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El silencio de los Caracoles, por Pablo Solana desde Chiapas

San Cristóbal de las Casas, la cabecera municipal que los indígenas de Chiapas tomaron el 1 de enero de 1994, mantiene pocas huellas de aquel hito determinante de la historia contemporánea. Modelada para recibir turistas, la ciudad reserva a la identidad zapatista un puñado de centros sociales y culturales que funcionan como redes de apoyo; allí se venden productos cooperativos y se ofrecen algunas postales que propagandizan la causa insurgente. Los espacios funcionan, además, como lugares de encuentro y autoorganización urbana. Hay que salir del casco histórico para toparse con algún mural o cartel que reivindique al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el EZLN, ese particular ejército irregular que decidió seguir existiendo solo a condición de dejar de lado las armas. No hay mucho más que recuerde la insurrección indígena en una ciudad sostenida por el trabajo de los mismos que, hace casi 30 años, empuñaron los fusiles y los palos y se rebelaron.

Los Caracoles nacieron el día del cumpleaños de Emiliano Zapata. Dijo el sub Marcos: “Serán como puertas para entrarse a las comunidades y que las comunidades salgan…”

El pasado 8 de agosto se cumplieron 20 años de la fundación de los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno. En los próximos meses confluyen otras conmemoraciones significativas: el 17 de noviembre serán 40 años desde que comenzó a organizarse la insurgencia clandestina en el sureste mexicano y el 1 de enero del año entrante se cumplirán 30 años del levantamiento que resquebrajó la hegemonía neoliberal y sacudió conciencias adormecidas a lo largo de todo el mundo. La cultura zapatista es bien propensa a los símbolos y al aprovechamiento de las fechas: los Caracoles nacieron el día del cumpleaños de Emiliano Zapata; el EZLN se dio a conocer en simultáneo y en resistencia a la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (y en sintonía con el aniversario de la Revolución Cubana); cuarenta y tres es la suma de los Caracoles y los municipios autónomos conformados a lo largo de estos 20 años y la cifra, explican, busca reivindicar la memoria de lxs 43 jóvenes normalistas desaparecidxs en Ayotzinapa.

Sin embargo, este año, el cumpleaños de Zapata y la conmemoración redonda de dos décadas de Caracoles pasaron desapercibidos. En Chiapas explican ese silencio con más silencio. En medio de un contexto de violencias contra las comunidades que recrudeció en los últimos meses, nadie arriesga una pista sobre las decisiones futuras del zapatismo.

Un Caracol es una comunidad autoorganizada y autogobernada. En 1996, después de la traición a los acuerdos de paz de San Andrés por parte del Estado mexicano, los pueblos zapatistas decidieron darse su propia organización por medio de las Juntas de Buen Gobierno, en confrontación ideológica con el neoliberalismo y al margen de cualquier injerencia del Estado. Esas instancias resultaron útiles, además, para recibir la solidaridad nacional e internacional y para dar a conocer la voz de las comunidades más allá de las fronteras. En palabras del por entonces subcomandante Marcos, cada Caracol buscó ser «una pequeña parte de ese mundo a que aspiramos hecho de muchos mundos. Serán como puertas para entrarse a las comunidades y para que las comunidades salgan; como ventanas para vernos dentro y para que veamos fuera; como bocinas para sacar lejos nuestra palabra y para escuchar la del que lejos está».

En la actualidad los Caracoles están cerrados

«No sé si se conmemoran 20 años, o se hubieran conmemorado», dice, con cierto misterio digno de la enigmática filosofía zapatista, un integrante de las redes de apoyo en San Cristóbal. Solo cuando avance la conversación comprenderemos a qué se refiere. Es que, en la actualidad, los Caracoles están cerrados. Las comunidades ya no hacen pública la existencia de las Juntas de Buen Gobierno, esas instancias delegativas y rotativas donde quien cumple funciones lo hace sin recibir remuneración alguna y, sobre todo, honrando la máxima de gobierno zapatista, el «mandar-obedeciendo».

Hasta hace poco, quien quisiera entrar en contacto con las comunidades —por lo general, integrantes de las redes de apoyo con que cuenta el zapatismo en México o en otros lugares del planeta— podía acercase a San Cristóbal y, tras las gestiones correspondientes, ser recibido en algún Caracol. Pero ahora eso ya no es posible. «Es que hay un proceso de remilitarización a través de las nuevas bandas criminales que nos tienen bajo ataque», explican.

Diana Iztu Luna nos recibe en Sendas, un espacio cultural en el centro de San Cristóbal «para aquellas personas que caminamos en búsqueda de la justicia y que nos inspiran las luchas de los pueblos originarios». Allí se combina el arte indígena con la comercialización de productos cooperativos de las comunidades. Diana integra distintos espacios organizativos que adhieren a La Sexta Declaración de la Selva Lacandona, como la Red de Resistencia y Rebeldía y el Movimiento de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra y el Territorio.

«La violencia ya no viene solo del Estado, ahora el crimen organizado nos pone en un nuevo desafío. Antes nosotros, nosotras, hablábamos de la guerra integral y de desgaste por parte del Estado hacia las comunidades autónomas; ahora lo que estamos viendo es una guerra también propiciada desde grupos de poder, pero ejecutada por personas comunes, eso ya nos mete en una dinámica donde, si antes hablábamos de mal gobierno, ahora hablamos de des-gobierno», explica Diana.

La violencia ya no viene solo del Estado, ahora el crimen organizado nos pone en un nuevo desafío

A pocas cuadras del espacio cultural Sendas se encuentra la oficina del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, el Frayba, fundado en 1989 por el mítico obispo católico Don Samuel Ruiz, amigo de las comunidades indígenas aún antes de la rebelión. Desde allí parten las Brigadas Civiles de Observación que buscan, con su presencia en los territorios en conflicto, prevenir y documentar las agresiones a las comunidades. «El gobierno federal es cómplice de la violencia», dicen desde el Frayba, y apuntan sin eufemismos al presidente mexicano. Andrés Manuel López Obrador, AMLO, es visto desde América Latina como parte de los gobiernos progresistas que se proponen construir alternativas al mismo neoliberalismo que los zapatistas siempre buscaron combatir. Sin embargo, comunidades y gobierno chocan y no se ven puntos de contacto, más bien todo lo contrario. Zapatistas y defensorxs de derechos humanos afirman que «el presidente de la República miente y encumbra la violencia en Chiapas». Acusan a AMLO de difamar a las organizaciones de la sociedad civil en Chiapas «en medio de una profunda violencia que se ha agudizado en los últimos años».

A partir de 2019, distintos grupos paramilitares atacaron a las comunidades en más de 110 oportunidades, según documentó el Frayba. Los hechos se extienden a lo largo de todo el sureste mexicano: fueron sus principales víctimas las regiones zapatistas de Moisés y Gandhi, las Juntas de Buen Gobierno Nuevo Amanecer en Resistencia y Rebeldía por la Vida y la Humanidad, el Caracol 10 Floreciendo la Semilla Rebelde, la zona Patria Nueva y el municipio oficial de Ocosingo, en Chiapas. Los ataques incluyeron quema de escuelas y bodegas de café, secuestros, torturas y heridos de armas de fuego.

A esa violencia paramilitar el Estado mexicano sumó la criminalización de las víctimas: en los últimos años fueron encarcelados Manuel Gómez Vázquez y José Díaz, miembros de las bases de apoyo del EZLN, y otras cuatro personas de las comunidades en resistencia cuentan con órdenes de aprehensión por acusaciones que «carecen de sustento y son una forma de intimidación y acoso a nuestra autonomía», denuncian los zapatistas.

“Chiapas está al borde de la guerra civil, con paramilitares y sicarios de los diversos cárteles que se disputan la plaza”

En el informe «Chiapas, un desastre. Entre la violencia criminal y la complicidad del Estado», el Frayba sistematiza sus investigaciones sobre las consecuencias de la remilitarización y el impacto de la contrainsurgencia en Chiapas, el punitivismo y la continuidad de la tortura como práctica sistemática.

«El 21 de mayo de este año entró un grupo paramilitar a una comunidad autónoma zapatista, y entraron disparando. Hirieron casi de muerte a un promotor de salud, el compañero Jorge, un jovencito de 22 años, que recibió una bala que le entró por la espalda y le perforó el pulmón. Están entrando a matar», grafica Diana, que viene acompañando a las comunidades en sus procesos de resistencia. «Por eso ahorita hay un ´hacia adentro´ por parte de los compañeros y compañeras zapatistas; esos grupos usan armas exclusivas del ejército, están uniformados. Ante eso, Andrés Manuel López Obrador se hace el que no ve nada, el que no escucha nada. Recientemente declaró que lo que estaba pasando en Chiapas no era grave, que eran conflictos intercomunitarios… Ese fue el discurso que tuvo el PRI, que tuvo después la ultraderecha. La guerra integral y de desgaste sigue, pero con este desgobierno lo que se viene es una guerra civil», concluye.

En el Consejo Nacional Indígena de México coinciden: «Chiapas está al filo de la guerra civil con paramilitares y sicarios de los diversos cárteles que se disputan la plaza y grupos de autodefensas, con la complicidad activa o pasiva de los gobiernos de Rutilio Escandón Cadenas [actual gobernador de Chiapas] y Andrés Manuel López Obrador», declararon en junio de este año.

Acusan al gobierno de AMLO por hacer la vista gorda ante la violencia que padecen las comunidades, pero no se quedan solo en eso. El zapatismo cuestionó desde el primer momento lo que considera que está detrás de esa complicidad con los ataques a sus comunidades: los megaproyectos en los que se sustenta el plan de gobierno de López Obrador, la «cuarta transformación» que tiene como uno de sus emblemas la construcción del Tren Maya. Cuando se hizo el anuncio, el subcomandante Moisés cruzó al presidente mexicano con dureza: «no dijo de todas las desgracias que traen esos megaproyectos para la gente y para la naturaleza», «desprecia a los pueblos originarios», y alertó que los zapatistas defenderán a la Madre Tierra «hasta morir si es preciso».

Un Caracol refugiado en su caparazón

A 20 minutos de San Cristóbal, en la Colonia Nueva Maravilla, se encuentra uno de los Centros de Resistencia Autónoma y Rebeldía Zapatista. Allí funciona la Universidad de la Tierra y el Cideci, Centro Indígena de Capacitación Integral. En 2019, este complejo comunitario y educativo se asumió como parte de los Caracoles zapatistas: en ese año fueron 11 las nuevas comunidades que se integraron a la red de autoorganización y autogobierno que propuso el EZLN en 2003. Aunque hoy mantiene el cartel en la entrada que lo identifica como «Caracol 7- Jacinto Canek», la comunidad en este caso adoptó las mismas medidas de seguridad que todas las demás: la Junta de Buen Gobierno ya no está accesible. Nadie en la comunidad habla del tema. Las respuestas son respetuosas pero esquivas. El silencio zapatista, ese digno y efectivo recurso de autodefensa y muestra de humildad, acompaña las miradas compasivas que nos dirigen cuando preguntamos.

El Cideci que allí funciona es un espacio educativo fundado en 1989. Al igual que el Frayba, se trata de proyectos que nacieron antes que el EZLN se diera a conocer por medio de la insurrección de 1994. El creador de esta apuesta formativa integral dirigida a niños, niñas y jóvenes de las comunidades indígenas de Chiapas es Raymundo Sánchez Barraza, a quienes todos se refieren como «el doctor Raymundo» o simplemente «el doc». Un hombre de unos sesenta y tantos años, tal vez setenta, a quien envuelve cierto halo de misterio y reverencia por parte de quienes lo tratan.

Raymundo nos recibió en la sede del Cideci. El encuentro cumplió con la expectativa que genera su leyenda. El lugar que rodea a la modesta morada donde el doctor recibe a quienes van a su encuentro está cuidadosamente decorado con plantas, flores, pinturas y murales. La espera es matizada con música clásica, que selecciona el doc y se propaga por distintos sectores del predio a través de un sistema de parlantes al aire libre.

La sala donde nos recibe es luminosa y, entre los objetos que la decoran, sobresalen otras plantas, libros y banderas de movimientos indígenas o de liberación de distintos lugares del planeta, desde Colombia a Kurdistán. Nos saluda con amabilidad, conversa con voz pausada. La música clásica, a un volumen que compite con su propia voz, exige una mayor concentración para escucharlo; nos pregunta sobre nuestro interés en la visita, demuestra estar informado sobre quienes lo visitamos y, finalmente, nos ofrece un recorrido por todo el predio donde funcionan los talleres, las salas de estudio y los espacios comunitarios. Preguntamos sobre la situación de violencia que padecen las comunidades y el futuro de los Caracoles. Nos contesta con la amabilidad y la parsimonia que mantiene durante todo el encuentro, aunque se muestra concluyente en la respuesta: «No, eso no es aquí, no somos nosotros quienes debamos tomar la palabra… menos yo». Sabíamos que Raymundo no brinda entrevistas ni expresa las posiciones del zapatismo, pero de todos modos debíamos intentarlo.

“En lugar de invertir nuestro esfuerzo en la guerra, lo hemos puesto en levantar hospitales, escuelas y gobiernos autónomos”

Santiago es el joven que nos acompaña en la recorrida por el único Caracol que, aunque no esté «abierto» en la actualidad, puede ser visitado. Él llegó al Cideci a los 12 años, se formó en diversos oficios, aprendió música y ahora es uno de los profesores en esa materia. Combina el español fluido que habla con nosotrxs con las frases en la lengua originaria con las que se dirige a los otros jóvenes de la comunidad. También con él intentamos el diálogo sobre la actualidad de los Caracoles, pero su silencio es inconmovible: con unas simples evasivas nos deja en claro que de eso no puede decirnos nada.

«En lugar de invertir nuestro esfuerzo en la guerra, lo hemos puesto en levantar hospitales, escuelas y gobiernos autónomos», explican las bases zapatistas. Pero ahora se saben acechados. Hasta que el EZLN y las comunidades decidan que es el momento para dar a conocer los pasos a seguir, los Caracoles y las Juntas de Buen Gobierno seguirán replegadas.

El 1 de enero de este año las comunidades zapatistas se convocaron a deliberar en cada Caracol, aunque ya por ese entonces los encuentros se realizaron a puertas cerradas. Solo dejaron trascender un mensaje: «Aquí seguimos, aquí estamos». Allí, en las comunidades del sureste mexicano, seguirán estando. En silencio, por ahora. Pero sería un error confundir el repliegue con la pasividad. Recordemos, en estas fechas, que la rebelión armada que está por cumplir 30 años fue resultado de una larga década previa de acumulación de fuerzas en la más estricta clandestinidad. Es de esperar que, como entonces, de estos silencios surjan nuevas rebeldías.

(Publicado en Revista Jacobin, 30 de agosto de 2023)

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“18 años de proscripción, memoria y militancia: conversación con Gustavo Campana”

El periodista Gustavo Campana reconstruye recuerdos personales y políticos alrededor del 17 de noviembre de 1972, fecha del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina tras 18 años de exilio. Desde la mirada de un niño de 10 años que seguía los acontecimientos desde un televisor en blanco y negro, hasta el análisis histórico de la resistencia, la militancia, el rol del movimiento obrero y las operaciones del poder real, Campana hilvana una lectura profunda del período y de sus continuidades hasta el presente. La charla, atravesada por testimonios personales de quienes vivieron la época, permite comprender por qué el Día de la Militancia es, además de una efeméride, una narrativa colectiva de lucha, memoria y disputa política.

LCV: “¿Dónde estabas vos el 17 de noviembre de 1972?”

Gustavo Campana: “Cumpliendo 10 años y mirando desde el televisor en blanco y negro de mi casa lo que sucedía en Seisa y en sus alrededores. Lo vivía desde un lugar particular, porque el decreto 4161 nos había marcado.
Nací en el 62, por lo tanto Perón era el hombre prohibido, el que no se podía nombrar. Era ese peronismo que, en la clandestinidad, le contaba todos los días al pueblo que seguía vivo.
A principios del 72, finales del 71, empezó a aparecer a través de los noticieros que levantaban un poco la persiana de la censura. Eran esos reportajes donde le preguntaban: ‘¿Qué va a hacer usted para volver?’ ‘Nada. Todos mis enemigos.’ ‘General, durante tanto tiempo hubo gente que quería que usted se muera y hoy no quiere que se refríe.’ ‘Se están acordando tarde, porque ahora me estoy muriendo.’
Todo eso llegaba al living, al televisor sin control remoto y en blanco y negro, y atravesaba a un pibe de 10 años por todas partes.”

LCV: “¿Qué impronta había en tu casa? ¿Qué opinaba tu madre mientras cocinaba o tu padre? ¿Qué les provocaba ese regreso?”

Gustavo Campana: “Mi viejo había sido obrero gráfico y militante socialista. En ese momento trabajaba como portero en Belgrano. No le daba para ser antiperonista, pero estaba cerca. Mi mamá era más silenciosa, pero la información entraba por todos lados.
Y había algo claro: un año después mi viejo no votó ni a Cámpora ni a Perón. Seguramente votó a Corvalán en marzo del 73. En la segunda vuelta no sé; estaba mal. No tan mal… pero por ahí andaba.”

LCV: “Antes de ir al país al que vuelve Perón, una pregunta importante para quienes son jóvenes: ¿por qué el 17 de noviembre se transforma en el Día de la Militancia?”

Gustavo Campana: “Porque ‘lucharon y volvió’. Ese es el dato central.
En ese ‘lucharon’ hay una mixtura entre la resistencia peronista, que se pone de pie tras el golpe del 55, y la juventud maravillosa que se suma a fines de los 60, en el trasvasamiento generacional del que hablaba Perón en sus entrevistas con Pino y Getino.
La Juventud Peronista fue clave, pero no fue la única: estaba el trabajo de la resistencia del 56, el Plan Conintes, la pelea en la calle de los grupos armados —Uturuncos, FAP, Montoneros—, la tendencia, la CGT, el corazón peronista de la CGT de los Argentinos, y el Cordobazo con Atilio López.
Todo ese encadenamiento de hechos empuja a un régimen en decadencia, la tercera etapa de la Revolución Argentina, que había pasado por Onganía, por el experimento breve de Levingston y finalmente por Lanusse.
Todos necesitaban a Perón, propios y extraños.”

LCV: “Estamos haciendo un documental sobre sindicalistas desaparecidos. Ricardo Vaschetti nos decía que desde el minuto cero en que se abrió el proceso electoral que llevó a Cámpora ya se estaba armando el golpe del 76. ¿Coincidís?”

Gustavo Campana: “Sí. El golpe del 76 es un objetivo claro, sobre todo después de la muerte de Perón.
El Grupo Ascuénaga —Martínez de Hoz y compañía, reunidos en un petit hotel de la calle Ascuénaga, propiedad de Blaquier— empieza a tejer la política económica que después se aplicará, respaldada por Rockefeller, el Chase Manhattan Bank y Kissinger.
Después del 11 de septiembre del 73, con el golpe en Chile, se consolidó el Plan Cóndor y la decisión del poder real de cambiar la matriz económica: de un país industrial, con trabajo a tres turnos y 2% de desocupación, a un país rentístico-financiero dedicado a la especulación.
La implosión del país no empieza en el golpe: tiene una etapa anterior, el Rodrigazo, armado por la derecha liberal.”

LCV: “Incluso a nivel leyes: la de represión a movimientos subversivos en espacios sindicales sale en el 74.
Pero volviendo al 72: Cámpora dijo que la primera medida económica de Perón sería la independencia del Fondo Monetario. ¿Qué significa eso?”

Gustavo Campana: “Perón logró durante 9 años que la Argentina no ingresara al Fondo Monetario. Entre 1946 y 1955 fuimos el único país de América Latina que no entró en la institución creada en el 44.
Estados Unidos sabía que Perón era un mal alumno para el orden mundial de posguerra.
En ese período construyó la industria nacional, desarrolló ciencia y tecnología propia y consolidó derechos laborales.
El golpe del 55 tuvo como tarea desarmar todo eso. Fueron 14 toneladas de explosivos en Plaza de Mayo, más el golpe, más los fusilamientos del 56, para poder entrar al Fondo Monetario en el 57.
No es un dato menor. Junto con el Banco Mundial iban a regir los destinos económicos de América Latina.”

LCV: “Cada vez que charlamos pienso: ¿cómo hacer para que seas columnista de La Columna Vertebral? Con vos uno dice ‘plum’ y aparece toda la historia detrás.
Feliz Día del Militante.”

Gustavo Campana: “Para ustedes también. Vamos a seguir encontrándonos en estos espacios.
Y veremos si las chicas de La Columna Vertebral logran seducirme para sumarme.
Un abrazo inmenso.”

LCV: “Quiero cerrar con algo. Yo soy exactamente la generación intermedia: entre el pibe del televisor blanco y negro y la resistencia. Estaba intentando llegar a Ezeiza esa mañana.
Un compañero me decía: ‘¿Dónde estabas vos?’ Yo no pude llegar. ¿Te acordás cómo nos mojamos?
Cada uno tenía su anécdota. La mía es así: le dije a mi mamá que iba a estudiar a la casa de una compañera. Me quedé a dormir. Lluvia torrencial, barro, policía que nos corría, volvimos llenas de barro. Y cuando llego, mi mamá me dice: ‘Yo sabía quién lo tiró.’ Nos empezamos a reír.
Pobre vieja. Al lado de eso, todos los que vinieron después eran santos comparados con nuestra generación.”

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Elecciones presidenciales en Chile: el análisis de Marcelo Cantelmi

En medio de un clima social agitado y un mapa electoral latinoamericano que oscila entre el desencanto y la desconfianza, conversamos con el periodista Marcelo Cantelmi para comprender qué hay detrás del resultado electoral chileno y del avance de fuerzas conservadoras en la región. Cantelmi propone leer los comicios más allá de las etiquetas tradicionales y sugiere que la clave está en un electorado que ya no vota a favor de un proyecto, sino en contra de aquello que teme. En esta entrevista, analiza la derrota del gobierno de Boric, el ascenso de Jeanette Jara y Franco Parisi, la figura de Kast y los paralelos con Argentina.

LCV:

“¿Cómo viste las elecciones en Chile?”

Marcelo Cantelmi:

“A ver, vamos a ir aclarando un poco las piezas. En Chile izquierda no hay: lo que existe es una centroizquierda. Estas etiquetas las vengo discutiendo mucho; prefiero sintetizarlo preguntando si es antisistema o prosistema, si es anticapitalista o está dentro del capitalismo. El gobierno de Boric, que gana las internas frente al Partido Comunista, tiene una línea claramente pro sistema. No nacionalizó nada ni aplicó políticas propias del viejo manual del PT o de la izquierda tradicional latinoamericana. En concreto, es socialdemocracia. Pero como estamos tan girados a la derecha, pensamos que un socialdemócrata como Willy Brandt o Mitterrand es un hombre de izquierda, cuando en realidad la socialdemocracia la inventó el propio capitalismo. Este tiene muchas variantes, una de las cuales surge tras la Comuna de París: el welfare, el Estado benefactor, que luego crece con la Revolución Industrial y deriva en lo que llamamos socialdemocracia o centroizquierda. La señora Jeanette Jara tiene un mérito enorme, no solo personal sino como significante: gana las elecciones viniendo del Partido Comunista en un país donde la gente realmente cree que el comunismo es una estructura enorme. Milei, Trump, ven comunistas por todas partes. Es notable. El comunismo les debe mucho. Recuerdo un chiste familiar de alguien que decía: ‘Si viene el comunismo, me voy al campo’. Más allá de que tengo diferencias con el comunismo por lo ocurrido en dictaduras, el tema izquierda–derecha es importante valorarlo así. ¿Qué pasó en Chile? Gana Jara con un gobierno muy deficiente detrás. La discusión concreta es eficiencia o ineficiencia. Boric hizo lo posible, pero no gobernó bien: no resolvió la Constitución, un verdadero fracaso. La seguridad social en Chile es muy mala: el salario mínimo está lejos de la línea de pobreza, la desocupación juvenil supera los 20 puntos y la salud pública puede tardar más de un año en atenderte. Él no pudo resolver deudas que venían del levantamiento de 2019, cuyo reclamo principal no era cambiar el sistema sino mejorar el existente. Ese reclamo sigue abierto y lo recibirá quien gane. Por eso es interesante que Jara gane con el 26,7% y aparezca Franco Parisi, un economista independiente, populista, antisistema, muy crítico, representante de la clase media, que sorprende con casi el 20%. No figuraba en las encuestas, que son un mamarracho en Chile. Sumando ambos porcentajes, casi la mitad del país dice: ‘No sé si me gusta Jara, no sé si me gusta lo que hizo Boric, pero no sé si me gusta lo que va a hacer el otro’.”

LCV:

“Claro.”

Marcelo Cantelmi:

“O sea, en eso no se diferencian: siguen votando en contra de algo. El gobierno intentó diferenciarse, incluso anunciando que iba a dejar el Partido Comunista. Pero objetivamente Jara es una excomunista, como muchos de su espacio. Y el comunismo se volvió un fantasma que recorre la academia más que la política real. En América Latina nunca hubo tanto capitalismo como en estos años; hasta las dictaduras son capitalistas. La discusión profunda sobre la izquierda se perdió. Hoy lo que hay son derechas duras, dictaduras o centroizquierdas tímidas como la chilena o la de Lula, cuyo gabinete es mayoritariamente de derecha. A los latinoamericanos nos gusta el centro y a veces la centroderecha. ¿Y quién es Kast? Un conservador que le gana a Boric hace cuatro años en primera vuelta; luego un regimiento de jóvenes lo salva a Boric en el balotaje. Entonces Kast se había parado en una derecha medieval, con comentarios antipáticos hacia las mujeres, grotesca, pinochetista. Ahora se cuidó: hizo una campaña inteligente borrándose. Tenía por derecha a un ultraderechista libertario, Johannes Kaiser, enamorado de Milei, de Trump y de la dictadura. Kast dejó que hablara él y se quedó como el centro. Puede provocar que en el balotaje quienes estén contra Jara lo voten. Matei y ese sector ya dijeron que lo acompañarán. Sumando sus votos, Kast puede ser el próximo presidente. Muy difícil que Jara logre revertirlo, sobre todo porque Parisi no habló y la disciplina del voto en balotaje es baja.”

LCV:

“No, por eso pensaba si en campaña llegara a prevalecer un discurso más pinochetista o antiderechos, si podría seducir como en Argentina o si allá dirían ‘no, tanto no’.”

Marcelo Cantelmi:

“No, no, estoy en desacuerdo. Los argentinos votaron porque estamos mal y no queremos estar peor. El problema es que lo que hay del otro lado no explica cómo va a mejorar la situación. Se termina votando en contra. Yo tampoco quiero que vuelva lo anterior, pero tampoco quiero esto: la pérdida de valores y culturales es enorme. El fenómeno antivacunas es hijo de la política de Milei. Es un mamarracho. No solo acá: el mundo entero está retrocediendo 200 años. ¿Por qué? Porque se vota cruzado. No se vota a favor, se vota en contra, y al votarse en contra uno se defiende. Vivimos un cuarto de siglo grave: la concentración del ingreso irrita a la gente, con razón, y esa irritación se expresa en votos contra el sistema.”

LCV:

“Exactamente, exactamente.”

Marcelo Cantelmi:

“En Chile pasa lo mismo. A veces me aburren análisis muy profundos sobre la progresía chilena: la discusión real es el bolsillo y el fracaso de los gobiernos progresistas en escuchar demandas simples como llegar a fin de mes, pagar el alquiler, acceder a un crédito, comprarse un auto, irse de vacaciones. Esa discusión la cedieron a la derecha. Hablaba con el presidente del Senado de España, del PP, y me decía: ‘La gente vota con el bolsillo y con la bronca por la corrupción’. Y es así. A veces incluso la corrupción pasa a segundo plano porque aparece la lógica del ‘roban pero hacen’. Cuando estás mal, nada de eso importa demasiado. Hasta Pinochet robó, convengamos. Así estamos.”

LCV:

“Para cerrar: ¿te imaginás a Milei cruzando la cordillera para abrazar al nuevo presidente si se da ese pronóstico?”

Marcelo Cantelmi:

“Sí. La imaginación política de Milei es esquemática. No distingue matices. Fue a Bolivia a saludar a Paz, un hombre de centroderecha, no de ultraderecha. Es de una democracia cristiana que cree en amortiguadores sociales que Milei considera socialistas, cuando en realidad son necesarios para que el sistema no colapse. A Kast le va a pasar lo que le pasó a Piñera: la demanda de las clases medias de Chile es muy clara. Es la de quienes iban a Plaza Italia a decir: ‘No podemos vivir como en Estados Unidos con sueldos de Namibia’. O de África. Esa demanda sigue abierta. Boric no la resolvió. Y eso es lo que le va a decir la audiencia urbana a Kast. El problema central es ese, y no sé si Kast está dispuesto a resolverlo.”

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Eppur si muove!/del 16 al 21N. “Mientras el gobieno usa la tarjeta, se prepara un diciembre caliente”, por Alberto Nadra

Nadie sabe hasta dónde llegará la alquimia del poder que le permitió al gobierno ganar por amplio margen las últimas elecciones promocionando un plan de rescate financiero extraordinario de Trump. Lo cierto es que se trató de una promesa que de acuerdo a TheThe Wall Street Journal no se cumplirá ya que los bancos implicados no recibieron el respaldo que esperaban por parte del Tesoro de Estados Unidos. Apenas una ayudita para enero y el rezo de Caputo para mantener el riesgo país. ¿Cuántas veces los economistas han dicho como si fuesen abuelas ‘no hay que gastar más de lo que se tiene? Pues bien, el gobierno está tarjeteando como cualquier mortal.

Entre tanto, las fábricas siguen cerrando, los despidos ya son masivos, no hay perspectivas de reactivación y una reforma laboral junto a una Ley educativa ‘novedosa’ avanza sobre un proyecto que parece insostenible. Los jubilados ya forman parte de la rutina de los miércoles, igual que la represión. La CGT inaugura nuevo triunvirato con uno de sus líderes que ha resuelto visitar fábricas en conflicto. Algo bastante básico que sin embargo no ocurría hace tiempo. Los organismos de DDHH y distintas centrales obreras se suman a una marcha para el 11 de diciembre por el Día Internacional de los Derechos Humanos. La UTA amenaza con un paro nacional en ese mismo mes si le pagan los sueldos en cuotas tal como está previsto.

Un hecho curioso resalta que sin Estado tampoco hay producción: en Bahía Blanca un supermercado mayorista debe cerrar por el pésimo estado de las rutas. Sus camiones ya no pueden entrar ni salir. Sin Vialidad Nacional, no hay caminos.

Como siempre, LCV les cuenta el abajo que se mueve.

Sintesis semanal de noticias sociales y gremiales, del 16 al 21 de noviembre 2025

MARCHA POR LOS DERECHOS HUMANOS EL 11 DE DICIEMBRE. Hugo “Cachorro” Godoy, confirmó que las dos CTA se unirán a la movilización convocada por los organismos de derechos humanos a Plaza de Mayo el próximo 11 de diciembre, en el marco de las actividades previstas por el Día Internacional de los Derechos Humanos. En su cuenta de twit, Godoy aseguró que este año marcharán “contra la represión, la persecución política, el negacionismo y la reivindicación de la dictadura genocida” del gobierno de Javier Milei.

SINDICATOS DE PRENSA Y ASOCIACIONES PROFESIONALES DENUNCIAN INTERNACIONALMENTE AL GOBIERNO POR FALTA DE LIBERTAD DE PRENSA. En una audiencia celebrada el miércoles en la Universidad de Miami, en el marco del 194° Período de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el secretario adjunto electo de SiPreBA y tesorero de FATPREN, Francisco “Paco” Rabini, denunció al gobierno nacional por lo que calificó como un “ataque recurrente, planificado y persistente” contra periodistas y trabajadores de prensa. Estuvieron presentes representantes el CELSSiPreBAFATPRENARGRAFOPEA, instituciones académicas como la Carrera de Comunicaciones de la UBA. Entre las razones de la denuncia figuran los constantes ataques a los fotoreporteros que han sido baleados y apaleados en diversas marchas, dejando a Pablo Grillo al borde de la muerte. Rabini consideró que existe una política que parte del propio presidente para amedrentar a la prensa y citó un twit en el que el presidente Javier Milei expresó: “No odiamos lo suficiente a los periodistas”.

CRISTIAN JERÓNIMO DE GIRA POR LOS CONFLICTOS. Acompañado por el dirigente de la UTEP, Alejandro «Peluca» Gramajo, José Minaberrigaray de SETIA, Pablo Flores de AEFIP y representantes de Municipales, el flamante cosecretario general de la CGT Cristian Jerónimo se acercó al acampe de ILVA donde, desde hace más de 80 días, hay trabajadores esperando una respuesta de la empresa a los 300 despidos repentinos. Allí fue recibido, además, por representantes de la Federación de Ceramistas que están apoyando el conflicto desde el comienzo. «Queremos que sientan que hay una central sindical que va a estar más presente que nunca y que no los va a dejar hasta que no resolvamos este problema, y tantos, como hay, a lo largo y ancho del país. También es un mensaje para todos los trabajadores que están en conflicto, queremos que sepan que hay una central de puertas abiertas para luchar por los derechos de todos los trabajadores». Más allá del apoyo político de la CGT, dejó un aporte para el fondo de huelga y prometió la intervención de la central obrera para dialogar con las partes e intentar resolver el conflicto. Se trata del primer acto de la ‘nueva CGT’ que busca relacionarse con los trabajadores de base.

ECONOMÍA FAMILIAR. TARJETAS EN CRISIS. LA DEUDA NUESTRA DE CADA DÍA. Según un Informe el Banco Central (BCRA) la mora de las familias sigue en aumento. En noviembre de 2023 el incumplimiento de pago en préstamos familiares y cuotas se ubicaba en 2,7%, es decir que en la era Milei subió 4,6 puntos porcentuales. La suba se concentró en dos líneas: préstamos personales (donde el porcentaje aumentó desde el 8,2% al 9,1%) y tarjetas de crédito (con un incremento desde el 6,7% al 7,4%)

INDUSTRIA

LA UTA ADVIERTE: SI NO PAGAN EN FECHA PARAMOS TODO EL TRANSPORTE EN DICIEMBRE. Así lo anunció el secretario de prensa de la Unión Tranviarios Automotor (UTA)Mario Caligari. El sindicato se declaró en estado de alerta por las demoras en el cobro de los sueldos. Los empresarios del sector explican que no están recibiendo del gobierno los subsidios acordados y prevén un pago en cuotas de salario y el aguinaldo de diciembre. “Nosotros no financiamos el sueldo ni los aguinaldos”, dijeron en el gremio.“El síndrome del llanto lo tienen desde toda la vida”, afirmó Caligari.

CHOFERES DE LA LÍNEA 60 PRESIONA A LA UTA POR PLAN DE LUCHA. El cuerpo de delegados y los trabajadores de línea 60 perteneciente a la empresa Monsa protestaron este viernes en la cabecera que la empresa tiene en Maschwitz. Exigen plan de lucha a la conducción de la UTA dirigida por Roberto Fernández ante la nueva apertura paritarias. Buscan una recomposición salarial de 2500000 de pesos y mejores condiciones de trabajo. Ratificaron que, si la empresa paga los sueldos y el aguinaldo en cuotas, profundizarán las medidas de fuerza a partir de diciembre.

¿UNA NAVIDAD SIN TURRÓN? La empresa Georgalos que produce el clásico Mantecol comienza un esquema trimestral de suspensiones en su planta de Victoria. La medida que afectará a más de 600 trabajadores.⁠ La empresa justifica ese accionar por el derrumbe de ventas y la apertura de importaciones que colmó el mercado de productos brasileros. Según la empresa, la decisión surge a partir de un drástico derrumbe en las ventas.

LA RIOJA. CONTINÚA EL CIERRE DE FÁBRICAS. 150 despedidos en los últimos días. De acuerdo a la información de Página 12, la empresa textil Luxo abandonó el parque industrial por la drástica caída de las ventas.  “Es muy triste y doloroso ver como se deciden estas políticas a nivel nacional”, lamentó el gobierno provincial, que intentó un rescate que resultó infructuoso. En esa provincia, también en los últimos días, se habían conocido otras dos bajas: la fábrica de calzados Vulcalar, radicada en Sanagasta, con 80 personas cesanteadas, y la productora de paneles solares Solartec, que operaba desde 1988, al no poder competir con los productos chinos, cuyos precios “son muy difíciles de igualar”. Entre las tres se perdieron más de 150 puestos directos.

BAHÍA BLANCA: CIERRA EL SUPERMERCADO YAGUAR POR EL PÉSIMO ESTADO DE LAS RUTAS. En la tarde del domingo se supo que habría despidos en la sucursal de la mayorista Yaguar. La situación fue peor: hubo un cierre total del establecimiento y el lunes  30 trabajadores de la sucursal bahíense quedaron en la calle. Los sindicatos de Comercio y Camioneros reclaman la reincorporación de todos los despedidos. Más allá de la baja de las ventas, en este caso la razón que esgrime la empresa es el pésimo estado de las rutas que impide el ingreso y egreso de camiones. El centro comercial de Yaguar se encuentra en la intersección de dos rutas nacionales, Ruta Nacional 33 y Ruta Nacional 35. La falta de inversiones de Nación que mantiene a la obra pública parada provoca que 50 familias queden en la calle.

IMPREVISTO CIERRE DE FRÁVEGA DE TEMPERLEY. El Sindicato de Empleados de Comercio de Lomas de Zamora (CEC), que conduce Rubén Crosta, denunció el cierre «intempestivo» de la sucursal de Frávega ubicada en Temperley. El gremio exigió la reincorporación del personal despedido y advirtió sobre un plan de la compañía para llevar adelante 300 despidos a nivel nacional.

SAN LUIS: ALERTA UOM, CIERRA AUTOPARTISTA DANA. La decisión de la empresa de autopartes Dana de cerrar de manera definitiva su planta en la localidad de Naschel, San Luis, encendió las alarmas en el sector industrial de la provincia, afectada por la crisis generalizada del sector en todo el país. La medida, tomada por la sede central de la firma en Estados Unidos, implica el despido de la totalidad de los 60 trabajadores que se desempeñaban en el lugar, sumándose a la ola de cierres y suspensiones que atraviesa la industria metalmecánica.

PARITARIA RECORD DE TRABAJADORES DE VIGILANCIA PRIVADA EN COMPLEJOS OLEAGINOSOS DE SANTA FE. El Sindicato Único de Trabajadores de Vigilancia Privada (SUTRAVIP) cerró una paritaria histórica para los vigiladores del complejo agroexportador del cordón industrial del sur santafesino. El acuerdo ubica nuevamente al sector entre los mejores remunerados del país y garantiza un salario conformado de $2.160.034,20 desde febrero de 2026 para los trabajadores del departamento San Lorenzo.

HISTÓRICO. CONVENIO CON TRABAJADORES MINEROS RECONOCE CUIDADOS ESPECIALES E INCORPORA PERSPECTIVA DE GÉNERO. La Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) y la Asociación Sindical del Personal Jerárquico, Profesional y Técnico de la Actividad Minera Argentina (Asijemin) firmaron un acuerdo inédito que incorpora derechos innovadores y establece una serie de herramientas destinadas a favorecer la conciliación entre el trabajo y la vida personal. Desde el sindicato sostienten que el nuevo convenio colectivo incorpora reivindicaciones largamente esperadas sobre salud y contiene “un enfoque en la inclusión y la perspectiva de género”.

LA CRISIS EN LA INDUSTRIA NO TIENE TECHO. Un informe del periodista David Cufré demuestra que la tendencia al cierre no disminuyó después de las elecciones:

Mabe, empresa mexicana, una de las principales fabricantes de electrodomésticos de línea blanca, cerró la planta en Río Segundo, Córdoba, con 160 despidos.

La Suipachense, empresa láctea con 75 años de historia, fue declarada en quiebra y dejó en la calle a 145 trabajadores.

TN Platex cerró la producción de medias y prendas deportivas en su planta en Monte Caseros, Corrientes, con 36 despidos.

Dulces Otito, en San Pedro, Jujuy, una marca con más de 70 años de vida y en un contexto económico complicado a nivel nacional, decidió cerrar sus puertas y echó a 40 trabajadores.

Alimentos Refrigerados, una firma histórica que elaboraba postres y yogures para SanCor, fue declarada en quiebra en Córdoba y dejó sin empleo a 200 personas.

Nueva Dalmacia, alimenticia cordobesa, cerró y echó a sus 17 empleados por WhatsApp.

Georgalos oficializó un programa de suspensiones que se extenderá por un trimestre en su establecimiento de Victoria, Buenos Aires, afectando a la totalidad de su personal mediante turnos alternados. La decisión, según la empresa, responde a la caída en el nivel de ventas y al aumento de la competencia de productos brasileños.

Avery Dennison, dedicada a la fabricación de etiquetas para envases, cerró su planta en San Luis, dejando a 40 familias sin empleo.

Tía Maruca cerró de manera abrupta una histórica planta productora de galletitas en la localidad bonaerense de Chascomús y desvinculó a 27 empleados.

Didier, empresa alimenticia de mermeladas y tomates, en San Rafael, Mendoza, cerró después de 20 años. En esa provincia también cayó Comeca, que producía latas para conservas, y está tecleando Eco Génesis, que se dedica al deshidratado de hortalizas.

Blanco Nieve, textil que producía para la marca Casablanca, cerró tras 30 años en Río Grande, Tierra del Fuego. En esa provincia también hubo 150 despidos de trabajadores metalúrgicos de Newsan, en Ushuaia, y cerró la textil Fabrisur.

Alliance One, multinacional tabacalera, concretó el cierre de su planta de acopio en Perico, Jujuy, con 115 trabajadores despedidos.

Frigorífico Anselmo cerró en Tres Arroyos, con 100 empleos perdidos. Essen, la fábrica de ollas, despidió a 30 trabajadores de su planta en Venado Tuerto.

SECTOR PUBLICO

“¿Cuál debería ser nuestro salario como mínimo?” Así se titula un informe de ATE Indec que sostiene que una familia necesitó más de 2 millones de pesos en octubre para cubrir consumos mínimos. El mismo estudio revela una pérdida salarial histórica del 54,8% desde 2015 y exige un aumento de emergencia del 118%, paritarias abiertas y medidas urgentes para frenar el deterioro del ingreso estatal.

PERSECUSION EN EL CONICET. Empleados del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) denunciarion a través de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que el organismo científico a cargo del libertario Daniel Salamone, abrió sumarios en contra de investigadores que protestaron en 2024 contra el ajuste al sistema de ciencia y tecnología. El gremio advirtió sobre sumarios que “afectan a personas de diferentes jerarquías dentro de la institución, algunas en clara situación de precarización laboral”.

BAHÍA BLANCA: TRABAJADORAS TRANS EXIGEN QUE SE CUMPLA EL CUPO LABORAL. Este jueves 20 las escalinatas del municipio se llenaron de ‘voces travas’. En el día de la Memoria Trans, una veintena de personas se manifestaron en reclamo de justicia por el travesticidio de Rosario Sansone a un año y semanas de su asesinato, y la lucha por la aplicación del Cupo Laboral Trans, que es ley pero no se hace realidad.

SIN SOLUCIÓN PARA LOS TRABAJADORES DE JUSTICIA. OTRO PARO EL VIERNES 28 DE NOVIEMBRE. La Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), que conduce Julio Piumato, anunció un paro nacional para el viernes 28 de noviembre y puso un ultimátum a la Corte Suprema y el Poder Ejecutivo. La organización reclama comenzar la recuperación con un incremento adicional de, al menos, el 3% de poder adquisitivo perdido en 2025 y advierten sobre proyectos que afectarían al personal y al sistema jubilatorio del sector.

SANTA CRUZ: REINCORPORAN A TRABAJADORES AUTOCONVOCADOS DE LA SALUD SUSPENDIDOS POR PROTESTAR. El pasado jueves 20 de noviembre, la Justicia de Santa Cruz dictó una resolución que ordena la inmediata reincorporación de los 26 trabajadores de la salud pública que habían sido suspendidos por participar de una protesta en el Ministerio de Salud en septiembre por reapertura de paritarias. Los trabajadores recibieron el respaldo inmediato de otros sectores, mostrando que la solidaridad es el camino para enfrentar los ataques a los derechos laborales. El gremio ATSA había presentado un recurso de amparo colectivo, que finalmente fue aceptado por la Justicia. La medida, firmada por el juez Andrade, deja sin efecto las sanciones impuestas por la cartera sanitaria provincial y constituye una derrota para las autoridades que intentaron disciplinar a quienes luchan por mejores condiciones laborales y salariales.

EDUCACIÓN

TRASCENDIÓ UN BORRADOR DE LA LEY DE LIBERTAD EDUCTIVA Y ESTALLÓ EL DEBATE: “UN MAMARRACHO”. Así la definió Hugo Yasky, quien tildó el proyecto como un caso de “terraplanismo educativo”. Entre las medidas más criticadas está la idea de eliminar la responsabilidad indelegable del Estado, transfiriéndola “directamente a las familias” bajo un sistema que dicho borrador llamó como educación en el hogar (homeschooling), además de incorporar “agentes educativos” sin requisitos profesionales, entre otras medidas.

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