En una conversación profunda y luminosa, La Columna Vertebral dialogó con la dramaturga audiovisual y creadora del método Guionarte, Michelina Oviedo, una figura clave en la formación de guionistas y en la reflexión sobre la creatividad como proceso vital. A lo largo de la entrevista, Oviedo recorre su singular historia —entre la psicología, el cine y la experiencia comunitaria— para pensar las mutaciones de la creación en tiempos convulsionados, la memoria histórica, las nuevas generaciones y la necesidad de “guionarse” a uno mismo para atravesar las crisis colectivas.
LCV: Hemos invitado a la dramaturga audiovisual, directora de Guionarte, generadora y creadora del método Guionarte, Michelina Oviedo, para trasladar estos últimos 25 minutos de programa a otro plano —sin dejar de hablar de la realidad—. ¿Cómo te va, Michelina?
Michelina Oviedo: “Gracias, Nora, me va muy bien, muy contenta de estar acá creyendo así que la vida va y me llorar, que la vida va a llorar.”
LCV: [Risas] Contale a la gente muy sucintamente qué es Guionarte.
Michelina Oviedo: “Bueno, mirá, un poco la raíz explica, ¿no? Yo soy psicóloga y nací en un cine. Es raro, pero así fue. Los primeros dos años de vida mi madre me dio de mamar en el cine, aprendí su lenguaje antes que el idioma castellano. Así crecí hasta que la vida me llevó a la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba, de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano presidida por García Márquez. Estuve cuatro años consecutivos, me contrataron por mi doble perfil: haber nacido en un cine y haber tenido como maestro al Grupo Cine Liberación, que me enseñó a filmar. Fernando Birri dijo: ‘No la dejen escapar’. Investigaba como psicóloga el proceso creativo y todos querían saber psicología, así que les enseñaba a través de películas como El espejo de Tarkovski, que aborda el complejo de Edipo. Luego, al volver a Buenos Aires intenté retomar la psicología, pero lo institucional chocaba con lo vivido allá, esa idea de unidad y comunidad. Así surgió Guionarte: una mezcla de lo psicológico y lo cinematográfico, un método para guionarse a uno mismo sacando afuera lo propio. Crear es sacar afuera lo propio, pero hay muchas dificultades para exponerlo.”
LCV: Terrible. Yo fui alumna hace muchos años, creo que no hacía tanto que habían empezado…
Michelina Oviedo: “Exacto. Ahora armé una encuesta para recopilar todos los productos que llegaron a pantalla. Primera década, segunda… y me doy cuenta de que estamos transitando la primera. En los 90 había una manera de mirar muy interesante. Había un sector con necesidad de abrir puertas: la desaparición, la represión, los militares. Muchos alumnos tenían familiares desaparecidos; otros no entendían por qué eso importaba. Había quienes iban al arte abstracto sin querer engancharse con la realidad. Y eso generaba choques.”
LCV: ¿Cómo manejaban ese público tan variopinto?
Michelina Oviedo: “Eso continúa y lo aprendí al lado de Fernando Birri. Siempre recuerdo mi última conversación con él cuando dejaba la escuela. Yo quería especializarme porque era un espacio con culturas diversas creando juntas. Le dije que al final me había especializado en creatividad y él me respondió que no entendía: que era como estar cuatro años en una fábrica de tornillos y decir que te especializaste en tornillos, porque allí no pasaba otra cosa que creatividad. Acompañar el proceso creativo es complejo: no es feliz, es tortuoso, requiere proteger a cada persona para que rompa sus trabas. Uno puede aprender técnica, pero si perdés el vértigo de abrir puertas para escribir, deja de ser creativo. Si no presentás algo diferente, ¿dónde está tu desafío?”
LCV: Vamos a una música… [Se emite “Solo vos” de Liliana Felipe].
LCV: Seguimos, Mich. Ahora estás haciendo ciclos y talleres cortos adaptados a los nuevos tiempos. Se cumplen 50 años en marzo, medio siglo, y la historia es cíclica.
Michelina Oviedo: “Sí, soy tiradora de I Ching, el libro chino de las mutaciones. Enseña que todo es cíclico: como la noche y el día, la primavera y el verano. Tuve la oportunidad de visitar el Museo del Holocausto y me impactó un afiche nazi que mostraba a un discapacitado con el cálculo económico del costo para el ciudadano. Sentí que esa lógica está detrás de ciertas políticas actuales. Recomiendo visitar el Museo del Holocausto; es impresionante, con tecnología de inteligencia artificial y reconstrucciones inmersivas. Uno ve cómo empieza todo. Me recordó que la repetición histórica es brutal.”
LCV: Está de moda lo inmersivo. ¿Quién se animaría a una ESMA inmersiva?
Michelina Oviedo: “En el museo hay un millón de puntitos blancos: los nombres de cada asesinado en los campos de concentración. Llevaría siete años leerlos todos. Y Hitler, que promovía el ideal ario alto y rubio, era igual a nuestro actual presidente, chiquitito… al que no nombro porque trae mala suerte.”
LCV: Más allá de eso, ¿por qué armaste los nuevos cursos?
Michelina Oviedo: “Porque estaba impregnada de la idea de creatividad como sacar afuera lo propio. Me tomó la película Portero de noche de Liliana Cavani. Ella decía que habla del nazismo que llevamos dentro. Trabajé ese tema con textos de Freud sobre el masoquismo, muy complejos. Y armé una masterclass gratuita que mucha gente está viendo. Ahora voy a hacer una sobre Joker, la locura. Son cursos presenciales y también transmitidos online, porque el 80% de mis estudiantes son extranjeros. Al argentino le cuesta pagar hoy, así que pongo precios reducidos para lo presencial.”
LCV: ¿Dónde y cuándo pueden tomarlos?
Michelina Oviedo: “Comunicándose con Guionarte en Instagram o nuestra web. El sábado 20 a las 11:30 hago una clase presencial en Jorge Newbery 3800, con contribución mínima ‘a la gorra’, transmitida también online. El tema será la locura: psicosis, neurosis y psicosis en Joker, estudiando el guion. Y de paso enseño guion a través del método de las cinco columnas y las tres líneas dramáticas, la ‘trenza’. Para trenzar necesitás tres mechones: así también el conflicto dramatúrgico no son dos fuerzas sino tres, como el ello, yo y superyo. Una línea sostiene a las otras aunque no se vea, como en la vida.”
LCV: Nos queda poco tiempo. ¿Por qué es importante el guion en cualquier estructura de comunicación?
Michelina Oviedo: “Porque hay que saber trazar las líneas dramáticas A, B y C y alternarlas para construir estructura. Te digo algo polémico: la serie Envidiosa tenía una temporada uno excelente, pero en la dos hubo un error básico de guion: abandonaron la necesidad dramática del personaje. Cuando eso pasa, se cae. Como La Niñera cuando se casa. No podés abandonar la necesidad dramática o perdés a la audiencia. En la realidad argentina, la necesidad dramática sería que la plata alcance. El personaje alrededor del cual se construye es el presidente, un Joker. La historia es cíclica: no hay que clavarse mil puñales por el voto, pero sí entender que puede devenir en más errores o en esperanza, depende de cómo siga. Hay que educar a los jóvenes: muchos hoy no saben ni cómo se llamaban los Beatles.”
LCV: Se nos termina el programa. Te invitamos a volver para hablar de Joker en enero o febrero.
Michelina Oviedo: “Cómo no. En enero empiezan los cursos de verano para aprender el método. Cualquiera puede aprender a hacer un buen guion, y también un buen guion de su vida, que es importantísimo.”