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Pompeyo y la maldición de Lewuku

Por Graciela Elizabeth Bergallo, para La Columna Vertebral, 27 de marzo de 2018

Llegar a Misión Nueva Pompeya no es fácil, y una vez allí la justicia queda lejos y llega tarde. Es posible intentarlo por la ruta Juana Azurduy, desde J. J. Castelli hacia el noroeste chaqueño, ya chaco seco. Un trayecto casi recto, abierto con filo perfecto y sin titubeos entre palosantales, algarrobales, vinales, cactus, tunas, quimilís, cardos. A mitad de camino está Fuerte Esperanza, creado por decreto en 1978, “con el fin de propiciar el desarrollo de una vasta zona despoblada” (¿?). Lo que no lograron con los soldados, lo lograron con las topadoras, la soja detrás de los antiguos habitantes de la tierra, sean indígenas o criollos. Algunos animalitos cruzan rápidamente la ruta, hasta un oso hormiguero, un tatú mulita, muy de vez en cuando.
Pero si se desea acortar el camino, antes de llegar a Fuerte Esperanza se dobla hacia la derecha. En el km 82 la ruta Juana Azurduy es atravesada por la ruta 82. Esta ruta desde el año 2013 se llama hacia el sur “Madres de Plaza de Mayo” hasta Pampa del Infierno, plena zona sojera. Hacia el norte, plena zona de deforestación, se llama “Abuelas de Plaza de Mayo”. Si es posible sortear kilómetros de pozos, colchones de tierra o barro, empantanarse casi para siempre en días de tormenta, se arriba a lo que fue una antigua Misión Franciscana radicada allí en 1901, a quinientos kilómetros de Resistencia.
La Misión fue promovida por el Gobierno Nacional para posibilitar la evangelización de los indígenas. Hoy es una localidad con considerable población wichi y criolla que está en la zona desde hace mucho, antes de aquél decreto de 1978, algunos desde hace siglos.
Entonces era invisible.
Todavía lo es.
Pero poco antes, justo en la intersección de las mencionadas rutas, frente al Cartel que dice “Abuelas de Plaza de Mayo” al lado de una flecha que apunta hacia arriba, se ubica el Kiosko “Juancito”. El kiosco Juancito es una especie de panóptico de una calesita abierta de camiones transportando cadáveres de algarrobos centenarios en ritmo continuo. Día y noche.
En Nueva Pompeya las catástrofes ambientales no fueron producidas por causas naturales como en Pompeya en el año 79 d.C.
El escenario del kiosco Juancito se repite en todo el noroeste chaqueño. Es una especie de circo romano de la destrucción, no importan si son reservas naturales, territorios indígenas, si con ello se destruyen las memorias, las posibilidades de sobrevivencia de cualquier especie que allí viva. Las consecuencias no son sólo locales. El hambre de lucro es tan colosal como las ganancias. Titubean algunos funcionarios, no importa de qué signo político.
De repente hay una parte del mundo que comienza a ser invisible.

La tierra en carne viva se evapora en remolinos o se abre en grietas como si fuera un gran panal incendiado. También la piel de hombres o mujeres, wichi y criollos, que deambulan como fantasmas envueltos en brumas de polvo. Algunos a caballo, gauchos pequeños ganaderos con sus monturas y vestimentas que permanecen idénticas desde fines del siglo XIX, por tradiciones de elaboración familiar.
En el centro del poblado está el edificio de la antigua misión que se eleva hacia un alto y enorme campanario. Imagino su sonido. Todo empuja al silencio, incluidos mis propios labios resecos.
La evangelización tuvo un significado diferente para los primeros franciscanos, la hermana Guillermina, los hermanos maristas, la pastoral aborigen, para aquellos que se aventuraron en estos territorios del far west chaqueño, y se preocupan por los derechos de los otros, sean animados o inanimados, con una alegría desconcertante, también razonable indignación.
También llegaron otros, algunos funcionarios que se creen patrones por acumulación en años de obsecuencia. Hasta algún político de izquierda que imagina descender en helicóptero con el logo de un megaproyecto para impresionar, con algún fondo. Otros con otras creencias, cosmovisiones, saberes acuñados en siglos de colonización que al imponerlos matan, a su manera. Hay también rufianes de variado color y tamaño que van tras el tesoro de esta tierra: el algarrobo.

Nueva Pompeya, Comandancia Frías y Nueva Población se encuentran en territorio tradicional wichi, departamento General Güemes, noroeste del Chaco. Las tres asociaciones comunitarias wichi hace quince años iniciaron una acción de amparo por deforestación ilegal.
Los wichi junto con los nivaclé, chulupi y chorotes pertenecen a la familia lingüística mataguaya. Como todos los pueblos chaquenses han sido tradicionalmente cazadores-recolectores pero el despojo territorial y la inserción en sistemas productivos, como los ingenios azucareros de Salta y Jujuy entre otros, alteraron significativamente la vida de los pueblos indígenas de la región, redujeron sus lugares de caza y pesca, sus ciclos y rituales vitales.
En Nueva Pompeya hay una población aproximada de seis mil wichi que vive en un territorio de veinte mil hectáreas jurídicamente propio. La deforestación ilegal ha llegado al corazón de su territorio, lugares lindantes con fuentes de agua, ríos y lagunas donde no sólo existe mayor biodiversidad, allí están sus espacios culturales e históricos de mayor significación.
“A veces los camiones vienen de noche, no sé cómo, trabajan de noche, se ilumina con los reflectores y bueno se llevan la madera, y al día siguiente vuelven, es un robo… nosotros queremos que se suspenda porque si no el monte se va a terminar y nuestros hijos también, no van a tener el monte, después si morimos van a decir: no, pero mirá los viejos, no… la gente se va desplazando a medida que va aumentando el corte de la madera…”.

El Gran Chaco fue uno de los últimos espacios americanos en iniciar el proceso de destrucción de lo diferente, no sólo en relación a lo étnico. En el binomio malón-expedición fue encerrada la estrategia discursiva de la ocupación del suelo por parte del estado terrateniente moderno. Luego de Amazonía, la región chaqueña es la mayor área boscosa que queda en Abya Yala, tiene el único bosque seco subtropical existente en el planeta y los pueblos cosmológicamente ligados a esa biodiversidad son los únicos que conocen sus secretos.
En los ecosistemas chaqueños ocurren procesos ecológicos, trama misteriosa de la vida, irreemplazables: regulan temperaturas, ciclos de lluvias, reciclan los nutrientes del suelo, liberan oxígeno, previenen inundaciones y otros efectos a escalas mayores. Existe una fauna y una flora única que posee mucho más valor en pié y viva, que extraída. Algunas de sus especies tienen prioridad de conservación internacional (Redford et al. 1990, IUCN, www.redlist.org) o nacional como el caso de monumentos nacionales o provinciales, o especies citadas en libros científicos como el libro rojo de los mamíferos argentinos: el chancho quimilero, el pecarí labiado o maján, el tatú carreta (Camino 2014).

El proceso de colonización, las explotaciones forestal, azucarera, algodonera, ganadera y sojera, la concentración de la tierra paralela a los zarpazos de la soja transgénica y sus paquetes tecnológicos desde fines de los años noventa, su avance luego hacia el oeste chaqueño, provocaron efectos sociales y bioculturales en población indígena, campesina, pequeños y medianos productores.
Entre 1994 y 2007 el Chaco perdió el ochenta por ciento de sus tierras fiscales1, y se produjo el avance de la deforestación sobre el Impenetrable. Desde el año 2007 aparecieron nuevos instrumentos normativos nacionales y provinciales que regularon la situación ambiental. La Ley 26.331 (Ley Bonasso) representó un enorme avance para la protección de los bosques nativos en Argentina, al contemplar todas las dimensiones: ambientales, sociales, culturales, económicas. Sin embargo, los análisis realizados sobre los resultados de los ordenamientos territoriales en el noroeste argentino mostraron, entre otras cuestiones, la diversidad de criterios con los que fueron realizados además de la escasa o nula participación de la población interesada, pueblos originarios, comunidades criollas y campesinas.
La incorporación de estos actores resultó insuficiente y disímil entre las provincias a pesar del énfasis de la Ley en este punto, lo señaló la Red Agroforestal y el Informe 2015 de Auditoría General de Nación. Este informe también destacó la necesidad de trabajar en relación con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), a cargo del Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas (Ley 26.160), dado que la cuestión de los bosques nativos está vinculada a los conflictos por la tenencia de la tierra. En suma, la pérdida de bosques nativos en los últimos años se dio: por incumplimiento de la ley, deforestación de áreas en riesgo, escasos recursos financieros, falta de adhesión provincial y la contradicción no resuelta entre la ampliación de la frontera agrícola según cierto modelo unilineal y extractivo de desarrollo y el ordenamiento territorial de los bosques nativos con la participación real que exige la Ley.
En junio del año 2017 la organización ambientalista Greenpeace presentó un informe en el que demuestra que durante los primeros seis meses del 2017 fueron desmontadas unas 45 mil hectáreas de bosques en el noroeste argentino: Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco, de las cuales un 42 por ciento se produjo en regiones protegidas por la Ley de Bosques. Un año antes esta organización había presentado en el Congreso, junto a una diputada nacional, un Proyecto de Ley de Régimen Penal de Protección al Bosque Nativo2. El proyecto establece una pena de 2 a 10 años de prisión a quien sin autorización ocasione intencionalmente el desmonte, incendio, cambio de uso de suelo o la destrucción de bosques nativos, “también penaliza (con cárcel de 2 a 6 años) a quien ayude a cometer esos delitos a través de la provisión de maquinaria o conocimiento técnico, académico o científico. Las penas se incrementan para el funcionario que forme parte del delito o autorice desmontes violando las normas vigentes. En estos casos se plantea la inhabilitación perpetua para desempeñarse en la función pública”.

En Nueva Pompeya, si alguien pregunta a cualquier familia, cuatro o cinco de sus integrantes padecen Chagas. Un 69 por ciento de chagásicos registró el Instituto de Medicina Regional en esa localidad (Lucero et al 2011), es una de las zonas con mayor porcentaje de chagásicos reconocida oficialmente3. Los sistemas naturales controlan el avance de enfermedades y plagas en el Gran Chaco, cuando aquéllos se desequilibran se produce el avance de enfermedades como Chagas y Leishmaniasis. Hay estudios que demuestran la relación entre enfermedades transmitidas por vectores y deforestación (Walsh et al 1993), la urbanización del Chagas es un ejemplo. Especies como el puma y yaguareté controlan la cantidad de otras especies que son portadoras de enfermedades, al desaparecer estos predadores tope aumenta la cantidad de fauna que las carga.

Un hawaye, chaman wichi, que apenas habla castellano y que vive en un asentamiento no muy lejano a Nueva Pompeya, en zona rural, camina por una antigua senda (totuinek). Lo acompaño. Estas sendas conducen hacia lugares de agua, lagunas, esteros, donde habitan las entidades que protegen el agua (chelaj), donde se encuentra la miel y pueden mariscar el alimento, lograr algunos remedios del monte para la cura. Las mujeres, también, caminan kilómetros para buscar la chagua, obtener las tinturas de los frutos de algunos árboles para luego tejer las yicas, con delicadísimos diseños que preservan la memoria de su pueblo, diseños que hablan. Algunas son vendidas, para comprar otras cosas. Piden permiso a los dueños o protectores del monte (tahyi), y del río (tewukw), es decir, a los ayudantes de Lewuku.
De repente comienzo a tener cuidado, de mis propias pisadas, de elevar la voz, mientras un ser invisible le susurra a una semilla “vive”, “vive”.
Tales seres pueden provocar que alguien se pierda en el monte, como etek-sayntaj que también es un dueño del monte dicen, puede seguir a la persona y golpearla con un garrote si corta una rama de más. Se lo reconoce porque tiene siempre avispas rondando su cabeza, es melero. Pero ojo, la maldición de Lewuku es terrible cuando la transgresión a un tabú del monte o del agua es muy grave. Puede afectar a la persona y a sus descendientes, a todo su entorno. Además de la pérdida del alma todo tipo de dolencias aguardan a quienes se atreven a la destrucción.
No habrá hawaye que pueda salvarlos.

No solamente la biodiversidad de un territorio es impactada por la alteración de los bosques nativos, también lo son espacios y saberes, significaciones espirituales y materiales de esos espacios, memorias que los impregnan, los sentidos, los derechos que articulan una comunidad. También la gente se muere de tristeza cuando se desestructura su universo psicobiocultural por el vaciamiento de su territorio, el desplazamiento forzado, cuando voltean sus árboles sagrados, sus alimentos, sus medicinas, sus medios de vida. La aniquilación no es sólo física, se produce también con la ruptura de un orden simbólico pleno de significados con el cual se nombra y ordena el mundo. El ecocidio conlleva un genocidio silencioso y aparentemente invisible, salvo por la voz de las poblaciones que dignamente se atreven a reclamar en todas las instancias institucionales y legales para que alguien pare esto.

Los hawaye son personas que han recibidos dones y cuidan a su comunidad; pueden ponerse en contacto con las entidades que habitan el monte, el aire, el agua; pueden curar, leer los sueños, anticipar el futuro, pueden recuperar las almas perdidas y devolverlas a sus dueños.
“Los hawaye son gente que defiende el monte y ellos tienen contacto con los espíritus que nosotros no vemos, en cambio ellos sí ven. Hawaye es como un doctor que ayuda a su comunidad y cuando hay una enfermedad ellos curan. Si por ejemplo en los montes hay pocas frutas ellos se preocupan, se juntan los curanderos para ver qué problema hay, y después cuando solucionan el problema dentro de dos días, tres días, una semana, ya viene de todo, el monte ya tiene miel, por ejemplo los árboles la algarroba, nos da muchas frutas y encima los frutos son muy sanos, ¿por qué? porque gracias hay abuelos, hay curanderos que defienden a su comunidad y también el monte, defiende su monte, y todo eso es la parte de la espiritualidad, de la cosmovisión. Ellos siempre me contaron”.
Qué pensaría el hawaye mientras mirábamos las antiguas sendas destruidas por las profundas huellas que dejan los camiones y acoplados en los que se llevan los algarrobos centenarios. Caminos de los mapas de la memoria hacia los lugares sagrados, sendas que transitan los niños que van a la escuela. Qué pensaría de los cementerios improvisados, playones en los que se acumulan los troncos de algarrobos para ser transportados. Con ellos se llevan no sólo el principal alimento, la bebida de sus rituales.
Es uno de sus árboles sagrados.
Qué pensaría de las medicinas, de los alimentos y artes que se destruyen con el arrastre de cadenas y troncos. Qué pensaría de los hermanos que traicionan a su pueblo firmando algún papel arrimado por algún empresario o funcionario con la promesa de alguna mejora, pero que termina significando el saqueo y la destrucción del territorio propio. Saqueo que parece imposible controlar o detener. Sobran amenazas. Qué pensaría del empresario o funcionario (¿lo dijo un técnico, un abogado?) que le dijo que ya no se usa más el monte, que hay que explotarlo, que es un recurso, que estamos en la era de la globalización.
Eso se lo dijo a él, a un hawaye antes de avanzar con sus máquinas de muerte sobre la memoria del agua de su tierra.
Nadie le pidió permiso, tampoco a los intermediarios de Lewuku.
Que llueva todo lo que tenga que llover hasta que se agote el agua del cielo, la memoria hoy está escrita en el agua.
Nadie les pidió perdón.
Nadie pide perdón.

(Crónica inspirada en el libro de la misma autora “Bosques, Culturas y Derechos. El impacto sociocultural de la Deforestación en Chaco. Informe antropológico- Social”. Resistencia, Contexto.)

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Uruguay, el espejismo de América Latina, por María Urruzola

Hay algo que a los uruguayos en general les encanta: mirar los indicadores tradicionales que los organismos internacionales utilizan para hacer ranking de países, del mejor al peor,y festejar que a Uruguay en general le va muy bien. Todos conocemos esos indicadores: el Producto Bruto Interno, el índice de Desarrollo Humano, la desigualdad (índice de Gini) y el nivel de pobreza. En resumen, los indicadores nos califican como un país de “muy alto desarrollo humano”.


Mas aún: el Índice de Paz Global clasifica constantemente a Uruguay entre los países más seguros de América Latina y el índice de Felicidad 2025 nos ubica como el más feliz del continente. Pero por alguna razón que no registran los organismos que elaboran esos índices, ni las calificadoras de riesgo que los usan para orientar hacia dónde va la plata mundial, lo que se respira en las calles, sobre todo en su capital Montevideo, lo que se percibe en el ánimo de la gente común, lo que se dibuja cuando
una arma un puzzle con otras piezas, es muy diferente.

Uruguay se encuentra entre los países de la región con las tasas más altas de mortalidad por suicidio


Es que a la hora de elegir indicadores o índices la mirada puede dirigirse hacia otro Uruguay que también puede organizarse en rankings, descorazonadores.


-Uruguay se encuentra entre los países de la región con las tasas más altas de mortalidad por suicidio (21,3 por cada 100.000 habitantes en 2024), con un impacto mayor en hombres y en personas mayores de 75 años, seguidos por adolescentes y jóvenes. Entre los adolescentes de 15 a 19, es la principal causa de muerte.


-Tenemos casi el doble del promedio mundial de homicidios: 10.7 homicidios cada 100.000 (2022/2024) cuando el promedio mundial es de 5.8.

Somos un país pequeño que quiso ser ejemplo y lo fue: leyes pioneras, derechos ganados, educación laica. Pero también somos los que se quiebran en silencio…

-Uruguay ocupa el 5to lugar en tasa de femicidios entre los 36 países de América Latina y el Caribe. Mientras escribo estas líneas, el Senado de pie homenajea a la última mujer asesinada hace dos días, maestra, quien entró a pedir auxilio a una estación de nafta pero no logró escapar ni siquiera así de su marido, a quién había denunciado en múltiples oportunidades. El homenaje de los senadores llegó tarde.


-Uno de cada tres niños es pobre, según nueva metodología adoptada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La pobreza global terminó 2024 en 17,3%, pero con una fuerte desigualdad etaria: el 32 % de los menores de 6 años son pobres, en contraste con un 6,3 % entre las personas mayores de 65 años, lo que confirma un fenómeno persistente de infantilización de la pobreza.

Los uruguayos “felices” se drogan como si no lo fuesen


-Uruguay se posiciona entre el primer y segundo lugar en consumo de casi todos los tipos de drogas relevadas por el último Informe Mundial sobre Drogas de las Naciones Unidas presentado el 30 de junio de este año 2025. De acuerdo con esos datos, Uruguay es el primer consumidor de cannabis, éxtasis y opioides de América Latina. Mientras que está segundo en consumo de cocaína y opiáceos. Los uruguayos “felices” se drogan como si no lo fuesen.


-Y además, Uruguay es el segundo consumidor del mundo de whisky por habitante (litros/persona/año). Los uruguayo “pacíficos” chupan como esponjas.


-En simultáneo ocupa el primer lugar de presos por cantidad de habitantes de América del Sur. En el último año, la tasa de prisionización fue de 456 personas por cada 100.000 habitantes. Un nuevo récord nacional que ha continuado aumentando en 2025, llegando a 477 a mediados de este año.

Tenemos un ‘tempo’ de vida ciudadana casi único: no es lento sino simplemente fuera del tiempo, un registro de otra dimensión

-Presos que viven en un hacinamiento “crítico” y “mayor de 120% en casi todo el sistema”. En las celdas hay más del doble, triple o cuádruple de personas que tendrían que estar alojadas allí. “En muchos lugares el hacinamiento es mayor que ese promedio: en la Unidad 5 Centro Femenino de Colón llega a ser de 174%, en Paysandú es de 178%, en Rivera y Colonia 171%.

-Esas condiciones reales son una constante violación de los derechos humanos en el sistema penitenciario, ya que 46% de la población privada de libertad vive en condiciones crueles. Hay un comisionado parlamentario para las cárceles que lleva años denunciándolo. Sin suerte. Por eso unos 40 presos mueren al año en las cárceles, por asesinato o enfermedades.


Estimado lector o lectora: ¿ya está exhausto de malas noticias? Pues hay más.


-El 48,4% de los jóvenes entre 21 y 23 años no terminaron los estudios secundarios. Ese nivel de deserción se traduce en que sólo el 15% de las personas entre 25 y 35 años tienen títulos de Educación Superior. Lo que obviamente repercute en el empleo.

Uruguay presenta la mayor tasa de desempleo juvenil de la región


-Uruguay presenta la mayor tasa de desempleo juvenil de la región, con un 28,1%, casi duplicando el promedio, seguido por Costa Rica (23,3%), Colombia (20,6%) y Chile (20,1%), de acuerdo con los datos recabados por la OIT. Para América Latina y el Caribe, el promedio es de 13,8%. En resumen, se podría decir que Uruguay es un lindo país para vivir salvo que usted sea uruguayo o uruguaya. Si es extranjero y tiene dinero, es un país tranquilo y feliz, que no tiene guerras, ni eventos climáticos extremos, ni terrorismo, y ni siquiera tensiones étnicas, porque somos todos casi iguales. Y por si eso fuera poco, tenemos un “tempo” de vida ciudadana casi único: no es lento sino simplemente fuera del tiempo, un registro de otra dimensión.


Por eso las revistas “people” del mundo siempre nos otorgan algún palmarés de buena vida, lo que hace los titulares de los medios de comunicación y la autosatisfacción de las élites. Nos encanta que nos elijan de ejemplo.


Hace poco conversé con una de mis nueras sobre nuestra idiosincracia y, como no nos poníamos de acuerdo, le preguntó a la IA cómo nos definiría, y de su conversación -afirmación y retruque durante un rato- salió toda una definición.
Dijo la IA con máscara oriental: “Somos un país que se nombra en voz baja. Una tierra que parece tranquila. Donde el mate pasa de mano en mano y, al mismo tiempo, el silencio se hereda. Somos la charla lenta, el fuego del asado, la murga que se ríe de todo. Pero también somos la sombra detrás de la risa, el cansancio que no se dice, el vecino que se encierra, el dolor que se disfraza de normalidad. Aquí la tristeza no grita, canta. Se vuelve murga, poema, canción de Drexler o cuento de Levrero. Convertimos la melancolía en arte, porque es la forma más digna que tenemos de sobrevivirla. Somos un país pequeño que quiso ser ejemplo y lo fue: leyes pioneras, derechos ganados, educación laica. Pero también somos los que se quiebran en silencio, los que todavía temen pedir ayuda, los que viven con la esperanza entre los dientes. La cultura uruguaya está hecha de contradicciones: una calma que abriga y asfixia, una tristeza que une y separa, una ternura que se esconde por pudor. En el fondo seguimos buscando cómo querernos. Cómo hacer del silencio un abrazo y de la melancolía una forma de estar vivos”.

De ahí el dicho: “como el Uruguay no hay”.

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Derechos humanos en movimiento. Entrevista a Natalia Berjemo para hablar de la marcha del jueves 11/12 a Plaza de Mayo para defender los DDHH y “fortalecer la resistencia”.

En exclusiva con La Columna Vertebral, Natalia Bermejo, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, presenta la convocatoria Derechos Humanos en Movimiento. Explica la importancia del acto, la participación de las centrales sindicales, las intervenciones artísticas y las mesas de debate, y reflexiona sobre la necesidad de reconstruir la unidad popular y convocar nuevamente a quienes se han alejado de la vida política. Su mirada recupera décadas de militancia en derechos humanos y compromiso con la resistencia social.

“LCV: Contanos un poquito el nombre de la convocatoria y de qué se trata.”
Natalia Bermejo: “Le pusimos Derechos Humanos en Movimiento. Es una convocatoria que busca conmemorar la Declaración Universal de los Derechos Humanos y homenajear la Marcha de la Resistencia. La idea es poner en valor los actos de resistencia del pueblo en un momento en que está siendo atacado. En las marchas siempre hubo micrófono abierto para expresiones políticas y culturales. En esta oportunidad, a las 16:30 habrá un espacio llamado Derechos y Trabajo con Octavio Argüello, ‘Cachorro’ Godoy, el ‘Peluca’ Gramajo y Hugo Yasky, cuatro secretarios generales de organizaciones muy importantes.”

“LCV: Esto marca un punto de inflexión, porque en otras marchas las organizaciones sindicales solían quedar afuera.”
Natalia Bermejo: “Totalmente. Hoy se está atacando la línea de flotación de nuestro pueblo: los trabajadores. Por eso las centrales sindicales toman protagonismo. Es un ataque al pueblo trabajador en su conjunto. Que estén todas es significativo. Y para quienes no puedan asistir a las 16:30, a las 17:30 habrá otra mesa sobre estado de derecho, violencia institucional, persecución política y proscripción, donde estará el padre de Pablo Grillo. A las 18:30, Estela de Carlotto, Tati Almeida y Adolfo Pérez Esquivel leerán un documento de los organismos que enumera los derechos vulnerados. Entre mesas habrá videos de trabajadores del Garrahan, jubilados, educación y otros temas.”

“LCV: ¿Qué son las intervenciones? Leo acá: ‘laboratorio de cartas’, ‘mesa gráfica’, ‘taller agitando derechos’, ‘camarazo por justicia por Pablo Grillo’. ¿Qué hace ARGRA?”
Natalia Bermejo: “Son intervenciones que se harán durante el acto. Los laboratorios de cartas consisten en escribir mensajes para las Madres y Abuelas que luego se entregarán. Y el camarazo es una acción de los reporteros gráficos levantando sus cámaras en reclamo de justicia por Pablo Grillo.”

“LCV: ¿Y la feria de la Economía Popular va a llevar productos?”
Natalia Bermejo: “Sí, van a llevar productos realizados por agricultores, productores y cooperativas de trabajo: alimentos y trabajos elaborados por las cooperativas.”

“LCV: Nati forma parte de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora desde hace años; nos conocemos hace mucho y para mí es como una hermanita menor.”
Natalia Bermejo: “Gracias. Todos estamos pensando cómo fortalecer la resistencia desde las bases, más allá de los partidos políticos. Caminamos juntos hace muchos años y la idea de que ‘no nos han vencido’ sigue siendo muy fuerte.”

“LCV: Ojalá podamos construir un discurso que acerque a quienes se alejaron, a quienes están ofendidos. Hay miles que no votaron porque están decepcionados de todo el arco político. Necesitamos volver a seducirlos.”
Natalia Bermejo: “Totalmente. La bandera de las Madres siempre llamó a superar diferencias porque el enemigo no distingue entre nosotros. No podemos encerrarnos en un gueto.”

“LCV: Convocan todos los organismos de derechos humanos: Abuelas, Madres Línea Fundadora, HIJOS…”
Natalia Bermejo: “Sí, todos. Y además hoy es el aniversario de la desaparición de los doce de la Iglesia de Santa Cruz, víctimas de la traición del infiltrado Astiz. También se suman sindicatos, organizaciones culturales y universidades: Foetra, SADOP, Satsaid, Suteba, Ocra y muchos más. Más de 75 organizaciones quedaron afuera de la gacetilla por falta de espacio. La convocatoria es abierta: todos hacen falta. Nadie puede quedar afuera. Ojalá construyamos un discurso de unión y no de expulsión.”

“LCV: Muchas gracias, Nati.”
Natalia Bermejo: “Nos vemos el jueves.”

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Pablo Flores: “La reforma laboral busca avasallar nuestros derechos”

En medio de la tensión política por el inminente envío del proyecto de reforma laboral al Congreso, Pablo Flores, secretario general de AEFIP Nacional, analiza los alcances del borrador que circula y alerta sobre sus implicancias: desde la eliminación de la ultraactividad hasta cambios profundos en la estructura sindical. En diálogo con La Columna Vertebral, sostiene que se trata de una iniciativa “ideológica”, con retrocesos en derechos laborales básicos, riesgos para trabajadores privados y estatales, y un modelo económico que, asegura, ya muestra señales de fracaso.

LCV: “¿Cómo está siendo este fin de semana largo, teniendo en cuenta que estamos ‘velando las armas’, por decirlo de alguna manera, para que ingrese el proyecto de reforma laboral?”

Flores: “Estamos en estado de alerta. Las organizaciones seguimos de cerca qué es lo que finalmente presentará el gobierno. Una de las cuestiones que la gente escucha pero no comprende del todo es el fin de la ultraactividad, y se repite como si fuera algo bueno, cuando en realidad implica un retroceso enorme.”

LCV: “¿Podés explicar qué es la ultraactividad y qué creen ustedes que busca el proyecto eliminándola?”

Flores: “Si la ultraactividad deja de regir, todos los convenios colectivos deben renegociarse desde cero. Eso expone a los trabajadores a presiones para negociar a la baja, con el Estado como autoridad de aplicación. La ultraactividad permite que las cláusulas normativas y obligacionales sigan vigentes aun cuando vencen los dos años que fija la ley para renegociación. Quitarla abre la puerta a una ofensiva patronal sobre derechos adquiridos.”

LCV: “Uno de los convenios apuntados sería el estatuto del periodista. ¿Qué derechos quedarían más afectados: vacaciones, aguinaldo, negociación salarial, asambleas?”

Flores: “El borrador que circula no sólo plantea terminar con la ultraactividad sino una profunda reforma sindical. Limitar asambleas o derechos colectivos no genera más empleo ni formaliza trabajadores. Son medidas ideológicas orientadas a desmantelar la organización sindical, que es la herramienta histórica con la que conquistamos derechos. Argentina tiene un sindicalismo fuerte, reconocido en la región y en el mundo, y eso es precisamente lo que se busca debilitar.”

LCV: “¿Hay articulación de la CGT con organizaciones sindicales internacionales para respaldar la denuncia de que se está atacando a la organización de los trabajadores?”

Flores: “Sí. Argentina está adherida a convenios internacionales de la OIT y varios puntos de esta reforma no se ajustan a esos estándares. De aprobarse, muchas cuestiones serían judicializadas. El derecho laboral está fuertemente protegido: los países que se desarrollaron lo hicieron ampliando derechos y fortaleciendo el consumo interno, no empobreciendo a sus trabajadores.”

LCV: “El borrador menciona que el trabajador no cobrará durante las asambleas, que no avanzó la prohibición de delegados en pymes de menos de 50 empleados y promete ‘terminar con la industria del juicio’. ¿Qué opinás?”

Flores: “La famosa industria del juicio es un mito. Con 7 a 9 millones de trabajadores informales y alrededor de 100.000 juicios anuales, no hay tal industria. Cuando uno analiza casos que ‘quiebran pymes’, encuentran múltiples vulneraciones previas a los trabajadores. Esta reforma laboral responde a un modelo económico: en vez de discutir una reforma tributaria seria, se busca ajustar por el lado de los derechos laborales, mientras se alivian impuestos a quienes más ganan.”

LCV: “¿Qué buscan con esta proliferación de personerías que permitiría fragmentar la representación sindical?”

Flores: “Buscan debilitar la capacidad de negociación de los trabajadores. Hoy, con la ley vigente, se pueden firmar convenios por empresa o regionales cuando la actividad lo necesita: SMATA, petroleros en Vaca Muerta, etc. Fragmentar la representación llevaría a un caos, con cientos de delegados negociando por separado, y solo beneficiaría a la patronal.”

LCV: “Incluso desde el punto de vista empresarial, ¿tiene sentido multiplicar interlocutores?”

Flores: “No. El empresariado serio no está interesado en desintegrar la fuerza sindical. Cada parte busca mejorar su posición, pero existe un equilibrio alcanzado en décadas de negociación. Cuando hay acuerdos y responsabilidad, los sindicatos acompañamos la gestión tanto en el sector privado como en el sector público.”

LCV: “El gobierno insiste en que los estatales no se verán afectados. ¿Coincidís?”

Flores: “No. Aunque digan que la reforma es para privados, cualquier modificación estructural en la Ley de Contrato de Trabajo impacta en todos. Además, hablan de un 10% de ‘reacomodamiento’ en organismos del Estado, incluida la AFIP, lo cual contradice la idea de que los estatales quedan afuera.”

LCV: “Se menciona que el IVA podría subir al 29%. ¿Es factible?”

Flores: “Posible es, si lo aprueban Diputados y los gobernadores. A algunas provincias podría convenirles y a otras no. Pero no está claro el sentido de trasladar el IVA a las provincias a cambio de ingresos brutos, ni si esos fondos serían de libre disponibilidad o con destino específico. Hay gran falta de claridad: el gobierno anuncia medidas sin definir objetivos, en un marco de oscurantismo preocupante.”

LCV: “Parece un ensayo permanente, con globos de prueba y retrocesos.”

Flores: “Sí, es una dinámica de ensayo y error que termina generando enorme daño social. Muchos anuncios se presentan como salvadores, pero sin objetivos claros nada bueno puede surgir.”

LCV: “AEFIP se reunió con la confederación de sindicatos industriales. ¿Qué implica esa articulación?”

Flores: “Fuimos convocados para aportar en materia tributaria. Hoy hay un industricidio en marcha por la apertura de importaciones y la falta de competitividad cambiaria. El problema central no son normas laborales, sino el modelo económico. Este año ya hubo dos rescates financieros: del FMI y del swap chino. Los autodenominados expertos vienen fracasando una y otra vez. Se necesita una mesa real entre empresarios, trabajadores y sectores sociales para discutir un proyecto de país.”

LCV: “Por último, ¿cuál es la actitud de los gremios de la CGT frente a lo que viene?”

Flores: “El estado de alerta está instalado. Estamos dialogando con todos los bloques, gobernadores y actores sociales. Lo lógico sería una mesa tripartita para debatir cualquier reforma laboral, pero como el gobierno no la convoca, tendremos que construir un ámbito paralelo para discutir seriamente los cambios que pretenden impulsar.”

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