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Juntacadáveres, por Laura Giussani Constenla
Maestros del periodismo como Rodolfo Walsh, Rogelio García Lupo o Gregorio Selser, solían buscar información en las necrológicas, allá por los años 60 y 70. Pretendían establecer las relaciones del poder y en los avisos de La Nación descubrían sociedades, contactos, amistades.
Los pobres no suelen aparecer en el diario. Siempre hubo muertos que cuentan y muertos que simplemente mueren. Ni nombre tienen. Es cierto que todos moriremos alguna vez pero una cosa es morir por culpa de la vida y otra hacerlo antes de tiempo por culpa del sistema.
No siempre una bala es la asesina, también el hambre, el frío, la deseperación, la corrupción. La muerte no es evitable, pero la vida podría ser más grata, más larga, más alegre. Rara esa relación entre felicidad y tiempo. A veces es corta y alegre, otra larga y amarga. Lindo sería larga y alegre. Vital.
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Gabriel Palermo vivía en Rosario y no tenía idea de que ése veintiuno de noviembre del dos mil dieciocho sería su último día de vida. Como lo hacía desde hace veinte años fue a trabajar a Ternium Siderar, una fábrica de Techint. Se subió a la grua, no era un novato, sabía que el trabajo que estaba realizando exigía ir con acompañante pero él estaba solo. Terminó con el cráneo aplastado entre la máquina y la pared. “Estaba realizando unos arreglos, pero la grúa se movió por motivos que aún desconocemos y quedó aprisionado”, explicó Antonio Donello de la delegación de la Unión Obrera Metalúrgica, y declaró un día de duelo.
Según el último informe publicado por la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, en el año 2017 hubo 374.251 accidentes de trabajo y 395 muertos. Más allá de que algunos centenares de miles de personas sufrieron enfermedades o heridas por culpa de sus trabajos, la estadística indica que muere más de un obrero por día por accidentes laborales.
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Cualquier persona en su sano juicio no debería descartar terminar un día preso. Por más inocentes que nos creamos, hay quien puede considerar que algo habremos hecho. Claro que después de la detención viene un juicio y ahí, quizás, podamos demostrar nuestra inocencia.
En esa situación estaba Walter Gabriel Barrios, de apenas 21 años, a quien lo acusaron de encubrir vaya a saber uno qué delito. El listado de crímenes del sistema es tan amplio que va desde fumar un porro a abortar o buscar un terreno para vivir, junto a matar, violar o estafar, como si no hubiera matices. Palo y a la bolsa.
Como no había lugar en las cárceles, a Walter lo metieron en una comisaría de Esteban Echeverría, donde tampoco había lugar y estaba inhabilitada, pero somos un país en crisis y había que encerrarlo por algún motivo, mayor, menor, inexistente, no importa.
Pasó lo que es bastante común que ocurra en una comisaría con exceso de presos ignotos: hubo un incendio que ningún policía quiso evitar. Dicen que incluso cerraron el agua para que no puedieran apagar lo que era un principio de incendio. Dicen.
Lo cierto es que ese día ocho procesados murieron por quemaduras o asfixia en una institución pensada para protegernos. Junto a Walter, perdieron la vida Jeremías Aaron Rodríguez; Eduardo Rogelio Ocampo, Jorge Luis Ramírez , Juan Bautista Lavarda,Miguel Ángel Sánchez, Elías Soto y Juan Carlos Fernández.
La estadística de muerte por violencia institucional es casi igual a las de muertes obreras. Según el último informe de Correpi, cada 23 horas hubo una víctima por manos del Estado en el 2017. Muertes que siempre hubo pero que la doctrina Chocobar aumentó considerablemente. Hasta ahora había picos de 256 en el 2000, 295 en el 2009, hasta llegar al escandaloso casi medio millar el año pasado. El macrismo tendrá el mérito de duplicar la cifra de asesinados, casi 500, por quienes deberían cuidarnos.
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La vida de los pobres es insignificante para el poder. Si encima pretenden dejar de serlo, la cosa se complica. No debería sorprendernos que maten a los que no solo son pobres sino que pretenden cambiar el estado de las cosas. Dos fueron los militantes sociales asesinados en las últimas horas.
Ronald Orellana fue alcanzado por una bala mortal cuando un centenar de personas intentaba ocupar un terreno para tener un lugar donde vivir, o tirar sus huesos por la noche y darle una cama a sus hijos. Ronald había pecado, su delito era formar parte de una organización de la CTEP que lucha por darle dignidad a los desamparados que encontraron un refugio en la economía popular. Ocurrió en La Matanza. Hubo gritos, palos, tiros. Un muerto, varios heridos y cuatro detenidos.
Mientras escribimos éstas líneas llega la noticia de un nuevo asesinado de la CTEP en Córdoba. Lo último que pudieron ver los vecinos es que un grupo de policías lo pusieron de rodillas y le pegaban. Logró escapar y se refugió en un corral, le tiraron por la espalda. Se llamaba Marcos Soria. Su cuerpo permaneció tirado allí unas tres horas hasta que apareció alguien a levantarlo ya muerto.
Entre tanto, el país de lo único que habla es de la irritación de ojos de Pablo Pérez, también producto de los gases policiales.
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CGT: “MARCHAMOS CONTRA LA REFORMA LABORAL”
La Confederación General del Trabajo anunció una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves 18 de diciembre en rechazo a la reforma laboral que impulsa el gobierno nacional que busca precarizar aún más el trabajo argentino.
El proyecto del presidente Milei pretende instalar un banco de horas que permitiría jornadas de trabajo de 12 horas, habilita el cobro de salarios mediante mercancías y elimina, entre otros, el estatuto del periodista.
*nota en desarrollo
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Expo Cooperativa 2025: producción, soberanía alimentaria y desarrollo local, por Hernán Rachid
En exclusiva con La Columna Vertebral, e ldirector de Capacitación y Formación del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC), Hernán Rachid, detalla cómo avanza la organización de la Expo Cooperativa 2025, profundiza en el rol de las cooperativas en la producción de alimentos y explica por qué la soberanía alimentaria es clave para el desarrollo de las comunidades bonaerenses. También analiza la situación actual del sector agropecuario y la urgencia de fortalecer redes productivas en todo el territorio.
LCV — ¿Cómo va la preparación de la Expo Cooperativa 2025 que tendrá lugar este viernes?
Hernán Rachid: “Este viernes 12 estaremos en el Teatro Argentino, en calle 51, realizando la segunda Expo Cooperativa desde que se jerarquizó nuevamente el órgano de control y fomento de cooperativas en la provincia. La primera edición fue el año pasado y esta segunda llega con gran participación y una amplia oferta de actividades.”
LCV — Dentro de la Expo habrá una feria de alimentación. ¿Quiénes participan y qué ofrecerán?
Hernán Rachid: “Decidimos concentrar la muestra en las cadenas de producción más fuertes de la provincia y por eso montamos una feria de alimentos en el exterior del Teatro Argentino con unas diez cooperativas y federaciones agropecuarias. Participarán Federación Rural, FECOFE, Federación AGROPA y cooperativas de la región y del interior que ofrecerán harinas, lácteos, kiwi y otros productos. Buscamos visibilizar al sector cooperativo y permitir que vecinos y vecinas accedan a alimentos a precios accesibles.”
LCV — Se menciona mucho el concepto de soberanía alimentaria. ¿Cómo lo definirías y cuál es el aporte de las cooperativas?
Hernán Rachid: “La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a producir sus alimentos, especialmente aquellos vinculados a su cultura y consumo habitual, y a acceder a ellos. En las cooperativas de pequeños y medianos productores es un eje central porque involucra el vínculo con el territorio, la comunidad, los consumidores y las formas de producción. Por eso el sector cooperativo lo adopta como un principio fundamental.”
LCV — No todos los productores trabajan bajo el concepto de soberanía alimentaria. ¿Cómo unifican estos esfuerzos en un contexto donde el discurso oficial lo desvaloriza?
Hernán Rachid: “Nuestro enfoque consiste en abordar la crisis del sector agropecuario, donde solo entre el 7% y el 8% de la población vive en el campo y la mayoría está en ciudades. Muchos pueblos del interior no producen sus propios alimentos y dependen de mercados centrales ubicados a cientos de kilómetros. Lo mismo ocurre con la leche, la carne o los huevos. Entendemos la soberanía alimentaria no solo como acceso a alimentos, sino como una estrategia de desarrollo local, trabajo, prestación de servicios, fortalecimiento del comercio interno e impulso para cooperativas y pymes del interior.”
LCV — La soberanía alimentaria implica una cadena productiva compleja. ¿Cómo se integra el sector cooperativo en ese proceso?
Hernán Rachid: “La soberanía alimentaria involucra a toda la cadena de producción. Las cooperativas conviven con productores independientes y empresas en una provincia con una diversidad enorme: fruticultura, horticultura, granos, carnes, olivos e incluso vitivinicultura. En el Congreso de Cooperativas Agropecuarias que organizamos con la Universidad de La Plata y el Ministerio de Desarrollo Agrario, cooperativas grandes, medianas y pequeños productores coincidieron en que la situación es muy preocupante y en que es urgente generar trabajo, fortalecer los pueblos del interior y garantizar el acceso a alimentos.”
LCV — ¿Qué podrán encontrar quienes visiten la Expo Cooperativa 2025?
Hernán Rachid: “Esperamos que se acerque mucha gente. Además de la feria de alimentos, habrá espectáculos de cooperativas culturales; cooperativas tecnológicas con realidad virtual e inteligencia artificial; cooperativas textiles y gastronómicas para comer en el lugar. Será una exposición diversa, completa y muy rica.”
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Crónicas de la vida Moderna, parte II, “Publicidad, marketing y capital”, por Marcelo Cosín
Una canción para acompañar la lectura:
“Coca Cola refresca mejor, Coca Cola elimina el dolor, Coca Cola querida señora, es el símbolo perfecto del amor”. Esta letra (y la música) la escribió el genial Jorge Schussheim a comienzos de la década del 60.
La publicidad es un género de comunicación dependiente de otra disciplina que la abarca: el marketing. Para no entrar en detalles, la publicidad, que es tan antigua como la Edad Media, tiene su inicio como herramienta fundamental del capitalismo en los años 50, después de la Segunda Guerra Mundial.
Esta crónica se refiere a la publicidad comercial, no a la comunicación política. El marketing comercial es mucho más que una técnica para vender productos: es el sistema que organiza la producción y el consumo dentro del capitalismo. Su función no es sólo conectar empresas con clientes, sino crear necesidades, moldear deseos y transformar la vida cotidiana en mercancía. A través de la publicidad, el marketing convierte objetos comunes en símbolos de felicidad, estatus o amor, instalando la idea de que consumir es la forma natural de existir.

Un ejemplo: un comercial de televisión de aceite Cocinero (Molinos Río de la Plata). En el envase del producto hay una imagen de un cocinero con gorro y una gran sonrisa. En ese comercial, el ama de casa, la señora, tiene la fantasía de que ese cocinero del envase toma vida y la enamora. Algo así como que el cocinero es su amante secreto. ¿Qué tiene que ver esta imagen con un aceite de girasol que sirve para freír papas fritas? Nada. Es cierto: nada que ver.
Si uno se deja guiar por las definiciones, podría suponer que la publicidad sirve para informar las características del producto y, sobre todo, especificar las ventajas sobre productos de la competencia. Pero no es así. La publicidad usa técnicas de persuasión. Autores como Vance Packard y Ernest Dichter abundaron en construcciones teóricas para explicar que la publicidad somete a la sociedad a una especie de esclavitud a normas que predeterminan qué es lo bueno, lo correcto, lo aceptable y, sobre todo, dictaminan acerca del deber ser de la persona.Los slogans muchas veces marcan el sentido de producir estados de ánimo, emociones que tienen que ver con la manipulación del deseo: Coca-Cola – “Destapa la felicidad”.

Nike – “Just Do It”- apela a la motivación personal y la superación. El deseo de ser activo y exitoso se proyecta sobre la marca.
L’Oréal – “Porque tú lo vales”- refuerza la autoestima y el deseo de sentirse valioso. El producto se convierte en un símbolo de reconocimiento personal.
Apple – “Think Different”- no describe tecnología, sino identidad y creatividad. Manipula el deseo de ser único y especial.
Durante más de una década, Cerveza Quilmes tuvo una campaña de publicidad que cambió su imagen y devolvió el liderazgo a la cerveza, que estaba opacada por el vino común de mesa. En los años 70, Quilmes tenía una campaña que intentaba convertir a la cerveza en una bebida familiar, veraniega, para ser consumida en el almuerzo o la cena. Competía con el vino común de mesa y, especialmente, con una marca que se había impuesto gracias a su publicidad. El vino Crespi, cuya campaña se basaba en relatos de una familia joven. El comercial más exitoso de la serie fue uno en el que la mujer le dice al hombre que está embarazada y lo simboliza con una imagen en la que le muestra un par de escarpines. El actor era Hugo Arana y esa campaña lo hizo famoso. La feliz familia de Crespi acompañó a los televidentes por años.

El éxito fue tan rotundo que la familia de Crespi acompaño durante varios años a los argentinos. Allá por 1977/78 el joven matrimonio festejaba un aniversario. El bebé de los escarpines ya tenía 6 años. “Pasan cosas lindas en una familia. Muchas se viven con Crespi seco.”
Ver publicidad 1977:
https://www.youtube.com/shorts/PtLX2Q2_Fhg
Lo curioso era la época política en que se desarrolló esa campaña llena de amor, ternura y paternidad: la dictadura militar, en la que se arrojaban seres humanos vivos al Río de la Plata y los dulces bebes eran secuestrados junto a sus escarpines.
Varias marcas de vino competían por ser la bebida preferida de la familia en el almuerzo y la cena. Mientras la cerveza no lograba hacer pie.
Quilmes intentaba, al menos, que en el verano se cambiara el vino por la cerveza con la campaña “A las 9, Quilmes también”, con escenas familiares llenas de amor y ternura. Pero no pudo. La guerra por la bebida en la mesa familiar la ganó el vino, que aumentaba el consumo de varias marcas y, sobre todo, incentivaba la inversión publicitaria.
Una agencia publicitaria llamada Solanas (del hermano de Pino Solanas, Héctor) encontró la fórmula para que la cerveza destituyera al vino. Lo primero que hizo fue una investigación de mercado. ¿Qué descubrió esa investigación? Que los jóvenes estaban ausentes de esas escenas familiares románticas en las que el vino prevalecía. Entonces la agencia encontró dos cosas para hacer que la “birra” se convirtiera en la preferida de la juventud. La primera: descubrir que el alcohol era un paso inicial en la desinhibición del acercamiento sexual. Y después, que los jóvenes ya no estaban en la casa, sino en “los boliches”. Por lo tanto, surgió el slogan “El sabor del encuentro”. Los comerciales contaban cómo una pareja se conocía en un boliche, haciendo que la cerveza fuera el imán que producía el acercamiento.

Estos ejemplos iniciales llaman a la reflexión acerca de la importancia del marketing y la publicidad como factores determinantes en el comportamiento de la sociedad. La publicidad comercial no es un mero instrumento de ventas. La publicidad es la mano armada del capitalismo, que genera consecuencias políticas de mayor importancia.
Continuará…

