En una extensa conversación con La Columna Vertebral, Gustavo Morteo, referente de la Federación de Cooperativas Apícolas, detalla el presente del sector, marcado por la pasión, la crisis y la búsqueda de nuevas herramientas comerciales.
La Federación, integrada por más de 35 cooperativas de todo el país, nació como una entidad de segundo grado con fines gremiales. Hoy intenta sumar peso comercial. “Queremos que la federación pueda hacer las dos cosas: representar al sector y empezar a operar comercialmente”, explica Morteo.
LCV: “Contame exactamente qué significa la Federación de Cooperativas Apícolas y cuánto hace que está constituida esta cooperativa de segundo grado.”
Gustavo Morteo: “La Federación de Cooperativas Apícolas es una entidad de segundo grado que agrupa a las cooperativas de primer grado, es decir, las cooperativas apícolas, que en conjunto conforman la federación. Participan cooperativas de todo el país, ya que es una federación nacional con más de 35 cooperativas.”
LCV: “Ajá.”
Gustavo Morteo: “Entre todas buscamos utilizar la federación como una herramienta gremial, pero también queremos darle volumen comercial. Estamos empezando a incursionar en esa dimensión para combinar lo gremial con lo comercial.”
LCV: “Gustavo, ustedes comercializan… ¿cuáles son los productos que comercializan?”
Gustavo Morteo: “El grueso de las cooperativas trabaja con miel a granel o miel fraccionada. También proveemos insumos que necesitan los productores: envases, medicamentos, materiales de apicultura, indumentaria y otros elementos. Además comercializamos la producción, tanto a granel como fraccionada, y las distintas variantes: producción de material vivo y derivados.”
LCV: “¿Qué es material vivo? Contame.”
Gustavo Morteo: “Es la provisión de colmenas para otros productores que desarrollan la actividad.”
LCV: “Me encanta. Desde la colmena hasta la ropa del trabajador. ¿Ustedes tienen todo eso dentro de la federación?”
Gustavo Morteo: “Intentamos articularlo. A veces es difícil porque hay cooperativas en el norte del país, otras en Buenos Aires, Córdoba, San Luis o Santa Fe. Son realidades distintas. En algunas zonas se producen abejas y en otras miel, según las floraciones. En áreas con mucho polen se produce más abeja; en zonas con más néctar, como Buenos Aires, se produce más miel. En Mendoza o en el norte, por ejemplo, hay más proteína, por lo que la abeja se reproduce más que en la provincia de Buenos Aires.”
LCV: “Entonces se me agolpan preguntas, pero quiero ir de a poco porque es una industria fascinante. ¿Cuánto tarda en formarse un apicultor?”
Gustavo Morteo: “Un apicultor nunca termina de formarse porque la abeja es un animal muy adaptable, y el apicultor debe aprender continuamente. En la escuela de apicultura de Tandil, donde soy parte, la formación básica dura un ciclo biológico, aproximadamente un año y medio. Luego los alumnos deben continuar profesionalizándose con tecnicaturas y formación específica.”
LCV: “¿Y de dónde vienen esos alumnos? ¿Son hijos de apicultores o es una vocación nueva? ¿Qué motiva a un joven a acercarse a la apicultura?”
Gustavo Morteo: “Hoy es una vocación más sentimental que económica. La actividad no atraviesa su mejor momento en términos de rentabilidad debido al clima y los cambios en la actividad agrícola. Los costos aumentaron. No es una actividad que entusiasme por lo rentable, sino por la pasión. Obviamente uno busca ganar dinero, pero hoy pesa más el vínculo emocional con la apicultura.”
LCV: “¿Tienen competencia de importación?”
Gustavo Morteo: “No. Lo que sí tenemos son problemas al vender, principalmente por los aranceles que impuso Estados Unidos. Eso nos baja los precios y dificulta las ventas en uno de nuestros principales mercados.”
LCV: “Cuando venden a granel, ¿quién es el cliente? ¿Y la miel fraccionada dónde se vende?”
Gustavo Morteo: “El fraccionado se vende mayormente en el mercado interno. El granel es para exportación. Estados Unidos es uno de los principales compradores, aunque hoy aplica dumping y otros aranceles. Europa también compra, pero paga mucho menos.”
LCV: “¿Qué industrias se nutren de la miel además de la gastronómica?”
Gustavo Morteo: “El grueso del consumo es domiciliario. Lo industrial es mínimo.”
LCV: “¿Cosmética, bebidas alcohólicas…?”
Gustavo Morteo: “Representan un volumen ínfimo. El fraccionado apenas representa entre el 5% y el 7% de la producción total. No mueve el amperímetro respecto al granel.”
LCV: “Vos sabés que cuando dijiste Europa pensé en champú, cremas… ¿Usan miel real o esencias?”
Gustavo Morteo: “Usan miel, pero en proporciones muy pequeñas dentro del producto. No es un consumo masivo.”
LCV: “Con muy poquita miel hacen mucho…”
Gustavo Morteo: “Si querés un jabón con miel, lleva mucha glicerina y poca miel.”
LCV: “¿Vos cómo llegaste a este negocio?”
Gustavo Morteo: “Por familia. Desde los 12 años ayudaba a mis hermanos y a mi papá. Crecimos a media cuadra de uno de los productores más grandes de Sudamérica, la familia Carrasco. En la zona todos aprendieron el oficio allí, por lo que la actividad se difundió mucho. Una vez que entrás, te enamorás. Lo económico va y viene, pero la pasión crece.”
LCV: “¿Y tu familia? ¿Tus hijos también se dedican?”
Gustavo Morteo: “Mis hermanos también trabajan en la actividad y compartimos la cooperativa. Nuestra cooperativa se fundó en 1989, así que ya superamos varias etapas difíciles.”
LCV: “Tal cual.”
Gustavo Morteo: “Hemos pasado varios combates.”
LCV: “Las cooperativas también sufren crisis periódicas. ¿Cuál fue el peor período y cuál es la situación actual?”
Gustavo Morteo: “El peor fue en 2003-2004, con la crisis de los residuos nitrofuran. Hubo una supuesta contaminación que se transformó en una barrera paraarancelaria. Durante dos años no pudimos comercializar. No sabíamos dónde estaba el problema. Fuimos manoseados por exportadores y algunos organismos públicos.”
LCV: “¿Y de ahí se levantaron?”
Gustavo Morteo: “Sí. La provincia de Buenos Aires financió la compra de un equipo para un laboratorio que permitió analizar contramuestras y buscar el origen del problema. Cuando el equipo empezó a funcionar, el problema desapareció.”
LCV: “¿Y hoy cómo estamos?”
Gustavo Morteo: “Complicados. El combustible es carísimo y esencial para la producción. La chapa de los tambores también, llegando a representar entre el 12% y el 15% del valor del producto. Hoy 1 kg de miel equivale a 1,3 litros de gasoil.”
LCV: “Terrible.”
Gustavo Morteo: “Sí.”
LCV: “El análisis de estas dificultades fue uno de los temas que hablaron con Gildo Honorato.”
Gustavo Morteo: “Sí. También hablamos de la necesidad de regularizar las cooperativas provinciales para que puedan recibir acompañamiento. Y trabajamos en un proyecto de la federación para comprar insumos, transformarlos en kilos de miel y exportarlos directamente.
“Para avanzar, necesitamos cooperativas ordenadas. Lo que está claro es que cuando el Estado está presente, controla y trabaja junto a las cooperativas, estas crecen. En la nuestra pudimos desarrollar un aserradero, una carpintería, un área de limpieza de cuadros y un sector de fraccionamiento, todo gracias al acompañamiento estatal. Cuando el Estado funciona y controla, protege a los ciudadanos.”