Internacionales
España: La sociedad civil toma las calles en solidaridad con Palestina, por Alvaro Hilario desde Bilbao, País Vasco
Con los estudiantes a la cabeza, en las principales ciudades del Estado de España se sucedieron multitudinarias manifestaciones contra el genocidio en Gaza. Ya anunciaron un paro general de Educación para el 15 de octubre. Por su parte, la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) ha convocado una manifestación en apoyo de Palestina este domingo en Madrid. Ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez el fin del comercio de armas y relaciones con Israel, así como la libertad de las “más de 7.000 personas detenidas de manera irregular por el Gobierno de Netanyahu”.

La huelga en los centros educativos, seguidas de multitudinarias marchas en más de cuarenta ciudades de todo el estado español, abrieron la jornada de protestas en solidaridad con el pueblo palestino y en solidaridad con la Global Sumud Flotilla que pretendía abrir un corredor marítimo humanitario que rompiera el aislamiento al que Israel tiene sometida a la franja de Gaza; flotilla que fue interceptada en aguas internacionales por la armada sionista a primeras horas de la mañana del 2 de octubre. La jornada de protesta y solidaridad se reanudó a las 19.00, cuando centenares de marchas tomaron las calles de casi todas las capitales de provincia españolas. Destacaron por su masividad, Bilbao, Vigo, Sevilla, Barcelona, Madrid y Valencia.

Cuatro fueron las reclamaciones de la ciudadanía: fin del bloqueo a la franja de Gaza, permitiendo la entrada de ayuda humanitaria; puesta en libertad de las más de 400 personas detenidas en la interceptación de la Global Sumud Flotilla; imposición efectiva del embargo de armas a Israel; y la ruptura total de relaciones con el estado sionista.

En las marchas, además, la gente pidió el boicot a los productos israelíes que, en el caso de las marchas estudiantiles de la mañana, fue acompañado por ataques a establecimientos como cafeterías de la cadena Starbucks y supermercados Carrefour. En las manifestaciones de la tarde, también hubo cortes de tráfico en Pamplona y Barcelona, donde los manifestantes cortaron la Ronda Litoral (importante vía de circunvalación de la ciudad de Barcelona que recorre todo el sur de esta), provocando la intervención policial.

Más protestas están convocadas para estos días, incluyendo una huelga en la Educación para
el próximo 15 de octubre convocada por todos los sindicatos.
Destacada
“Queríamos liberar Palestina, pero Palestina nos liberó”, por Riccardo Mancuso
Riccardo Mancuso es licenciado en historia en la universidad de Bologna. Durante sus estudios fue un trabajador de aplicaciones haciendo delivery en bicicleta para solventar los gastos iniciando una actividad sindical como delegado de JustEat para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores precarizados de ‘Deliveroo’ logrando una victoria judicial que sentó precedente. Ya como historiador y referente gremial, hoy es uno de los tantos jóvenes italianos comprometidos en la movilización contra el genocidio de Gaza. Aquí su opinión y la reseña histórica de las luchas obreras en Italia de los últimos años.
El 30 de agosto de 2025, parte de la Flotilla Global Sumud zarpó desde Génova, rumbo a Gaza con el objetivo de tender una mano a la población palestina asediada por la violencia sionista. No es casualidad que la mayor misión humanitaria por mar parta de esta ciudad. Génova tiene un gran significado en la historia italiana: es la ciudad galardonada con la Medalla de Oro de la Resistencia, un bastión del antifascismo militante, y también es la ciudad que albergó la horrenda cumbre del G8 -una herida que nunca ha sanado para quienes experimentaron de primera mano la brutalidad sin sentido del Estado represivo.
En esta ciudad y en esa ocasión, el extremismo del sistema político liberal eligió desplegar toda su brutalidad al quitarle la vida a Carlo Giuliani, asesinado durante los enfrentamientos en la protesta. Ese fue un punto de inflexión en la historia de nuestro país, así como Gaza es un punto de inflexión en la escena internacional. Sólo podía ser desde esta ciudad [Génova] que esta importante operación —que, en un impulso de solidaridad, desplegó toneladas de ayuda humanitaria para la población palestina golpeada por la brutalidad de un genocidio— partiría. El mensaje es claro: queremos romper el aislamiento de quienes son oprimidos y desafiar el bloqueo naval ilegal de las fuerzas israelíes.
La salida de la Flotilla se produce en un momento en que el gobierno de extrema derecha de Giorgia Meloni está siendo cuestionado por su falta de reconocimiento del Estado de Palestina (Italia es uno de los pocos países de Europa que aún no lo ha hecho) y por el envío de armas a Israel. Desde el pogrom del 7 de octubre de 2023, ha crecido en Italia un movimiento ProPal que representa a la juventud palestina (“Giovani Palestinesi”), exigiendo el fin de toda cooperación entre las instituciones italianas e Israel y el reconocimiento del Estado Palestino, junto con su derecho a resistir la limpieza étnica en curso que ocurre no solo en Gaza sino también en Cisjordania.
En el contexto del conflicto radicalizado contra el gobierno posfascista de Giorgia Meloni, los estibadores de Génova —organizados en el CALP (Colectivo Autónomo de Trabajadores Portuarios)— y activistas del sindicato de base USB (Unione Sindacale di Base) han decidido tomar una postura firme respecto al movimiento de solidaridad que ahora zarpa: abordan los barcos, bloquean la carga que estaba destinada a abastecer a Israel, y amenazan con que si el ejército israelí interviene y arresta a los voluntarios de la Flotilla, el puerto será cerrado, llamando a todas las ciudades italianas a hacer lo mismo en fábricas, escuelas y oficinas. Los estibadores declararon: «Si tocan la Flotilla, cerraremos Europa —ni un solo clavo saldrá de este lugar».
Los estibadores se han convertido en figuras centrales en el panorama político italiano, marcado por una crisis generalizada de representación, que concierne tanto a los partidos políticos como a los sindicatos. Su postura simbólica ha inspirado al resto del país, que admiró su valentía al actuar como escudo contra la opresión de una población indefensa. Esta no es la primera vez que los estibadores participan en sabotear los envíos: durante el siglo pasado, los estibadores británicos se opusieron al envío de armas hacia la Rusia revolucionaria; sólo que en ese momento, esas armas estaban destinadas a propósitos contrarrevolucionarios. Hoy, los estibadores de Génova eligen levantarse bajo el lema: «¡Ciérrenlo todo!», denunciando la complicidad de Occidente en el genocidio palestino.
La enorme movilización que tomó las calles durante el pasado septiembre y octubre ha sido interpretada por algunos como el éxito de una operación global que perforó el aparato mediático dominante, y por otros como el efecto de la intuición política del movimiento de base, que fue capaz de aprovechar el momento mientras la Flotilla se acercaba a las costas de Gaza, y finalmente como una respuesta espontánea de personas que ya no podían soportar desplazarse con sus teléfonos y ver las horribles imágenes de una masacre en curso sin intervención concreta de ninguna autoridad.
Más allá de cualquier interpretación, las cifras son claras: millones de personas bloquearon las ciudades más grandes de Italia bajo una ola de indignación. En cada actualización de las flotillas navegantes —hasta que los barcos fueron abordados ilegalmente por el ejército israelí— miles de personas se unieron a las calles, gritando «Palestina Libre». Igualmente claro es el papel que, una vez más, juega la clase trabajadora en el contexto global de lo que podría describirse como una guerra mundial fragmentada: solo a través de huelgas y conflictos organizados se puede desmantelar la locura belicista de la bestia capitalista.
Lo que sucedió no debe verse como una mera respuesta emocional contra la masacre de los oprimidos por el opresor. Estamos presenciando un despertar colectivo que ha mostrado cómo el sistema depredador capitalista siempre está buscando sus nuevas víctimas: hoy en día son las vidas de los palestinos las que se consideran inútiles y prescindibles, pero mañana podríamos ser nosotros. Esta movilización ha visto converger múltiples movimientos sociales con el objetivo de despertar conciencias y oponerse a un sistema mortal.
Este contexto reavivó el movimiento de repartidores de Bolonia. Durante algún tiempo en los últimos años, el descontento por un sistema salarial de hambre había estado gestándose, amenazando con una protesta que finalmente estalló al encontrar una salida en los recientes levantamientos por Gaza. Esta estasis había permitido la estabilización de un sector ampliamente desregulado, con la única excepción de la multinacional Takeaway.com (Just Eat), que formalmente clasifica a sus trabajadores como empleados con derechos y protecciones. Deliveroo y Glovo continúan fomentando un sistema de explotación que ignora numerosos fallos judiciales y elude la «Ley de Riders» existente de 2019, gracias a un acuerdo turbio firmado con un sindicato complaciente de derecha, UGL Rider. Este acuerdo también ha sido considerado ilegítimo en varios fallos, incluido uno que reintegró al autor de esta nota después de un despido ilegal por negarse a firmar el nuevo contrato derivado de este acuerdo fraudulento.
Este sistema miserable que enfrenta a las personas entre sí, una vez más ha encontrado la capacidad de la fuerza laboral para organizarse y movilizarse por mejores condiciones salariales. Todo esto está sucediendo en un momento en que se espera que Italia implemente la Directiva Europea sobre trabajo en plataformas, que pide el reconocimiento del estatus de empleado, la obligación de que las empresas demuestren la supuesta autonomía de los trabajadores en los tribunales —a su propio costo— y la negociación colectiva sobre algoritmos.
Estos años han visto el surgimiento de un movimiento internacional sobre el Trabajo en Plataformas que ha proporcionado las herramientas para expandir la lucha a escala global. Las luchas de hoy convergen a través de prácticas ya probadas que llevan un potencial que no debe desperdiciarse, porque los movimientos laborales son internacionalistas y convergentes, o no son.
BIBLIOGRAFÍA
Aloisi A. e De Stefano V., Il tuo capo è un algoritmo. Contro il lavoro disumano, Laterza, Bari, 2021.
Assad Renato, Entregadores Aplicativos. A luta de um novo proletariado, Multifoco, 2024.
Barbieri M., Della subordinazione dei ciclofattorini in LLI, 5, 2, 2019.
De Stavola F., A sud della piattaforma. Flussi logistici, economie barocche e capitalismo digitale in America Latina, Mimesis, 2025.
Fisher M., Realismo capitalista, Nero Editions, 2018.
Harvey D., La crisi della modernità, Il Saggiatore, 1993.
Harvey D., Geografia del demonio. Capitalismo e produzione dello spazio, Ombre corte, 2018.
Marrone M., Rights against the machines! Food delivery, piattaforme digitali e sindacalismo informale: il caso Riders Union Bologna in Labour & Law Issues. 5, 1, 2019
Marrone M., Rights against the machine. Il lavoro digitale e le lotte dei rider, Mimesis, 2021.
Mancuso R., La voce di Riders Union Bologna, Lavoro Diritti Europa, 1, 2021.
Mancuso R., Il primo maggio che verrà, Questione Giustizia, 2021.
Mancuso R., Gig workers, unite!, Jacobin Italia, 2023.
Quondamatteo N., Non per noi ma per tutti. Le lotte dei rider e il futuro del mondo del lavoro, Asterios, 2019.
Peterlongo G., Nella trama dell’algoritmo: lavoro e circuiti informali nella gig economy, Rosenberg&Sellier, 2023.
Piketty T., Il capitale nel XXI secolo, Bompiani, 2014.
Pirone M., Bologna’s Riders: «It’s not for us but for everyone!», Into the Black Box, 2023.
Pirone M., Keep on Moving. L’evoluzione delle piattaforme di food delivery e le sfide del sindacalismo metropolitano dei rider, Into the Black Box, 2019.
Pirone M. (a cura di): Niccolò Cuppini, Mattia Frapporti, Ugo Rossi, Ricard Espelt, Mayo Fuster Morell, Melissa Renau Cano, Annalisa Murgia, Daniela Leonardi, Emiliana Armano, Federico Chicchi, Marco Marrone, Maurilio Pirone, Annamaria Donini, Michele Forlivesi, Ultimo miglio. Lavoro di piattaforma e conflitti urbani, Milano, Fondazione Giangiacomo Feltrinelli, 2023.
Rijtano R., Insubordinati. Inchiesta sui rider, Edizioni Gruppo Abele, 2022.
Salvetti D., Questo lavoro non è vita. La lotta di classe nel XXI secolo. Il caso GKN, Fuori Scena, 2024.
Zuboff Shoshanna, Il capitalismo della sorveglianza. Il futuro dell’umanità nell’era dei nuovi poteri, LUISS, 2018.
Destacada
URUGUAY: “El 1, del 1, para el 1”, por María Urruzola
La consigna es el resumen de una propuesta política impulsada por la central sindical uruguaya PIT-CNT, que plantea aplicar una sobretasa del 1% al patrimonio personal del 1% más rico de la población, parafinanciar el 1% de las políticas públicas, destinadas específicamente a erradicar la pobreza infantil en Uruguay.
Pese a las reticencias de varios sectores, el debate sobre la imposición a la riqueza, los impuestos al capital y más específicamente los impuestos al patrimonio, está en plena efervescencia a nivel internacional.
A modo de ejemplo se puede mencionar la publicación firmada por siete ganadores del Premio Nobel de Economía en defensa de una imposición al patrimonio de los multimillonarios en Francia; la solicitud de más de 500 destacados economistas para la creación de un Panel Internacional sobre la Desigualdad, según lo recomendado por el Comité de Desigualdad del G20 liderado por Joseph Stiglitz; los debates liderados por Brasil en el ámbito del G20 (con el apoyo de países como Sudáfrica, España y Francia, entre otros) para gravar a los multimillonarios; así como también las recomendaciones de organismos internacionales especializados en materia económica y tributaria, y los debates parlamentarios o reformas parciales que están sucediendo en algunos de los principales países del mundo, como Reino Unido o Francia.
Como lo atestiguan numerosos estudios, la pobreza en Uruguay se manifiesta en múltiples dimensiones que van más allá del ingreso, y su concentración en hogares con niños persiste desde hace varias décadas. El crecimiento económico ha resultado insuficiente hasta ahora para lograr reducciones sustanciales y duraderas en su incidencia y severidad en el futuro de las infancias.
En 2024 los ingresos de un 17,3% de las personas en Uruguay se ubicaban por debajo de la línea de pobreza (según el Instituto Nacional de Estadísticas); esa cifra asciende al 18,9% si se toma en cuenta el indicador oficial de pobreza multidimensional. En el caso de los menores de seis años, la incidencia de la pobreza alcanza al 32,2%, de modo que uno de cada tres niños de cero a seis años vive en hogares con ingresos por debajo de la línea de pobreza. A la vez, la vulnerabilidad a la pobreza (tanto monetaria como multidimensional) alcanza casi al 40% de la población.
Por otra parte, el ingreso y la riqueza muestran una fuerte concentración: el 1% de mayores ingresos percibe el 15% del ingreso total del país. Los recursos originados en la aplicación de esta sobretasa propuesta por el PIT-CNT se propone volcarlos a un fondo estatal específico, cuyas características serían definidas a partir de una propuesta del Consejo Nacional de Políticas Sociales, en consulta con el Consejo
Nacional Consultivo Honorario de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia.
La idea de la central sindical es que las normas que se propongan tendrán que asegurar de modo claro, preciso y públicamente controlable, que el destino de todo lo recaudado esté destinado estrictamente a solventar políticas de reducción de la pobreza de hogares con niños, niñas y adolescentes. Aunque su implementación no permitiría recaudar la totalidad de los fondos necesarios para desplegar el amplio
conjunto de políticas requeridas para erradicar definitivamente la pobreza en hogares con niñas, niños y adolescentes, constituye un aporte sustancial con respecto a la realidad actual.
Las estimaciones actuales señalan que aproximadamente las 25.000 personas de mayor patrimonio de Uruguay poseen entre 1 millón y algo más de 1.000 millones de dólares. Por supuesto que la Confederación de Cámaras Empresariales no está de acuerdo, con el argumento básico de que lo recaudado sería ínfimo y podría retraer las inversiones, por ejemplo en el ámbito inmobiliario (compras con destino a renta). Incluso argumentan que los dos países que tiene una tasa similar (España y Noruega)
recaudan un monto mínimo en relación al PBI.
Hay que tener presente que el dinero de uruguayos en el exterior alcanza aproximadamente unos 62.000 millones de dólares, en depósitos e inversiones financieras (casi el 50% del PBI del país).
Una de las dificultades actuales en Uruguay es que el nuevo gobierno de izquierda que asumió el 1o de marzo de 2025, presidido por el Presidente Yamandú Orsi, prometió no aumentar los impuestos. Varios legisladores pertenecientes al grupo mayoritario del Frente Amplio (MPP, liderado por el difunto José Pepe Mujica) han intentado minimizar la propuesta argumentando que son “apenas” algunos “pocos” senadores que se han sumado a la iniciativa.
Al mismo tiempo, dos de los referentes públicos del Frente Amplio, el ministro de Economía (Gabriel Oddone) y el Intendente de Montevideo (Mario Bergara), ambos economistas, han tenido posiciones divergentes: para el ministro es “inconveniente” y no hay siquiera que discutirlo, y para el jefe del gobierno de Montevideo es “razonable” y, justamente, lo que hay que hacer es discutirlo, porque es una propuesta “seria”.
Por ahora la propuesta agita sobre todo las aguas del oficialismo, ya que los sectores que la impulsan se han propuesto recorrer todos los organismos de base del Frente Amplio (llamados Comité de Base), para llevar la discusión al seno “de la gente”. Allí, el apoyo es bastante más generalizado que en los ámbitos de la élite.
La oposición (del Partido Nacional y del Partido Colorado) están en contra, y argumentan -claro- que se irán los inversores, corriendo, que buscarán la manera de evadir la fiscalidad, y que nadie garantiza que los fondos recaudados vayan efectivamente a la infancia. Sin embargo, el tema de la extrema desigualdad que reina hoy en el mundo es un trasfondo que nadie puede obviar, y es un telón de fondo que cuestiona la viabilidad de un sistema que agudiza las tensiones sociales y concentra la riqueza. Están quienes argumentan que si el capitalismo quiere sobrevivir, no tiene
otro camino que redistribuir de manera más igualitaria, ya que la desigualdad en realidad debilita la economía y amenaza a la democracia.
El nuevo gobierno del Frente Amplio en Uruguay no se ha caracterizado por su audacia programática y el descontento de votantes tradicionales de la izquierda se hace sentir por ahora en las redes sociales. Los juicios sobre el desempeño del presidente Yamandú Orsi están divididos aproximadamente en tercios, con un moderado saldo positivo. Se agudizan las miradas críticas de los votantes de la oposición, pero también hay leve caída entre los votantes frenteamplistas. En el total, 36% aprueba, 32% desaprueba, y para 28% es indiferente.
En opinión de uno de los politólogos mediáticos del país, Alfonso Garcé, “lo que hizo este gobierno fue tirar hielo hasta dejar congeladas las expectativas de que haya algún cambio”. Para la central sindical entonces, en un marco bastante evidente de inmovilidad, la tarea es gigante.
Destacada
¡¡¡¡ GANÓ !!!
Zohran Mamdani tiene 34 años, con el 91% de los sufragios escrutados, Mamdani ha obtenido el 50,4% de los votos, frente al 41,6% de Cuomo y el 7,1% de Sliwa. Será el nuevo alcalde de la ciudad de Nueva York. Es joven, musulmán y de izquierda. Una cachetada para Donald Trump
Parecía imposible que un muchacho nacido en Uganda, de ciudadanía norteamericana, que se define socialista democrático y apela a un electorado que va desde “la abuela mexicana”, a los “propietarios de bodegas yemeníes”, los “taxistas senegaleses”, las “enfermeras uzbecas” hasta las “tías etíopes” -según sus dichos- haya conseguido torcer el brazo del American Dad.
Trump había sido claro durante toda la campaña: “si votan por Zohran Mamdani, recortaré los fondos federales a la ciudad”, fue el mensaje. Extorsiones y amenazas a las que suele recurrir con sus contrincantes. La respuesta del joven candidato fue tan clara que terminó de convencer a los más tibios: “Trataré la amenaza de Trump por lo que es: una amenaza. No es la ley. Demasiadas veces hemos tratado todo lo que sale de la boca de Donald Trump como si fuera legal sólo porque él lo dijo. Por fin es hora de enfrentar a los matones que hacen estas amenazas, no se conviertan en matones a nuestro turno. Hemos visto muchas veces que la mejor manera de responder a Donald Trump y neutralizar estas amenazas es levantarse y luchar”, le respondió Mandami poco antes de la elección.
En su primer discurso como Alcalde electo dijo: “El futuro está en nuestras manos. Amigos, hemos derrocado una dinastía política”, una dinastía conformada, entre otros, por su adversario el exgobernador Andrew Cuomo, cuyo padre también fue gobernador.
Las elecciones en distintos Estado del gigante del norte fueron un revés para el presidentes. Con una participación extrañamente alta del electorado, en Nueva Jersey y Virginia también ganaron las candidatas demócratas, Mikie Sherrill y Abigail Spanberger, quienes hicieron campaña con un mensaje anti-Trump.
DISCURSO COMPLETO DE ZORHAN MANDAMI EN LA NOCHE DE LA VICTORIA
Gracias, amigos míos. Puede que el sol se haya puesto sobre nuestra ciudad esta tarde, pero como dijo una vez Eugene Debs: “Puedo ver el amanecer de un día mejor para la humanidad”.
Desde que tenemos memoria, los ricos y los poderosos han dicho a los trabajadores de Nueva York que el poder no les pertenece.
Dedos magullados por levantar cajas en el suelo del almacén, palmas con callos por el manillar de la bicicleta de reparto, nudillos marcados por quemaduras de cocina: estas no son manos a las que se les ha permitido ostentar el poder. Y, sin embargo, durante los últimos 12 meses, os habéis atrevido a aspirar a algo más grande.
Esta noche, contra todo pronóstico, lo hemos conseguido. El futuro está en nuestras manos. Amigos míos, hemos derrocado una dinastía política.
Gracias a aquellos que tan a menudo son olvidados por la política de nuestra ciudad, que hicieron suyo este movimiento. Me refiero a los propietarios de bodegas yemeníes y a las abuelas mexicanas. A los taxistas senegaleses y a las enfermeras uzbekas. A los cocineros trinitenes y a las tías etíopes
Le deseo a Andrew Cuomo lo mejor en su vida privada. Pero que esta noche sea la última vez que pronuncio su nombre, ya que pasamos página a una política que abandona a la mayoría y solo responde ante unos pocos. Nueva York, esta noche lo habéis conseguido. Un mandato para el cambio. Un mandato para un nuevo tipo de política. Un mandato para una ciudad que podamos permitirnos. Y un mandato para un gobierno que cumpla exactamente con eso.
El 1 de enero tomaré posesión como alcalde de la ciudad de Nueva York. Y eso es gracias a ustedes. Así que, antes de decir nada más, debo decir esto: gracias. Gracias a la próxima generación de neoyorquinos que se niegan a aceptar que la promesa de un futuro mejor sea una reliquia del pasado.
Han demostrado que, cuando la política se dirige a ustedes sin condescendencia, podemos dar paso a una nueva era de liderazgo. Lucharemos por ustedes, porque nosotros somos ustedes. O, como decimos en Steinway [Queens]: “Ana minkum wa alaikum”.
Gracias a aquellos que tan a menudo son olvidados por la política de nuestra ciudad, que hicieron suyo este movimiento. Me refiero a los propietarios de bodegas yemeníes y a las abuelas mexicanas. A los taxistas senegaleses y a las enfermeras uzbekas. A los cocineros trinitenes y a las tías etíopes. Sí, tías.
Se trata de personas como Richard, el taxista con el que hice una huelga de hambre de 15 días frente al Ayuntamiento, que todavía tiene que conducir su taxi siete días a la semana. Hermano, ahora estamos en el Ayuntamiento
A todos los neoyorquinos de Kensington, Midwood y Hunts Point, sepan esto: esta ciudad es su ciudad y esta democracia también es suya. Esta campaña trata de personas como Wesley, un organizador del 1199 que conocí fuera del Hospital Elmhurst el jueves por la noche. Un neoyorquino que vive en otro lugar, que viaja dos horas cada día desde Pensilvania porque el alquiler es demasiado caro en esta ciudad.
Se trata de personas como la mujer que conocí en el Bx33 hace años y que me dijo: “Antes me encantaba Nueva York, pero ahora solo es donde vivo”. Y se trata de personas como Richard, el taxista con el que hice una huelga de hambre de 15 días frente al Ayuntamiento, que todavía tiene que conducir su taxi siete días a la semana. Hermano, ahora estamos en el Ayuntamiento.
Esta victoria es para todos ellos. Y es para todos vosotros, los más de 100.000 voluntarios que habéis convertido esta campaña en una fuerza imparable. Gracias a vosotros, haremos de esta ciudad un lugar que los trabajadores puedan volver a amar y en el que puedan volver a vivir. Con cada puerta a la que habéis llamado, cada firma que habéis conseguido y cada conversación que habéis mantenido con tanto esfuerzo, habéis erosionado el cinismo que ha llegado a definir nuestra política.
Sé que os he pedido mucho durante este último año. Una y otra vez, habéis respondido a mis llamadas, pero tengo una última petición. Nueva York, respirad este momento. Hemos aguantado la respiración durante más tiempo del que podemos recordar.
La hemos aguantado anticipando la derrota, la hemos aguantado porque nos han dejado sin aliento demasiadas veces, la hemos aguantado porque no podemos permitirnos exhalar. Gracias a todos los que han sacrificado tanto. Estamos respirando el aire de una ciudad que ha renacido.
A mi equipo de campaña, que creyó cuando nadie más lo hizo y que tomó un proyecto electoral y lo convirtió en mucho más: nunca podré expresar la profundidad de mi gratitud. Ahora pueden dormir tranquilos.
A mis padres: mamá y papá: vosotros me habéis convertido en el hombre que soy hoy. Estoy muy orgulloso de ser vuestro hijo. Y a mi increíble esposa, Rama, ‘hayati’: no hay nadie a quien prefiera tener a mi lado en este momento, y en todos los momentos.
A todos los neoyorquinos, tanto a los que me votaron, como a los que votaron a uno de mis oponentes, o a los que se sintieron tan decepcionados por la política que ni siquiera votaron, gracias por darme la oportunidad de demostrar que soy digno de su confianza. Me levantaré cada mañana con un único propósito: hacer que esta ciudad sea mejor para ustedes que el día anterior.
Hay muchos que pensaban que este día nunca llegaría, que temían que estuviéramos condenados a un futuro peor, con cada elección relegándonos simplemente a más de lo mismo.
Y hay otros que ven la política actual como demasiado cruel para que la llama de la esperanza siga ardiendo. Nueva York, hemos respondido a esos temores.
pienso en las palabras de Jawaharlal Nehru: “Llega un momento, pero rara vez en la historia, en el que salimos de lo viejo hacia lo nuevo, en el que una era termina y en el que el alma de una nación, largamente reprimida, encuentra su voz”.
Esta noche hemos hablado con voz clara. La esperanza está viva. La esperanza es una decisión que tomaron decenas de miles de neoyorquinos día tras día, turno tras turno de voluntariado, a pesar de los anuncios de ataque tras ataque. Más de un millón de nosotros nos reunimos en nuestras iglesias, en gimnasios y en centros comunitarios mientras llenábamos el libro de la democracia.
Y aunque votamos solos, elegimos juntos la esperanza. La esperanza por encima de la tiranía. La esperanza por encima del gran dinero y las pequeñas ideas. La esperanza por encima de la desesperación. Ganamos porque los neoyorquinos se permitieron esperar que lo imposible se hiciera posible. Y ganamos porque insistimos en que la política ya no sería algo que se nos impone. Ahora es algo que hacemos nosotros.
De pie ante ustedes, pienso en las palabras de Jawaharlal Nehru: “Llega un momento, pero rara vez en la historia, en el que salimos de lo viejo hacia lo nuevo, en el que una era termina y en el que el alma de una nación, largamente reprimida, encuentra su voz”.
Esta noche hemos dado un paso adelante, dejando atrás lo viejo para adentrarnos en lo nuevo. Así que hablemos ahora, con claridad y convicción, sin lugar a malentendidos, sobre lo que nos deparará esta nueva era y para quién.
Esta será una era en la que los neoyorquinos esperarán de sus líderes una visión audaz de lo que vamos a conseguir, en lugar de una lista de excusas por lo que somos demasiado tímidos para intentar. El eje central de esa visión será el programa más ambicioso para abordar la crisis del coste de la vida que ha vivido esta ciudad desde los días de Fiorello La Guardia: un programa que congelará los alquileres de más de dos millones de inquilinos con alquiler estabilizado, hará que los autobuses sean rápidos y gratuitos y ofrecerá servicios de guardería universales en toda nuestra ciudad.
Dentro de unos años, que lo único que lamentemos sea que este día haya tardado tanto en llegar. Esta nueva era será de mejora constante. Contrataremos a miles de profesores más. Reduciremos el gasto superfluo de una burocracia inflada. Trabajaremos sin descanso para que las luces vuelvan a brillar en los pasillos de los complejos de la NYCHA [Autoridad de la Vivienda de la Ciudad de Nueva York], donde llevan mucho tiempo parpadeando.
El eje central de esa visión será el programa más ambicioso para abordar la crisis del coste de la vida: un programa que congelará los alquileres de más de dos millones de inquilinos con alquiler estabilizado, hará que los autobuses sean rápidos y gratuitos y ofrecerá servicios de guardería universales en toda nuestra ciudad
La seguridad y la justicia irán de la mano, ya que trabajaremos con los agentes de policía para reducir la delincuencia y crear un Departamento de Seguridad Comunitaria que aborde de frente la crisis de salud mental y la crisis de las personas sin hogar. La excelencia se convertirá en la norma en todo el gobierno, no en la excepción. En esta nueva era que creamos para nosotros mismos, nos negaremos a permitir que aquellos que trafican con la división y el odio nos enfrenten unos a otros.
En este momento de oscuridad política, Nueva York será la luz. Aquí creemos en defender a aquellos a quienes amamos, ya sean inmigrantes, miembros de la comunidad trans, una de las muchas mujeres negras a las que Donald Trump ha despedido de un trabajo federal, una madre soltera que sigue esperando que bajen los precios de los alimentos o cualquier otra persona que se encuentre entre la espada y la pared. Su lucha es también la nuestra.
Y construiremos un Ayuntamiento que se mantenga firme junto a los neoyorquinos judíos y no vacile en la lucha contra el flagelo del antisemitismo. Donde los más de un millón de musulmanes sepan que pertenecen, no solo a los cinco distritos de esta ciudad, sino también a las salas del poder.
Nueva York ya no será una ciudad en la que se pueda traficar con la islamofobia y ganar unas elecciones. Esta nueva era se caracterizará por una competencia y una compasión que durante demasiado tiempo han estado reñidas entre sí. Demostraremos que no hay ningún problema demasiado grande para que el gobierno lo resuelva, ni ninguna preocupación demasiado pequeña para que se ocupe de ella.
Como ha ocurrido tantas veces, la clase multimillonaria ha tratado de convencer a quienes ganan 30 dólares la hora de que sus enemigos son los que ganan 20 dólares la hora
Durante años, los que están en el Ayuntamiento solo han ayudado a los que pueden ayudarles. Pero el 1 de enero daremos la bienvenida a un gobierno municipal que ayuda a todos.
Ahora bien, sé que muchos han escuchado nuestro mensaje solo a través del prisma de la desinformación. Se han gastado decenas de millones de dólares para redefinir la realidad y convencer a nuestros vecinos de que esta nueva era es algo que debería asustarles. Como ha ocurrido tantas veces, la clase multimillonaria ha tratado de convencer a quienes ganan 30 dólares la hora de que sus enemigos son los que ganan 20 dólares la hora.
Quieren que la gente se pelee entre sí para que sigamos distraídos y no nos dediquemos a rehacer un sistema que lleva mucho tiempo roto. Nos negamos a dejar que sigan dictando las reglas del juego. Pueden jugar con las mismas reglas que el resto de nosotros.
Juntos, daremos paso a una generación de cambio. Y si aceptamos este nuevo y valiente rumbo, en lugar de huir de él, podremos responder a la oligarquía y al autoritarismo con la fuerza que temen, no con el apaciguamiento que anhelan.
Haremos rendir cuentas a los malos propietarios, porque los Donald Trump de nuestra ciudad se han acostumbrado demasiado a aprovecharse de sus inquilinos. Pondremos fin a la cultura de corrupción que ha permitido a multimillonarios como Trump evadir impuestos y aprovecharse de exenciones fiscales. Nos alinearemos con los sindicatos y ampliaremos las protecciones laborales
Después de todo, si alguien puede mostrar a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer. Y si hay alguna forma de aterrorizar a un déspota, es desmantelando las condiciones que le permitieron acumular poder.
Así es como detendremos no solo a Trump, sino también al próximo. Así que, Donald Trump, ya que sé que estás viendo esto, tengo tres palabras para ti: sube el volumen.
Haremos rendir cuentas a los malos propietarios, porque los Donald Trump de nuestra ciudad se han acostumbrado demasiado a aprovecharse de sus inquilinos. Pondremos fin a la cultura de corrupción que ha permitido a multimillonarios como Trump evadir impuestos y aprovecharse de exenciones fiscales. Nos alinearemos con los sindicatos y ampliaremos las protecciones laborales porque sabemos, al igual que Donald Trump, que cuando los trabajadores tienen derechos inquebrantables, los jefes que buscan extorsionarlos se vuelven muy pequeños.
Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes: una ciudad construida por inmigrantes, impulsada por inmigrantes y, a partir de esta noche, dirigida por un inmigrante.
Soy joven, a pesar de mis esfuerzos por envejecer. Soy musulmán. Soy socialista democrático. Y lo más condenatorio de todo es que me niego a disculparme por nada de esto
Así que escúcheme, presidente Trump, cuando le digo esto: para llegar a cualquiera de nosotros, tendrá que pasar por encima de todos nosotros. Cuando entremos en el Ayuntamiento dentro de 58 días, las expectativas serán altas. Las cumpliremos. Un gran neoyorquino dijo una vez que, mientras se hace campaña con poesía, se gobierna con prosa.
Si eso tiene que ser cierto, que la prosa que escribamos siga rimando y construyamos una ciudad brillante para todos. Y debemos trazar un nuevo camino, tan audaz como el que ya hemos recorrido. Después de todo, la sabiduría convencional le diría que estoy lejos de ser el candidato perfecto.
Soy joven, a pesar de mis esfuerzos por envejecer. Soy musulmán. Soy socialista democrático. Y lo más condenatorio de todo es que me niego a disculparme por nada de esto.
Y, sin embargo, si esta noche nos enseña algo, es que las convenciones nos han frenado. Nos hemos postrado ante el altar de la cautela y hemos pagado un precio muy alto. Demasiados trabajadores no se reconocen en nuestro partido y demasiados de nosotros hemos recurrido a la derecha en busca de respuestas a por qué se han quedado atrás.
Dejaremos la mediocridad en el pasado. Ya no tendremos que abrir un libro de historia para demostrar que los demócratas pueden atreverse a ser grandes.
Nuestra grandeza no será en absoluto abstracta. La sentirán todos los inquilinos con alquiler estabilizado que se despiertan el primer día de cada mes sabiendo que la cantidad que van a pagar no se ha disparado desde el mes anterior. La sentirán todos los abuelos que pueden permitirse quedarse en la casa por la que han trabajado y cuyos nietos viven cerca porque el coste del cuidado infantil no los ha enviado a Long Island.
La sentirá la madre soltera que se siente segura en su trayecto al trabajo y cuyo autobús circula lo suficientemente rápido como para que no tenga que apresurarse a dejar a sus hijos en el colegio para llegar a tiempo al trabajo. Y la sentirán los neoyorquinos cuando abran el periódico por la mañana y lean titulares de éxitos, en lugar de escándalos.
Y, sobre todo, lo notarán todos los neoyorquinos cuando la ciudad que aman finalmente les corresponda.
Juntos, Nueva York, vamos a congelar el… [¡alquiler!] Juntos, Nueva York, vamos a hacer que los autobuses sean rápidos y… [¡gratuitos!] Juntos, Nueva York, vamos a ofrecer… [¡cuidado infantil universal!]
Dejemos que las palabras que hemos pronunciado juntos, los sueños que hemos soñado juntos, se conviertan en la agenda que cumpliremos juntos. Nueva York, este poder es tuyo. Esta ciudad te pertenece.
Responsabilidad empresaria y dictadura: entrevista a Victoria Basualdo
Crisis textil en Mar del Plata: Guillermo Fasano alerta por cierres de pymes, caída del consumo y amenaza importadora

