Destacada
Cachorro Godoy: “La CGT representa un modelo sindical caduco”
Hugo “Cachorro” Godoy, recientemente electo como secretario general de la CTA Autónoma, charló con Laura Giussani Constenla sobre los desafíos en su nuevo mandato, las marchas de distintas centrales sindicales durante la última semana y la posibilidad de una unidad con la CGT.
El 12 de agosto la Lista 1 “Germán Abdala” ganó las elecciones realizadas en la CTA Autónoma por amplia mayoría en todo el país. Votaron más de 400 mil afiliados y afiliadas, cerca del 37% del padrón. A partir de este resultado, Hugo “Cachorro” Godoy será el próximo Secretario General de la CTA Autónoma, junto a Ricardo Peidro y Mariana Mandakovic, que serán sus Secretarios Adjuntos y asumirán en septiembre.
-Hubo una gran participación a lo largo y a lo ancho de todo el país. El dato principal fue la capacidad de nuestra central de organizarse en todo el territorio y de elegir 250 regionales a lo largo y a lo ancho de todo el país, además de las 24 conducciones provinciales. Hubo una importante participación y estamos muy satisfechos. Empieza ahora una etapa donde además de crecer vamos también en camino a construir mayores niveles de confluencia que en otros sectores sociales y de trabajadores.
LCV: Eso te iba a preguntar un poco porque me daba la impresión de que algo de eso había dando vueltas y a veces los veo acercarse, alejarse, acercarse, alejarse tanto a la CTA autónoma con la CTA de los trabajadores. En algunas cosas están juntos, en otras cosas no. ¿Qué está pasando en ese sentido?
-Para nosotros es fundamental construir una central de nuevo equipo, y vamos a seguir convocando a todos los que estén dispuestos a construir un nuevo modelo sindical en la Argentina, que es clave para poder pensar en capacidad de los trabajadores y las trabajadoras de incidir en un escenario sumamente difícil y crítico, con un nivel de dependencia que ha hundido el país y por la fragmentación de la clase trabajadora. Entonces, la unidad en una sola central es una tarea a desarrollar.
LCV: ¿Estás hablando de la unidad entre las dos centrales de trabajadores tipo CTA Autónoma y CTA de los trabajadores? ¿O están pensando en juntarse también con la CGT?
–La CGT me parece un modelo sindical caduco. Está hegemonizado por los sectores del sindicalismo empresarial, y en tanto y en cuanto no cambien esas dos condiciones, a nosotros nos parece que la unidad tiene que ser entre aquellas experiencias que están en la práctica construyendo un nuevo modelo sindical. Los movimientos sociales que se han estructurado y organizado alrededor de la tarea de luchar contra el hambre en los barrios, el movimiento cooperativo. Aquellas experiencias como la de la CTA de los trabajadores, o alguna experiencia inclusive sindical que han demostrado una capacidad de animarse a construir lo nuevo que están inclusive dentro de la CGT. Pero el dato principal no es de nombres de siglas, sino de quiénes se animan a hacerse cargo de que más de la mitad de la población económicamente activa en el país es precaria. Por lo tanto, tienen formas organizativas totalmente nuevas, o a veces ni siquiera eso. Entonces tenemos que ir en búsqueda de esa capacidad de la clase trabajadora de reinventarse nuevas formas de organización.
“Acá hay trabajo, se trabaja. Pero no se paga”
SOBRE EL TRABAJO INFORMAL
LCV: Una compañera decía se confunden trabajo y empleo, es decir, creen que los empleados sólo trabajan, en realidad trabajan todos y en algún momento va a tener que tomar conciencia. No sé si desde el punto de vista tuyo estabas hablando de esa transformación que hay en la base misma del mundo del trabajo.
-Sí, en Argentina tiene otras características. Acá hay trabajo, se trabaja. Lo que sucede es que no se paga. No tiene salario formal. Quienes sostienen las tareas de cuidado, quienes desarrollan la tarea de organización en el territorio. Cuando me refiero a cuidado, me refiero al cuidado de mayores de la tercera edad, cuidados de la niñez, cuidados en los propios hogares, quienes trabajan en la lucha contra el hambre en los comedores sostienen esos merenderos y comedores populares, quienes trabajan en las cooperativas, quienes se inventan y se organizan en cooperativas y se inventan el trabajo: cartoneros, herreros, periodistas con el altísimo nivel de precariedad que tienen. Entonces tienen que estar organizados en una central. Esa es la tarea que hay que estructurar. ¿Para qué estructurarla? Para ganar fuerza organizada y obligar a que lo paguen. Obligar a que se reduzca el horario laboral, con los mismos o mejores salarios para generar más puestos de trabajo, y porque además en el país la brecha de productividad que se ha generado es altísima y por eso es que aumentan las tasas de ganancia de las empresas mientras se reduce el salario y aumenta la precariedad. Porque es necesario incorporar la formación para acortar la brecha tecnológica, que los bienes científicos tecnológicos y sus saltos extraordinarios no pueden estar solamente capitalizados por los sectores del capital. Tiene que ser beneficiada el conjunto de la sociedad, que es quien lo ha generado ese salto tecnológico. Sin embargo, eso no sucede. Debe incorporarse la formación laboral en horario laboral y eso debe ser pagado por las empresas, no por el bolsillo individual de los trabajadores o trabajadoras.
Una serie de cuestiones que hay que modificar en la estructura sociolaboral en la Argentina, que requieren para ello una clase trabajadora con más fuerza organizada, con mayor unidad. Es una cuestión de organizar una realidad estructural nueva para poder hacerla, que esté al servicio de las mayorías y no de la minoría del privilegio.
LCV: Ustedes marcharon el 18 ¿Cuáles eran las consignas de ustedes?
-Nosotros venimos en conjunto con una serie de organizaciones y movimientos sociales desde hace casi dos meses ya, en un plan de acción con medidas de fuerza. Así lo hicimos el 27 de julio, el 7 de agosto, el día de San Cayetano. Y bueno, volvimos a marchar el día 18 planteando reclamos básicos y bien concretos: un salario universal que permita terminar con el hambre de 4.5 millones de argentinos, un aumento de emergencia para los trabajadores activos y jubilados, y un aumento del 95%, cuanto menos, para garantizar que el salario mínimo, vital y móvil esté por encima del nivel de la canasta de la indigencia. Hoy es una vergüenza que la jubilación mínima y el salario mínimo vital y móvil están por debajo del valor de la canasta de la indigencia. O sea que padecen hambre. Evidentemente compartimos esta idea de que hay que ganar las calles, hay que fortalecer la unidad, pero que eso tiene que tener una direccionalidad clara, porque si no es una energía que se desperdicia. Por eso es que nosotros decimos que vamos a marchar en reclamos concretos, porque acá hay dos responsables de los problemas que tenemos como clase. Por un lado, los grandes grupos concentrados que remarcan precios, que fueron capitales, que especulan con el valor del peso; y el gobierno, que no hace nada para frenarlo o que no hace nada para revertirlo en términos de una más justa redistribución de la riqueza. Por eso es que le exigimos al Gobierno que tome medidas más concretas con estos grandes grupos económicos y que además tomen medidas concretas que mejoren la capacidad, la calidad de vida de este pueblo que está agobiado por este proceso especulativo de los grandes grupos económicos.
LCV: Te pido un recuerdito sobre cómo te impactó a vos, que debía ser un adolescente como yo, el 22 de agosto de 1972 y Trelew. ¿Qué recordás de esa época?
-Mirá, estoy acá en Trelew. Así que estamos participando en muy importantes series de actos en conmemoración y en homenaje a esos militantes populares que fueron asesinados y fusilados por la dictadura de Lanusse después de haberle propinado una derrota estruendosa con la fuga del penal de Rawson. Pagaron alto costo esa victoria. Solamente pudieron fugarse seis y los otros fueron detenidos y fusilados, 19. ¿Qué me significó hace 50 años? Empujarme definitivamente a la militancia.
LCV: ¿Cuántos años tenías?
-17 años. Ya había empezado a hacer los primeros pininos de acompañar a mi viejo a la unidad básica, pero esto fue el disparador, digamos, como para que me involucre en una tarea militante que hasta el día de hoy no he abandonado. Creo que fue esa valentía, ese coraje, enfrentando la crueldad de la dictadura y la posibilidad de vencerla. De hecho, esa fuga desnudó las debilidades y al mismo tiempo las brutalidades y crueldades de la dictadura de Lanusse. Eso fue, en lo personal, el dato histórico.
Destacada
CGT: “MARCHAMOS CONTRA LA REFORMA LABORAL”
Destacada
Expo Cooperativa 2025: producción, soberanía alimentaria y desarrollo local, por Hernán Rachid
Destacada
Crónicas de la vida Moderna, parte II, “Publicidad, marketing y capital”, por Marcelo Cosín
Una canción para acompañar la lectura:
“Coca Cola refresca mejor, Coca Cola elimina el dolor, Coca Cola querida señora, es el símbolo perfecto del amor”. Esta letra (y la música) la escribió el genial Jorge Schussheim a comienzos de la década del 60.
La publicidad es un género de comunicación dependiente de otra disciplina que la abarca: el marketing. Para no entrar en detalles, la publicidad, que es tan antigua como la Edad Media, tiene su inicio como herramienta fundamental del capitalismo en los años 50, después de la Segunda Guerra Mundial.
Esta crónica se refiere a la publicidad comercial, no a la comunicación política. El marketing comercial es mucho más que una técnica para vender productos: es el sistema que organiza la producción y el consumo dentro del capitalismo. Su función no es sólo conectar empresas con clientes, sino crear necesidades, moldear deseos y transformar la vida cotidiana en mercancía. A través de la publicidad, el marketing convierte objetos comunes en símbolos de felicidad, estatus o amor, instalando la idea de que consumir es la forma natural de existir.
Un ejemplo: un comercial de televisión de aceite Cocinero (Molinos Río de la Plata). En el envase del producto hay una imagen de un cocinero con gorro y una gran sonrisa. En ese comercial, el ama de casa, la señora, tiene la fantasía de que ese cocinero del envase toma vida y la enamora. Algo así como que el cocinero es su amante secreto. ¿Qué tiene que ver esta imagen con un aceite de girasol que sirve para freír papas fritas? Nada. Es cierto: nada que ver.
Si uno se deja guiar por las definiciones, podría suponer que la publicidad sirve para informar las características del producto y, sobre todo, especificar las ventajas sobre productos de la competencia. Pero no es así. La publicidad usa técnicas de persuasión. Autores como Vance Packard y Ernest Dichter abundaron en construcciones teóricas para explicar que la publicidad somete a la sociedad a una especie de esclavitud a normas que predeterminan qué es lo bueno, lo correcto, lo aceptable y, sobre todo, dictaminan acerca del deber ser de la persona.Los slogans muchas veces marcan el sentido de producir estados de ánimo, emociones que tienen que ver con la manipulación del deseo: Coca-Cola – “Destapa la felicidad”.
Nike – “Just Do It”- apela a la motivación personal y la superación. El deseo de ser activo y exitoso se proyecta sobre la marca.
L’Oréal – “Porque tú lo vales”- refuerza la autoestima y el deseo de sentirse valioso. El producto se convierte en un símbolo de reconocimiento personal.
Apple – “Think Different”- no describe tecnología, sino identidad y creatividad. Manipula el deseo de ser único y especial.
Durante más de una década, Cerveza Quilmes tuvo una campaña de publicidad que cambió su imagen y devolvió el liderazgo a la cerveza, que estaba opacada por el vino común de mesa. En los años 70, Quilmes tenía una campaña que intentaba convertir a la cerveza en una bebida familiar, veraniega, para ser consumida en el almuerzo o la cena. Competía con el vino común de mesa y, especialmente, con una marca que se había impuesto gracias a su publicidad. El vino Crespi, cuya campaña se basaba en relatos de una familia joven. El comercial más exitoso de la serie fue uno en el que la mujer le dice al hombre que está embarazada y lo simboliza con una imagen en la que le muestra un par de escarpines. El actor era Hugo Arana y esa campaña lo hizo famoso. La feliz familia de Crespi acompañó a los televidentes por años.
El éxito fue tan rotundo que la familia de Crespi acompaño durante varios años a los argentinos. Allá por 1977/78 el joven matrimonio festejaba un aniversario. El bebé de los escarpines ya tenía 6 años. “Pasan cosas lindas en una familia. Muchas se viven con Crespi seco.”
Ver publicidad 1977:
https://www.youtube.com/shorts/PtLX2Q2_Fhg
Lo curioso era la época política en que se desarrolló esa campaña llena de amor, ternura y paternidad: la dictadura militar, en la que se arrojaban seres humanos vivos al Río de la Plata y los dulces bebes eran secuestrados junto a sus escarpines.
Varias marcas de vino competían por ser la bebida preferida de la familia en el almuerzo y la cena. Mientras la cerveza no lograba hacer pie.
Quilmes intentaba, al menos, que en el verano se cambiara el vino por la cerveza con la campaña “A las 9, Quilmes también”, con escenas familiares llenas de amor y ternura. Pero no pudo. La guerra por la bebida en la mesa familiar la ganó el vino, que aumentaba el consumo de varias marcas y, sobre todo, incentivaba la inversión publicitaria.
Una agencia publicitaria llamada Solanas (del hermano de Pino Solanas, Héctor) encontró la fórmula para que la cerveza destituyera al vino. Lo primero que hizo fue una investigación de mercado. ¿Qué descubrió esa investigación? Que los jóvenes estaban ausentes de esas escenas familiares románticas en las que el vino prevalecía. Entonces la agencia encontró dos cosas para hacer que la “birra” se convirtiera en la preferida de la juventud. La primera: descubrir que el alcohol era un paso inicial en la desinhibición del acercamiento sexual. Y después, que los jóvenes ya no estaban en la casa, sino en “los boliches”. Por lo tanto, surgió el slogan “El sabor del encuentro”. Los comerciales contaban cómo una pareja se conocía en un boliche, haciendo que la cerveza fuera el imán que producía el acercamiento.
Estos ejemplos iniciales llaman a la reflexión acerca de la importancia del marketing y la publicidad como factores determinantes en el comportamiento de la sociedad. La publicidad comercial no es un mero instrumento de ventas. La publicidad es la mano armada del capitalismo, que genera consecuencias políticas de mayor importancia.
Continuará…
