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Teletrabajo: 40 proyectos y ninguna flor
Informe: Javier Touzón
En la Argentina, a partir de la llegada del Covid-19, y fundamentalmente con la sanción del decreto N° 297/20 que estableció el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio en todo el país, gran parte de los trabajadores en relación de dependencia, en especial aquellos que ejercen su labor en oficinas públicas o empresas privadas como también trabajadores de la educación por ejemplo, empezaron a ejercer la modalidad de teletrabajo.
En ese marco, la clase dirigente cayó en la cuenta que no existían marcos legales para su desarrollo. Ni seguros de accidentes de trabajo, ni reglas horarias o modo de producción. Esta situación motivó a que tanto diputados como senadores de la Nación presentaran proyectos de ley para regularlo y a los sindicatos a prestar atención a una nueva modalidad de trabajo que trae con ella una fuerte tendencia a consolidar el trabajo informal.
Todos los periodos presidenciales de cualquier pelo y color tuvieron proyectos en las dos cámaras que no vieron la luz del debate. En el periodo que va desde marzo hasta el 3 de junio de este año fueron presentados, por distintas bancadas de ambas cámaras, 14 proyectos con la peculiaridad que el 27 de mayo se presentaron 3 por la misma fuerza política: por el Frente para la Victoria las y los diputados del Frente De Todos: Blanca Ines Osuna, Susana Graciela Landrischini, Alejandra Del Huerto Obeid, Ana Carolina Gaillard, Mara Brawer, Mayda Cresto, Nancy Sand, Gisela Marziotta, María Liliana Schwindt, Mirta Tundis y Hilda Clelia Aguirre y el mismo día presentaron otro proyecto por el mismo bloque Walter Correa y Vanesa Siley.
Por la Coalición Cívica presentaron un proyecto Maximiliano Ferraro, Mónica Edith Frade y Alicia Terada. Y el que firma la diputada por el Frente Para La Victoria, Graciela María Caselles. Hasta la actualidad, el último proyecto presentado fue el 3 de junio y pertenece al diputado por la Unión Cívica Radical, Luis Alfonso Petri.
Ayer arrancó un debate postergado por años. La pandemia trajo de facto una modalidad de trabajo pre existente pero ahora generalizada, y por eso visible. Y puso el foco en la necesidad del consenso en el bloque del Frente de todos, que ellos solitos presentaron nada más y nada menos que 13 proyectos. La CGT y las dos CTA a través de distintos representantes gremiales hicieron oir su voz en la primera reunión informativa de la Comisión de Legislación del trabajo de la Cámara baja, que preside la diputada Vanesa Siley.
En esta primera reunión de comisión, que continuará en el día de mañana, no solo estuvieron presentes todas las centrales sindicales sino una gran cantidad de gremios. Los primeros en hablar fueron los dirigentes de la CGT, Daer y Acuña. Héctor Daer sotuvo que estaban “esperando otro momento para el tratamiento’ de esta ley pero que, aún con algunos matices, entienden que se generó una nueva modalidad laboral, que diferencio de la ‘actividad laboral’. Además, pidió que no haya un plazo perentorio ya que se ‘abre una negociación libre para las partes’, también auguró que ‘Si se puede, que los trabajos se realicen en el país’.
Hugo Yasky por su parte sostuvo: ‘Estamos en excelentes condiciones de poder discutir y llegar a un consenso’ y no dejó de mencionar la importancia de tocar el tema de las Obras Sociales.
Peidró fue el encargado de exponer la posición de la CTA-Autónoma:
“Dentro de nuestra CTA se viene discutiendo el tema del teletrabajo. La situación de la pandemia provocó que se generalice el tema del teletrabajo.
Necesaria articulación del convenio del trabajo. El teletrabajo solo pueda ser habilitado por un convenio colectivo. Lo voluntario es decisión de los empleadores. Establecer que esos trabajadores deban tener los mismos derechos que los otros trabajadores. Derecho a la asociación colectiva. Debería garantizarse una jornada minima de trabajo que pueda realizarse de manera presencial.Derecho a un medio ambiente sano.Derecho a la desconexión. La obligatoriedad de la desconexión debe ser del empleador. Solo debería estar habilitado previo consentimiento del sindicato. Se debe garantizar la presencia de una comisión de género.”
También participaron de la reunión Walter Correa, Julio Acosta,
Horacio Arreceygor y Claudio Marín, entre otros. Algunos de los puntos en los que coinciden todos los actores es la necesidad de brindar un marco normativo para la actividad que contemple: jornada laboral delimitada, derecho a la desconexión laboral, elementos de trabajo provistos por la patronal o compensación económica por el desgaste del material propio, salud, higiene y seguridad, igualdad de derechos sindicales que el trabajador presencial, entre otros puntos importantes como contemplar las tareas de cuidado de los/las trabajadores/as y la necesidad de que esta modalidad no se convierta en el jubileo de los empresarios para fomentar el trabajo informal.
Un poco de historia
Este no es el primer año donde proyectos de ley que regularan el teletrabajo fueran presentados. El primero proyecto presentado fue el 24 de septiembre del 2002 por la entonces diputada nacional por la provincia de Tucuman, Olijela Del Valle Rivas, perteneciente al bloque justicialista. Este proyecto, como los que vinieron a posteriori, garantiza condiciones igualitarias de trabajo para los teletrabajadores de forma que tengan los mismos derechos laborales que aquellos que están bajo las otras modalidades; por ejemplo, provisión y financiamiento del equipamiento necesario. Además sancionaba la prohibición de que un empleador allane el domicilio del trabajador. En proyectos posteriores, fundamentalmente los actuales, garantizan la intimidad del trabajador donde ejerza su labor, sea en su domicilio o en el lugar donde se encuentre.
La cantidad de proyectos de ley presentados sobre el teletrabajo hasta el momento son 40 según informa el sitio oficial de la Cámara de Diputados de la Nación, abarcando también el Senado.
El primer proyecto, presentado en el 2002, como los que fueron presentados en el 2007 y en el 2008, contempla tanto a aquellos trabajadores que trabajen en sus domicilios como en “centros de teletrabajo u oficinas satélites”. Los call center fueron los primeros en hacer sonar la alarma de la necesidad de establecer nuevas reglas laborales. Luego los proyectos hablarán en sus primeros artículos de que entienden al teletrabajo como “a la realización de actos, ejecución de obras o prestación de servicios en los términos de los artículos 21 y 22 de la Ley N° 20.744 (t.o. 1976) y sus modificatorias, en las que el objeto del contrato o relación de trabajo es realizado total o parcialmente en el domicilio del trabajador o en lugares distintos del establecimiento o los establecimientos del empleador, siempre que se utilice todo tipo de Tecnología de la Información y de las Comunicaciones (TIC)”. Siguientes proyectos utilizan términos similares.
La lista de proyectos presentados a partir de junio del 2004 es extensa: el primero es de autoría del diputado Oscar Lamberto del bloque justicialista quien presenta sin éxito un proyecto que vuelve a intentar su tratamiento en marzo del 2006; en julio del 2007, la diputada Graciela Yolanda Bar del bloque justicialista; en agosto del 2008, la senadora por Formosa del bloque Frente Para La Victoria, Adriana Raquel Bortolozzi De Bogado; en agosto del 2010, las y los senadores Adolfo Rodriguez Saa, Graciela Agustina Di Perna, Adriana Raquel Bortolozzi De Bogado, Hilda Gonzalez De Duhalde, Juan Carlos Romero, Emilio Alberto Rached, Liliana Negre De Alonso, Roberto Gustavo Basualdo y Arturo Vera – el senador Adolfo Rodriguez Saa y la senadora Liliana Negre De Alonso volvieron a presentar proyectos sobre el teletrabajo en marzo del 2012 -, en marzo del 2011, la senadora por Buenos Aires del PRO, Gladys Esther Gonzalez, quien insistió con sus proyectos en agosto del 2013, marzo del 2015, octubre del 2018 y el último en marzo de este año, 2020.
El Poder ejecutivo también envió proyectos para poner luz sobre la nueva modalidad de trabajo. Por ejemplo, el enviado del por entonces ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el mismísimo Presidente de la Nación actual, el doctor Alberto Fernández, en su carácter de jefe de gabinete de ministros del gobierno presidido por Nestor Kirchner.
El proyecto del gobierno de Néstor Kirchner, que consta de unos nueve artículos, reconocía en su artículo 1°al teletrabajo “como a la realización de actos, ejecución de obras o prestación de servicios en las que el objeto del contrato o relación de trabajo es realizado total o parcialmente en el domicilio del trabajador o en lugares distintos del establecimiento o los establecimientos del empleador, mediante la utilización de todo tipo de tecnología de la información y de las comunicaciones (TIC’S). En su artículo 2°, establece que “los teletrabajadores gozarán de los mismos derechos que los demás trabajadores en relación de dependencia. Sin perjuicio de ello, las comisiones paritarias de los convenios colectivos aplicables a estos trabajadores deberán establecer las condiciones de trabajo, teniendo como prioridad las particularidades de la prestación, la índole de la relación y el respeto del principio de igualdad de trato entre un teletrabajador y un trabajador que desempeñe igual tarea en el establecimiento del empleador”. En tanto, que los artículos 3 y 4 garantizan la privacidad del trabajador por un lado y el aporte necesario por parte del empleador para el equipamiento del empleado.
Un debate que empezó hace demasiado tiempo por un tema que quizás – pandemia mediante – ya sea una realidad que llegó para quedarse.
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Innovación, tecnología y cooperativismo: Cootech dijo presente en la Expo Cooperativa 2025
La cooperativa tecnológica Cootech participó por primera vez de la Expo Cooperativa 2025, realizada en el Teatro Argentino, donde presentó herramientas digitales orientadas al turismo, la gestión rural y la seguridad. En diálogo con La Columna Vertebral, Tatiana Aime detalló los productos exhibidos, el balance de la experiencia y destacó el fuerte perfil de género de la cooperativa.
LCV: La cooperativa estuvo presente, tuvo stand en la Expo Cooperativa 2025 del viernes pasado.
Tatiana Aime: “Sí, así es. Estuvimos en el Teatro Argentino donde se realizó la Expo Cooperativa 2025, la segunda edición, y esta fue la primera vez que nos presentamos mostrando algunos de nuestros productos.”
LCV: ¿Y cuáles son esos productos?
Tatiana Aime: “Los productos que llevamos al stand fueron tres en particular: uno es un software de digitalización de destinos turísticos que permite recorrer virtualmente zonas turísticas, como por ejemplo Berisso, Tapalqué y Carué, donde al ingresar a la página web de cada municipio se puede encontrar digitalizada toda su oferta turística.”
LCV: ¿Esto puede usarse desde el celular?
Tatiana Aime: “Sí, no es necesario ningún tipo de artefacto especial, con una computadora o un celular se puede visualizar perfectamente, lo que permite que cualquier persona que esté viajando por la provincia de Buenos Aires pueda consultar desde el teléfono qué hay para hacer en un destino determinado.”
LCV: Por ejemplo, si quiero ir un fin de semana largo a Carué, ¿la plataforma me muestra qué hay para hacer?
Tatiana Aime: “Exactamente, la página web te muestra los lugares turísticos y las actividades disponibles en Carué.”
LCV: ¿Cómo lo mostraron en el stand?, ¿era interactivo?
Tatiana Aime: “Sí, teníamos una pantalla donde se podía interactuar y recorrer los distintos lugares, y también presentamos realidad aumentada con visores, que permitían señalar y explorar los espacios de forma virtual.”
LCV: ¿Dijiste que presentaron más herramientas además de esta?
Tatiana Aime: “Sí, además presentamos dos herramientas más: una de gestión interna para campos y otra de seguridad rural que actualmente está siendo aplicada en el municipio de Salliqueló.”
LCV: Es la primera vez que participan en la Expo, ¿qué te pareció la experiencia y la interacción con la gente?
Tatiana Aime: “La experiencia fue muy buena, pudimos contactar a distintas cooperativas, charlar, mostrar lo que hacemos y tejer redes, que es algo fundamental dentro del cooperativismo.”
LCV: ¿Qué saldo dejó la Expo en términos de contactos y vínculos?
Tatiana Aime: “Pasaron muchas personas por el stand, pudimos mostrar nuestro trabajo y nos llevamos contactos con los que seguramente podremos hacer cosas a futuro, tanto con otras cooperativas como con usuarios directos.”
LCV: ¿Ustedes también desarrollan software a medida?
Tatiana Aime: “Sí, no solo hacemos los productos que mostramos en la Expo, sino que también desarrollamos software a medida según las necesidades de cada cliente, y este tipo de eventos permite vincularse directamente con quienes tienen una idea o una problemática concreta.”
LCV: Tatiana, sos muy joven, ¿cuántos años tenés?
Tatiana Aime: “Tengo 34 años.”
LCV: Quiero felicitarte porque es importante ver gente joven trabajando y construyendo estos proyectos colectivos.
Tatiana Aime: “Muchas gracias, y quiero destacar que Cotech está compuesta en un 90% por mujeres, algo que nos llena de orgullo, sobre todo teniendo en cuenta que desde el IPAC se viene planteando la equidad de género como un eje central para las cooperativas del próximo año.”
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Paro de controladores aéreos por salarios atrasados y despidos sin resolver
En diálogo con La Columna Vertebral, Julián Gaday, integrante de la comisión directiva y vocero de la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Navegación Aérea (ATEPSA), explicó cuál es la función de los controladores aéreos, el nivel de responsabilidad que implica su trabajo, las condiciones salariales del sector y los motivos del conflicto que derivó en medidas de fuerza anunciadas a partir del 17 de diciembre.
LCV: ¿Qué es un controlador aéreo?
Julián Gaday (ATEPSA):“Los controladores aéreos somos las personas encargadas de guiar y separar a todos los aviones desde que ponen en marcha los motores hasta que aterrizan en destino: despegue, aterrizaje, ascenso y nivel de crucero. Controlamos básicamente todo el espacio aéreo argentino, incluidos aviones del Estado, militares y comerciales; todo lo que vuele tiene que comunicarse con nosotros. Si no trabajamos, no hay tránsito aéreo, por eso somos un servicio público esencial y se nos hace tan difícil llegar a medidas de fuerza.”
LCV: Quiero poner en valor la responsabilidad que tienen: si se equivocan en una ruta, puede haber consecuencias gravísimas.
Julián Gaday:“Por supuesto. En el centro de control de área de Ezeiza, donde trabajo, controlamos en una hora normal entre 25 y 35 vuelos, y en horas pico hasta 50 aviones por hora. Estamos hablando de miles de vidas que pasan por nuestras voces, nuestras decisiones y nuestras instrucciones, no solo en ruta sino desde que el avión empieza a subir. Básicamente tomamos decisiones para evitar, de manera fundamental, que los aviones se choquen.”
LCV: ¿Cómo es el trabajo en equipo para que un avión esté en vuelo?
Julián Gaday:“ATEPSA representa a todos los trabajadores de los servicios de navegación aérea. Todo comienza en las oficinas ARO, donde se recibe la documentación y el plan de vuelo que presentan los pilotos o las aerolíneas, con la ruta y toda la información necesaria. Allí también se brinda información sobre estado de aerovías, aeropuertos y meteorología. Luego el avión llama a la torre de control, que autoriza la puesta en marcha, el rodaje y el despegue. Una vez en vuelo, pasa a los controladores de área, que controlamos todo el espacio aéreo desde cinco centros en el país, y al aproximarse al destino vuelve a pasar a la torre. También intervienen los servicios de búsqueda y salvamento y las oficinas NOTAM, que notifican cuestiones operativas a los pilotos.”
LCV: ¿Se estudia para ser controlador aéreo? ¿Cómo es la formación?
Julián Gaday:“Sí, se estudia. Hay un curso básico de un año y luego, según el destino, entre seis meses y más de un año para obtener la habilitación local. Yo, por ejemplo, trabajo en el centro de control de área y no puedo controlar en la torre de Ezeiza aunque esté a un piso de distancia, porque no tengo habilitación. Lo mismo sucede entre distintos aeropuertos: cada lugar tiene sus particularidades y son trabajos distintos.”
LCV: Con ese nivel de exigencia, ¿cuánto gana un controlador aéreo?
Julián Gaday:“Un controlador en Ezeiza o Aeroparque puede ganar alrededor de dos millones de pesos. En el interior del país, en aeropuertos con menor complejidad, los salarios rondan entre 1.300.000 y 1.800.000 pesos. En algunos de los cinco centros de control hay trabajadores por debajo de la línea de pobreza. Gran parte del colectivo tiene que hacer trabajos extra para mantener un nivel de vida mínimo que le permita realizar esta tarea, que es vocacional y crítica para la seguridad.”
LCV: ¿Cómo es el diálogo con la empresa y en qué consisten las medidas a partir del 17 de diciembre?
Julián Gaday: “El diálogo es prácticamente nulo. Hemos asistido a varias audiencias, pero es hablar contra una pared. No tenemos respuestas ni soluciones, desconocen el conflicto, los motivos y hasta el convenio colectivo de trabajo. En la última audiencia nos pidieron cinco días más para analizar propuestas que presentamos el 9 de septiembre. Pasaron tres meses sin analizarlas. Reclamamos actualización de viáticos con más de un año de atraso, revisión de categorías de aeropuertos —que por convenio debe hacerse anualmente— y la reincorporación de nueve controladores despedidos ilegalmente. Solo reincorporaron a tres; los otros seis siguen esperando, sin ninguna justificación válida.”
LCV: ¿Están informando para que los pasajeros no se vean sorprendidos?
Julián Gaday: “Notificamos a la empresa hace diez días del cronograma de medidas. Como servicio público esencial, debemos garantizar al menos el 45% de las operaciones, y nuestras medidas afectan alrededor del 10%. Informamos por mail a todas las compañías aéreas para que reprogramen vuelos y avisen con anticipación a los pasajeros. Nuestros usuarios directos son las aerolíneas, no los pasajeros.”
LCV: Se cuestiona que las medidas coincidan con fechas sensibles como Navidad.
Julián Gaday: “Durante todo noviembre hicimos medidas de fuerza sin afectar pasajeros, parando solo vuelos de carga. No tuvimos ninguna respuesta. Recién cuando se afecta al pasajero aparece el conflicto en agenda. Por eso es importante decir que no somos los únicos responsables: del otro lado están la empresa y el Estado, que no negocian ni ofrecen lo mínimo indispensable para llegar a un acuerdo.”
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Acerca del imperio de lo inaudito y la apatía, por Hernán López Echagüe
Todo ocurre a cada instante, de modo cruel, y, en ocasiones, espeluznante. La vida se ha convertido en una suerte de encadenamiento de pasos dominados por la inviabilidad de llevarla a cabo. Un vagabundeo desprovisto de mira. Basta con echarle un poco de ojo a los acontecimientos que nos rodean, y nos sumergen, sin pausa, en un estado de las cosas en el que predominan el oscurantismo, la persecución, la barbarie, y el espíritu de la irracionalidad más abyecta. Sin embargo, lo que más pesadumbre causa es el silencio, y la quietud, y el desmembramiento de las voces y los actos de los que, al parecer, a los gritos y gesticulaciones por momentos dignas de conmiseración, condenan el oscurantismo, la persecución, la ignorancia y la irracionalidad. Y, al final de cuentas, no hacen más que brindarle mayor magnitud al descalabro, y, en ocasiones, fundamento. Triste victoria del vacío. ¿Qué decir? ¿Qué escribir?
Mejor lo ha dicho y escrito Julio Cortázar en su artículo “Policrítica a la hora de los chacales”, en 1971. Medio siglo atrás:
“De qué sirve escribir la buena prosa, de qué vale que exponga razones y argumentos si los chacales velan, la manada se tira contra el verbo, lo mutilan, le sacan lo que quieren, dejan de lado el resto, vuelven lo blanco negro, el signo más se cambia en signo menos, los chacales son sabios en los teles, son las tijeras de la infamia y del malentendido, manada universal, blancos negros, albinos, lacayos si no firman y todavía más chacales cuando firman, de qué sirve escribir midiendo cada frase, de qué sirve pesar cada acción, cada gesto que expliquen la conducta, si al otro día los periódicos, los consejeros, las agencias, los policías disfrazados, los asesores del gorila, los abogados de los trusts se encargarán de la versión más adecuada para consumo de inocentes o de crápulas, fabricarán una vez más la mentira que corre, la duda que se instala, y tanta buena gente en tanto pueblo y tanto campo de tanta tierra nuestra, que abre su diario y busca su verdad y se encuentra con la mentira maquillada, los bocados a punto, y va tragando baba prefabricada, mierda en pulcras columnas, y hay quien cree y al creer olvida el resto, tantos años de amor y de combate, porque así es, compadre, los chacales lo saben; la memoria es falible y como en los contratos, como en los testamentos, el diario de hoy con sus noticias invalida todo lo precedente, hunde el pasado en la basura de un presente traficado y mentido.Entonces no, mejor ser lo que se es, decir eso que quema la lengua y el estómago, siempre habrá quien entienda este lenguaje que del fondo viene, como del fondo brotan el semen, la leche, las espigas.Y el que espera otra cosa, la defensa o la fina explicación, la reincidencia o el escape, nada más fácil que comprar el diario made in usa, y leer los comentarios a este texto, las versiones de Reuter o de la UPI donde los chacales sabihondos le darán la versión satisfactoria, donde editorialistas mexicanos o brasileños o argentinos traducirán para él, con tanta generosidad, las instrucciones del chacal con sede en Washington, las pondrán en correcto castellano, mezcladas con saliva nacional, con mierda autóctona, fácil de tragar.No me excuso de nada, y sobre todo no excuso este lenguaje, es la hora del chacal, de los chacales y de sus obedientes: los mando a todos a la reputa madre que los parió, y digo lo que vivo y lo que siento y lo que sufro y lo que espero. Sólo así podremos acabar un día con los chacales y las hienas”.
Ilustración: Silvia Flichman (https://silviaflichman.com.ar/ )
Luis Lázaro: “Atacar el Estatuto del Periodista es atacar el derecho de la sociedad a informarse”
Innovación, tecnología y cooperativismo: Cootech dijo presente en la Expo Cooperativa 2025

