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Diego Sztulwark: “Hay una fractura en el lenguaje”. Reflexiones en tiempos de ‘enorme perplejidad y oscuridad de percepciones’.

En tiempos en que se han caído todas las certezas y nos preguntamos cómo es posible que el mundo -en general- y la Argentina -en particular- parecen bordear los límites de la razón, con guerras, invasiones, destrucción deliberada del planeta y víctimas de la pobreza y la marginalidad que aplauden a sus victimarios, bien vale la pena apelar al pensamiento crítico y cuestionar la realidad misma. Por eso, LCV eligió conversar con Diego Sztulwark, coordinador de grupos de estudio de pensamiento político y filosófico, licenciado en Ciencias Políticas, editor del blog El Lobo Suelto, quien hace veinte años, desde la crisis del 2001, se destaca por tratar de comprender las ambivalencias sociales y las formas de organización colectiva.

En esta entrevista realizada por Nora Anchart el 19 de febrero en el programa La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores (lunes de 18 a 20 hs por larz.com.ar), recorremos los temas de fondo de una realidad que presenta, al decir de Sztulwark, una ‘enorme perplejidad y oscuridad de percepciones’ ¿De qué hablamos cuando hablamos de ‘libertad’? ¿Milei es el verdadero fenómeno o la sociedad lo eligió para mostrar su hastío? ¿Qué queda de los viejos conceptos ideológicos? ¿Cómo salir de la trampa del mercado como valor no sólo económico sino humano? ¿Cuál fue la responsabilidad del progresismo de la última década? ¿Hay una contracara de organización colectiva que sigue efervescente? Son algunas de las preguntas que atraviesan este diálogo.

Diego Sztulwark, editor de Lobo Suelto, coordinador de grupos de reflexión política y filosófica

LCV/NA: ¿Qué significa la palabra libertad y cómo nosotros llegamos, en nombre de la libertad, a permitir el cercenamiento de la misma?

—Quizás una primera cosa es romper con la inocencia de suponer que una palabra tiene un único significado, ¿no? Ya sabemos que eso no es así y por eso las palabras suelen dar lugar a malos entendidos y a necesidad de fuertes disputas políticas como sucede hoy. Justo estoy preparando una clase sobre Spinoza, él dice que los humanos nos creemos libres porque tenemos la experiencia de saber lo que queremos, razón por la cual nadie me va a decir a mí qué es lo que quiero, nadie me va a decir a mí qué hacer con lo que quiero. Por lo tanto, nos consideramos espontáneamente libres. Y si ningún tirano nos oprime, ni nadie obstaculiza nuestros movimientos, hacemos lo que queremos con nuestra libertad. Pero Spinoza agrega lo siguiente, esa idea de que somos libres porque sabemos lo que queremos, es en rigor algo que no se debería llamar libertad, sino ignorancia. Lo que quería decir es que nosotros sabemos lo que queremos, pero lo que no sabemos es por qué queremos lo que queremos. Así que cada vez que nosotros elegimos, somos ignorantes de las razones por las cuales estamos eligiendo lo que elegimos o por los cuales estamos diciendo o creyendo que queremos lo que queremos. Entonces, ahí Spinoza lo que dice es cuidado, porque hay una idea de libertad que es de ignorancia, no de ignorancia porque no se han leído libros o no se ha ido a la universidad, ignorancia respecto de la vida. Es decir, que uno todavía no tiene la astucia para preguntarse cuáles son las causas que están trabajando sobre nosotros para que seamos de una cierta manera. Una vez que uno se da cuenta. que uno es efecto de causas, efecto de interpelaciones, efecto de poderes, efecto de situaciones que operan sobre uno; uno inmediatamente se vuelve filósofo. Aunque no pase por la facultad de filosofía, aunque no lea libros complejos, se vuelve filósofo porque empieza a interrogar el mundo y ya no es más inocente y ya se empieza a enterar que si quiere una cosa o quiere la otra, bien podría investigar en qué circunstancias está queriendo una cosa o la otra. Esto me resulta muy importante, termino acá con esto, porque querría decir que una idea filosófica de la libertad supone que nosotros siempre elaboramos nuestras circunstancias con otros para averiguar cómo el mundo actúa sobre nosotros y qué queremos hacer nosotros con eso.

LCV/NA: En ese concepto, en esta elaboración, el pensamiento Mileiano del actual presidente alrededor de su ‘viva la libertad, carajo’, que es como un mantra en donde me parece que nunca más claro esto del pensamiento de Spinoza, cada uno a esa libertad le está poniendo un condicionante distinto, no todos están peleando por la misma libertad, todos estamos de alguna manera en libertad condicionada, el esclavo mismo no está decidiendo su libertad, la decide en función de la esclavitud, no en función de su propio concepto primario de lo que es la libertad.

—Yo pienso que ya a esta altura del partido, a Milei lo conocemos ya no solo como panelista y candidato, sino como presidente, ¿No? Si bien hace poco tiempo que está, él mantiene una coherencia bastante fuerte. Se lo escuchó en discursos nacionales, internacionales, en entrevistas. y ya vamos pescando que cuando él dice libertad lo que quiere decir es que no exista ninguna instancia colectiva que haga o que nos obligue a preguntar dos o tres veces cómo queremos que sean las cosas. Porque, según Milei, esas instancias colectivas introducen opacidad y servidumbre. Y en cambio, para él, la única instancia que es capaz de producir verdad y producir datos indudables y de orientar moralmente a las personas en el mundo es el mercado. Yo creo que esto nos cuesta tomarlo en serio, porque nos parece un poco caricatural, sin embargo, en la medida en que él es Presidente de la Nación y se lo toma en serio, merece en nuestra parte una cierta atención. Él lo que quiere decir es que existe una cosa que se llama el mercado y que no es simplemente una manera de organizar la economía, que ya de por sí para nosotros sería muy grave, muy complejo y plantearía problemas de muy difícil resolución y muchos de nosotros nos oponemos radicalmente a ese tipo de pensamiento por el cual la economía tiene que organizarse en torno al mercado de una manera única y absoluta. Pero más grave aún es pensar que el mercado es una instancia de verdad para los humanos y es una instancia moral. Es decir, que finalmente la llamada casta política no es la clase social dominante, ni siquiera es el conjunto del funcionamiento de la política, es el conjunto de instancias colectivas que obstaculizan al mercado como fuente única de verdad y de moral.

LCV: Lo que él llama además las corporaciones.

—Claro, él llama corporaciones no a los monopolios económicos, sino a este tipo de colectivos que no se dejan dominar por el mercado. Por ejemplo, hay empresas que él considera que no son lo suficientemente enamoradas del libre mercado porque tienen contactos con el Estado, porque cobran subsidios.

LCV: La Cámara Argentina de la Corrupción.

—Claro, ese tipo de frase, lo que dicen es que todo aquel que no se alinee de una manera muy brutal con la lógica de mercado tiene intereses ocultos, tiene privilegios, son inmorales, son hipócritas, en el fondo colectivistas, y los colectivistas están formados a su vez por socialistas comunistas, nazis y fascistas; que serían todo una especie de rémora espantosa del siglo XX, todos por igual, y a eso habría que barrerlo como una gran fuerza del cielo o del mercado, que le ponga precio a cada cosa, y una vez que haya precio a cada cosa, todo tendrá su valor justo. En el sentido más complejo de la justicia, porque te insisto, ya no es cosa solamente de intercambio de bienes en la economía, es también lo que vale cada persona, cada individuo.

LCV: Cómo explicamos entonces esta situación en donde mi realidad se deteriora, pero yo sigo teniendo esperanza en que una palabra mágica, como puede ser dolarización, por ejemplo, que fue como un mantra también repetido, haga que alguien que está por pagar una luca el boleto y que va a pagar un tercio o más de su salario en transporte, te diga no, pero hay que darle esperanza, lo escuché en Constitución, por eso te lo digo, hay que darle esperanza al presidente porque acaba de retomar el tema de la dolarización y entonces nos vamos a salvar.

—Todos estamos bajo el mismo manto de perplejidad y todo lo que uno dice en dos semanas después uno lo revisa y estamos un poco sin entender del todo. Pero yo creo que hay por lo menos dos tipos de explicaciones que yo pondría en juego de manera inmediata. Una tiene que ver con un cierto diagnóstico que trasciende a la Argentina. En Occidente está habiendo ya hace mínimo una década una fuerte redistribución regresiva de los ingresos o una enorme desigualdad social. Y de manera simultánea a la frustración que supone una enorme desigualdad social, una intervención muy fuerte de un capitalismo de la distancia, de un capitalismo virtual, del capitalismo de los algoritmos, que va provocando unos escenarios de deliberación y de comunicación muy individualizados. Entonces esa elaboración de la frustración, que tiene razones absolutamente legítimas, como es el enorme empobrecimiento de capa gigantesca de las poblaciones, sin contar con un instrumento colectivo deliberativo por la intervención de este tipo de tecnologías de la comunicación, que al mismo tiempo son las mismas tecnologías que coordinan la precarización del trabajo, los rappi, etcétera; esta escena es una escena que no hay que descuidar, porque es una escena global sobre el cual actúan en general las ultraderechas. Luego yo agregaría otro tipo de explicación, muy argentina, muy nacional, aunque también, por supuesto, podríamos pensarlo fuera de Argentina, pero quisiera ahora sí, ponerle nombre y apellido argentino a lo que voy a decir; una enorme responsabilidad del conjunto de las fuerzas progresistas, de izquierda, populistas, etcétera, sobre todo las que ocuparon alguna responsabilidad en el periodo político de la última década, en incumplir y en frustrar el conjunto de expectativas que todavía una parte de la población tenía en la política oficial, en el sistema político, en los liderazgos políticos, para por lo menos revertir las enormes agresiones sufridas por los momentos neoliberales. Entonces, ¿cómo se ordenan para mí las dos explicaciones juntas? De la siguiente manera: en el momento en que todo discurso igualitario cae en un gigantesco desprestigio, cada momento de empobrecimiento y de injusticia social es procesado en términos más bien individuales y es procesado más bien como una expectativa de que desde el poder haya un juego de nuevo tipo. Entonces, tengo la impresión de que la desesperación y la humillación no están circulando como en otras épocas por el mundo de la tradición popular y las izquierdas, en un sentido muy amplio, sino al contrario, están puestas en alguien que con dos palitos le ganó elecciones a todos los partidos políticos, denunció a la casta, dijo que eran responsables de la situación actual, todos quienes ya habían gobernado, y se maneja muy extraordinariamente, hábilmente en el mundo de las redes sociales.

LCV: Si tengo que decir que hay algo bueno de Milei, y me cuesta un poco bastante, es la bomba que le ha metido a todos los compartimentos estancos de clasificación, porque estamos obligados a pensar una política distinta.

—Bueno, mira, yo pienso sobre esto también dos cosas muy brevemente. La primera es, no fue Milei, fue una parte muy importante de la población la que lo utilizó a él para dinamitarlo todo. Me parece que no es tanto él, porque él como tal creo que no tiene ninguna fuerza, sino el hecho que una parte importante de la población, que en el 21, lo votó en capital, un poco más del 10%, y casi un 30% que luego, a nivel nacional, lo colocó en un lugar absolutamente inesperado y sin antecedentes en la historia de Argentina. Es decir, sin partido político, le ganó al conjunto de los partidos políticos. Uno puede decir que fue Milei, y evidentemente fue él. Pero yo creo que el dato es la conformación de una voluntad colectiva que decidió hacer de él una dinamita sobre el conjunto del sistema político. Pero esto sirve para decir, como dice Alejandro Horowitz, que nosotros no estamos llamados a hacer un balance sobre qué es lo que piensa la gente del sistema político, porque el sistema de la gente ya lo dijo, ya está claro.

LCV: Totalmente de acuerdo, pero no podemos dejar de lado la responsabilidad de que sobre la construcción Milei, los primeros que leyeron que iban a manejar el muñeco fueron las fuerzas mayoritarias tradicionales que quisieron usarlo.

Me parece que hay otro tema que me gustaría que hablemos y que para mí, si querés, es el más importante, el que a mí me convoca. Y es que junto con la victoria de Milei y con la destrucción del sistema político argentino y con la destrucción de las esperanzas de las personas de poder construir algo por la vía de estos 40 años de la democracia, lo que realmente ocurre es un enorme oscurecimiento políticamente organizado de las percepciones colectivas. No entendemos nada de lo que pasa. No entendemos a la gente que vota Milei, no entendemos a los chicos repartidores que hacen trabajo precario y que votan a la derecha, no entendemos por qué el peronismo se derrumbó en dos semanas, no entendemos nada, no entendemos absolutamente nada, cómo va a llevar a la gente a la doble realización, cómo bajan todos los salarios y el país no se quema. Entonces, me gustaría hablar un segundo de eso, porque me parece a mí que la renovación política que se vendrá, y en la que yo considero que hay que trabajar de una manera urgente, no es tanto en términos ideológicos, si es comunista, trotskista, anarquista, socialdemócrata, populista, populista izquierda, peronista, liberal o lo que fuera, sino que lo que se convierte en la diferencia total en este momento, es que las palabras estén sostenidas por cuerpos, que esos cuerpos estén sosteniendo afectos colectivos y que esos afectos colectivos vuelvan a engendrar percepciones claras y lenguajes que tengan sentido. Esto me parece absolutamente clave. Independientemente ahora de considerar cuál sería la doctrina ideológica que un grupo de este tipo profese. Casi te diría que cualquier ideología podría reanimarse con este dispositivo. Yo participé este fin de semana del plenario del Partido de la Ciudad Futura, que acaba de ser una elección excepcional en Rosario, con un 48% de los votos, y los chicos me contaban: El 48% de gente que nos votó a nosotros para la ciudad, votó a Milei a nivel nacional. Y no solo que la gente votaba eso, sino que podía explicar su lógica, podía explicar que estaban absolutamente conmovidos e interesados por el tipo de construcción, el tipo partido-movimiento que tiene Ciudad Futura en Rosario, y a nivel nacional se querían sacar encima a todos los responsables del desastre. Con lo cual, Ciudad Futura reflexiona que no hay exactamente una derechización política. Hay algo que es más complejo, una enorme desafección y un enorme oscurecimiento de las percepciones. Entonces, para mí, un poco el problema que tenemos ahora es este siguiente. O sea, sé que la semana pasada hubo una Asamblea Feminista extraordinariamente desbordada preparando el 8 de marzo. Sé que el 24 de marzo, por primera vez en muchos años, se va a intentar que las dos marchas distintas que se hacían converjan en una. Vi la efervescencia de los 200, 300 jóvenes, porque participé en el plenario de Rosario, de lo que están haciendo en tambos, en escuelas, en barrios, en territorios donde están narcos, al mismo tiempo que tienen concejales, al mismo tiempo que están articulándose en muchas partes del país, yo pienso que es momento de volver a volcar esfuerzos en un tipo de prueba de producción de nuevo tipo del sentido.

LCV: Coincido con vos, que hay como un telón de humo y que quizás lo mejor que podemos hacer cada uno de nosotros es tratar de apostar a que ese incendio forestal baje, porque la verdad a mí me preocupa el escaso rol que está teniendo la educación en el horizonte de muchas familias y no hablo de que no puedan, sino de que no quieran, de que les dé más o menos lo mismo.

—Siempre entramos en una zona muy complicada cuando empezamos como una especie de contradefinición de lo que dijimos de Espinosa, digamos a evaluar por qué las personas quieren lo que quieren sin hacer esta distinción espinociana sobre cuáles son las fuerzas que están actuando sobre esos sujetos como para que quieran o no quieran lo que quieren. Por ejemplo, hace un tiempo yo filmé una conversación con un amigo mío, Juan Pablo Fernández, se llama Causa Común, son cuatro programitas que hicimos. Pablo es migrante, boliviano, se crió en la Villa 1-11-14 y en esos videos hablamos mucho sobre qué es lo que pasó con Milei el último año, en uno de los capítulos, Pablo me dijo: Yo quiero reivindicar el derecho que tenemos nosotros, los trabajadores de tipo informales, que vivimos en los barrios populares de la Argentina, a no tener derecho a ir a la universidad, el derecho a no ir a la universidad. Y yo le preguntaba: ¿Pero cómo puede ser un derecho no ir a la universidad? Y él me respondía lo siguiente: Mira, en el contexto actual, la universidad es básicamente un lugar de ascenso social para que tiene un capital cultural capaz de usufructuar el título, pero para muchos de nosotros es perder muchísimos años adquiriendo unos saberes que después no vamos a poder poner en juego ventajosamente en el mercado laboral. Entonces, hasta que el progresismo no produzca una conciencia fuerte sobre lo que ha pasado en este país con la promesa de ascenso social, hasta que no se haga una lectura fuerte de lo que ha pasado acá con la precarización del trabajo, con la reorganización implosionada de los barrios, como dice el colectivo Juguetes Perdidos, hasta que el discurso progresista no vuelva a encontrarse con la desesperación social, hay una fractura en el lenguaje. Las cosas que decimos no se tocan con la desesperación de la vida de millones de personas. Entonces, la impresión es que es ahí en donde el libertario actúa diciendo, por ejemplo: Tenés razón, no vas a hacer la universidad. Lo que tenés que hacer vos es minar criptomoneda. Lo que tenés que hacer vos es salvarte con apuestas. Lo que pasa es que ese tipo de curso funciona mejor porque es más capaz de entender cómo se articuló el paisaje social estos últimos años. Por lo tanto, tengo la impresión, y vuelvo sobre esto, que todos aquellos que padecemos en este momento una suerte de enorme perplejidad y oscuridad de percepciones. Tenemos que atravesar eso, tenemos que volver a confrontarnos fuertemente con qué está ocurriendo hoy con esas personas en esas condiciones. Y también con una generación, no solamente una clase social, sino también una generación.

El progresismo político que gobernó cuatro de cinco gestiones de los últimos 20 años, tiene que dar cuenta de la destrucción de eso que vos extrañas. Creo que eso es lo que vive una generación entera.

LCV: Lo que te escandaliza a vos y lo que te escandaliza a alguien nacido en los 80 y también en los 90, que alguien venga y te diga: La justicia social es una mierda, no existe. Bueno, digo, a los nacidos en democracia…

—Yo digo que esa frase, la justicia social es una mierda, puede prosperar solo porque en este momento la justicia social es una mierda. Esto es algo terrible de aceptar para quienes han hecho de esa frase, algo que se supone que valdría por sí misma y no tenía que materializarse en la riqueza compartida.

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Agustín Lecchi: “Esta reforma laboral es un negocio redondo para las grandes empresas de medios de comunicación”.

En diálogo con LCV, Agustín Lecchi analiza el escenario que enfrenta el gremio de prensa tras el proceso eleccionario, los desafíos de la nueva conducción y la ofensiva del gobierno nacional sobre los derechos laborales, los medios públicos y la comunicación democrática.

LCV: ¿Cómo fue el proceso eleccionario y con qué panorama se encontraron al asumir la nueva gestión?
Agustín Lecchi: “Empezamos y rápidamente tuvimos que salir a enfrentar la reforma laboral que promueve este gobierno, que incluye el intento de derogación del Estatuto del Periodista y un capítulo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que profundiza un mercado de medios hiperconcentrado. Desde el primer día estuvimos en la calle enfrentando el DNU 70, la Ley Bases, el intento de privatización de los medios públicos y, además, peleando por el salario y las condiciones de trabajo. Logramos ganar algo de tiempo, que no es menor, pero va a haber que profundizar la lucha.”

LCV: ¿Qué llegada tienen a diputados y senadores para explicar lo que implica la derogación del Estatuto del Periodista?
Agustín Lecchi: “La semana pasada participamos de la Comisión de Previsión y Trabajo del Senado, el mismo día que nos movilizamos en las calles. Por las características de nuestra actividad tenemos compañeros que trabajan dentro del Congreso y eso nos permite dialogar con muchos legisladores y legisladoras que nos escuchan. Ojalá podamos torcer esta decisión del gobierno. En la Ley Bases logramos algo parecido cuando los medios públicos estaban entre las empresas privatizables y conseguimos sacarlos, sobre todo explicando a legisladores de provincias del norte y la Patagonia la importancia estratégica de Radio Nacional y la Televisión Pública.”

LCV: Da la sensación de que el Estatuto se presenta como algo “negociable” frente a otros derechos más visibles.
Agustín Lecchi: “Es así. Nosotros rechazamos toda la reforma, pero en particular la derogación del Estatuto y el capítulo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que elimina el gravamen que financia medios públicos y fondos de fomento. Acá no solo buscan quebrar al movimiento obrero, sino destruir la comunicación democrática y la pluralidad de voces. Atacan la libertad de expresión y el derecho a la información, porque si yo puedo ser despedido por lo que pienso, se van acallando voces hoy y mañana.”

LCV: ¿Cómo se le explica esto a la sociedad de manera simple?
Agustín Lecchi: “Hay que decirlo en términos básicos: si yo quiero contar una noticia desde mi punto de vista y no coincide con el de la empresa, me pueden echar. No importa si está justificado o no. Eso va generando autocensura. No se trata de un gobierno en particular ni de una línea editorial, sino de evitar la hegemonía de voces, porque con cualquier gobierno sería igual de grave.”

LCV: ¿Ese fue el eje de la exposición en el Senado?
Agustín Lecchi: “Sí, planteamos la importancia de la libertad de expresión y de la tarea periodística garantizada por el Estatuto. Es un gobierno que también atacó leyes de acceso a la información pública, por eso tener una norma que resguarde nuestra profesión es fundamental. El Estatuto no es solo laboral: también protege derechos individuales y profesionales, y esa discusión no puede darse dentro de esta ley.”

LCV: ¿Trabajan la concientización con las audiencias?
Agustín Lecchi: “Lo venimos haciendo hace mucho, pero hay una censura enorme de las grandes empresas de medios sobre la reforma laboral y el Estatuto, porque es algo pedido por ellas. Para las empresas es un negocio redondo: les sacan impuestos y nos sacan derechos. Desde el menemismo, cuando se permitió que fuéramos factureros, se fue degradando la relación laboral y el periodismo pasó a verse como un producto.”

LCV: El gobierno anunció una reducción del 20 % en RTA. ¿Qué saben de eso?
Agustín Lecchi: “Hablan de retiros voluntarios que de voluntarios no tienen nada. La semana pasada hicimos un paro con concentración en la puerta del canal, con acompañamiento de dirigentes de la CGT y la CTA. Hay mucha conflictividad porque la situación salarial es dramática. Nos imponen la paritaria de la administración pública cuando históricamente tuvimos paritarias propias. En Radio Nacional el salario está judicializado y en la Televisión Pública seguimos en conflicto.”

LCV: ¿Cómo se preparan para lo que viene?
Agustín Lecchi: “Vamos a rechazar cualquier intento de avanzar sobre los puestos de trabajo. Estuvimos cuatro meses acampando en la puerta de la TV Pública y cuando hacemos paro es contundente, no sale nada al aire. Sabemos que se viene un año difícil, pero una elección no da un cheque en blanco para hacer cualquier cosa. Tenemos fortaleza gremial para enfrentar lo que haya que enfrentar y para construir propuestas desde los trabajadores.”

LCV: ¿Hubo cambios en la conducción del sindicato?
Agustín Lecchi: “Sí, hubo mucho recambio. Se incorporaron compañeros jóvenes, como Sebastián Díaz en la Secretaría Gremial y delegados de distintos medios. Tenemos una conducción diversa, ideológica y políticamente, pero todos con un objetivo común: defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras de prensa de todos los medios.”

LCV: ¿Cómo es la relación con el Grupo Octubre?
Agustín Lecchi: “Para nosotros es un empleador más. Este año tuvimos mucha conflictividad en Canal 9, Página 12 y Radio Continental. Logramos un impasse porque empezaron a cumplir con el pago de la paritaria. Nuestro objetivo es simple: que paguen lo que se acordó con la cámara empresarial, como cualquier otro medio.”

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“Cuando la vivienda se construye en comunidad: la experiencia de FECOOPTEBA”

Con más de tres décadas de trayectoria, la Federación de Cooperativas de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (FECOOPTEBA) nuclea a cooperativas de vivienda y consumo integradas por docentes y auxiliares de escuelas públicas y privadas. En diálogo con La Columna Vertebral, Marta Andreoli explicó el origen, el funcionamiento solidario y el alcance de una experiencia que ya permitió el acceso a la vivienda a más de mil familias bonaerenses.

Transcripción:

LCV: “Contame un poquito de qué se trata la FECOPEBA, Federación de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires y cooperativa de vivienda y consumo.”

Marta Andreoli: “FECOPEBA no es una cooperativa en sí misma, sino una federación de cooperativas de vivienda y consumo. Tenemos una historia de 30 años en la provincia de Buenos Aires y está vinculada específicamente a docentes y auxiliares de escuelas de toda la provincia, tanto de gestión pública como privada. Como toda cooperativa, está abierta en cada distrito a que se sumen compañeras y compañeros de las distintas comunidades educativas.”

LCV: “¿Por qué surge la federación a nivel provincial?”

Marta Andreoli: “Hablamos de 30 años porque primero se fue formando cada cooperativa de manera autónoma, autogestionada y autodeterminada. La primera fue en el distrito de La Matanza y, a medida que se fue colaborando con el nacimiento de otras cooperativas, se volvió necesario generar una federación para organizarnos, intercambiar experiencias y seguir creciendo en toda la provincia.”

LCV: “Cuando hablamos de cooperativas de vivienda, históricamente se pensaba en el acceso a la primera casa. Hoy, con el crédito tan escaso, ¿cómo funcionan estas cooperativas?”

Marta Andreoli: “En su origen y en su continuidad, nuestras cooperativas se basan en algo que parece en desuso pero es fundamental: el autoahorro. Cada compañera y cada compañero que se asocia va generando, junto a otros, un capital común. Con ese capital se gestiona la compra de un terreno, generalmente cercano a la zona de trabajo. Luego se realiza todo el trabajo con el municipio para lograr la mayor cantidad de viviendas posibles al costo, porque somos nosotros mismos quienes administramos el dinero.”

LCV: “¿Qué rol cumple el trabajo solidario en ese proceso?”

Marta Andreoli: “El trabajo solidario es clave. Las comisiones trabajan de manera voluntaria y eso permite que entre un 30 y un 35% del costo no pase por un fideicomiso ni por una empresa privada. Ese esfuerzo colectivo se vuelca directamente para que las viviendas salgan a costo. No es un crédito, es una capitalización solidaria entre todos para que cualquier familia, en cualquiera de sus formatos, pueda acceder a su primera vivienda.”

LCV: “¿Cómo se define quién accede primero a la vivienda dentro del grupo?”

Marta Andreoli: “Se prioriza a las familias que alquilan y que tienen hijos pequeños. También se tienen en cuenta situaciones de mayor vulnerabilidad, como quienes viven prestados o en una sola habitación dentro de una casa familiar. En general, quienes alquilan son los primeros en acceder y, muchas veces, se trata de jefas de hogar, mujeres que quedaron solas al frente de la familia, algo muy común.”

LCV: “Una vez comprado el terreno, ¿cómo se garantiza el acceso a los servicios básicos?”

Marta Andreoli: “Depende mucho de la zona. En localidades como Rauch, Carmen de Patagones, Junín o Las Heras existe una colaboración muy fuerte con cooperativas de servicios y de trabajo, porque esas comunidades funcionan así. En otros casos, como hoy en Luján, trabajamos sobre terrenos que no tienen servicios y es obligatorio articular con las cooperativas correspondientes para lograr luz, agua, gas y saneamiento, siempre buscando que el pago sea accesible para las familias.”

LCV: “¿Cómo es el vínculo con los municipios y el Estado?”

Marta Andreoli: “En cada municipio donde trabajamos también hay una tarea pedagógica, porque somos docentes. Hay funcionarios que nos abren las puertas y otros no tanto, pero siempre explicamos cómo funcionamos y que no tenemos fines de lucro. Todo debe estar en blanco, con facturas y regulado tanto en la provincia como a nivel nacional. No existe la posibilidad de coimas ni atajos: los expedientes siguen su curso de manera transparente o no avanzan.”

LCV: “¿A cuántas personas han asistido hasta el momento?”

Marta Andreoli: “Con la suma de las últimas diez viviendas entregadas en La Matanza, entre todas las cooperativas ya alcanzamos las 1.214 viviendas construidas y entregadas.”

LCV: “¿Cómo es la vivienda promedio que construyen?”

Marta Andreoli: “En líneas generales tenemos tres modelos: un monoambiente, una vivienda de dos dormitorios con cocina comedor integrado y una vivienda de tres dormitorios, que llamamos la vivienda grande. En las zonas donde se puede se construyen casas y, más cerca de la General Paz, edificios. Todo depende también de lo que permita cada municipio. Una vivienda grande puede tener entre 65 y 75 metros cuadrados, la mediana entre 45 y 50, y el monoambiente o vivienda de un dormitorio entre 42 y 47 metros cuadrados.”

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Julián Benitez, de la Cámara de la Industria del Juguete: “La Noche de las Jugueterías mostró que el comercio de cercanía sigue siendo clave”

En un contexto de caída del consumo, cambios en los hábitos infantiles y preocupación por la seguridad de los juguetes, la industria juguetera atraviesa un año complejo. Sin embargo, iniciativas como la Noche de las Jugueterías buscan fortalecer al comercio de cercanía y sostener la actividad. En diálogo con LCV, Julián Benítez, gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, analizó los resultados de la jornada, la situación del sector y los desafíos que enfrenta la industria nacional.

LCV: Hace muy pocos días, el 11, se realizó la Noche de las Jugueterías. Contame qué resultados tuvieron, cómo fue la jornada.

Julián Benítez: “Fue una muy buena jornada, con una gran adhesión por parte de los comercios. La gente se acercó para conocer novedades y realizar reservas, lo que muestra una de las fortalezas de las jugueterías de barrio: el comerciante de cercanía puede reservar un juguete a un cliente de toda la vida y guardarlo hasta el momento de una promoción bancaria. Ahora estamos complementando esta iniciativa con los días clave que definen el desempeño de la temporada de fin de año, especialmente Navidad.”

LCV: ¿Cuántos barrios abarcó la Noche de las Jugueterías?

Julián Benítez: “Fue una jornada federal, con participación de jugueterías de todo el país.”

LCV: ¿En qué lugares tuvo más impacto? Pienso en Córdoba, Jujuy.

Julián Benítez: “Siempre de acuerdo a la densidad poblacional, pero el impacto se notó en todo el país. Lo más importante es remarcar que existe una manera diferente de comerciar cuando hablamos de un comercio de proximidad.”

LCV: Recién hablábamos del valor del comercio de cercanía.

Julián Benítez: “El objetivo es invitar a la gente a volver al comercio pyme y a la juguetería tradicional para encontrar el juguete indicado. Ese es el valor agregado: la recomendación del juguetero, que orienta según la edad y los intereses de los chicos, y pone la cara por la calidad de lo que está vendiendo.”

LCV: ¿Cómo convive esto con el crecimiento del comercio online?

Julián Benítez: “Hoy hay una reconfiguración de los canales de comercialización, con un fuerte crecimiento del e-commerce, que es muy útil cuando ya se sabe exactamente qué comprar. Pero no siempre es así, y ahí el comercio de cercanía sigue siendo fundamental. Además, el comercio online explica entre el 25 y el 30% de las ventas totales, mientras que el comercio de proximidad continúa siendo mayoritario.”

LCV: Paso del minorista al fabricante. ¿Cómo está la industria hoy?

Julián Benítez: “El nivel de actividad de las pymes es bajo en comparación con años anteriores. Se trabaja a un solo turno y seis de cada diez máquinas no están funcionando plenamente, lo que implica una capacidad ociosa del 50 al 60%. La principal problemática del año fue la caída del consumo general, que afecta no solo a la industria del juguete sino a todos los sectores.”

LCV: Además hay cambios en los hábitos de los chicos.

Julián Benítez: “Sí, cada vez pasan más tiempo frente a pantallas y menos tiempo jugando con juguetes. Esto no solo preocupa a la industria, sino también a la educación y al desarrollo infantil. Junto a pediatras y especialistas vemos problemas de sedentarismo, obesidad, falta de atención y dificultades para tolerar la frustración, algo que antes se aprendía jugando juegos de mesa en familia.”

LCV: Justamente, los juegos de mesa cumplen un rol educativo.

Julián Benítez: “Exactamente, ayudan a aprender a ganar, perder y respetar reglas, que es la vida misma. Por eso insistimos en volver a poner el juego en agenda, incluso el juego sin consignas, el aburrirse, que es fundamental para estimular la creatividad.”

LCV: También expresaron preocupación por los juguetes importados sin controles sanitarios. ¿Qué están reclamando?

Julián Benítez: “Es un problema multivariable. El contrabando elude los controles oficiales y hace ingresar juguetes que no cumplen con la norma técnica de seguridad ni con los procesos de certificación. Desde agosto cambió el esquema de fiscalización y ahora se controla en el mercado, lo que es un gran desafío en un país tan extenso. Estamos trabajando con la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial: ya se retiraron productos peligrosos, se eliminaron publicaciones online y se avanzará con multas. Además del riesgo para los chicos, estos productos generan competencia desleal porque se venden a precios irrisorios al no cumplir ningún control.”

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