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Uruguay: “Algo se está gestando”, por Camila López Echagüe, docente del Consejo de Formación en Educación de Montevideo
La docencia, al menos del modo en que está estructurada en el sistema educativo uruguayo, es una actividad muy solitaria y poco propicia para el trabajo colectivo. Los y las docentes no tomamos cargos, tomamos horas de clase; y en general lo hacemos en horarios salpicados, en distintos centros educativos y distintos niveles. Nos pasamos la semana entrando y saliendo de clase, fomentando debates, planificando actividades de problematización y discusión grupal puertas adentro, pero tenemos pocos espacios para el encuentro y la colectivización de este trabajo. Por eso, la seguidilla de ocupaciones y manifestaciones que se están dando desde la semana pasada, de la mano de colectivos estudiantiles y docentes de distintos sistemas, nos moviliza e impacta profundamente. De fondo, lo que existe es un debate público que es a la vez epistémico, pedagógico y político: epistémico, porque se trata de determinar qué saberes consideramos pertinentes y relevantes; pedagógico, porque nos empuja a discutir sobre aspectos centrales de la educación: qué queremos enseñar, para qué, de qué modo; político, porque está en juego la determinación de qué actores son relevantes o no en esta construcción, quiénes y cómo deben tomarse las decisiones, cuál debe ser el presupuesto destinado a la educación, y en definitiva cuál es nuestro futuro laboral.
Este lunes, por primera vez en la historia, se ocupó el Instituto de Profesores Artigas (IPA) -el instituto de formación docente más grande del país- por parte del sindicato docente. La semana pasada se había ocupado, desocupado y vuelto a ocupar por parte del centro de estudiantes; esta semana, se sumó a las medidas el colectivo docente para acompañar las reivindicaciones estudiantiles que son también nuestras. Simultáneamente, se están desarrollando paros y ocupaciones en muchos institutos del país. La ocupación del IPA fue un hecho inédito e histórico que marca un hito y la explicitación de un conflicto que era hasta ahora un malestar latente. El instituto fue ocupado a las nueve de la mañana; durante todo el día, se programaron talleres sobre diversos temas por parte de distintas organizaciones gremiales. El ánimo general era de emoción; existía una cierta sensación de estar gestando algo. Hacia las once de la mañana llegó la intimación del ministerio de trabajo para desocupar el centro de forma inmediata, de lo contrario se haría presente de forma “inminente” la fuerza pública. Se resolvió mantener la ocupación hasta que llegara la fuerza policial, hacer una breve conferencia de prensa y desocupar pacíficamente. La “inminencia” duró cuatro horas; cuatro horas en las que continuaron las actividades previstas, mientras se esperaba la llegada de la policía. Finalmente, hacia las tres de la tarde se dio el despliegue policial: corte de la avenida y policías formados en fila, con sus escudos y parafernalias, frente al IPA. Tiempo después, y al grito de “se escucha, se escucha, arriba los que luchan”, unos cincuenta docentes terminaban la ocupación alineados en la puerta, de cara a la policía que observaba desde la otra vereda. Lejos de finalizar el conflicto, se entendió que la ocupación del IPA supuso un paso más en una situación de movilización y resistencia que continúa; sin ir más lejos, hay convocada una marcha para hoy a las cinco de la tarde por parte de todos los sindicatos de la educación (gremios de estudiantes de secundaria, educación terciaria y universidad; gremios docentes de educación primaria, secundaria, terciaria y Universidad; gremios de funcionarios de distintas ramas de la educación; sindicato de docentes de enseñanza privada).
Para entender un poco más, ¿por qué hay conflicto? Hay un conjunto de críticas que los colectivos estudiantiles y docentes vienen realizando, que pueden sintetizarse en tres tensiones:
Reforma educativa
Los reclamos que desataron las ocupaciones se vinculan a una propuesta de reforma educativa que el gobierno está planificando tanto a nivel de enseñanza primaria y secundaria como de formación docente. Esta reforma está siendo llevada adelante con muy poca transparencia y prácticamente nula participación de docentes y estudiantes.

En el caso del “marco curricular nacional” que se está elaborando como programa nacional para enseñanza primaria y secundaria, aún es bastante opaco en qué consiste la reforma, sin embargo a través de rumores y trascendidos se ha hablado de proponer un currículum basado en un núcleo de asignaturas obligatorias y un cinturón de materias que pasarían a ser optativas, con lo cual peligra la continuidad de asignaturas no consideradas esenciales. El espíritu de esta reforma es beneficiar un abordaje por “competencias”, lo cual ha dado lugar a un intenso debate dentro del cuerpo docente. Suele presentarse este abordaje como favorecedor de asignaturas que hacen énfasis en desarrollar la creatividad, pensamiento crítico, etc., pero no es claro que se contemplen los “contenidos” necesarios para esas competencias. Esto ha sido denunciado como un “vaciamiento” del curriculum, que parece más preocupado por desarrollar habilidades apropiadas para formar para el mercado del trabajo que por el abordaje de contenidos disciplinares y saberes fundamentales. Prácticamente no se han brindado espacios de participación o discusión de este plan; los documentos “bajan” a los docentes pero sus opiniones no han sido atendidas; parece todo “decisión tomada”, lo cual genera una gran frustración. Los docentes temen por su estabilidad laboral y por la calidad de la enseñanza del nuevo plan.
Sobre la reforma de la formación de educadores, en este momento se está construyendo la malla curricular, pero también sin participación de docentes y estudiantes. En diciembre tiene que estar el nuevo plan terminado ya que se ha insistido desde el gobierno en que la reforma sí o sí comenzará el año que viene, y a esta altura del año aún no sabemos qué asignaturas permanecen y cuáles no, ni si son semestrales o anuales. Se sabe que va a haber redistribución y recorte de horas, pero no se sabe aún qué asignaturas se verán afectadas por ello. Pedagógicamente, la propuesta también se fundamenta en un diseño “por competencias” que prioriza asignaturas acordes a las habilidades que se desea promover; diseño que ha sido criticado por entenderse acorde a una lógica de educación adaptada a las necesidades del mercado. Aún más alarmante es lo que se ha descubierto hace pocos días: el documento de propuesta de reforma está plagado de fragmentos extensos plagiados de otros documentos de otros países. El hallazgo del plagio ha sido uno de los últimos bochornos que fortaleció los pedidos de renuncia del director de CFE.
Luchas presupuestales
Otra de las tradicionales reivindicaciones es el reclamo por mayor presupuesto. Tanto docentes como estudiantes piden desde hace tiempo más presupuesto para cargos, becas, y aspectos edilicios (más salones o mejora de las condiciones de los centros, que en algunos casos son muy deficientes).
La Universidad de la República (Udelar) se encuentra en una situación extremadamente delicada en lo que refiere a presupuesto. Pese al rol que tuvo la Universidad en la última pandemia, cuyos desarrollos científico-tecnológicos y compromiso mostró estar a la altura de las necesidades del momento, se mantuvo para la Universidad el mismo presupuesto. Esto en los hechos quiere decir que la Universidad cuenta con menos recursos que antes: en los últimos años se ha ido expandiendo y ha aumentado mucho la matrícula, y no hay recursos para atender a ese aumento de nuevos ingresos. En materia de cargos, los cargos universitarios son los salarios profesionales peor pagos, y la Universidad no cuenta con recursos para compensar estos salarios deprimidos. Hay cursos y cátedras que se mantienen en condiciones sumamente precarias, con cargos de grado bajo que ganan muy poco y terminan quedando a cargo de cursos con gran número de estudiantes.
Además del no aumento de presupuesto, el poder ejecutivo había propuesto quitar un impuesto destinado a la Universidad en el interior, el “adicional del Fondo de Solidaridad”. El fondo de Solidaridad consiste en un pago que hacen todos los egresados de la Udelar, que se destina a becas o bienestar estudiantil; hay un porcentaje “adicional” que desde hace décadas se cobra a los profesionales egresados de carreras superiores a cinco años que está destinado específicamente a la Universidad en el interior. El gobierno había propuesto quitar este adicional. Luego de un extenso debate, y con gremios estudiantiles y docentes manifestándose en las puertas del palacio legislativo, finalmente no se aprobó esta quita. El proyecto pasa ahora a la otra cámara; pero aparentemente la Universidad mantendría aún ese ingreso. Así que por el momento no ocurrió lo que se temía, que habría sido una situación drástica para la sostenibilidad de muchas carreras universitarias, sin embargo los recursos de la Universidad penden de un hilo. La situación en general, y específicamente en el interior, es altamente preocupante y hay cursos cuya continuidad peligra por falta de dinero para cargos.
La “laicidad” como nueva herramienta de censura
Pero más allá de las disputas en torno al presupuesto y a la reforma educativa, hay de fondo un clima de censura y represión que ha generado un permanente estado de malestar, tensión y miedo en los docentes. Quizás lo más simbólico en este sentido es la lucha por los muros de los centros educativos. El gobierno ha adoptado una postura radical de rechazo a las expresiones de estudiantes en los muros de los centros educativos, en nombre del “cuidado de las fachadas” de los edificios públicos. Esto llegó al punto de que un grupo de estudiantes de magisterio fue detenido por hacer pintadas en los muros de su centro educativo dando la bienvenida a la generación 2022. En el caso del IPA, pese a la resistencia del centro de estudiantes pintaron de blanco toda la fachada, en la que se encontraban dos murales con representaciones artísticas, entre ellas una en homenaje a Nibia Sabalsagaray (estudiante desaparecida durante la dictadura). Volver a clase a un edificio totalmente pintado de blanco, cual hospital, fue desgarrador y tuvo un peso simbólico importante. Esto se suma a una multiplicidad de sucesos que dan cuenta de un intento de censurar a todo punto de vista diferente al oficial. En nombre de una “laicidad” entendida como una educación “neutral” y libre de “política”, se censuran eventos, se desvinculan docentes (el último caso fue la desvinculación de una docente que iba a participar en un curso, justamente, sobre laicidad, por un desacuerdo muy menor en torno a su forma de evaluación), y hasta se ha sancionado duramente a docentes por hacer públicas ciertas reivindicaciones sindicales. Esto genera un clima de sospecha constante hacia los docentes que lleva incluso a la autocensura. Además del ya instalado desprestigio de la profesión docente (son vagos, tienen tres meses de vacaciones…) se instala un velo de sospecha (además de vagos, adoctrinan).
No son éstas, en realidad, las únicas tensiones existentes en un contexto político que se ha mostrado poco afín a la negociación, la participación de colectivos en la toma de decisiones, y el fortalecimiento de fondos destinados a programas sociales y culturales en general. Sin embargo, sirven para entender un poco más el entramado de críticas que hacen que hoy todos los sectores educativos se encuentren en conflicto.
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Crónicas de la vida moderna (Parte I), por Marcelo Cosin
Tras la Segunda Guerra Mundial, la penetración cultural se desplegó como un arma silenciosa: primero entretenimiento, luego consumo, y finalmente la colonización de la imaginación. En los años cincuenta la televisión norteamericana explotó como un espectáculo doméstico: millones de familias hipnotizadas frente a la pantalla, mientras la publicidad convertía el living en sucursal del supermercado. Ese modelo, exportado como parte del poder blando, llegó a la Argentina en los años cincuenta. Lo que aquí empezó como transmisión patriótica se transformó pronto en concursos, series dobladas y shows musicales calcados de la lógica yanqui. Así, la penetración cultural nos cogió desprevenidos: entretenidos, anestesiados, con la guardia baja, fuimos perdiendo referentes propios hasta quedar zombis, analfabetos culturales, vagando en las tinieblas del televisor encendido.

Yo amo a Lucy
Un ejemplo de “penetración cultural” es el estreno en la televisión argentina de la serie I Love Lucy ofrecida en la televisión en Blanco y Negro del canal 7 (único canal estatal) como Yo amo a Lucy.
Producción innovadora. Emitida entre 1951 y 1957, protagonizada por Lucille Ball y Desi Arnaz. Fue pionera en grabarse en estudio con público en vivo y en 35 mm, lo que permitió su exportación internacional.
Argumento. Lucy Ricardo, ama de casa casada con un músico cubano, sueña con convertirse en estrella. Su ingenuidad y ambición la llevan a situaciones cómicas, siempre dentro del marco de la vida doméstica.
Impacto en EE. UU. Fue la serie más vista durante cuatro temporadas consecutivas, ganó cinco premios Emmy y se convirtió en un texto fundacional de la comedia televisiva.Ideología implícita:Refuerza el modelo de familia nuclear urbana.Naturaliza el rol de la mujer como ama de casa, aunque con aspiraciones frustradas de independencia.Introduce el consumo y el espectáculo como horizontes de deseo.Presenta la diversidad (un marido cubano) en clave de integración al “sueño americano”.
La familia Falcón
La familia Falcón (1962–1969) fue una de las primeras telenovelas argentinas emitida por Canal 13, creada por Hugo Moser y patrocinada por Ford para promocionar su modelo Falcon. Bajo la apariencia de comedia familiar, funcionó como un ejemplo claro de penetración cultural e ideológica, al instalar un modelo de familia de clase media “ejemplar” y asociarlo directamente con un producto de consumo extranjero.
Debut. 5 de febrero de 1962 en Canal 13, dirigido por Hugo Moser.
Duración. Se emitió semanalmente hasta 1969, con capítulos de 25 minutos.
Elenco. Pedro Quartucci (padre), Elina Colomer (madre), Roberto Escalada (tío solterón), Virginia Lago, José Luis Mazza, Alberto Fernández de Rosa, entre otros.Patrocinio: El apellido “Falcón” proviene del automóvil Ford Falcon, recién lanzado en Argentina. La serie fue concebida por una agencia de publicidad para promocionar el auto. Tuvo su versión cinematográfica en 1963.
Tema musical. “Juntitos, juntitos”, interpretado por Los Cinco Latinos, reforzaba la idea de unión familiar.
Contenido ideológico. Representaba a la familia de clase media porteña de los años 60: padre trabajador, madre abnegada, hijos obedientes y un tío solterón. Era presentada como “una familia como la suya, como cualquiera de su barrio”. Unidad familiar con autoridad paterna y sin conflictos profundos. Evitaba temas polémicos como divorcio, sexualidad o tensiones sociales.
Lenguaje “limpio”. Estaba prohibido decir malas palabras en televisión.
La serie funcionó como vehículo publicitario: el auto Falcon se convirtió en símbolo de modernidad y aspiración. Instaló un ideal de familia que invisibilizaba la diversidad social y cultural argentina. Fue parte de la estrategia de las empresas extranjeras (como Ford) para asociar sus productos con valores locales, naturalizando el consumo como parte de la vida cotidiana.

Dijo Heriberto Muraro en 1985: “La penetración cultural norteamericana en la Argentina a través de la televisión no es un fenómeno superficial ni espontáneo. Es el resultado de una estrategia sistemática de exportación de modelos culturales, estilos de vida y valores que acompañan la expansión del capitalismo. Los programas televisivos importados —series, formatos, noticieros— no solo entretienen: moldean imaginarios, naturalizan consumos y desplazan tradiciones locales. La televisión se convierte en un vehículo privilegiado de colonización simbólica, porque actúa en la vida cotidiana, en el ocio, en la familia, en la infancia. Así, la dependencia económica se traduce en dependencia cultural. Y lo más grave es que esta penetración se produce con la anuencia de las élites locales, que prefieren importar enlatados antes que invertir en producción nacional. La consecuencia es una sociedad que se reconoce más en los héroes de Hollywood que en sus propios referentes, y que aprende a mirar el mundo con ojos ajenos.”
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URUGUAY: “El 1, del 1, para el 1”, por María Urruzola
La consigna es el resumen de una propuesta política impulsada por la central sindical uruguaya PIT-CNT, que plantea aplicar una sobretasa del 1% al patrimonio personal del 1% más rico de la población, parafinanciar el 1% de las políticas públicas, destinadas específicamente a erradicar la pobreza infantil en Uruguay.
Pese a las reticencias de varios sectores, el debate sobre la imposición a la riqueza, los impuestos al capital y más específicamente los impuestos al patrimonio, está en plena efervescencia a nivel internacional.
A modo de ejemplo se puede mencionar la publicación firmada por siete ganadores del Premio Nobel de Economía en defensa de una imposición al patrimonio de los multimillonarios en Francia; la solicitud de más de 500 destacados economistas para la creación de un Panel Internacional sobre la Desigualdad, según lo recomendado por el Comité de Desigualdad del G20 liderado por Joseph Stiglitz; los debates liderados por Brasil en el ámbito del G20 (con el apoyo de países como Sudáfrica, España y Francia, entre otros) para gravar a los multimillonarios; así como también las recomendaciones de organismos internacionales especializados en materia económica y tributaria, y los debates parlamentarios o reformas parciales que están sucediendo en algunos de los principales países del mundo, como Reino Unido o Francia.
Como lo atestiguan numerosos estudios, la pobreza en Uruguay se manifiesta en múltiples dimensiones que van más allá del ingreso, y su concentración en hogares con niños persiste desde hace varias décadas. El crecimiento económico ha resultado insuficiente hasta ahora para lograr reducciones sustanciales y duraderas en su incidencia y severidad en el futuro de las infancias.
En 2024 los ingresos de un 17,3% de las personas en Uruguay se ubicaban por debajo de la línea de pobreza (según el Instituto Nacional de Estadísticas); esa cifra asciende al 18,9% si se toma en cuenta el indicador oficial de pobreza multidimensional. En el caso de los menores de seis años, la incidencia de la pobreza alcanza al 32,2%, de modo que uno de cada tres niños de cero a seis años vive en hogares con ingresos por debajo de la línea de pobreza. A la vez, la vulnerabilidad a la pobreza (tanto monetaria como multidimensional) alcanza casi al 40% de la población.
Por otra parte, el ingreso y la riqueza muestran una fuerte concentración: el 1% de mayores ingresos percibe el 15% del ingreso total del país. Los recursos originados en la aplicación de esta sobretasa propuesta por el PIT-CNT se propone volcarlos a un fondo estatal específico, cuyas características serían definidas a partir de una propuesta del Consejo Nacional de Políticas Sociales, en consulta con el Consejo
Nacional Consultivo Honorario de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia.
La idea de la central sindical es que las normas que se propongan tendrán que asegurar de modo claro, preciso y públicamente controlable, que el destino de todo lo recaudado esté destinado estrictamente a solventar políticas de reducción de la pobreza de hogares con niños, niñas y adolescentes. Aunque su implementación no permitiría recaudar la totalidad de los fondos necesarios para desplegar el amplio
conjunto de políticas requeridas para erradicar definitivamente la pobreza en hogares con niñas, niños y adolescentes, constituye un aporte sustancial con respecto a la realidad actual.
Las estimaciones actuales señalan que aproximadamente las 25.000 personas de mayor patrimonio de Uruguay poseen entre 1 millón y algo más de 1.000 millones de dólares. Por supuesto que la Confederación de Cámaras Empresariales no está de acuerdo, con el argumento básico de que lo recaudado sería ínfimo y podría retraer las inversiones, por ejemplo en el ámbito inmobiliario (compras con destino a renta). Incluso argumentan que los dos países que tiene una tasa similar (España y Noruega)
recaudan un monto mínimo en relación al PBI.
Hay que tener presente que el dinero de uruguayos en el exterior alcanza aproximadamente unos 62.000 millones de dólares, en depósitos e inversiones financieras (casi el 50% del PBI del país).
Una de las dificultades actuales en Uruguay es que el nuevo gobierno de izquierda que asumió el 1o de marzo de 2025, presidido por el Presidente Yamandú Orsi, prometió no aumentar los impuestos. Varios legisladores pertenecientes al grupo mayoritario del Frente Amplio (MPP, liderado por el difunto José Pepe Mujica) han intentado minimizar la propuesta argumentando que son “apenas” algunos “pocos” senadores que se han sumado a la iniciativa.
Al mismo tiempo, dos de los referentes públicos del Frente Amplio, el ministro de Economía (Gabriel Oddone) y el Intendente de Montevideo (Mario Bergara), ambos economistas, han tenido posiciones divergentes: para el ministro es “inconveniente” y no hay siquiera que discutirlo, y para el jefe del gobierno de Montevideo es “razonable” y, justamente, lo que hay que hacer es discutirlo, porque es una propuesta “seria”.
Por ahora la propuesta agita sobre todo las aguas del oficialismo, ya que los sectores que la impulsan se han propuesto recorrer todos los organismos de base del Frente Amplio (llamados Comité de Base), para llevar la discusión al seno “de la gente”. Allí, el apoyo es bastante más generalizado que en los ámbitos de la élite.
La oposición (del Partido Nacional y del Partido Colorado) están en contra, y argumentan -claro- que se irán los inversores, corriendo, que buscarán la manera de evadir la fiscalidad, y que nadie garantiza que los fondos recaudados vayan efectivamente a la infancia. Sin embargo, el tema de la extrema desigualdad que reina hoy en el mundo es un trasfondo que nadie puede obviar, y es un telón de fondo que cuestiona la viabilidad de un sistema que agudiza las tensiones sociales y concentra la riqueza. Están quienes argumentan que si el capitalismo quiere sobrevivir, no tiene
otro camino que redistribuir de manera más igualitaria, ya que la desigualdad en realidad debilita la economía y amenaza a la democracia.
El nuevo gobierno del Frente Amplio en Uruguay no se ha caracterizado por su audacia programática y el descontento de votantes tradicionales de la izquierda se hace sentir por ahora en las redes sociales. Los juicios sobre el desempeño del presidente Yamandú Orsi están divididos aproximadamente en tercios, con un moderado saldo positivo. Se agudizan las miradas críticas de los votantes de la oposición, pero también hay leve caída entre los votantes frenteamplistas. En el total, 36% aprueba, 32% desaprueba, y para 28% es indiferente.
En opinión de uno de los politólogos mediáticos del país, Alfonso Garcé, “lo que hizo este gobierno fue tirar hielo hasta dejar congeladas las expectativas de que haya algún cambio”. Para la central sindical entonces, en un marco bastante evidente de inmovilidad, la tarea es gigante.
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Uruguay/ “A miles de kilómetros de distancia”, por María Urruzola
El Comité Central Israelita denunció ante la policía uruguaya que el 26 de noviembre dos jóvenes judíos liceales “fueron perseguidos, acosados y amenazados por su condición de judíos”. La justicia está investigando, como corresponde. Cualquier acto de hostigamiento, sea contra quien sea -judíos, negros, homosexuales, transexuales, feministas, mujeres jóvenes, personas con discapacidad, gente en situación de calle, pobres, extranjeros, etc- debe ser condenado.
Sorprende el argumento utilizado por el CCI: “Lamentamos corroborar lo que denunciamos tantas veces: los mensajes de odio solamente generan odio y la demonización de la comunidad judía por HECHOS QUE OCURREN A MILES DE QUILÓMETROS DE NUESTRO PAÍS, habilitan a llevar a cabo acciones de este tipo”.
“Hechos que ocurren a miles de kilómetros de nuestro país”, extraña definición del genocidio de Israel en Gaza (y la ocupación de Cisjordania), visto que la inmensa mayoría de los hechos que han determinado la historia oficial (porque siempre hay otra) de la humanidad, de su humanización y de su deshumanización, han ocurrido a miles de kms de nuestro país. Sin ánimo de agotar los hechos y solo a modo de ejemplo:
-Los progroms contra los judíos (Rusia, 13 mil kms, Polonia, 12 mil)-La Shoá (el holocausto), y su solución final (Alemania y la Europa ocupada, entre 11 y 15 mil kms)
-La Segunda Guerra Mundial (Europa y Asia, 19 mil esta última)-El gueto de Varsovia (12 mil kms)
-El golpe de Franco contra la República Española (10 mil kms)-La creación del Estado de Israel en territorio de Palestina (12 mil kms)-La formalización de la Unión Europea (Amsterdam, 11 mil kms)
-La creación de la ONU (San Francisco, 8 mil kms)
-La guerra de Vietnam (17 mil kms)
-La depresión de 1929 en USA (8 mil kms)
-La guerra de Corea (país al que Uruguay envió 70 mil mantas, 19 mil kilómetros)
O sea: la razón de ser del Comité Central Israelita está a 12 mil kms de nuestro país, el fundamento político de su razón de ser (el sionismo) se creó en Basilea, Suiza (11 mil kms), y el fundador de dicho movimiento, Theodor Herzl, nació en Budapest, a 11 mil kms.
La necesidad de usar eufemismos para hablar del Genocidio cometido por Israel en Gaza, no es exclusividad del Comité Central Israelita, el que tiene por misión representar a la comunidad judía sionista (y no a todos los judíos). Esa necesidad de circunloquios para nombrar el Genocidio en Gaza se ha vuelto una especie de seña de identidad de algunas élites de nuestro país.
Para muestra, veamos algunas frases de los senadores que se reunieron en la Comisión Especial de Seguridad Pública y Convivencia, en su sesión del 30 de setiembre pasado.
Javier García: “ Lo que pasa, como pasa, EN LA TRAGEDIA DE MEDIO ORIENTE ES una cosa, y otra es que nosotros admitamos que consecuencias de estas circunstancias se trasladen y se expresen en atentados contra personas, contra instituciones o contra una forma de entender la vida en sociedad o una fe”.
Andres Ojeda: “Una cosa ES UN CONFLICTO INTERNACIONAL, respecto al cual podrá haber posiciones, y otra cosa muy distinta es una discriminación en Uruguay, donde no puede haber dos lecturas. Y esto es bien claro: no puede haber dos lecturas”.
Roby Schindler (Presidente CCI): “El 1.° de mayo yo escuché un discurso muy encendido en una calle con decenas de miles de trabajadores y noté que SE TRAJO UN ÚNICO CONFLICTO INTERNACIONAL a ese discurso, que según entiendo debería ser en favor de los derechos de los trabajadores. Queriendo o sin querer, no sé a qué cabecita puede llegar ese mensaje demonizador”.
Hay que decir que ese mismo día y a esa misma Comisión se presentó la Asociación Cultural Israelita ‘Dr. Jaime Zhitlovsky’ (que no fue invitada sino que solicitó ser recibida), uno de cuyos directivos (David Fryd) llamó a algunas cosas por su nombre: “Me refiero a cuando decimos qué es antisemitismo y qué no es antisemitismo. Si yo discrepo con lo que hace el Gobierno de Israel hoy en el Medio Oriente, eso no es antisemitismo. Si yo discrepo con la ideología sionista, eso para mí no es antisemitismo. Si yo aceptara que el Gobierno israelí pretende que, a través de sus palabras, nos representa a todos los judíos de la diáspora, a todos los judíos del mundo, eso para mí no es cierto. No estoy de acuerdo con eso y no me hace antijudío ni antiisraelí ni mucho menos antisemita”.
¿Qué les pasa a los políticos en Uruguay que no pueden llamar a un genocidio por su nombre?¿Qué condiciona el uso de su lenguaje? Y sobre todo ¿qué le pasa a los de izquierda, en cuya filosofía (porque ya no ideología) se supone que existen valores como el anticolonialismo, el antiapartheid, la defensa de los derechos humanos, la protección de las infancias?
A miles de kilómetro de nuestro país se decide el destino de la humanidad, porque la neutralidad ante un Genocidio de la magnitud del que comete Israel en Gaza es una forma de complicidad con lo que los poderosos, los milmillonarios, los colonialistas y expansionistas se sientan con derecho a hacer en esta nueva era de avasallamiento del derecho internacional. No es solo un tema político; es un tema moral. A miles de kilómetro de nuestro país, como casi todo.

