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Conicet: “La situación es desesperante”
El martes 30 de enero, se realizó una jornada de lucha convocada por ATE CONICET para “enfrentar las políticas de destrucción” de la prestigiosa institución de desarrollo científico. Los trabajadores denuncian despidos, desarticulacion del programa de becas y ajuste presupuestario. “Esto atenta contra la soberanía científica-tecnológica y contra el conjunto de lxs trabajadores de nuestro sector”, indica el comunicado que invitaba a todos a llenar el Polo Científico en donde se instaló una radio abierta para exigirle a las autoridades que den marcha atrás con todas las medidas. Para conocer más sobre la situación, La Columna Vertebral entrevistó a Nuria Ginger, secretaria general de la Junta Interna de ATE Conicet.

LCV: ¿Cuál es en este momento la situación del CONICET en términos laborales?
—Es una situación muy, muy, muy compleja. Tenemos 50 despidos de administrativos que son quienes llevan adelante el funcionamiento del organismo, y además tenemos 96 personas entre becarios investigadores que empezaron a trabajar el 1 de enero, ya estaba a su disposición hecha con resolución, firma, etc., y, aduciendo cuestiones presupuestarias, se dio marcha atrás con eso, con lo cual trabajaron en enero, pero no van a cobrar en febrero. Es una situación terrible. A eso se le suma que el presidente de CONICET decidió no publicar los órdenes de mérito del concurso de becas del año pasado. El concurso de becas es la nave insignia del CONICET porque es lo que determina, de algún modo, que el Estado nacional tiene una política proyectiva para la ciencia y la tecnología. Es decir, que forma nuevos investigadores e investigadoras para que las líneas de investigación que están en marcha tengan continuidad en el tiempo. Además, hoy nos enteramos, como el resto de de los trabajadores del Estado, que el Banco Central decidió no prorrogar una resolución que decía que el Banco Nación podía adelantar los fondos para el pago de salarios si el Tesoro Nacional no lo giraba a tiempo y esto no se prorrogó, con lo cual probablemente vamos a cobrar cuando a Caputo se le ocurra.
LCV: ¿Los 50 despidos era gente que tenía antigüedad, era con contratos, eran plantas permanentes?
—Son todos contratos, artículo nueve, que es una de las modalidades de contratación del Estado Nacional.
LCV: Es una de las formas de precarización que ha tenido el Estado durante muchísimos años.
—Exacto. Y de hecho, es precisamente eso lo que hace que de un plumazo, con un simple decreto, los puedan despedir. El decreto dice que se despide al personal del año 2023. No despidieron a todo el personal, lógicamente, porque estamos resistiendo desde el día 1, pero sí despidieron a 50 compañeros y compañeras de todo el país. Eso me parece que es importante decirlo. CONICET es un organismo que tiene centros científicos tecnológicos a lo largo y ancho de nuestro país, en todas las provincias, que tiene una importancia además central en algunos lugares, es central para la comunidad. Tenemos un centro en Puerto Madryn, en Ushuaia, en ciudades relativamente chicas o incluso en pueblos. Tenemos centros de CONICET que también dinamizan a la sociedad donde están ubicados, y en todos esos lugares despidieron trabajadores y trabajadoras y están en riesgo con la continuidad de las becas y por lo tanto de la continuidad de la producción científica. Eso, eso impacta mucho. Lo digo porque a veces parece que se quiere plantear como que los despidos son simples números.
LCV: Los 50 despidos de trabajadores administrativos son muy importantes, pero la suspensión de los 96 becarios además apunta directamente al corazón del pensamiento estratégico de la Argentina. Porque lo que lo que intenta entonces es desalentar a la gente a que se quede en Argentina a producir pensamiento y a producir ciencia.
—Absolutamente. Ese es el punto. Básicamente ese es el punto. Además, no son solo becarios, también hay investigadores y personal técnico en esos 96, lo cual es aún peor. Los investigadores ya hicieron toda su carrera, son trabajadores científicos formados que hicieron un concurso de planta permanente en el Estado, lo ganaron, les dieron el alta y ahora dan marcha atrás. Es realmente desesperante la situación.
LCV: Además, despedir a becarios, investigadores, concursados, significa perder una cantidad de dinero que se gastó en su formación. Es como tirar un recurso económico por la ventana…
—Es tal cual como lo estás diciendo. El Estado argentino invirtió un montón de plata en la formación de estos científicos y científicas y ahora les dice no nos importan más. Se los dice a estos 96 y a los 50 compañeros despedidos y nos lo dice a todos los trabajadores de CONICET, que para poder desarrollar la producción de ciencia y tecnología requerimos equipos que están integrados por becarios, el funcionamiento que llevan adelante los administrativos y administrativas, subsidios que están totalmente paralizados y además la infraestructura de nuestros institutos de investigación. Esto también está en riesgo ahora. Justo hoy tuve una conversación con una directora de un instituto que me decía estamos en rojo, no nos alcanza el presupuesto que tenemos para funcionamiento del instituto, para pagar el mantenimiento de ascensores o los matafuegos. Esa es la situación. Hay una decisión política, no económica, una decisión política de desmantelar el CONICET. Milei ya lo había dicho en campaña cuando había dicho CONICET afuera y la verdad es que en el período de la campaña, nosotros discutiendo y conversando con un montón de gente que iba a votar a Milei o que finalmente lo votó, no creían que esto fuera a pasar. Me parece que ahí hubo una distancia entre lo que él decía y lo que la gente pensaba que iba a pasar, que ahora está quedando totalmente claro que efectivamente a este proyecto político, un proyecto de ultraderecha, muy conservador y muy dispuesto a arrodillarse ante cualquier presión de Estados Unidos, va a ceder nuestra soberanía científica técnica.
LCV: Volvemos al tema de lo del Banco Nación. Más de la mitad de universidades son públicas y corren riesgo sus docentes y no docentes de cobrar el salario del próximo mes y del que va en curso. ¿Esto cómo afecta a Conicet? ¿O vos crees que esta medida se va a extender a todos los ministerios?
—La Administración Pública Nacional también cobra por el Banco Nación y entonces lo que esta medida hace es que el Banco Nación adelantaba los fondos hasta que los girara el Tesoro para que pudiéramos cobrar en tiempo y forma. Y con esta medida lo que se hace es que no hay adelantamiento de fondos y hasta que el Tesoro Nacional no le gira los fondos al Banco Nación, nosotros quienes cobramos por el Banco Nación no podemos cobrar. Esto es evidente que hay una intencionalidad política respecto de la privatización del Banco Nación, por un lado, y en función de eso, que los trabajadores de las universidades públicas y los trabajadores de la Administración Pública Nacional a este gobierno le importan un bledo. Hasta el día de hoy no había llegado de manera directa el impacto sobre las universidades nacionales, hoy no estamos ni siquiera en febrero y ya esto impacta a las universidades nacionales. Es realmente ir con todo contra todos. de manera muy dramática.
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“Streaming en Argentina: Pablo Storino revela sueldos, precarización y la batalla del SATSAID por la registración laboral”
En exclusiva con La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores, Pablo Storino, pro secretario gremial del SATSAID, aborda la situación laboral y económica del sector del streaming en Argentina. El dirigente describe las profundas desigualdades entre los distintos canales, los niveles de registración y precarización existentes, y el rol del sindicato frente a este nuevo escenario comunicacional.
LCV:
“¿Cuál es la situación laboral real de los canales de streaming? ¿Cómo es esto que parece un jolgorio? ¿Todo es divertido? Somos todos amigos, nos matamos de risa… pero cuál es la situación económica y laboral de los compañeros de streaming?”
Pablo Storino:
“La situación del mundo del streaming hoy es muy dispar. Existe un grupo reducido —un top 10 o 20— que logró monetizar sus contenidos, profesionalizarse y constituir unidades económicas que permiten formalizar relaciones laborales, registrar trabajadores y blanquear actividades. Pero también hay muchos otros que sobreviven como pueden, trasladando esa precariedad a quienes trabajan allí: falta de registración, salarios muy bajos y condiciones inestables. Esto genera la pregunta de si el streaming es una burbuja o si, con el tiempo, se asentará dejando afuera a quienes no puedan consolidarse como organizaciones empresariales.”
LCV:
“La mayoría está informalizada o son factureros.”
Pablo Storino:
“La situación es heterogénea. Hay empresas como Luzu TV, con 110 trabajadores registrados y salarios que van de dos a cuatro millones de pesos. Y hay otras como Olga, con un alto nivel de precarización, donde muchos jóvenes están como monotributistas cobrando entre 500.000 y 600.000 pesos. En algunos canales hay explotación evidente, y son justamente los que desde el SATSAID estamos denunciando y tratando de regularizar. También existen proyectos como Gentina, Futurock, Vorterix o Bondi que tienen relaciones laborales formalizadas y en condiciones.”
LCV:
“Perfecto. Bien o mal, ¿no? Porque estos sueldos que me decís serían formalizados. ¿Bien o mal?”
Pablo Storino:
“Totalmente. Es trabajo registrado, con aportes a la jubilación, a la obra social y todos los derechos laborales que corresponden.”
LCV:
“Buena cuna tiene ese pibe. Sé que viene de una familia de trabajadores y no se quedó en el camino con la experiencia. ¿Cuál ha sido la experiencia general?”
Pablo Storino:
“Existe una situación común tanto en proyectos identificados con la derecha como con la izquierda. Por ejemplo, algunos streaming de línea más conservadora desconocen las leyes laborales y evaden responsabilidades, pero lo mismo sucede en otros que se presentan como progresistas. Desde el SATSAID entendemos que la falta de registración responde a una lógica económica transversal: no pagar aportes patronales ni cumplir con los pisos salariales establecidos por el convenio colectivo. Contra eso nos enfrentamos todos los días, venga de donde venga.”
LCV:
“La paritaria de los trabajadores de cable: ¿cómo cerró?”
Pablo Storino:
“En este contexto, la paritaria viene cerrando bien. Logramos que las empresas de la Cámara TAC paguen mes a mes el índice de inflación del INDEC, aunque no coincidamos con el método de cálculo del organismo. Por lo menos eso evita una pérdida mayor del poder adquisitivo. Llegar a este acuerdo requirió asambleas, paros y mucha presión, pero finalmente TAC entendió que no íbamos a aceptar que los salarios quedaran por debajo de la inflación.”
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Daniel Yofra: “Vamos a tener que armar Frente Sindical para resistir la reforma laboral”
En exclusiva con La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores, Daniel Yofra expone la postura del Sindicato de Aceiteros frente al avance de la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional. Desde la crítica a la inacción de las centrales sindicales hasta el análisis de la situación industrial y el impacto en los derechos laborales, Yofra plantea la necesidad de construir un frente sindical amplio para enfrentar los cambios propuestos. La conversación aborda tanto las implicancias materiales de la reforma como el rol político del sindicalismo en el actual contexto económico y social.
LCV:
“Contame la postura del Sindicato de Aceiteros frente a la reforma laboral.”
Daniel Yofra:
“Estamos preocupados por lo que está pasando y por la inacción del sindicalismo ante una reforma laboral que, en algunos casos, va a legalizar la precariedad laboral y, en otros, va a intentar imponerla cuando tengan la herramienta para hacerlo. Nosotros vamos a salir a luchar como siempre lo hicimos, como el año pasado con la Ley Bases. Este año no será la excepción. Vamos a oponernos porque es un legado que nos dejaron los trabajadores y trabajadoras aceiteros y desmotadores. Tenemos la responsabilidad de defender lo que otros conquistaron y ya no están: desaparecidos, asesinados, encarcelados. Todo lo que ocurrió en la historia de la lucha obrera hoy lo quieren borrar de un plumazo bajo el título de ‘modernidad laboral’, cuando en realidad quieren volver cien años atrás.”
LCV:
“¿Piensan llevar adelante una huelga si avanza la reforma? Supongo que no como una acción aislada, sino como parte de la unidad sindical.”
Daniel Yofra:
“Estamos tratando de que otras organizaciones se sumen y esperamos que la nueva CGT o el nuevo triunvirato entiendan que hay que ir a una huelga, salvo que tengan otra estrategia que hasta ahora no ha funcionado. Ni siquiera los llaman a discutir la ley. Los empresarios escriben la reforma laboral y este Gobierno la lleva adelante porque tiene compromisos con quienes lo llevaron al poder.”
LCV:
“Esto de que los empresarios escriban las leyes ya pasó con Macri. Hoy, con el respaldo electoral que tiene, Milei cree posible avanzar en reformas que afectan a todos los sectores industriales. ¿Cómo visualizás este escenario, especialmente respecto a la desindustrialización, la caída del empleo y la pérdida de mano de obra calificada?”
Daniel Yofra:
“En nuestro sector no se siente la importación indiscriminada, pero sí afecta a sectores que dependen del mercado interno. Cerraron más de 20.000 pymes y hay 270.000 trabajadores despedidos. Muchas empresas están importando lo que antes producían, como la química de Río Tercero, que fabricaba insumos para colchones y hoy los importa, dejando a más de 200 trabajadores en la calle.”
LCV:
“Si avanzara la flexibilización horaria, el salario variable —el ‘sueldo dinámico’— o las vacaciones en cuotas, ¿cómo sería la industria bajo ese régimen?”
Daniel Yofra:
“Los trabajadores perderían la posibilidad de ordenar su vida fuera del empleo. No podrían programar vacaciones ni prever ingresos básicos. Sería tan simple y grave como eso.”
LCV:
“Muchos argumentan que hoy la informalidad ya impide planificar la vida.”
Daniel Yofra:
“Esto empeoraría la situación de quienes hoy sí tienen estabilidad laboral. Hay casi 9 millones de trabajadores registrados. El año pasado decían que la reforma iba a traer inversiones y empleo; no ocurrió nada. Los empresarios no necesitan que se quiten derechos. Necesitan industrializar la materia prima, necesitan crédito, necesitan que haya consumo. Con salarios por debajo de la pobreza —más del 90% de los registrados están así— no hay consumo, no hay producción y no hay trabajo.”
LCV:
“Se suele decir que los sindicatos industriales están defendiendo a un universo de trabajadores cada vez menor. Lo que planteás va en sentido contrario.”
Daniel Yofra:
“Hoy tenemos dos problemas. Primero, diputados y senadores que nunca trabajaron bajo patrón, dependen de patrones o directamente lo son. Van a instalar mentiras para poner a la sociedad en contra del sindicalismo y de la CGT, que es la central más grande del país y de Sudamérica. Segundo, la inactividad de la CGT. Si no cambia el rumbo, creyendo que sólo con diálogo lo logrará —cuando ni siquiera los llaman— será difícil torcer la historia. Seguramente vamos a tener que armar un frente sindical que luche contra esto.”
LCV:
“Para cerrar: ¿están trabajando en algún proyecto alternativo a la reforma? ¿Hay algo con los diputados sindicales o dentro de la CGT?”
Daniel Yofra:
“No participé de la reunión con los compañeros supuestamente afines al movimiento obrero. Creo que son muy pocos para el momento de la votación y no tengo detalles de la contrapropuesta. Pero no hace falta ser científicos para mejorar la vida laboral. Nosotros lo comprobamos con los comités mixtos de seguridad e higiene. Bajamos la accidentología y las muertes laborales, incluso sin una ley vigente en muchas provincias. Los derechos de los trabajadores también benefician a los empresarios. Ellos se quejan de la industria del juicio, pero no hacen nada para evitar accidentes. ¿Qué quieren? ¿Trabajadores mutilados y sin indemnización?
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“18 años de proscripción, memoria y militancia: conversación con Gustavo Campana”
El periodista Gustavo Campana reconstruye recuerdos personales y políticos alrededor del 17 de noviembre de 1972, fecha del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina tras 18 años de exilio. Desde la mirada de un niño de 10 años que seguía los acontecimientos desde un televisor en blanco y negro, hasta el análisis histórico de la resistencia, la militancia, el rol del movimiento obrero y las operaciones del poder real, Campana hilvana una lectura profunda del período y de sus continuidades hasta el presente. La charla, atravesada por testimonios personales de quienes vivieron la época, permite comprender por qué el Día de la Militancia es, además de una efeméride, una narrativa colectiva de lucha, memoria y disputa política.
LCV: “¿Dónde estabas vos el 17 de noviembre de 1972?”
Gustavo Campana: “Cumpliendo 10 años y mirando desde el televisor en blanco y negro de mi casa lo que sucedía en Seisa y en sus alrededores. Lo vivía desde un lugar particular, porque el decreto 4161 nos había marcado.
Nací en el 62, por lo tanto Perón era el hombre prohibido, el que no se podía nombrar. Era ese peronismo que, en la clandestinidad, le contaba todos los días al pueblo que seguía vivo.
A principios del 72, finales del 71, empezó a aparecer a través de los noticieros que levantaban un poco la persiana de la censura. Eran esos reportajes donde le preguntaban: ‘¿Qué va a hacer usted para volver?’ ‘Nada. Todos mis enemigos.’ ‘General, durante tanto tiempo hubo gente que quería que usted se muera y hoy no quiere que se refríe.’ ‘Se están acordando tarde, porque ahora me estoy muriendo.’
Todo eso llegaba al living, al televisor sin control remoto y en blanco y negro, y atravesaba a un pibe de 10 años por todas partes.”
LCV: “¿Qué impronta había en tu casa? ¿Qué opinaba tu madre mientras cocinaba o tu padre? ¿Qué les provocaba ese regreso?”
Gustavo Campana: “Mi viejo había sido obrero gráfico y militante socialista. En ese momento trabajaba como portero en Belgrano. No le daba para ser antiperonista, pero estaba cerca. Mi mamá era más silenciosa, pero la información entraba por todos lados.
Y había algo claro: un año después mi viejo no votó ni a Cámpora ni a Perón. Seguramente votó a Corvalán en marzo del 73. En la segunda vuelta no sé; estaba mal. No tan mal… pero por ahí andaba.”
LCV: “Antes de ir al país al que vuelve Perón, una pregunta importante para quienes son jóvenes: ¿por qué el 17 de noviembre se transforma en el Día de la Militancia?”
Gustavo Campana: “Porque ‘lucharon y volvió’. Ese es el dato central.
En ese ‘lucharon’ hay una mixtura entre la resistencia peronista, que se pone de pie tras el golpe del 55, y la juventud maravillosa que se suma a fines de los 60, en el trasvasamiento generacional del que hablaba Perón en sus entrevistas con Pino y Getino.
La Juventud Peronista fue clave, pero no fue la única: estaba el trabajo de la resistencia del 56, el Plan Conintes, la pelea en la calle de los grupos armados —Uturuncos, FAP, Montoneros—, la tendencia, la CGT, el corazón peronista de la CGT de los Argentinos, y el Cordobazo con Atilio López.
Todo ese encadenamiento de hechos empuja a un régimen en decadencia, la tercera etapa de la Revolución Argentina, que había pasado por Onganía, por el experimento breve de Levingston y finalmente por Lanusse.
Todos necesitaban a Perón, propios y extraños.”
LCV: “Estamos haciendo un documental sobre sindicalistas desaparecidos. Ricardo Vaschetti nos decía que desde el minuto cero en que se abrió el proceso electoral que llevó a Cámpora ya se estaba armando el golpe del 76. ¿Coincidís?”
Gustavo Campana: “Sí. El golpe del 76 es un objetivo claro, sobre todo después de la muerte de Perón.
El Grupo Ascuénaga —Martínez de Hoz y compañía, reunidos en un petit hotel de la calle Ascuénaga, propiedad de Blaquier— empieza a tejer la política económica que después se aplicará, respaldada por Rockefeller, el Chase Manhattan Bank y Kissinger.
Después del 11 de septiembre del 73, con el golpe en Chile, se consolidó el Plan Cóndor y la decisión del poder real de cambiar la matriz económica: de un país industrial, con trabajo a tres turnos y 2% de desocupación, a un país rentístico-financiero dedicado a la especulación.
La implosión del país no empieza en el golpe: tiene una etapa anterior, el Rodrigazo, armado por la derecha liberal.”
LCV: “Incluso a nivel leyes: la de represión a movimientos subversivos en espacios sindicales sale en el 74.
Pero volviendo al 72: Cámpora dijo que la primera medida económica de Perón sería la independencia del Fondo Monetario. ¿Qué significa eso?”
Gustavo Campana: “Perón logró durante 9 años que la Argentina no ingresara al Fondo Monetario. Entre 1946 y 1955 fuimos el único país de América Latina que no entró en la institución creada en el 44.
Estados Unidos sabía que Perón era un mal alumno para el orden mundial de posguerra.
En ese período construyó la industria nacional, desarrolló ciencia y tecnología propia y consolidó derechos laborales.
El golpe del 55 tuvo como tarea desarmar todo eso. Fueron 14 toneladas de explosivos en Plaza de Mayo, más el golpe, más los fusilamientos del 56, para poder entrar al Fondo Monetario en el 57.
No es un dato menor. Junto con el Banco Mundial iban a regir los destinos económicos de América Latina.”
LCV: “Cada vez que charlamos pienso: ¿cómo hacer para que seas columnista de La Columna Vertebral? Con vos uno dice ‘plum’ y aparece toda la historia detrás.
Feliz Día del Militante.”
Gustavo Campana: “Para ustedes también. Vamos a seguir encontrándonos en estos espacios.
Y veremos si las chicas de La Columna Vertebral logran seducirme para sumarme.
Un abrazo inmenso.”
LCV: “Quiero cerrar con algo. Yo soy exactamente la generación intermedia: entre el pibe del televisor blanco y negro y la resistencia. Estaba intentando llegar a Ezeiza esa mañana.
Un compañero me decía: ‘¿Dónde estabas vos?’ Yo no pude llegar. ¿Te acordás cómo nos mojamos?
Cada uno tenía su anécdota. La mía es así: le dije a mi mamá que iba a estudiar a la casa de una compañera. Me quedé a dormir. Lluvia torrencial, barro, policía que nos corría, volvimos llenas de barro. Y cuando llego, mi mamá me dice: ‘Yo sabía quién lo tiró.’ Nos empezamos a reír.
Pobre vieja. Al lado de eso, todos los que vinieron después eran santos comparados con nuestra generación.”
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“Streaming en Argentina: Pablo Storino revela sueldos, precarización y la batalla del SATSAID por la registración laboral”

