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Discurso de Guillermo Saccomanno en la Feria del Libro: reflexiones y duras críticas

Meses atrás, en febrero, ante la inminencia de esta Feria, Silvina Friera publicó en Página/12 un artículo donde desarrollaba la problemática de la falta de papel que afecta muchos países. A la escasez de papel, producto de la pandemia y el aumento en los costos de energía en el mundo, se le suman en nuestro país los problemas habituales: la industria del papel es oligopólica, el papel se cotiza en dólares, y aun cotizando en dólares, tiene inflación y ningún tipo de regulamiento desde el Estado.

En consecuencia, para las editoriales pequeñas y medianas se torna muy difícil planificar la edición e impresión de libros. La falta de papel se debe a la menor producción de las dos empresas productoras de papel para hacer libros. Una es Ledesma, propiedad de la familia Blaquier/Arrieta, una de las más ricas del país, apellidos vinculados con la última dictadura en crímenes de lesa humanidad, además de relacionados con la Sociedad Rural, escenario en el que hoy estamos. La otra empresa es Celulosa Argentina.

Su directivo es el terrateniente y miembro de la Unión Industrial José Urtubey, conectado con la causa Panamá Papers. Los oligopolios han producido menos por problemas internos y por la pandemia. Y cabe destacarlo: han destinado su producción a papel para embalar o para cajas, y no tanto al papel de uso editorial. Para hacer un libro de unas 160 páginas, con una tirada de 2.000 mil ejemplares, se necesitan entre papel interior y papel de tapa más de 150.000 pesos de inversión.

Un editor independiente proponía como solución la intervención del Estado. Por ejemplo, la creación de una papelera del Estado. Pero, por supuesto, como no ocurrió en el escándalo Vicentin, es improbable que suceda su intervención. Sería un hallazgo, en la crisis que atravesamos, crear una papelera con participación del Estado, que nuclee a los cartoneros y a las cooperativas.

Al leer esta noticia me pregunté qué tenía esto que ver conmigo, con la hoja en que empezaba a escribir este texto una noche en el bosque. En los últimos treinta años, desde que me afinqué en Villa Gesell, esta “tierra elegida” como la llamábamos con mi amigo Juan Forn, escribo con una birome negra en un cuaderno de hojas lisas.

Me gusta el fluir de esta escritura en silencio, una grafía que se vincula con el dibujo, y el dibujo, a su vez, me devuelve a mí mismo. Así me pregunto quién soy, y si esta ignorancia no es la que induce a la búsqueda de un sentido que a menudo se me rehúye. La escritura, conjeturo, debe saber más de mí que yo.

Tal vez esta sea la razón por la que en los últimos años me dediqué a la lectura y escritura de notas sobre poesía. En tanto, con la birome negra en un cuaderno, escribí en la ciudad, en micros, en trenes, en el mar y también en el bosque. Y fue en el bosque donde mi escritura se volvió más reconcentrada y, a un tiempo, abierta, tratando de conectar en un modo zen el uno con el todo.Inauguración de la Feria del Libro 2022. Fotos Martín Bonetto

El monje taoísta vietnamita Thich Nhat Hanh dice que la hoja donde escribo contiene el árbol del que proviene, desde la semilla, pasando por la lluvia, el sol, las estaciones, una historia concerniente a la naturaleza ante la que no puedo hacerme el distraído. Intentaré evitar irme por las ramas.

Hace un instante comentaba el silencioso acto de la escritura con el destino final que uno puede, con suerte, atribuirle: la publicación. A qué precio, vale preguntarse. En un posteo de un editor independiente leí que imprimir un libro de 290 páginas cuesta tres cuartos de un millón de pesos, aproximadamente más de 700.000 pesos. Además, vaya detalle, no son pocos los autores que pagan una parte de la edición con tal de ver publicada su obra.

Debe haber sido en noviembre. Cuando fui convocado a la inauguración de esta Feria experimenté sentimientos contradictorios. Me acordé de la biblioteca de mi padre perseguido político en la casa de un Mataderos de calles de tierra, hedor de frigoríficos y curtiembres.

En esos años fue la toma del Lisandro de la Torre y la insurgencia barrial ante los carriers y los tanques. La biblioteca estaba en el fondo de casa, en un galpón lindante con el gallinero, era vasta y en sus estantes, tablones hasta el techo de cinc, cargadísimos, convivían, entre otros, Bakunin y Zola, Barbusse y Dostoievski, Maupassant y Marx, Arlt y Martínez Estrada.

Me vi más tarde, a los quince, cuando empecé a trabajar de cadete en una agencia de publicidad. Me detenía en las librerías de la avenida Corrientes y en los puestos de usados de Tribunales. Cuando el dinero no me alcanzaba robaba los libros. A los quince iba formando mi propio programa de lecturas: Sartre, Hemingway, Camus, Pavese, Vitorini, Duras, Pasolini, Guinzburg, Faulkner, Woolf, Mc Cullers, O´Connor, Hamsun. Descubría a Gelman, Bustos, Bignozzi, Bailey, Porchia, Thenon, Urondo y Pizarnik. Leía El Escarabajo de Oro y La Rosa Blindada. Era el tiempo de, entre otros, Castillo, Guido, Dal Masetto, Hecker, Rivera, Orpheé, Puig, Lynch, Briante, Gallardo, y Piglia.

Siempre pensé que el premio mayor para una escritora o un escritor debe ser que una piba, un pibe, detecten mañana tu libro en una bandeja de usados, ese entusiasmo al encontrar y encontrarse. Todavía lo sostengo. Desde esta construcción de mi escritura hablo esta noche.

La Feria siempre me generó tensión. Y no sólo porque uno se se topa con un injuriante pabellón Martínez de Hoz, que homenajea al esclavista y saqueador de tierras indígenas, antepasado del tristemente célebre economista de la última dictadura. Decir Feria implica decir comercio.

Esta es una Feria de la industria, y no de la cultura aunque la misma se adjudique este rol. En todo caso, es representativa de una manera de entender la cultura como comercio en la que el autor, que es el actor principal del libro, como creador, cobra apenas el 10% del precio de tapa de un ejemplar.

En esta Feria se han escuchado y se siguen escuchando discursos bien intencionados acerca de la función del libro, de su trascendencia, su empleo como objeto tanto de placer como de herramienta educativa. En fin, discursos que pronto habrán de ser olvidados.

Cuando fui convocado planteé dos cosas: leer los discursos de quienes me antecedieron y el pago de honorarios. Sólo pude leer, gracias a la inquietud de Ezequiel Martínez, a los últimos cuatro o cinco discursos. La organización de la Feria, presumo, no conserva los anteriores, lo que puede interpretarse como desidia hacia lo que esas voces reclamaron en cada oportunidad.

Con respecto a mis honorarios, a Ezequiel, además de honesto periodista cultural, hijo de un gran escritor, no puso reparo. Es más, coincidió en que se trataba, sin vueltas, de trabajo intelectual. Y como tal debía ser remunerado, aunque hasta ahora, como tradición, este trabajo hubiera sido, gratuito. No creo que mencionar el dinero en una celebración comercial sea de mal gusto. ¿Acaso hay un afuera de la cultura de la plusvalía?

Quiero aclararlo, en los años que llevo publicando debí demandar a varias editoriales, incluyendo alguna progresista, para recuperar los derechos de publicación de un libro una vez vencido el período del contrato y otros incumplimientos de cláusulas acordadas.

En esas demandas me asistió el amigo Oscar Finkelberg, un especialista en derechos de autor. Tomás Eloy Martínez supo agradecerle a Finkelberg en una dedicatoria haberle probado que los derechos de autor son también derechos humanos.

Nuestra relación con los editores es siempre despareja. Nos sentamos en desventaja a ofrecer nuestra sangre, no otra cosa es la tinta. El editor es propietario de un banco de sangre compuesto por un arsenal de títulos publicados siempre en condiciones desfavorables para quienes terminan donando prácticamente su obra.

De manera que, desde que recibí el ofrecimiento de intervenir acá, no pude menos que, todo un trabajo, todos los días dedicarme a pensar de qué iba a hablar, qué decir. En principio, me dije, debía y debo agradecer a quienes me propusieron como forma de reconocimiento a mi producción.

Pero elegí, elijo, ahondar en la tensión. Es decir, elijo la sinceridad. Más tarde, a través de algunos amigos, algunos editores, y no daré nombres, supe de quienes se opusieron al pago. Su argumento consistía en que pronunciar este discurso significaba un prestigio. Me imaginé en el supermercado tratando de convencer al chino de que iba a pagar la compra con prestigio.

Entre quienes cuestionaban el pago de honorarios no faltó quien planteara que, de pagar, la cifra dependería de la extensión del discurso. Me pregunté a cuánto podría reducirse la suma si yo decidía resolver el discurso, en modo patafísico, con un aforismo. Además, convinieron esos editores, si se me pagaba, se establecía un antecedente que perjudicaba los intereses de la Feria.

¿Qué los sorprendía? Es que quienes me precedieron en este lugar, comprometidos con la defensa del libro, nunca habían cobrado. El uso que de estas figuras hizo la Feria en función de su propio prestigio ha sido mala fe ideológica y no se obviar. Por tanto, soy el primer escritor que cobra por este trabajo.

Como se apreciará, me limito a narrar hechos y describir. Procuro una narración realista que puede ilustrar los porqués de mi tensión en esta Feria y preguntarme cuánto en ella, más allá de las presentaciones de libros, mesas redondas y debates, es su real interés en la literatura, su significación.

A esta Feria, queda claro, le importan más los libros que más se venden, que, como es sabido, suelen ser complacientes con la visión quietista del poder. Conviene quizá que lo aclare: la literatura que me interesa – trátese de ensayo, poesía, narrativa -, ilumina, perturba, incomoda y subvierte.

Otra situación que no se puede soslayar es que las sucesivas crisis económicas han afectado no sólo la industria editorial. No es una novedad que nuestro país ha superado el 40% estadístico de pobreza y que la línea de hambre es impiadosa.

En su introducción a los Hechos del Rey Arturo y sus Nobles Caballeros de Thomas Mallory, John Steimbeck escribió: “Hay muchas personas que olvidan, cuando crecen, lo mucho que les costó aprender a leer. Quizá se trate del mayor esfuerzo emprendido por un ser humano, y debe afrontarlo cuando niño.

Un adulto rara vez sale triunfante de esa empresa, la de reducir la experiencia a un orbe de símbolos. Los seres humanos han existido durante mil millares de años, y sólo han aprendido este prodigio en los últimos diez últimos millares de los mil millares”.

Corresponde entonces preguntarse si un chico con hambre está en condiciones de realizar esa operación, asimilar conocimiento cuando no ha asimilado alimento.

Al mismo tiempo, si retornamos a la crisis del papel, no podemos dejar de lado el crimen impune de las políticas extractivas que sustenta el estado y contribuye al desastre de la naturaleza. No me desvío demasiado: hace un tiempo también leí en The Guardian que la estadística de millones de fugitivos de los desastres climáticos supera los millones de refugiados por desastres bélicos: aproximadamente dieciséis conflictos bélicos en la actualidad.

En nuestro país los incendios forestales son tan graves como los efectos asesinos del gaseo pesticida. A propósito, les recomiendo el libro del fotorreportero Pablo Piovano. En esas imágenes espectrales de seres deformados podrán observar eso que los medios invisibilizan, una tragedia ninguneada y oculta que no es tan espectacular como las secas de cuencas acuíferas y los incendios.

Tampoco, se me dirá, es pertinente traer acá la indigencia de los pueblos originarios y sus territorios que históricamente les pertenecen y les fueron expropiados a partir del genocidio roquista. Sin embargo, tanto el asesinato de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel como la represión sobre el pueblo mapuche están en línea directa con esta estrategia de expoliación y entrega de recursos.

La teoría literaria, sostiene el marxista irlandés Terry Eagleton, es, ni más ni menos, que teoría política. Leída desde esta perspectiva, desde sus orígenes, nuestra literatura está signada por la violencia política: el indio, la mujer y el inmigrante son las víctimas y han sido y siguen siendo muchas veces escamoteadas.

Toda nuestra literatura, incluso aquella que se define como de evasión, aunque se haga la otaria, también tiene que ver con la violencia política. Es que, me digo, si escribimos no podemos jugarla de inocentes. Si me remito a los versos de John Donne queda claro por quién doblan las campanas. Doblan por nosotros.

Otra pregunta me queda picando: ¿es una paradoja o responde a una lógica del sistema que esta Feria se realice en la Rural, que se le pague un alquiler sideral a la institución que fue instigadora de los golpes militares que asesinaron escritores y destruyeron libros? En lo personal, creo que esta situación simbólica refiere una violencia política encubierta.

Cuando pregunté, antes de venir, por qué la Feria se realiza aquí y no en otro espacio, Ariel Granica, hijo del editor exilado en el 76, tuvo el gesto solidario y comprensivo de explicarme que no hay otro lugar de magnitud capaz de albergar tantos expositores y facilitar el ingreso de una multitud.

De producirse un cambio de geografía, me dijo, dependería de la colaboración del estado en facilitar un predio afín. Le cité el ejemplo de la Feria de Guadalajara. Y Granica me informó que dicha Feria, a diferencia de esta, dispone no sólo del respaldo sino también del apoyo económico del estado mejicano.

Si la Feria le paga una fortuna a la Rural, esto justifica la cuantiosa cifra del alquiler de los predios de los expositores. De modo que quien visita esta Feria, debe contemplar que al costo de la entrada debe sumarle el precio del libro. Alguna vez esta Feria tuvo como lema propiciar la relación del autor con el lector. La sombra del dinero enturbia, como vemos, la naturaleza de esa conexión.

Quiero, en este relato, plantear otra pregunta: si este es el cuadro de situación de la Feria, que no es nuevo, en medio de esta crisis económica que depreda nuestro país, ¿quiénes son los lectores que llegan al libro sino los de una clase media pauperizada siempre y cuando no gasten demasiado en la gaseosa y los panchos?

Acá se habla de los riesgos de la industria, se repite retórica la necesidad del acceso a los libros, se habla y se habla. Parafraseando a Greta Thumberg, blablablá. Pero cómo hablar de lectores, me pregunto, si se elude desde los estamentos gubernamentales la enseñanza y el aliento de la lectura, que no se arregla ingenuamente repartiendo fascículos literarios en las canchas ni con una candorosa primera dama leyendo cuentos a los chicos de vacaciones en Mar del Plata.

No me voy a detener acá en los exabruptos fascistas de la ministra de educación porteña, tampoco en el menosprecio del ministro de cultura porteño por los premios municipales a la labor de creadores en literatura, teatro, música y artes visuales, subsidios a menudo en riesgo.

Pero no puedo pasar por alto a un reciente ministro de educación nacional que, al encarar una enésima reforma educativa, declaraba no hace tanto que estábamos ante un “proceso de reorganización” pedagógico. “Los límites de mi lenguaje son los de mi mundo”, escribió Wittgenstein, pensamiento que ese ministro seguramente ignorará. Subrayo los términos del ministro: “proceso de reorganización”.

Tzvetan Todorov afirma que un país que ha padecido campos de concentración tiene el corazón comido por gusanos. Me pregunto entonces cuál es la calidad educativa en nuestro país que ha sufrido ya suficientes reformas educativas para que, encima, un ministro, pueda expresarse en estos términos. No creo necesario extenderme abarcando la situación siempre precaria de los docentes en el país donde fue asesinado el maestro Fuentealba y en los últimos años otros maestros murieron por la explosión de las garrafas en escuelas convertidas en comederos.

La literatura que me gusta no baja línea. Y, lo que escribo en esta hoja, tampoco baja línea. Simplemente soy descriptivo, estas son las cosas que se juegan para quienes elegimos este oficio. Inexorable, la tensión me impulsa hacia un nervioso desorden enumerativo. Asumo el riesgo de ser malentendido y juzgado como aguafiestas.

Pero, a pesar del frenesí y la euforia de la organización y su expectativa en la facturación, nuestro presente no tiene mucho de festivo. Quienes me han leído saben que, acá, ahora, persisto en sostener una contrariada coherencia. Estoy convencido, estos datos y anécdotas tienen que ver con la escritura. No la determinan, pero inciden más de lo que me gustaría cuando viene el momento de publicar.

A pesar de todo, no soy pesimista. Son varias las generaciones que, en el presente, desde la diversidad y la disidencia, están generando escrituras cuestionadoras. La crisis que afecta a la industria es tanto una realidad como la de quienes, a pesar de las dificultades colectivas y personales de toda índole, persisten en la escritura y creen que, si bien la escritura no puede transformar el mundo, puede hacerlo un poco mejor.

La vida es breve, uno escribe contra la fugacidad. Escribir es el intento muchas veces frustrado de capturar instantes de belleza, registrarlos para que sobrevivan a pesar de la finitud. Se escribe en soledad, pero no ajeno a las contradicciones de lo social. Hace falta una gran tolerancia al fracaso para este oficio. “Escribo porque sufro”, dice John Berger. Y lo dice “con la esperanza entre los dientes”. Y esta es una verdad que no se transa.

Mientras escribía este texto, para aliviar la tensión, con la conciencia de que este discurso pronto será olvido, salí a la noche, al bosque. Me acerqué a un árbol añoso, lo toqué, respiré la oscuridad. Al volver a la mesa, a la birome negra y a la hoja, algo había pasado, una especie de gratitud. Y seguí escribiendo. No cambiaría este oficio por nada.

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“18 años de proscripción, memoria y militancia: conversación con Gustavo Campana”

El periodista Gustavo Campana reconstruye recuerdos personales y políticos alrededor del 17 de noviembre de 1972, fecha del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina tras 18 años de exilio. Desde la mirada de un niño de 10 años que seguía los acontecimientos desde un televisor en blanco y negro, hasta el análisis histórico de la resistencia, la militancia, el rol del movimiento obrero y las operaciones del poder real, Campana hilvana una lectura profunda del período y de sus continuidades hasta el presente. La charla, atravesada por testimonios personales de quienes vivieron la época, permite comprender por qué el Día de la Militancia es, además de una efeméride, una narrativa colectiva de lucha, memoria y disputa política.

LCV: “¿Dónde estabas vos el 17 de noviembre de 1972?”

Gustavo Campana: “Cumpliendo 10 años y mirando desde el televisor en blanco y negro de mi casa lo que sucedía en Seisa y en sus alrededores. Lo vivía desde un lugar particular, porque el decreto 4161 nos había marcado.
Nací en el 62, por lo tanto Perón era el hombre prohibido, el que no se podía nombrar. Era ese peronismo que, en la clandestinidad, le contaba todos los días al pueblo que seguía vivo.
A principios del 72, finales del 71, empezó a aparecer a través de los noticieros que levantaban un poco la persiana de la censura. Eran esos reportajes donde le preguntaban: ‘¿Qué va a hacer usted para volver?’ ‘Nada. Todos mis enemigos.’ ‘General, durante tanto tiempo hubo gente que quería que usted se muera y hoy no quiere que se refríe.’ ‘Se están acordando tarde, porque ahora me estoy muriendo.’
Todo eso llegaba al living, al televisor sin control remoto y en blanco y negro, y atravesaba a un pibe de 10 años por todas partes.”

LCV: “¿Qué impronta había en tu casa? ¿Qué opinaba tu madre mientras cocinaba o tu padre? ¿Qué les provocaba ese regreso?”

Gustavo Campana: “Mi viejo había sido obrero gráfico y militante socialista. En ese momento trabajaba como portero en Belgrano. No le daba para ser antiperonista, pero estaba cerca. Mi mamá era más silenciosa, pero la información entraba por todos lados.
Y había algo claro: un año después mi viejo no votó ni a Cámpora ni a Perón. Seguramente votó a Corvalán en marzo del 73. En la segunda vuelta no sé; estaba mal. No tan mal… pero por ahí andaba.”

LCV: “Antes de ir al país al que vuelve Perón, una pregunta importante para quienes son jóvenes: ¿por qué el 17 de noviembre se transforma en el Día de la Militancia?”

Gustavo Campana: “Porque ‘lucharon y volvió’. Ese es el dato central.
En ese ‘lucharon’ hay una mixtura entre la resistencia peronista, que se pone de pie tras el golpe del 55, y la juventud maravillosa que se suma a fines de los 60, en el trasvasamiento generacional del que hablaba Perón en sus entrevistas con Pino y Getino.
La Juventud Peronista fue clave, pero no fue la única: estaba el trabajo de la resistencia del 56, el Plan Conintes, la pelea en la calle de los grupos armados —Uturuncos, FAP, Montoneros—, la tendencia, la CGT, el corazón peronista de la CGT de los Argentinos, y el Cordobazo con Atilio López.
Todo ese encadenamiento de hechos empuja a un régimen en decadencia, la tercera etapa de la Revolución Argentina, que había pasado por Onganía, por el experimento breve de Levingston y finalmente por Lanusse.
Todos necesitaban a Perón, propios y extraños.”

LCV: “Estamos haciendo un documental sobre sindicalistas desaparecidos. Ricardo Vaschetti nos decía que desde el minuto cero en que se abrió el proceso electoral que llevó a Cámpora ya se estaba armando el golpe del 76. ¿Coincidís?”

Gustavo Campana: “Sí. El golpe del 76 es un objetivo claro, sobre todo después de la muerte de Perón.
El Grupo Ascuénaga —Martínez de Hoz y compañía, reunidos en un petit hotel de la calle Ascuénaga, propiedad de Blaquier— empieza a tejer la política económica que después se aplicará, respaldada por Rockefeller, el Chase Manhattan Bank y Kissinger.
Después del 11 de septiembre del 73, con el golpe en Chile, se consolidó el Plan Cóndor y la decisión del poder real de cambiar la matriz económica: de un país industrial, con trabajo a tres turnos y 2% de desocupación, a un país rentístico-financiero dedicado a la especulación.
La implosión del país no empieza en el golpe: tiene una etapa anterior, el Rodrigazo, armado por la derecha liberal.”

LCV: “Incluso a nivel leyes: la de represión a movimientos subversivos en espacios sindicales sale en el 74.
Pero volviendo al 72: Cámpora dijo que la primera medida económica de Perón sería la independencia del Fondo Monetario. ¿Qué significa eso?”

Gustavo Campana: “Perón logró durante 9 años que la Argentina no ingresara al Fondo Monetario. Entre 1946 y 1955 fuimos el único país de América Latina que no entró en la institución creada en el 44.
Estados Unidos sabía que Perón era un mal alumno para el orden mundial de posguerra.
En ese período construyó la industria nacional, desarrolló ciencia y tecnología propia y consolidó derechos laborales.
El golpe del 55 tuvo como tarea desarmar todo eso. Fueron 14 toneladas de explosivos en Plaza de Mayo, más el golpe, más los fusilamientos del 56, para poder entrar al Fondo Monetario en el 57.
No es un dato menor. Junto con el Banco Mundial iban a regir los destinos económicos de América Latina.”

LCV: “Cada vez que charlamos pienso: ¿cómo hacer para que seas columnista de La Columna Vertebral? Con vos uno dice ‘plum’ y aparece toda la historia detrás.
Feliz Día del Militante.”

Gustavo Campana: “Para ustedes también. Vamos a seguir encontrándonos en estos espacios.
Y veremos si las chicas de La Columna Vertebral logran seducirme para sumarme.
Un abrazo inmenso.”

LCV: “Quiero cerrar con algo. Yo soy exactamente la generación intermedia: entre el pibe del televisor blanco y negro y la resistencia. Estaba intentando llegar a Ezeiza esa mañana.
Un compañero me decía: ‘¿Dónde estabas vos?’ Yo no pude llegar. ¿Te acordás cómo nos mojamos?
Cada uno tenía su anécdota. La mía es así: le dije a mi mamá que iba a estudiar a la casa de una compañera. Me quedé a dormir. Lluvia torrencial, barro, policía que nos corría, volvimos llenas de barro. Y cuando llego, mi mamá me dice: ‘Yo sabía quién lo tiró.’ Nos empezamos a reír.
Pobre vieja. Al lado de eso, todos los que vinieron después eran santos comparados con nuestra generación.”

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Elecciones presidenciales en Chile: el análisis de Marcelo Cantelmi

En medio de un clima social agitado y un mapa electoral latinoamericano que oscila entre el desencanto y la desconfianza, conversamos con el periodista Marcelo Cantelmi para comprender qué hay detrás del resultado electoral chileno y del avance de fuerzas conservadoras en la región. Cantelmi propone leer los comicios más allá de las etiquetas tradicionales y sugiere que la clave está en un electorado que ya no vota a favor de un proyecto, sino en contra de aquello que teme. En esta entrevista, analiza la derrota del gobierno de Boric, el ascenso de Jeanette Jara y Franco Parisi, la figura de Kast y los paralelos con Argentina.

LCV:

“¿Cómo viste las elecciones en Chile?”

Marcelo Cantelmi:

“A ver, vamos a ir aclarando un poco las piezas. En Chile izquierda no hay: lo que existe es una centroizquierda. Estas etiquetas las vengo discutiendo mucho; prefiero sintetizarlo preguntando si es antisistema o prosistema, si es anticapitalista o está dentro del capitalismo. El gobierno de Boric, que gana las internas frente al Partido Comunista, tiene una línea claramente pro sistema. No nacionalizó nada ni aplicó políticas propias del viejo manual del PT o de la izquierda tradicional latinoamericana. En concreto, es socialdemocracia. Pero como estamos tan girados a la derecha, pensamos que un socialdemócrata como Willy Brandt o Mitterrand es un hombre de izquierda, cuando en realidad la socialdemocracia la inventó el propio capitalismo. Este tiene muchas variantes, una de las cuales surge tras la Comuna de París: el welfare, el Estado benefactor, que luego crece con la Revolución Industrial y deriva en lo que llamamos socialdemocracia o centroizquierda. La señora Jeanette Jara tiene un mérito enorme, no solo personal sino como significante: gana las elecciones viniendo del Partido Comunista en un país donde la gente realmente cree que el comunismo es una estructura enorme. Milei, Trump, ven comunistas por todas partes. Es notable. El comunismo les debe mucho. Recuerdo un chiste familiar de alguien que decía: ‘Si viene el comunismo, me voy al campo’. Más allá de que tengo diferencias con el comunismo por lo ocurrido en dictaduras, el tema izquierda–derecha es importante valorarlo así. ¿Qué pasó en Chile? Gana Jara con un gobierno muy deficiente detrás. La discusión concreta es eficiencia o ineficiencia. Boric hizo lo posible, pero no gobernó bien: no resolvió la Constitución, un verdadero fracaso. La seguridad social en Chile es muy mala: el salario mínimo está lejos de la línea de pobreza, la desocupación juvenil supera los 20 puntos y la salud pública puede tardar más de un año en atenderte. Él no pudo resolver deudas que venían del levantamiento de 2019, cuyo reclamo principal no era cambiar el sistema sino mejorar el existente. Ese reclamo sigue abierto y lo recibirá quien gane. Por eso es interesante que Jara gane con el 26,7% y aparezca Franco Parisi, un economista independiente, populista, antisistema, muy crítico, representante de la clase media, que sorprende con casi el 20%. No figuraba en las encuestas, que son un mamarracho en Chile. Sumando ambos porcentajes, casi la mitad del país dice: ‘No sé si me gusta Jara, no sé si me gusta lo que hizo Boric, pero no sé si me gusta lo que va a hacer el otro’.”

LCV:

“Claro.”

Marcelo Cantelmi:

“O sea, en eso no se diferencian: siguen votando en contra de algo. El gobierno intentó diferenciarse, incluso anunciando que iba a dejar el Partido Comunista. Pero objetivamente Jara es una excomunista, como muchos de su espacio. Y el comunismo se volvió un fantasma que recorre la academia más que la política real. En América Latina nunca hubo tanto capitalismo como en estos años; hasta las dictaduras son capitalistas. La discusión profunda sobre la izquierda se perdió. Hoy lo que hay son derechas duras, dictaduras o centroizquierdas tímidas como la chilena o la de Lula, cuyo gabinete es mayoritariamente de derecha. A los latinoamericanos nos gusta el centro y a veces la centroderecha. ¿Y quién es Kast? Un conservador que le gana a Boric hace cuatro años en primera vuelta; luego un regimiento de jóvenes lo salva a Boric en el balotaje. Entonces Kast se había parado en una derecha medieval, con comentarios antipáticos hacia las mujeres, grotesca, pinochetista. Ahora se cuidó: hizo una campaña inteligente borrándose. Tenía por derecha a un ultraderechista libertario, Johannes Kaiser, enamorado de Milei, de Trump y de la dictadura. Kast dejó que hablara él y se quedó como el centro. Puede provocar que en el balotaje quienes estén contra Jara lo voten. Matei y ese sector ya dijeron que lo acompañarán. Sumando sus votos, Kast puede ser el próximo presidente. Muy difícil que Jara logre revertirlo, sobre todo porque Parisi no habló y la disciplina del voto en balotaje es baja.”

LCV:

“No, por eso pensaba si en campaña llegara a prevalecer un discurso más pinochetista o antiderechos, si podría seducir como en Argentina o si allá dirían ‘no, tanto no’.”

Marcelo Cantelmi:

“No, no, estoy en desacuerdo. Los argentinos votaron porque estamos mal y no queremos estar peor. El problema es que lo que hay del otro lado no explica cómo va a mejorar la situación. Se termina votando en contra. Yo tampoco quiero que vuelva lo anterior, pero tampoco quiero esto: la pérdida de valores y culturales es enorme. El fenómeno antivacunas es hijo de la política de Milei. Es un mamarracho. No solo acá: el mundo entero está retrocediendo 200 años. ¿Por qué? Porque se vota cruzado. No se vota a favor, se vota en contra, y al votarse en contra uno se defiende. Vivimos un cuarto de siglo grave: la concentración del ingreso irrita a la gente, con razón, y esa irritación se expresa en votos contra el sistema.”

LCV:

“Exactamente, exactamente.”

Marcelo Cantelmi:

“En Chile pasa lo mismo. A veces me aburren análisis muy profundos sobre la progresía chilena: la discusión real es el bolsillo y el fracaso de los gobiernos progresistas en escuchar demandas simples como llegar a fin de mes, pagar el alquiler, acceder a un crédito, comprarse un auto, irse de vacaciones. Esa discusión la cedieron a la derecha. Hablaba con el presidente del Senado de España, del PP, y me decía: ‘La gente vota con el bolsillo y con la bronca por la corrupción’. Y es así. A veces incluso la corrupción pasa a segundo plano porque aparece la lógica del ‘roban pero hacen’. Cuando estás mal, nada de eso importa demasiado. Hasta Pinochet robó, convengamos. Así estamos.”

LCV:

“Para cerrar: ¿te imaginás a Milei cruzando la cordillera para abrazar al nuevo presidente si se da ese pronóstico?”

Marcelo Cantelmi:

“Sí. La imaginación política de Milei es esquemática. No distingue matices. Fue a Bolivia a saludar a Paz, un hombre de centroderecha, no de ultraderecha. Es de una democracia cristiana que cree en amortiguadores sociales que Milei considera socialistas, cuando en realidad son necesarios para que el sistema no colapse. A Kast le va a pasar lo que le pasó a Piñera: la demanda de las clases medias de Chile es muy clara. Es la de quienes iban a Plaza Italia a decir: ‘No podemos vivir como en Estados Unidos con sueldos de Namibia’. O de África. Esa demanda sigue abierta. Boric no la resolvió. Y eso es lo que le va a decir la audiencia urbana a Kast. El problema central es ese, y no sé si Kast está dispuesto a resolverlo.”

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Eppur si muove!/del 16 al 21N. “Mientras el gobieno usa la tarjeta, se prepara un diciembre caliente”, por Alberto Nadra

Nadie sabe hasta dónde llegará la alquimia del poder que le permitió al gobierno ganar por amplio margen las últimas elecciones promocionando un plan de rescate financiero extraordinario de Trump. Lo cierto es que se trató de una promesa que de acuerdo a TheThe Wall Street Journal no se cumplirá ya que los bancos implicados no recibieron el respaldo que esperaban por parte del Tesoro de Estados Unidos. Apenas una ayudita para enero y el rezo de Caputo para mantener el riesgo país. ¿Cuántas veces los economistas han dicho como si fuesen abuelas ‘no hay que gastar más de lo que se tiene? Pues bien, el gobierno está tarjeteando como cualquier mortal.

Entre tanto, las fábricas siguen cerrando, los despidos ya son masivos, no hay perspectivas de reactivación y una reforma laboral junto a una Ley educativa ‘novedosa’ avanza sobre un proyecto que parece insostenible. Los jubilados ya forman parte de la rutina de los miércoles, igual que la represión. La CGT inaugura nuevo triunvirato con uno de sus líderes que ha resuelto visitar fábricas en conflicto. Algo bastante básico que sin embargo no ocurría hace tiempo. Los organismos de DDHH y distintas centrales obreras se suman a una marcha para el 11 de diciembre por el Día Internacional de los Derechos Humanos. La UTA amenaza con un paro nacional en ese mismo mes si le pagan los sueldos en cuotas tal como está previsto.

Un hecho curioso resalta que sin Estado tampoco hay producción: en Bahía Blanca un supermercado mayorista debe cerrar por el pésimo estado de las rutas. Sus camiones ya no pueden entrar ni salir. Sin Vialidad Nacional, no hay caminos.

Como siempre, LCV les cuenta el abajo que se mueve.

Sintesis semanal de noticias sociales y gremiales, del 16 al 21 de noviembre 2025

MARCHA POR LOS DERECHOS HUMANOS EL 11 DE DICIEMBRE. Hugo “Cachorro” Godoy, confirmó que las dos CTA se unirán a la movilización convocada por los organismos de derechos humanos a Plaza de Mayo el próximo 11 de diciembre, en el marco de las actividades previstas por el Día Internacional de los Derechos Humanos. En su cuenta de twit, Godoy aseguró que este año marcharán “contra la represión, la persecución política, el negacionismo y la reivindicación de la dictadura genocida” del gobierno de Javier Milei.

SINDICATOS DE PRENSA Y ASOCIACIONES PROFESIONALES DENUNCIAN INTERNACIONALMENTE AL GOBIERNO POR FALTA DE LIBERTAD DE PRENSA. En una audiencia celebrada el miércoles en la Universidad de Miami, en el marco del 194° Período de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el secretario adjunto electo de SiPreBA y tesorero de FATPREN, Francisco “Paco” Rabini, denunció al gobierno nacional por lo que calificó como un “ataque recurrente, planificado y persistente” contra periodistas y trabajadores de prensa. Estuvieron presentes representantes el CELSSiPreBAFATPRENARGRAFOPEA, instituciones académicas como la Carrera de Comunicaciones de la UBA. Entre las razones de la denuncia figuran los constantes ataques a los fotoreporteros que han sido baleados y apaleados en diversas marchas, dejando a Pablo Grillo al borde de la muerte. Rabini consideró que existe una política que parte del propio presidente para amedrentar a la prensa y citó un twit en el que el presidente Javier Milei expresó: “No odiamos lo suficiente a los periodistas”.

CRISTIAN JERÓNIMO DE GIRA POR LOS CONFLICTOS. Acompañado por el dirigente de la UTEP, Alejandro «Peluca» Gramajo, José Minaberrigaray de SETIA, Pablo Flores de AEFIP y representantes de Municipales, el flamante cosecretario general de la CGT Cristian Jerónimo se acercó al acampe de ILVA donde, desde hace más de 80 días, hay trabajadores esperando una respuesta de la empresa a los 300 despidos repentinos. Allí fue recibido, además, por representantes de la Federación de Ceramistas que están apoyando el conflicto desde el comienzo. «Queremos que sientan que hay una central sindical que va a estar más presente que nunca y que no los va a dejar hasta que no resolvamos este problema, y tantos, como hay, a lo largo y ancho del país. También es un mensaje para todos los trabajadores que están en conflicto, queremos que sepan que hay una central de puertas abiertas para luchar por los derechos de todos los trabajadores». Más allá del apoyo político de la CGT, dejó un aporte para el fondo de huelga y prometió la intervención de la central obrera para dialogar con las partes e intentar resolver el conflicto. Se trata del primer acto de la ‘nueva CGT’ que busca relacionarse con los trabajadores de base.

ECONOMÍA FAMILIAR. TARJETAS EN CRISIS. LA DEUDA NUESTRA DE CADA DÍA. Según un Informe el Banco Central (BCRA) la mora de las familias sigue en aumento. En noviembre de 2023 el incumplimiento de pago en préstamos familiares y cuotas se ubicaba en 2,7%, es decir que en la era Milei subió 4,6 puntos porcentuales. La suba se concentró en dos líneas: préstamos personales (donde el porcentaje aumentó desde el 8,2% al 9,1%) y tarjetas de crédito (con un incremento desde el 6,7% al 7,4%)

INDUSTRIA

LA UTA ADVIERTE: SI NO PAGAN EN FECHA PARAMOS TODO EL TRANSPORTE EN DICIEMBRE. Así lo anunció el secretario de prensa de la Unión Tranviarios Automotor (UTA)Mario Caligari. El sindicato se declaró en estado de alerta por las demoras en el cobro de los sueldos. Los empresarios del sector explican que no están recibiendo del gobierno los subsidios acordados y prevén un pago en cuotas de salario y el aguinaldo de diciembre. “Nosotros no financiamos el sueldo ni los aguinaldos”, dijeron en el gremio.“El síndrome del llanto lo tienen desde toda la vida”, afirmó Caligari.

CHOFERES DE LA LÍNEA 60 PRESIONA A LA UTA POR PLAN DE LUCHA. El cuerpo de delegados y los trabajadores de línea 60 perteneciente a la empresa Monsa protestaron este viernes en la cabecera que la empresa tiene en Maschwitz. Exigen plan de lucha a la conducción de la UTA dirigida por Roberto Fernández ante la nueva apertura paritarias. Buscan una recomposición salarial de 2500000 de pesos y mejores condiciones de trabajo. Ratificaron que, si la empresa paga los sueldos y el aguinaldo en cuotas, profundizarán las medidas de fuerza a partir de diciembre.

¿UNA NAVIDAD SIN TURRÓN? La empresa Georgalos que produce el clásico Mantecol comienza un esquema trimestral de suspensiones en su planta de Victoria. La medida que afectará a más de 600 trabajadores.⁠ La empresa justifica ese accionar por el derrumbe de ventas y la apertura de importaciones que colmó el mercado de productos brasileros. Según la empresa, la decisión surge a partir de un drástico derrumbe en las ventas.

LA RIOJA. CONTINÚA EL CIERRE DE FÁBRICAS. 150 despedidos en los últimos días. De acuerdo a la información de Página 12, la empresa textil Luxo abandonó el parque industrial por la drástica caída de las ventas.  “Es muy triste y doloroso ver como se deciden estas políticas a nivel nacional”, lamentó el gobierno provincial, que intentó un rescate que resultó infructuoso. En esa provincia, también en los últimos días, se habían conocido otras dos bajas: la fábrica de calzados Vulcalar, radicada en Sanagasta, con 80 personas cesanteadas, y la productora de paneles solares Solartec, que operaba desde 1988, al no poder competir con los productos chinos, cuyos precios “son muy difíciles de igualar”. Entre las tres se perdieron más de 150 puestos directos.

BAHÍA BLANCA: CIERRA EL SUPERMERCADO YAGUAR POR EL PÉSIMO ESTADO DE LAS RUTAS. En la tarde del domingo se supo que habría despidos en la sucursal de la mayorista Yaguar. La situación fue peor: hubo un cierre total del establecimiento y el lunes  30 trabajadores de la sucursal bahíense quedaron en la calle. Los sindicatos de Comercio y Camioneros reclaman la reincorporación de todos los despedidos. Más allá de la baja de las ventas, en este caso la razón que esgrime la empresa es el pésimo estado de las rutas que impide el ingreso y egreso de camiones. El centro comercial de Yaguar se encuentra en la intersección de dos rutas nacionales, Ruta Nacional 33 y Ruta Nacional 35. La falta de inversiones de Nación que mantiene a la obra pública parada provoca que 50 familias queden en la calle.

IMPREVISTO CIERRE DE FRÁVEGA DE TEMPERLEY. El Sindicato de Empleados de Comercio de Lomas de Zamora (CEC), que conduce Rubén Crosta, denunció el cierre «intempestivo» de la sucursal de Frávega ubicada en Temperley. El gremio exigió la reincorporación del personal despedido y advirtió sobre un plan de la compañía para llevar adelante 300 despidos a nivel nacional.

SAN LUIS: ALERTA UOM, CIERRA AUTOPARTISTA DANA. La decisión de la empresa de autopartes Dana de cerrar de manera definitiva su planta en la localidad de Naschel, San Luis, encendió las alarmas en el sector industrial de la provincia, afectada por la crisis generalizada del sector en todo el país. La medida, tomada por la sede central de la firma en Estados Unidos, implica el despido de la totalidad de los 60 trabajadores que se desempeñaban en el lugar, sumándose a la ola de cierres y suspensiones que atraviesa la industria metalmecánica.

PARITARIA RECORD DE TRABAJADORES DE VIGILANCIA PRIVADA EN COMPLEJOS OLEAGINOSOS DE SANTA FE. El Sindicato Único de Trabajadores de Vigilancia Privada (SUTRAVIP) cerró una paritaria histórica para los vigiladores del complejo agroexportador del cordón industrial del sur santafesino. El acuerdo ubica nuevamente al sector entre los mejores remunerados del país y garantiza un salario conformado de $2.160.034,20 desde febrero de 2026 para los trabajadores del departamento San Lorenzo.

HISTÓRICO. CONVENIO CON TRABAJADORES MINEROS RECONOCE CUIDADOS ESPECIALES E INCORPORA PERSPECTIVA DE GÉNERO. La Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) y la Asociación Sindical del Personal Jerárquico, Profesional y Técnico de la Actividad Minera Argentina (Asijemin) firmaron un acuerdo inédito que incorpora derechos innovadores y establece una serie de herramientas destinadas a favorecer la conciliación entre el trabajo y la vida personal. Desde el sindicato sostienten que el nuevo convenio colectivo incorpora reivindicaciones largamente esperadas sobre salud y contiene “un enfoque en la inclusión y la perspectiva de género”.

LA CRISIS EN LA INDUSTRIA NO TIENE TECHO. Un informe del periodista David Cufré demuestra que la tendencia al cierre no disminuyó después de las elecciones:

Mabe, empresa mexicana, una de las principales fabricantes de electrodomésticos de línea blanca, cerró la planta en Río Segundo, Córdoba, con 160 despidos.

La Suipachense, empresa láctea con 75 años de historia, fue declarada en quiebra y dejó en la calle a 145 trabajadores.

TN Platex cerró la producción de medias y prendas deportivas en su planta en Monte Caseros, Corrientes, con 36 despidos.

Dulces Otito, en San Pedro, Jujuy, una marca con más de 70 años de vida y en un contexto económico complicado a nivel nacional, decidió cerrar sus puertas y echó a 40 trabajadores.

Alimentos Refrigerados, una firma histórica que elaboraba postres y yogures para SanCor, fue declarada en quiebra en Córdoba y dejó sin empleo a 200 personas.

Nueva Dalmacia, alimenticia cordobesa, cerró y echó a sus 17 empleados por WhatsApp.

Georgalos oficializó un programa de suspensiones que se extenderá por un trimestre en su establecimiento de Victoria, Buenos Aires, afectando a la totalidad de su personal mediante turnos alternados. La decisión, según la empresa, responde a la caída en el nivel de ventas y al aumento de la competencia de productos brasileños.

Avery Dennison, dedicada a la fabricación de etiquetas para envases, cerró su planta en San Luis, dejando a 40 familias sin empleo.

Tía Maruca cerró de manera abrupta una histórica planta productora de galletitas en la localidad bonaerense de Chascomús y desvinculó a 27 empleados.

Didier, empresa alimenticia de mermeladas y tomates, en San Rafael, Mendoza, cerró después de 20 años. En esa provincia también cayó Comeca, que producía latas para conservas, y está tecleando Eco Génesis, que se dedica al deshidratado de hortalizas.

Blanco Nieve, textil que producía para la marca Casablanca, cerró tras 30 años en Río Grande, Tierra del Fuego. En esa provincia también hubo 150 despidos de trabajadores metalúrgicos de Newsan, en Ushuaia, y cerró la textil Fabrisur.

Alliance One, multinacional tabacalera, concretó el cierre de su planta de acopio en Perico, Jujuy, con 115 trabajadores despedidos.

Frigorífico Anselmo cerró en Tres Arroyos, con 100 empleos perdidos. Essen, la fábrica de ollas, despidió a 30 trabajadores de su planta en Venado Tuerto.

SECTOR PUBLICO

“¿Cuál debería ser nuestro salario como mínimo?” Así se titula un informe de ATE Indec que sostiene que una familia necesitó más de 2 millones de pesos en octubre para cubrir consumos mínimos. El mismo estudio revela una pérdida salarial histórica del 54,8% desde 2015 y exige un aumento de emergencia del 118%, paritarias abiertas y medidas urgentes para frenar el deterioro del ingreso estatal.

PERSECUSION EN EL CONICET. Empleados del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) denunciarion a través de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que el organismo científico a cargo del libertario Daniel Salamone, abrió sumarios en contra de investigadores que protestaron en 2024 contra el ajuste al sistema de ciencia y tecnología. El gremio advirtió sobre sumarios que “afectan a personas de diferentes jerarquías dentro de la institución, algunas en clara situación de precarización laboral”.

BAHÍA BLANCA: TRABAJADORAS TRANS EXIGEN QUE SE CUMPLA EL CUPO LABORAL. Este jueves 20 las escalinatas del municipio se llenaron de ‘voces travas’. En el día de la Memoria Trans, una veintena de personas se manifestaron en reclamo de justicia por el travesticidio de Rosario Sansone a un año y semanas de su asesinato, y la lucha por la aplicación del Cupo Laboral Trans, que es ley pero no se hace realidad.

SIN SOLUCIÓN PARA LOS TRABAJADORES DE JUSTICIA. OTRO PARO EL VIERNES 28 DE NOVIEMBRE. La Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), que conduce Julio Piumato, anunció un paro nacional para el viernes 28 de noviembre y puso un ultimátum a la Corte Suprema y el Poder Ejecutivo. La organización reclama comenzar la recuperación con un incremento adicional de, al menos, el 3% de poder adquisitivo perdido en 2025 y advierten sobre proyectos que afectarían al personal y al sistema jubilatorio del sector.

SANTA CRUZ: REINCORPORAN A TRABAJADORES AUTOCONVOCADOS DE LA SALUD SUSPENDIDOS POR PROTESTAR. El pasado jueves 20 de noviembre, la Justicia de Santa Cruz dictó una resolución que ordena la inmediata reincorporación de los 26 trabajadores de la salud pública que habían sido suspendidos por participar de una protesta en el Ministerio de Salud en septiembre por reapertura de paritarias. Los trabajadores recibieron el respaldo inmediato de otros sectores, mostrando que la solidaridad es el camino para enfrentar los ataques a los derechos laborales. El gremio ATSA había presentado un recurso de amparo colectivo, que finalmente fue aceptado por la Justicia. La medida, firmada por el juez Andrade, deja sin efecto las sanciones impuestas por la cartera sanitaria provincial y constituye una derrota para las autoridades que intentaron disciplinar a quienes luchan por mejores condiciones laborales y salariales.

EDUCACIÓN

TRASCENDIÓ UN BORRADOR DE LA LEY DE LIBERTAD EDUCTIVA Y ESTALLÓ EL DEBATE: “UN MAMARRACHO”. Así la definió Hugo Yasky, quien tildó el proyecto como un caso de “terraplanismo educativo”. Entre las medidas más criticadas está la idea de eliminar la responsabilidad indelegable del Estado, transfiriéndola “directamente a las familias” bajo un sistema que dicho borrador llamó como educación en el hogar (homeschooling), además de incorporar “agentes educativos” sin requisitos profesionales, entre otras medidas.

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