Destacada
Día de buenas noticias! Celebran campesinos, portuarios y la CGT.
Ayer los periodistas festejaron la ratificación de SIPREBA como único sindicato de Buenos Aires con representación en la negociaciones paritarias y convenios colectivos de trabajo. Una victoria rotunda de un gremio que está peleando hace años para mejorar las condiciones de vida de sus afiliados. Buen regalo que llegó justo para el día del periodista. Pero hubo más

Histórica victoria de los portuarios.
La Federación Marítimo Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA) celebró la derogación del Decreto 870/18 firmado por Mauricio Macri que determinaba la utilización de una única terminal operativa en el Puerto de Buenos Aires. Luego de cinco años de lucha y reclamos, en una reunión en la que participaron los ministros de Trabajo y Transporte que se “avanzará en la aprobación de los pliegos, llamado a licitación y posterior adjudicación del uso y operación de dos terminales, interior y exterior, del Puerto Buenos Aires, manteniendo los puestos de trabajo”.
En un comunicado de prensa, Schmid un recorrido de esta lucha que calificó como histórica. “En 2018 mientras lográbamos sostener las fuentes de trabajo en el Puerto de Buenos Aires con resistencia y lucha, el Gobierno de Mauricio Macri puso en marcha un dispositivo legislativo el cual implicó nuevamente el resquebrajamiento de la golpeada estructura portuaria.” Adjudicó la victoria a la ‘unidad, organización, paros y movilizaciones, que dieron cuenta de la firmeza de nuestra postura ante un Decreto’ que consideraban nocivo para nuestro Comercio Exterior. ‘El puerto no se vende, se defiende’, fue la consigna que movilizó a todos los trabajadores en estos años que mostraron su decisión inquebrantable de llegar a la derogación de dicho decreto para defender el futuro laboral de los portuarios.

Un paso adelante para las familias campesinas e indígenas.
Deolinda Carrizo, Directora de Género en el Instituto Nacional de la agricultura familiar campesina e indígena, nos hacía llegar, también ayer, el texto completo de la esperada reglamentación de la Ley N° 27.118 de “Reparación Histórica de la Agricultura Familiar para la Construcción de una Nueva Ruralidad en la Argentina”, que declaraba ‘de interés público la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena por su contribución a la seguridad y soberanía alimentaria de la población y por practicar y promover sistemas de vida y de producción que preservan la biodiversidad y procesos sostenibles de transformación productiva.’ Ley varias veces modificada a través de decretos en esta última década y que no terminaba de establecer las reglas de funcionamiento. El presente decreto 292/2023 establece que la AABE “se halla habilitada para conceder el uso precario y gratuito de bienes inmuebles propiedad del
ESTADO NACIONAL, independientemente de su jurisdicción de origen, y que por razones circunstanciales no tengan destino útil, cuando le sean requeridos por organismos públicos o por instituciones privadas legalmente constituidas en el país, para el desarrollo de sus actividades de interés general. Que atendiendo a lo expuesto no cabe duda de la importancia de la referida AGENCIA DE ADMINISTRACIÓN DE BIENES DEL ESTADO (AABE) para ser partícipe como consultor permanente del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Públicas para la Agricultura Familiar”. Asimismo, establece que el INSTITUTO NACIONAL DE LA AGRICULTURA FAMILIAR, CAMPESINA E INDÍGENA (INAFCI) será el encargado ver cómo se conforma el Banco de Tierras Rurales y su adjudicación. La norma también contempla la participación de organismos científicos para mejorar los procesos productivos y de comercialización, el desarrollo tecnológico, asistencia técnica e investigación con programas específicos. Y ‘en ese mismo sentido, se contemplará la planificación anual de líneas crediticias para el sector provenientes del BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA.’
En un anexo, se establece que: “El Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Públicas para la Agricultura Familiar será presidido por el JEFE DE GABINETE DE MINISTROS. El NSTITUTO NACIONAL DE LA AGRICULTURA FAMILIAR, CAMPESINA E INDÍGENA (INAFCI) actuará como Secretaría Técnica en aquellas tareas que le sean encomendadas por el mencionado Consejo Nacional”, del que formarán una decena de ministerios.
Por último, la AABE informará gradual, progresivamente y de común acuerdo al INSTITUTO NACIONAL DE LA GRICULTURA FAMILIAR, CAMPESINA E INDÍGENA (INAFCI), ambos organismos descentralizados actuantes en órbita de la JEFATURA DE GABINETE DE MINISTROS, acerca de todos aquellos inmuebles rurales que por sus características específicas y técnicas sean aptos y se encuentren isponibles en el marco del Régimen de Reparación Histórica y procederá en caso de requerirlo el citado Instituto Nacional INAFCI, a su asignación en uso al Banco de Tierras para la Agricultura Familiar.”

El salario no es ganancia
Luego de que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunciara en el día de hoy que no pagarán ganancias con el aguinaldo aquellos salarios brutos de entre $506.230 y $880 mil, medida que beneficiará a más de medio millón de trabajadores de todo el país, la CGT difundió un comunicado aplaudiendo la iniciativa.
“A pedido de la Confederación General del Trabajo, el gobierno comunicó la decisión de eximir al medio aguinaldo del pago del Impuesto a las Ganancias. Esta medida implementada desde el Ministerio de Economía de la Nación y avalada por el Poder Ejecutivo persigue el objetivo de
proteger al salario de los trabajadores y trabajadoras en este contexto de alta inflación.
Una vez más afirmamos que el salario NO es ganancia”, sostuvo la Central Obrera.
Esta CGT apoya esta resolución que va en el sendero de la preservación del poder adquisitivo de nuestros compañeros y compañeras.
Destacada
Expo Cooperativa 2025: producción, soberanía alimentaria y desarrollo local, por Hernán Rachid
En exclusiva con La Columna Vertebral, e ldirector de Capacitación y Formación del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC), Hernán Rachid, detalla cómo avanza la organización de la Expo Cooperativa 2025, profundiza en el rol de las cooperativas en la producción de alimentos y explica por qué la soberanía alimentaria es clave para el desarrollo de las comunidades bonaerenses. También analiza la situación actual del sector agropecuario y la urgencia de fortalecer redes productivas en todo el territorio.
LCV — ¿Cómo va la preparación de la Expo Cooperativa 2025 que tendrá lugar este viernes?
Hernán Rachid: “Este viernes 12 estaremos en el Teatro Argentino, en calle 51, realizando la segunda Expo Cooperativa desde que se jerarquizó nuevamente el órgano de control y fomento de cooperativas en la provincia. La primera edición fue el año pasado y esta segunda llega con gran participación y una amplia oferta de actividades.”
LCV — Dentro de la Expo habrá una feria de alimentación. ¿Quiénes participan y qué ofrecerán?
Hernán Rachid: “Decidimos concentrar la muestra en las cadenas de producción más fuertes de la provincia y por eso montamos una feria de alimentos en el exterior del Teatro Argentino con unas diez cooperativas y federaciones agropecuarias. Participarán Federación Rural, FECOFE, Federación AGROPA y cooperativas de la región y del interior que ofrecerán harinas, lácteos, kiwi y otros productos. Buscamos visibilizar al sector cooperativo y permitir que vecinos y vecinas accedan a alimentos a precios accesibles.”
LCV — Se menciona mucho el concepto de soberanía alimentaria. ¿Cómo lo definirías y cuál es el aporte de las cooperativas?
Hernán Rachid: “La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a producir sus alimentos, especialmente aquellos vinculados a su cultura y consumo habitual, y a acceder a ellos. En las cooperativas de pequeños y medianos productores es un eje central porque involucra el vínculo con el territorio, la comunidad, los consumidores y las formas de producción. Por eso el sector cooperativo lo adopta como un principio fundamental.”
LCV — No todos los productores trabajan bajo el concepto de soberanía alimentaria. ¿Cómo unifican estos esfuerzos en un contexto donde el discurso oficial lo desvaloriza?
Hernán Rachid: “Nuestro enfoque consiste en abordar la crisis del sector agropecuario, donde solo entre el 7% y el 8% de la población vive en el campo y la mayoría está en ciudades. Muchos pueblos del interior no producen sus propios alimentos y dependen de mercados centrales ubicados a cientos de kilómetros. Lo mismo ocurre con la leche, la carne o los huevos. Entendemos la soberanía alimentaria no solo como acceso a alimentos, sino como una estrategia de desarrollo local, trabajo, prestación de servicios, fortalecimiento del comercio interno e impulso para cooperativas y pymes del interior.”
LCV — La soberanía alimentaria implica una cadena productiva compleja. ¿Cómo se integra el sector cooperativo en ese proceso?
Hernán Rachid: “La soberanía alimentaria involucra a toda la cadena de producción. Las cooperativas conviven con productores independientes y empresas en una provincia con una diversidad enorme: fruticultura, horticultura, granos, carnes, olivos e incluso vitivinicultura. En el Congreso de Cooperativas Agropecuarias que organizamos con la Universidad de La Plata y el Ministerio de Desarrollo Agrario, cooperativas grandes, medianas y pequeños productores coincidieron en que la situación es muy preocupante y en que es urgente generar trabajo, fortalecer los pueblos del interior y garantizar el acceso a alimentos.”
LCV — ¿Qué podrán encontrar quienes visiten la Expo Cooperativa 2025?
Hernán Rachid: “Esperamos que se acerque mucha gente. Además de la feria de alimentos, habrá espectáculos de cooperativas culturales; cooperativas tecnológicas con realidad virtual e inteligencia artificial; cooperativas textiles y gastronómicas para comer en el lugar. Será una exposición diversa, completa y muy rica.”
Destacada
Crónicas de la vida Moderna, parte II, “Publicidad, marketing y capital”, por Marcelo Cosín
Una canción para acompañar la lectura:
“Coca Cola refresca mejor, Coca Cola elimina el dolor, Coca Cola querida señora, es el símbolo perfecto del amor”. Esta letra (y la música) la escribió el genial Jorge Schussheim a comienzos de la década del 60.
La publicidad es un género de comunicación dependiente de otra disciplina que la abarca: el marketing. Para no entrar en detalles, la publicidad, que es tan antigua como la Edad Media, tiene su inicio como herramienta fundamental del capitalismo en los años 50, después de la Segunda Guerra Mundial.
Esta crónica se refiere a la publicidad comercial, no a la comunicación política. El marketing comercial es mucho más que una técnica para vender productos: es el sistema que organiza la producción y el consumo dentro del capitalismo. Su función no es sólo conectar empresas con clientes, sino crear necesidades, moldear deseos y transformar la vida cotidiana en mercancía. A través de la publicidad, el marketing convierte objetos comunes en símbolos de felicidad, estatus o amor, instalando la idea de que consumir es la forma natural de existir.

Un ejemplo: un comercial de televisión de aceite Cocinero (Molinos Río de la Plata). En el envase del producto hay una imagen de un cocinero con gorro y una gran sonrisa. En ese comercial, el ama de casa, la señora, tiene la fantasía de que ese cocinero del envase toma vida y la enamora. Algo así como que el cocinero es su amante secreto. ¿Qué tiene que ver esta imagen con un aceite de girasol que sirve para freír papas fritas? Nada. Es cierto: nada que ver.
Si uno se deja guiar por las definiciones, podría suponer que la publicidad sirve para informar las características del producto y, sobre todo, especificar las ventajas sobre productos de la competencia. Pero no es así. La publicidad usa técnicas de persuasión. Autores como Vance Packard y Ernest Dichter abundaron en construcciones teóricas para explicar que la publicidad somete a la sociedad a una especie de esclavitud a normas que predeterminan qué es lo bueno, lo correcto, lo aceptable y, sobre todo, dictaminan acerca del deber ser de la persona.Los slogans muchas veces marcan el sentido de producir estados de ánimo, emociones que tienen que ver con la manipulación del deseo: Coca-Cola – “Destapa la felicidad”.

Nike – “Just Do It”- apela a la motivación personal y la superación. El deseo de ser activo y exitoso se proyecta sobre la marca.
L’Oréal – “Porque tú lo vales”- refuerza la autoestima y el deseo de sentirse valioso. El producto se convierte en un símbolo de reconocimiento personal.
Apple – “Think Different”- no describe tecnología, sino identidad y creatividad. Manipula el deseo de ser único y especial.
Durante más de una década, Cerveza Quilmes tuvo una campaña de publicidad que cambió su imagen y devolvió el liderazgo a la cerveza, que estaba opacada por el vino común de mesa. En los años 70, Quilmes tenía una campaña que intentaba convertir a la cerveza en una bebida familiar, veraniega, para ser consumida en el almuerzo o la cena. Competía con el vino común de mesa y, especialmente, con una marca que se había impuesto gracias a su publicidad. El vino Crespi, cuya campaña se basaba en relatos de una familia joven. El comercial más exitoso de la serie fue uno en el que la mujer le dice al hombre que está embarazada y lo simboliza con una imagen en la que le muestra un par de escarpines. El actor era Hugo Arana y esa campaña lo hizo famoso. La feliz familia de Crespi acompañó a los televidentes por años.

El éxito fue tan rotundo que la familia de Crespi acompaño durante varios años a los argentinos. Allá por 1977/78 el joven matrimonio festejaba un aniversario. El bebé de los escarpines ya tenía 6 años. “Pasan cosas lindas en una familia. Muchas se viven con Crespi seco.”
Ver publicidad 1977:
https://www.youtube.com/shorts/PtLX2Q2_Fhg
Lo curioso era la época política en que se desarrolló esa campaña llena de amor, ternura y paternidad: la dictadura militar, en la que se arrojaban seres humanos vivos al Río de la Plata y los dulces bebes eran secuestrados junto a sus escarpines.
Varias marcas de vino competían por ser la bebida preferida de la familia en el almuerzo y la cena. Mientras la cerveza no lograba hacer pie.
Quilmes intentaba, al menos, que en el verano se cambiara el vino por la cerveza con la campaña “A las 9, Quilmes también”, con escenas familiares llenas de amor y ternura. Pero no pudo. La guerra por la bebida en la mesa familiar la ganó el vino, que aumentaba el consumo de varias marcas y, sobre todo, incentivaba la inversión publicitaria.
Una agencia publicitaria llamada Solanas (del hermano de Pino Solanas, Héctor) encontró la fórmula para que la cerveza destituyera al vino. Lo primero que hizo fue una investigación de mercado. ¿Qué descubrió esa investigación? Que los jóvenes estaban ausentes de esas escenas familiares románticas en las que el vino prevalecía. Entonces la agencia encontró dos cosas para hacer que la “birra” se convirtiera en la preferida de la juventud. La primera: descubrir que el alcohol era un paso inicial en la desinhibición del acercamiento sexual. Y después, que los jóvenes ya no estaban en la casa, sino en “los boliches”. Por lo tanto, surgió el slogan “El sabor del encuentro”. Los comerciales contaban cómo una pareja se conocía en un boliche, haciendo que la cerveza fuera el imán que producía el acercamiento.

Estos ejemplos iniciales llaman a la reflexión acerca de la importancia del marketing y la publicidad como factores determinantes en el comportamiento de la sociedad. La publicidad comercial no es un mero instrumento de ventas. La publicidad es la mano armada del capitalismo, que genera consecuencias políticas de mayor importancia.
Continuará…
Destacada
Uruguay, el espejismo de América Latina, por María Urruzola
Hay algo que a los uruguayos en general les encanta: mirar los indicadores tradicionales que los organismos internacionales utilizan para hacer ranking de países, del mejor al peor,y festejar que a Uruguay en general le va muy bien. Todos conocemos esos indicadores: el Producto Bruto Interno, el índice de Desarrollo Humano, la desigualdad (índice de Gini) y el nivel de pobreza. En resumen, los indicadores nos califican como un país de “muy alto desarrollo humano”.
Mas aún: el Índice de Paz Global clasifica constantemente a Uruguay entre los países más seguros de América Latina y el índice de Felicidad 2025 nos ubica como el más feliz del continente. Pero por alguna razón que no registran los organismos que elaboran esos índices, ni las calificadoras de riesgo que los usan para orientar hacia dónde va la plata mundial, lo que se respira en las calles, sobre todo en su capital Montevideo, lo que se percibe en el ánimo de la gente común, lo que se dibuja cuando
una arma un puzzle con otras piezas, es muy diferente.
Uruguay se encuentra entre los países de la región con las tasas más altas de mortalidad por suicidio
Es que a la hora de elegir indicadores o índices la mirada puede dirigirse hacia otro Uruguay que también puede organizarse en rankings, descorazonadores.
-Uruguay se encuentra entre los países de la región con las tasas más altas de mortalidad por suicidio (21,3 por cada 100.000 habitantes en 2024), con un impacto mayor en hombres y en personas mayores de 75 años, seguidos por adolescentes y jóvenes. Entre los adolescentes de 15 a 19, es la principal causa de muerte.
-Tenemos casi el doble del promedio mundial de homicidios: 10.7 homicidios cada 100.000 (2022/2024) cuando el promedio mundial es de 5.8.
Somos un país pequeño que quiso ser ejemplo y lo fue: leyes pioneras, derechos ganados, educación laica. Pero también somos los que se quiebran en silencio…
-Uruguay ocupa el 5to lugar en tasa de femicidios entre los 36 países de América Latina y el Caribe. Mientras escribo estas líneas, el Senado de pie homenajea a la última mujer asesinada hace dos días, maestra, quien entró a pedir auxilio a una estación de nafta pero no logró escapar ni siquiera así de su marido, a quién había denunciado en múltiples oportunidades. El homenaje de los senadores llegó tarde.
-Uno de cada tres niños es pobre, según nueva metodología adoptada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La pobreza global terminó 2024 en 17,3%, pero con una fuerte desigualdad etaria: el 32 % de los menores de 6 años son pobres, en contraste con un 6,3 % entre las personas mayores de 65 años, lo que confirma un fenómeno persistente de infantilización de la pobreza.
Los uruguayos “felices” se drogan como si no lo fuesen
-Uruguay se posiciona entre el primer y segundo lugar en consumo de casi todos los tipos de drogas relevadas por el último Informe Mundial sobre Drogas de las Naciones Unidas presentado el 30 de junio de este año 2025. De acuerdo con esos datos, Uruguay es el primer consumidor de cannabis, éxtasis y opioides de América Latina. Mientras que está segundo en consumo de cocaína y opiáceos. Los uruguayos “felices” se drogan como si no lo fuesen.
-Y además, Uruguay es el segundo consumidor del mundo de whisky por habitante (litros/persona/año). Los uruguayo “pacíficos” chupan como esponjas.
-En simultáneo ocupa el primer lugar de presos por cantidad de habitantes de América del Sur. En el último año, la tasa de prisionización fue de 456 personas por cada 100.000 habitantes. Un nuevo récord nacional que ha continuado aumentando en 2025, llegando a 477 a mediados de este año.
Tenemos un ‘tempo’ de vida ciudadana casi único: no es lento sino simplemente fuera del tiempo, un registro de otra dimensión
-Presos que viven en un hacinamiento “crítico” y “mayor de 120% en casi todo el sistema”. En las celdas hay más del doble, triple o cuádruple de personas que tendrían que estar alojadas allí. “En muchos lugares el hacinamiento es mayor que ese promedio: en la Unidad 5 Centro Femenino de Colón llega a ser de 174%, en Paysandú es de 178%, en Rivera y Colonia 171%.
-Esas condiciones reales son una constante violación de los derechos humanos en el sistema penitenciario, ya que 46% de la población privada de libertad vive en condiciones crueles. Hay un comisionado parlamentario para las cárceles que lleva años denunciándolo. Sin suerte. Por eso unos 40 presos mueren al año en las cárceles, por asesinato o enfermedades.
Estimado lector o lectora: ¿ya está exhausto de malas noticias? Pues hay más.
-El 48,4% de los jóvenes entre 21 y 23 años no terminaron los estudios secundarios. Ese nivel de deserción se traduce en que sólo el 15% de las personas entre 25 y 35 años tienen títulos de Educación Superior. Lo que obviamente repercute en el empleo.
Uruguay presenta la mayor tasa de desempleo juvenil de la región
-Uruguay presenta la mayor tasa de desempleo juvenil de la región, con un 28,1%, casi duplicando el promedio, seguido por Costa Rica (23,3%), Colombia (20,6%) y Chile (20,1%), de acuerdo con los datos recabados por la OIT. Para América Latina y el Caribe, el promedio es de 13,8%. En resumen, se podría decir que Uruguay es un lindo país para vivir salvo que usted sea uruguayo o uruguaya. Si es extranjero y tiene dinero, es un país tranquilo y feliz, que no tiene guerras, ni eventos climáticos extremos, ni terrorismo, y ni siquiera tensiones étnicas, porque somos todos casi iguales. Y por si eso fuera poco, tenemos un “tempo” de vida ciudadana casi único: no es lento sino simplemente fuera del tiempo, un registro de otra dimensión.
Por eso las revistas “people” del mundo siempre nos otorgan algún palmarés de buena vida, lo que hace los titulares de los medios de comunicación y la autosatisfacción de las élites. Nos encanta que nos elijan de ejemplo.

Hace poco conversé con una de mis nueras sobre nuestra idiosincracia y, como no nos poníamos de acuerdo, le preguntó a la IA cómo nos definiría, y de su conversación -afirmación y retruque durante un rato- salió toda una definición.
Dijo la IA con máscara oriental: “Somos un país que se nombra en voz baja. Una tierra que parece tranquila. Donde el mate pasa de mano en mano y, al mismo tiempo, el silencio se hereda. Somos la charla lenta, el fuego del asado, la murga que se ríe de todo. Pero también somos la sombra detrás de la risa, el cansancio que no se dice, el vecino que se encierra, el dolor que se disfraza de normalidad. Aquí la tristeza no grita, canta. Se vuelve murga, poema, canción de Drexler o cuento de Levrero. Convertimos la melancolía en arte, porque es la forma más digna que tenemos de sobrevivirla. Somos un país pequeño que quiso ser ejemplo y lo fue: leyes pioneras, derechos ganados, educación laica. Pero también somos los que se quiebran en silencio, los que todavía temen pedir ayuda, los que viven con la esperanza entre los dientes. La cultura uruguaya está hecha de contradicciones: una calma que abriga y asfixia, una tristeza que une y separa, una ternura que se esconde por pudor. En el fondo seguimos buscando cómo querernos. Cómo hacer del silencio un abrazo y de la melancolía una forma de estar vivos”.
De ahí el dicho: “como el Uruguay no hay”.
Expo Cooperativa 2025: producción, soberanía alimentaria y desarrollo local, por Hernán Rachid
Crónicas de la vida Moderna, parte II, “Publicidad, marketing y capital”, por Marcelo Cosín

