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Hoy: “La Argentina que nos merecemos”, documento completo de la CGT.
1º DE MAYO- DIA INTERNACIONAL DEL TRABAJADOR Y LA TRABAJADORA
LA ARGENTINA QUE NOS MERECEMOS, ESTAMOS A TIEMPO
En ocasión de cumplirse 40 años de la recuperación democrática, la situación económica y social y el año electoral obligan a la reflexión de toda la clase dirigente para recuperar el rumbo definitivo hacia EL DESARROLLO, LA PRODUCCIÓN Y EL TRABAJO. Lo hacemos
convencidos de que estos ejes son los únicos que pueden garantizar la justicia y la inclusión social de manera sostenida.
Es con políticas de desarrollo de mediano y largo plazo que podremos salir de la mirada cortoplacista que nos sumerge en la trampa de la emergencia para no pensar el futuro. Es preciso, ciertamente, atender las necesidades del hoy y ahora, que sumergen a amplios sectores de nuestra sociedad en los flagelos de la exclusión y la pobreza. Y las soluciones, tanto para el presente como para el futuro tienen un denominador común: poner en marcha un GRAN ACUERDO POLÍTICO, ECONÓMICO Y SOCIAL que promueva y fortalezca una verdadera y permanente alianza entre la producción y el trabajo, única fórmula sustentable para garantizar un crecimiento inclusivo con justicia social.
Necesitamos recuperar los anhelos que la verdadera democracia debe representar: LA FELICIDAD DEL PUEBLO Y LA GRANDEZA DE LA NACIÓN. Solamente a través de una clase dirigente que comprenda que la política es la única herramienta de transformación de una sociedad injusta y desigual y no la búsqueda de intereses personales, podremos recuperar la esperanza que termine con el desencanto y el descreimiento en las instituciones y en la clase política, terreno fértil para el surgimiento de emergentes que con mensajes antisistema pretenden capitalizar el descontento social, poniendo en serio riesgo la vigencia de un sistema democrático pleno que represente y contenga a todos los sectores de la sociedad por igual.
Con mucha responsabilidad nuestra CGT ha dado un paso muy importante cuidando la unidad mas allá de los matices propios de la diversidad. Lo hacemos convencidos de que nadie tiene una verdad absoluta. Esta es nuestra contribución a la realidad actual del movimiento nacional, deponer posiciones individuales en favor del bien común.
No somos convidados de piedra. Somos la resultante de un proceso histórico que nació en 1945 donde, mas allá de los derechos sociales laborales y económicos que las y los trabajadores incorporáramos a la memoria colectiva, adquirimos para siempre la participación política y el derecho a ser artífices de nuestro propio destino. Parte de esa evolución nos hizo transitar la recuperación democrática aportando gobernabilidad, aún en contextos particularmente adversos. Esto nos da derecho a participar de las decisiones políticas que nuestro movimiento debe expresar.
El actual contexto económico y social es lo suficientemente complejo como para perdernos en mezquindades y tácticas canceladoras. Es preciso, como invoca nuestro Papa Francisco, promover la CULTURA DEL ENCUENTRO. El país necesita de más encuentro, más diálogo, aún en el disenso, especialmente para encarar las políticas que nos permitan alcanzar el rumbo con el que todos, sin exclusiones, podamos identificarnos.
Necesitamos recrear el diálogo para confluir en una plataforma de consenso sobre DIEZ POLÍTICAS DE ESTADO DESTINADAS A DINAMIZAR LOS POTENCIALES ECONÓMICOS PRODUCTIVOS QUE TIENE LA ARGENTINA. Todos sabemos que la foto de la situación actual es bien distinta de la radiografía de nuestro país.
Nadie puede resignarse a creer que las condiciones materiales de Argentina sean el 40% de pobreza y niveles de desigualdad que conspiran contra la necesaria cohesión social. Diseñar un modelo de desarrollo sostenible y llevarlo a cabo, requiere hoy de una condición de primer orden. La verdad histórica es inapelable respecto a la irresponsabilidad con la que se contrajo el endeudamiento, cuyas consecuencias se hacen cada día más condicionantes. Es urgente una rediscusión de plazos y pautas de las condiciones sobre los servicios de la deuda comprometidos con el FMI. Variables económicas fundamentales, exógenas a la actual administración, sufrieron cambios que alteraron las condiciones que inspiraran las negociaciones originales.
Coherentes con la necesidad de dialogo para encontrar soluciones de largo plazo, debemos aprender de las lecciones del pasado reciente. La iniciativa del Consejo Económico y Social su falta de institucionalidad por Ley marca la diferencia entre acuerdos en torno a políticas de Estado y simples expresiones de deseos.
Debemos detener esta escalada del “sálvese quien pueda” que se traduce en desprotección social, pérdida de poder adquisitivo, distorsión de precios relativos por efecto de la inflación y apropiación de rentas extraordinarias. Tenemos que construir UN PACTO ECONÓMICO Y SOCIAL DONDE LA POLÍTICA CON MAYÚSCULAS, ASUMA UN PROTAGONISMO A LA ALTURA DE LOS PROBLEMAS QUE ATRAVESAMOS, transformándola en una oportunidad histórica que nos interpele a adoptar posturas alejadas de la mezquindad política coyuntural y los personalismos sectarios, por la vocación de servicio en la búsqueda y puesta en práctica de amplios consensos políticos superadores, que sean la plataforma de lanzamiento de un proyecto de país transformador del presente y el futuro de las argentinas y argentinos.
Ese modelo económico social al que aspiramos debe estar basado en la producción que impulse a la economía real, que genere el entorno favorable para que el crecimiento de la inversión no se enfoque en la especulación financiera sino a la generación de trabajo
con derechos. Una política productiva inclusiva supone, en el actual contexto globalizado, que nuestro país enfoque sus esfuerzos en generar valor agregado, favoreciendo la exportación de productos intermedios y finales, exportando trabajo argentino.
Esto implica recuperar la CULTURA DEL TRABAJO como eje transformador y efectivamente democratizante de la sociedad. Las y los argentinos que viven de trabajos precarios, los jóvenes que acceden a un mercado de trabajo cada vez más excluyente y segmentado merecen oportunidades de realización que vayan más allá de la mera subsistencia que les imponen los planes sociales. Los niveles de pobreza e indigencia nos deben llevar a pensar una alternativa superadora donde el trabajo y la producción sean ejes que promuevan el progreso y las oportunidades para todos y todas.
Argentina debe integrarse a un mundo que debate el futuro del trabajo de manera moderna e inteligente. Así como el peronismo representó en sus orígenes un cambio de paradigma político social, hoy esa realidad se expresa en discutir los medios de producción y las formas de un capitalismo predatorio, transformándolo hacia una matriz de producción que ponga énfasis en los recursos estratégicos puestos al servicio del trabajo y el desarrollo económico y social.
La actual revolución tecnológica debe perseguir el curso histórico de proveer el progreso a las personas e integrar a la sociedad y no ser el patrimonio de elites que buscan marginar a vastos sectores de la cultura del trabajo. No nos oponemos a los avances tecnológicos, pero estos deben estar al servicio de las grandes mayorías y servir a los pueblos.
El mundo discute un nuevo contrato social como contracara de modelos de negocio rentísticos que pretenden que sea la calidad del trabajo y las y los trabajadores quienes dediquen sus esfuerzos en involucionar hacia modelos precapitalistas. Nuestra vocación de discusión y acuerdos no se agotan en sostener el status quo. El progreso es sinónimo de evolución social y tenemos que animarnos a poner sobre la mesa la fundamentación social del trabajo. No es cuestión de repartir la escasez que ordena un modelo de producción basado exclusivamente en métodos concentradores de riqueza.
Un modelo económico incluyente debe privilegiar el valor del trabajo, distribuir más equitativamente los frutos de la productividad y entender que los derechos de las y los trabajadores no son privilegios sino la necesidad de participar de una sociedad menos desigual. EL MOVIMIENTO SINDICAL ES LA EXPRESIÓN MÁS GENUINA Y APTA PARA REPRESENTAR E INTERPELAR ESTE CONFLICTO DE INTERESES.
El sindicalismo en general y el argentino en particular se pone al frente de discutir un modelo de relaciones laborales que nos coloquen en un mundo que debate la reducción de la jornada de trabajo como medio de generar más empleo y distribuir mejor el beneficio extraordinario del capital. Argentina, desde la irrupción del PERONISMO en la vida política y social del país, encontró en las organizaciones de trabajadores la única herramienta duradera y efectiva de concertación sectorial a través de las negociaciones colectivas.
Es falso e intencional decir que los convenios colectivos de trabajo son anacrónicos y estáticos. Gracias a la dinámica de la negociación colectiva, trabajadores y empresarios tenemos un espacio de concertación sectorial que ha dado muestras de razonabilidad y evolución de las condiciones de trabajo, pero también de producción.
Tenemos ante nosotros, una oportunidad singular desde donde edificar las condiciones que nos permitan salir de la postergación permanente y mirar hacia un futuro que, sin pocos esfuerzos, nos encuentre en un proyecto común de país donde todos somos necesarios y tenemos un rol definido en un proceso de recuperación sostenida en el tiempo. Protagonistas de un modelo inclusivo, de crecimiento productivo, económico y social para poner definitivamente de pie a un país y a una sociedad que no se resigna a las desigualdades sociales y a la postración económica. Un país donde el trabajo digno, la producción, el
desarrollo y la justicia social sean los pilares de una realidad efectiva, consistente y duradera.
La realidad de una nueva Argentina.
LA ARGENTINA QUE LAS Y LOS ARGENTINOS NOS MERECEMOS.
Buenos Aires, 1º de Mayo de 2023
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL
(Ilustración Daniel Santoro)
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Crónicas de la vida moderna (Parte I), por Marcelo Cosin
Tras la Segunda Guerra Mundial, la penetración cultural se desplegó como un arma silenciosa: primero entretenimiento, luego consumo, y finalmente la colonización de la imaginación. En los años cincuenta la televisión norteamericana explotó como un espectáculo doméstico: millones de familias hipnotizadas frente a la pantalla, mientras la publicidad convertía el living en sucursal del supermercado. Ese modelo, exportado como parte del poder blando, llegó a la Argentina en los años cincuenta. Lo que aquí empezó como transmisión patriótica se transformó pronto en concursos, series dobladas y shows musicales calcados de la lógica yanqui. Así, la penetración cultural nos cogió desprevenidos: entretenidos, anestesiados, con la guardia baja, fuimos perdiendo referentes propios hasta quedar zombis, analfabetos culturales, vagando en las tinieblas del televisor encendido.

Yo amo a Lucy
Un ejemplo de “penetración cultural” es el estreno en la televisión argentina de la serie I Love Lucy ofrecida en la televisión en Blanco y Negro del canal 7 (único canal estatal) como Yo amo a Lucy.
Producción innovadora. Emitida entre 1951 y 1957, protagonizada por Lucille Ball y Desi Arnaz. Fue pionera en grabarse en estudio con público en vivo y en 35 mm, lo que permitió su exportación internacional.
Argumento. Lucy Ricardo, ama de casa casada con un músico cubano, sueña con convertirse en estrella. Su ingenuidad y ambición la llevan a situaciones cómicas, siempre dentro del marco de la vida doméstica.
Impacto en EE. UU. Fue la serie más vista durante cuatro temporadas consecutivas, ganó cinco premios Emmy y se convirtió en un texto fundacional de la comedia televisiva.Ideología implícita:Refuerza el modelo de familia nuclear urbana.Naturaliza el rol de la mujer como ama de casa, aunque con aspiraciones frustradas de independencia.Introduce el consumo y el espectáculo como horizontes de deseo.Presenta la diversidad (un marido cubano) en clave de integración al “sueño americano”.
La familia Falcón
La familia Falcón (1962–1969) fue una de las primeras telenovelas argentinas emitida por Canal 13, creada por Hugo Moser y patrocinada por Ford para promocionar su modelo Falcon. Bajo la apariencia de comedia familiar, funcionó como un ejemplo claro de penetración cultural e ideológica, al instalar un modelo de familia de clase media “ejemplar” y asociarlo directamente con un producto de consumo extranjero.
Debut. 5 de febrero de 1962 en Canal 13, dirigido por Hugo Moser.
Duración. Se emitió semanalmente hasta 1969, con capítulos de 25 minutos.
Elenco. Pedro Quartucci (padre), Elina Colomer (madre), Roberto Escalada (tío solterón), Virginia Lago, José Luis Mazza, Alberto Fernández de Rosa, entre otros.Patrocinio: El apellido “Falcón” proviene del automóvil Ford Falcon, recién lanzado en Argentina. La serie fue concebida por una agencia de publicidad para promocionar el auto. Tuvo su versión cinematográfica en 1963.
Tema musical. “Juntitos, juntitos”, interpretado por Los Cinco Latinos, reforzaba la idea de unión familiar.
Contenido ideológico. Representaba a la familia de clase media porteña de los años 60: padre trabajador, madre abnegada, hijos obedientes y un tío solterón. Era presentada como “una familia como la suya, como cualquiera de su barrio”. Unidad familiar con autoridad paterna y sin conflictos profundos. Evitaba temas polémicos como divorcio, sexualidad o tensiones sociales.
Lenguaje “limpio”. Estaba prohibido decir malas palabras en televisión.
La serie funcionó como vehículo publicitario: el auto Falcon se convirtió en símbolo de modernidad y aspiración. Instaló un ideal de familia que invisibilizaba la diversidad social y cultural argentina. Fue parte de la estrategia de las empresas extranjeras (como Ford) para asociar sus productos con valores locales, naturalizando el consumo como parte de la vida cotidiana.

Dijo Heriberto Muraro en 1985: “La penetración cultural norteamericana en la Argentina a través de la televisión no es un fenómeno superficial ni espontáneo. Es el resultado de una estrategia sistemática de exportación de modelos culturales, estilos de vida y valores que acompañan la expansión del capitalismo. Los programas televisivos importados —series, formatos, noticieros— no solo entretienen: moldean imaginarios, naturalizan consumos y desplazan tradiciones locales. La televisión se convierte en un vehículo privilegiado de colonización simbólica, porque actúa en la vida cotidiana, en el ocio, en la familia, en la infancia. Así, la dependencia económica se traduce en dependencia cultural. Y lo más grave es que esta penetración se produce con la anuencia de las élites locales, que prefieren importar enlatados antes que invertir en producción nacional. La consecuencia es una sociedad que se reconoce más en los héroes de Hollywood que en sus propios referentes, y que aprende a mirar el mundo con ojos ajenos.”
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URUGUAY: “El 1, del 1, para el 1”, por María Urruzola
La consigna es el resumen de una propuesta política impulsada por la central sindical uruguaya PIT-CNT, que plantea aplicar una sobretasa del 1% al patrimonio personal del 1% más rico de la población, parafinanciar el 1% de las políticas públicas, destinadas específicamente a erradicar la pobreza infantil en Uruguay.
Pese a las reticencias de varios sectores, el debate sobre la imposición a la riqueza, los impuestos al capital y más específicamente los impuestos al patrimonio, está en plena efervescencia a nivel internacional.
A modo de ejemplo se puede mencionar la publicación firmada por siete ganadores del Premio Nobel de Economía en defensa de una imposición al patrimonio de los multimillonarios en Francia; la solicitud de más de 500 destacados economistas para la creación de un Panel Internacional sobre la Desigualdad, según lo recomendado por el Comité de Desigualdad del G20 liderado por Joseph Stiglitz; los debates liderados por Brasil en el ámbito del G20 (con el apoyo de países como Sudáfrica, España y Francia, entre otros) para gravar a los multimillonarios; así como también las recomendaciones de organismos internacionales especializados en materia económica y tributaria, y los debates parlamentarios o reformas parciales que están sucediendo en algunos de los principales países del mundo, como Reino Unido o Francia.
Como lo atestiguan numerosos estudios, la pobreza en Uruguay se manifiesta en múltiples dimensiones que van más allá del ingreso, y su concentración en hogares con niños persiste desde hace varias décadas. El crecimiento económico ha resultado insuficiente hasta ahora para lograr reducciones sustanciales y duraderas en su incidencia y severidad en el futuro de las infancias.
En 2024 los ingresos de un 17,3% de las personas en Uruguay se ubicaban por debajo de la línea de pobreza (según el Instituto Nacional de Estadísticas); esa cifra asciende al 18,9% si se toma en cuenta el indicador oficial de pobreza multidimensional. En el caso de los menores de seis años, la incidencia de la pobreza alcanza al 32,2%, de modo que uno de cada tres niños de cero a seis años vive en hogares con ingresos por debajo de la línea de pobreza. A la vez, la vulnerabilidad a la pobreza (tanto monetaria como multidimensional) alcanza casi al 40% de la población.
Por otra parte, el ingreso y la riqueza muestran una fuerte concentración: el 1% de mayores ingresos percibe el 15% del ingreso total del país. Los recursos originados en la aplicación de esta sobretasa propuesta por el PIT-CNT se propone volcarlos a un fondo estatal específico, cuyas características serían definidas a partir de una propuesta del Consejo Nacional de Políticas Sociales, en consulta con el Consejo
Nacional Consultivo Honorario de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia.
La idea de la central sindical es que las normas que se propongan tendrán que asegurar de modo claro, preciso y públicamente controlable, que el destino de todo lo recaudado esté destinado estrictamente a solventar políticas de reducción de la pobreza de hogares con niños, niñas y adolescentes. Aunque su implementación no permitiría recaudar la totalidad de los fondos necesarios para desplegar el amplio
conjunto de políticas requeridas para erradicar definitivamente la pobreza en hogares con niñas, niños y adolescentes, constituye un aporte sustancial con respecto a la realidad actual.
Las estimaciones actuales señalan que aproximadamente las 25.000 personas de mayor patrimonio de Uruguay poseen entre 1 millón y algo más de 1.000 millones de dólares. Por supuesto que la Confederación de Cámaras Empresariales no está de acuerdo, con el argumento básico de que lo recaudado sería ínfimo y podría retraer las inversiones, por ejemplo en el ámbito inmobiliario (compras con destino a renta). Incluso argumentan que los dos países que tiene una tasa similar (España y Noruega)
recaudan un monto mínimo en relación al PBI.
Hay que tener presente que el dinero de uruguayos en el exterior alcanza aproximadamente unos 62.000 millones de dólares, en depósitos e inversiones financieras (casi el 50% del PBI del país).
Una de las dificultades actuales en Uruguay es que el nuevo gobierno de izquierda que asumió el 1o de marzo de 2025, presidido por el Presidente Yamandú Orsi, prometió no aumentar los impuestos. Varios legisladores pertenecientes al grupo mayoritario del Frente Amplio (MPP, liderado por el difunto José Pepe Mujica) han intentado minimizar la propuesta argumentando que son “apenas” algunos “pocos” senadores que se han sumado a la iniciativa.
Al mismo tiempo, dos de los referentes públicos del Frente Amplio, el ministro de Economía (Gabriel Oddone) y el Intendente de Montevideo (Mario Bergara), ambos economistas, han tenido posiciones divergentes: para el ministro es “inconveniente” y no hay siquiera que discutirlo, y para el jefe del gobierno de Montevideo es “razonable” y, justamente, lo que hay que hacer es discutirlo, porque es una propuesta “seria”.
Por ahora la propuesta agita sobre todo las aguas del oficialismo, ya que los sectores que la impulsan se han propuesto recorrer todos los organismos de base del Frente Amplio (llamados Comité de Base), para llevar la discusión al seno “de la gente”. Allí, el apoyo es bastante más generalizado que en los ámbitos de la élite.
La oposición (del Partido Nacional y del Partido Colorado) están en contra, y argumentan -claro- que se irán los inversores, corriendo, que buscarán la manera de evadir la fiscalidad, y que nadie garantiza que los fondos recaudados vayan efectivamente a la infancia. Sin embargo, el tema de la extrema desigualdad que reina hoy en el mundo es un trasfondo que nadie puede obviar, y es un telón de fondo que cuestiona la viabilidad de un sistema que agudiza las tensiones sociales y concentra la riqueza. Están quienes argumentan que si el capitalismo quiere sobrevivir, no tiene
otro camino que redistribuir de manera más igualitaria, ya que la desigualdad en realidad debilita la economía y amenaza a la democracia.
El nuevo gobierno del Frente Amplio en Uruguay no se ha caracterizado por su audacia programática y el descontento de votantes tradicionales de la izquierda se hace sentir por ahora en las redes sociales. Los juicios sobre el desempeño del presidente Yamandú Orsi están divididos aproximadamente en tercios, con un moderado saldo positivo. Se agudizan las miradas críticas de los votantes de la oposición, pero también hay leve caída entre los votantes frenteamplistas. En el total, 36% aprueba, 32% desaprueba, y para 28% es indiferente.
En opinión de uno de los politólogos mediáticos del país, Alfonso Garcé, “lo que hizo este gobierno fue tirar hielo hasta dejar congeladas las expectativas de que haya algún cambio”. Para la central sindical entonces, en un marco bastante evidente de inmovilidad, la tarea es gigante.
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Uruguay/ “A miles de kilómetros de distancia”, por María Urruzola
El Comité Central Israelita denunció ante la policía uruguaya que el 26 de noviembre dos jóvenes judíos liceales “fueron perseguidos, acosados y amenazados por su condición de judíos”. La justicia está investigando, como corresponde. Cualquier acto de hostigamiento, sea contra quien sea -judíos, negros, homosexuales, transexuales, feministas, mujeres jóvenes, personas con discapacidad, gente en situación de calle, pobres, extranjeros, etc- debe ser condenado.
Sorprende el argumento utilizado por el CCI: “Lamentamos corroborar lo que denunciamos tantas veces: los mensajes de odio solamente generan odio y la demonización de la comunidad judía por HECHOS QUE OCURREN A MILES DE QUILÓMETROS DE NUESTRO PAÍS, habilitan a llevar a cabo acciones de este tipo”.
“Hechos que ocurren a miles de kilómetros de nuestro país”, extraña definición del genocidio de Israel en Gaza (y la ocupación de Cisjordania), visto que la inmensa mayoría de los hechos que han determinado la historia oficial (porque siempre hay otra) de la humanidad, de su humanización y de su deshumanización, han ocurrido a miles de kms de nuestro país. Sin ánimo de agotar los hechos y solo a modo de ejemplo:
-Los progroms contra los judíos (Rusia, 13 mil kms, Polonia, 12 mil)-La Shoá (el holocausto), y su solución final (Alemania y la Europa ocupada, entre 11 y 15 mil kms)
-La Segunda Guerra Mundial (Europa y Asia, 19 mil esta última)-El gueto de Varsovia (12 mil kms)
-El golpe de Franco contra la República Española (10 mil kms)-La creación del Estado de Israel en territorio de Palestina (12 mil kms)-La formalización de la Unión Europea (Amsterdam, 11 mil kms)
-La creación de la ONU (San Francisco, 8 mil kms)
-La guerra de Vietnam (17 mil kms)
-La depresión de 1929 en USA (8 mil kms)
-La guerra de Corea (país al que Uruguay envió 70 mil mantas, 19 mil kilómetros)
O sea: la razón de ser del Comité Central Israelita está a 12 mil kms de nuestro país, el fundamento político de su razón de ser (el sionismo) se creó en Basilea, Suiza (11 mil kms), y el fundador de dicho movimiento, Theodor Herzl, nació en Budapest, a 11 mil kms.
La necesidad de usar eufemismos para hablar del Genocidio cometido por Israel en Gaza, no es exclusividad del Comité Central Israelita, el que tiene por misión representar a la comunidad judía sionista (y no a todos los judíos). Esa necesidad de circunloquios para nombrar el Genocidio en Gaza se ha vuelto una especie de seña de identidad de algunas élites de nuestro país.
Para muestra, veamos algunas frases de los senadores que se reunieron en la Comisión Especial de Seguridad Pública y Convivencia, en su sesión del 30 de setiembre pasado.
Javier García: “ Lo que pasa, como pasa, EN LA TRAGEDIA DE MEDIO ORIENTE ES una cosa, y otra es que nosotros admitamos que consecuencias de estas circunstancias se trasladen y se expresen en atentados contra personas, contra instituciones o contra una forma de entender la vida en sociedad o una fe”.
Andres Ojeda: “Una cosa ES UN CONFLICTO INTERNACIONAL, respecto al cual podrá haber posiciones, y otra cosa muy distinta es una discriminación en Uruguay, donde no puede haber dos lecturas. Y esto es bien claro: no puede haber dos lecturas”.
Roby Schindler (Presidente CCI): “El 1.° de mayo yo escuché un discurso muy encendido en una calle con decenas de miles de trabajadores y noté que SE TRAJO UN ÚNICO CONFLICTO INTERNACIONAL a ese discurso, que según entiendo debería ser en favor de los derechos de los trabajadores. Queriendo o sin querer, no sé a qué cabecita puede llegar ese mensaje demonizador”.
Hay que decir que ese mismo día y a esa misma Comisión se presentó la Asociación Cultural Israelita ‘Dr. Jaime Zhitlovsky’ (que no fue invitada sino que solicitó ser recibida), uno de cuyos directivos (David Fryd) llamó a algunas cosas por su nombre: “Me refiero a cuando decimos qué es antisemitismo y qué no es antisemitismo. Si yo discrepo con lo que hace el Gobierno de Israel hoy en el Medio Oriente, eso no es antisemitismo. Si yo discrepo con la ideología sionista, eso para mí no es antisemitismo. Si yo aceptara que el Gobierno israelí pretende que, a través de sus palabras, nos representa a todos los judíos de la diáspora, a todos los judíos del mundo, eso para mí no es cierto. No estoy de acuerdo con eso y no me hace antijudío ni antiisraelí ni mucho menos antisemita”.
¿Qué les pasa a los políticos en Uruguay que no pueden llamar a un genocidio por su nombre?¿Qué condiciona el uso de su lenguaje? Y sobre todo ¿qué le pasa a los de izquierda, en cuya filosofía (porque ya no ideología) se supone que existen valores como el anticolonialismo, el antiapartheid, la defensa de los derechos humanos, la protección de las infancias?
A miles de kilómetro de nuestro país se decide el destino de la humanidad, porque la neutralidad ante un Genocidio de la magnitud del que comete Israel en Gaza es una forma de complicidad con lo que los poderosos, los milmillonarios, los colonialistas y expansionistas se sientan con derecho a hacer en esta nueva era de avasallamiento del derecho internacional. No es solo un tema político; es un tema moral. A miles de kilómetro de nuestro país, como casi todo.

