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Santiago Seillant: “No es opción quedarse resignado con los brazos cruzados”.

En un contexto político tenso y atravesado por fuertes cuestionamientos a la clase dirigente tradicional, un nuevo frente político se abre paso en la provincia de Jujuy. Santiago Seillant, dirigente sindical y referente del espacio Siendo Trayectoria, conversó con LCV sobre la construcción de una alternativa que busca romper con el modelo de acumulación feudal que, según denuncia, domina la política local.

El frente, conformado por sindicatos, organizaciones sociales, comunidades originarias, espacios universitarios y sectores del peronismo desencantados, propone un modelo amplio y heterogéneo que desafía tanto al oficialismo provincial como a las lógicas electorales tradicionales. En esta entrevista, Seillant aborda desde las trabas que impone el sistema electoral hasta las estrategias de unidad popular, pasando por el fenómeno del voto bronca y las expectativas de una transformación real en la provincia.

LCV: ¿Cómo lograron crear un frente por un nuevo Jujuy? Que esa es una experiencia compleja siempre, el frentismo. ¿Y quiénes lo componen?

Santiago Seillant: “Estamos compuestos, nuestro partido se llama Siendo Trayectoria, que es producto de lo que fue el rechazo a la reforma constitucional del 2023, porque está conformado por sectores sindicales municipales —que es el nuestro—, docentes de ATE, de CTA, algunos sectores, desprendimientos de organizaciones sociales del Frente Popular Darío Santillán, productores rurales del Movimiento Nacional Campesino Indígena…

O sea, nuestro partido ya de por sí es novedoso, porque hay sectores del peronismo que están fuera del justicialismo, cansados de la estructura justicialista local que es muy feudal y, digamos, que ha participado de todos los gobiernos conservadores. Acá en la provincia de Jujuy ha habido gobiernos justicialistas, pero son todos conservadores, ¿no?

Y después hemos armado un frente con un partido indigenista, el Movimiento Comunitario Pluricultural, que está conformado directamente —es un partido indigenista, uno de los pocos del país—, que tiene comunidades originarias más fundamentalmente en la Quebrada y la Puna. Y con el viejo Partido del Trabajo y del Pueblo, el PTP, que… hay compañeros docentes, organizaciones…

Y después también hay un conglomerado de espacios, desde agrupaciones gauchas hasta docentes universitarios, que conforman nuestro frente. Realmente, bueno, hay sectores que tienen que ver con derechos humanos, con derechos de mujeres, diversidades… o sea, hemos conformado un frente muy amplio que tiene que ver con… o sea, no hay una extracción ideológica doctrinaria única, pero nos alienta, primero, el rechazo a la estructura, a la manera de hacer política y a la vieja estructura política, ¿no?

Sectaria, para los negocios, digamos, ¿no? Esa política que está estructurada en usar al Estado para… prevendario, prevendario, prevendario. Entonces, para nosotros es un gran desafío porque todo el sistema electoral, incluso acá en Jujuy, está hecho a medida de esa política prevendaria. Ya el que puede participar con posibilidades de éxito tiene que disponer de un capital de 1500 millones de pesos, más o menos. Y además hay un piso proscriptivo. Existe acá una limitación.”

LCV: Sí, eso te iba a consultar justamente. El sistema electoral provincial es bastante restrictivo, ¿no? A ver, descríbilo.

Santiago Seillant: “Claro, porque te obliga a tener el 5% de los votos del padrón para repartir los cargos. Si vos no sumás el 5% en cada categoría —concejales, diputados—, no entrás al sistema. Eso es otra trampa. Es el piso proscriptivo, el piso electoral más alto del país. Y está en el podio en el mundo, porque hay dos países en África… en el mundo hay dos países, dos países en África y después está Jujuy.

Lo que estamos haciendo, una campaña… realmente, a ver, a pesar de todas las dificultades, nuestro espacio está generando una expectativa muy grande, muy linda. Estamos ilusionados, contentos, porque realmente no dependemos de… acá, toda la política, acá hay once frentes electorales que muchos son armados por la vieja política para dividir votos.

Acá la estrategia es: cuanto más colectoras y frentes electorales, mejor, porque como dividen voto sirve para que no lleguen al piso, digamos, ¿no? O sea, la estrategia es dividir al máximo el voto para que solamente dos fuerzas se disputen la mayoría de los cargos. Dos o tres fuerzas, a lo sumo, que es donde ellos… les favorece la mecánica política, porque tienen que negociar con menos sectores toda la sumatoria de negocios que tienen.”

LCV: ¿Ustedes creen que pueden llegar a dar un batacazo tipo Vilca?

Santiago Seillant: “Mirá, yo creo que acá lo que siempre… acá en Jujuy, hay… creo que no sé si se da en el resto del país… hay un abstencionismo, un voto en blanco y un voto nulo de cerca del 17%.”

LCV: ¿Cuál es la lectura de ese abstencionismo y del voto blanco?

Santiago Seillant:“Y que hay un hastío de la política tradicional que en su momento se volcó para el FIT, porque llegó a tener hasta 20 y pico por ciento… nunca el FIT sacó un porcentaje tan alto como acá en Jujuy. A Milei, ¿no? Porque parte del castigo con Morales y el castigo a la vieja política se volcó en Milei. El voto a Milei en gran medida lo interpretamos como un voto bronca. No es un voto que tiene que ver con el libre mercado, con el anarcocapitalismo, no es un voto teórico. Claro. Tiene que ver con un voto bronca.

Y Milei está causando una defraudación grande, pero todavía el voto bronca va a seguir. O sea, el voto bronca, como en Milei no encontró una solución, va a buscar otra solución. Va a estar presente. Lo que hay que alentar es que… es la participación, porque como el piso electoral es sobre todo el padrón, cuanto más abstencionismo haya y voto nulo, menos es la cantidad de votos…

O sea, son 600.000 votos los del padrón, 598.000. Sobre eso es el 5%. Si van a votar 450.000, sigue siendo el 5% de 600.000, digamos, 598.000, ¿no? Los votos efectivos. Entonces, cuanto menos voto haya, también más se favorece que no superen al piso los grupos concentrados.

Han hecho una ingeniería para conservar el poder los sectores más poderosos. Pero esto es evidente. Pero a pesar de eso, nosotros dijimos: ‘Bueno, no es opción resignarse y quedarse de brazos cruzados’.”

LCV: Hay una voz de optimismo, ¿sabés? Yo te escucho y también me haces acordar cuando apareció el otro fenómeno en Santa Fe, Monteverde, que ahora también hizo una muy buena elección en Santa Fe… Ciudad Futura. Bueno, me hacés acordar a cuando uno lo empezaba a escuchar a Monteverde y había esa cosa de “vamos, vamos a poder, allá estamos”, y qué sé yo… y nosotros, la utopía puesta en sangre, ¿no?

Santiago Seillant: “La construcción que hacemos… aparte, nosotros sabemos que vamos a gobernar la provincia. Vamos a hacer gobierno. No sé, yo no sé si voy a ser yo el que encabeza, pero vamos a hacer gobierno. Vamos a entrar a la legislatura. Y además, porque, a ver, hay un tema: acá hay una calidad humana y dirigencial enorme en los barrios, en las estructuras sindicales, sociales, en los comedores, en los ámbitos comunitarios, territoriales.

Pero muchos de esos dirigentes cuando llegan las elecciones se guardan. ¿Por qué? Porque la lógica electoral los apabulla. O tienen un descreimiento a lo electoral o… bueno, también irrumpen en ese terreno una cantidad de… animales políticos que son… con todo, bueno, no hay que decir lo que son: buscan el dinero, digamos.

Yo creo que si todos esos dirigentes —una gran parte— se animaría, estarían. Ya se van a animar. Eso es lo que me refiero. Vamos a lograrlo. A romper con lo estructurado.”

LCV: ¿Cuáles son los acuerdos básicos que quieren para Jujuy, que quieren llevar a la legislatura?

Santiago Seillant:“Otro punto es que, bueno, ahora estamos justamente con un planteo de congelamiento tarifario ante la devaluación. Congelamiento de tasas municipales, tarifas. Estamos hoy —ahora yo estoy a punto de llegar a una reunión— en una juntada de firmas para una ley por iniciativa popular para el congelamiento tarifario de servicios públicos y de tasas municipales y de impuestos, hasta tanto se suban los salarios.

Y además, nuestro planteo es de auditoría. Acá los libertarios, fundamentalmente, plantean que hay que achicar, hay que auditar al Estado. Nosotros planteamos que sí hay que auditar al Estado en relación, fundamentalmente, con la licitación de obra pública. Pero también hay que auditar a las empresas. Hay que auditar a las empresas de servicio público. Hay que auditar a las mineras.

O sea, de esa parte los libertarios se olvidan, ¿no? Porque endiosan a las empresas como si fueran que no tienen ningún tipo de responsabilidad pública. Acá los libertarios no dicen nada de las empresas públicas de energía, de las empresas que tienen licitación en obra pública, porque acá todos se conocen y todos son socios: los libertarios, el PJ… tanto con el negocio de la basura, de la salud…

Y después está el negocio de las grandes mineras, que hoy están declarando plata, plomo y zinc en Rinconada, por ejemplo, y sacan oro gratis. Que tenés un régimen de regalías… Nosotros tenemos otra propuesta de régimen de regalías, que esto es aplicable a nivel nacional. Nosotros creemos que hay que volver al régimen dominial, en el cual el Estado podía explotar, en el cual el Estado podía darle a una cooperativa para la explotación minera.

Lógicamente, entendiendo que tiene que haber una evaluación de la consulta previa, libre, informada y una evaluación ambiental y de conveniencia de explotación por el deterioro ambiental. Pero el régimen que hay hoy, que es regalista —que básicamente te deja a las empresas transnacionales hacer lo que quieran— hay que volver al otro régimen.”

LCV: Vino el secretario de Estado que en este momento está dando una conferencia de prensa… está dando… disculpá, creo que grabaron con Milei y es muy impresionante ver la Casa Rosada, la bandera de fondo, el señor, el escudo estadounidense, la banderita estadounidense…

Santiago Seillant: “Bueno, nosotros acá tenemos la bandera nacional como emblema, pero también la wiphala. Nuestro sentir nacional es con los pueblos adentro: con los pueblos criollos y con los pueblos originarios. No hay una… son complementarias esas banderas, porque hablan del territorio.

Acá nosotros tenemos zona de frontera, limitamos con Chile y con Bolivia, son países hermanos, creemos en la Patria Grande, pero entendemos que el sentir nacional hay que recuperarlo y que no se lo apropien los sectores conservadores que son xenófobos, que entienden la patria como un lugar reservado solo para un grupo poblacional de clase media o clase alta y blanco, europeo, sino que no es solo eso. La patria es… la patria son los pueblos criollos. La patria somos todos. La patria somos todos. Todos. Todos.

Pero eso sí lo tenemos en claro nosotros. Acá incluso los pueblos originarios dicen: ‘No, nosotros queremos… entendemos que es pluricultural el país’ y plantean incluso desde un conglomerado de naciones. Hay ahí una discusión pendiente, pero que es apasionante realmente y es parte de nuestro espacio político.”

LCV: ¿Cuándo son las elecciones?

Santiago Seillant: “Son el 11 de mayo. 11 de mayo.”

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Último acto: Frío, sombrío y melancólico, por Hugo Asch*

Crónica del último acto de Milei en Moreno, sin brócoli: mucho frío, público con delay, Nisman, opereta, “no toquen a mi hermana”, ‘políticos corruptos’, ‘me van a matar del disgusto’ y la ilusión del empate técnico.

Por alguna razón, el sombrío cierre de campaña de Javier Milei en el barrio Trujui de Moreno me recordó cosas de mi niñez. Verlo así, tan ajustado y redondito debajo de la campera larga, una chaqueta negra, la remera térmica y el chaleco antibala, me recordó una tarde brava de invierno en la Isla Maciel, al final de un partido entre San Telmo y El Porvenir. Tenía 12 y me había llevado mi amigo Omar con un grupo de hinchas del barrio. La cosa se puso brava al final del partido y hubo gritos, amenazas y el lejano reflejo de un cuchillo en la tribuna local. Los de San Telmo querían robarnos la bandera, así que la solución fui yo. Envolvieron pacientemente el trapo blanco y negro sobre mi cuerpito y así quedé. Relleno y duro como un matambre, bamboleante, inseguro como Milei en el acto de esta noche, con quince vueltas de tela bajo mi sobretodo. Ese día me convertí en héroe. El tono grave de Milei, fallido y forzado como nunca, también me llevó a mis 10 años, cuando contaba mi chiste preferido: el del nene que se queda solito en la casa, escucha ruidos y hace lo que su mamá le había aconsejado. Pone ‘voz de grande’ y grita: “¡Quiéénnn aaabióóó la peta…!”. Más o menos como Milei.

El público, tan muerto de frío como el presidente en campaña y los que lo rodeaban, escaso de reflejos, aplaudía con delay uno o dos segundos más tarde de lo indicado. Cada tanto gritaban melancólicamente: “¡Pre-si-dente, pre-si-dente…!”, como una confirmación, o un anhelo imposible. No se engancharon con la consigna ‘Kirchnerismo nunca más!’, ni festejaron con risotadas cada vez que era citado ‘el enano soviético’. Un público difícil, con más ganas de dormir una siesta tardía que de celebrar a ese líder envasado al vacío.

Milei defendió a la hermana y al mismo tiempo destacó, con detalle exquisito, sus mejores virtudes a la hora de denunciar a los políticos corruptos que se quedan con el dinero de la gente. La asociación era inmediata e inevitable. “¡No proyectes!”, daban ganas de gritarle. Al final era cierto: el tipo efectivamente tiene un inconsciente. El discurso fue errático, tedioso, armado con piezas de diferentes rompecabezas que nunca encajaban. A su habitual obsesión por cantar la del “pingüino y el cajón” esta vez sumó al fiscal Nisman, ten years after. “¡Si se tienen que cargar vidas humanas no les importa nada: se cargaron a Nisman!”, dijo, y provocó un silencio incómodo de respeto y/o perplejidad. El momento más original del acto fue cuando confundió al conurbano bonaerense con California y recordó cuando la gente vivía tranquila, no cerraba con llave la puerta de su casa y los niños jugaban en paz porque no había robos ni comunismo. Milei repitió frases hechas como una ametralladora, habló de una “miserable opereta en su contra” y culpó al kirchernismo hasta del hundimiento del Titanic. Fue todo muy aburrido hasta que su espíritu ganador afloró en todo su esplendor. El que tiene hoy, quiero decir.“¡Los encuestadores coinciden en situarnos en una situación de empate técnico…!”, se entusiasmó ante el desconcierto general. El tenue brillo en sus ojos y la sonrisa congelada de los demás fueron la mejor foto de la noche.

*Hugo Asch, inició su carrera periodística en 1974. Fue redactor de la revista Siete Días, prosecretario y subdirector de Gente, Secretario de Redacción de Clarín, editor general de Perfil y director de Playboy Agentina, entre otros medios de Argentina y España.

En su facebook, hoy, se define como ‘creador digital’.

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“Sapos de otro pozo: la memoria y las voces de las infancias en el exilio”

El exilio político marcó no solo a quienes lo vivieron directamente, sino también a sus hijos e hijas, que crecieron atravesados por la distancia, el desarraigo y la búsqueda de identidad en tierras lejanas. En esta entrevista con Violeta Burcart, productora, docente y comunicadora, exploramos esa experiencia desde una mirada profunda y plural, reflejada en el libro Sapos de otro pozo. A través de sus relatos y reflexiones, comprendemos que el exilio no es solo un destino geográfico, sino una condición que atraviesa generaciones y que plantea desafíos únicos en la construcción de la memoria y la pertenencia. La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores invita a escuchar esas voces para entender mejor la historia que a veces se queda fuera de los libros.

LCV: “¿Cómo te va, Violeta?”

Violeta: “Bien, mi gran pasión es la radio, y estoy muy contenta de estar acá.”


LCV: “Hace unos años pude ver Argenmex exiliados, la película que fue tu tesis. ¿Cómo fue ese proceso?”

Violeta: “Hice la tesina de comunicación social como trabajo de producción, buscando qué pasaba con quienes nacimos o crecimos afuera, con un recorte geográfico en México. Pero luego me di cuenta de que el recorte era generacional, no geográfico. Los hijos del exilio de padres militantes compartimos mucho, sin importar que hayamos vivido en 27 países diferentes. Por eso el nombre Sapos de otro pozo: siempre nos sentimos raros. El libro rompe dos mitos: uno, que los exiliados la pasaron mal o la pasaron bien sin problemas; y otro, que los niños no sufrían el exilio. También habla de la solidaridad que recibimos en países que nos alojaron, cómo formamos familias y aprendimos nuevas culturas. Por suerte, la mayoría fuimos bien recibidos.”


LCV: “¿Podés contar alguna anécdota que refleje esa adaptación?”

Violeta: “Sí, por ejemplo Julio Fernández Barayar contó que su hijo aprendió a leer en sueco y un día le preguntó: ‘¿Te estás lavando los dientes con la crema de afeitar?’ Son historias graciosas de la adaptación cultural. Además, el exilio muchas veces implicó sobrevivir sin trabajo, vendiendo bijú o haciendo changas. Los hijos atravesamos etapas de enojo con nuestros padres, que a veces no entendíamos.”


LCV: “¿Qué respuestas recibían sobre por qué tuvieron que nacer en ese contexto de exilio?”

Violeta: “La respuesta típica es que nuestros padres militaban y apostaban a la vida sin saber cómo iba a terminar todo. Es cierto que llevamos esa tristeza o bronca, pero también llevamos las banderas, y hoy decimos que el exilio es una violación a los derechos humanos. El exilio no es una elección, no es como ir a buscar una vida mejor, es ser expulsados sin saber cuándo volveremos.”


LCV: “En el libro, hay también un tratamiento sobre el ‘desexilio’. ¿Qué significa para ustedes?”

Violeta: “La mitad del libro se llama Exilios y la otra mitad Desexilios, una palabra tomada de Mario Benedetti. Habla de las vueltas, de lo que trajimos o dejamos. Muchos seguimos viviendo fuera o en países distintos. Algunos eligieron volver, otros no. El desexilio a veces fue tan difícil como el exilio mismo, porque volvíamos a un país devastado después de la dictadura, o que ya no era el nuestro. Hay muchas historias cruzadas entre exiliados de distintos países que nos encontramos y formamos redes.”


LCV: “¿Cómo se cuenta esa experiencia coral en el libro?”

Violeta: “Es un libro coral con más de 100 relatos de 27 países, con cuentos, poesías, grabaciones, y códigos QR para escuchar y ver videos. Se incluye también la dictadura chilena y uruguaya porque las historias se entrecruzan. Hay mezcla de culturas, idiomas, modismos, y relatos de cómo nuestras vidas se cruzaron y mezclaron. Por ejemplo, en un cumpleaños un niño notó que en otras casas cantaban las mañanitas, algo que antes podía llevar a represalias, pero que hoy es parte del reconocimiento cultural.”


LCV: “¿Cuál es la transmisión de estas historias hacia las nuevas generaciones?”

Violeta: “El libro habla a nuestros padres y también a las próximas generaciones. Muchos ya son padres y madres que comienzan a entenderlo mejor. Hoy muchos están partiendo por exilio económico y creemos que es importante cuidar a las infancias que atraviesan estas situaciones, porque hay niños que se quedan sin sus padres en contextos de guerra o crisis. El lugar que nos crió puede ser ahora más amable que nuestra patria original, aunque también vivimos en un contexto difícil y con discursos que nos complican.”


LCV:
“¿Cuáles son los próximos proyectos de la agrupación Hijas e Hijos del Exilio?”

Violeta: “Estamos preparando actividades para el 8 de marzo en distintos puntos del país, como Córdoba. También queremos extender las presentaciones a otros países, México y Chile, en el marco de los aniversarios de los golpes de estado. Queremos hacer algo fuerte para los 50 años y seguir visibilizando la memoria del exilio.”


LCV: “Contá con nosotros para lo que necesiten, Violeta.”

Violeta: “Gracias, los quiero mucho.”

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La Marina Mercante resiste: cómo se frenó el intento de desregulación por decreto

A principios de abril, el Decreto 340/2025 encendió las alarmas en el sector marítimo argentino: la normativa impulsada por el Poder Ejecutivo pretendía desregular la Marina Mercante, afectando gravemente la industria naval, el empleo embarcado y la soberanía nacional. Mariano Moreno, dirigente sindical del sector, relató a La Columna Vertebral cómo fue el proceso de resistencia colectiva que culminó con la derogación del decreto por parte del Congreso de la Nación.

LCV: “Contanos cómo fue el proceso en donde el Congreso deroga el decreto 340/2025 que desregulaba el sector de la Marina Mercante. ¿Y en qué situación estamos hoy?”
Mariano Moreno: “Este decreto fue emitido el 2 de abril, pero nosotros ya veníamos manejando información previa, con versiones de proyectos similares. Ante esos rumores y el vínculo directo con nuestro sector, iniciamos una gestión conjunta entre todos los gremios del personal embarcado y representantes del ámbito sindical marítimo. Recorremos no menos de 80 o 90 reuniones en el Congreso, con senadores y diputados, llevando nuestros fundamentos y explicando lo negativo que sería este decreto para la Marina Mercante Nacional, la industria naval y la soberanía del país. Ese trabajo constante estuvo acompañado por medidas de lucha, movilizaciones y marchas. Todo esto ocurrió frente a la falta de respuesta por parte del Poder Ejecutivo, que no quiso recibirnos ni escuchar nuestra preocupación. Esa ausencia de diálogo nos llevó a profundizar el camino legislativo. En julio, la Cámara de Diputados puso un freno y, finalmente, en agosto, el Senado de la Nación derogó definitivamente el decreto.”

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