fbpx
Connect with us

Destacada

Lucrecia Lionti: “En mi muestra quise mostrar cómo un trabajador es mucho más que su trabajo”

La artista plástica Lucrecia Lionti habló sobre su muestra “Intarsia, Jacquard y mi Ami Capital” que puede verse gratis en la galería Barro, Caboto 531 hasta el 20 de agosto.

Los objetos de la muestra están dispuestos en un salón rectangular ambientado como un patio escolar. Casi todo está hecho de telas, lanas, cueros u objetos queridos de la propia artista, con algunas grandes consignas y rinconcitos elocuentes.

LCV: Me llamó la atención ese cuadro que tenés, esa intervención, ese objeto de arte en donde destaca la camisa de un trabajador, de un obrero, de un mecánico, con el logo Scania y encima todas partes de tu vida.

-Sí. Bueno, un poco para que la gente pueda imaginar, la obra son tres cuadros que son como un tríptico, que están realizados con camisas, es como una obra textil. Son camisas grises del trabajo de Scania que yo descosí, desarmé, y volví a unir todo como si fuesen una especie de rectángulo sin que se correspondieran las partes de la camisa, la manga, el frente, el bolsillo. Sobre esa nueva tela que estiré y pensé sobre los bastidores de madera, pinté con óleo algunas arrugas, con un óleo negro, pensando un poco en la grasa de los camiones, como en el material mecánico, y escribí unas palabras que había encontrado en cuadernos de mi papá. Palabras complejas como sinécdoque o Metheny, que es como el apellido de Pat Metheny, un jazzista, y dibujé también un circuito electrónico. En estas composiciones, sobre estas camisas, las llamé “intereses proletarios” pensando en cómo mi papá, como trabajador de fábrica, obrero, tenía intereses muy sofisticados, como de alguien que escuchaba una música muy profunda. Entonces como que fue una especie de obra que hice en su momento, casi como un homenaje para él y pensando todas las ramas por las que un trabajador y sus intereses van más allá a veces que su trabajo y su oficio.

LCV: ¿Cómo era la relación con tu papá?

-Yo soy tucumana y vivo acá hace 12 años en Buenos Aires, pero en el 2018 mi papá fallece y es un año en el que vuelvo a vivir a Tucumán por un año. El encuentro es como cuando fallece un ser querido, empezás como a ordenar y a revolver cosas y a revisar y empezas un proceso de duelo. Yo encontré en su ropero varias camisas de trabajo con sus bolsitas, como si nunca las hubiera usado, así como también había otras prendas que sí las usaba, mameluco color azul eléctrico. Estas camisas las separo, estaban todas nuevas. Y el encuentro con esta camisa fue yo, sin darme cuenta, habrá sido una actitud muy catártica de empezar a cortarlas, no a cortarlas, a descoserlas por dónde estaban cosidas. Agarro un cúter y medio que estaba en un acto de catarsis, emocional, y yo sabía que ya estaba haciendo una obra. En mi trabajo yo uso mucho el textil, utilizo muchas telas, pero estas camisas para mí fueron como una especie de algo simbólico, también de material de trabajo que le vi un valor y dije bueno, algo quiero hacer con esto.

LCV: Te habrán preguntado cómo la hija de un mecánico de Scania, de un hombre que la gente prejuicia tal vez, alejado de estas sensibilidades culturales, le encantó que su hija hiciera el bachillerato en arte.

-Totalmente. Para mi papá fue un orgullo desde el día uno que yo quiera dedicarme a las artes. El capital con lo que uno cuenta en la clase trabajadora es la posibilidad de estudiar, en el caso que la tengas y que puedas hacerlo, eso es valiosísimo. Ya de por si que yo pueda dedicarme y ser una buena alumna y poder ir por más, para él fue un orgullo pero muy grande. Él antes de fallecer me vio a mí recibiendo un premio en el Salón MUNT de la Universidad de Tucumán, un premio por una obra que había hecho y eso fue como una especie de logro, como un regalo para su vida. Me emociona lo que pusiste de cortina porque es muy lindo cómo entrelazas todo en el programa, cómo vas navegando por todos los trabajos. Y la verdad es que sí, pienso que en una fábrica como Scania vos tenés diferentes puestos, diferentes posiciones de trabajo. Mi papá siempre fue un súper laburante, pero que también desde su lugar nunca pudo acceder a otros cargos superiores por la falta de estudio y pienso que el estudio fue como base, como su legado.

LCV: Cuando fui a la galería me sonaba tremendamente fría y con una cosa como muy escolar. Lo comento con el camarógrafo y después escuchamos que en la nota vos decías que ese era exactamente lo que querías lograr, que habías hecho pintar para que pareciera un aula. Y esto también remitía en este caso a tu familia de maestras.

-Exacto, la idea de escuela, de institución pintada con una línea hasta la mitad, es una imagen que para quienes pasamos por una escuela o por hospitales o por instituciones públicas, uno recuerda esa pintura con una institución que te remite a algo. Hay algo de lo escolar que está conmigo también por el trabajo de mi mamá. Mi mamá, maestra de plástica toda su vida, mi abuela también, y eso que uno vivió lo voy cargando en mi obra, lo voy haciendo de diferentes maneras. Es como ese valor que va conmigo e intento transmitirlo. Yo confío mucho en el arte, creo que al hacer una obra uno tiene una posibilidad de decir algo más allá de si te gusta o no y eso. Se podría decir arte conceptual, cuando el concepto está bastante presente en la obra, yo intento mezclar las dos cosas, pero también decir algo. Para mí la instancia educativa es como la posibilidad de aprender a leer las palabras, los colores. Es como algo muy de la primaria, como una especie también de rescatar eso como valor. Hay una mezcla entre mi mamá y mi papá, mi familia y el valor en el laburo.

Seguir leyendo
Comentá

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Destacada

Después del domingo, a redoblar la apuesta, por Alberto Nadra

Un aporte desde mi militancia

Lejos estoy de la soberbia pretensión de explicar a tan pocas horas los resultados de este domingo sombrío. Eludo cifras, porcentajes y bancas, e intento compartir una actualización de las afirmaciones y categorías que vengo planteando hace muchos años, mi forma de militancia con la palabra, así como con la acción que me permiten los años.

Las concibo como un simple aporte al intercambio que debemos darnos quienes nos consideramos parte del movimiento nacional y popular, tanto los que entienden que su misión es mejorar las condiciones de vida del pueblo dentro de este capitalismo senil –pero en pleno reacomodamiento–  como quienes siempre consideramos que solo lo lograremos plenamente mediante un transformación revolucionaria en las estructuras económico-sociales, un cambio de mando en el poder y no meramente en la administración temporal de la cosa pública.

La situación es lo suficientemente grave, hemos retrocedido tanto, que aún falta mucho  para dirimir esa cuestión.

Ganar batallas, perder la guerra

A lo largo de los años,  el peronismo, fuerza mayoritaria entre lo mejor de nuestro pueblo, demuestra que puede lograr la mayoría electoral por períodos, hegemónico en un principio, ligeramente frentista con el tiempo y las dificultades. Sobre todo cuando convoca a otros sectores del campo popular, puede conquistar o reconquistar derechos, mejorar transitoriamente las condiciones para producir y crear trabajo, recuperar el salario o afirmar la soberanía.

Sin embargo, no puede retener esa mayoría electoral, pues el poder real  reacciona al ver cualquier amenaza a sus privilegios. Ante esto y hasta ahora, en lugar de redoblar la apuesta,  cede ante el poder real y vacila ante la necesidad de producir cambios de fondo en la estructura y la relación de fuerzas social que la determina. Por eso fue y es desplazado, antes por golpes de Estado y ahora también por las urnas.

¿Qué significa redoblar la apuesta?

Para cambiar en serio y ampliar las posibilidades de sostenerlo en el tiempo,  no alcanza con las buenas intenciones  ni con  avances parciales; se exige redoblar la apuesta: confrontar a fondo con el privilegio y  enfrentar el “sentido común”, la ideología dominante en toda la sociedad, que es precisamente la del bloque dominante.

¿Qué significa redoblar la apuesta, sea en la gestión para defender conquistas y profundizar el rumbo,  sea en el llano para resistir y reunir fuerzas para dar vuelta la taba en favor de las mayorías?

Desde ya no es una convocatoria el exitismo, ni a las chicanas de la interna chica. Significa algo muy distinto a lo que practica la rama partidocrática del heterogéneo movimiento popular, que no solo la hay, sino que es  predominante en su dirigencia.

Necesitamos que se reencuentren con el pueblo, que pongan el cuerpo en las luchas que crecen, pero aisladas, sin coordinación ni dirección política.

Es necesario convocar y lograr la unidad, pero la unidad de los luchadores, no un mero rejunte vacío de contenido, que no solo duele, sino que conduce al fracaso, antes o después de un desafío electoral.

Es necesario que esa unidad sea amplia pero a la vez institucionalizada, con protagonismo de las distintas fuerzas, con toda la amplitud que permita un acuerdo programático claro y acompañado por un plan de acción concreto, para gobernantes y gobernados, para dirigentes y militantes.

Preguntas, tan incómodas como necesarias

En ese camino hay que plantearse problemas de fondo como, a título de ejemplo: ¿es posible reconstruir el país y abrir un futuro de progreso y bienestar sin plantear una moratoria unilateral de la deuda externa, por el tiempo que reclame esclarecer su legitimidad y determinar las formas de pagos que permitan crecer a la nuestro país? ¿Es posible sin replantear una estrategia de independencia internacional que incluye acuerdos regionales y apelar a la cooperación e integración con los BRICS? ¿Seguiremos escuchando condenas a la bronca y el combate cuando negar la legitimidad de responder a la violencia es sellar un pacto con la crueldad?

La disyuntiva final

Unidad institucionalizada, programa y plan de acción. Cultivar la bronca, empujar la lucha  organizada y transformarla en combate legítimo.

No son frases hechas, ni un recurso más melancólico que práctico.

¿Es difícil?  ¡Claro que lo es! Llevamos años y acumulando dolores sin lograrlo. Pero, mientras no se logre, mientras no lo logremos, seguiremos ganando o perdiendo elecciones, conquistando y reconquistando derechos una y otra vez, pero retrocediendo a mediano y largo plazo.

Sé que no digo nada nuevo para tantos luchadores, pero es hora de empezar a decirle a la dirigencia y militancia, principalmente a la peronista, que es eso o seguir profundizando la decadencia, repetir fugaces triunfos y domingos aún más sombríos que el de este 26 de octubre.

Continue Reading

Destacada

“Un mi padre de ron”, por Oscar Taffetani

Un amigo cubano -cuyo nombre me reservo- me contó una vez que en sus últimos años Ismaelillo (el hijo de José Martí bautizado José Francisco Martí Zayas Bazán), quien a lo largo de su vida mantuvo una relación particular con los EEUU (creció en Brooklyn, intervino en la guerra de Independencia cubana, apoyó las intervenciones y el protectorado norteamericano y ya convertido en alto jefe militar se apartó de todo al fin de la conspiración de los ABC), solía rondar por hoteles y tabernas esgrimiendo un billete con la cara de su padre y pidiendo en voz alta “un mi padre de ron”. Deliciosa anécdota.

Me acordé de esto cuando ciertos dirigentes nuestros cuestionan -“por principios”- el inesperado salvavidas que Scott Bessent -amigo de Soros- le tiró al ministro Toto C. al comprar pesos argentinos la pasada semana (pesos que muy pronto estará recomprando, con ganancias).

Ay, si eso fuera todo! Esta dirigencia vernácula sigue sin entender que una buena parte del voto favorable al Advenedizo, ayer domingo, se debe a la perspectiva cierta de que al gobierno se le fuera todo de las manos -como a otros- por un “golpe de mercado”.

Fue un voto defensista y conservador, pero no un voto “colonialista”. Nuestros asuntos pendientes (deuda, recursos naturales, Estado, producción) siguen estando pendientes, y mi deseo es que puedan abordarse y resolverse sin perder las instituciones democráticas ni la Independencia argentina.

Nada, eso.

Continue Reading

Destacada

“Represión y abandono en el Chaco: la comunidad Qom bajo ataque”

Introducción
En la provincia del Chaco, las comunidades originarias vuelven a ser blanco de la represión estatal. La semana pasada, un violento operativo policial atacó una manifestación pacífica de la comunidad Qom en la localidad de Villa Río Bermejito, dejando decenas de heridos y varios detenidos. Detrás de los palos y las balas de goma, se esconde una crisis humanitaria marcada por el hambre, la falta de agua y la eliminación de pensiones no contributivas.
Para comprender la magnitud de lo que ocurre y el rol del Estado en este conflicto, La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores dialogó con Johana Duarte, secretaria gremial de la UTEP.

LCV: “¿Cómo nace el conflicto que derivó en la represión a la comunidad Qom del Chaco?”
Johana Duarte: “La semana pasada, en la provincia del Chaco, se graficó una situación que venimos denunciando en todo el país, pero que en algunos lugares, como las provincias del norte, se profundiza más: la crisis alimentaria y la que viven las comunidades originarias producto del brutal ajuste que lleva adelante el gobierno nacional. En este caso, también en complicidad con el gobierno provincial, encabezado por Leandro Zdero, alumno perfecto de Milei. Digo ‘alumno perfecto’ porque no solo es cómplice del ajuste nacional, sino que implementa en la provincia más pobre de la Argentina las mismas políticas: ajuste, persecución, estigmatización de los trabajadores y represión. Es un modelo calcado del nacional.”

LCV: “¿Qué situación concreta están atravesando las comunidades en el territorio?”
Johana Duarte: “En la zona del Impenetrable chaqueño, hace varios meses que no llegan alimentos ni asistencia en agua. Son derechos básicos contemplados incluso por un fallo de la Corte Suprema en 2016, que intimó a la provincia a garantizar el cumplimiento de esos derechos. Desde la asunción de Milei en la Nación y de Zdero en el Chaco, esa asistencia se cortó. Las comunidades reclaman hace meses la restitución de esos derechos básicos. A eso se suma la baja masiva de pensiones no contributivas, que eran el único ingreso de muchas familias. La situación es de una gravedad absoluta.”

LCV: “¿Cómo se produjo la represión?”
Johana Duarte: “La semana pasada, en Villa Río Bermejito, las comunidades se habían congregado pacíficamente en la plaza central para movilizarse y exigirle al intendente que reclamara por los derechos que se están vulnerando. Pero el reclamo fue respondido con una represión feroz: más de 300 efectivos de la policía provincial atacaron a manifestantes indefensos, en su mayoría adultos mayores, mujeres y niños. Hubo casi 50 heridos y cinco detenidos. Lo más grave es que el operativo fue encabezado por el propio jefe de la policía del Chaco, mientras las mafias y el narcotráfico avanzan impunes en la capital. Es el modelo de seguridad impuesto por Patricia Bullrich: reprimir a los pobres en lugar de enfrentar el delito real.”

LCV: “¿En qué estado está hoy el conflicto?”
Johana Duarte: “Luego de la represión, las comunidades siguen en asamblea permanente. Reclaman tres cosas urgentes: alimento, acceso al agua y la restitución de las casi 10.000 pensiones dadas de baja arbitrariamente. Además, el Estado Nacional cerró oficinas como ANSES o el Ministerio de Capital Humano, y en esa zona la delegación más cercana está a 80 kilómetros, en Castelli. Es decir, no solo les quitan lo que necesitan, sino que también les niegan dónde reclamarlo.”

LCV: “¿Qué pasos se están dando frente a esta situación?”
Johana Duarte: “Las comunidades continúan en estado de asamblea y han iniciado acampes a la vera de distintas rutas del Chaco. Se exige al Poder Ejecutivo provincial que dé respuesta inmediata. La lucha va a continuar, porque las pensiones son un derecho adquirido y no vamos a permitir que se las arrebaten.”

Continue Reading
Advertisement

Facebook

Copyright © 2017 Zox News Theme. Theme by MVP Themes, powered by WordPress.