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Colombia giró a la izquierda, por Pablo Solana
Vistiendo un traje de diseño colorido y ancestral como los que usó durante su campaña, #FranciaMárquez, la primera mujer pobre y negra electa vicepresidenta en toda la historia de Colombia, se dirigió a la multitud. Con la cadencia que caracteriza su forma de hablar, definió el tamaño del desafío que, junto a #GustavoPetro, acaban de superar: “Después de 214 años logramos un gobierno del pueblo, el gobierno de la gente de las manos callosas, el gobierno de la gente de a pie, el gobierno de los nadies y las nadies de este país”. La multitud estalló en gritos y cantos de celebración.
Francia y Petro hablaron en el estadio Movistar Arena, en Bogotá, ante miles de personas que desbordaron el lugar. Otras miles fueron a la Plaza de Bolívar, en el centro. Más concentraciones espontáneas se replicaron en todas las ciudades del país, en miles de plazas, avenidas, campos y poblados. En las sierras y en los caseríos a la vera de los ríos. En cada rincón de Colombia hubo ruidosas manifestaciones y emociones a flor de piel. Bocinas y cornetas, gritos y canciones. Banderas, bailes y abrazos. También llantos, pero de alegría, esta vez.
Todo se desencadenó a partir de las 5 de la tarde, apenas una hora después del cierre de la votación, cuando el octavo boletín oficial dio una diferencia de más de 600.000 votos a favor del Pacto Histórico que encabezan Petro y Márquez. Se llevaban contadas el 65% de las mesas, pero ya era una cifra imposible de remontar para el candidato conservador Rodolfo Hernández, que no tardó en reconocer la derrota. En ese momento comenzaron a escucharse los bocinazos en las calles de las ciudades, y los vallenatos y rancheras a todo volumen en las tiendas y las casas de las barriadas y de las zonas rurales más alejadas de la capital.
El resultado final fue de 50,4% a 47,3%. Cada fórmula presidencial ganó en las mismas regiones en que lo había hecho en la primera vuelta, pero Petro y Márquez se beneficiaron de la mayor participación electoral. Esta vez fue a las urnas el 58% de la población habilitada, dos millones más de votantes, en gran medida convocados por la militancia popular para garantizar la victoria.
Había mucha expectativa por escuchar los discursos de la fórmula vencedora: por la emoción del logro histórico, y por saber qué dirían ahora que la campaña electoral quedó atrás.
Petro mencionó los tres ejes en los que se apoyará el gobierno de Pacto Histórico: “primero la paz, segundo la justicia social, tercero la justicia ambiental”, y convocó a la oposición a construir un “Acuerdo Nacional”.
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POR UN CONTINENTE “SIN EXCLUSIONES” Y “NO EXTRACTIVISTA”
El candidato electo dedicó a la geopolítica continental una importancia que no le había dado durante la campaña. “A los progresismos de América Latina les propongo dejar de pensar que es posible un futuro sustentado sobre el petróleo, el carbono, el gas, porque es insostenible para la existencia humana”, manifestó. Se trata de una postura que ha sostenido a lo largo de los años. “Les propongo pensar que América Latina puede construirse alrededor de la agricultura y las reformas agrarias, de la industrialización bajo nuevas tecnologías; una América Latina productiva y no extractivista”, agregó.
También propuso “un diálogo en las Américas sin exclusión de ningún pueblo, de ninguna nación, en la diversidad”. Hace dos semanas, en la Cumbre de las Américas que se realizó en Los Ángeles, EE.UU. impidió participar a Cuba, Nicaragua y Venezuela, lo que derivó en la protesta de México, Bolivia y Honduras que resolvieron ausentarse. Argentina y Belice, que sí estuvieron presentes, aprovecharon el micrófono para denunciar esa arbitrariedad. Las palabras de Petro expresan un reclamo en la misma sintonía. Si esa línea de coincidencias se mantiene, la presencia de Colombia junto a ese grupo de naciones podría revitalizar las instancias de unidad continental.
Otros aspectos fundamentales de la política regional no fueron mencionados en su discurso, aunque en el entorno de Petro dan pistas sobre la orientación que tomará en temas nodales como el vínculo con Venezuela y Cuba. El gobierno saliente de Iván Duque rompió relaciones con Caracas y deterioró notablemente el vínculo con La Habana, por lo que al nuevo gobierno progresista no le demandará mucho esfuerzo mejorar ambas relaciones. En el primer caso, más allá de las críticas que Petro ha manifestado a la figura de Nicolás Maduro, es de esperar que, apenas asuma, reabra las fronteras y restablezca las relaciones consulares y diplomáticas con el vecino país. Respecto a la isla, allí se encuentra aún la delegación de paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN), y es probable que Cuba vuelva a ser escenario de posibles negociaciones entre el gobierno colombiano y la guerrilla que se mantiene en armas, lo que ayudará a restablecer los lazos de colaboración y amistad entre ambos países.
Colombia, que estuvo históricamente ausente de los escenarios de unidad y cooperación latinoamericana, a partir de ahora puede sumar, y mucho, a los renovados intentos de integración regional.

SABOREANDO LA VICTORIA
En la capital del país llovió de manera sostenida desde que cerraron los centros de votación hasta entrada la noche. Bogotá, que se pone fría en esta época y a esas horas, adquirió sin embargo un calor inusual con la celebración popular. Las banderas, paraguas y sombrillas de todos los colores contrastaban con el gris del anochecer encapotado en toda la ciudad. Como no hubo un lugar único de convocatoria, muchas personas deambularon por las avenidas, decidieron en el camino dónde ir, se guiaron por los sitios donde más bocinazos se dejaban escuchar. “Esto es extraordinario, yo tengo 66 años y nunca vi en este país que se festejara una elección presidencial”, contaba una señora mientras hacía flamear con todo entusiasmo una bandera amarilla, azul y roja por la avenida 30, cerca de la Universidad Nacional. “Ni cuando salió campeón el Santa Fe. Qué digo, ni si saliéramos campeones de un mundial”, le respondió un muchacho al pasar. Para este cronista fue extraño ver, después de la primera vuelta, que no hubiera celebraciones en las calles. El 29 de mayo pasado, Petro y Márquez obtuvieron un abultado 40% y 12 puntos de ventaja con su competidor. Sin embargo, mucha gente vio ese resultado con tristeza y preocupación.
Pero esta vez fue distinto. La ciudad desbordó de alegría. El pueblo colombiano saboreó su primera victoria. Este domingo, once millones de personas hicieron más que elegir una fórmula presidencial. “¡En 2026, la presidenta será Francia! ¡Vamos pueblo carajo!”, gritó la señora de la bandera, sin importarle el aguacero, que a esa hora de la noche golpeaba con más intensidad. Una vez rota la inercia de la derrota, a este pueblo solo le queda ir por más. Con este triunfo, el pueblo colombiano aprendió a ganar.
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Uruguay, el espejismo de América Latina, por María Urruzola
Hay algo que a los uruguayos en general les encanta: mirar los indicadores tradicionales que los organismos internacionales utilizan para hacer ranking de países, del mejor al peor,y festejar que a Uruguay en general le va muy bien. Todos conocemos esos indicadores: el Producto Bruto Interno, el índice de Desarrollo Humano, la desigualdad (índice de Gini) y el nivel de pobreza. En resumen, los indicadores nos califican como un país de “muy alto desarrollo humano”.
Mas aún: el Índice de Paz Global clasifica constantemente a Uruguay entre los países más seguros de América Latina y el índice de Felicidad 2025 nos ubica como el más feliz del continente. Pero por alguna razón que no registran los organismos que elaboran esos índices, ni las calificadoras de riesgo que los usan para orientar hacia dónde va la plata mundial, lo que se respira en las calles, sobre todo en su capital Montevideo, lo que se percibe en el ánimo de la gente común, lo que se dibuja cuando
una arma un puzzle con otras piezas, es muy diferente.
Uruguay se encuentra entre los países de la región con las tasas más altas de mortalidad por suicidio
Es que a la hora de elegir indicadores o índices la mirada puede dirigirse hacia otro Uruguay que también puede organizarse en rankings, descorazonadores.
-Uruguay se encuentra entre los países de la región con las tasas más altas de mortalidad por suicidio (21,3 por cada 100.000 habitantes en 2024), con un impacto mayor en hombres y en personas mayores de 75 años, seguidos por adolescentes y jóvenes. Entre los adolescentes de 15 a 19, es la principal causa de muerte.
-Tenemos casi el doble del promedio mundial de homicidios: 10.7 homicidios cada 100.000 (2022/2024) cuando el promedio mundial es de 5.8.
Somos un país pequeño que quiso ser ejemplo y lo fue: leyes pioneras, derechos ganados, educación laica. Pero también somos los que se quiebran en silencio…
-Uruguay ocupa el 5to lugar en tasa de femicidios entre los 36 países de América Latina y el Caribe. Mientras escribo estas líneas, el Senado de pie homenajea a la última mujer asesinada hace dos días, maestra, quien entró a pedir auxilio a una estación de nafta pero no logró escapar ni siquiera así de su marido, a quién había denunciado en múltiples oportunidades. El homenaje de los senadores llegó tarde.
-Uno de cada tres niños es pobre, según nueva metodología adoptada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La pobreza global terminó 2024 en 17,3%, pero con una fuerte desigualdad etaria: el 32 % de los menores de 6 años son pobres, en contraste con un 6,3 % entre las personas mayores de 65 años, lo que confirma un fenómeno persistente de infantilización de la pobreza.
Los uruguayos “felices” se drogan como si no lo fuesen
-Uruguay se posiciona entre el primer y segundo lugar en consumo de casi todos los tipos de drogas relevadas por el último Informe Mundial sobre Drogas de las Naciones Unidas presentado el 30 de junio de este año 2025. De acuerdo con esos datos, Uruguay es el primer consumidor de cannabis, éxtasis y opioides de América Latina. Mientras que está segundo en consumo de cocaína y opiáceos. Los uruguayos “felices” se drogan como si no lo fuesen.
-Y además, Uruguay es el segundo consumidor del mundo de whisky por habitante (litros/persona/año). Los uruguayo “pacíficos” chupan como esponjas.
-En simultáneo ocupa el primer lugar de presos por cantidad de habitantes de América del Sur. En el último año, la tasa de prisionización fue de 456 personas por cada 100.000 habitantes. Un nuevo récord nacional que ha continuado aumentando en 2025, llegando a 477 a mediados de este año.
Tenemos un ‘tempo’ de vida ciudadana casi único: no es lento sino simplemente fuera del tiempo, un registro de otra dimensión
-Presos que viven en un hacinamiento “crítico” y “mayor de 120% en casi todo el sistema”. En las celdas hay más del doble, triple o cuádruple de personas que tendrían que estar alojadas allí. “En muchos lugares el hacinamiento es mayor que ese promedio: en la Unidad 5 Centro Femenino de Colón llega a ser de 174%, en Paysandú es de 178%, en Rivera y Colonia 171%.
-Esas condiciones reales son una constante violación de los derechos humanos en el sistema penitenciario, ya que 46% de la población privada de libertad vive en condiciones crueles. Hay un comisionado parlamentario para las cárceles que lleva años denunciándolo. Sin suerte. Por eso unos 40 presos mueren al año en las cárceles, por asesinato o enfermedades.
Estimado lector o lectora: ¿ya está exhausto de malas noticias? Pues hay más.
-El 48,4% de los jóvenes entre 21 y 23 años no terminaron los estudios secundarios. Ese nivel de deserción se traduce en que sólo el 15% de las personas entre 25 y 35 años tienen títulos de Educación Superior. Lo que obviamente repercute en el empleo.
Uruguay presenta la mayor tasa de desempleo juvenil de la región
-Uruguay presenta la mayor tasa de desempleo juvenil de la región, con un 28,1%, casi duplicando el promedio, seguido por Costa Rica (23,3%), Colombia (20,6%) y Chile (20,1%), de acuerdo con los datos recabados por la OIT. Para América Latina y el Caribe, el promedio es de 13,8%. En resumen, se podría decir que Uruguay es un lindo país para vivir salvo que usted sea uruguayo o uruguaya. Si es extranjero y tiene dinero, es un país tranquilo y feliz, que no tiene guerras, ni eventos climáticos extremos, ni terrorismo, y ni siquiera tensiones étnicas, porque somos todos casi iguales. Y por si eso fuera poco, tenemos un “tempo” de vida ciudadana casi único: no es lento sino simplemente fuera del tiempo, un registro de otra dimensión.
Por eso las revistas “people” del mundo siempre nos otorgan algún palmarés de buena vida, lo que hace los titulares de los medios de comunicación y la autosatisfacción de las élites. Nos encanta que nos elijan de ejemplo.

Hace poco conversé con una de mis nueras sobre nuestra idiosincracia y, como no nos poníamos de acuerdo, le preguntó a la IA cómo nos definiría, y de su conversación -afirmación y retruque durante un rato- salió toda una definición.
Dijo la IA con máscara oriental: “Somos un país que se nombra en voz baja. Una tierra que parece tranquila. Donde el mate pasa de mano en mano y, al mismo tiempo, el silencio se hereda. Somos la charla lenta, el fuego del asado, la murga que se ríe de todo. Pero también somos la sombra detrás de la risa, el cansancio que no se dice, el vecino que se encierra, el dolor que se disfraza de normalidad. Aquí la tristeza no grita, canta. Se vuelve murga, poema, canción de Drexler o cuento de Levrero. Convertimos la melancolía en arte, porque es la forma más digna que tenemos de sobrevivirla. Somos un país pequeño que quiso ser ejemplo y lo fue: leyes pioneras, derechos ganados, educación laica. Pero también somos los que se quiebran en silencio, los que todavía temen pedir ayuda, los que viven con la esperanza entre los dientes. La cultura uruguaya está hecha de contradicciones: una calma que abriga y asfixia, una tristeza que une y separa, una ternura que se esconde por pudor. En el fondo seguimos buscando cómo querernos. Cómo hacer del silencio un abrazo y de la melancolía una forma de estar vivos”.
De ahí el dicho: “como el Uruguay no hay”.
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Derechos humanos en movimiento. Entrevista a Natalia Berjemo para hablar de la marcha del jueves 11/12 a Plaza de Mayo para defender los DDHH y “fortalecer la resistencia”.
En exclusiva con La Columna Vertebral, Natalia Bermejo, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, presenta la convocatoria Derechos Humanos en Movimiento. Explica la importancia del acto, la participación de las centrales sindicales, las intervenciones artísticas y las mesas de debate, y reflexiona sobre la necesidad de reconstruir la unidad popular y convocar nuevamente a quienes se han alejado de la vida política. Su mirada recupera décadas de militancia en derechos humanos y compromiso con la resistencia social.
“LCV: Contanos un poquito el nombre de la convocatoria y de qué se trata.”
Natalia Bermejo: “Le pusimos Derechos Humanos en Movimiento. Es una convocatoria que busca conmemorar la Declaración Universal de los Derechos Humanos y homenajear la Marcha de la Resistencia. La idea es poner en valor los actos de resistencia del pueblo en un momento en que está siendo atacado. En las marchas siempre hubo micrófono abierto para expresiones políticas y culturales. En esta oportunidad, a las 16:30 habrá un espacio llamado Derechos y Trabajo con Octavio Argüello, ‘Cachorro’ Godoy, el ‘Peluca’ Gramajo y Hugo Yasky, cuatro secretarios generales de organizaciones muy importantes.”
“LCV: Esto marca un punto de inflexión, porque en otras marchas las organizaciones sindicales solían quedar afuera.”
Natalia Bermejo: “Totalmente. Hoy se está atacando la línea de flotación de nuestro pueblo: los trabajadores. Por eso las centrales sindicales toman protagonismo. Es un ataque al pueblo trabajador en su conjunto. Que estén todas es significativo. Y para quienes no puedan asistir a las 16:30, a las 17:30 habrá otra mesa sobre estado de derecho, violencia institucional, persecución política y proscripción, donde estará el padre de Pablo Grillo. A las 18:30, Estela de Carlotto, Tati Almeida y Adolfo Pérez Esquivel leerán un documento de los organismos que enumera los derechos vulnerados. Entre mesas habrá videos de trabajadores del Garrahan, jubilados, educación y otros temas.”
“LCV: ¿Qué son las intervenciones? Leo acá: ‘laboratorio de cartas’, ‘mesa gráfica’, ‘taller agitando derechos’, ‘camarazo por justicia por Pablo Grillo’. ¿Qué hace ARGRA?”
Natalia Bermejo: “Son intervenciones que se harán durante el acto. Los laboratorios de cartas consisten en escribir mensajes para las Madres y Abuelas que luego se entregarán. Y el camarazo es una acción de los reporteros gráficos levantando sus cámaras en reclamo de justicia por Pablo Grillo.”
“LCV: ¿Y la feria de la Economía Popular va a llevar productos?”
Natalia Bermejo: “Sí, van a llevar productos realizados por agricultores, productores y cooperativas de trabajo: alimentos y trabajos elaborados por las cooperativas.”
“LCV: Nati forma parte de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora desde hace años; nos conocemos hace mucho y para mí es como una hermanita menor.”
Natalia Bermejo: “Gracias. Todos estamos pensando cómo fortalecer la resistencia desde las bases, más allá de los partidos políticos. Caminamos juntos hace muchos años y la idea de que ‘no nos han vencido’ sigue siendo muy fuerte.”
“LCV: Ojalá podamos construir un discurso que acerque a quienes se alejaron, a quienes están ofendidos. Hay miles que no votaron porque están decepcionados de todo el arco político. Necesitamos volver a seducirlos.”
Natalia Bermejo: “Totalmente. La bandera de las Madres siempre llamó a superar diferencias porque el enemigo no distingue entre nosotros. No podemos encerrarnos en un gueto.”
“LCV: Convocan todos los organismos de derechos humanos: Abuelas, Madres Línea Fundadora, HIJOS…”
Natalia Bermejo: “Sí, todos. Y además hoy es el aniversario de la desaparición de los doce de la Iglesia de Santa Cruz, víctimas de la traición del infiltrado Astiz. También se suman sindicatos, organizaciones culturales y universidades: Foetra, SADOP, Satsaid, Suteba, Ocra y muchos más. Más de 75 organizaciones quedaron afuera de la gacetilla por falta de espacio. La convocatoria es abierta: todos hacen falta. Nadie puede quedar afuera. Ojalá construyamos un discurso de unión y no de expulsión.”
“LCV: Muchas gracias, Nati.”
Natalia Bermejo: “Nos vemos el jueves.”
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Pablo Flores: “La reforma laboral busca avasallar nuestros derechos”
En medio de la tensión política por el inminente envío del proyecto de reforma laboral al Congreso, Pablo Flores, secretario general de AEFIP Nacional, analiza los alcances del borrador que circula y alerta sobre sus implicancias: desde la eliminación de la ultraactividad hasta cambios profundos en la estructura sindical. En diálogo con La Columna Vertebral, sostiene que se trata de una iniciativa “ideológica”, con retrocesos en derechos laborales básicos, riesgos para trabajadores privados y estatales, y un modelo económico que, asegura, ya muestra señales de fracaso.
LCV: “¿Cómo está siendo este fin de semana largo, teniendo en cuenta que estamos ‘velando las armas’, por decirlo de alguna manera, para que ingrese el proyecto de reforma laboral?”
Flores: “Estamos en estado de alerta. Las organizaciones seguimos de cerca qué es lo que finalmente presentará el gobierno. Una de las cuestiones que la gente escucha pero no comprende del todo es el fin de la ultraactividad, y se repite como si fuera algo bueno, cuando en realidad implica un retroceso enorme.”
LCV: “¿Podés explicar qué es la ultraactividad y qué creen ustedes que busca el proyecto eliminándola?”
Flores: “Si la ultraactividad deja de regir, todos los convenios colectivos deben renegociarse desde cero. Eso expone a los trabajadores a presiones para negociar a la baja, con el Estado como autoridad de aplicación. La ultraactividad permite que las cláusulas normativas y obligacionales sigan vigentes aun cuando vencen los dos años que fija la ley para renegociación. Quitarla abre la puerta a una ofensiva patronal sobre derechos adquiridos.”
LCV: “Uno de los convenios apuntados sería el estatuto del periodista. ¿Qué derechos quedarían más afectados: vacaciones, aguinaldo, negociación salarial, asambleas?”
Flores: “El borrador que circula no sólo plantea terminar con la ultraactividad sino una profunda reforma sindical. Limitar asambleas o derechos colectivos no genera más empleo ni formaliza trabajadores. Son medidas ideológicas orientadas a desmantelar la organización sindical, que es la herramienta histórica con la que conquistamos derechos. Argentina tiene un sindicalismo fuerte, reconocido en la región y en el mundo, y eso es precisamente lo que se busca debilitar.”
LCV: “¿Hay articulación de la CGT con organizaciones sindicales internacionales para respaldar la denuncia de que se está atacando a la organización de los trabajadores?”
Flores: “Sí. Argentina está adherida a convenios internacionales de la OIT y varios puntos de esta reforma no se ajustan a esos estándares. De aprobarse, muchas cuestiones serían judicializadas. El derecho laboral está fuertemente protegido: los países que se desarrollaron lo hicieron ampliando derechos y fortaleciendo el consumo interno, no empobreciendo a sus trabajadores.”
LCV: “El borrador menciona que el trabajador no cobrará durante las asambleas, que no avanzó la prohibición de delegados en pymes de menos de 50 empleados y promete ‘terminar con la industria del juicio’. ¿Qué opinás?”
Flores: “La famosa industria del juicio es un mito. Con 7 a 9 millones de trabajadores informales y alrededor de 100.000 juicios anuales, no hay tal industria. Cuando uno analiza casos que ‘quiebran pymes’, encuentran múltiples vulneraciones previas a los trabajadores. Esta reforma laboral responde a un modelo económico: en vez de discutir una reforma tributaria seria, se busca ajustar por el lado de los derechos laborales, mientras se alivian impuestos a quienes más ganan.”
LCV: “¿Qué buscan con esta proliferación de personerías que permitiría fragmentar la representación sindical?”
Flores: “Buscan debilitar la capacidad de negociación de los trabajadores. Hoy, con la ley vigente, se pueden firmar convenios por empresa o regionales cuando la actividad lo necesita: SMATA, petroleros en Vaca Muerta, etc. Fragmentar la representación llevaría a un caos, con cientos de delegados negociando por separado, y solo beneficiaría a la patronal.”
LCV: “Incluso desde el punto de vista empresarial, ¿tiene sentido multiplicar interlocutores?”
Flores: “No. El empresariado serio no está interesado en desintegrar la fuerza sindical. Cada parte busca mejorar su posición, pero existe un equilibrio alcanzado en décadas de negociación. Cuando hay acuerdos y responsabilidad, los sindicatos acompañamos la gestión tanto en el sector privado como en el sector público.”
LCV: “El gobierno insiste en que los estatales no se verán afectados. ¿Coincidís?”
Flores: “No. Aunque digan que la reforma es para privados, cualquier modificación estructural en la Ley de Contrato de Trabajo impacta en todos. Además, hablan de un 10% de ‘reacomodamiento’ en organismos del Estado, incluida la AFIP, lo cual contradice la idea de que los estatales quedan afuera.”
LCV: “Se menciona que el IVA podría subir al 29%. ¿Es factible?”
Flores: “Posible es, si lo aprueban Diputados y los gobernadores. A algunas provincias podría convenirles y a otras no. Pero no está claro el sentido de trasladar el IVA a las provincias a cambio de ingresos brutos, ni si esos fondos serían de libre disponibilidad o con destino específico. Hay gran falta de claridad: el gobierno anuncia medidas sin definir objetivos, en un marco de oscurantismo preocupante.”
LCV: “Parece un ensayo permanente, con globos de prueba y retrocesos.”
Flores: “Sí, es una dinámica de ensayo y error que termina generando enorme daño social. Muchos anuncios se presentan como salvadores, pero sin objetivos claros nada bueno puede surgir.”
LCV: “AEFIP se reunió con la confederación de sindicatos industriales. ¿Qué implica esa articulación?”
Flores: “Fuimos convocados para aportar en materia tributaria. Hoy hay un industricidio en marcha por la apertura de importaciones y la falta de competitividad cambiaria. El problema central no son normas laborales, sino el modelo económico. Este año ya hubo dos rescates financieros: del FMI y del swap chino. Los autodenominados expertos vienen fracasando una y otra vez. Se necesita una mesa real entre empresarios, trabajadores y sectores sociales para discutir un proyecto de país.”
LCV: “Por último, ¿cuál es la actitud de los gremios de la CGT frente a lo que viene?”
Flores: “El estado de alerta está instalado. Estamos dialogando con todos los bloques, gobernadores y actores sociales. Lo lógico sería una mesa tripartita para debatir cualquier reforma laboral, pero como el gobierno no la convoca, tendremos que construir un ámbito paralelo para discutir seriamente los cambios que pretenden impulsar.”
Uruguay, el espejismo de América Latina, por María Urruzola
“Creatividad, memoria y guion: Michelina Oviedo y el arte de narrar lo propio”

