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Lito Borello: “Milei es un presidente de diseño. Sin justicia social no hay paz ni democracia”
 
																								
												
												
											La semana pasada el Vaticano se pintó de celeste y blanco. El Papa Francisco dedicó parte de su agenda a recibir a distintos grupos de dirigentes argentinos. Allí estuvo una comisión de la CGT encabezada por Héctor Daer, Pablo Moyano, Juan Carlos Schmid, Jorge Sola y Andrés Rodríguez, entre otros. También se hizo un tiempo para conversar con los movimientos sociales representados en la UTEP, con Juan Grabois a la cabeza. Y para contrarrestar, hubo una reunión con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Trascendieron algunos de los temas conversados con la dirigencia gremial y de la economía popular. Fustigó al gobierno de Milei por la represión a jubilados en el Congreso: “Me llamaron hace una semana por una represión, una represión a obreros, gente que pelea por sus derechos en la calle, la policía la rechazaba con lo más caro que hay, el gas pimienta de primera calidad. En vez de pagar justicia social, el Gobierno pagó el gas pimienta”, dijo. Y fue más allá. Sin dar nombres, mencionó que algunos empresarios le comentaron que había pedidos de coimas en algún ministerio: “Escuché que algunos de los hombres más ricos del mundo reconocen esto. Dicen que el sistema que les permitió amasar fortunas extraordinarias -y permítanme agregar, ridículas- es inmoral y debe ser modificado”. Y fue más allá, cuando frente a los movimientos sociales dijo: “Hace poco advertí a los timorenses de ciertos cocodrilos que quieren cambiarles la cultura, morderles la historia y hacerles olvidar lo que son. El colonialismo material y el colonialismo ideológico van siempre juntos devorando la riqueza material e inmaterial de los pueblos. Pienso en algunas experiencias de mi país, donde el colonialismo se llama litio y se explota a tanta gente”.
Para analizar la postura de la Iglesia y del Papa Francisco y la realidad en las barriadas argentinas, conversamos con Lito Borello, Secretario de DDHH de la UTEP, y referente de la organización Los Pibes.
LCV: Te recibimos con esta versión de La Missa dos Quilombos, de Milton Nascimento, de aquel Brasil de Monseñor Helder Cámara y una iglesia que luchaba contra la injusticia y abrazaba a los pobres ¿Te acordás?
—Sin duda, una teología de la liberación siempre muy comprometida con la lucha de los pueblos que caminan para alcanzar una definitiva liberación. Una iglesia que no divide entre lucha y religiosidad. Una religiosidad popular que muy lejos de los dogmas, intenta estar cerca de esa espiritualidad popular de nuestra gente y que genera un sincronismo práctico, concreto, activo de los procesos de lucha que van teniendo los pueblos en cada momento. Hoy nuevamente el Papa Francisco logra eso.
LCV: ¿Qué pensás de quienes ven en él apenas una representación política de las organizaciones sociales como la UTEP ?
—Francisco ha logrado perforar ese techo de los católicos y se ha convertido en un referente de la paz, en un referente de una espiritualidad ecuménica y en donde todas las religiones más masivas han, de alguna manera, encontrado en él a un líder que perfora el techo de la cristiandad. Eso en todo el mundo. En la Argentina es obvio que iba a generar controversias e idas y vueltas y demás, mucho más en un momento de una crisis civilizatoria a nivel mundial y en donde en la Argentina tenemos una contraofensiva de una nueva derecha que viene a implantar un modelo profundamente regresivo. Así que no hay que alertarse más que lo necesario y trabajar para construir otro mundo posible. Ya no hay más margen. El Papa está siendo claro. Uno estaba acostumbrado a discursos religiosos más elípticos, sin embargo, Francisco habla blanco sobre negro.
LCV: ¿El gobierno se equivoca al no prestar atención a las encuestas que muestran que su popularidad está bajando?
—Primero yo me niego a hablar de errores. Me niego absolutamente. Muchos dicen “se equivocan”, me parece que este gobierno tiene absolutamente claro hacia dónde quiere ir. Más allá de la pirotecnia de los perros, la hermana, el golpeado, la golpeada, la yuyito y etcétera. Más allá de eso, hay una práctica de cambios estructurales que significan un destino claro de otro paradigma y de un modelo global que inclusive va a servir de modelo para América Latina. Por lo tanto, ningún error. Hay que combatir los objetivos que tiene este gobierno que uno en general sintetiza y dice de Milei o Bullrich. Uno dice ‘bueno, una tiranía constitucional porque llegó por los votos’ pero ejerce el gobierno tiránicamente. Lo que hay que descubrir es qué hay abajo o qué hay detrás o quienes son los que manejan los verdaderos hilos.
LCV: ¿Entendés que el proyecto actual excede a Milei? ¿Hay algo detrás de él?
-Estamos en una Argentina donde ya tenemos fuerza extranjera en el sur, en el norte, navegando el Paraná, nos metieron en una guerra de un día para el otro. Estamos en un mundo que pareciera ser que la política profesional sigue en la rencilla doméstica del culebrón, no piensa que los cambios estructurales que se están realizando van a costar muchísimo retrotraerlos y que no va a alcanzar institucionalidad, que si no hay pueblo organizado para ir contra ese poder fáctico vamos de cabeza a un país primario, con el 80% de pobreza, con un extractivismo voraz y metidos en la guerra del mundo.
LCV: Me acuerdo que en algún momento hablamos de que también en las organizaciones sociales hubo gente que votó a Milei y hoy muchos piensan ‘me equivoqué’¿Cuáles eran esas expectativas?
—Es cierto, hay un desgaste, obviamente. El enojo justificado encontró una manera, no de las mejores, para expresarlo electoralmente. Pero convengamos que hay una guerra cognitiva capaz de manipular a los votantes en las últimas horas de una manera global impresionante. Estamos frente a guerras de nuevo tipo. Algunos hablan de capitalismo cognitivo, otros hablan de capitalismo, de la observación, todavía en el medio de la interpretación de este capitalismo no termina de tener el nombre. Pero está claro que los instrumentos para la manipulación del sentido del común de la sociedad es de película de ciencia ficción. En ese marco nadie termina todavía de hacerse las autocríticas del caso de que mucho tiene que ver los errores cometidos los cuatro años de Alberto Fernández y todos, los enojados, los que hablaban de que no había correlación de fuerzas, todos. Esos cuatro año terminaron siendo de sedimento para que después apareciera un tipo de laboratorio, un producto de diseño, porque si no hubiera tenido todo el andamiaje que tiene detrás, arriba, lo que sea, está claro que Milei no puede ser el presidente de Argentina. Pero bueno, es el poder que está ahí, el poder global en una institucionalidad que se deshace, en un Estado que ya no hay Estado de derecho y está roto el contrato social. Por lo tanto, como plantea Francisco, no va a haber justicia social y si no hay justicia social no hay paz ni democracia.
 
																	
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Después del domingo, a redoblar la apuesta, por Alberto Nadra
 
														Un aporte desde mi militancia
Lejos estoy de la soberbia pretensión de explicar a tan pocas horas los resultados de este domingo sombrío. Eludo cifras, porcentajes y bancas, e intento compartir una actualización de las afirmaciones y categorías que vengo planteando hace muchos años, mi forma de militancia con la palabra, así como con la acción que me permiten los años.
Las concibo como un simple aporte al intercambio que debemos darnos quienes nos consideramos parte del movimiento nacional y popular, tanto los que entienden que su misión es mejorar las condiciones de vida del pueblo dentro de este capitalismo senil –pero en pleno reacomodamiento– como quienes siempre consideramos que solo lo lograremos plenamente mediante un transformación revolucionaria en las estructuras económico-sociales, un cambio de mando en el poder y no meramente en la administración temporal de la cosa pública.
La situación es lo suficientemente grave, hemos retrocedido tanto, que aún falta mucho para dirimir esa cuestión.
Ganar batallas, perder la guerra
A lo largo de los años, el peronismo, fuerza mayoritaria entre lo mejor de nuestro pueblo, demuestra que puede lograr la mayoría electoral por períodos, hegemónico en un principio, ligeramente frentista con el tiempo y las dificultades. Sobre todo cuando convoca a otros sectores del campo popular, puede conquistar o reconquistar derechos, mejorar transitoriamente las condiciones para producir y crear trabajo, recuperar el salario o afirmar la soberanía.
Sin embargo, no puede retener esa mayoría electoral, pues el poder real reacciona al ver cualquier amenaza a sus privilegios. Ante esto y hasta ahora, en lugar de redoblar la apuesta, cede ante el poder real y vacila ante la necesidad de producir cambios de fondo en la estructura y la relación de fuerzas social que la determina. Por eso fue y es desplazado, antes por golpes de Estado y ahora también por las urnas.
¿Qué significa redoblar la apuesta?
Para cambiar en serio y ampliar las posibilidades de sostenerlo en el tiempo, no alcanza con las buenas intenciones ni con avances parciales; se exige redoblar la apuesta: confrontar a fondo con el privilegio y enfrentar el “sentido común”, la ideología dominante en toda la sociedad, que es precisamente la del bloque dominante.
¿Qué significa redoblar la apuesta, sea en la gestión para defender conquistas y profundizar el rumbo, sea en el llano para resistir y reunir fuerzas para dar vuelta la taba en favor de las mayorías?
Desde ya no es una convocatoria el exitismo, ni a las chicanas de la interna chica. Significa algo muy distinto a lo que practica la rama partidocrática del heterogéneo movimiento popular, que no solo la hay, sino que es predominante en su dirigencia.
Necesitamos que se reencuentren con el pueblo, que pongan el cuerpo en las luchas que crecen, pero aisladas, sin coordinación ni dirección política.
Es necesario convocar y lograr la unidad, pero la unidad de los luchadores, no un mero rejunte vacío de contenido, que no solo duele, sino que conduce al fracaso, antes o después de un desafío electoral.
Es necesario que esa unidad sea amplia pero a la vez institucionalizada, con protagonismo de las distintas fuerzas, con toda la amplitud que permita un acuerdo programático claro y acompañado por un plan de acción concreto, para gobernantes y gobernados, para dirigentes y militantes.
Preguntas, tan incómodas como necesarias
En ese camino hay que plantearse problemas de fondo como, a título de ejemplo: ¿es posible reconstruir el país y abrir un futuro de progreso y bienestar sin plantear una moratoria unilateral de la deuda externa, por el tiempo que reclame esclarecer su legitimidad y determinar las formas de pagos que permitan crecer a la nuestro país? ¿Es posible sin replantear una estrategia de independencia internacional que incluye acuerdos regionales y apelar a la cooperación e integración con los BRICS? ¿Seguiremos escuchando condenas a la bronca y el combate cuando negar la legitimidad de responder a la violencia es sellar un pacto con la crueldad?
La disyuntiva final
Unidad institucionalizada, programa y plan de acción. Cultivar la bronca, empujar la lucha organizada y transformarla en combate legítimo.
No son frases hechas, ni un recurso más melancólico que práctico.
¿Es difícil? ¡Claro que lo es! Llevamos años y acumulando dolores sin lograrlo. Pero, mientras no se logre, mientras no lo logremos, seguiremos ganando o perdiendo elecciones, conquistando y reconquistando derechos una y otra vez, pero retrocediendo a mediano y largo plazo.
Sé que no digo nada nuevo para tantos luchadores, pero es hora de empezar a decirle a la dirigencia y militancia, principalmente a la peronista, que es eso o seguir profundizando la decadencia, repetir fugaces triunfos y domingos aún más sombríos que el de este 26 de octubre.
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“Un mi padre de ron”, por Oscar Taffetani
 
														Un amigo cubano -cuyo nombre me reservo- me contó una vez que en sus últimos años Ismaelillo (el hijo de José Martí bautizado José Francisco Martí Zayas Bazán), quien a lo largo de su vida mantuvo una relación particular con los EEUU (creció en Brooklyn, intervino en la guerra de Independencia cubana, apoyó las intervenciones y el protectorado norteamericano y ya convertido en alto jefe militar se apartó de todo al fin de la conspiración de los ABC), solía rondar por hoteles y tabernas esgrimiendo un billete con la cara de su padre y pidiendo en voz alta “un mi padre de ron”. Deliciosa anécdota.
Me acordé de esto cuando ciertos dirigentes nuestros cuestionan -“por principios”- el inesperado salvavidas que Scott Bessent -amigo de Soros- le tiró al ministro Toto C. al comprar pesos argentinos la pasada semana (pesos que muy pronto estará recomprando, con ganancias).
Ay, si eso fuera todo! Esta dirigencia vernácula sigue sin entender que una buena parte del voto favorable al Advenedizo, ayer domingo, se debe a la perspectiva cierta de que al gobierno se le fuera todo de las manos -como a otros- por un “golpe de mercado”.
Fue un voto defensista y conservador, pero no un voto “colonialista”. Nuestros asuntos pendientes (deuda, recursos naturales, Estado, producción) siguen estando pendientes, y mi deseo es que puedan abordarse y resolverse sin perder las instituciones democráticas ni la Independencia argentina.
Nada, eso.
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“Represión y abandono en el Chaco: la comunidad Qom bajo ataque”
 
														Introducción
En la provincia del Chaco, las comunidades originarias vuelven a ser blanco de la represión estatal. La semana pasada, un violento operativo policial atacó una manifestación pacífica de la comunidad Qom en la localidad de Villa Río Bermejito, dejando decenas de heridos y varios detenidos. Detrás de los palos y las balas de goma, se esconde una crisis humanitaria marcada por el hambre, la falta de agua y la eliminación de pensiones no contributivas.
Para comprender la magnitud de lo que ocurre y el rol del Estado en este conflicto, La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores dialogó con Johana Duarte, secretaria gremial de la UTEP.
LCV: “¿Cómo nace el conflicto que derivó en la represión a la comunidad Qom del Chaco?”
Johana Duarte: “La semana pasada, en la provincia del Chaco, se graficó una situación que venimos denunciando en todo el país, pero que en algunos lugares, como las provincias del norte, se profundiza más: la crisis alimentaria y la que viven las comunidades originarias producto del brutal ajuste que lleva adelante el gobierno nacional. En este caso, también en complicidad con el gobierno provincial, encabezado por Leandro Zdero, alumno perfecto de Milei. Digo ‘alumno perfecto’ porque no solo es cómplice del ajuste nacional, sino que implementa en la provincia más pobre de la Argentina las mismas políticas: ajuste, persecución, estigmatización de los trabajadores y represión. Es un modelo calcado del nacional.”
LCV: “¿Qué situación concreta están atravesando las comunidades en el territorio?”
Johana Duarte: “En la zona del Impenetrable chaqueño, hace varios meses que no llegan alimentos ni asistencia en agua. Son derechos básicos contemplados incluso por un fallo de la Corte Suprema en 2016, que intimó a la provincia a garantizar el cumplimiento de esos derechos. Desde la asunción de Milei en la Nación y de Zdero en el Chaco, esa asistencia se cortó. Las comunidades reclaman hace meses la restitución de esos derechos básicos. A eso se suma la baja masiva de pensiones no contributivas, que eran el único ingreso de muchas familias. La situación es de una gravedad absoluta.”
LCV: “¿Cómo se produjo la represión?”
Johana Duarte: “La semana pasada, en Villa Río Bermejito, las comunidades se habían congregado pacíficamente en la plaza central para movilizarse y exigirle al intendente que reclamara por los derechos que se están vulnerando. Pero el reclamo fue respondido con una represión feroz: más de 300 efectivos de la policía provincial atacaron a manifestantes indefensos, en su mayoría adultos mayores, mujeres y niños. Hubo casi 50 heridos y cinco detenidos. Lo más grave es que el operativo fue encabezado por el propio jefe de la policía del Chaco, mientras las mafias y el narcotráfico avanzan impunes en la capital. Es el modelo de seguridad impuesto por Patricia Bullrich: reprimir a los pobres en lugar de enfrentar el delito real.”
LCV: “¿En qué estado está hoy el conflicto?”
Johana Duarte: “Luego de la represión, las comunidades siguen en asamblea permanente. Reclaman tres cosas urgentes: alimento, acceso al agua y la restitución de las casi 10.000 pensiones dadas de baja arbitrariamente. Además, el Estado Nacional cerró oficinas como ANSES o el Ministerio de Capital Humano, y en esa zona la delegación más cercana está a 80 kilómetros, en Castelli. Es decir, no solo les quitan lo que necesitan, sino que también les niegan dónde reclamarlo.”
LCV: “¿Qué pasos se están dando frente a esta situación?”
Johana Duarte: “Las comunidades continúan en estado de asamblea y han iniciado acampes a la vera de distintas rutas del Chaco. Se exige al Poder Ejecutivo provincial que dé respuesta inmediata. La lucha va a continuar, porque las pensiones son un derecho adquirido y no vamos a permitir que se las arrebaten.”

 
			 
											 
											 
											 
											 
											 
											 
		
	 
		
	 
		
	 
		
	 
		
	 
		
	 
		
	 
		
	 
		
	 
		
	 
		
	