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Nacho Torres, un héroe espontáneo. Entrevista a Gustavo de Vera desde Trevelín, Chubut.

El viernes 23 de febrero un gobernador del sur pateó el tablero político nacional. Ignacio Torres, jóven dirigente del PRO de Chubut le había ganado las elecciones al peronismo después del desgaste sufrido por la polémica actuación del ex gobernador Arcioni. Torres llegaba como un delfín de Patricia Bullrich, Arcioni partía como un referente de Unión por la Patria, pero en esta convulsionada Argentina, el candidato de Bullrich se convirtió en un combativo dirigente que amenazaba al gobierno nacional con dejar sin gas ni petróleo al país si no daba marcha atrás con la suspensión de pagos de la Nación a la provincia. La tan mentada unidad se daba por primera vez en la Patagonia. La rebelión chubutense obtuvo el apoyo de todos los gobernadores de la región, pertenecientes a distintos partidos. Y el ‘pibe’ del PRO también consiguió la solidaridad del otro pibe de Unión por la Patria, Axel Kicillof, junto a la mayor parte de los gobiernos provinciales. Sólo Tucumán dejó librado a su suerte el futuro de los rebeldes del sur.

Para entender cómo se vive ésta situación en la provincia, Nora Anchart entrevistó a nuestro colaborador permanente desde Trevelín, Gustavo de Vera, conocedor del entramado político y social de Chubut.

LCV: ¿Cómo se esta viviendo en Chubut esta proyección nacional de su gobernador?

—El viernes pasado todo ocurrió en simultáneo. Por un lado hubo una movilización de los petroleros en Comodoro Rivadavia mientras la ciudad celebraba con un acto oficial los 123 años desde su fundación. Casualmente me tocó estar en el acto por el aniversario de la ciudad, porque además se firmaban convenios la Municipalidad de Comodoro Rivadavia con algunas municipalidades, entre ellos con Trevelin, por algunos programas en conjunto que vamos a tener. Estábamos allí, con el intendente Ingram de la localidad de Trevelin, y la verdad que el primer impacto de las declaraciones del discurso de Torres fue que calzaba con algunas reivindicaciones no solo de Chubut sino de la Patagonia en general. Este tercio del territorio argentino, proveedor de los principales elementos energéticos para el país, me refiero a electricidad, gas, petróleo; siempre siente que es el patio trasero. O sea, Néstor Kirchner asumió en su momento con la idea y la frase y la afirmación de que la Patagonia iba a dejar de ser el patio trasero. De hecho, creo que en algún punto algunas medidas apuntaron a eso a lo largo de los últimos veintipico de años. Pero ha vuelto a serlo a partir del gobierno de Macri podría decir, vimos que en el de Alberto Fernández no movió la aguja en ningún sentido, y vuelve a serlo con más énfasis ahora en el concepto, en este laberinto que tiene en su esquema de gobierno, la cabeza de Javier Milei.

¿Ustedes vieron alguna vez esos mapas que se hacen irónicamente para mostrar cómo ven la Argentina los porteños? Bueno, es tal cual. El esquema que tiene el gobierno nacional es qué le aporta cada región a Buenos Aires y a partir de ahí accionan. Entonces esta desobediencia civil que parecería ser en un primer momento la exclamación de Nacho Torres, tiene un precedente en el inconsciente colectivo, digamos, de los patagónicos que siempre han tomado como una expoliación no retribuida, en todo caso, o una extracción no retribuida de sus principales recursos, de los cuales se moviliza el país. Y con un presente político bastante desteñido de las principales fuerzas políticas, podría decirse que de un día para otro pudo convertirse en un héroe espontáneo. Es alguien que resumió el sentir histórico de los patagónicos respecto de este y otros temas. Entonces lo puntual de la deuda que tiene una provincia con Nación, de la retención de los fondos, que Nación debería bajar la provincia es anecdótico. Fue un gobernador que más allá de las especulaciones, si me conviene o no me conviene decirlo, fue y lo dijo. Alguna publicación regional, La Tecla Patagónica tituló diciendo que Nacho Torres es el pibe que le puso el cascabel al león. Esa figura que parece que estaría tomando a la gente por sorpresa por una parte pero generando simpatías en general y alineando a gran parte del elenco político que dijo che, es por ahí, hay que reclamar a la Nación por ahí.

Más allá de que son los mismos que en algún momento continuaron endeudando la provincia, como el caso de Mariano Arcioni hasta el gobierno anterior, o el radicalismo que renunció también en su momento a un punto de la coparticipación allá con el gobierno de la provincia, con Alfonsín en el poder -desde entonces no se ha podido recuperar nunca y es mucha guita, es mucha guita para una provincia como Chubut, ese punto de coparticipación-.

Así las cosas siempre se siente que la Patagonia tiene un crédito a favor y que siempre los gobiernos van sucediéndose pero tomando de la Patagonia lo que les sirve y luego, por las razones que sea, postergando en retribuciones que terminen con la inclusión de los patagónicos en una mejor calidad de vida.

Nacho Torres no era aceptado por peronistas ni radicales. Fue Mario Das Neves quien lo vio como un pibe perfilado a una acción política diferente. Hubo conversaciones para integrarlo a su gabinete

LCV: ¿Influye la edad de Nacho Torres?

—Sí. Nacho Torres es un gobernador del PRO porque ni el radicalismo ni el peronismo supieron verlo crecer. De hecho, Nacho Torres estuvo coqueteando en los primeros años de la última gestión de Mario Das Neves y cuando Mario Das Neves todavía vivía y medio que le ofrecía la posibilidad de integrarse, hubo conversaciones para integrarlo a su gabinete, porque creo que sí, que Mario Das Neves, el extinto gobernador allá en el año 2016, lo vio como como un pibe perfilado a una acción política diferente de lo que es habitualmente la conducción tradicional que es más especulativa, más acomodaticia a según va para el lado que va la corriente y lo que puede convenirle para una construcción política. Bueno, este muchacho ha sabido construirlo a partir de plantarse en términos de reclamo y frente a figuras muy contundentes. Es un hombre que en su asunción como gobernador la tenía en frente, sentada en la Legislatura para su discurso de Asunción, a Pato Bullrich y le dedicaba besitos a Patricia Bullrich. Es de alguna manera su madrina, dentro de lo que es la proyección política.

Dijo La Madrina que en Chubut “no vive nadie y hay un millón de guanacos”.  Torres respondió: “La frase de Patricia ratifica la intención del Gobierno de matar a una provincia chica para disciplinar al resto de los gobernadores”



Él es un pragmático que lee muy bien el escenario. Es un tipo al que yo, con 62 años y más de 30 años de periodismo, lo he querido hacer pisar el palito en alguna entrevista y no me ha sido posible. Es un tipo muy rápido, muy veloz, muy inteligente, que viene de una familia de clase media vinculada al tema pesquero de manera indirecta, porque son proveedores de las empresas pesqueras acá en la provincia. Este es un sector medio que interpreta muy bien los vaivenes de la economía y de los principales recursos que tiene la Provincia de Chubut, que recordemos es la cuarta provincia exportadora a nivel país con aportes al Producto Bruto Interno muy importante, pero que no recibe ni el 10% de lo que le correspondería por esa proporción de exportaciones. Una cifra que también hay que decir dentro del contexto ha servido para que gobiernos anteriores utilizaran ese riqueza para endeudar más a la provincia y usar esos recursos para ensanchar el Estado, no de manera que fuera productiva para garantizar un crecimiento de la provincia, sino a veces para clientelismo político, en fin, cosas que conocemos en muchas provincias.

La broma del momento: el Sub Nacho

LCV: A mí me parece importante porque el gobernador Torres, con su edad, lo que está construyendo pragmáticamente es una serie de consensos basados en la praxis. O sea, hay un tema para defender y sobre lo práctico, no sobre una entelequia, están construyendo.

— El elenco que rodea a Nacho Torres es variopinto en ese sentido, digo variopinto no en forma despectiva, sino de muy diversos orígenes. Tenés a Guillermo Almirón, por ejemplo, que es el ministro de Gobierno o coordinador de gabinete, que es un hombre de extracción peronista.

Estamos hablando de una generación en torno a los 35 años, 35 a 45. Hoy hablar de un pibe de 35 años con el poder que representa ser gobernador de la Provincia de Chubut y tener que estar negociando en una mesa con los sindicatos petroleros, con las empresas petroleras, no es moco de pavo. Este hombre sabe o está demostrando por lo pronto que tiene la capacidad para hacerlo con una frontalidad de decir las cosas que hay que decirlas en el momento y eso es lo que ha generado, ha concitado también mucha de esta adhesión y de hecho ha ganado las elecciones de esa manera. Después tenés el plano de las alianzas que tejió para llegar a las elecciones, entonces lo tiene a Gustavo Mena a partir de las internas que tuvieron en las previas y ahí acomodaron las listas. El radicalismo tampoco estuvo muy conforme con la figura de Mena dentro de la fórmula, pero bueno es radical y el radicalismo también tuvo sus internas. Entonces todo eso estuvo midiendo a lo largo del proceso tan extenso que tuvimos el año pasado de elecciones.

LCV: Tenemos un proceso de construcción en marcha con lo que me estás diciendo.

—Después hay que ver todas las contradicciones que tiene una figura en esa construcción, donde deja en el camino un montón de cuestiones vinculadas, por ejemplo los pueblos originarios, donde el tema mapuche para él creo que le falta mayor información de esto de la pluriculturalidad de la provincia. En fin, aceptar ese tipo de cosas donde en el discurso de Nacho Torres la figura del mapuche siempre aparece como una amenaza del sector. Ese es el razonamiento o lo más conservador del razonamiento que lleva adelante Nacho Torres, una persona que es muy de la ciudad, muy de la costa este, donde todas estas realidades todavía se le escapan un poco.

LCV: Tirame lo que vas a hacer en Trevelin de acá a dos meses. ¿En qué andan con el presupuesto que tienen?

—Para Cultura nunca hay plata. Es un axioma que siempre tuve las veces que estuve en la gestión cultural. El momento que estamos atravesando es muy duro. Trevelin es un pueblo de 15.000 habitantes con una gran dispersión geográfica, tiene cuatro parajes distantes, entre 15 y 50 kilómetros, con dos comunidades originarias, con una tradición de la comunidad galesa que ha dejado su impronta. O sea, la diversidad cultural es una cuestión diaria, cotidiana y que se expresa y nos atraviesa en en todos los aspectos de la vida, muy vinculada a la producción. Muchos conocerán Trevelin por el campo de tulipanes, otros por los viñedos más australes que tenemos, que son muy recientes pero que ya están dando una. Ya se habla del Camino del Vino o la Ruta del Vino aquí en la Cordillera de Chubut. Entonces el turismo es un turismo cultural, más allá del turismo de contemplación que ofrece el Parque Nacional Los Alerces y otros atractivos también. Pero digo, lo cultural no está solamente en esta cuestión que nos permite tener seis fiestas regionales como la fiesta de la Tortilla en la comunidad Mapuche Tehuelche de Sierra Colorada o en la vecina Lago Rosario, la fiesta de la comunidad Mapuche. Sino que además las problemáticas que tienen los jóvenes de las grandes ciudades también la tienen nuestros jóvenes, pero sobre todo aquellos que encima viven en los parajes que luego vienen a la ciudad a estudiar y se encuentran con todo ese paquete enorme mediático que implica todo lo que es el acceso digital. Muchos no tienen un buen acceso digital en sus parajes, entonces después se abre esa gran brecha que hay entre ellos yendo a la escuela, accediendo a señal de celular, accediendo a 4G, accediendo un montón de cosas y sus familias que apenas tienen en algún punto del paraje una señal de internet, porque ni siquiera tienen para enseñar el teléfono. La gestión cultural como la creación de oportunidades para una mejor ciudadanía en todo lo que implica, acceso a la educación, acceso al consumo de lo digital pero también a las herramientas que le permitan protegerse en ese universo digital, y luego todo lo que hace a lo patrimonial, una localidad con muy pocos años, 105 años que de alguna manera hoy está atravesada por todas estas contradicciones. La plena producción rural y al mismo tiempo todo lo digital que irrumpe y que nos favorece pero al mismo tiempo te expone a una dinámica complicada. Nos proponemos trabajar con todo esto en los próximos años, espero que con mayor presupuesto.

Entrevista realizada por Nora Anchart, el 26 de febrero de 2024, en el programa La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores (lunes de 18 a 20 por larz.com.ar)

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Responsabilidad empresaria y dictadura: entrevista a Victoria Basualdo

En exclusiva para La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores, la investigadora Victoria Basualdo, realizó un análisis extenso y profundo sobre el vínculo entre responsabilidad empresaria y dictadura, un tema central en sus investigaciones sobre el rol del sector privado durante el terrorismo de Estado en la Argentina. A partir de una mirada histórica y documentada, Basualdo explica cómo operaron distintas empresas en articulación con las fuerzas represivas, cuáles fueron las consecuencias para los trabajadores y por qué estos debates siguen siendo fundamentales para comprender el presente.

LCV: “Vamos a darle la bienvenida a Victoria Basualdo, investigadora del CONICET, con un currículum tan extenso que perderíamos muchísimo tiempo en contarlo, investigadora en FLACSO y una de las protagonistas de un trabajo fundamental que cumple ahora 10 años: Responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad. Represión a trabajadores durante el terrorismo de Estado. Obviamente vamos a hablar de un evento, pero primero quiero darte la bienvenida. Victoria, ¿cómo estás?”

Victoria Basualdo: “Muy bien, Nora, un gran placer estar acá.”

LCV: “Me alegro. ¿De dónde venís ahora?”

Victoria Basualdo: “Vengo del Congreso, donde hubo una audiencia por la causa Asindar–Villazo, convocada con familiares, organizaciones sindicales, organismos de derechos humanos y sobrevivientes. Fue muy impresionante por este fallo nefasto dado a conocer hace un par de semanas, con 17 absoluciones en el caso nada menos que de la empresa Asindar y del proceso de la lucha histórica del Villazo en Villa Constitución.”

LCV: “Recordemos que Asindar estaba estrechamente ligada a Martínez de Hoz y fue el primer campo experimental, el primer acercamiento empresarial a hacer de la planta un lugar de represión y contención de trabajadores.”

Victoria Basualdo: “Sí, es un caso emblemático de lucha obrera. La lista Marrón es una de las más emblemáticas y combativas de los años 70. Ganan las elecciones en noviembre del 74 en la seccional de Villa Constitución. Tienen tres meses donde introducen muchos cambios y una dinámica asamblearia desde abajo. En marzo de 1975, un año antes del golpe, los acusan de ser el epicentro de un complot subversivo en el cordón industrial y se desata sobre la ciudad un operativo de fuerzas conjuntas inédito, persiguiendo a los trabajadores y a sus organizaciones. Fue un operativo y una metodología represiva facilitada por la ley de septiembre del 74, la 20.840, de penalidad a las actividades sindicales.”

LCV: “Se hablaba de ‘guerrilla fabril’, ¿no? Todo lo que implicaba lucha sindical era tomado como actividad guerrillera y perseguido como terrorismo.”

Victoria Basualdo: “Exactamente. Fue una ofensiva por aire, mar y tierra, con participación de Asindar, donde funcionó un centro clandestino en el albergue de solteros. Todo eso es lo que estos jueces dicen que no ocurrió.”

LCV: “Había también una opinión pública estigmatizante hacia el trabajador sindicalizado. ¿Por qué ese discurso prende?”

Victoria Basualdo: “No sé si prende. Este país tiene una tradición sindical muy fuerte, así que prende en un sector y no en otro. Respecto a la dictadura, hay una línea historiográfica que habla de consenso social. No es mi perspectiva. No creo que ‘la sociedad’ sea responsable en abstracto: hay responsables muy específicos en la cúspide del poder. Luego está la propaganda que logran difundir, y por supuesto siempre hay sectores conservadores; eso existió en todas las épocas.”

LCV: “En el libro que mencionabas, publicado en 2015, hay 25 estudios de empresas involucradas directamente en políticas represivas: Ledesma, Asindar, Mercedes Benz, Ford, etc.”

Victoria Basualdo: “Sí. Ledesma, por ejemplo, es un ingenio azucarero en Jujuy, pero hubo otros ingenios centrales en las políticas represivas. En Ledesma, su titular, Carlos Pedro Blaquier, fue una figura clave en el norte y en el país. En su departamento se tejieron vínculos que terminaron en el golpe del 76. En Tucumán, ingenios como Concepción o La Fronterita también estuvieron implicados.”

LCV: “Falta poco para los 50 años del golpe. Y mientras se prepara la conmemoración, Milei nombra al primer militar al frente de Defensa en democracia y a un jefe de Gabinete que se opuso a la lucha por la identidad. En ese contexto ustedes deciden hacer un encuentro por los 50 años del golpe y los 10 de la publicación. ¿Cuándo y dónde?”

Victoria Basualdo: “Será el martes 9 de diciembre, de 18 a 21, en la sede del sindicato del SuPTe, en Carlos Calvo. Es importante en el camino a los 50 años del golpe y en la década del libro, publicado por la Secretaría de Derechos Humanos, el Programa Verdad y Justicia, FLACSO y el CELS. Fue un gran esfuerzo, con 25 casos de empresas en todo el país, que generó investigación regional y juicios: Asindar, Ledesma con la muerte de Blaquier sin condena, Mercedes Benz a la espera de juicio, La Fronterita, y muchas causas más.”

LCV: “Antes de Milei había equipos y redes que permitían articular estas causas. Hoy eso está desmantelado.”

Victoria Basualdo: “Sí. No sé si hay sutileza, pero sí hay una dirección clara. Publican materiales históricamente endebles, con una narrativa burda. Hay un combate por la historia, una batalla cultural, como dicen ellos.”

LCV: “Volver a encontrarse cuesta mucho hoy.”

Victoria Basualdo: “Totalmente. Este encuentro busca repasar causas de responsabilidad empresarial y volver a reunirnos. El informe de 2015 se entregó al Ministerio Público Fiscal y fue distribuido en todas las causas. Además generó un proceso regional importante. En Brasil se investigaron 13 empresas, incluida Petrobras; surgió el caso Volkswagen, que terminó en un acuerdo en 2020 donde la empresa reconoció parcialmente su responsabilidad y financió investigaciones. Eso modificó la mirada sobre la dictadura y permitió una condena civil y laboral por trabajo esclavo, en un país donde no hubo condenas a militares. Paradójicamente, fue la responsabilidad empresarial lo que abrió el proceso.”

LCV: “En investigaciones que hicimos, notamos que, aunque el 65–70% de los desaparecidos eran obreros, hay menos denuncias y menos visibilidad. Incluso menos testimonios de familias obreras. ¿Vos también ves eso?”

Victoria Basualdo: “Sin duda. La dictadura tuvo un sesgo de clase, de género, de etnicidad y de raza. También los procesos de memoria y justicia tuvieron esas dimensiones. Hay voces mucho menos escuchadas y menos acceso a la justicia. En estos 10 años pasaron muchas cosas: judicialización, internacionalización, foco sobre actores económicos que suelen ser invisibles, y un interés creciente por el ámbito rural, castigado e invisibilizado. También hay auto-invisibilización: la idea fatalista de ‘nací peón y si el patrón me pega es lo que toca’. Es muy difícil conceptualizar lo que te pasa.”

LCV: “Vos dijiste Ligas Agrarias y aparece otro problema: en la memoria urbana, muchos asocian ese proceso solo a jóvenes de colegios privados de Buenos Aires, cuando en realidad era un movimiento de base campesina.”

Victoria Basualdo: “Exacto. Y las mujeres fueron centrales. En el Instituto Gino Germani hay entrevistas a mujeres campesinas de las Ligas Agrarias. Pero en la perspectiva urbana, el caso del joven de clase media solidario tenía más impacto mediático.”

LCV: “Y aún así, ese discurso de ‘los chicos buenos’ invisibiliza la dimensión política real de esa generación.”

Victoria Basualdo: “Tal cual. En eso, Canal Encuentro y la TV Pública cambiaron mucho las representaciones, mostrando voces, caras y acentos de todo el país. Yo soy historiadora y trabajamos siempre de forma interdisciplinaria porque desandar estas representaciones de bronce —idílicas para un lado, demoníacas para el otro— es difícil. Hay que romper esas cristalizaciones.”

LCV: “¿Cómo imaginás el año del 50 aniversario? ¿Habrá avance prodictadura?”

Victoria Basualdo: “Creo que el camino nunca es la defensiva. Frente a los 50 años necesitamos una historia compleja, con contradicciones. Hay discursos que diluyen responsabilidades diciendo que ‘la sociedad’ fue responsable. Yo preferiría hablar de la disputa capital–trabajo que atraviesa estas cinco décadas: los 80 con la recuperación democrática en crisis de deuda; los 90 con el consenso de Washington y la reestructuración brutal; los intentos de confrontar el neoliberalismo luego, con muchas cosas que no se lograron revertir; el macrismo con una ofensiva inicial; el gobierno de Alberto Fernández, insuficiente y atravesado por la pandemia; y hoy, una ofensiva de clase brutal. Esa mirada ordena los 50 años y permite ver continuidades y rupturas.”

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Crisis textil en Mar del Plata: Guillermo Fasano alerta por cierres de pymes, caída del consumo y amenaza importadora

En diálogo con La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores , Guillermo Fasano, empresario textil marplatense y presidente de la Cámara del sector, analiza en profundidad la crítica situación que atraviesa la industria del pulóver en Mar del Plata. Desde la caída del consumo y las tasas de interés “devastadoras” hasta el impacto de la apertura importadora y la pérdida de competitividad, Fasano describe un escenario que combina cierres de empresas, despidos y una transformación histórica del polo textil local. También repasa los orígenes de la tradicional “avenida del pulóver”, la evolución del turismo y los desafíos estructurales que enfrentan hoy las pymes en todo el país.

LCV:
“¿Cómo es la situación que se está atravesando en Mar del Plata?”

Guillermo Fasano:
“El año pasado hicimos un diagnóstico cuando dijimos que el cambio de un modelo de propensión al consumo a un modelo de ajuste había impactado con una baja del nivel de actividad del 30%. Lo afirmábamos a partir de las ventas de nuestra producción, pero sin contemplar aún el impacto que podía generar la apertura de la economía. Todos esperábamos que pudiéramos beneficiarnos de esa apertura para acceder a insumos, ya que somos fabricantes del pulóver marplatense, y que eso viniera acompañado por una baja de impuestos, como había prometido el Gobierno. Sin embargo, en noviembre recibimos la noticia de que el Gobierno bajaba los impuestos a los productos chinos vendidos a través de plataformas, un sistema que impacta muy directamente en nuestro rubro. No solo el productor extranjero compite con el nacional, sino que además reemplaza toda la cadena productiva, ya que la mercadería llega directamente desde depósitos en el exterior hasta el consumidor. Esto se agravó este año con una baja fuerte en el consumo, que para mí se debe, primero, a salarios que no despegan, y segundo, a las altísimas tasas de interés provocadas, a mi entender, por la intención del Gobierno de liberar el tipo de cambio sin tener reservas. La única forma de intentar contener la suba del dólar y el temor inflacionario fue mediante tasas altísimas, lo cual fue devastador. Hoy el problema es la caída del consumo y tasas prohibitivas que los consumidores no están dispuestos a pagar para financiar compras. A esto se suma un atraso cambiario notable, evidente en el turismo. Es un combo explosivo. Hay cierres de empresas, despidos y una situación muy crítica.”

LCV:
“Nos escuchan desde distintos lugares gracias al streaming. Muchos no saben qué es la calle de los pulóveres. Me gustaría que cuentes aquella época, los 70 y 80, cómo era esa calle y cómo está hoy.”

Guillermo Fasano:
“Es una linda historia. Mar del Plata se convirtió en la capital nacional del pulóver a partir de la década del 70. El origen está en la inmigración italiana que llegó al puerto; los hombres trabajaban allí y las mujeres trajeron el oficio de tejer pulóveres, algo que en Argentina no se conocía. Durante el invierno tejían estas prendas nuevas, que no se fabricaban en ningún otro lugar del país. Así, los turistas venían en verano a abastecerse de suéters marplatenses. Se desarrolló una industria con un oficio muy especial: el pulóver tiene procesos complejos, artesanales, de lavado, coloración y diseño que generaron un estilo propio. Como sabíamos que la gente compraba para el invierno siguiente, producíamos todo el año y en diciembre ya teníamos la colección para la temporada futura, marcando también tendencia. Con la llegada de las máquinas automáticas, las primeras aparecieron en Mar del Plata, pero rápidamente se instalaron fábricas grandes en Buenos Aires y allí perdimos en cantidad, aunque no en calidad. Mar del Plata tiene una Facultad de Diseño Textil que nos da una gran ventaja. Así nació la avenida Juan B. Justo, la famosa avenida del pulóver, que desemboca en el puerto, donde los inmigrantes italianos instalaron sus fábricas y comercios. Fueron las mujeres quienes trajeron el oficio y nos convirtieron en la capital del pulóver.”

LCV:
“Fasano, la tuya es una empresa familiar. ¿Cómo se llama?”

Guillermo Fasano:
“Sí. Tenemos una línea de niños que se llama Inés Meer. La empresa tiene 45 años.”

LCV:
“¿Toda tu familia trabaja ahí? ¿La empezaron tus padres, tus hijos, vos?”

Guillermo Fasano:
“Inés Meer es mi esposa. Ella tiene un gusto especial y exquisito, y diseñó toda la colección. Ahora nos estamos retirando un poco: estamos haciendo de abuelos, que es lo que más disfrutamos.”

LCV:
“Inés fue la creadora de los suéters con el redondo de punto smock, ¿no?”

Guillermo Fasano:
“No es creación de ella, pero sí lo impuso. Acá se fabricaba poco de eso, pero nosotros lo popularizamos y distribuimos por todo el país. Mucha gente cree que Mar del Plata es solo un mostrador, pero en realidad abastece de suéters a todo el país. Las grandes marcas que producen en Argentina lo hacen acá: está el oficio, la capacidad y el diseño para hacerlo bien.”

LCV:
“En general, ¿cómo está Mar del Plata? ¿Cómo está el turismo y cómo se prepara para este año?”

Guillermo Fasano:
“Mar del Plata es la ciudad más linda del país. Ha ido quedándose con un público determinado, pero hoy está mutando: hay mucho turismo joven y la ciudad ofrece una diversidad enorme—puerto, gastronomía, hotelería, playas, teatro, cultura y caminabilidad. En los últimos años abrieron playas cerca del faro con un perfil exclusivo, una alternativa para quien no puede ir a Punta del Este. Chapadmalal está creciendo muchísimo, impulsado por los jóvenes. La ciudad está hermosa. Este año es complicado porque muchos turistas se van a Brasil, pero el fin de semana largo de noviembre fue récord. Eso nos da esperanza. Desde el Comité de Turismo trabajamos para atraer visitantes. El que no viene a Mar del Plata no sabe lo que se pierde.”

LCV:
“Para cerrar, como industrial y presidente de la Cámara, ¿qué le pedimos a la economía y al Gobierno?”

Guillermo Fasano:
“Formamos parte del Movimiento Nacional Pyme, donde presentamos una ley integral. Las pymes generamos el 70% del empleo del país. No hay salida sin pymes. Identificamos cuatro problemas clave. El primero es la industria del juicio laboral, que no tiene que ver con los derechos de los trabajadores, sino con mecanismos que perjudican al sector. El segundo es la altísima carga impositiva, especialmente sobre los salarios: de 1.600.000 pesos depositados, al trabajador le llega 1.000.000 y el resto son impuestos; y con ese millón paga un 40% más en el supermercado. El tercero es el financiamiento: tenemos uno de los sistemas financieros más ineficientes del mundo. Hasta hace poco las tarjetas aplicaban tasas del 220% anual mientras la inflación mensual declarada era del 1,8%. El cuarto problema es la burocracia: en un mundo digital no se puede seguir con pilas de papeles para cualquier trámite. Si estos cuatro problemas se resuelven simultáneamente, Argentina va a crecer y generar empleo a través de las pymes.”

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“Queríamos liberar Palestina, pero Palestina nos liberó”, por Riccardo Mancuso

Riccardo Mancuso es licenciado en historia en la universidad de Bologna. Durante sus estudios fue un trabajador de aplicaciones haciendo delivery en bicicleta para solventar los gastos iniciando una actividad sindical como delegado de JustEat para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores precarizados de ‘Deliveroo’ logrando una victoria judicial que sentó precedente. Ya como historiador y referente gremial, hoy es uno de los tantos jóvenes italianos comprometidos en la movilización contra el genocidio de Gaza. Aquí su opinión y la reseña histórica de las luchas obreras en Italia de los últimos años.

El 30 de agosto de 2025, parte de la Flotilla Global Sumud zarpó desde Génova, rumbo a Gaza con el objetivo de tender una mano a la población palestina asediada por la violencia sionista. No es casualidad que la mayor misión humanitaria por mar parta de esta ciudad. Génova tiene un gran significado en la historia italiana: es la ciudad galardonada con la Medalla de Oro de la Resistencia, un bastión del antifascismo militante, y también es la ciudad que albergó la horrenda cumbre del G8 -una herida que nunca ha sanado para quienes experimentaron de primera mano la brutalidad sin sentido del Estado represivo.

En esta ciudad y en esa ocasión, el extremismo del sistema político liberal eligió desplegar toda su brutalidad al quitarle la vida a Carlo Giuliani, asesinado durante los enfrentamientos en la protesta. Ese fue un punto de inflexión en la historia de nuestro país, así como Gaza es un punto de inflexión en la escena internacional. Sólo podía ser desde esta ciudad [Génova] que esta importante operación —que, en un impulso de solidaridad, desplegó toneladas de ayuda humanitaria para la población palestina golpeada por la brutalidad de un genocidio— partiría. El mensaje es claro: queremos romper el aislamiento de quienes son oprimidos y desafiar el bloqueo naval ilegal de las fuerzas israelíes.

La salida de la Flotilla se produce en un momento en que el gobierno de extrema derecha de Giorgia Meloni está siendo cuestionado por su falta de reconocimiento del Estado de Palestina (Italia es uno de los pocos países de Europa que aún no lo ha hecho) y por el envío de armas a Israel. Desde el pogrom del 7 de octubre de 2023, ha crecido en Italia un movimiento ProPal que representa a la juventud palestina (“Giovani Palestinesi”), exigiendo el fin de toda cooperación entre las instituciones italianas e Israel y el reconocimiento del Estado Palestino, junto con su derecho a resistir la limpieza étnica en curso que ocurre no solo en Gaza sino también en Cisjordania.

En el contexto del conflicto radicalizado contra el gobierno posfascista de Giorgia Meloni, los estibadores de Génova —organizados en el CALP (Colectivo Autónomo de Trabajadores Portuarios)— y activistas del sindicato de base USB (Unione Sindacale di Base) han decidido tomar una postura firme respecto al movimiento de solidaridad que ahora zarpa: abordan los barcos, bloquean la carga que estaba destinada a abastecer a Israel, y amenazan con que si el ejército israelí interviene y arresta a los voluntarios de la Flotilla, el puerto será cerrado, llamando a todas las ciudades italianas a hacer lo mismo en fábricas, escuelas y oficinas. Los estibadores declararon: «Si tocan la Flotilla, cerraremos Europa —ni un solo clavo saldrá de este lugar».

Los estibadores se han convertido en figuras centrales en el panorama político italiano, marcado por una crisis generalizada de representación, que concierne tanto a los partidos políticos como a los sindicatos. Su postura simbólica ha inspirado al resto del país, que admiró su valentía al actuar como escudo contra la opresión de una población indefensa. Esta no es la primera vez que los estibadores participan en sabotear los envíos: durante el siglo pasado, los estibadores británicos se opusieron al envío de armas hacia la Rusia revolucionaria; sólo que en ese momento, esas armas estaban destinadas a propósitos contrarrevolucionarios. Hoy, los estibadores de Génova eligen levantarse bajo el lema: «¡Ciérrenlo todo!», denunciando la complicidad de Occidente en el genocidio palestino.

La enorme movilización que tomó las calles durante el pasado septiembre y octubre ha sido interpretada por algunos como el éxito de una operación global que perforó el aparato mediático dominante, y por otros como el efecto de la intuición política del movimiento de base, que fue capaz de aprovechar el momento mientras la Flotilla se acercaba a las costas de Gaza, y finalmente como una respuesta espontánea de personas que ya no podían soportar desplazarse con sus teléfonos y ver las horribles imágenes de una masacre en curso sin intervención concreta de ninguna autoridad.

Más allá de cualquier interpretación, las cifras son claras: millones de personas bloquearon las ciudades más grandes de Italia bajo una ola de indignación. En cada actualización de las flotillas navegantes —hasta que los barcos fueron abordados ilegalmente por el ejército israelí— miles de personas se unieron a las calles, gritando «Palestina Libre». Igualmente claro es el papel que, una vez más, juega la clase trabajadora en el contexto global de lo que podría describirse como una guerra mundial fragmentada: solo a través de huelgas y conflictos organizados se puede desmantelar la locura belicista de la bestia capitalista.

Lo que sucedió no debe verse como una mera respuesta emocional contra la masacre de los oprimidos por el opresor. Estamos presenciando un despertar colectivo que ha mostrado cómo el sistema depredador capitalista siempre está buscando sus nuevas víctimas: hoy en día son las vidas de los palestinos las que se consideran inútiles y prescindibles, pero mañana podríamos ser nosotros. Esta movilización ha visto converger múltiples movimientos sociales con el objetivo de despertar conciencias y oponerse a un sistema mortal.

Este contexto reavivó el movimiento de repartidores de Bolonia. Durante algún tiempo en los últimos años, el descontento por un sistema salarial de hambre había estado gestándose, amenazando con una protesta que finalmente estalló al encontrar una salida en los recientes levantamientos por Gaza. Esta estasis había permitido la estabilización de un sector ampliamente desregulado, con la única excepción de la multinacional Takeaway.com (Just Eat), que formalmente clasifica a sus trabajadores como empleados con derechos y protecciones. Deliveroo y Glovo continúan fomentando un sistema de explotación que ignora numerosos fallos judiciales y elude la «Ley de Riders» existente de 2019, gracias a un acuerdo turbio firmado con un sindicato complaciente de derecha, UGL Rider. Este acuerdo también ha sido considerado ilegítimo en varios fallos, incluido uno que reintegró al autor de esta nota después de un despido ilegal por negarse a firmar el nuevo contrato derivado de este acuerdo fraudulento.

Este sistema miserable que enfrenta a las personas entre sí, una vez más ha encontrado la capacidad de la fuerza laboral para organizarse y movilizarse por mejores condiciones salariales. Todo esto está sucediendo en un momento en que se espera que Italia implemente la Directiva Europea sobre trabajo en plataformas, que pide el reconocimiento del estatus de empleado, la obligación de que las empresas demuestren la supuesta autonomía de los trabajadores en los tribunales —a su propio costo— y la negociación colectiva sobre algoritmos.

Estos años han visto el surgimiento de un movimiento internacional sobre el Trabajo en Plataformas que ha proporcionado las herramientas para expandir la lucha a escala global. Las luchas de hoy convergen a través de prácticas ya probadas que llevan un potencial que no debe desperdiciarse, porque los movimientos laborales son internacionalistas y convergentes, o no son.

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