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Opinión

Opinión/¿Loco, sobrenatural o demoníaco?, por Marcelo Daniel Cosín

En el acto de apertura del Primer Congreso de la Libertad, Javier Milei dejó de ser sólo presidente: volvió a ser profeta, cruzado y showman. La campaña electoral comenzó como si se tratara de un ritual de guerra y purificación. Rodeado de su gabinete, desde un escenario blindado, lanzó una lluvia de insultos, metáforas escatológicas y promesas de “limpieza” espiritual y política. La provincia de Buenos Aires fue su blanco y su exorcismo: “el último refugio del populismo”, sentenció.

El discurso no tuvo lugar para los matices. A modo de inventario retórico, estos fueron algunos de sus dardos más llamativos:

“Pichón de Stalin”, “burro eunuco” y “último zar de la miseria”, dirigidos a Axel Kicillof.

“Pelotudo”, usado para referirse tanto al gobernador como al expresidente Alberto Fernández.

“Soviético que no puede sumar ni con un ábaco”, para remarcar su desprecio por la gestión económica ajena.

“Parásitos mentales”, “muchas ratas”, y otras imágenes zoológicas para aludir a los funcionarios del Estado bonaerense.

Y su clásico: “Les rompían el culo al sector privado”, una frase que se ha vuelto ritual anal de su ideología performática.

No se limitó a un enemigo. El kirchnerismo entero fue objeto de escarnio, junto a exfuncionarios como Martín Guzmán (a quien llamó chanta y cómplice de un gobierno genocida) o ministerios como el de la Mujer, al que calificó de estructura parasitaria. La escena se transformó en un aquelarre libertario, donde la política dejó de ser administración y pasó a ser exorcismo.

La Fuerza del Cielo (o cómo Conan lo eligió)

¿Dónde encuentra Milei la legitimación de semejante temple mesiánico? El periodista Juan Luis González acaba de publicar Las fuerzas del cielo, una biografía que continúa El Loco y que indaga, sin eufemismos, en la dimensión esotérica de su poder. Allí se afirma que Milei no solo se siente líder político, sino elegido por una fuerza sobrenatural que se comunica con él desde su infancia… a través de su perro fallecido, Conan, quien oficia de médium entre él y “El Uno”.

“El Uno”, por cierto, no es Trump, ni Musk, ni el Papa. Es D-os, como escriben los creyentes judíos ortodoxos. Karina Milei, su hermana, es descrita como una Moisés laica: organizadora electoral, administradora de fondos y guardiana del acceso espiritual.

Según González, Milei declaró haber aceptado mudar la embajada argentina a Jerusalén porque el Rey David “se lo pidió en sueños”. ¿Qué decisión geopolítica puede surgir de una revelación onírica? ¿Qué economía puede resistir un mandato místico?El guionista invisible y la ministra de guerraSantiago Caputo —el silencioso arquitecto detrás del relato— no se muestra, pero escribe. Lo llaman “el Mago del Kremlin”, no por Rusia, sino por su habilidad para diseñar estrategias con aura de ficción. No es un asesor: es un dramaturgo del poder.

Patricia Bullrich, en cambio, es el reverso institucional de esta fábula cósmica. Su biografía también es excéntrica: aristocracia patricia, pasado montonero, presente represivo. Su presencia en el gabinete parece un recordatorio constante de que hay otra forma de crueldad: la del orden.

Epílogo

En un mundo donde Trump vuelve a la Casa Blanca, Netanyahu perpetúa una política de exterminio, Bolsonaro ya tuvo su turno, y Orbán se consolida como modelo, lo verdaderamente sorprendente no es que Milei gobierne la Argentina: es que lo haga invocando entidades místicas y llorando por un peluche de perro.

Esta nota no intenta diagnosticar todas las causas de este derrumbe. Apenas busca ofrecer una estampa: la imagen de un poder que simula sensatez y se asume como religión delirante. Frente a eso, aún hay margen para una salida democrática: un frente nacional, popular y democrático que recupere la esperanza, que reponga el Estado, que lo colectivo supere al individuo, y especialmente que las políticas económicas y sociales se basen en el principio de igualdad.

Porque si el infierno es la sobreactuación, la salida tal vez esté en volver a creer en la escena de lo humano.

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Opinión

Opinión/Sobre tontos y sabios, por Héctor Amichetti

No caben dudas que para la historia de la humanidad son mucho más trascendentes los filósofos griegos que los “cráneos” fundadores de la escuela austríaca.

¿Quién conoce a Menger, von Mises, Hayek o Böhm-Bahwerk?Bastante más populares resultan los nombres de Platón, Sócrates y Aristóteles, muchos pronuncian a menudo sus frases, a sabiendas o no que de ellos provienen.

A propósito de Aristóteles, alguna vez dijo: “El tonto no aporta nada digno de ser oído y se ofende por todo”, sin saber que estaba calificando con 2350 años de anticipación a Javier Milei.

Si hay alguien absolutamente carente de la virtud y la ética que tanto exaltaban aquellos griegos, es el actual presidente argentino, que a falta de argumentos racionales, abunda en insultos.

Insultos que convierten en un Gigante al “monarca diminuto” de Axel, pichón de Perón más que de Stalin, quien a diferencia del tonto que experimenta con las teorías de Austria, puede mostrar con orgullo que siendo Ministro de Economía del gobierno de Cristina, sembró felicidad en el pueblo argentino promoviendo trabajo y producción.

Trabajo y producción que destruye el mediocre alumno austríaco.”La única verdad es la realidad” diría Aristóteles.

Jamás podrá un miserable cipayo inspirado en teorías importadas, egoístas y elitistas, empañar la grandeza de Axel, que se forja en la doctrina y acción patriotica de un glorioso movimiento popular como es el Peronismo.

(Tomado del FB del autor, 27 de junio de 2025)

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Destacada

Opinión/ El encargado, por Julia Maciel

Quizás lo más simpático que hizo Beatriz Sarlo en su vida fue este ambiguo mensaje final que ha provocado un debate nacional: escribió de puño y letra un último deseo o testamento que dejaba su casa a cargo de ‘el encargado’, a quien le encarga que se ocupe de su gatita. Algo sumamente lógico. Un encargado está para encargarse de cosas.

La noticia fue comentario obligado en cafés, facultades, librerías, radio y televisión. ¿Pudo la Sarlo dejar su casa en manos del portero? A su ex marido, un señor al que dejó hace cuarenta años, le parece descabellado. Ilógico. Delirante. Quizás pensó que estaba loca. Además, no hubo divorcio o no hay papeles que lo certifiquen.

Dicen que el portero tenía una relación casi amistosa con ella. Horror ¿quién puede hacerse amiga del portero? Pero sí, por lo visto era un tipo gentil que le hacía mandados (como todos los porteros a quienes están solas o solos) y alguna vez llegó a compartir algún wiskhy, invitado por Beatriz, imaginamos, ya que no sólo no hubo denuncia de abuso sino que un papelito escrito en una noche cualquiera le dice que él se ocupe de la casa si muere. Y de la gata, que quedará sola en la casa.

Dicen que Beatriz Sarlo no tenía herederos. Salvo un ex marido que parece que no es ‘ex’ a pesar de ser público y notorio que la pareja histórica de Beatriz Sarlo era el cineasta Filipelli. Más de una vez la ensayista declaró que no quiso tener hijos. Quizás para que no pelearan por la herencia. Tampoco aparecen hermanos o hermanas. Sólo tenía una gata que dependía de ella. Ahora que está de moda tomar a las mascotas como parte de la familia no parece absurdo que un día haya pensado, parafraseando a Serrat: “Si la muerte, pisa mi huerto, quién cuidará a mi gata…”

Qué tiene de extraño que una mujer haya decidido que, como no tenía herederos, nadie heredaría su casa más que el portero, que siempre cuidó de ella y, de paso se ocupa de la gata. Mucho más absurdo sería que se quede con la casa un ex marido al que no tuvo la delicadeza de dejarle ningún papelito pidiéndole que cuide su casa y su gata Nini.

Sin embargo, los medios gritan, notición: una mujer sola, sin herederos, destacada intelectual, le deja su casa al portero y no al tipo que alguna vez se casó con ella y del que se separó vaya a saber uno porqué motivos. Pero, visto que en las últimas décadas su compañero de vida fue otro, y murió en el 2023 ¿Con qué derecho un ex marido reclama una herencia?

Desconocemos la intimidad de Sarlo y no la queremos conocer. Pero, a simple vista, el portero tiene más derecho que el ex marido. Estuvo ahí cuando lo necesitaba. Incluso podían charlar sobre la vida como no podría hacerlo con ninguno de sus colegas académicos.

Claro que sus colegas académicos, y amigos, han tomado parte en esta disputa familiar, como si tuvieran algo que ver en el asunto. Le enviaron una carta al juez, quien ya había tomado al encargado como legítimo heredero, diciendo que ellos apoyaban al “Magister Scientarum, Doctor en Arquitectura, Alberto Sato”. Sin dudas, un magister scientarum es mucho más indicado que un portero para hacerse cargo del legado de Beatriz Sarlo.

En la carta de los amigos, indican que el Arq. Sato iba a utilizar los fondos recibidos por el departamento para hacer una Fundación Sarlo. Seguramente pondría algo de su mismo patrimonio porque las cuentas no alcanzan para llevar adelante semejante iniciativa. Pues bien, don Sato vive en el exterior desde 1974 ¿quién podría hacerse cargo de la Fundación Sarlo? Nadie mejor que sus amigos colegas. En definitiva, son parte involucrada de algún modo con intereses en esta decisión, o simplemente odian al portero por razones que desconocemos, aunque reconocen que estuvo muy cerca de la difunta en sus últimos tiempos.

Así como sonó ridícula la denuncia corporativadel Sec. Gral del Sindicato de porteros, Víctor Santa María, quien entendió que el oficio del protagonista tarambana de la serie perjudicaba al gremio entero; tampoco suena muy convincente esta nueva presencia de la corporación académica en contra del “encargado”

Hasta el momento, el Sarlogate provocó más chanzas sobre el ‘encargado’ arribista que sobre el ex o sus amigos de elite intelectual. Agradezco a La Columna Vertebral este espacio para romper lanzas a favor del encargado.

El portero es una institución en vías de extinción, pero todas y todos (en especial “todas”) sabemos de la importancia de un tipo de confianza en el edificio. Al que podés llamar a las tres de la mañana porque te estás muriendo o estalló la canilla del baño y seguramente va a ayudarte.

Escucho en la tele que un periodista se pregunta: “Qué puede saber ‘el encargado’ de la importancia de los escritos de Sarlo? Quizás algo sabe, o tiene que ser un ignorante? Por lo menos, estaba al tanto de que la señora era importante y aparecía en la tele siempre armando algún lío. Dicen que sus discos aparecieron en una disquería. Vender los discos seguramente es lo primero que hubieran hecho los hijos que no quiso tener. Además, estamos hablando de la discoteca de Beatriz Sarlo, tampoco es Borges.

Más allá de la anécdota, será la justicia quien determine el destino de esa herencia.

Vaya un reconocimiento a la labor de los queridos porteros, esos que están siempre allí para dar una mano. Y no son Francella, aunque siempre puede haber uno de esos. Sobre todo en edificios garcas. Nada en contra de la serie, está buenísima, pero hay ‘encargados’ y ‘porteros’.

Vaya mi reconocimiento a los porteros de mi vida. Siempre, siempre, pude confiar en ellos (claro, también existe un Mangieri, pero eso en todos los oficios). Basta de estigmatizar a los trabajadores.

Aguante el portero de la Sarlo!

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Destacada

“El país del no me acuerdo”, por Marcelo Cosin

Un país raro, el nuestro. Argentina, proviene del latín: argentum. Argentum significa plata. Es decir, guita. Tarasca. Biyuya. Mosca. Mangos.

Y Cristina insiste en que la nuestra es una economía bi-monetaria. Peso y Dólar. Y Milei ya ni se acuerda que hace poco tiempo atrás llamó al peso argentino “excremento”. Y Caputo, el Toto, dijo: “ahora quiero que la gente crea que vamos camino a tener un Peso Fuerte”. Peso Pesado.

Perón exclamó en un discurso de 1948: “¿Alguno de ustedes ha visto un dólar?”. Nadie, en la Argentina, sabía cómo era un dólar. Un país raro. Sin dudas.

Estos son los datos más recientes de inflación de diferentes países en el mundo:

Argentina: 229.8%

Zimbabue: 635.3%

Turquía: 60.9%

Venezuela: 59.6%

Sudán: 200.1%

Sudán del Sur: 120.6%

Egipto: 33.3%

Nigeria: 32.5%

Irán: 31.7%

Pakistán: 23.4%

Estados Unidos: 2.3%

España: 1.9%

Japón: 3.6%

México: 3.93%

Brasil: 5.53%

¿No es raro que seamos más parecidos a Zimbaue (635% de inflación anual) que a España, por ejemplo (1.9% de inflación anual)?

También sé que el Mundo está raro. Desde hace mucho. Un filósofo contemporáneo llamado Mark Fisher, crítico cultural y escritor británico, conocido por su análisis del capitalismo y la cultura contemporánea, que murió en 2017, analiza en su obra ‘Lo raro y lo espeluznante’, cómo ciertos fenómenos culturales y sociales generan una sensación de inquietud y desconcierto. Fisher también desarrolló el concepto de realismo capitalista, que describe la dificultad de imaginar alternativas al sistema actual, lo que contribuye a la percepción de un mundo cada vez más extraño.

¿Ya nadie se acuerda?

Ya nadie se acuerda de que Galileo Galilei fue un astrónomo y físico que defendió el modelo heliocéntrico de Copérnico, lo que lo llevó a enfrentarse con la Inquisición. En 1633, fue juzgado por herejía debido a su apoyo a la idea de que la Tierra giraba alrededor del Sol, lo que contradecía la doctrina oficial de la Iglesia en ese momento.

¿Ya nadie se acuerda como empezó Hitler su persecución a los judíos? La persecución de los judíos por parte de Hitler comenzó poco después de que asumiera el poder en 1933. Desde el inicio, el régimen nazi promovió una intensa propaganda antisemita, culpando a los judíos de la crisis económica y la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial. Las primeras medidas incluyeron el boicot a negocios judíos en abril de 1933 y la Ley para la Restauración del Servicio Profesional Civil, que excluía a los judíos de empleos gubernamentales. En 1935, las Leyes de Núremberg les quitaron la ciudadanía alemana y prohibieron los matrimonios entre judíos y no judíos. A medida que el régimen se radicalizaba, la violencia aumentó, culminando en la Noche de los Cristales Rotos en 1938, cuando miles de negocios y sinagogas fueron destruidos. Estos eventos marcaron el camino hacia la Solución Final, el plan nazi para el exterminio sistemático de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

Ya nadie se acuerda del plan económico de Alfredo Martínez de Hoz en la dictadura de Videla. Algunas de sus medidas clave incluyeron: Congelamiento de salarios y eliminación de controles de precios, lo que provocó una caída del ingreso de los trabajadores en un 40% entre 1976 y 1980.Endeudamiento externo masivo, con préstamos del FMI y otros organismos internacionales. Privilegios para el capital financiero, lo que llevó a la especulación y la famosa época de la “plata dulce”. Desregulación del comercio exterior, favoreciendo la importación y afectando a la industria nacional. Represión sindical, con la disolución de la CGT y la prohibición de huelgas. Este modelo económico profundizó la desigualdad y dejó una deuda externa que condicionó el desarrollo del país por décadas. Aunque hoy no se menciona tanto en el debate público, sus efectos aún se sienten en la estructura económica argentina.

Estos ejemplos de “casi no me acuerdo” son minucias, casi anécdotas. Como por ejemplo que en la última semana de diciembre del 2001 De La Rúa renunció después de dejar 33 muertos por protestar por el corralito de Cavallo, que hoy aún, da opiniones de cómo salir de la “crisis”. O cuando Rodríguez Saa anunció que la deuda no se pagaba y lo aplaudieron algunos que hoy votan en el Congreso a favor de los DNU de Milei.

Tampoco se acuerdan que Raúl Alfonsín fue presidente la República como candidato de la UCR, la misma que hoy acompaña al ultraderechista Javier Milei.

También nos cuesta recordar quien fue José López Rega y que hizo un tal Aldo Rico en los comienzos de la democracia.

Este es un país raro. Sin buena memoria. O sin memoria.

También nos olvidamos que un presidente llamado Menem ganó unas elecciones prometiendo un salariazo y empezó por darle la economía de su gobierno al Grupo Bunge y Born que fue la empresa que financió la idea del neoliberalismo a partir de la campaña publicitaria de La Nueva Fuerza impulsada por un liberal llamado Álvaro Alsogaray que hoy sería considerado por Milei como un comunista más porque decía que la educación, la salud y la vivienda debían estar en manos del Estado.

Un país raro. Con poca memoria. Con un avanzado estado de descomposición.

Para ir un poco a la actualidad, Cristina Fernández de Kirchner no se acuerda de que fue vicepresidenta de un tal Alberto Fernández a quien públicamente un sábado a la mañana lo ungió como candidato a presidente y gracias a eso gobernó cuatro años ninguneándola y sin atender a sus llamados mientras murmuraba “otra vez esa vieja de mierda”.

Sin dudas, para mi juicio, Néstor y Cristina Kirchner fueron los dos mejores presidente y presidenta del siglo XXI, pero no fueron perfectos. Néstor se murió muy joven. No sabemos que hubiera sido del país con un segundo mandato con la experiencia acumulada. Pero perfectos, no. Cristina debería reconocer que se equivocó varias veces. Especialmente en la elección de candidatos. Tenía la suficiente fuerza para oponerse a Scioli. O para sostener a Wado. No lo hizo. Tampoco puede reconocer que posiblemente su etapa esté cumplida y su carisma se hubiera aplicado a lo que dijo en un discurso…” Que alguien agarre el bastón de mariscal”.

Pero El País de no me acuerdo, sigue vigente.

No nos acordamos que Alfonsín dijo que si la sociedad se derechizaba había que acostumbrarse a perder elecciones.

No nos acordamos que la CGT desde Ubaldini no es la CGT de los trabajadores sino la CGT de los empresarios.

No nos acordamos que el Chino Navarro y Pérsico lucraban con los planes sociales.

No nos acordamos que Lousteau casi es Jefe de Gobierno ni que Larreta prácticamente se consideraba presidente.

Un país raro. Sin memoria. Quizás sin futuro.

Publicado en Bardo Moments

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