Destacada
Daniel Yofra: “Ni la CGT, ni las Centrales, están funcionando como deberían”
Días atrás, se realizó un Congreso Nacional de Delegados y Delegadas junto a la Comisión Directiva de Aceiteros y Desmotadores, liderada por Daniel Yofra, con un objetivo claro: “escuchar a los dirigentes para que nos ayuden a pensar cómo hacemos para afrontar esta situación“, tal como señaló a LCV el Secretario General de la Federación de Aceiteros y Desmotadores. Fueron dos días de debate, el 5 y 6 de noviembre, del 73° Congreso Ordinario y Extraordinario, en el que participó también el Secretario General del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA San Lorenzo), Daniel Succi, con la presencia de 160 delegados de ambas organizaciones. Además de ellos, formaron parte de la mesa Marco Pozzi (secretario de Salud Laboral de la FTCIODyARA) y Carlos Zamboni (abogado laboralista y asesor de aceiteros). “No podemos conformarnos con resistir, necesitamos conformar un programa propio de las y los trabajadores, buscar una reforma laboral que se acomode a las necesidades de quienes trabajamos”, fue una de las consignas con las que convocaron a este Congreso que se realizón en el Club Español (Bernardo de Irigoyen 172, CABA).
Desde nuestros inicios, La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores, sigue con atención el desarrollo de la actividad gremial de los aceiteros por varias razones. No sólo porque son un gremio potente con gran influencia en la vida económica del país, que logra paritarias extraordinarias, sino porque resulta un laboratorio gremial cuya originalidad es digna de destacar. Un Congreso abierto para conocer de primera mano cuál es la realidad del sector -cuando generalmente son los dirigentes que convocan a sus delegados para bajar línea- fue el estímulo que nos llevó a conversar con Daniel Yofra esta semana, quien no dudó en decir: ” Los que tienen problemas tienen que salir a gritar y a exponer su situación. No todos pueden hacer huelga, no todos pueden manifestarse, pero sí todos pueden plantear cuál es la situación .”
Mientras el gobierno avanza con una verborragia que creíamos olvidada, apelando a términos como ‘terrorismo sindical’ y militarizando los conflicos gremiales, los aceiteros debaten, invitan a gritar. ‘Hagan lío”, decía el Papa Francisco. La cuestión es cómo y con qué dirigentes. “Tarde o temprano la unidad de los trabajadores va a llegar. Siempre ocurrió. Ojalá que no sea detrás de ningún proyecto político o partidario sino detrás de un movimiento obrero empoderado, eso es lo que se necesita“, pronostica y advierte Yofra.
Vale la pena leer la entrevista completa de un dirigente ‘como los de antes’, hijo de un obrero de Villa Constitución preso durante la dictadura, que lleva el mandato de clase en la piel. Enrolado en el Frente Sindical para un Modelo Nacional que lidera Pablo Moyano, mantiene una postura acorde a sus convicciones, con la participación democrática de sus afiliados. Al menos, así parece. El tiempo dirá.
LCV: Hace muy poquito ha habido un encuentro de la Federación de Aceiteros y Desmotadores. Supongo que deben haber charlado muchas más cosas además de las paritarias. ¿Cómo vieron el panorama político gremial de nuestro país?
—Fue un Congreso Nacional de delegados y delegadas y comisión directiva de Aceiteros y Desmotadores, en donde invitamos a dirigentes para que nos ayuden a pensar para ver cómo hacemos para afrontar esta situación. Más allá de la situación particular que atravesamos hoy los trabajadores y trabajadoras de Aceiteros y Desmotadores, donde tenemos un salario acorde a las necesidades que establece la ley de contrato de trabajo y el 14 de la Constitución. Hay otros compañeros, hay otros dirigentes, hay otras ramas que están padeciendo estas políticas que hoy está atravesando el país. Entonces, invitamos a esos compañeros para que se manifiesten y también para que le digan a los dirigentes qué verdaderamente está pasando. No que se guíen los dirigentes por los medios de comunicación que hay, que a veces desinforman.
LCV: Hay una mirada que se propaga por los medios, en donde directamente se califica de “terrorismo” a las protestas gremiales, terrorismo sindical, le llaman. Y hay otra mirada que banaliza esas palabras, como si no tuvieran la importancia que tienen. Después se deja de hablar de los conflictos si no están en la calle o no aparecen.¿Qué te parece que hay que hacer para visibilizar la conflictividad del mundo del trabajo en este momento?
—Yo creo que los que tienen problemas tienen que salir a gritar y a exponer su situación. Hay 300 mil despidos en lo que va del año. Los salarios han caído a partir de diciembre de 2023. La situación de precariedad que hay hoy con la Ley Bases se profundizó en la clase trabajadora. Me parece que hay que salir a plantear estas situaciones con la herramienta que cada organización tiene. No todos pueden hacer huelga, no todos pueden manifestarse, pero sí todos pueden plantear cuál es la situación. Me parece que más allá de lo desafortunado que son determinadas declaraciones, uno no puede dejar de salir a plantear lo que le está sucediendo ni a salir a enfrentar esta situación. No nos pueden venir a correr con un título, como vos planteaste anteriormente, de que somos terroristas.
LCV: ¿Qué sentís cuando escuchás en una misma frase de un vocero presidencial “terrorismo sindical,” “acciones subversivas,” “rehenes”, “vamos a aniquilar esos conflictos para el bienestar de la gente”? Vos como dirigente, ¿qué percibis de peligrosidad en ese discurso usado así de esa manera?
—Primero, que el que se dirige hacia la sociedad no es un trabajador, es una persona que nunca trabajó bajo patrón, ni bajo empresario, ni nada. Segundo, no son los indicados como para generar confianza, ni para que la gente diga “Uh, pucha, tiene razón.” Es como la canción de Sandra Mihanovich que dice “Debajo del asfalto existe gente que no conoce el sol ni conoce los colores.” Bueno, estos son unos de ellos. Este grupo que sale ahora y que te ponen a discutir a personas que tienen una trayectoria, que han trabajado, que tienen aportes, con un pibe que estuvo detrás de una computadora toda la vida y que piensa que puede discutir un país porque nunca ha trabajado. Me parece que es un despropósito. Creo que los dirigentes sindicales no pueden estar pensando en lo que dice un vocero presidencial.
LCV:. Lo que me provoca es que están acostumbrando el oído de la gente a palabras que teníamos salidas de criterio. Porque en democracia una protesta no es terrorismo.
—Porque nosotros estamos callados, estamos callados a la hora de salir a decir lo que pensamos y lo que somos. Yo no puedo dejar de decir porque va a decir “Y claro, es sindicalista.” Y sí, soy sindicalista y represento los derechos de los trabajadores y trabajadoras. ¿Vos qué sos? Porque a vos te conocemos ahora pero yo tengo 37 años de aporte ¿Me entendés? No puede venir un tipo a decirme “son terroristas”. ¿Y vos qué sos? ¿Cuántos años de aporte tenés? A ver, pongamos los papeles sobre la mesa. Yo tengo recibo de sueldo de cuando empecé a trabajar en el año 85. ¿Vos cuándo arrancaste a trabajar?
Tampoco hay que asustarse porque si no ellos te agarran y te dicen “Vamos a reprimir las protestas.” Bueno, no repriman todas las protestas. “Vamos a cerrar o van a poner gendarmes en los lugares que estén de huelga” ¿Y qué van a hacer los gendarmes? ¿Van a trabajar? ¿Van a poner en marcha la planta? ¿Van a poner en funcionamiento el país? En la pandemia se demostró que los trabajadores son mucho más importantes que estos inútiles que lo único que saben hacer es bicicleta financiera y quieren venir a discutir un modelo de país que incorpore a toda la sociedad.
LCV: Patricia Bullrich apelando a la militarización posible de un conflicto, poniendo el reemplazo en gendarmes y prefecturas, también es una foto que va insensibilizado a a la gente de cosas que en nuestro país eran sensibles. No era fácil para uno pensar en que gendarme o lo que fuera venga y haga el trabajo de un de un transportista. Era una cosa que no te la imaginabas diciendo, ahora se le ocurrió y lo tiraron al aire y no salió la gente a decir que era una barbaridad. A eso me refiero con la insensibilidad
—Sí. Tampoco hay grandes micrófonos que nos ponen en la boca a los que hablamos. Incluso los que son oposición a este gobierno, siempre están en el chismerio, entran en la lógica muy básica de hablar mal de los demás y no de cómo sacamos este país adelante. Que ella haga estas cosas a mí no me asombra porque ya el presidente lo dijo en un momento, que tiraba bombas en los jardines. Si podía hacer eso que calculo yo que debe tener pruebas, seguramente puede hacer otras cosas. Pero bueno, si nosotros decimos ¿Vos qué sabes hacer? Vení a poner en marcha una planta, trabaja en un Call Center, todas las actividades que la manejan los obreros trabajadores y trabajadoras, que lo hagan.
LCV: ¿Apostas a la unificación en la lucha?
—Sí, tarde o temprano esto va a ocurrir. Siempre ocurrió. Ojalá que sea no detrás de ningún proyecto político o partidario sino de detrás de empoderar al movimiento obrero que lo necesita. Yo soy un dirigente de 30 años de militancia pero hay trabajadores que tienen 10 o 15 años que la están pasando muy mal y no tiene a nadie que lo represente. porque la representación genuina de todos los trabajadores que no tienen organizaciones es la CGT o las centrales, y no están funcionando como deberían. Por eso sale alguien como Adorni a decir cualquier estupidez y cree que dice algo importante, cuando hace 30 o 40 años atrás no había un Adorni en el poder, ni siquiera en una base había un Adorni. Pero bueno, es lo que está, es lo que ellos supieron engañar muy fácilmente y nosotros no supimos gritar para que esto no ocurra, para que un gobierno como el de Milei esté manejando los destinos de nuestro país.
Destacada
“Streaming en Argentina: Pablo Storino revela sueldos, precarización y la batalla del SATSAID por la registración laboral”
En exclusiva con La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores, Pablo Storino, pro secretario gremial del SATSAID, aborda la situación laboral y económica del sector del streaming en Argentina. El dirigente describe las profundas desigualdades entre los distintos canales, los niveles de registración y precarización existentes, y el rol del sindicato frente a este nuevo escenario comunicacional.
LCV:
“¿Cuál es la situación laboral real de los canales de streaming? ¿Cómo es esto que parece un jolgorio? ¿Todo es divertido? Somos todos amigos, nos matamos de risa… pero cuál es la situación económica y laboral de los compañeros de streaming?”
Pablo Storino:
“La situación del mundo del streaming hoy es muy dispar. Existe un grupo reducido —un top 10 o 20— que logró monetizar sus contenidos, profesionalizarse y constituir unidades económicas que permiten formalizar relaciones laborales, registrar trabajadores y blanquear actividades. Pero también hay muchos otros que sobreviven como pueden, trasladando esa precariedad a quienes trabajan allí: falta de registración, salarios muy bajos y condiciones inestables. Esto genera la pregunta de si el streaming es una burbuja o si, con el tiempo, se asentará dejando afuera a quienes no puedan consolidarse como organizaciones empresariales.”
LCV:
“La mayoría está informalizada o son factureros.”
Pablo Storino:
“La situación es heterogénea. Hay empresas como Luzu TV, con 110 trabajadores registrados y salarios que van de dos a cuatro millones de pesos. Y hay otras como Olga, con un alto nivel de precarización, donde muchos jóvenes están como monotributistas cobrando entre 500.000 y 600.000 pesos. En algunos canales hay explotación evidente, y son justamente los que desde el SATSAID estamos denunciando y tratando de regularizar. También existen proyectos como Gentina, Futurock, Vorterix o Bondi que tienen relaciones laborales formalizadas y en condiciones.”
LCV:
“Perfecto. Bien o mal, ¿no? Porque estos sueldos que me decís serían formalizados. ¿Bien o mal?”
Pablo Storino:
“Totalmente. Es trabajo registrado, con aportes a la jubilación, a la obra social y todos los derechos laborales que corresponden.”
LCV:
“Buena cuna tiene ese pibe. Sé que viene de una familia de trabajadores y no se quedó en el camino con la experiencia. ¿Cuál ha sido la experiencia general?”
Pablo Storino:
“Existe una situación común tanto en proyectos identificados con la derecha como con la izquierda. Por ejemplo, algunos streaming de línea más conservadora desconocen las leyes laborales y evaden responsabilidades, pero lo mismo sucede en otros que se presentan como progresistas. Desde el SATSAID entendemos que la falta de registración responde a una lógica económica transversal: no pagar aportes patronales ni cumplir con los pisos salariales establecidos por el convenio colectivo. Contra eso nos enfrentamos todos los días, venga de donde venga.”
LCV:
“La paritaria de los trabajadores de cable: ¿cómo cerró?”
Pablo Storino:
“En este contexto, la paritaria viene cerrando bien. Logramos que las empresas de la Cámara TAC paguen mes a mes el índice de inflación del INDEC, aunque no coincidamos con el método de cálculo del organismo. Por lo menos eso evita una pérdida mayor del poder adquisitivo. Llegar a este acuerdo requirió asambleas, paros y mucha presión, pero finalmente TAC entendió que no íbamos a aceptar que los salarios quedaran por debajo de la inflación.”
Destacada
Daniel Yofra: “Vamos a tener que armar Frente Sindical para resistir la reforma laboral”
En exclusiva con La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores, Daniel Yofra expone la postura del Sindicato de Aceiteros frente al avance de la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional. Desde la crítica a la inacción de las centrales sindicales hasta el análisis de la situación industrial y el impacto en los derechos laborales, Yofra plantea la necesidad de construir un frente sindical amplio para enfrentar los cambios propuestos. La conversación aborda tanto las implicancias materiales de la reforma como el rol político del sindicalismo en el actual contexto económico y social.
LCV:
“Contame la postura del Sindicato de Aceiteros frente a la reforma laboral.”
Daniel Yofra:
“Estamos preocupados por lo que está pasando y por la inacción del sindicalismo ante una reforma laboral que, en algunos casos, va a legalizar la precariedad laboral y, en otros, va a intentar imponerla cuando tengan la herramienta para hacerlo. Nosotros vamos a salir a luchar como siempre lo hicimos, como el año pasado con la Ley Bases. Este año no será la excepción. Vamos a oponernos porque es un legado que nos dejaron los trabajadores y trabajadoras aceiteros y desmotadores. Tenemos la responsabilidad de defender lo que otros conquistaron y ya no están: desaparecidos, asesinados, encarcelados. Todo lo que ocurrió en la historia de la lucha obrera hoy lo quieren borrar de un plumazo bajo el título de ‘modernidad laboral’, cuando en realidad quieren volver cien años atrás.”
LCV:
“¿Piensan llevar adelante una huelga si avanza la reforma? Supongo que no como una acción aislada, sino como parte de la unidad sindical.”
Daniel Yofra:
“Estamos tratando de que otras organizaciones se sumen y esperamos que la nueva CGT o el nuevo triunvirato entiendan que hay que ir a una huelga, salvo que tengan otra estrategia que hasta ahora no ha funcionado. Ni siquiera los llaman a discutir la ley. Los empresarios escriben la reforma laboral y este Gobierno la lleva adelante porque tiene compromisos con quienes lo llevaron al poder.”
LCV:
“Esto de que los empresarios escriban las leyes ya pasó con Macri. Hoy, con el respaldo electoral que tiene, Milei cree posible avanzar en reformas que afectan a todos los sectores industriales. ¿Cómo visualizás este escenario, especialmente respecto a la desindustrialización, la caída del empleo y la pérdida de mano de obra calificada?”
Daniel Yofra:
“En nuestro sector no se siente la importación indiscriminada, pero sí afecta a sectores que dependen del mercado interno. Cerraron más de 20.000 pymes y hay 270.000 trabajadores despedidos. Muchas empresas están importando lo que antes producían, como la química de Río Tercero, que fabricaba insumos para colchones y hoy los importa, dejando a más de 200 trabajadores en la calle.”
LCV:
“Si avanzara la flexibilización horaria, el salario variable —el ‘sueldo dinámico’— o las vacaciones en cuotas, ¿cómo sería la industria bajo ese régimen?”
Daniel Yofra:
“Los trabajadores perderían la posibilidad de ordenar su vida fuera del empleo. No podrían programar vacaciones ni prever ingresos básicos. Sería tan simple y grave como eso.”
LCV:
“Muchos argumentan que hoy la informalidad ya impide planificar la vida.”
Daniel Yofra:
“Esto empeoraría la situación de quienes hoy sí tienen estabilidad laboral. Hay casi 9 millones de trabajadores registrados. El año pasado decían que la reforma iba a traer inversiones y empleo; no ocurrió nada. Los empresarios no necesitan que se quiten derechos. Necesitan industrializar la materia prima, necesitan crédito, necesitan que haya consumo. Con salarios por debajo de la pobreza —más del 90% de los registrados están así— no hay consumo, no hay producción y no hay trabajo.”
LCV:
“Se suele decir que los sindicatos industriales están defendiendo a un universo de trabajadores cada vez menor. Lo que planteás va en sentido contrario.”
Daniel Yofra:
“Hoy tenemos dos problemas. Primero, diputados y senadores que nunca trabajaron bajo patrón, dependen de patrones o directamente lo son. Van a instalar mentiras para poner a la sociedad en contra del sindicalismo y de la CGT, que es la central más grande del país y de Sudamérica. Segundo, la inactividad de la CGT. Si no cambia el rumbo, creyendo que sólo con diálogo lo logrará —cuando ni siquiera los llaman— será difícil torcer la historia. Seguramente vamos a tener que armar un frente sindical que luche contra esto.”
LCV:
“Para cerrar: ¿están trabajando en algún proyecto alternativo a la reforma? ¿Hay algo con los diputados sindicales o dentro de la CGT?”
Daniel Yofra:
“No participé de la reunión con los compañeros supuestamente afines al movimiento obrero. Creo que son muy pocos para el momento de la votación y no tengo detalles de la contrapropuesta. Pero no hace falta ser científicos para mejorar la vida laboral. Nosotros lo comprobamos con los comités mixtos de seguridad e higiene. Bajamos la accidentología y las muertes laborales, incluso sin una ley vigente en muchas provincias. Los derechos de los trabajadores también benefician a los empresarios. Ellos se quejan de la industria del juicio, pero no hacen nada para evitar accidentes. ¿Qué quieren? ¿Trabajadores mutilados y sin indemnización?
Destacada
“18 años de proscripción, memoria y militancia: conversación con Gustavo Campana”
El periodista Gustavo Campana reconstruye recuerdos personales y políticos alrededor del 17 de noviembre de 1972, fecha del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina tras 18 años de exilio. Desde la mirada de un niño de 10 años que seguía los acontecimientos desde un televisor en blanco y negro, hasta el análisis histórico de la resistencia, la militancia, el rol del movimiento obrero y las operaciones del poder real, Campana hilvana una lectura profunda del período y de sus continuidades hasta el presente. La charla, atravesada por testimonios personales de quienes vivieron la época, permite comprender por qué el Día de la Militancia es, además de una efeméride, una narrativa colectiva de lucha, memoria y disputa política.
LCV: “¿Dónde estabas vos el 17 de noviembre de 1972?”
Gustavo Campana: “Cumpliendo 10 años y mirando desde el televisor en blanco y negro de mi casa lo que sucedía en Seisa y en sus alrededores. Lo vivía desde un lugar particular, porque el decreto 4161 nos había marcado.
Nací en el 62, por lo tanto Perón era el hombre prohibido, el que no se podía nombrar. Era ese peronismo que, en la clandestinidad, le contaba todos los días al pueblo que seguía vivo.
A principios del 72, finales del 71, empezó a aparecer a través de los noticieros que levantaban un poco la persiana de la censura. Eran esos reportajes donde le preguntaban: ‘¿Qué va a hacer usted para volver?’ ‘Nada. Todos mis enemigos.’ ‘General, durante tanto tiempo hubo gente que quería que usted se muera y hoy no quiere que se refríe.’ ‘Se están acordando tarde, porque ahora me estoy muriendo.’
Todo eso llegaba al living, al televisor sin control remoto y en blanco y negro, y atravesaba a un pibe de 10 años por todas partes.”
LCV: “¿Qué impronta había en tu casa? ¿Qué opinaba tu madre mientras cocinaba o tu padre? ¿Qué les provocaba ese regreso?”
Gustavo Campana: “Mi viejo había sido obrero gráfico y militante socialista. En ese momento trabajaba como portero en Belgrano. No le daba para ser antiperonista, pero estaba cerca. Mi mamá era más silenciosa, pero la información entraba por todos lados.
Y había algo claro: un año después mi viejo no votó ni a Cámpora ni a Perón. Seguramente votó a Corvalán en marzo del 73. En la segunda vuelta no sé; estaba mal. No tan mal… pero por ahí andaba.”
LCV: “Antes de ir al país al que vuelve Perón, una pregunta importante para quienes son jóvenes: ¿por qué el 17 de noviembre se transforma en el Día de la Militancia?”
Gustavo Campana: “Porque ‘lucharon y volvió’. Ese es el dato central.
En ese ‘lucharon’ hay una mixtura entre la resistencia peronista, que se pone de pie tras el golpe del 55, y la juventud maravillosa que se suma a fines de los 60, en el trasvasamiento generacional del que hablaba Perón en sus entrevistas con Pino y Getino.
La Juventud Peronista fue clave, pero no fue la única: estaba el trabajo de la resistencia del 56, el Plan Conintes, la pelea en la calle de los grupos armados —Uturuncos, FAP, Montoneros—, la tendencia, la CGT, el corazón peronista de la CGT de los Argentinos, y el Cordobazo con Atilio López.
Todo ese encadenamiento de hechos empuja a un régimen en decadencia, la tercera etapa de la Revolución Argentina, que había pasado por Onganía, por el experimento breve de Levingston y finalmente por Lanusse.
Todos necesitaban a Perón, propios y extraños.”
LCV: “Estamos haciendo un documental sobre sindicalistas desaparecidos. Ricardo Vaschetti nos decía que desde el minuto cero en que se abrió el proceso electoral que llevó a Cámpora ya se estaba armando el golpe del 76. ¿Coincidís?”
Gustavo Campana: “Sí. El golpe del 76 es un objetivo claro, sobre todo después de la muerte de Perón.
El Grupo Ascuénaga —Martínez de Hoz y compañía, reunidos en un petit hotel de la calle Ascuénaga, propiedad de Blaquier— empieza a tejer la política económica que después se aplicará, respaldada por Rockefeller, el Chase Manhattan Bank y Kissinger.
Después del 11 de septiembre del 73, con el golpe en Chile, se consolidó el Plan Cóndor y la decisión del poder real de cambiar la matriz económica: de un país industrial, con trabajo a tres turnos y 2% de desocupación, a un país rentístico-financiero dedicado a la especulación.
La implosión del país no empieza en el golpe: tiene una etapa anterior, el Rodrigazo, armado por la derecha liberal.”
LCV: “Incluso a nivel leyes: la de represión a movimientos subversivos en espacios sindicales sale en el 74.
Pero volviendo al 72: Cámpora dijo que la primera medida económica de Perón sería la independencia del Fondo Monetario. ¿Qué significa eso?”
Gustavo Campana: “Perón logró durante 9 años que la Argentina no ingresara al Fondo Monetario. Entre 1946 y 1955 fuimos el único país de América Latina que no entró en la institución creada en el 44.
Estados Unidos sabía que Perón era un mal alumno para el orden mundial de posguerra.
En ese período construyó la industria nacional, desarrolló ciencia y tecnología propia y consolidó derechos laborales.
El golpe del 55 tuvo como tarea desarmar todo eso. Fueron 14 toneladas de explosivos en Plaza de Mayo, más el golpe, más los fusilamientos del 56, para poder entrar al Fondo Monetario en el 57.
No es un dato menor. Junto con el Banco Mundial iban a regir los destinos económicos de América Latina.”
LCV: “Cada vez que charlamos pienso: ¿cómo hacer para que seas columnista de La Columna Vertebral? Con vos uno dice ‘plum’ y aparece toda la historia detrás.
Feliz Día del Militante.”
Gustavo Campana: “Para ustedes también. Vamos a seguir encontrándonos en estos espacios.
Y veremos si las chicas de La Columna Vertebral logran seducirme para sumarme.
Un abrazo inmenso.”
LCV: “Quiero cerrar con algo. Yo soy exactamente la generación intermedia: entre el pibe del televisor blanco y negro y la resistencia. Estaba intentando llegar a Ezeiza esa mañana.
Un compañero me decía: ‘¿Dónde estabas vos?’ Yo no pude llegar. ¿Te acordás cómo nos mojamos?
Cada uno tenía su anécdota. La mía es así: le dije a mi mamá que iba a estudiar a la casa de una compañera. Me quedé a dormir. Lluvia torrencial, barro, policía que nos corría, volvimos llenas de barro. Y cuando llego, mi mamá me dice: ‘Yo sabía quién lo tiró.’ Nos empezamos a reír.
Pobre vieja. Al lado de eso, todos los que vinieron después eran santos comparados con nuestra generación.”
Crisis de vacunación infantil en Argentina: la advertencia de la infectóloga Leda Guzzi sobre el riesgo de reintroducción de enfermedades
“Streaming en Argentina: Pablo Storino revela sueldos, precarización y la batalla del SATSAID por la registración laboral”

