le da entre 6 mil y 5 mil pesos menos en cada mes de salario mínimo garantizado y no sabemos de dónde sacaron los porcentajes y ahora el día martes volvemos al Ministerio de Trabajo para aclarar este tema.

LCV: ¿Cómo se efectiviza un paro en el caso de que ustedes hagan una huelga? ¿Cómo lo noto yo como usuaria por fuera de los trabajadores del caucho?

-Tuvimos el ejemplo en febrero, porque nosotros asumimos en diciembre y estos señores empresarios lamentablemente no nos escucharon, pedimos una recomposición salarial de un 20% más un bono y no hubo forma. Estaban muy acostumbrados a manejarse con el interventor que no se discutía nada, sino que solamente firmaba lo que le presentaba la federación y desde ahí iniciamos un plan de lucha en el cual fuimos empresa por empresa a hacer asamblea y se decidió un paro que se efectivizó en febrero. El paro más que nada se siente no a nivel general, por ahí en la vida de la gente no, pero sí en el tema de la distribución y de los pedidos en caso de repuestos. Lo que pasa es que ellos lo sienten en que, al no trabajar un día, la producción como en este momento está a full los perjudica bastante.

LCV: ¿La producción está a full?

-Sí, sí. La producción en este momento de lo que es la actividad, en un 80, 90% se está trabajando mucho. Nosotros ahora vamos a implementar en nuestra página web algún sistema porque nos llaman permanentemente los empresarios para pedirnos trabajadores, porque en nuestra actividad se necesitan trabajadores con especialización y capacitación en por ejemplo armado de caños, o mangueras, o cosas especiales, y en la pandemia y demás se perdieron muchos puestos de trabajo y gente que estaba especializada salió de la actividad, quedó fuera del sistema y ahora son buscados porque para capacitar un trabajador se necesitan entre seis y ocho meses.

LCV:  Peaje: ¿Cuál fue tu primer trabajo y te acordás cuánto cobraste? 

-Mi primer trabajo fue a los 9 años. Vendía diarios y tenía un reparto de diarios en la zona de La Tablada, acá en La Matanza donde yo vivo. Después trabajé en una fábrica de zapatos, en una panadería, y después entré en una empresa de caucho donde mi papá era el delegado. Mi papá fue el que me transmitió la pasión por defender a los trabajadores. Mi papá falleció y me quedó ese legado de defender a los trabajadores y me ha capacitado toda mi vida. Desde que entré al sindicato, estudié en la secundaria para adultos, me recibí de abogado en el 2013 y sigo capacitándome para ser un mejor dirigente cada día para poder conseguir las mejores cosas para nuestra gente. Así que les agradezco muchísimo el llamado y otra vez le deseo un feliz cumpleaños al programa. 

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Después del domingo, a redoblar la apuesta, por Alberto Nadra

Un aporte desde mi militancia

Lejos estoy de la soberbia pretensión de explicar a tan pocas horas los resultados de este domingo sombrío. Eludo cifras, porcentajes y bancas, e intento compartir una actualización de las afirmaciones y categorías que vengo planteando hace muchos años, mi forma de militancia con la palabra, así como con la acción que me permiten los años.

Las concibo como un simple aporte al intercambio que debemos darnos quienes nos consideramos parte del movimiento nacional y popular, tanto los que entienden que su misión es mejorar las condiciones de vida del pueblo dentro de este capitalismo senil –pero en pleno reacomodamiento–  como quienes siempre consideramos que solo lo lograremos plenamente mediante un transformación revolucionaria en las estructuras económico-sociales, un cambio de mando en el poder y no meramente en la administración temporal de la cosa pública.

La situación es lo suficientemente grave, hemos retrocedido tanto, que aún falta mucho  para dirimir esa cuestión.

Ganar batallas, perder la guerra

A lo largo de los años,  el peronismo, fuerza mayoritaria entre lo mejor de nuestro pueblo, demuestra que puede lograr la mayoría electoral por períodos, hegemónico en un principio, ligeramente frentista con el tiempo y las dificultades. Sobre todo cuando convoca a otros sectores del campo popular, puede conquistar o reconquistar derechos, mejorar transitoriamente las condiciones para producir y crear trabajo, recuperar el salario o afirmar la soberanía.

Sin embargo, no puede retener esa mayoría electoral, pues el poder real  reacciona al ver cualquier amenaza a sus privilegios. Ante esto y hasta ahora, en lugar de redoblar la apuesta,  cede ante el poder real y vacila ante la necesidad de producir cambios de fondo en la estructura y la relación de fuerzas social que la determina. Por eso fue y es desplazado, antes por golpes de Estado y ahora también por las urnas.

¿Qué significa redoblar la apuesta?

Para cambiar en serio y ampliar las posibilidades de sostenerlo en el tiempo,  no alcanza con las buenas intenciones  ni con  avances parciales; se exige redoblar la apuesta: confrontar a fondo con el privilegio y  enfrentar el “sentido común”, la ideología dominante en toda la sociedad, que es precisamente la del bloque dominante.

¿Qué significa redoblar la apuesta, sea en la gestión para defender conquistas y profundizar el rumbo,  sea en el llano para resistir y reunir fuerzas para dar vuelta la taba en favor de las mayorías?

Desde ya no es una convocatoria el exitismo, ni a las chicanas de la interna chica. Significa algo muy distinto a lo que practica la rama partidocrática del heterogéneo movimiento popular, que no solo la hay, sino que es  predominante en su dirigencia.

Necesitamos que se reencuentren con el pueblo, que pongan el cuerpo en las luchas que crecen, pero aisladas, sin coordinación ni dirección política.

Es necesario convocar y lograr la unidad, pero la unidad de los luchadores, no un mero rejunte vacío de contenido, que no solo duele, sino que conduce al fracaso, antes o después de un desafío electoral.

Es necesario que esa unidad sea amplia pero a la vez institucionalizada, con protagonismo de las distintas fuerzas, con toda la amplitud que permita un acuerdo programático claro y acompañado por un plan de acción concreto, para gobernantes y gobernados, para dirigentes y militantes.

Preguntas, tan incómodas como necesarias

En ese camino hay que plantearse problemas de fondo como, a título de ejemplo: ¿es posible reconstruir el país y abrir un futuro de progreso y bienestar sin plantear una moratoria unilateral de la deuda externa, por el tiempo que reclame esclarecer su legitimidad y determinar las formas de pagos que permitan crecer a la nuestro país? ¿Es posible sin replantear una estrategia de independencia internacional que incluye acuerdos regionales y apelar a la cooperación e integración con los BRICS? ¿Seguiremos escuchando condenas a la bronca y el combate cuando negar la legitimidad de responder a la violencia es sellar un pacto con la crueldad?

La disyuntiva final

Unidad institucionalizada, programa y plan de acción. Cultivar la bronca, empujar la lucha  organizada y transformarla en combate legítimo.

No son frases hechas, ni un recurso más melancólico que práctico.

¿Es difícil?  ¡Claro que lo es! Llevamos años y acumulando dolores sin lograrlo. Pero, mientras no se logre, mientras no lo logremos, seguiremos ganando o perdiendo elecciones, conquistando y reconquistando derechos una y otra vez, pero retrocediendo a mediano y largo plazo.

Sé que no digo nada nuevo para tantos luchadores, pero es hora de empezar a decirle a la dirigencia y militancia, principalmente a la peronista, que es eso o seguir profundizando la decadencia, repetir fugaces triunfos y domingos aún más sombríos que el de este 26 de octubre.

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“Un mi padre de ron”, por Oscar Taffetani

Un amigo cubano -cuyo nombre me reservo- me contó una vez que en sus últimos años Ismaelillo (el hijo de José Martí bautizado José Francisco Martí Zayas Bazán), quien a lo largo de su vida mantuvo una relación particular con los EEUU (creció en Brooklyn, intervino en la guerra de Independencia cubana, apoyó las intervenciones y el protectorado norteamericano y ya convertido en alto jefe militar se apartó de todo al fin de la conspiración de los ABC), solía rondar por hoteles y tabernas esgrimiendo un billete con la cara de su padre y pidiendo en voz alta “un mi padre de ron”. Deliciosa anécdota.

Me acordé de esto cuando ciertos dirigentes nuestros cuestionan -“por principios”- el inesperado salvavidas que Scott Bessent -amigo de Soros- le tiró al ministro Toto C. al comprar pesos argentinos la pasada semana (pesos que muy pronto estará recomprando, con ganancias).

Ay, si eso fuera todo! Esta dirigencia vernácula sigue sin entender que una buena parte del voto favorable al Advenedizo, ayer domingo, se debe a la perspectiva cierta de que al gobierno se le fuera todo de las manos -como a otros- por un “golpe de mercado”.

Fue un voto defensista y conservador, pero no un voto “colonialista”. Nuestros asuntos pendientes (deuda, recursos naturales, Estado, producción) siguen estando pendientes, y mi deseo es que puedan abordarse y resolverse sin perder las instituciones democráticas ni la Independencia argentina.

Nada, eso.

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“Represión y abandono en el Chaco: la comunidad Qom bajo ataque”

Introducción
En la provincia del Chaco, las comunidades originarias vuelven a ser blanco de la represión estatal. La semana pasada, un violento operativo policial atacó una manifestación pacífica de la comunidad Qom en la localidad de Villa Río Bermejito, dejando decenas de heridos y varios detenidos. Detrás de los palos y las balas de goma, se esconde una crisis humanitaria marcada por el hambre, la falta de agua y la eliminación de pensiones no contributivas.
Para comprender la magnitud de lo que ocurre y el rol del Estado en este conflicto, La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores dialogó con Johana Duarte, secretaria gremial de la UTEP.

LCV: “¿Cómo nace el conflicto que derivó en la represión a la comunidad Qom del Chaco?”
Johana Duarte: “La semana pasada, en la provincia del Chaco, se graficó una situación que venimos denunciando en todo el país, pero que en algunos lugares, como las provincias del norte, se profundiza más: la crisis alimentaria y la que viven las comunidades originarias producto del brutal ajuste que lleva adelante el gobierno nacional. En este caso, también en complicidad con el gobierno provincial, encabezado por Leandro Zdero, alumno perfecto de Milei. Digo ‘alumno perfecto’ porque no solo es cómplice del ajuste nacional, sino que implementa en la provincia más pobre de la Argentina las mismas políticas: ajuste, persecución, estigmatización de los trabajadores y represión. Es un modelo calcado del nacional.”

LCV: “¿Qué situación concreta están atravesando las comunidades en el territorio?”
Johana Duarte: “En la zona del Impenetrable chaqueño, hace varios meses que no llegan alimentos ni asistencia en agua. Son derechos básicos contemplados incluso por un fallo de la Corte Suprema en 2016, que intimó a la provincia a garantizar el cumplimiento de esos derechos. Desde la asunción de Milei en la Nación y de Zdero en el Chaco, esa asistencia se cortó. Las comunidades reclaman hace meses la restitución de esos derechos básicos. A eso se suma la baja masiva de pensiones no contributivas, que eran el único ingreso de muchas familias. La situación es de una gravedad absoluta.”

LCV: “¿Cómo se produjo la represión?”
Johana Duarte: “La semana pasada, en Villa Río Bermejito, las comunidades se habían congregado pacíficamente en la plaza central para movilizarse y exigirle al intendente que reclamara por los derechos que se están vulnerando. Pero el reclamo fue respondido con una represión feroz: más de 300 efectivos de la policía provincial atacaron a manifestantes indefensos, en su mayoría adultos mayores, mujeres y niños. Hubo casi 50 heridos y cinco detenidos. Lo más grave es que el operativo fue encabezado por el propio jefe de la policía del Chaco, mientras las mafias y el narcotráfico avanzan impunes en la capital. Es el modelo de seguridad impuesto por Patricia Bullrich: reprimir a los pobres en lugar de enfrentar el delito real.”

LCV: “¿En qué estado está hoy el conflicto?”
Johana Duarte: “Luego de la represión, las comunidades siguen en asamblea permanente. Reclaman tres cosas urgentes: alimento, acceso al agua y la restitución de las casi 10.000 pensiones dadas de baja arbitrariamente. Además, el Estado Nacional cerró oficinas como ANSES o el Ministerio de Capital Humano, y en esa zona la delegación más cercana está a 80 kilómetros, en Castelli. Es decir, no solo les quitan lo que necesitan, sino que también les niegan dónde reclamarlo.”

LCV: “¿Qué pasos se están dando frente a esta situación?”
Johana Duarte: “Las comunidades continúan en estado de asamblea y han iniciado acampes a la vera de distintas rutas del Chaco. Se exige al Poder Ejecutivo provincial que dé respuesta inmediata. La lucha va a continuar, porque las pensiones son un derecho adquirido y no vamos a permitir que se las arrebaten.”

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