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La Matanza: “Nuestra primera trinchera contra el virus es evitar la crisis social”

Informe especial de Dario Brenman para La Columna Vertebral
Históricamente, cuando aparecían pandemias que ocasionaban la muerte de millones personas se buscaba un chivo expiatorio al que culpar. Entre los sospechosos habituales se encontraban los extranjeros, marginados sociales como los leprosos o también una minoría religiosa, los judíos. Las ejecuciones llegaron a considerarse una medida profiláctica para prevenir la extensión de mal. Pese a la modernidad de nuestro mundo hiperconectado, la humanidad sigue siendo muy, muy frágil. Los miedos acosan como siempre. Aunque esta pandemia transversal sigue una línea coherente: los pobres esta vez no son sujeto de sospecha. Son los vulnerables de siempre y más.
Tomemos por ejemplo La Matanza, un partido formado por 16 localidades donde viven 2.200.000 habitantes, está dividido en tres cordones socio-económicos. En el tercer cordón, alejado del centro, se encuentra el mayor déficit de infraestructura, con falta de agua potable y cloacas. Cuanto más uno se aleja de la Ruta 3, los servicios de asistencia a la salud o educativos desaparecen y crecen los asentamientos. Casi no existe banca privada, solo el Banco Nación o Provincia. Por ejemplo, para una localidad de 120.000 habitantes como Ciudad Evita hay una sola entidad bancaria. “El otro día fui hacer la cola para cobrar mi subsidio y escuche a unas de la vecinas ilustres del lugar que decía: ‘hay que cerrar las entradas a Ciudad Evita’. “En el fondo significa la entrada a los barrios. Por eso no estoy muy segura que esta pandemia cambie algo en cuanto a la solidaridad. Uno no se vuelve mejor persona de una día para otro” expresa Olga vecina de esa localidad.
Cuando el 3 de marzo apareció el primer caso de coronavirus en el país y el 13 la primera muerte, el Intendente Fernando Espinoza decretó la “Emergencia Sanitaria” en todo el territorio municipal por espacio de 180 días, pero no fue suficiente. El congelamiento de la actividad económica, el aumento de la necesidad alimentaria y los abusos policiales en donde el control del aislamiento se parece bastante a la represión de grupos excluídos, proponen un escenario complejo, que no es otro que la realidad de la probreza.
Por este motivo, el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, puso en marcha un Comité de Emergencia Social al que sumó a intendentes y referentes de organizaciones para monitorear la situación en los municipios. Tras esa reunión, los Intendentes se llevaron la directiva del Gobierno nacional de crear comités en cada distrito al que sumarán a los movimientos sociales, primera barrera de contención a partir de su rol con los merenderos y comedores.
PREOCUPACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES
En La Matanza las organizaciones advirtieron que la demanda alimentaria ha crecido exponencialmente en las últimas semanas y criticaron la falta de respuesta del Ejecutivo local. “El Municipio está recibiendo un refuerzo de dinero para alimentos y eso no llega a ningún lado”, criticó la diputada bonaerense Patricia Cubría, referente del Movimiento Evita de La Matanza. “Se necesitaría triplicar el nivel de comida que reciben las organizaciones. El esquema de entrega que está implementando el Municipio a través de las delegaciones no está llegando a la gente y nosotros ya liquidamos, la semana pasada, lo que recibíamos para un mes. Estamos fiando a proveedores para que esta semana nos llegue más comida, no damos abasto”, detalló con respecto a la situación en los 114 comedores y merenderos que el Movimiento Evita sostiene en La Matanza.
Por su parte, Emilio Pérsico, referente nacional del mismo movimiento y articulador de la organización en el Distrito, donde además vive, apuntó: “Todo ayuda, pero el Ejército va a repartir 24.000 raciones de comida durante todo el tiempo que esté acá. Necesitamos coordinar y no hay demasiada respuesta. No estamos recibiendo más comida que lo que recibíamos hace un año atrás, es más lo que consiguen los compañeros que lo que pone el Estado”, remarcó al respecto.

La presencia militar, con uniformes de combate, repartiendo kilos de comida, generó un debate dentro de las organizaciones quienes todavía están esperando que se aumenten las raciones para sus propios comedores. El tejido social de asistencia y contención que expresan los merenderos es mucho más efectivo y representativo que un camión del ejército haciendo asistencialismo, es la queja más escuchada.
Juan Carlos Alderete, coordinador de la CCC, apunta:“Estamos con el doble de demanda y empezando a implementar el reparto de viandas para garantizar el aislamiento. Pero dejamos en claro que si no hay apoyo alimentario y sanitario, no hay posibilidad de una cuarentena exitosa. Necesitamos coordinación, es un momento de actuar con unidad y sin mezquindades políticas”
Por su parte, Sandra Oviedo, referente de Somos Barrios de Pie, coincidió en que “la demanda alimentaria se duplicó” y apostó a que haya “una buena articulación con el Estado”. “Confiamos en que esto va a suceder. Tenemos expectativas de poder coordinar con el Estado municipal para llegar a abastecer las necesidades de todos los vecinos. El planteo de Alberto (Fernández) es ese, lo único que va a garantizar sobrellevar este mal momento de pandemia y crisis económica es una gran unidad de todos los sectores”, planteó la dirigente matancera.
“Hay una muerte silenciosa de la cual los medios de comunicación no se ocupan”.
La zona más vulnerable del partido es donde se asientan los barrios Puerta de Hierro, 17 de marzo, 17 de marzo bis y San Petesburgo, que están sobre la avenida Villegas donde viven 40.000 personas. En esa zona tiene una activa participación la Parroquia San José que dirige el padre Nicolas Angelotti. Su zona de influencia es de 150.000 personas porque comprende los complejos de Tablada, el San Alberto y 21 de enero.
San Petesburgo y Puerta de Hierro tienen condiciones terribles porque las casas son núcleos habitacionales transitorios. A los vecinos se les prometió en 1969 durante la dictadura de Ongania que iban en dos años a vivir en Ezeiza en una casa digna.
A 51 años de esa promesa la gente sigue como estaba en ese momento. Son casas que tienen pasillos de 80 cm de ancho y que en una habitación pueden vivir entre ocho o diez personas donde no hay agua potable. “Además esta zona es muy complicada con el tema de la droga. En Puerta de Hierro hay más ‘transa’ que se dedican a la venta. Uno puede ver en los pasillos los famosos soldaditos pero no está explícita la violencia. Asimismo el barrio 17 de marzo es un barrio que fue tomado que tiene lotes de 12 por 30 con luz, agua y cloacas. A esas familias solo les falta la escritura. Es el que en mejores condiciones está” expresa una asistente social de la zona

Gustavo Garcia – quien además de ser vocero de la parroquia dirige la radio – sostiene: “la Parroquia tiene montado Hospitales de campaña para recibir más personas y para prevenir cualquier desborde de la situación de la pandemia. Además se están armando casas de aislamiento en las aulas de las escuelas”.
“Esta parroquia está basada en una frase del Papa Francisco que es ‘recibir la vida como viene’ y esto lo estamos llevando a la practica en este momento de crisis. Nuestra primera trinchera contra el virus la tenés en la crisis social que puede explotar. Esto es una cuestión estructural que no es de ahora, sino de ciento de años en América Latina y ahora puede volver a estallar con el tema del coronavirus. El gobierno Nacional está ayudando pero estamos hablando de una cuestión estructural muy fuerte, entonces cualquier caída de la economía arrastra a todos los barrios” asegura Garcia.
El trabajo en esos barrios es cuerpo a cuerpo. Los propios vecinos están arriesgando mucho entendiendo que “en este barco estamos todos o nos salvamos todos o no se salva nadie”. Ellos entienden que a los primeros que hay que cuidar es a los más débiles, que son los primeros que van caer, los adultos mayores, los enfermos de tuberculosis, los chicos que están en situación de calle, el dengue.
Continúa García “Estamos en una situación parecida a una guerra porque el enemigo no solamente es el virus, no solamente es la crisis social actual, sino que es todo lo que tenemos anterior, por eso es una pelea que nos cuenta tanto. Con esta base social económica que nos encuentra la pandemia es mucho más difícil llevar a cabo todas las acciones. Tenemos las mejores intenciones pero lo estructural es endémico”.
Muchas discusiones se vinieron dando las últimas semanas respecto que la cuarentena está hecha para los sectores medios y medios alto que son los que tienen mayores comodidades para poder pasarla mejor. Respecto a esta cuestión García expresa lo siguiente: “Hay cuestiones que son complicadas. Nadie se va a quedar a morirse de hambre en su casa. Entonces aquel que no tiene dinero va a salir o al comedor o a buscar un changa o a tratar de ver como hace para pagar la olla. Y el hacinamiento que viene de antes. La tuberculosis, el dengue las enfermedades cardio -respiratorias son cuestiones de todos los días. Hay una muerte silenciosa de la cual los medios de comunicación no se ocupan”. Se rastrilla casa por casa para ubicar a los adultos mayores y llevarles su medicación o trasladarlos a la parroquia. Todos trabajan con barbijos, guantes y todas las medidas de seguridad contra la pandemia.
REALIDAD HOSPITALARIA
La salud pública deteriorada desde hace muchos años y desfinanciada muchos más en los últimos cuatro, deriva en una estructura sanitaria con un complicado panorama. “La Matanza tienen un déficit muy grande en camas hospitalarias. Hay tres hospitales provinciales: Hospital Interzonal. “Dr. Diego Paroissien”, el “Alberto Balestrini” y el “Simplemente Evita”. El Municipio por ley municipal se tiene que hacerse cargo de la atención primaria, obstetricia y de niños. Se espera que para este año nazcan 5300 chicos en los Hospitales Municipales que son tres: El Policlínico de San Justo, Teresa Germani y uno en Gonzales Gatan llamado José Equiza. Una de las versiones que circulaba era que se podrían llegar a desalojar a las madres internadas por maternidad para tener más camas disponibles ante un eventual brote de la pandemia”,afirma una fuente gremial.
“Lo que hoy vayas hacer en este partido siempre te va quedar chico y no vas a llegar a toda la población. No existe una infraestructura de camas clínicas importantes así como tampoco no tiene tantas clínicas para la atención con obras sociales. Las que tiene el mayor número de camas pero están siempre ocupadas es la de “Los Cedros” en San Justo, después está la Clínica “El Buen Pastor” , “Los Cedros” de Tapiales , “La Torre” que es de los Municipales, “La Clínica Modelo de Laferrere”, “La Clínica Gatán”, que es solamente de Pami y el Sanatorio de los camioneros. También existe un anexo del Hospital Italiano y La Trinidad que está en Ramos Mejia. Pero reitero esto es para la gente que tiene alguna obra social o prepaga no para trabajadores informales o desocupados”.
“Frente a un brote importante de la pandemia y con una población de más de dos millones de personas la cantidad de instituciones hospitalarias es deficiente. Por eso se están tomando algunas medidas como hacer compras extraordinarias. Asimismo hace poco se inauguró con recursos municipales en Rafael Castillo los consultorios externos del Hospital René Favaloro. Hay otro hospital en proceso de habilitación como el Néstor Kirchner en el kilómetro 26. En ambos casos no son de urgencias servirían únicamente para internación” asegura la misma fuente.
La declaración se hizo a través del Decreto Nº 127/20”, que también creó el Consejo para la Emergencia Sanitaria Municipal, de carácter interinstitucional e interdisciplinario. En el documento oficial se establece un protocolo de atención en el caso de sospecha por Coronavirus. También se advierte que el Municipio cuenta con “móviles sanitarios y efectores de salud y con el equipamiento correspondiente para las situaciones que requieran traslado desde los domicilios a los centros de mayor complejidad”.
Por otra parte la Universidad Nacional de La Matanza brindó su apoyo y colaboración al Ministerio de Educación de la Nación y puso a su disposición vehículos, call center, laboratorios e, incluso, su sala de internación con cinco camas, donde los alumnos de Medicina realizan sus prácticas. En tanto, el Departamento de Ingeniería e Investigaciones Tecnológicas y el Departamento de Ciencias de la Salud, en conjunto con la empresa Circo Studio, instalada en el Polo Tecnológico de la UNLaM, trabajan en el desarrollo de partes sencillas que contribuirán al armado de máscaras de protección para evitar la transmisión del virus COVID-19.
Sin embargo y pese a estas medidas, en el Partido de La Matanza existe mucha preocupación. La cantidad de casos positivos del COVID- 19 asciende a 16 en todo el territorio y se espera que ascienda por el tipo de población que vive esa zona. Nos quedamos con la frase de una de las fuentes consultadas “Esto es una cuestión estructural que no es de ahora, sino de ciento de años en América Latina y ahora puede volver a estallar con el tema del coronavirus. Nuestra primera trinchera contra el virus está acá”, remata el sacerdote matancero.

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16 de junio de 1955: Esa maldita costumbre de matar, por Leónidas Ceruti

El mes de junio de 1955, no fue un mes cualquiera durante el segundo gobierno del Gral. Juan Domingo Perón. El día 11, la Iglesia Católica realizó la procesión de Corpus Christi, que excedió lo religioso y se produjo una movilización opositora que reunió 250.000 manifestantes, desplazándose desde la zona de la Catedral a la zona del Congreso Nacional.
Las crónicas reseñan que los activistas dañaron placas conmemorativas a la figura de Eva Perón e izaron la bandera del Vaticano en lugar de la bandera argentina en el mástil del Congreso. El conflicto se agudizó cuando se conoció que durante la procesión se había quemado una bandera argentina y al publicarse en los diarios la fotografía de Perón y Borlenghi mirando los restos de la misma.
El 16 el gobierno había organizado un acto de desagravio a la bandera nacional. El ministro de Aeronáutica, Brigadier Mayor Juan Ignacio de San Martín, dispuso que la aviación testimonie su adhesión al presidente de la República, desagraviando a la vez la memoria del general José de San Martín. Para esto decidió que una formación de aviones sobrevuele la Catedral de Buenos Aires, donde descansan los restos del Libertador. El anuncio del desfile reunió en Plaza de Mayo a un numeroso público. Se trataba de un acto cívico-militar en solidaridad con el gobierno frente a los embates de la oposición.
Pero durante esa jornada, al mediodía se produciría el bombardeo, conocido como la Masacre de Plaza de Mayo. Ese día un grupo de militares y civiles opuestos al gobierno del presidente Perón, intentó asesinarlo y llevar adelante un golpe de estado y, si bien fracasaron en su propósito, durante el mismo varios escuadrones de aviones pertenecientes a la Aviación Naval, bombardearon y ametrallaron la Plaza de Mayo y la Casa Rosada, el edificio de la Confederación General del Trabajo y el edificio que en aquella época servía como residencia presidencial.Causaron la muerte de 700 personas y más de 2000 heridos.
Los relatos de la época comentan que:
“A las 12.40, la escuadra de treinta y cuatro aviones de la Marina de Guerra argentina que había estado sobrevolando la ciudad desde hacía bastante tiempo (22 North American AT-6, 5 Beechcraft AT-11, 3 hidroaviones de patrulla y rescate Catalina), iniciaron sus bombardeos y ametrallamientos al área de la Plaza de Mayo.”
“El capitán de fragata Néstor Noriega, de 39 años de edad, esperaba que el cielo se despejara, la escuadrilla formaba escalonada hacia arriba. A las 12,40 Noriega al mando de su Beechcraft descarga una bomba de 100 kilos que cae sobre la sede presidencial; a continuación los North American al mando del capitán de corbeta Santiago Sabarots descargan bombas de 50 kilos cada uno. La sorpresa del ataque hizo que el mismo cayera sobre la población, que realizaba sus actividades normales debido a que era un día hábil.”
“Entre las primeras víctimas se contaron los ocupantes de los vehículos de transporte público de pasajeros. Un trolebús repleto recibió una bomba de lleno, muriendo todos sus ocupantes.”
“La Plaza de Mayo era un incendio, quienes salían de las bocas del subte se encontraron con la nube de pólvora, los aviones rasantes sobre el casco porteño, la gritería, la desesperación, la gente intentando esconderse como podía, heridos, muertos, mutilados. Los aviones lanzaron sus bolas de fuego y muerte contra los trabajadores que se desplazaban hacia sus tareas, o bien transeúntes distraídos que recorrían ese lugar histórico, mientras se escondían como podían ante la sorpresiva y violenta lluvia de bombas y metrallas”.
Esa mañana fue el bautismo de fuego de los aviones de la aeronáutica contra el pueblo. Los aviadores arrojaron nueve toneladas y media de explosivos, según algunas fuentes, otras, catorce toneladas sobre la población civil inerme.
Perón se había retirado al Ministerio de Guerra ubicado a 200 metros de la Casa Rosada por lo cual no estaba en ella al comenzar los ataques aéreos y el intento de asalto por fuerzas de tierra.
Después de la primera hora de bombardeo los gremios empezaron a convocar a los obreros para organizar una Marcha de Resistencia a la Plaza de Mayo en defensa de Perón. Una bomba cayó sobre la convocatoria a las 13.30 y mató a Armando Fernández, de la Asociación de Trabajadores Jaboneros, Perfumistas y Afines.
Mientras se acentuaban los tiroteos en el centro porteño, se ordenó a la Base Militar de la Fuerza Aérea en Morón el despegue de interceptores a reacción. Los pilotos se encontraban entonces en acaloradas discusiones sobre si debían adherirse o no al movimiento de los sublevados. Rápidamente se hizo al aire una escuadrilla de cuatro Gloster Meteor leales al gobierno. Si bien no pudieron llegar a tiempo para impedir el bombardeo, lograron interceptar una escuadrilla naval rebelde que se retiraba de la zona. El combate se produjo a baja altura sobre el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery y el Río de la Plata.
La Base Aérea de Morón caería entonces por poco tiempo en manos rebeldes, con lo que estos pudieron hacerse con 4 Meteors. Los hicieron despegar para continuar ametrallando la zona de Plaza de Mayo en apoyo a los rebeldes emplazados en la zona del Ministerio de Marina, extendiendo sus acciones hasta las 17.20. Al no contar con bombas uno de estos aviadores empleó su tanque de combustible como si fuese una bomba de napalm, que cayó sobre los automóviles que se encontraban en el estacionamiento de la Casa de Gobierno.
Ante el fracaso del combate en tierra y luego de ser derribados dos aviones por las baterías antiaéreas montadas en la zona, los aviadores rebeldes recibieron la orden de escapar al territorio uruguayo, pidiendo asilo. De los treinta aviones que huían, algunos aparatos no llegaron a aterrizar en el territorio uruguayo por el excesivo consumo de combustible invertido en los ametrallamientos, por lo que sus pilotos debieron descender forzosamente al Río de la Plata o en campos de la zona de Carmelo.
El pueblo salió a la calle enardecido, solicitando armas al presidente. En un mensaje radial emitido por el General Perón afirmó que “la situación está totalmente dominada. El Ministerio de Marina, donde estaba el comando revolucionario, se ha entregado y está ocupado, y los culpables, detenidos”, e instó a la población: “nosotros, como pueblo civilizado, no podemos tomar medidas que sean aconsejadas por la pasión, sino por la reflexión”.
Se había perpetrado uno de los hechos más cobardes y criminales de militares y civiles de la historia de nuestro país.
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“Sin archivos no hay derechos”: la advertencia de Andrés Pak Linares ante el vaciamiento de la memoria estatal

El archivista y presidente de AFPA (Archivistas de la Función Pública Argentina) Andrés Pak Linares, advierte sobre los riesgos que corren los archivos públicos en un contexto de desfinanciamiento, desmantelamiento institucional y políticas que apelan a la desmemoria. Desde el Archivo General de la Nación hasta los organismos más pequeños del país, Pak Linares plantea que sin una política estatal sólida en materia archivística no solo se pierde historia: también se atenta contra la eficiencia del Estado y, sobre todo, contra el ejercicio pleno de los derechos individuales y colectivos. En diálogo con LCV, insiste en la necesidad de una política de archivos que trascienda gobiernos y coyunturas ideológicas, tal como sucede en otros países de la región.
LCV: ¿Cuáles son los riesgos que corren los archivos? Sobre todo en este momento, con este tipo de gobierno que apela a la destrucción y la desmemoria.
Andrés Pak Linares: “Bueno, nosotros desde AFPA , advertimos en un comunicado en abril de 2023 que todo estaba en peligro. Tristemente se fue cumpliendo esta visión que nosotros teníamos. Y lo vemos —para decirlo de una forma que se entienda, digamos— detrás de cada institución que se cierra o detrás de cada programa que se descontinúa, hay un archivo. Hay un archivo que recoge los documentos que dan cuenta de lo que hizo ese feminismo, de lo que hizo ese programa, ese funcionario”.
LCV: Ese funcionario también, por supuesto.
Andrés Pak Linares: “Claro, porque los archivos son los lugares donde se puso la documentación que refleja el accionar de las instituciones. Hay una trazabilidad de la historia que indica en qué gobiernos se cuidó más la memoria, en cuáles se cuidó más la cuestión archivística, se le dio visibilidad, se le dio formación a la gente.”
LCV: Recuerdo, desde que tengo uso de razón —y sobre todo desde que soy periodista— haber ingresado, y salvo los de la Biblioteca Mariano Moreno y algunos otros que son buenos en sí mismos, pero recuerdo el ingente trabajo de los archivistas para protegerlos del polvo, de los ácaros, de un montón de situaciones en donde uno dice: “Pará, eh, esto sin ir a otras cosas, como por ejemplo los fílmicos y los discos, que vos recordarás en la época del presidente Menem, por ejemplo, los archivos de Radio Nacional se tiraron todos a los containers de basura”.
Andrés Pak Linares: “No es fácil ponernos a hacer cuentas de lo que se ganó y lo que se perdió en los últimos años —a decir, no sé, 40 años—, hay muchos hitos, ¿no? Pero yo empezaría por acá: lo que nosotros planteamos desde AFPA es que lo que falta es una política estatal en materia de archivos. Política estatal, no gubernamental. Después podemos encontrar en los distintos gobiernos algunas acciones positivas, algunas negativas. Querríamos trascender eso a favor de la discusión por una política estatal, que es la responsabilidad estatal de la memoria. Y más que de la memoria, yo diría de archivos. Tenemos otra discusión. Las políticas de memoria útiles, buenas, que nosotros acompañamos y demás, tienen una correlación con las políticas de archivo. Si yo quiero una política de memoria eficiente, necesito una política de archivos eficiente. En ese sentido, y para nombrar hitos venturosos, entre el 2010 y el 2020 funcionó un programa de capacitación por el que pasaron más de 3000 agentes, más de 100 organismos públicos. Discontinuado. En los 90s, por ejemplo —para hablar de distintos gobiernos— durante el proceso de privatizaciones, y por el denodado esfuerzo de trabajadoras y trabajadores del Archivo General de la Nación y de otros archivos, bueno, el Archivo General de la Nación duplicó su patrimonio. Rescatando fondos de organismos privatizados.
LCV: ¿Cuáles serían las deudas de la democracia con la política de archivos?
Andrés Pak Linares: Lo que no tenemos del 83 para acá —para hablar de las deudas- es una actualización normativa, un reconocimiento de la profesión. Reconocimiento que tiene que, además de ver sueldos, verse en estructuras, verse en funcionalidad de los archivos. Entonces, más allá de señalar si este gobierno hizo esto, este gobierno hizo lo otro… nosotros vemos que hay una línea, por así decir, que no termina de instalar una política sólida.
LCV: ¿Cómo ves la política actual en ese sentido?
Estamos viviendo un denodado ataque a toda la estatalidad o a todas las —digamos— funcionalidades estatales, ¿no? Y en ese sentido no hay mucho para destruir. Está todo en peligro. Hay un peligro total, en todos los estamentos.”
LCV: Hay mucho para hablar, te digo, hay mucho para hablar y muy poco tiempo, porque yo te voy a pedir que en un minuto me definas la importancia que tiene —en un país— para su crecimiento intelectual, histórico, político y social, el tener los archivos y poder acceder a ese pasado nuestro que yo entiendo siempre enseña. Bien, en un minuto nada más.
Andrés Pak Linares: “Perfecto. Lo que nosotros planteamos —y esto quizás lo explique bien— es que los archivos tienen una triple función social. Una, la de preservar documentos que puedan oficiar de fuentes para el conocimiento del pasado. Otra, para la eficiencia administrativa. Y acá ya empezamos a abrir el juego: si yo quiero un Estado eficiente, más allá de la ideología o más allá de la dirección política que le dé, necesito archivos adecuados. Y una tercera, que dejo para el final y no es la menos importante: los archivos son el soporte documental para el ejercicio de derechos individuales y colectivos”.
LCV: “Totalmente”.
Andrés Pak Linares: “Entonces, si yo no implemento una política de archivo o directamente ataco la funcionalidad o servicios de archivos, estoy atacando directa o indirectamente —pero más directa que indirectamente— la posibilidad del ejercicio de derechos individuales y colectivos. Para poner un ejemplo de países vecinos: Brasil, hasta hace poco, tenía una política estatal en materia de archivos. Cambiaban los gobiernos —se iba Collor de Mello, venía Lula—, el director del Archivo Nacional de Brasil era el mismo. La CONARC, el Consejo Nacional de Archivo, era el mismo, seguía funcionando. A eso llamamos política estatal.
LCV: “Exactamente”.
Andrés Pak Linares: “Que trascienda las coyunturas. Que trasciendan las coyunturas y las ideologías”.
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Raúl Godoy, trabajador de la fábrica recuperada Zanon: “Nos están asfixiando”.

En un país donde las estadísticas borran a quienes resisten por fuera del mercado, el trabajador y dirigente ceramista, ex diputado del Frente de Izquierda, Raúl Godoy, levanta la voz desde el corazón de una experiencia que desafía las reglas del capitalismo hace casi 25 años. Zanon, la fábrica de cerámicos de Neuquén gestionada por sus trabajadores desde 2001, enfrenta hoy un escenario crítico: tarifas impagables, falta de crédito, desindustrialización y un Estado que nunca apostó por las gestiones obreras.
El viernes 13 de junio a las 17:30 hs en el Auditorio de ATE Nacional “Héctor Quagliaro”, ubicado en Moreno 2654, CABA, convocan a una reunión de solidaridad. En defensa de las gestiones obreras de Neuquén: Zanon, Ceramica Neuquen y Stefani de Cutral Co.
“El gobierno provincial con el uso de las fuerzas represivas: corto la luz y el gas a las cooperativas en plenos fríos. Paralizando asi toda la producción por lo tanto el sustento de cientos de familias. En la provincia de Vaca Muerta que provee energía a un tercio del país cortan los servicios a cooperativas de trabajo. Los trabajadores con un amplio apoyo de la comunidad vienen realizando manifestaciones en Neuquen, pero necesitan hacer visible esta situación a nivel nacional”, explicaron en un comunicado.
De paso por Buenos Aires para impulsar esa reunión de solidaridad y visibilización, Godoy analiza el presente de la cooperativa, recuerda el rol de los gobiernos que prometieron y no cumplieron, y apunta contra un modelo económico que prioriza a las multinacionales mientras deja caer a quienes producen sin patrón. “Lo que es verdaderamente utópico —advierte— es pensar que se puede sostener una cooperativa en medio de este capitalismo destructivo.”
LCV: ¿Dónde estás vos en este momento?
Raúl Godoy: Ahora, en estos momentos estoy en Buenos Aires. Estamos organizando una reunión para este viernes. Fue el pedido de los compañeros, se discutió en asamblea, para poder hacer visible nuestra lucha. Como bien decías al inicio, desde Neuquén siempre hay mucho silencio. Estamos en la Patagonia, lejos del centro político, por lo tanto, para hacer visible una lucha hay que venir hasta Buenos Aires. Entonces, bueno, acá preparando el terreno para poder hacer esta reunión de solidaridad y poder votar un plan de acción.
LCV: Contanos cuál es la situación que están viviendo en este momento en Neuquén.
Raúl Godoy: Claro. Las gestiones obreras, Zanon principalmente, pero después también Cerámica Neuquén, Stefani, y todos, somos parte de la lucha del 2001 en la Argentina, de ese momento donde surgieron y se multiplicaron las asambleas barriales, las ocupaciones de fábricas, gestiones obreras, cooperativas, etc. La gente se recordará lugares emblemáticos como el Bahuen, como Brukman. Fueron más de 250 fábricas y empresas que fueron ocupadas y puestas a producir frente al abandono de la patronal. Frente al cierre masivo de lugares de trabajo, mucha gente ocupó esos lugares y los puso a funcionar. Uno de los casos más emblemáticos fue el de Zanon, que venimos hace muchos años, ¿no? Ya el año que viene cumplimos 25 años, desde que se ocupó la fábrica y se puso a producir.
Bueno, estos años han sido de resistencia, de mucho trabajo. Al inicio, cuando empezó nuestro trabajo, tuvimos un momento donde las maquinarias estaban en buenas condiciones, veníamos con un cierto empuje, y logramos que las fábricas funcionaran, que ingresaran más compañeros y compañeras desocupadas a trabajar. Construimos una escuela, construimos un centro de salud, trabajamos muchísimo con la comunidad. Ahora, con el pasar de los años, los ajustes, una política peor que la otra, nos fueron asfixiando. No nos dieron jamás un acceso a crédito para renovar maquinaria. Entonces es como tener un taxi con un Ford Line, con un Torino, digamos. Es muy difícil seguir manteniendo una producción con fábricas que tienen más de 30 años de antigüedad. Han pasado los gobiernos, nunca accedimos, y ahora nos están apretando con los cuadros tarifarios. Con la política de Milei, de darle prioridad a las empresas multinacionales, nos vinieron a apretar. Y bueno, la parte más delgada de una economía son las cooperativas. No tienen espalda.
LCV: Respecto de la energía, escuchaba algo que tenía que ver con que si en la zona fría, que son ustedes, claro, tienen más de un medidor, significa que un medidor lo están usando de lujo. ¿No es posible que una cooperativa tenga dos medidores?
Raúl Godoy: Mirá, es incluso más complejo. Con las privatizaciones de los 90, que hizo el gobierno de Menem, quedó un desastre. Tenés una empresa que es la transportadora de gas, que es Camuzzi, una multinacional francesa que tiene el monopolio del transporte de gas. Pero además, tenés que contratar otra empresa que sea la proveedora. Ahí tenés una multitud de empresas, una peor que la otra, que especulan, la mayoría son multinacionales. En un momento tenía YPF la concesión, nos daba el gas, pero se retiró por zonas. Para que la gente se dé una idea de lo que estamos hablando, la boleta de gas es de 30 millones de pesos por mes.
LCV: ¿Y lo que gastás en sueldos para una cooperativa?
Raúl Godoy: Tenemos un sueldo básico, porque depende de la venta. En realidad, todos los primeros años de Zanon, los primeros 15 años, te diría, estábamos por encima, lejos, de lo que es el convenio ceramista en general. Siempre pudimos acceder, mientras la cooperativa funcionaba bien, a buenos sueldos. Cuando se empezó a deteriorar la economía, los sueldos los votamos en asamblea.
LCV: Entiendo. Pero lo que quería era que mi oyente entienda: 30 millones en gasto de gas y sueldos de cuánto.
Raúl Godoy: Estamos entre 300 y 400 mil pesos.
LCV: Me lo contabas de tal manera que pensé que me ibas a decir dos millones y medio. 400 mil pesos es una jubilación mínima.
Raúl Godoy: Exactamente. Por ahí si tenés una venta mayor se mejora y si no, no. No es estable. Al haberse caído tanto la producción y la economía en la cooperativa, se cobra lo que se puede. No todos los meses es igual.
LCV: En algún momento, ¿Zanon exportó?
Raúl Godoy: Sí, Zanón llegó a exportar, pero con mucho obstáculo. Hay mucha competencia. Había otras empresas que importaban directamente cerámicos más baratos, de menor calidad, y teníamos que competir. Las cooperativas, para nosotros, en última instancia, son lugares de resistencia. Mantenemos las fábricas abiertas. Pero debería ser un lugar de crecimiento, no de resistencia. Pero en un mercado capitalista absolutamente destructivo, no te dejan jamás.
De hecho, ningún gobierno nos permitió tener acceso a crédito para renovar maquinaria. Desde 2001 para acá, ninguno. Este gobierno menos. Este viene a liquidarte. Los anteriores te ponían un respirador. Este te lo quita y dice: “Si soportás, bien”.
Mirá, siempre cuento la anécdota: muchos estudiantes iban a Zanón a solidarizarse, estudiantes de economía, ingenieros. Uno de ellos era Axel Kicillof. Después llegó a ser ministro de Economía. Nunca pudimos acceder a un crédito, ni siquiera con él. Le vimos las caras a todos. Soluciones, a ninguno.
LCV: Le estoy preguntando esto a toda persona que fabrica algo. Con las importaciones abiertas, sin control, también se han abierto los controles de calidad y salubridad. ¿La cerámica tiene ese problema?
Raúl Godoy: Totalmente. Por ejemplo, Zanón fue la primera fábrica en Latinoamérica en fabricar porcelanato pulido. Con las importaciones empezaron a traer porcelanato chino, malísimo.
LCV: ¡Es el que se quiebra!
Raúl Godoy: Exactamente. Me alegra que lo digas vos, porque si lo digo yo parece parte interesada. Pero es verdad. Traían cerámicos malos, más baratos. La gente, con necesidad, compraba cualquier cosa. Imaginate planes de vivienda o empresas que hacen edificios: ponían lo más barato.
LCV: En los planes de vivienda del peronismo, las casas de obreros eran de materiales de calidad. Hoy el Estado te pone material barato. También hay una mirada política en eso.
Raúl Godoy: Sí, hay una decadencia generalizada. En Neuquén, que tiene mucha renta petrolera, ya no hay planes de vivienda. O están terciarizados. Nosotros planteamos que se estatizara la fábrica y, con control estatal, dedicar nuestra producción a viviendas. El gobierno proveía materia prima, maquinaria. Nosotros laburábamos. Gestión obrera. Ese fue el proyecto. No llegamos. Nadie quiso.
LCV: Nadie. Ni los más peronistas, ni los más socialistas.
Raúl Godoy: Logramos la cooperativa, sostuvimos el equipo, la fábrica abierta, trabajamos con la comunidad. Pero ese proyecto más amplio no se concretó.
LCV: Del 2001 al 2005 hubo una especie de “moda Zanon”. ¿Qué opinás de esos enamoramientos fugaces de la cultura “woke” que luego los abandonan?
Raúl Godoy: Yo creo que el título sería: No me arrepiento de este amor. Lo que hicimos en Zanon fue impresionante. Hasta 2009, cuando llegó la crisis de Lehman Brothers, tuvimos un golpe fuerte. Se encareció la energía, tuvimos que apagar un horno.
LCV: ¿Quién era el ministro de Economía?
Raúl Godoy: No me acuerdo. Pero fue un golpe. Afectó a toda la economía. Pero lo importante es que Zanon fue una gran prueba de cómo los trabajadores podemos gestionar. Se creó una escuela, se trabajó con pueblos originarios. Acá, siempre que hay crisis, los patrones dicen “cierro”. Pero ahora saben que los trabajadores pueden ocupar la fábrica. Eso quedó. Eso está en la conciencia de miles. Y también en la de los patrones.
Hay una empresa, Madigraf, que era de un fondo buitre. Amenazaban con cerrar. Los compañeros grabaron un video con un fantasma que decía “Zanon” en el pecho. Terminó siendo cierto. Ocupada y puesta a producir. Hoy es cooperativa. Produce en el parque industrial de Pilar. Frente a Ford, con 5.000 obreros.
LCV: El tiempo está a favor de los pequeños.
Raúl Godoy: Esperemos. Ninguna lucha fue en vano. Lo que sí es utópico es tener una cooperativa y pensar que, en este capitalismo destructivo, vamos a prosperar. Eso sí es utópico. Pero pensar en un país cooperativo, más grande, es lo único que nos puede salvar de esta barbarie.


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