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“Las rurales” de Salta que se animan a más

Por Florencia Vespignani

(florenciave@gmail.com)

“Somos las rurales”, me dice Gabriela Reartes para referirse a ella y a sus compañeras de trabajo. Gaby es salteña, tiene 38 años, está orgullosa de ser trabajadora rural, y parte de ATRES (Asociación De Trabajadores Rurales y Estibadores De Salta) que integra la Federación de Trabajadores Agrarios de la Actividad Primaria (FETAAP). La actividad principal que desarrollan en su provincia es la cosecha de tabaco, pero también de citrus, uva, ají, poroto y maíz.

Estamos en la vereda del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario, donde se realiza la segunda jornada del II Encuentro Feminismo y Sindicalismo. Es la primera vez que en esta sede se realiza una reunión de mujeres. Gaby está entusiasmada: encontrarse con otras mujeres sindicalistas le reafirma el camino y le abre nuevas perspectivas. Habla claro y preciso y me va contando cómo es su trabajo, la situación de “las rurales” y las tareas que lleva adelante.

Su sindicato representa a trabajadorxs rurales en relación de dependencia, sus patrones son los dueños de las fincas. En una provincia donde el nivel de trabajo informal supera el 45%, ese reconocimiento como trabajador/a asalariado es un gran desafío. En Salta, donde Gaby vive, milita y trabaja es fácil para los dueños de la tierra tener peones y peonas sin registrar.

En algunos sectores hablar en género femenino sigue siendo lejano, la palabra peona no es muy habitual escucharla ni escribirla. Históricamente no era la peona, sino la mujer del peón, que sin salario tenía que ayudar a su marido. Una vez más no reconocidas. También el nombre de los sindicatos y federaciones se siguen enunciando en masculino: trabajadores, estibadores, empleados, aceiteros. Incluso Gaby usa el genérico masculino cuando habla, y pienso en las disputas de sentido que damos desde los feminismos.

Otra dificultad debe encarar es que les mismes trabajadores no conocen sus derechos, lo cual hace el trabajo gremial más difícil. Por eso, una de las primeras tareas que encaró Gaby fue recorrer finca a finca explicando los derechos laborales: Nosotros hicimos trabajo de hormiga, recorrer fincas y barrios capacitando: ¿sabés que te toca el aguinaldo?, ¿sabés que te tocan las vacaciones?, aunque sea temporal te toca, aunque sea 50 pesos son tus vacaciones, te toca un porcentaje”. Y así también se ganaron la bronca de los patrones, que prefieren que les trabajadores sigan como venían: sin conocer ni reclamar lo que les corresponde.


“Nosotros hicimos trabajo de hormiga, recorrer fincas y barrios capacitando: ‘¿sabés que te toca el aguinaldo?, ¿sabés que te tocan las vacaciones?'”

SOBRE EL TRABAJO PARA QUE LES PEONES CONOCIERAN SUS DERECHOS

¿Cómo es la situación de mujer rural y sus derechos? Le pregunto. “Totalmente nulos –responde–, nos acostumbramos a enfocarnos en el trabajo, en lo poco que ganás, vos sabés que te pagan mal, pero que te quedás callado porque no hay quien te represente”.  

A Gaby y sus compañeres lo que les juega en contra es el sentido común que prima en su territorio, donde está naturalizado que la política y los sindicatos son malas palabras. Es parte del discurso elaborado desde el poder para aplacar la organización y la posibilidad de que los sectores populares reclamen y se organicen. Contra este sentido común que desmoviliza, se enfrentó Gaby: De dónde venimos ven que la política es mala y el sindicato son chorros. Así nomás…  mi mamá al principio me decía ´no te metas, porque yo no te enseñe a robar´”. Pero ella empezó a participar y al principio dice, “yo no sabía ni quién era el presidente… vos trabajás, te levantás, vas a trabajar, volvés, descansás y luego te levantás para trabajar otra vez… ni siquiera en los estudios nos enfocamos, lamentablemente.

La participación en el sindicato le sirvió para formarse políticamente y representar a sus compañeros y compañeras, la hace sentir protagonista. Hoy habla de política con naturalidad y de sindicalismo con claridad.

El gobierno de Macri nos sacó derechos, una herramienta fundamental que es la intercosecha, y teníamos a la Uatre (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) aplaudiendo eso… Recorras donde recorras no hay trabajador que se sienta representado por la Uatre”. 

Para garantizar derechos y pelear contra el trabajo no registrado, desde la FETAAP, exigen que el registro de trabajadores rurales esté en manos del Estado y que sean parte los sindicatos que genuinamente representan al sector. Por eso está orgullosa de integrar lo que ella denomina “el nuevo sindicalismo rural”, para diferenciarse claramente de la UATRE. También reflexiona sobre los problemas que están atravesando en el sector: el reemplazo de personas por tecnología. Y están pensando alternativas y se fueron acercando a las organizaciones de pequeños productores “y mostrarle al gobierno que hay tierras para trabajarlas, que nos ayuden con las herramientas… sabemos cómo trabajar la tierra, estamos empezando a pensar esto. Y con este proyecto nos unimos con el campesinado y pequeños productores para poder salir juntos a pelear”.


“De donde venimos ven que la política es mala y el sindicato son chorros. Mi mamá al principio me decía: ‘no te metas, porque yo no te enseñé a robar'”

sobre cómo el sindicalismo está mal visto en la región

Gaby también se animó a de ser candidata a diputada. “Imaginate, en mi provincia, gobernada por garcas y re machista, donde los políticos son también nuestros patrones”. Para dar pelea contra ese conservadurismo dio debates en el Frente de Todos: “¿Por qué los únicos que pueden ocupar esos lugares son los patrones, los abogados, los contadores?”, les preguntó a sus compañeres. “Esos lugares los podemos ocupar los obreros, no solo el sector rural, sino el de la construcción, de la metalúrgica, etc.”, insistió. Y aunque no llegó (todavía) a ser diputada, la experiencia le resultó “espectacular”.

Pero, ¿qué costo pagamos las mujeres cuando decidimos ser sindicalistas y hacer política?

“A mí me tocó la parte más fea”, cuenta. “Mi hijo tenía 6 años cuando empecé a enfocarme en el trabajo (sindical) y empezamos a recorrer las fincas. Volvía de trabajar tipo siete y me iba al sindicato a capacitarme, empezamos de esa manera. Dejaba mucho a mi hijo y ahí la familia se te pone en contra, porque dice que lo hacés que no se entiende”.

Durante un tiempo ella y sus compañeres tuvieron que viajar a Buenos Aires para lograr la certificación del nuevo sindicato. “En uno de esos viajes me llega una notificación de mi expareja, para sacarme a mi hijo; pusieron abandono de mi hijo, y una tiene que retrucar que no abandonó, que mi hijo seguía estudiando, se quedaba con los tíos, y una tenía que viajar por su trabajo, por lo que hacés. Por suerte no logró sacarme la tenencia, pero fue duro”.  

Ahora sabe que su hijo está contento, que entiende lo que ella hace y valora la constancia que tuvo en este camino. Me cuenta otra anécdota que ayuda a entender la situación en su provincia: desde la escuela la llamaron y le preguntaron por qué le metía política en la cabeza al hijo.

El crecimiento y la visibilidad del movimiento feminista impulsa a compañeras como Gaby. No sólo por la lucha a la par de sus compañeros varones del sector rural, sino por el desafío de tener que demostrar a su familia y sus vecines que luchar vale la pena. En estos años Gaby dio batalla contra el sentido común que la recluía adentro de la casa y la traccionaba a quedarse quieta, contra el mandato que establecía que una mujer como ella no podía ser protagonista. Gaby se animó: salió de su casa, se organizó, se capacitó, debatió con su familia, en su barrio, recorrió fincas, representó a sus compañeres, es sindicalista y fue candidata a diputada. Se animó y, siguiendo su ejemplo, hoy son muchas más las mujeres que, aún en una provincia conservadora como Salta y un sector históricamente postergado como el rural, cada vez se animan más.

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Uruguay, el espejismo de América Latina, por María Urruzola

Hay algo que a los uruguayos en general les encanta: mirar los indicadores tradicionales que los organismos internacionales utilizan para hacer ranking de países, del mejor al peor,y festejar que a Uruguay en general le va muy bien. Todos conocemos esos indicadores: el Producto Bruto Interno, el índice de Desarrollo Humano, la desigualdad (índice de Gini) y el nivel de pobreza. En resumen, los indicadores nos califican como un país de “muy alto desarrollo humano”.


Mas aún: el Índice de Paz Global clasifica constantemente a Uruguay entre los países más seguros de América Latina y el índice de Felicidad 2025 nos ubica como el más feliz del continente. Pero por alguna razón que no registran los organismos que elaboran esos índices, ni las calificadoras de riesgo que los usan para orientar hacia dónde va la plata mundial, lo que se respira en las calles, sobre todo en su capital Montevideo, lo que se percibe en el ánimo de la gente común, lo que se dibuja cuando
una arma un puzzle con otras piezas, es muy diferente.

Uruguay se encuentra entre los países de la región con las tasas más altas de mortalidad por suicidio


Es que a la hora de elegir indicadores o índices la mirada puede dirigirse hacia otro Uruguay que también puede organizarse en rankings, descorazonadores.


-Uruguay se encuentra entre los países de la región con las tasas más altas de mortalidad por suicidio (21,3 por cada 100.000 habitantes en 2024), con un impacto mayor en hombres y en personas mayores de 75 años, seguidos por adolescentes y jóvenes. Entre los adolescentes de 15 a 19, es la principal causa de muerte.


-Tenemos casi el doble del promedio mundial de homicidios: 10.7 homicidios cada 100.000 (2022/2024) cuando el promedio mundial es de 5.8.

Somos un país pequeño que quiso ser ejemplo y lo fue: leyes pioneras, derechos ganados, educación laica. Pero también somos los que se quiebran en silencio…

-Uruguay ocupa el 5to lugar en tasa de femicidios entre los 36 países de América Latina y el Caribe. Mientras escribo estas líneas, el Senado de pie homenajea a la última mujer asesinada hace dos días, maestra, quien entró a pedir auxilio a una estación de nafta pero no logró escapar ni siquiera así de su marido, a quién había denunciado en múltiples oportunidades. El homenaje de los senadores llegó tarde.


-Uno de cada tres niños es pobre, según nueva metodología adoptada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La pobreza global terminó 2024 en 17,3%, pero con una fuerte desigualdad etaria: el 32 % de los menores de 6 años son pobres, en contraste con un 6,3 % entre las personas mayores de 65 años, lo que confirma un fenómeno persistente de infantilización de la pobreza.

Los uruguayos “felices” se drogan como si no lo fuesen


-Uruguay se posiciona entre el primer y segundo lugar en consumo de casi todos los tipos de drogas relevadas por el último Informe Mundial sobre Drogas de las Naciones Unidas presentado el 30 de junio de este año 2025. De acuerdo con esos datos, Uruguay es el primer consumidor de cannabis, éxtasis y opioides de América Latina. Mientras que está segundo en consumo de cocaína y opiáceos. Los uruguayos “felices” se drogan como si no lo fuesen.


-Y además, Uruguay es el segundo consumidor del mundo de whisky por habitante (litros/persona/año). Los uruguayo “pacíficos” chupan como esponjas.


-En simultáneo ocupa el primer lugar de presos por cantidad de habitantes de América del Sur. En el último año, la tasa de prisionización fue de 456 personas por cada 100.000 habitantes. Un nuevo récord nacional que ha continuado aumentando en 2025, llegando a 477 a mediados de este año.

Tenemos un ‘tempo’ de vida ciudadana casi único: no es lento sino simplemente fuera del tiempo, un registro de otra dimensión

-Presos que viven en un hacinamiento “crítico” y “mayor de 120% en casi todo el sistema”. En las celdas hay más del doble, triple o cuádruple de personas que tendrían que estar alojadas allí. “En muchos lugares el hacinamiento es mayor que ese promedio: en la Unidad 5 Centro Femenino de Colón llega a ser de 174%, en Paysandú es de 178%, en Rivera y Colonia 171%.

-Esas condiciones reales son una constante violación de los derechos humanos en el sistema penitenciario, ya que 46% de la población privada de libertad vive en condiciones crueles. Hay un comisionado parlamentario para las cárceles que lleva años denunciándolo. Sin suerte. Por eso unos 40 presos mueren al año en las cárceles, por asesinato o enfermedades.


Estimado lector o lectora: ¿ya está exhausto de malas noticias? Pues hay más.


-El 48,4% de los jóvenes entre 21 y 23 años no terminaron los estudios secundarios. Ese nivel de deserción se traduce en que sólo el 15% de las personas entre 25 y 35 años tienen títulos de Educación Superior. Lo que obviamente repercute en el empleo.

Uruguay presenta la mayor tasa de desempleo juvenil de la región


-Uruguay presenta la mayor tasa de desempleo juvenil de la región, con un 28,1%, casi duplicando el promedio, seguido por Costa Rica (23,3%), Colombia (20,6%) y Chile (20,1%), de acuerdo con los datos recabados por la OIT. Para América Latina y el Caribe, el promedio es de 13,8%. En resumen, se podría decir que Uruguay es un lindo país para vivir salvo que usted sea uruguayo o uruguaya. Si es extranjero y tiene dinero, es un país tranquilo y feliz, que no tiene guerras, ni eventos climáticos extremos, ni terrorismo, y ni siquiera tensiones étnicas, porque somos todos casi iguales. Y por si eso fuera poco, tenemos un “tempo” de vida ciudadana casi único: no es lento sino simplemente fuera del tiempo, un registro de otra dimensión.


Por eso las revistas “people” del mundo siempre nos otorgan algún palmarés de buena vida, lo que hace los titulares de los medios de comunicación y la autosatisfacción de las élites. Nos encanta que nos elijan de ejemplo.


Hace poco conversé con una de mis nueras sobre nuestra idiosincracia y, como no nos poníamos de acuerdo, le preguntó a la IA cómo nos definiría, y de su conversación -afirmación y retruque durante un rato- salió toda una definición.
Dijo la IA con máscara oriental: “Somos un país que se nombra en voz baja. Una tierra que parece tranquila. Donde el mate pasa de mano en mano y, al mismo tiempo, el silencio se hereda. Somos la charla lenta, el fuego del asado, la murga que se ríe de todo. Pero también somos la sombra detrás de la risa, el cansancio que no se dice, el vecino que se encierra, el dolor que se disfraza de normalidad. Aquí la tristeza no grita, canta. Se vuelve murga, poema, canción de Drexler o cuento de Levrero. Convertimos la melancolía en arte, porque es la forma más digna que tenemos de sobrevivirla. Somos un país pequeño que quiso ser ejemplo y lo fue: leyes pioneras, derechos ganados, educación laica. Pero también somos los que se quiebran en silencio, los que todavía temen pedir ayuda, los que viven con la esperanza entre los dientes. La cultura uruguaya está hecha de contradicciones: una calma que abriga y asfixia, una tristeza que une y separa, una ternura que se esconde por pudor. En el fondo seguimos buscando cómo querernos. Cómo hacer del silencio un abrazo y de la melancolía una forma de estar vivos”.

De ahí el dicho: “como el Uruguay no hay”.

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Derechos humanos en movimiento. Entrevista a Natalia Berjemo para hablar de la marcha del jueves 11/12 a Plaza de Mayo para defender los DDHH y “fortalecer la resistencia”.

En exclusiva con La Columna Vertebral, Natalia Bermejo, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, presenta la convocatoria Derechos Humanos en Movimiento. Explica la importancia del acto, la participación de las centrales sindicales, las intervenciones artísticas y las mesas de debate, y reflexiona sobre la necesidad de reconstruir la unidad popular y convocar nuevamente a quienes se han alejado de la vida política. Su mirada recupera décadas de militancia en derechos humanos y compromiso con la resistencia social.

“LCV: Contanos un poquito el nombre de la convocatoria y de qué se trata.”
Natalia Bermejo: “Le pusimos Derechos Humanos en Movimiento. Es una convocatoria que busca conmemorar la Declaración Universal de los Derechos Humanos y homenajear la Marcha de la Resistencia. La idea es poner en valor los actos de resistencia del pueblo en un momento en que está siendo atacado. En las marchas siempre hubo micrófono abierto para expresiones políticas y culturales. En esta oportunidad, a las 16:30 habrá un espacio llamado Derechos y Trabajo con Octavio Argüello, ‘Cachorro’ Godoy, el ‘Peluca’ Gramajo y Hugo Yasky, cuatro secretarios generales de organizaciones muy importantes.”

“LCV: Esto marca un punto de inflexión, porque en otras marchas las organizaciones sindicales solían quedar afuera.”
Natalia Bermejo: “Totalmente. Hoy se está atacando la línea de flotación de nuestro pueblo: los trabajadores. Por eso las centrales sindicales toman protagonismo. Es un ataque al pueblo trabajador en su conjunto. Que estén todas es significativo. Y para quienes no puedan asistir a las 16:30, a las 17:30 habrá otra mesa sobre estado de derecho, violencia institucional, persecución política y proscripción, donde estará el padre de Pablo Grillo. A las 18:30, Estela de Carlotto, Tati Almeida y Adolfo Pérez Esquivel leerán un documento de los organismos que enumera los derechos vulnerados. Entre mesas habrá videos de trabajadores del Garrahan, jubilados, educación y otros temas.”

“LCV: ¿Qué son las intervenciones? Leo acá: ‘laboratorio de cartas’, ‘mesa gráfica’, ‘taller agitando derechos’, ‘camarazo por justicia por Pablo Grillo’. ¿Qué hace ARGRA?”
Natalia Bermejo: “Son intervenciones que se harán durante el acto. Los laboratorios de cartas consisten en escribir mensajes para las Madres y Abuelas que luego se entregarán. Y el camarazo es una acción de los reporteros gráficos levantando sus cámaras en reclamo de justicia por Pablo Grillo.”

“LCV: ¿Y la feria de la Economía Popular va a llevar productos?”
Natalia Bermejo: “Sí, van a llevar productos realizados por agricultores, productores y cooperativas de trabajo: alimentos y trabajos elaborados por las cooperativas.”

“LCV: Nati forma parte de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora desde hace años; nos conocemos hace mucho y para mí es como una hermanita menor.”
Natalia Bermejo: “Gracias. Todos estamos pensando cómo fortalecer la resistencia desde las bases, más allá de los partidos políticos. Caminamos juntos hace muchos años y la idea de que ‘no nos han vencido’ sigue siendo muy fuerte.”

“LCV: Ojalá podamos construir un discurso que acerque a quienes se alejaron, a quienes están ofendidos. Hay miles que no votaron porque están decepcionados de todo el arco político. Necesitamos volver a seducirlos.”
Natalia Bermejo: “Totalmente. La bandera de las Madres siempre llamó a superar diferencias porque el enemigo no distingue entre nosotros. No podemos encerrarnos en un gueto.”

“LCV: Convocan todos los organismos de derechos humanos: Abuelas, Madres Línea Fundadora, HIJOS…”
Natalia Bermejo: “Sí, todos. Y además hoy es el aniversario de la desaparición de los doce de la Iglesia de Santa Cruz, víctimas de la traición del infiltrado Astiz. También se suman sindicatos, organizaciones culturales y universidades: Foetra, SADOP, Satsaid, Suteba, Ocra y muchos más. Más de 75 organizaciones quedaron afuera de la gacetilla por falta de espacio. La convocatoria es abierta: todos hacen falta. Nadie puede quedar afuera. Ojalá construyamos un discurso de unión y no de expulsión.”

“LCV: Muchas gracias, Nati.”
Natalia Bermejo: “Nos vemos el jueves.”

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Pablo Flores: “La reforma laboral busca avasallar nuestros derechos”

En medio de la tensión política por el inminente envío del proyecto de reforma laboral al Congreso, Pablo Flores, secretario general de AEFIP Nacional, analiza los alcances del borrador que circula y alerta sobre sus implicancias: desde la eliminación de la ultraactividad hasta cambios profundos en la estructura sindical. En diálogo con La Columna Vertebral, sostiene que se trata de una iniciativa “ideológica”, con retrocesos en derechos laborales básicos, riesgos para trabajadores privados y estatales, y un modelo económico que, asegura, ya muestra señales de fracaso.

LCV: “¿Cómo está siendo este fin de semana largo, teniendo en cuenta que estamos ‘velando las armas’, por decirlo de alguna manera, para que ingrese el proyecto de reforma laboral?”

Flores: “Estamos en estado de alerta. Las organizaciones seguimos de cerca qué es lo que finalmente presentará el gobierno. Una de las cuestiones que la gente escucha pero no comprende del todo es el fin de la ultraactividad, y se repite como si fuera algo bueno, cuando en realidad implica un retroceso enorme.”

LCV: “¿Podés explicar qué es la ultraactividad y qué creen ustedes que busca el proyecto eliminándola?”

Flores: “Si la ultraactividad deja de regir, todos los convenios colectivos deben renegociarse desde cero. Eso expone a los trabajadores a presiones para negociar a la baja, con el Estado como autoridad de aplicación. La ultraactividad permite que las cláusulas normativas y obligacionales sigan vigentes aun cuando vencen los dos años que fija la ley para renegociación. Quitarla abre la puerta a una ofensiva patronal sobre derechos adquiridos.”

LCV: “Uno de los convenios apuntados sería el estatuto del periodista. ¿Qué derechos quedarían más afectados: vacaciones, aguinaldo, negociación salarial, asambleas?”

Flores: “El borrador que circula no sólo plantea terminar con la ultraactividad sino una profunda reforma sindical. Limitar asambleas o derechos colectivos no genera más empleo ni formaliza trabajadores. Son medidas ideológicas orientadas a desmantelar la organización sindical, que es la herramienta histórica con la que conquistamos derechos. Argentina tiene un sindicalismo fuerte, reconocido en la región y en el mundo, y eso es precisamente lo que se busca debilitar.”

LCV: “¿Hay articulación de la CGT con organizaciones sindicales internacionales para respaldar la denuncia de que se está atacando a la organización de los trabajadores?”

Flores: “Sí. Argentina está adherida a convenios internacionales de la OIT y varios puntos de esta reforma no se ajustan a esos estándares. De aprobarse, muchas cuestiones serían judicializadas. El derecho laboral está fuertemente protegido: los países que se desarrollaron lo hicieron ampliando derechos y fortaleciendo el consumo interno, no empobreciendo a sus trabajadores.”

LCV: “El borrador menciona que el trabajador no cobrará durante las asambleas, que no avanzó la prohibición de delegados en pymes de menos de 50 empleados y promete ‘terminar con la industria del juicio’. ¿Qué opinás?”

Flores: “La famosa industria del juicio es un mito. Con 7 a 9 millones de trabajadores informales y alrededor de 100.000 juicios anuales, no hay tal industria. Cuando uno analiza casos que ‘quiebran pymes’, encuentran múltiples vulneraciones previas a los trabajadores. Esta reforma laboral responde a un modelo económico: en vez de discutir una reforma tributaria seria, se busca ajustar por el lado de los derechos laborales, mientras se alivian impuestos a quienes más ganan.”

LCV: “¿Qué buscan con esta proliferación de personerías que permitiría fragmentar la representación sindical?”

Flores: “Buscan debilitar la capacidad de negociación de los trabajadores. Hoy, con la ley vigente, se pueden firmar convenios por empresa o regionales cuando la actividad lo necesita: SMATA, petroleros en Vaca Muerta, etc. Fragmentar la representación llevaría a un caos, con cientos de delegados negociando por separado, y solo beneficiaría a la patronal.”

LCV: “Incluso desde el punto de vista empresarial, ¿tiene sentido multiplicar interlocutores?”

Flores: “No. El empresariado serio no está interesado en desintegrar la fuerza sindical. Cada parte busca mejorar su posición, pero existe un equilibrio alcanzado en décadas de negociación. Cuando hay acuerdos y responsabilidad, los sindicatos acompañamos la gestión tanto en el sector privado como en el sector público.”

LCV: “El gobierno insiste en que los estatales no se verán afectados. ¿Coincidís?”

Flores: “No. Aunque digan que la reforma es para privados, cualquier modificación estructural en la Ley de Contrato de Trabajo impacta en todos. Además, hablan de un 10% de ‘reacomodamiento’ en organismos del Estado, incluida la AFIP, lo cual contradice la idea de que los estatales quedan afuera.”

LCV: “Se menciona que el IVA podría subir al 29%. ¿Es factible?”

Flores: “Posible es, si lo aprueban Diputados y los gobernadores. A algunas provincias podría convenirles y a otras no. Pero no está claro el sentido de trasladar el IVA a las provincias a cambio de ingresos brutos, ni si esos fondos serían de libre disponibilidad o con destino específico. Hay gran falta de claridad: el gobierno anuncia medidas sin definir objetivos, en un marco de oscurantismo preocupante.”

LCV: “Parece un ensayo permanente, con globos de prueba y retrocesos.”

Flores: “Sí, es una dinámica de ensayo y error que termina generando enorme daño social. Muchos anuncios se presentan como salvadores, pero sin objetivos claros nada bueno puede surgir.”

LCV: “AEFIP se reunió con la confederación de sindicatos industriales. ¿Qué implica esa articulación?”

Flores: “Fuimos convocados para aportar en materia tributaria. Hoy hay un industricidio en marcha por la apertura de importaciones y la falta de competitividad cambiaria. El problema central no son normas laborales, sino el modelo económico. Este año ya hubo dos rescates financieros: del FMI y del swap chino. Los autodenominados expertos vienen fracasando una y otra vez. Se necesita una mesa real entre empresarios, trabajadores y sectores sociales para discutir un proyecto de país.”

LCV: “Por último, ¿cuál es la actitud de los gremios de la CGT frente a lo que viene?”

Flores: “El estado de alerta está instalado. Estamos dialogando con todos los bloques, gobernadores y actores sociales. Lo lógico sería una mesa tripartita para debatir cualquier reforma laboral, pero como el gobierno no la convoca, tendremos que construir un ámbito paralelo para discutir seriamente los cambios que pretenden impulsar.”

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