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Camila Perochena: “Cristina hace un uso político del pasado”
La historiadora Camila Perochena pasó por el aire de La Columna Vertebral para charlar sobre su último libro, “Cristina y la historia”, en el cual explora la forma en la que la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner utiliza la historia como arma política.
En “Cristina y la historia” (Editorial Crítica), Perochena se propone desentrañar, tras el análisis de más de 1000 discursos de la ex presidente, el lugar político central que le dio la ex mandataria a la historia. Según explica la autora, Cristina fue la dirigente que, al menos desde el siglo XX, hizo el uso más intensivo del pasado durante su gestión.
LCV: ¿Cuándo te llama la atención esta referencia permanente de Cristina al pasado, incluso con frases que para los que somos contemporáneos de la señora nos suenan terrible?
-Cuando era estudiante de historia, Cristina era presidenta. Y una de las cosas que me llamaba la atención era eso, cómo la historia estaba presente permanentemente en el espacio público, no solo en sus discursos. Hacía actos donde se materializaban visiones del pasado, se construyeron nuevos monumentos, había nuevos feriados, había durante toda su presidencia una voluntad por ver una suerte de batallas por la historia. De hecho, ella decía que iba a escribir una nueva historia. Una de las cosas que yo decidí investigar cuando empecé mi doctorado después de terminar la carrera fue: ¿por qué Cristina hablaba tanto de historia y tenía nuevos feriados? Porque no puede ser solamente porque le guste la historia. Una de las cosas que trato de decir en el libro es cómo la historia le sirve a Cristina para construir una identidad política, porque se habla mucho de relato pero creo que ahí la importancia la tiene la cuestión identitaria. Cómo Cristina construye una identidad política kirchnerista dotando esa identidad kirchnerista de un pasado, de un pasado con el cual pelearse y con uno al cual afiliarse. Pasados negativos con los cuales Cristina asociaba a sus opositores políticos. Por ejemplo, si hablaba de los Golpes Militares los asociaba con el poder judicial o con los medios de comunicación. Si hablaba del período del centenario que ella describía como un momento antidemocrático de Argentina lo asociaba con los sectores agroexportadores. Y períodos con los cuales Cristina buscaba identificarse: la Revolución de Mayo, el rosismo, el peronismo y los años 70.

“Una de las cosas que trato de decir en el libro es cómo la historia le sirve a Cristina para construir una identidad política”
SOBRE LA UTILIZACIÓN DEL PASADO EN LOS DISCURSOS DE CRISTINA
LCV: También el tema de que desde canal Encuentro se comience a contar la historia a los chicos y chicas de manera que Juana Azurduy pasa a ser un disfraz que los chiquitos usan en las escuelas y cumpleaños.
-Totalmente. Paka Paka y las producciones de canal Encuentro son fundamentales en eso. Pero ahí hay una diferencia yo creo, o lo trato de explicar en el libro y es que lo que yo trato de explicar son temas en los cuales Cristina Kirchner se metió directamente como protagonista. Los museos que agarro son museos en donde ella intervino en el guión, los actos que agarro son actos en los que ella habló u intervino políticamente y los discursos son los suyos. En Paka Paka por ejemplo, hay matices a sus visiones de su historia y hay algunos capítulos, sobre todos los primeros, los que reescribieron a 1810, donde se nota que están hechos por historiadores profesionales y donde la visión del pasado no es tan maniquea. En los primeros capítulos de Paka Paka se puede ver esa diferencia, en otros capítulos ya no. Si uno mira el de Rosas o el de Malvinas ya no están esas sutilezas que uno puede encontrar por ejemplo en los capítulos de la revolución.
LCV: ¿La forma de mirar de Cristina empatiza con eso de Néstor, o en realidad lo discute?
-Yo estoy de acuerdo con Pablo (Touzón) y con Martín (Rodríguez) en lo que ellos plantean en el libro (La grieta desnuda, 2019). A mí me sirvió mucho leer ese libro, porque lo que traté de ver es cómo Cristina va cambiando en las formas de presentar al peronismo, a la tradición peronista y al peronismo del pasado. Creo que esos cambios están relacionados con los cambios que se van produciendo en las relaciones con el PJ por un lado y los sindicatos por otro lado. Yo retomo lo que Pablo y Martín plantean, esa periodización que ellos plantean, con un punto de inflexión en el 2008 y otro punto de inflexión con la muerte de Néstor en el 2010, entre 2008 y 2010 con un acercamiento al PJ, a los sindicatos y en el 2010 después de la muerte de Néstor un alejamiento cada vez mayor al PJ y a los sindicatos porque eso va cambiando la forma en que se para el kirchnerismo frente al peronismo. Durante el 2008 y hasta el 2010 aproximadamente con Néstor todavía vivo los discursos buscaban una afiliación más directa con el peronismo, con los años dorados de Perón, con Eva Perón. Después del 2010 y mucho más a partir del 2011 Cristina empieza a hablar de una especie de superación del kirchnerismo en relación con el peronismo y empieza a hablar de que el peronismo no puede ser una tradición inerte, que el peronismo tiene que cambiar, que ella retoma un momento específico del peronismo en el cual no estuvo cerrado al partido sino en el cual fue un momento frentista del peronismo como el momento en el 45 y las elecciones del 46. Ella empieza a retomar otras cosas en los discursos. Entonces a mí me parece que la periodización que hacen Pablo y Martín es muy acertada, y me parece que esa periodización se refleja en distintos usos del pasado en uno y otro momento.
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CGT: “MARCHAMOS CONTRA LA REFORMA LABORAL”
La Confederación General del Trabajo anunció una movilización a la Plaza de Mayo para el jueves 18 de diciembre en rechazo a la reforma laboral que impulsa el gobierno nacional que busca precarizar aún más el trabajo argentino.
El proyecto del presidente Milei pretende instalar un banco de horas que permitiría jornadas de trabajo de 12 horas, habilita el cobro de salarios mediante mercancías y elimina, entre otros, el estatuto del periodista.
*nota en desarrollo
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Expo Cooperativa 2025: producción, soberanía alimentaria y desarrollo local, por Hernán Rachid
En exclusiva con La Columna Vertebral, e ldirector de Capacitación y Formación del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC), Hernán Rachid, detalla cómo avanza la organización de la Expo Cooperativa 2025, profundiza en el rol de las cooperativas en la producción de alimentos y explica por qué la soberanía alimentaria es clave para el desarrollo de las comunidades bonaerenses. También analiza la situación actual del sector agropecuario y la urgencia de fortalecer redes productivas en todo el territorio.
LCV — ¿Cómo va la preparación de la Expo Cooperativa 2025 que tendrá lugar este viernes?
Hernán Rachid: “Este viernes 12 estaremos en el Teatro Argentino, en calle 51, realizando la segunda Expo Cooperativa desde que se jerarquizó nuevamente el órgano de control y fomento de cooperativas en la provincia. La primera edición fue el año pasado y esta segunda llega con gran participación y una amplia oferta de actividades.”
LCV — Dentro de la Expo habrá una feria de alimentación. ¿Quiénes participan y qué ofrecerán?
Hernán Rachid: “Decidimos concentrar la muestra en las cadenas de producción más fuertes de la provincia y por eso montamos una feria de alimentos en el exterior del Teatro Argentino con unas diez cooperativas y federaciones agropecuarias. Participarán Federación Rural, FECOFE, Federación AGROPA y cooperativas de la región y del interior que ofrecerán harinas, lácteos, kiwi y otros productos. Buscamos visibilizar al sector cooperativo y permitir que vecinos y vecinas accedan a alimentos a precios accesibles.”
LCV — Se menciona mucho el concepto de soberanía alimentaria. ¿Cómo lo definirías y cuál es el aporte de las cooperativas?
Hernán Rachid: “La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a producir sus alimentos, especialmente aquellos vinculados a su cultura y consumo habitual, y a acceder a ellos. En las cooperativas de pequeños y medianos productores es un eje central porque involucra el vínculo con el territorio, la comunidad, los consumidores y las formas de producción. Por eso el sector cooperativo lo adopta como un principio fundamental.”
LCV — No todos los productores trabajan bajo el concepto de soberanía alimentaria. ¿Cómo unifican estos esfuerzos en un contexto donde el discurso oficial lo desvaloriza?
Hernán Rachid: “Nuestro enfoque consiste en abordar la crisis del sector agropecuario, donde solo entre el 7% y el 8% de la población vive en el campo y la mayoría está en ciudades. Muchos pueblos del interior no producen sus propios alimentos y dependen de mercados centrales ubicados a cientos de kilómetros. Lo mismo ocurre con la leche, la carne o los huevos. Entendemos la soberanía alimentaria no solo como acceso a alimentos, sino como una estrategia de desarrollo local, trabajo, prestación de servicios, fortalecimiento del comercio interno e impulso para cooperativas y pymes del interior.”
LCV — La soberanía alimentaria implica una cadena productiva compleja. ¿Cómo se integra el sector cooperativo en ese proceso?
Hernán Rachid: “La soberanía alimentaria involucra a toda la cadena de producción. Las cooperativas conviven con productores independientes y empresas en una provincia con una diversidad enorme: fruticultura, horticultura, granos, carnes, olivos e incluso vitivinicultura. En el Congreso de Cooperativas Agropecuarias que organizamos con la Universidad de La Plata y el Ministerio de Desarrollo Agrario, cooperativas grandes, medianas y pequeños productores coincidieron en que la situación es muy preocupante y en que es urgente generar trabajo, fortalecer los pueblos del interior y garantizar el acceso a alimentos.”
LCV — ¿Qué podrán encontrar quienes visiten la Expo Cooperativa 2025?
Hernán Rachid: “Esperamos que se acerque mucha gente. Además de la feria de alimentos, habrá espectáculos de cooperativas culturales; cooperativas tecnológicas con realidad virtual e inteligencia artificial; cooperativas textiles y gastronómicas para comer en el lugar. Será una exposición diversa, completa y muy rica.”
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Crónicas de la vida Moderna, parte II, “Publicidad, marketing y capital”, por Marcelo Cosín
Una canción para acompañar la lectura:
“Coca Cola refresca mejor, Coca Cola elimina el dolor, Coca Cola querida señora, es el símbolo perfecto del amor”. Esta letra (y la música) la escribió el genial Jorge Schussheim a comienzos de la década del 60.
La publicidad es un género de comunicación dependiente de otra disciplina que la abarca: el marketing. Para no entrar en detalles, la publicidad, que es tan antigua como la Edad Media, tiene su inicio como herramienta fundamental del capitalismo en los años 50, después de la Segunda Guerra Mundial.
Esta crónica se refiere a la publicidad comercial, no a la comunicación política. El marketing comercial es mucho más que una técnica para vender productos: es el sistema que organiza la producción y el consumo dentro del capitalismo. Su función no es sólo conectar empresas con clientes, sino crear necesidades, moldear deseos y transformar la vida cotidiana en mercancía. A través de la publicidad, el marketing convierte objetos comunes en símbolos de felicidad, estatus o amor, instalando la idea de que consumir es la forma natural de existir.

Un ejemplo: un comercial de televisión de aceite Cocinero (Molinos Río de la Plata). En el envase del producto hay una imagen de un cocinero con gorro y una gran sonrisa. En ese comercial, el ama de casa, la señora, tiene la fantasía de que ese cocinero del envase toma vida y la enamora. Algo así como que el cocinero es su amante secreto. ¿Qué tiene que ver esta imagen con un aceite de girasol que sirve para freír papas fritas? Nada. Es cierto: nada que ver.
Si uno se deja guiar por las definiciones, podría suponer que la publicidad sirve para informar las características del producto y, sobre todo, especificar las ventajas sobre productos de la competencia. Pero no es así. La publicidad usa técnicas de persuasión. Autores como Vance Packard y Ernest Dichter abundaron en construcciones teóricas para explicar que la publicidad somete a la sociedad a una especie de esclavitud a normas que predeterminan qué es lo bueno, lo correcto, lo aceptable y, sobre todo, dictaminan acerca del deber ser de la persona.Los slogans muchas veces marcan el sentido de producir estados de ánimo, emociones que tienen que ver con la manipulación del deseo: Coca-Cola – “Destapa la felicidad”.

Nike – “Just Do It”- apela a la motivación personal y la superación. El deseo de ser activo y exitoso se proyecta sobre la marca.
L’Oréal – “Porque tú lo vales”- refuerza la autoestima y el deseo de sentirse valioso. El producto se convierte en un símbolo de reconocimiento personal.
Apple – “Think Different”- no describe tecnología, sino identidad y creatividad. Manipula el deseo de ser único y especial.
Durante más de una década, Cerveza Quilmes tuvo una campaña de publicidad que cambió su imagen y devolvió el liderazgo a la cerveza, que estaba opacada por el vino común de mesa. En los años 70, Quilmes tenía una campaña que intentaba convertir a la cerveza en una bebida familiar, veraniega, para ser consumida en el almuerzo o la cena. Competía con el vino común de mesa y, especialmente, con una marca que se había impuesto gracias a su publicidad. El vino Crespi, cuya campaña se basaba en relatos de una familia joven. El comercial más exitoso de la serie fue uno en el que la mujer le dice al hombre que está embarazada y lo simboliza con una imagen en la que le muestra un par de escarpines. El actor era Hugo Arana y esa campaña lo hizo famoso. La feliz familia de Crespi acompañó a los televidentes por años.

El éxito fue tan rotundo que la familia de Crespi acompaño durante varios años a los argentinos. Allá por 1977/78 el joven matrimonio festejaba un aniversario. El bebé de los escarpines ya tenía 6 años. “Pasan cosas lindas en una familia. Muchas se viven con Crespi seco.”
Ver publicidad 1977:
https://www.youtube.com/shorts/PtLX2Q2_Fhg
Lo curioso era la época política en que se desarrolló esa campaña llena de amor, ternura y paternidad: la dictadura militar, en la que se arrojaban seres humanos vivos al Río de la Plata y los dulces bebes eran secuestrados junto a sus escarpines.
Varias marcas de vino competían por ser la bebida preferida de la familia en el almuerzo y la cena. Mientras la cerveza no lograba hacer pie.
Quilmes intentaba, al menos, que en el verano se cambiara el vino por la cerveza con la campaña “A las 9, Quilmes también”, con escenas familiares llenas de amor y ternura. Pero no pudo. La guerra por la bebida en la mesa familiar la ganó el vino, que aumentaba el consumo de varias marcas y, sobre todo, incentivaba la inversión publicitaria.
Una agencia publicitaria llamada Solanas (del hermano de Pino Solanas, Héctor) encontró la fórmula para que la cerveza destituyera al vino. Lo primero que hizo fue una investigación de mercado. ¿Qué descubrió esa investigación? Que los jóvenes estaban ausentes de esas escenas familiares románticas en las que el vino prevalecía. Entonces la agencia encontró dos cosas para hacer que la “birra” se convirtiera en la preferida de la juventud. La primera: descubrir que el alcohol era un paso inicial en la desinhibición del acercamiento sexual. Y después, que los jóvenes ya no estaban en la casa, sino en “los boliches”. Por lo tanto, surgió el slogan “El sabor del encuentro”. Los comerciales contaban cómo una pareja se conocía en un boliche, haciendo que la cerveza fuera el imán que producía el acercamiento.

Estos ejemplos iniciales llaman a la reflexión acerca de la importancia del marketing y la publicidad como factores determinantes en el comportamiento de la sociedad. La publicidad comercial no es un mero instrumento de ventas. La publicidad es la mano armada del capitalismo, que genera consecuencias políticas de mayor importancia.
Continuará…

