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Abrió la Feria del Libro y se transformó en tribuna de resistencia
En un durísimo discurso de apertura de esta nueva edición de La Feria del Libro, Alejandro Vaccaro, presidente de la fundación organizadora, señaló: “Concurrir a la Feria este año representa un acto de rebeldía y resistencia. Como nunca este espacio cultural, activo, será el eje central alrededor del cuál girará el repudio de todas las fuerzas culturales a las políticas desbastadoras que propone este gobierno”. Luego de explicar que el gobierno este año había quitado todo tipo de financiación para realizar uno de los encuentros culturales más destacados del continente -que lejos está de considerarse un ámbito de izquierdas- Vaccaro arremetió directamente contra el presidente Milei: “Luego de despreciar nuestra feria, no se sonroja y pide participar en este espacio, cuya presencia está prevista para el próximo domingo 12 de mayo en la pista central de La Rural. Señor presidente, se lo digo con una mano en el corazón, no hay plata”, ironizó para agregar que todas las erogaciones que impliquen su presencia en el predio correrán por parte del gobierno.
Pero no fue el único en poner ‘los puntos sobre las íes’ en una semana en la que una marcha de centenares de miles de personas cubrió las calles del país en defensa de la educación, la ciencia y la cultura.
En su discurso inaugural , la escritora Liliana Heker, desarrolló una tesis sobre la relación entre literatura, cultura y represión; lectura y pensamiento crítico. Destacamos dos fragmentos clarificadores:

“¿Por qué esta intención manifiesta, por parte del gobierno, de menoscabar o suprimir toda institución o medio de comunicación que favorezca o divulgue el conocimiento, el desarrollo científico, la creación artística y la formación universitaria? Un intento de explicación que circuló cuando empezó a conocerse parte de estas medidas fue que habrían sido propuestas como una forma de distracción; para que pasaran a segundo plano otras medidas más pesadas, como podría ser la venta de nuestras riquezas naturales y empresas estatales, o la destrucción de la industria nacional y de las pymes en favor de los grandes monopolios. Sin duda una explicación tan ingenua solo podía estar provocada por la perplejidad inicial. O tal vez fue una manera de eludir toda asociación con la frase tan temible que se le atribuye a Joseph Goebbels: “Cuando escucho la palabra ‘cultura’ desenfundo la pistola”.
“Y ya que utilicé un verbo tan borgeano como “conjeturar” voy a recurrir a Borges para tratar de explicarme. En su asombrosa y desopilante nota “El arte de injuriar” reproduce este episodio citado por de Quincey: “A un caballero, en una discusión teológica o literaria, le arrojaron en la cara un vaso de vino. El agredido no se inmutó y dijo al ofensor: ‘Esto, señor, es una digresión, espero su argumento’”. Saber leer, creo, es advertir que, pese a lo extravagante del impacto, un vaso de vino en la cara carece de argumento. Y, para el estilo de comunicación que viene eligiendo el gobierno, implica una posibilidad riesgosa: que se advierta la falta o la falla de los argumentos. Si cada argentino tuviera la capacidad de saber leer –si contara con los elementos para adquirirla- ¿qué pasaría con los pronunciamientos o exabruptos que se suelen lanzar? ¿Estarían en riesgo de perder su eficacia?”
DISCURSO COMPLETO DE LILIANA HEKER
Quiero celebrar de manera muy especial esta Feria y, en particular, al objeto impar que la convoca: el libro. En cierto modo, siento algo similar a lo que, medio siglo atrás, experimenté en mi primera feria. Y no se preocupen por hacer cuentas: tengo muy claro que esta, tal como se la conoce nacional e internacionalmente, es la Feria del Libro Número 48. Pero les cuento a quienes no lo vivieron que hubo ensayos anteriores – lo investigué hace poco para apuntalar mi recuerdo—, ferias más o menos callejeras organizadas por la Sociedad Argentina de Escritores. Esa de hace medio siglo fue para mi historia personal una Feria del Libro con todas las de la ley y la viví con una intensidad irrepetible. Me recuerdo, radiante de felicidad, recorriendo los stands junto a mucha gente que parecía tan entusiasmada como yo, y vendiendo números atrasados de El escarabajo de oro en un pequeño puesto de editores independientes que nos habían cedido un espacio, y hasta firmando a una lectora desconocida un ejemplar de mi libro Acuario, publicado gracias a ese emprendimiento cultural extraordinario que fue el Centro Editor de América Latina, arrasado pocos años después por la dictadura cívico-militar. Esa Feria fue singular para mí porque fue la primera. Y siento que esta también lo es, aunque por otros motivos.
Presumo que muchos de ustedes se estarán preguntando algo similar a lo que, durante los últimos tres meses, me estuve preguntando yo: ¿tiene sentido celebrar esta nueva emisión de la Feria del Libro en un país en el que día a día crecen la pobreza y la indigencia, hay millares de despidos sin fundamento, la salud y la educación pública están en emergencia, la obra pública fue cancelada, nuestras universidades son desfinanciadas al punto de correr el riesgo de cerrar sus puertas, la investigación científica y tecnológica y el ejercicio de la ciencia y la tecnología están siendo devastados, toda institución o medio que favorece el desarrollo y la difusión de la cultura ha sido desvirtuado o borrado, se entregan nuestras riquezas naturales y el Estado parece ausente aun en caso de epidemia? Confieso que más de una vez una noticia de último momento hizo tambalear este texto mío aun antes de que empezara a darle forma. Y sin embargo acá estoy, celebrando, como hace medio siglo en mi primera Feria, el estar rodeada de libros y de una concurrencia que, sospecho, en buena medida viene acá porque anda buscando algo preciso o tal vez difuso que espera encontrar en un libro.
Ahí está el punto: creo que el libro adquiere una significación muy especial en estos momentos. Por la inagotable diversidad de posibilidades que implica, y por ser el exponente de un amplísimo registro del conocimiento y del arte, me parece atinado instalarlo como un justo representante de todo lo que hoy es atacado en el campo de la cultura. Reivindicarlo entonces se me hace una cuestión imperiosa. Y no como autora, aunque la escritura sea el trabajo que amo: no es ese trabajo mío y privado el que corre riesgo. Aun durante la dictadura, dentro del pequeño ámbito de libertad de las cuatro paredes de mi pieza seguí escribiendo y ese trabajo y nuestra revista me sostuvieron en esa época de brutalidad inédita. Y estoy convencida de que, quienes nos dedicamos al trabajo creador, seguiremos encontrando también ahora nuevas motivaciones y nuevas formas de expresarnos y de estar presentes. Teatro Abierto fue una presencia muy fuerte durante la dictadura, y el Teatro Comunitario, una expresión luminosa en la crisis del 2001; no vamos a resignarnos al silencio, de eso no me cabe duda. Pero lo que quiero reivindicar hoy es una actividad aún más hermosa y democrática que la creación: quiero reivindicar la lectura.
En primer lugar, la lectura de ficciones, esa aventura maravillosa que algunos tuvimos la fortuna de experimentar desde chicos; la posibilidad de que se nos amplíe infinitamente el campo de nuestra experiencia, de que mundos desconocidos, o aun puramente imaginados o soñados o temidos se abran ante nosotros; de que todo sentimiento humano, por elevado o miserable que sea, -el heroísmo, el crimen, la demencia, la belleza, el dolor, la pérdida, el disparate, el absurdo, el miedo, el horror, la muerte-, se nos revelen en crudo de tal modo que nos ayudan a conocer a otros y a conocernos, a conmovernos con el dolor ajeno, a indignarnos con la injusticia y a apreciar hasta límites inesperados la belleza; a entablar, en suma, ese diálogo privado con un poema, con un cuento, con una novela, que nos permite interpretar e interpelar al texto, ambiguo e inagotable por su propia naturaleza, e ir descubriéndole sus distintas capas de significación. Y hago extensiva esta lectura múltiple a quien asiste a la puesta de una obra de teatro y a la exhibición de una obra cinematográfica, y también a quien observa una obra pictórica o una escultura o una fotografía artística. La obra de arte, en suma, nos convierte en espectadores-lectores agudos. Nos enseña y nos conmina a leer, no solo cada obra en sí; a leer cualquier dato de la realidad, por encubierto o indeseado que ese dato sea.
Y cuando hablo de leer no aludo solo a la creación ficcional o artística. El acto de leer permite un diálogo libre y personal con cada cuestión en la que un lector elige sumergirse. Me refiero a la ciencia, a la filosofía, a la historia, a las religiones, al análisis político o económico o jurídico, al humor, a la mitología, al testimonio, a la biografía. Por eso, al referirme al libro estoy aludiendo a todo el amplio arco de la cultura. Y, en particular, a una condición asociada a la lectura, e irreemplazable: saber leer.
No me refiero a “saber leer” en su significación primaria. Aunque también, ya que descifrar letras y palabras, estar alfabetizado, es la base sin la cual no se puede hablar de democracia plena. Hace muy poco, cuando se conmemoraron los cuarenta años de democracia, me pidieron una opinión al respecto. Escribí entonces: “Democracia plena, según lo entiendo, implica un pueblo soberano. Pero para que un pueblo sea realmente soberano tiene que estar en condiciones de elegir libremente, no solo a sus gobernantes, también su destino. Y para que cada uno pueda elegir su propio destino se necesita, ante todo, igualdad de oportunidades. Que cada habitante del país haya recibido y reciba una alimentación completa y nutritiva, que pueda acceder a una excelente educación en todos los niveles, que su salud esté protegida, que pueda conseguir un trabajo que cubra sus necesidades, que tenga una vivienda decente. ¿Hemos alcanzado en los últimos cuarenta años esa meta mínima? Basta mirar un poco a nuestro alrededor para saber que no. Hay mucha miseria en nuestro país, y eso implica que parte del pueblo no es soberano, que no actúa por elección sino por desesperación”.
“¿Por qué esta intención manifiesta, por parte del gobierno, de menoscabar o suprimir toda institución o medio de comunicación que favorezca o divulgue el conocimiento?”
Creo que en esa meta mínima que señalé reside la condición imprescindible para que una persona sepa leer en el sentido amplio al que me referí hace un momento. No se trataría solo de interpretar un texto y extraer de él un conocimiento nuevo o alguna capa profunda de su significación. También de tener la capacidad de leer señales, descifrar gestos, desentrañar intenciones no evidentes, investigar datos; quien sabe leer es capaz de interpretar la realidad más allá de su apariencia más visible, o de la figura que le quieren imponer, o aun de la imagen que él mismo querría que tuviera.
Y acá voy acercándome a una cuestión que me importa indagar: por qué esta intención manifiesta, por parte del gobierno, de menoscabar o suprimir toda institución o medio de comunicación que favorezca o divulgue el conocimiento, el desarrollo científico, la creación artística y la formación universitaria. Un intento de explicación que circuló cuando empezó a conocerse parte de estas medidas fue que habrían sido propuestas como una forma de distracción; para que pasaran a segundo plano otras medidas más pesadas, como podría ser la venta de nuestras riquezas naturales y empresas estatales, o la destrucción de la industria nacional y de las pymes en favor de los grandes monopolios. Sin duda una explicación tan ingenua solo podía estar provocada por la perplejidad inicial. O tal vez fue una manera de eludir toda asociación con la frase tan temible que se le atribuye a Joseph Goebbels: “Cuando escucho la palabra ‘cultura’ desenfundo la pistola”.
En cuanto al argumento que se utilizó desde distintas áreas del gobierno de que estas instituciones y medios culturales se llevaban los recursos que deberían estar destinados a los niños hambrientos, me pareció por lo menos sospechoso. Por dos motivos. El primero: con solo explorar mínimamente el modo en que se financia buena parte de estas instituciones se podría advertir que eliminarlas no va siquiera a atenuar el problema del hambre. El segundo porque, de acuerdo a las políticas que se están llevando a cabo, el hambre en sectores cada vez amplios de nuestra sociedad no parece ser una cuestión de interés para el gobierno. El haber dejado de enviar recursos para los comedores comunitarios resulta una prueba bastante nítida, aunque no es la única. A propósito: vi la interminable cola que se formó para acceder a una ración de alimentos al día siguiente de que se anunciara, de manera algo demencial, que cada necesitado debería solicitar por las suyas su ración al Ministerio de Capital Humano. Veinte cuadras tenía la cola, supe después. Y también supe que nunca se atendió a nadie. Antes de que llegara a destino el primer solicitante de la fila, la ventanilla se cerró y a otra cosa mariposa. Semejante crueldad es difícil de concebir, pero ocurrió. Y yo me pregunté: ¿cómo se puede no reaccionar ante una falta tan evidente del más mínimo respeto por un semejante? Y entendí dos cosas: Una: para la funcionaria o funcionario que ordenó cerrar la ventanilla, los que estaban haciendo esa cola no eran sus semejantes. Otra: resistirse a ver la realidad como es puede ser una salida cuando no se ve otra salida. Los que inútilmente estuvieron haciendo cola se negaban, al menos en ese momento, a ver lo que realmente acababa de pasarles.
De lo que podría desprenderse algo como esto: que los argentinos no analicemos los mensajes, que no sepamos leer, puede ser a nivel gubernamental un buen modo de evitarse problemas. Y sugiere una explicación probable para el ataque que se viene haciendo a toda institución o medio que favorezca el aprendizaje, el conocimiento, la reflexión, y la actividad cultural en general. El objetivo de ese ataque, conjeturé, sería reducir al máximo el número de los que saben leer: apocar, diríamos, al adversario potencial.
Y ya que utilicé un verbo tan borgeano como “conjeturar” voy a recurrir a Borges para tratar de explicarme. En su asombrosa y desopilante nota “El arte de injuriar” reproduce este episodio citado por de Quincey: “A un caballero, en una discusión teológica o literaria, le arrojaron en la cara un vaso de vino. El agredido no se inmutó y dijo al ofensor: ‘Esto, señor, es una digresión, espero su argumento’”. Saber leer, creo, es advertir que, pese a lo extravagante del impacto, un vaso de vino en la cara carece de argumento. Y, para el estilo de comunicación que viene eligiendo el gobierno, implica una posibilidad riesgosa: que se advierta la falta o la falla de los argumentos. Si cada argentino tuviera la capacidad de saber leer –si contara con los elementos para adquirirla- ¿qué pasaría con los pronunciamientos o exabruptos que se suelen lanzar? ¿Estarían en riesgo de perder su eficacia?
Como anticipo pongo un ejemplo: las dos promesas de un bienestar inefable que nos va a compensar de lo mal que lo estamos pasando en la actualidad. La primera: dentro de treinta y cinco años este va a ser un país poderoso; la segunda: Argentina va a volver a ser ese gran país que fue a comienzos del siglo veinte. En cuanto a la primera promesa, el aparente rigor científico que confiere una cifra tan exacta lleva a preguntarse: ¿dónde están los estudios que explican por qué vamos a alcanzar ese estado de bienestar exactamente dentro de treinta y cinco años? Dejando de lado que como consuelo es un poco pobre ya que buena parte de los beneficiarios vamos a estar muertos: de vejez, de hambre, o por falta de medicamentos, lo de los treinta y cinco años me trae a la memoria una expresión que se usaba cuando yo era chica: el año verde. Cuando alguien trataba de acallar algún reclamo nuestro prometiéndonos que lo deseado iba a ocurrir, pero en un futuro que veíamos altamente improbable, decíamos: Sí, esto va a pasar el año verde.
En cuanto a la segunda promesa: llegar a ser tan prósperos como un siglo y pico atrás, dejando de lado que, ya de por sí, un retroceso histórico de más de un siglo parece un poco dudoso como ideal, me gustaría saber si quienes se dejaron seducir por esa promesa de prosperidad se preguntaron cómo era realmente el país a comienzos del siglo veinte. ¿Tienen alguna idea de que en esa época había un grupo minoritario al que la sabiduría popular denominó “los de la vaca atada” porque viajaban habitualmente a Europa, y con su propia vaca para que, a sus niños, en el barco, no les faltara la saludable leche nacional, mientras que, en general, el pueblo se moría de hambre? Creo de verdad que quienes promocionan esa meta de retroceder al año 1900 no mienten cuando dicen que ese es el país al que aspiran, pero fuera de estos nuevos representantes de la vaca atada, ¿serán muchos los que quieren vivir según ese modelo? ¿O simplemente no creyeron necesario, o no tuvieron los recursos, para indagar en su significado?
Es razonable suponer que sería la confianza en que, por razones diversas, un buen número de argentinos no analiza los mensajes lo que le permite al gobierno largar al ruedo cifras inverificables: una hipotética futura inflación del 15.000 por ciento, pongamos por caso, que no se explica cómo ni cuándo se habría alcanzado pero que –se nos comunica con alegría—no vamos a alcanzar gracias a un plan económico exitoso: celebremos. “La gente está contenta”, le escuché decir al ministro de economía y me pregunté: ¿de qué gente está hablando? ¿Con qué elementos construyó una generalización tan categórica? ¿Caminó alguna vez por la calle?, ¿vio a los que duermen en las veredas?, ¿trató al menos de imaginarse la desesperación de alguien que va a un comedor comunitario para calmar su hambre y ni siquiera allá encuentra comida? ¿Habló con alguno de los que, sin justificación, acaba de ser despedido? ¿O simplemente la frase le pareció simpática y la largó sin mucho problema? Debo decir que en algunos casos la irresponsabilidad verbal es tan desembozada que más bien se parece a un chiste: es el caso del vocero presidencial cuando aclaró que no era cierto que a los jubilados un aumento prometido se les iba a pagar en dos cuotas; no: simplemente se lo haría “en dos momentos distintos”.
Si a esta pequeña antología de sinsentidos se le suman ciertos exabruptos al estilo de “El Estado es una organización criminal” o “La justicia social es un concepto aberrante”, se podrá sospechar que muy difícilmente el discurso –o no-discurso— oficial resistiría una lectura mínimamente atenta. En cuanto a la crueldad manifiesta que puede advertirse, por ejemplo, en la explicación de la canciller: ya que los jubilados se van a morir, qué sentido tendría darles préstamos; o en el razonamiento de un diputado: si un padre necesita a su hijo en el taller, es libre de no mandarlo a la escuela; pienso que para entender lo inhumano de estas “propuestas” basta con una mínima sensibilidad ante el sufrimiento, la injusticia y la impiedad.
¿Cómo protegerse de cuestionamientos que parecen casi inevitables? Un camino sería cercenar las posibilidades de acceso a una lectura analítica o sensible de la realidad y, si fuera factible, a la lectura en general. No conocer la historia, no tener elementos para cotejar el contexto actual con otros contextos o para delinear un futuro deseado. Una “sorpresa” del doctor Martín Menem ilustra con bastante nitidez esta intención. Después de la manifestación multitudinaria del 24 de marzo dijo con cierta alarma que no se explicaba el motivo por el cual habían asistido jóvenes de dieciocho años a esa manifestación ¿Cómo?, parece expresar con su perplejidad, ¿así que hay jóvenes enterados de que ese día hubo un golpe cívico-militar que instauró un régimen que asesinó, torturó, hizo desaparecer a 30000 personas entre quienes había viejos, adolescentes, monjas, curas, y que además robó bebes recién nacidos?
Y al parecer no solo están enterados, doctor Menem; hasta dio la impresión de que les importan esos crímenes, que tienen la capacidad de entenderlos en carne propia, que saben que hubo mujeres heroicas que hicieron historia luchando por la aparición de sus hijos desaparecidos y de sus nietos robados y que hoy siguen luchando; esos adolescentes deben alguna información sobre nuestra historia reciente porque vivaron a las madres y a las abuelas de Plaza de Mayo y se manifestaron con tanta emoción y con tanto compromiso como todos los otros millares de personas de todas las edades que estábamos allí. Algo está fallando en el programa, sin duda: pese al empeño gubernamental no se ha podido conseguir, hasta el momento, una nueva y completa generación de ignorantes.
Según se desprende de la perplejidad del doctor Menem, ese parecería el propósito que se está buscando. Porque si no, ¿de qué se asombraría? ¿No fueron jóvenes los que hicieron la reforma universitaria de 1918? ¿No fueron estudiantes secundarios y universitarios quienes defendieron en 1958 la ley de enseñanza laica, gratuita y obligatoria? Los jóvenes en nuestro país siempre estuvieron a la vanguardia en las luchas. Y no pretendo dar un único signo a esas luchas. Fueron jóvenes universitarios quienes se opusieron al general Perón durante su primer gobierno y también fueron jóvenes, universitarios o no, quienes lucharon por que volviera años después. Fueron jóvenes universitarios, junto con los obreros, los que protagonizaron el Cordobazo en 1968, y dieron el gran puntapié inicial para acabar con la dictadura militar iniciada en el 66. Desde distintas posiciones, encararon una lucha y parecían saber por qué estaban luchando.
Ahora, lo que en apariencia se busca es que los jóvenes, y los no tan jóvenes, carezcan de la oportunidad de acceder a la historia y de los recursos para actual en busca de un destino elegido, que sean incapaces incluso de desentrañar qué destino están construyendo otros para ellos. Lo que se intenta, en suma, desfinanciando las universidades, desprestigiando el trabajo docente, cancelando un programa que auspiciosamente se llamaba “leer aprendiendo” y estaba destinado a los chicos de las escuelas, cerrando centros de investigación de enorme prestigio (y podría seguir con un largo y doloroso etcétera) lo que se intenta, decía, es negarles a estos jóvenes, negarnos a los argentinos, la libertad de elegir. Que estemos desinformados, que nos adormezcamos bajo el arrullo de invectivas, anuncios inconsistentes, insultos a mansalva y “verdades sagradas” que no admiten réplica.
No es descabellado conjeturar que la ignorancia puede tener un considerable peso estratégico. Mirando a mi alrededor y animándome, yo sí, a ver lo que no me gusta ver, debo admitir que no parece un objetivo inalcanzable de conseguir que muchos desesperados no entiendan -necesiten no entender- que debajo de tanto exabrupto tal vez haya propósitos que van en contra de sus intereses. Y, sobre todo, advertir que unos cuantos no desesperados se sienten cómodos entre tanto grito, tanto insulto y tanta teoría express, al punto de que no miden o no les importan las consecuencias.
Sin embargo, me animo a arriesgar que, como objetivo, esto de “ignorancia para todos” no va a llegar muy lejos. Ante todo, porque en momentos difíciles como el actual termina imponiéndose una lectura irrefutable de la realidad que no necesita de estudios previos: es la inducida por el hambre, y por la angustia de haber sido despedido del trabajo sin razón, y por cualquier otra injusticia que duele de cerca. Lecturas que –la historia universal y nuestra propia historia lo demuestran– encuentran su expresión en la calle. La calle que, pese a la intención oficial de demonizarla, es la voz de los que no tienen voz. Y de los que no son escuchados. Y de los que queremos que, junto a todos los demás, se nos escuche.
La marchas multitudinarias y altamente conmovedoras y comprometidas que ocurrieron este martes en Buenos Aires y en todo el país son una prueba muy clara de lo que digo. Solo leer los carteles que llevaban los estudiantes, la agudeza y la profundidad de lo que expresaban, fue una comprobación nítida de que el conocimiento y la sensibilidad son más valiosos que los insultos. Confieso que pocas veces canté el himno con tanta emoción y sintiéndome tan acompañada como ese día en Plaza de Mayo. Pero no voy a detenerme en esas expresiones ya que no son mi tema hoy.
Mi tema hoy es la voz de los que sí tenemos voz. Los que tuvimos la oportunidad, y tenemos la decisión, de saber leer. Los que creemos que los argumentos y la solidaridad construyen más que los agravios y el odio; los que, al menos a grandes trazos, nos proponemos un país en el que las ideas, los análisis, las discusiones, prevalezcan sobre el vaso de vino arrojado en la cara.
Pienso que, más allá de nuestra tarea específica, o a través de esa tarea, es necesario que demos testimonio de nuestra realidad y de nuestra historia. No solo en relación a nuestra actualidad; también respecto de lo que nos ocurrió en nuestro pasado reciente, ya que, así como se necesitan años de buena alimentación y enseñanza de calidad para crear un lector, inversamente, para producir semianalfabetos entre los sectores más sumergidos y vulnerables se requiere no solo años de pobreza; también muchas veces negligencia en las políticas sociales. En síntesis, el deterioro que vino sufriendo nuestro país sin duda tiene causas diversas pero desembocó unívocamente en la situación actual. Pienso que nos toca a nosotros analizarlo y dar cuenta de todo esto.
En realidad, ese testimonio múltiple ya está empezando a ocurrir. Con lucidez y con pasión se están manifestando expertos de los sectores más diversos. Científicos, politólogos, economistas, universitarios, gente del teatro, del cine, de la literatura, gremialistas, juristas, docentes, trabajadores de diferentes áreas, pequeños empresarios, jubilados, periodistas, están haciendo oír su voz cada vez con más frecuencia y con más claridad. Es el principio de un camino, pienso. Estar bien despiertos y presentes. Porque no hay marcha atrás. Estamos en una situación nueva y tenemos que animarnos a verla, a decidir qué país queremos y a movernos en consecuencia.
Ante todo, ponernos de acuerdo en algo muy básico: quiénes integramos este país. ¿La gente de bien? (escuché más de una vez desde representantes del oficialismo esta expresión poco confiable y me recordó a un humorista excepcional, Landrú, que irónicamente y para aludir a una clase que se consideraba encumbrada, dividía a los argentinos entre los mersas y “la gente como uno”). ¿Es esa “gente de bien” nuestro país o lo integramos todos los que lo habitamos? Porque en este último caso tendremos que admitir que a todos nos corresponden los mismos derechos. Para ser muy básicos: una buena alimentación, una educación de calidad, una salud protegida, acceso a una vida digna. Ahora, no dentro de treinta y cinco años: la vida que se pierde hoy ya no se recupera. Entre tanto podremos protagonizar todos los debates ideológicos que hagan falta. Es necesario que ocurran. Pero pienso que, cuando las papas queman, lo primordial es que encontremos los carriles de coincidir en lo esencial.
El nuestro es un país que vale la pena. Esta Feria que desde hace casi medio siglo se viene llevando a cabo va a constituir mi primer ejemplo. Les cuento que, salvo una vez en que estaba de viaje, vine todos los años. Y que siempre la sentí como un espacio singular. No solo por el objeto impar que la convoca, también por la gente que la recorre. Y atención, porque a partir de acá, sin desentenderme del panorama sombrío que emergió hasta ahora, voy a mostrar mi hilacha optimista. Estuve en algunas Ferias de otros países, tan importantes o más que la nuestra. Vi libros de todas las editoriales, asistí a eventos, conocí celebridades. Pero casi no vi gente. Y en esta Feria nuestra, desde su primera emisión y aun en circunstancias históricas muy difíciles, el público viene, recorre los stands, busca o encuentra determinado libro, compra lo que puede, asiste a los actos culturales, habla con algún escritor, se encuentra con un amigo que hace tiempo no veía. Siente que este es un lugar que le pertenece.
En nuestro país, en suma, el libro importa. Y ese es un dato nada desdeñable acerca de cómo somos. O de cuáles son nuestras posibilidades. Y no es el único dato. El movimiento teatral argentino es excepcional, nuestro cine es valorado acá y en el exterior, nuestros científicos son requeridos y admirados en todo el mundo, hay una literatura notable y, doy fe, siguen apareciendo año tras año nuevos y valiosos escritores, nuestros humoristas son de primer nivel, tenemos músicos y letristas admirables, numerosas editoriales y revistas independientes que se hacen a pulmón, y que, en las buenas y en las malas, publican un material de primer nivel. Pero no solo eso: es notable el sentido del humor popular, que se puede palpar en cualquier calle o en cualquier colectivo, y que muchas veces nos salva de la desesperación; milagrosamente persiste el hábito de encontrarnos en un café solo para conversar, seguimos manejándonos para arreglar lo que haga falta con un alambrecito.
Y todo eso también es cultura, nuestra cultura, la que tenemos que preservar. No se asusten: no tengo la intención de idealizarnos: no es mi costumbre. Unos cuantos y bien bravos defectos debemos tener para que estemos como estamos. Pero contamos con un hermoso capital humano –esto y no otra cosa, según lo entiendo, es el capital humano—, un capital valioso para empezar a soñar con el país que queremos. No vamos a permitir que ese capital sea arrasado. Al contrario; tenemos que luchar para que se multiplique. Una buena alimentación y una buena educación, para todos, es la base (y no crean que es traída de los pelos una referencia a la alimentación cuando se habla de cultura; sin una buena nutrición en la infancia, no hay posibilidad de aprendizaje, no hay para nuestro futuro cultura posible). A partir de esa base imprescindible se abren los caminos. Seguramente estos libros que nos están rodeando, con sus diversos puntos de vista, con sus innumerables visiones de la realidad, tendrán algo que indicarnos.
Ahora, para terminar como corresponde estas palabras (por algo soy cuentista) brindo porque, en un futuro muy cercano, nuestra amada Universidad Pública esté funcionando a pleno y cada vez con más estudiantes, porque nuestras instituciones y medios culturales puedan trabajar por entero y con todo su personal para el desarrollo y la difusión de nuestra cultura; porque siga existiendo a través de los años, cada vez más pujante y más popular, esta Feria del Libro, y porque haya muchas otras Ferias del Libro a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Cada vez con más concurrencia, cada vez con más creatividad, cada vez con más lectores.
Buenos Aires, 25 de abril de 2024
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Mi querido odio, por Hugo Asch
Hace ya tiempo que el odio abandonó la romántica contracara del amor en la moneda y se convirtió en la palabra con peor prensa. Solo los perversos odian, los despiadados, los abandonados de la gracia de Dios. Tanto odian que hoy se los cataloga por esa característica: son odiadores. ‘Haters’, en inglés.
Se los identifica como seres irracionales incapaces de pensar y cuestionarse nada, fanáticos, violentos, manipulables. Lo que no es falso, al contrario. El odio inculcado por sistemas políticos, educativos, familiares; por raza o clase social, produce individuos despreciables. No hay discusión sobre ello.
Bien. Hasta aquí mi concesión a lo políticamente correcto. No hay que abusar de esa desgracia. Si seguimos así un día moriremos todos de un agudo ataque de corrección política. No subestimemos sus efectos narcóticos, letales. Ahora quisiera hablar sobre otra clase de odio. También podría llamarlo desprecio, profunda antipatía, repulsión o encono. Pero no. Me gusta más odio. Quién es capaz de amar conoce este sentimiento. Es mi caso. Sé amar, sé odiar. Yo odio, he odiado y seguiré odiando.
Fundamentalmente porque no me da todo igual. Discrimino. Me enojan ciertas cosas. Y otras me dan odio. La historia argentina chapaleó en la sangre de cientos de fusilamientos y degüellos hasta la irrupción de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en la segunda mitad del siglo XX. Antes de los pañuelos blancos, las cosas se negociaban con un muerto en la mesa. Recuerdo en mis primeros pasos como periodista, haber hecho notas con casi toda la dura derecha de los años ‘70. A Jordan Bruno Genta, por ejemplo, lo vi en una conferencia una semana antes de su asesinato a manos del ERP, en 1974. Era un catedrático de buenos modos, nacionalista, conservador, católico, antisemita, anticomunista, decepcionado de la Revolución Libertadora y enemigo del sistema democrático, que creía contaminado por liberales, peronistas y marxistas. Sus seguidores no eran multitud pero sabían moverse. Sus posturas eran extremas y tenían fieles discípulos en las tres fuerzas armadas. Demasiados. Oscar Castrogé ‒en realidad Castrogiovanni‒ era el polo opuesto. Extrovertido, avasallante, de voz potente. Durante la dictadura se había divertido pasando marchas nazis y fascistas en su programa de radio Excelsior. En los ‘80 irrumpió con un grupo de seguidores armados con pistolas y machetes para copar el programa ‘Sueño de una noche de Belgrano’, conducido por Jorge Dorio y Martín Caparros. Fueron sus 15 minutos de fama, aquellos que prometía Andy Warhol.
Su hermano, como secretario de un juzgado, me citó por un juicio que había iniciado un fiscal, ofendido por una columna que Guillermo Kelly había escrito en ‘La Semana’, revista que yo subdirigía en 1986. Durante los primeros 15 minutos de la indagatoria, Castrogé II solo se preocupó por averiguar los orígenes del apellido Asch. Su especialidad.
Los Castrogé eran odiadores estilo ‘El Caudillo’, la revista no oficial de la Triple A. Ultraderecha violenta sin matices, mucha amenaza, cadenas, palo y a la bolsa, esas cosas. En enero de 1985 tomé un inolvidable té en la casa estilo Tudor de Figueroa Alcorta casi Ortiz de Ocampo, pleno Palermo Chico, sede de ‘Tradición Familia y propiedad’. Me recibió su líder, Cosme Beccar Varela, impecable traje inglés, rodeado por jóvenes altos, más bien rubios, también trajeados que, en una coreografía estática pero imponente, sostenían pancartas rojas con signos heráldicos. Nadie sonreía pero parecían de lo más amables. Me explicaron el insoluble problema judío, la falta de Dios de quienes alentaban el divorcio y el aborto, el horror peronista, el pecado mortal de quienes exhibían la carne sin pudor cristiano. Fue como una visita al siglo XVII. A la noche, cuando con palos, patadas, golpes de puño y piedras impidieron el estreno de ‘Yo te saludo, María’, la película de Godard que consideraron “hereje” y “malévola”, los niños rubios parecían barras de Nueva Chicago. La derecha del siglo XX era una minoría, pero ponían los pelos de punta con su discurso que mezclaba como en licuadora a Adam Smith, Roca, Mitre, Rosas, San Martín, Mussolini, Perón, Primo de Rivera, ‘Mein Kampf’ y libelos como ‘Los protocolos de los sabios de Sion’. Hay odios y odios.
En los años ‘90, Mariano Grondona logró huir de la sombra de Bernardo Neustadt en ‘Tiempo Nuevo’ y debutó con programa propio: ‘Hora Clave’. Un poco por vicio de viejo liberal satisfecho porque el libre comercio por fin había sido impuesto por Menem, y otro mucho para diferenciarse y buscar rating, comenzó a hablar sobre los pobres, a citarlos, a criticar a Menem por su insensibilidad. Neustadt, absorto, creía que se había vuelto comunista. La mezcla de Adam Smith con su catolicismo cursillista lo llevó a tener ideas que, confieso, me hicieron tener ataques de furia frente al televisor. Una noche quiso reunir a las dos Hebes. Hebe de Berdina, madre del primer oficial muerto en el Operativo Independencia de Tucumán y Hebe de Bonafini, madre de dos desaparecidos en dictadura. No quiso una, no quiso la otra. Lógico. Poco después murió el almirante Rojas, aquel petiso oscuro de sonrisa torva y gorra ladeada, el gran ‘héroe’ de la Libertadora. Por supuesto Menem fue a su entierro a presentar sus condolencias por el fallecimiento del líder de la Marina que bombardeó la Plaza de Mayo dejando un tendal de cadáveres de gente que pasaba por ahí. Durante el trayecto del cortejo fúnebre, pasó otra cosa. Una viejita de pelo blanco y vestida de negro caminó lentamente hacia el féretro y le lanzó un escupitajo descomunal, de medalla olímpica. Se dio media vuelta y se fue, satisfecha. Entonces, en su editorial, el doctor Grondona se dedicó a comparar “el peronismo viejo” de esa ancianita resentida que se había quedado en el 45, con el “peronismo nuevo” del moderno y superador presidente riojano. Estallé. Mal. Las dos veces lo hice. Hablaba solo, o mejor dicho, le gritaba a la tele. Un papelón, porque eran como las 11 de la noche. Defendía ese profundo odio de la viejita de negro, y la prudente decisión de las Hebes de no juntarse. Hay odios que son racionales, justificados. No existe esa clase de perdón y está muy bien que eso sea así, y siga siendo así. Reivindico esa clase de odios, entonces. Odios racionales, sostenidos por la fuerza de los hechos y la historia. Tampoco imagino a Simón Wiesenthal, Mariano querido, muy entusiasmado por reunirse a tomar el té con los Menguele.Es hora de reconocerlo: he odiado a todo aquel que haya sostenido con fervor a la, digamos, política económica de Macri.
Mauricio Macri no fue un neoliberal. Esa creación que Hayek y Milton Friedman estrenaron en Chile con Pinochet y luego fue la bandera política de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, era una variante brutal del liberalismo. Brutal, pero también clásica. No es el caso de Macri, a quien sólo le importaba el capital financiero. Si era por él, se podía parar la producción de medio país que nada ni nadie lo iba a mover de la reposera. Sucedió.Lo suyo fue un capitalismo de agujero negro. De ‘Nada’. Sin producción ni consumo. Lo de Macri no fue un plan económico, fue una declaración de guerra. Algo personal. Yo estaba entre los condenados, como tantísimos. La llegada de Javier Milei le agrega a esa tragedia planificada una dosis de perversión, patetismo y ridículo como jamás se ha visto en estas pampas de crisis.
No está mal odiar a gente así. El gobierno de Alberto Fernández sufrió una sequía histórica y una pandemia mundial, a los tres meses de asumir. Pero no logró, revertir la injusta distribución de la riqueza ni parar la especulación financiera. Amagó enfrentar el Poder Real cuando anunció “la expropiación” de la empresa Vicentín pero solo inauguró una larga sucesión de dudas, contradicciones y marchas atrás. Una desgracia.
El llanto del Círculo Rojo por el impuesto a la Renta Extraordinaria del 2% “por única vez” pudo provocar inundaciones en varias zonas del país. La voracidad de la clase dominante argentina es tan espeluznante como suicida. Es difícil no odiar a estos sujetos. En el siglo XIX no existía ninguna expectativa de movilidad social. El que nacía rico moría rico y el que nacía pobre moría pobre. En el siglo XX, después de la revolución Rusa y en la segunda posguerra, el gran capital decidió crear un ‘Estado de Bienestar’ para que la gente vivera razonablemente bien y no se dejara tentar por la ‘amenaza comunista’. Esto se terminó con la caída el muro de Berlín. La inversión en las capas medias fue desapareciendo y ese excedente fue a parar a los bolsillos del 2, el 3, el 5% de la población. Semejante escenario convirtió al mundo en una caldera a punto de explotar. En la primera semana de noviembre se conoció un informe sobre la desigualdad global dirigido por Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001. Tiene números escalofriantes. Informa, por ejemplo, que el 1 % más rico del planeta acaparó, entre 2000 y 2024, el 41 % de toda la nueva riqueza generada. Apenas el 1 % de esos nuevos recursos fueron destinados al 50 % más pobre. Cómo no odiar todo eso. En medio de esta crisis terminal, los medios buscan temas nuevos cada día, para que los grupos de odiadores se muestren en las pantallas de todo el país y se multipliquen. Son millones, jugando a la muerte con la muerte. Desprecio ese odio suicida, vacuo, idiota. Me alejo de él. Pero a la vez, odio. No puedo ni quiero evitarlo.
Defiendo a mi odio con palabras, sin muerte, con furia interna. Con amor.
Y me gusta este odio mío.
(Tomado del facebook del autor, 13 noviembre 2025)
Archivo
ARCHIVO/”Modigliani: Los paisajes del amor”, por Oscar Taffetani
Con Johnny Depp todavía de visita por nuestro país en donde presentó este martes su filme ‘Modigliani, tres días en Montparnasse’, que se estrenará el próximo jueves en los cines de Argentina, rescatamos del archivo de Oscar Taffetani esta hermosa nota que retrata la vida del gran pintor italiano. Publicada en la revista Nueva, en 1994.

El artista bohemio, ése que pasaba las noches en los cafetines con mujeres de mala vida, ése que cambiaba obras geniales por copas de vino; el que conquistó la gloria exactamente un minuto después de su muerte, ése era Modigliani. Vivió apenas 36 años. Si descontamos la niñez y adolescencia en Liorna -el puerto donde nació, un 12 de julio de 1884-, los viajes por la costa mediterránea (tratando de curar su tuberculosis) y el tiempo de aprendizaje y definición del estilo, nos quedan siete años, siete intensos y borrascosos años de creación plástica, los suficientes para incluirlo en la galería de los maestros del siglo XX. Jamás pintó un paisaje urbano, como ésos que vendía por docenas su compañero de borracheras Maurice Utrillo. Jamás pintó un cielo tormentoso, un trigal y un sendero con cipreses (eso lo había hecho, a la perfección, el maestro Van Gogh).
A Modigliani le interesaban los retratos, los paisajes del alma. A veces, los pintaba por encargo, para poder comprar óleos y bastidores, o para pagar la pieza de pensión. Otras -y eran las más- posaba su mirada en los humildes, en los ignorados: una florista, una gitana, un obrero aprendiz, una prostituta, un niño de la calle.
Pintaba de memoria. Hacía los bocetos desde un modelo, pero luego, al enfrentar la tela, sólo pensaba en la línea, en la composición y el color. Los retratos de Modigliani no son fotográficos, no son objetivos. Representan la mirada -casi siempre triste, melancólica- del artista sobre la vida. Son retratos del alma, sí. De su propia alma, desnuda.
Cuando Dedo (como lo llamaba su madre) o Modí (como lo bautizaron después) llegó a París, tenía veintidós abriles y un bagaje particular. ¿Plata? Poca. La suficiente como para alquilar un studio -especie de buhardilla con mucha luz y sin baño- en la rue Cailaincourt, corazón del barrio de Montmartre. ¿Ropa? La indispensable, incluidos un par de trajes de pana y un sombrero de ésos que dan que hablar.
¿Familia? Ninguna, aunque su madre siempre hablaba de unos tíos de Marsella, los Garsin, librepensadores y políglotas judíos, descendientes del filósofo Baruch Spinoza. ¿Lecturas? Muchas y buenas. Mamá lo había paseado por los clásicos y Dedo, por sí mismo, había hecho amistad (a la distancia) con Percy Shelley, Oscar Wilde, Paul Verlaine, Giacomo Leopardi y Gabriele d’Annunzio. Recordaba de memoria miles de versos, en el idioma original.
¿Estudios? Había abandonado el Liceo de Liorna, a causa de un ataque de tifus, pero tenía una respetable formación pictórica obtenida en la academia de De Micheli (Liorna) y las escuelas de Bellas Artes de Florencia (1902) y Venecia (1903).
Ahora le faltaba conocer a los maestros impresionistas y, sobre todo, a esos locos sin pasaporte, emigrados a Francia, que estaban echando las bases de la Escuela de París.Cerca del studio de Modí se alzaba el Bateau Lavoir (“Barco Lavadero”), una olorosa barraca de madera donde solían juntarse Pablo Picasso, Juan Gris, Diego Rivera, Tsugouharu Foujita, Kees Van Dongen y otros ilustres desconocidos que ansiaban brillar en la Ciudad Luz.
“El amigo Emilio” y el “Lapin-Agile”, en Montmartre, y los cafés de La Rotonda o del Dôme, en Montparnasse, eran las paradas obligatorias de los artistas bohemios. Allí conoció Modigliani -copas de vino o ajenjo mediante- a Henri Matisse, Maurice Utrillo, Max Jacob, Florent Fels. También alternó con mujeres de la noche, con truhanes y bebedores que muy pronto pasaron al lienzo o al papel, convertidos en material de trabajo de un ignoto pintor italiano.
MECENAS ERAN AQUÉLLOS
“Modigliani fascinaba desde el primer instante. Había una cierta bizarría en su apostura y tenía un modo leal de estrechar la mano. El querer vivir de su propio arte, cuando nadie se interesaba en su obra, lo condenaba a la miseria. Y más siendo como era: generoso y poco previsor…” Ése es el retrato que Paul Alexandre, médico dermatólogo que frecuentaba los cafés de Montmartre, hace del primer Modigliani. Lo conoció en 1907, y lo ayudó de muchas maneras a sobrevivir, alojándolo en su casa, rentándole un atelier, presentándole artistas y marchands, comprándole bocetos, dibujos, esculturas y pinturas a quien era poco más que un estudiante, ávido de aventuras y experiencias.Gracias a Paul, Modigliani conoció al escultor rumano Constantin Brancusi, quien le abrió las ventanas a una nueva percepción y concepción de la pintura. Con la ayuda de Brancusi pudo “leer” la revolución constructivista de Cézanne y también desprenderse del lastre realista heredado de las academias de Bellas Artes.
Otro encuentro importante para Modí fue con el arte negro. En aquel tiempo circulaban por París algunas colecciones de esculturas africanas llevadas por los comerciantes de la Costa del Marfil. Para Picasso -quien ya formaba parte del movimiento cubista-, aquellas máscaras y estatuillas constituían la ruptura total con el naturalismo pictórico (que expresaría en obras como Las señoritas de Avignon). Para Modigliani, aquel arte negro milenario era mucho más (si bien gastaría tiempo y pinceles hasta demostrarlo).
En “La judía”, “Retrato de Constantin Brancusi” y “El violoncelista” -telas que pudo exponer en distintos Salones de Otoño de la Sociedad de Artistas Independientes-, se advierte la influencia de Paul Cézanne. En las primeras esculturas, se percibe el parentesco con las cabezas de Gabón y Benín. Podría decirse que la colección Alexandre da cuenta, minuciosamente, de aquel aprendizaje de Modigliani. De lo que no da cuenta (tal vez porque el artista no quiso) es del hambre, el frío y la soledad (interrumpida por la breve compañía de una cocotte). Al tabaco, el vino y el ajenjo de los bodegones se le sumó el haschisch (llevado desde el Africa, como las esculturas). Todos juntos, produjeron un muchacho flaco y pálido, alucinado, que regresó a Italia buscando el regazo de su madre.
LA SEGUNDA ES LA VENCIDA
En 1909, Amadeo Modigliani era un joven escultor que vivía en Liorna y viajaba periódicamente a Carrara en busca de bloques de mármol… En 1910, ya era otra vez un artista bohemio de París, asiduo concurrente de salones y bodegones. Sin embargo, algo había cambiado: Modí comenzaba a desarrollar su manera de ver el mundo. “La gran revelación del arte de Modigliani -escribió el crítico Jean Cassou- es el estilo. Un gracioso arabesco, un color delicadamente cálido, una emoción exquisita…El tema del cuadro se lee inmediatamente en el dibujo, cuyas inflexiones, muy sensibles, traducen hasta los más sutiles matices del sentimiento del artista”.
Así como Fernando Botero -salvando las distancias- es reconocible en todo el mundo por sus “gordos” y “gordas”, el maestro Modigliani es identificado, a primera vista, por el deliberado “estiramiento” (elongación) de cuerpos y rostros.Cuellos largos y caras ovaladas con ojos almendrados; una paleta sobria, de colores poco resonantes (ocres, tierras, grises, rojos, verdes, blancos, azules apagados, negros profundos); fondos sobre los que se destaca el personaje, contorneado por un solo trazo, armónico. Todo eso identificaba -e identifica- un Modí.Los años que pasaron hasta el estallido de la Gran Guerra fueron prolíficos. Siete esculturas presentadas en el Salón de Otoño de 1912 causaron revuelo y apasionadas discusiones. En eso, Modí se parecía a sus amigos cubistas, fauvistas, futuristas y dadá surgidos del Bateau Lavoir.Si 1914 -especialmente, después de Sarajevo- fue importante para el mundo, lo fue más para Modigliani: conoció a la poetisa inglesa Beatriz Hastings, con quien convivió en Montmartre un par de años; conoció al marhand Paul Guillaume, quien le compró varias de sus telas; y, por último, conoció al joven poeta polaco Leopold Zborowski.Todos fueron retratados, varias veces, o sirvieron de modelos para otras obras. Para ganar fuerza y expresión, Modí borraba los fondos, los objetos accesorios, cualquier cosa que distrajera al espectador del rostro o la mirada del personaje.
La escultura lo marcó para siempre. Algunas figuras quieren tener volumen, son tratadas como materia detenida en el instante, en un gesto. Hasta los ojos son escultóricos: sólo una sombra -y a veces ni eso- en el lugar de las pupilas.En el arte y el amor, la vida le sonreía. En los otros aspectos le hacía una mueca, persistente, de dolor.
EL LENTO CAMINO A PERE LACHAISE
Zborowski y su mujer representaron, en la segunda parte del drama, el papel que antes había cumplido el doctor Alexandre. Leopold tenía 17 años cuando conoció a Modí. Vio en él la llama del genio, creyó en su arte y sacrificó sus ahorros por conseguir que llegara a las galerías y el gran público.En 1917, Modí se enamoró de Jeanne Hébuterne, alumna de la Escuela de Arte Decorativo. Cuando ella quedó embarazada fueron a compartir sueños y miserias al studio de Montparnasse (una gran habitación, en el mismo departamento que alquilaban los Zborowski).Tanto Jeanne como los amigos polacos procuraron que bebiera menos, que se alimentara mejor y oxigenara sus pulmones (llegaron a pagarle unos meses de descanso en la Costa Azul). Pero Modí no cambiaba por nada del mundo el humo de los cabarets.”Recitaba fragmentos de la Divina Comedia -escribió Arthur Pfannstiel- como si estuviera viviendo en ese más allá fantástico o, lleno de nostalgia y alegría, cantaba a su patria y a su ciudad natal, en la que aún vivía su madre: Livorno! / Rondini e strida / del Mediterraneo…””Una mañana de invierno -contó Maurice de Vlaminck, otro amigo- sobre el refugio del boulevard Raspail, fiero y altivo, miraba desfilar los taxis con la actitud de un general en los grandes desfiles. Una brisa glacial mordía la piel. En cuanto me vio, vino hacia mí y con toda simplicidad, como si para él fuese algo superfluo, me dijo: Te vendo mi sobretodo, es demasiado grande para mí; a ti te quedará muy bien…”Zborowski, mientras tanto, luchaba por la obra. En 1917 consiguió hacer una muestra individual de Modigliani en la galería de Berta Weill. ¡La primera!…El día de la inauguración, la policía retiró los cuadros de desnudos, juzgándolos ofensivos a la moral. Fracaso completo.Con un bebé a cuestas (llamada Jeanne, como la madre) y otro en camino, los Modí le peleaban las últimas batallas al destino. Finalmente, en el otoño de 1919, una puerta se abrió: la galería Hill de Londres expuso los desnudos y retratos, con éxito de crítica y público. Zborowski colocó unos primeros cuadros y embolsó unas primeras libras esterlinas para la famélica cofradía de París. Tanto se alegraron los Modí de aquel pequeño éxito, que alquilaron un estudio en la rue de la Grande-Chaumière y comenzaron a planear el retorno a Italia, cuando naciera su segundo hijo. En ese momento, cuando menos lo esperaban, llegó la muerte.El 22 de enero de 1920, por una súbita nefritis, Amadeo debió ser internado en el hospital. El cuadro clínico, como era de prever, se complicó por la tuberculosis. Dos días después falleció, balbuceando en sueños “Cara, cara Italia.. ”.
La familia Hébuterne no pudo ocultarle a Jeanne -refugiada en su casa- la muerte de su amado Modí. Desconsolada, la joven se arrojó a la calle desde el quinto piso.Un raro cortejo de artistas, poetas y mujeres de la noche acompañó al gran Modí hasta el cementerio de Père Lachaise, en el barrio que tanto amaba. Jeanne, por inhumana decisión de su familia (que no permitió que fuera enterrada al lado de un judío) tuvo que esperar hasta 1928 para reunirse con él. Cerca de Abelardo y Eloísa (otros dos trágicos amantes, del siglo XI) y de la tumba del rockero Jim Morrison, cubierta de graffiti, en Père Lachaise, descansan el pintor bohemio y su amante.
Hay quien se acuerda y les pone una flor. Y hay muchos más que, a la distancia, escuchan las voces que surgen de los retratos, esa música del alma. Para ellos -para todos nosotros- Modí pintó y amó.
Destacada
¡Eppur si muove!/del 3 al 7 N. “Dos victorias, una incógnita y mucha lucha por recorrer, por Alberto Nadra
Mientras continúan los cierres de fábricas con despidos masivos y el vaciamiento encubierto de empresas públicas y privadas; mientras los trabajadores de Ledesma deben encadenarse al portón para no ser echados; mientras el sindicato de empleados legislativos denuncia acoso laboral y espionaje; mientras siguen los paros y los reclamos; dos victorias renuevan el aire de La Columna Vertebral: el gobierno anunció un aumento del 61% en las asignaciones mínimas de los profesionales del Garrahan y los aceiteros lograron una paritaria que supera los 2 millones de salario inicial. La semana también tuvo como protagonista a la CGT que anuncio un nuevo Triunvirato. En este boletín de noticias te contamos la previa del plenario. Lo que se viene es una incognita todavía. Jorge Sola, Christian Jerónimo y Octavio Argüello tienen ahora la palabra ¿Será más de lo mismo? Ya no forman parte de la Central Obrera la UTA, la Fraternidad y una cuarentena de gremios se abstuvo de participar.
Como siempre La Columna Vertebral te ofrece una síntesis semanal de noticias sociales y gremiales porque el abajo también se mueve.
LCV Semana del 3 al 7 de noviembre
Lunes 3 de noviembre
AERONÁUTICOS PARAN EN NOVIEMBRE. Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) anunció su plan de lucha para noviembre, con nueve jornadas que podrían impactar en horarios de vuelos. Las fechas de paro tomarán lugar entre el 3 y el 30 de noviembre. La Empresa de Navegación Aérea calificó la medida como “ilegítima”
PILAR: ILVA AÚN NO PAGÓ LAS INDEMNIZACIONES Y LOS 300 TRABAJADORES SIGUEN ACAMPANDO. A dos meses del cierre de la fábrica ILVA, ubicada en el Parque Industrial de Pilar, los 300 trabajadores despedidos siguen sin recibir sus indemnizaciones ni los sueldos adeudados, mientras permanecen en un acampe permanente frente a la planta. La empresa, que cesó su actividad el 29 de agosto, alegó una crisis económica y presentó un pedido de concurso preventivo de acreedores ante la Justicia Comercial, en un intento por ganar tiempo frente a los reclamos laborales y financieros.
ACERÍAS BERISSO: LOS DUEÑOS INTENTARON VACIAR LA PLANTA EN PLENA CONCILIACIÓN OBLIGATORIA. Trabajadores y vecinos de Acerías Berisso denunciaron que los propietarios de la planta intentaron retirar materiales del predio pese a que rige una conciliación obligatoria que congela la situación laboral para que las partes puedan negociar. El conflicto afecta a más de 40 familias que reclaman la preservación de sus puestos de trabajo.
CON RECLAMOS A MILEI, SE CELEBRÓ UNA NUEVA MARCHA DEL ORGULLO POR LOS DERECHOS LGBTIQ+. La 34 edición de la movilización inició esta tarde con un extenso cronograma y los manifestantes se dirigieron hacia el Congreso, donde miles de manifestantes reclamaron “frenar la política de odio y la violencia fascista”.
TRABAJADORES DEL GARRAHAN OCUPARON LA DIRECCIÓN POR DESCUENTOS MASIVOS: “NOS ROBAN EL SUELDO”. El personal del Hospital Garrahan protagoniza una toma pacífica en rechazo a los descuentos por haber hecho paro. Desde los gremios apuntan contra las autoridades designadas por Mario Lugones y denuncian persecución sindical. Adorni y el Ministerio de Salud aseguran que la medida tiene fines “políticos”.
PRODUCTORES INUNDADOS PREPARAN PROTESTAS Y DENUNCIAN QUE EL GOBIERNO DE MILEI NO RESPONDE. El drama de las inundaciones crece en el noroeste bonaerense y los productores inundados tienen previsto iniciar acciones de protesta. Además del reclamo inmediato a los municipios para atender lo urgente en materia de caminos rurales, también acusan falta de respuesta del gobierno de Javier Milei. En Nueve de Julio, donde el 45% del municipio está bajo agua y el 83% de sus caminos de tierra están intransitables, la Sociedad Rural local armó una mesa de coordinación con el Municipio y la Provincia, pero sin la parte nacional. En Casares se manifestarán hoy, lunes.
ABOGADOS LABORALISTAS: LA REFORMA LABORAL DE MILEI BUSCA «VOLVER AL SIGLO XIX». El presidente de la Asociación de Abogados Laboralisas de América Latina (ALAL), Matías Cremonte, criticó la reforma laboral que impulsa el gobierno de Javier Milei y aseguró que busca un «debilitamiento total» del modelo sindical y el derecho laboral argentino. El letrado advirtió que la implementación de la reforma tiene como objetivo «volver al siglo XIX, cuando no existía legislación».
Martes 4 de noviembre
DENUNCIAN “VACIAMIENTO Y MILITARIZACIÓN” EN EL INTI PESE A LA ORDEN JUDICIAL PARA FRENAR EL DESMANTELAMIENTO. “Estamos prácticamente militarizados”, denunciaron desde el Consejo Directivo de ATE Capital, tras la llegada de personal de Gendarmería y la instalación de domos de escucha dentro de las instalaciones de la sede central del organismo. Además, el Gobierno comenzó a incorporar personal propio en gerencias y subgerencias. Desde la Asamblea Multisectorial del INTI cuestionan, además, el cierre de sedes regionales (como Vaqueros, en Salta) y la suspensión de las becas y de las convocatorias de nuevos profesionales, algo que vulnera la ley de creación del organismo y paraliza las líneas clave de investigación.
ASAMBLEA EN EL SENADO: EL GREMIO AMENAZÓ CON “TOMAR EL RECINTO” SI «CONTINÚAN CON LA PERSECUCIÓN POLÍTICA E IDEOLÓGICA DE ESCUCHAS Y ACOSO LABORAL». La Asociación del Personal Legislativo realizó este martes la Asamblea del gremio en el Senado de la Nación y se marcaron los lineamientos de cara a la coyuntura política de la Argentina y a la deliberada y publica intención de la gestión Milei de envestir contra los derechos de los trabajadores, flexibilizando y arrebatando conquistas, mediante una reforma laboral. Por su parte, el titular del gremio Norberto Di Prospero, fiel a su estilo, marcó postura y se pronunció frente a cientos de trabajadores, pero envió un claro mensaje a la dirigencia política: «Si continúan con la persecución política e ideológica de escuchas y acoso laboral, la próxima medida será tomar el recinto»
CONADU HISTÓRICA CONVOCÓ A UN PARO NACIONAL DE 72 HORAS LOS DÍAS 12, 13 Y 14 DE NOVIEMBRE. Ante el profundo deterioro salarial y la falta de respuestas por parte del Gobierno Nacional, la CONADU Histórica exige la inmediata convocatoria a paritarias y la urgente implementación de la Ley de Financiamiento Universitario, instrumentos imprescindibles para garantizar condiciones dignas de trabajo y el sostenimiento del sistema educativo público. Por ello, El Congreso Extraordinario de CONADU Histórica resolvió profundizar el Plan de Lucha por salarios dignos y la Ley de Financiamiento Educativo.
PROTESTA DE LA UOCRA EN PUERTO ROSALES POR DESPIDOS Y SUELDOS ADEUDADOS EN EL PROYECTO «ROSA NEGRA». Obreros de la construcción realizaron una protesta en el acceso a Otamerica, en Puerto Rosales, cerca de Bahía Blanca, por despidos y salarios atrasados en el proyecto Rosa Negra. Tras la intervención del gremio UOCRA se logró una solución parcial, aunque los trabajadores mantienen el estado de alerta y advierten que podrían retomar las medidas esta semana.
USHUAIA: CERRÓ CASABLANCA, FABRICANTE DE SÁBANAS Y DUEÑA DE LICENCIAS DE CLUBES DE FÚTBOL COMO RÍVER Y BOCA. La empresa Blanco Nieve de Río Grande amaneció con las puertas cerradas y dejó sin trabajo a 35 personas. Les adeudaba sueldos y las operarias tuvieron que salir a vender sábanas para sobrevivir.
REFORMA LABORAL: ASÍ PLANEA EL GOBIERNO EL ATAQUE A LOS CONVENIOS COLECTIVOS Y LOS SINDICATOS. El sitio Mundo Gremial accedió al proyecto de reforma laboral en debate en el Consejo de Mayo: suprime la ultraactividad indefinida, penaliza la protesta, recorta financiamiento gremial y debilita delegados, redibujando el equilibrio histórico hacia la flexibilidad empresaria.
LA BANCARIA SE PLANTA CONTRA LA REFORMA LABORAL Y SELLA UN «COMPROMISO DE LUCHA, ORGANIZACIÓN Y RESISTENCIA». Un plenario de la Asociación Bancaria expresó “enérgicamente” su rechazo a “toda reforma laboral que implique pérdida de derechos”, y dijo que el proyecto que impulsa el Gobierno “busca destruir el salario», según lo aprobó el plenario de delegados en un documento que enfatiza: “Ni un paso atrás frente al ajuste y la entrega». “Frente al avance del Gobierno que intenta imponer una reforma laboral y previsional regresiva, destruir el salario, privatizar la banca pública y ajustar sin límites sobre los trabajadores y jubilados, desde La Bancaria reafirmamos nuestro compromiso de lucha, organización y resistencia”, afirmó el sindicato.
NADIE DA POR CERRADA LA COMPOSICIÓN DE LA NUEVA CGT Y NO SE DESCARTA UNA POSIBLE FRACTURA. A 24 horas del Congreso de Obras Sanitarias que deberá renovar las autoridades de la CGT, nadie se anima a contar el final de la película. Es que el curioso quiebre ente los Gordos y los Independientes que se constató en las últimas semanas, el juego oscilante de Hugo Moyano, la presión de la UOM de Abel Furlán, la posición de las Mujeres Sindicalistas y la postura dura de Luis Barrionuevo, abren un escenario en el que incluso no sería una sorpresa que pudiera producirse una fractura.
SE PERDIERON 205.000 EMPLEOS DESDE EL INICIO DEL MANDATO DE MILEI. Un estudio elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) —a través de su Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) — acusa que el número de asalariados registrados formales en Argentina sufrió una baja acumulada de aproximadamente 205.000 puestos entre noviembre de 2023 y julio de 2025, es decir, desde el inicio de la gestión de Javier Milei.
EL EMPLEO INDUSTRIAL EN SU PUNTO MÁS BAJO EN TRES AÑOS. Según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en julio se contabilizaron 1.150.737 asalariados privados registrados en la industria. Lo que representa una contracción del 1,1% interanual y una baja del 0,3% mensual desestacionalizada. Equivalente a 3.294 trabajadores menos respecto de junio. Si se compara con el pico que se alcanzó en agosto de 2023, en la industria se destruyeron 43.970 empleos, lo que implica una retracción del 3,7% en menos de dos años.
Miércoles 5 de noviembre
EL GARRAHAN LOGRA UN AUMENTO DEL 61% TRAS MESES DE CONFLICTO Y RECLAMOS POR LA EMERGENCIA PEDIÁTRICA. Tras meses de medidas de fuerza, movilizaciones, descuentos masivos y tensiones con la gestión libertaria, los trabajadores del Hospital Garrahan alcanzaron un aumento salarial que califican como “histórico”. El Gobierno nacional anunció una recomposición del 61% sobre la asignación básica, retroactiva a octubre, que beneficiará a personal de planta, contratados bajo empleo público, residentes y becarios. El reclamo evidenció la crisis de la salud infantil y abrió críticas a la CGT por su ausencia durante el conflicto.
GARRAHAN: TRAS EL ANUNCIO DE AUMENTO, LOS TRABAJADORES CONVOCAN A DISCUTIR PROBLEMAS DE INFRAESTRUCTURA. Este miércoles al mediodía, la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) del Hospital Garrahan y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) convocará de manera formal a un «Cabildo Abierto ampliado». Se trata de una instancia para discutir los próximos pasos tras la recomposición salarial del 61% que anunció el Gobierno este martes. El anuncio quedará oficializado en una conferencia de prensa que encabezarán los principales referentes sindicales que se desarrollará a partir del mediodía en la entrada de la calle Combate de los Pozos 1881 de la entidad pediátrica.
MUSEO MALVINAS: CONVOCAN A UNA VISITA ABIERTA PARA DENUNCIAR “DESPIDO Y PERSECUCIÓN”. Estará a cargo de Maximiliano Lalli, guía y delegado de base despedido por la Secretaría de Cultura “en un acto de persecución”, denuncia ATE. Trabajadores reclaman además que “no se inauguran nuevas muestras temáticas y se banalizan sus actividades, buscando desarticular la memoria sobre un conflicto que sigue vivo”. La visita guiada es este miércoles 5 a las 11 en el Museo Malvinas, en Santiago Cazaldilla 1301, en el predio de la exESMA.
CÓRDOBA: SUSPENSIONES Y CIERRE EN FÁBRICAS DE ELECTRODOMÉSTICOS. La caída de la demanda afectó la producción y empleo de varias fábricas emblemáticas. Primero le tocó el turno a Electrolux, que suspendió a 400 trabajadores, y ahora a Mabe que cerró una planta de Río Segundo que producía lavarropas y secarropas y la reconvertirá.
MATURANO ANTICIPÓ LO QUE PASARÁ EN EL CONGRESO: «AHORA, EN LA REFORMA LABORAL, LOS GOBERNADORES NOS VAN A CAGAR». El líder de la Fraternidad, Omar Maturano, anticipó que los gobernadores peronistas «van a cagar» a la CGT cuando se trate la Reforma Laboral en el Congreso. Apuntó directamente contra «el salteño, al catamarqueño, el tucumano» que van a cobrar la obra pública y levantar la mano. A horas de la renovación de autoridades de la CGT, Omar Maturano, el titular de La Fraternidad, anticipó el escenario en el Congreso sobre la Reforma Laboral y dio su visión respecto de cómo hay que componer la nueva conducción de la central obrera. «Tenemos que dar la discusión y tener adentro a gente que quiera pelear. No solamente el diálogo. Todas las CGT fueron oficialistas», planteó Maturano.
FURLÁN PIDIÓ “RESISTIR” A LA REFORMA LABORAL DE MILEI: «ESTO SE RESUELVE CON CONFRONTACIÓN, NO CON DIÁLOGO». El titular de la UOM y secretario de Interior de la CGT, Abel Furlán, rechazó de plano la reforma laboral del gobierno de Javier Milei y pidió “resistirla lo más posible”. El gremialista afirmó que la central debe abandonar los intentos de establecer puentes de diálogo con el Ejecutivo. “Esto se resuelve con confrontación, no con diálogo”, apuntó
BIRÓ LE RECORDÓ A LA NUEVA CGT QUE «CUANDO NO SE CONFRONTABAN LAS POLÍTICAS SIMILARES QUE PROPONÍA MACRI SE PERDIÓ EL ATRIL». El líder de los pilotos, Pablo Biró, habló de la necesidad de una CGT de confrontación para las discusiones que se vienen: «Nadie negocia con débiles. En este contexto la confrontación es indispensable», señaló. Respecto del debate sobre la modalidad de conducción, el piloto pidió que haya un ámbito en el que se discuta un programa: «Más allá de la forma conducción, lo que no hay es un ámbito de debate interno en base a un programa. Algunos reclamamos una acuerdo programático para ver como lo llevamos adelante».
PALAZZO SOBRE LA RENOVACIÓN DE AUTORIDADES DE LA CGT: «EL TRIUNVIRATO FUE UNA TRANSICIÓN». En la antesala del encuentro, el dirigente bancario y diputado nacional por Unión por la Patria, Sergio Palazzo, expresó su respaldo a la idea de una conducción unipersonal y su postura combativa frente al oficialismo. “Nosotros somos afines a que haya un solo secretario general. El triunvirato fue una transición. En caso de una votación, vamos a votar por el unicato”, afirmó. El debate principal enfrenta a dos sectores: el ala más dialoguista, que busca mantener el actual esquema de tres secretarios generales, y el sector más combativo, que propone unificar la conducción bajo una sola figura. El dirigente bancario fue contundente sobre el futuro de la organización: “Aspiro a que definamos una conducción que tenga como principal premisa confrontar con Milei. No me convocaron para otra cosa”.
LA CGT LLEGA A SU CONGRESO PARA RENOVAR AUTORIDADES EN UN CLIMA DE TENSIÓN. El encuentro se realiza desde las 9horas de este miércoles en el estadio de Obras Sanitarias. Continúa el debate del perfil que deberá tener la central obrera. Todos hablan de unidad, los dialoguistas y combativos, pero estos últimos reclaman además un programa de acción frente a Milei que ataca a trabajadores, sus derechos y sindicatos.
UNO DE CADA SEIS TRABAJADORES DEL PAÍS NO CUBRE SUS NECESIDADES ALIMENTICIAS. Según el último relevamiento del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), el 15% de los asalariados registrados del país padece algún grado de inseguridad alimentaria, es decir, no logra cubrir de manera suficiente y estable sus necesidades básicas de alimentación. El panorama se torna aún más crítico entre los trabajadores informales y cuentapropistas, donde la proporción trepa al 25%, reflejando el deterioro de las condiciones laborales y el poder adquisitivo..
LAS JUBILACIONES SERÁN CADA VEZ MÁS BAJAS. Se profundiza la crisis previsional: 100 mil aportantes menos y $4,5 billones de déficit. El poder adquisitivo cayó 12% y el Gobierno congela bonos.
Jueves 6 de noviembre
CGT: CONGRESO Y “CAMBIO” DE AUTORIDADES. La CGT eligió una conducción unificada para enfrentar la amenaza oficial de destruir los derechos laborales, los convenios y la organización sindical. El nuevo triunvirato muestra dos caras nuevas, Cristian Jerónimo (Vidrio) y Jorge Sola (Seguros), y repite el camionero Octavio Argüello. Los gremios más combativos mantienen sus lugares en un segundo plano, se retiró la estratégica UTA (colectiveros) y no la integra ninguna mujer, pese a constituir casi el tercio de los delegados. Pese a la resistencia de algunos dirigentes, participó -sin voto- la UTEP. Principales coberturas, con link: PÁGINA/12(CGT: “No vamos a retroceder ni un solo paso”), CLARÍN (El gremio de colectiveros quedó fuera de la nueva conducción de la CGT, pero no romperá con la central), LA NACIÓN (Un país con trabajadores pobres y sindicalistas ricos), INFOBAE (El Gobierno confía en que la nueva composición de la CGT facilite las negociaciones por la reforma laboral) y Tiempo Argentino (La CGT eligió su nueva conducción, pero detrás del flamante triunvirato seguirán los mismos dirigentes).
LINGERI: «NO SOMOS NI KUKAS NI COMUNISTAS, SOMOS PERONISTAS». La única referencia directa la hizo en la alocución de apertura el anfitrión, José Luis Lingeri, que se centró en remarcar la identidad de la CGT: «Nos quieren bajar el precio. No somos kukas ni comunistas. Somos peronistas«, se escuchó. Además, a continuación, remarcó la referencia en Perón y en Eva.
EL SATSAID VOLVIÓ A LAS CALLES PARA EXIGIR LA REGULARIZACIÓN LABORAL EN LAS PLATAFORMAS DE STREAMING. El Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID) llevó adelante una nueva caravana en reclamo por la regularización del trabajo en el sector del streaming. La movilización, que recorrió distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires, reunió a trabajadoras y trabajadores del gremio que exigen condiciones laborales justas y la aplicación del convenio colectivo vigente en las producciones audiovisuales realizadas para plataformas digitales.
LA UTEP MARCHA AL MINISTERIO DE PETTOVELLO PARA PEDIR UN AUMENTO DEL SALARIO SOCIAL, CONGELADO DESDE 2023. La Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), junto con otras organizaciones como Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), marchará este jueves al Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello para exigir un incremento en los haberes complementarios como el del programa de Acompañamiento Social, congelado desde diciembre de 2023. Pettovello terminará una semana que comenzó con la convocatoria al Consejo del Salario, que venía esquivando desde hace casi seis meses pero debió realizar obligada por la Justicia, tras ser denunciada por las dos CTA.
MAR DEL PLATA I: POR INCUMPLIMIENTOS AMENAZAN CON PARAR EL ENTE MUNICIPAL DE VIALIDAD Y ALUMBRADO. El Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) formalizó un reclamo ante el intendente Guillermo Montenegro al denunciar múltiples incumplimientos por parte de la conducción del Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado Público (EMVIAL). Señalan que la acumulación de irregularidades podría derivar en una medida de acción directa que paralice la operativa del organismo.
MAR DEL PLATA II: CHOFERES DE UBER SE ORGANIZAN Y REAVIVAN EL DEBATE POR EL TRANSPORTE ILEGAL. Más de tres mil conductores que trabajan con aplicaciones conformaron la primera asociación civil del sector en Mar del Plata. Buscan derogar la ordenanza que prohíbe su actividad, mientras los taxistas mantienen su rechazo y reclaman controles.
BAHÍA BLANCA: TRABAJADORES FRENAN EL DESMANTELAMIENTO DE LA ESTACIÓN SUD. El gobierno nacional dictaminó dar lugar al desmantelamiento de la Estación Sud pero un grupo de trabajadores junto al Municipio de Bahía Blanca lograron frenar la acción. Impidieron que, en la mañana del miércoles, una cuadrilla de trabajadores de Trenes Argentinos concurría al lugar con el propósito de llevar adelante la orden, emanada desde ejecutivo nacional, de llevarse todo tipo de mobiliario y equipamiento de las oficinas pertenecientes a la estación.
TIERRA DEL FUEGO: MELELLA ACUSÓ A MILEI POR LOS DESPIDOS MASIVOS DE TEXTILES. Dos firmas del rubro echaron 70 trabajadores. Una, directamente cerró. El gobernador de la provincia insular, Gustavo Melella, remarcó que las políticas económicas dispuestas por Javier Milei para la región -y, puntualmente, las que desampararon a las textiles– fueron determinantes para la crisis que enfrenta el sector. «La defensa del empleo y del desarrollo industrial de Tierra del Fuego siempre ha sido una política de Estado. No se trata de intervenir en la cuestión jurídica de fondo, sino de hacer visible el impacto social y económico que una decisión adversa tendría para más de 250 familias y para toda la economía regional», expresó el jefe provincial.
ACEITEROS DESTRUYÓ EL CEPO AL SALARIO: 25% DE AUMENTO Y EL BÁSICO EN MÁS DE $2.300.000. El acuerdo en la paritaria salarial aceitera se cerró esta madrugada y al borde de la finalización de la conciliación obligatoria. Los trabajadores del gremio tendrán un salario inicial de $2.344.000. Además cobrarán un bono de $1.886.748,60 y un retroactivo de $400.000. «Esta victoria es nuestra porque luchamos por nuestro salario y por la vida digna para nuestras familias», sostuvieron.
BANCARIOS CELEBRAN SU DÍA CON JORNADA LIBRE Y UN SUPER BONO DE $ 1.708.032. La Asociación Bancaria conmemora el centenario de su fundación con un bono superior a 1,7 millones de pesos para los bancarios y reafirma su rechazo a la reforma laboral del gobierno de Milei.
EL SALARIO MÍNIMO PERDIÓ MÁS DE UN TERCIO DE SU VALOR REAL EN DOS AÑOS Y YA ES INFERIOR AL DE 2001. Según un trabajo de la UBA, la pérdida acumulada desde fines de 2023 hasta septiembre de 2025 alcanzó el 34%, mientras que en lo que va del año el retroceso fue del 5,6%.
“NO AL ALCA”: A 20 AÑOS, KICILLOF, CENTRALES SINDICALES Y MOVIMIENTOS SOCIALES REFORZARON EL COMPROMISO CON LATINOAMÉRICA. Veinte años después de la histórica cumbre donde los pueblos de América Latina dijeron “No al ALCA”, Mar del Plata volvió a convertirse en un punto de encuentro continental. Organizaciones sindicales, sociales y políticas de distintos países se reunieron durante dos jornadas para reafirmar el rechazo a las políticas neoliberales y la defensa de la soberanía regional El acto de cierre contó con la presencia del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y de los secretarios generales de la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores, Hugo “Cachorro” Godoy y Hugo Yasky. Desde el mismo escenario del 2005, los dirigentes coincidieron en que los desafíos actuales de la región exigen unidad, organización popular y un nuevo impulso de integración.
Viernes 7 de noviembre
DELEGADOS GREMIALES SE ENCADENAN EN LOS PORTONES DE LEDESMA TRAS UNA NUEVA TANDA DE DESPIDOS EN EL INGENIO. El Ingenio Ledesma, un monstruo de la industria azucarera, fue lugar de una acción sin precedentes en los últimos años: trabajadores decidieron encadenarse en el establecimiento ubicado en Libertador General San Martín, provincia de Jujuy, con el objetivo de exigir la reincorporación de una veintena de empleados expulsados y que en el año suman más de 200. También, recordaron que no se activó la cláusula gatillo salarial y que el sueldo básico es solamente de 600 mil. “Están muy alejados de la canasta básica”, señalaron.
LA PLATA: CORTAN AUTOPISTA POR LOS AJUSTES DEL GOBIERNO NACIONAL Y EL RECORTE A LAS JUBILACIONES. Organizaciones sociales y sindicales realizaron esta mañana un corte en la subida de la Autopista Buenos Aires–La Plata, a la altura de Diagonal 74, en rechazo a las políticas de ajuste impulsadas por el Gobierno nacional de Javier Milei. La medida se enmarca en una jornada de protesta contra el recorte de jubilaciones, la pérdida del poder adquisitivo y el desfinanciamiento de programas sociales que afectan a amplios sectores de la población.
SAN LUIS: JUDICIALES LANZAN UN PARO GENERAL Y MOVILIZACIÓN EN DEFENSA DE LA AUTONOMÍA Y POR SALARIOS DIGNOS. El Sindicato de Judiciales Puntanos (SIJUPU) anunció un paro general de actividades durante todo noviembre, acompañado de una movilización provincial, en reclamo de una recomposición salarial urgente y la apertura de paritarias judiciales. La medida busca presionar al Gobierno provincial y al Superior Tribunal de Justicia (STJ) para que habiliten una instancia formal de negociación.
SORPRESIVO PARO DE COLECTIVOS EN EL SUR DEL AMBA: OCHO LÍNEAS SIN SERVICIO POR TIEMPO INDETERMINADO. Desde el primer minuto de este viernes, los choferes paralizaron sus servicios por falta de pago y reclamos salariales. Miles de pasajeros de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela quedaron sin transporte.
CAUSA VILLAZO: CONVOCAN A UN ACTO Y MOVILIZACIÓN CONTRA LA IMPUNIDAD. En la tradicional asamblea de Jubilados de la plaza en Lucha, los sobrevivientes y familiares, junto a las y los abogados de la querella del APDH y referentes políticos, se convocó a una reunión de preparación para este sábado 8 en horario a confirmar en el auditorio de la UOM. Los abogados de APDH comentaron sobre la instancia de apelación del fallo absolutorio que se dará en febrero del 2026. Con el objetivo de llegar a esa fecha manteniendo viva la pelea en las calles, se va a realizar un llamado a las distintas organizaciones obreras y sindicatos de la región, como así también a las organizaciones políticas, sociales y estudiantiles.
GRUPO OCTUBRE: GREMIOS ENTREGARON CARTA-DENUNCIA A LOS DIPUTADOS PERONISTAS. Los gremios que representan a trabajadores y trabajadoras de medios de comunicación —SATSAID, SiPreBA, SALCo y SUTEP— presentaron una carta abierta al bloque de diputados del peronismo para denunciar “la gravísima situación que se vive en los medios del Grupo Octubre”, y apuntaron a la interna gremial ya que el mismo es propiedad del dirigente sindical Víctor Santa María.
QUIEBRA DE ARSA, PRODUCTORA DE LOS YOGURES Y POSTRES SANCOR: 550 TRABAJADORES EN LA CALLE. La empresa Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA) fue declarada en quiebra. Entre las plantas de Arenaza (Buenos Aires) y Sunchales (Santa Fe), además del centro de distribución en Córdoba, trabajaban más de 550 empleados. Desde su constitución, la empresa atravesó graves irregularidades financieras y de gestión, con la participación de fondos ligados a Vicentin Family Group, registrada en Uruguay, y luego de los empresarios venezolanos Manuel y Alfredo Fernández, también a cargo de La Suipachense. Durante los últimos años, los trabajadores sufrieron salarios parciales y pagos en negro, con tres años y medio sin aportes a la obra social y culmina en lo que varios consideran una quiebra fraudulenta.
DESPIDOS EN NEWSAN: LA PLANTA FUEGUINA QUE MILEI HABÍA DESTACADO COMO MODELO PRODUCTIVO. A un mes de la visita presidencial, la empresa Newsan despidió a más de 150 operarios efectivos y temporarios en su planta de Ushuaia. Los trabajadores denuncian despidos sin causa y acusan a la UOM Tierra del Fuego de no brindarles acompañamiento. Preparan medidas de fuerza y presentaciones ante las autoridades provinciales.

