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Entrevistas

¿Quién es Moskita Muerta?

Dialogamos con un trabajador de los medios que se hizo a sí mismo manteniendo el anonimato. Cómo llegó a convertirse en un influencer del mundo del espectáculo, directivos de canales y faranduleros de todo tipo. En tiempos de grandes firmas, reflectores y brillos, hacerse un lugar en el periodismo sin mostrar el rostro es toda una hazaña. Un verdadero emprendedor.

Moskita Muerta

LCV: ¿Cómo surge Mosquita Muerta?

—Fui muchos años productor de televisión, de programas periodísticos, políticos, de programas de actualidad. Un día estaba trabajando con una periodista muy importante que me dijo “te tenés que abrir un Twitter”. Yo la verdad que no quería abrirme un Twitter, porque era la época, estamos hablando del 2008, 2009, donde Twitter era para los personajes más famosos, en donde se veía el famoso contando determinadas cuestiones. Entonces yo decía ¿Qué voy a contar? Soy productor, los productores estábamos acostumbrados a estar en la parte de atrás, que no se nos conozca. Pero dije bueno, me abro uno. Cuando abro la cuenta, no quería aparecer con mi nombre y apellido, porque sentía que no tenía nada para contar. Entonces se me ocurrió armar este personaje, que era un personaje desconocido, que andaba por los canales, y que quería contar lo que pasaba dentro de los canales. Eso, cuando vos te vuelves un poco más popular y te empiezan a seguir los gerentes de los canales…

LCV: Además porque sos picante, o sea, te empezaron a seguir los gerentes de los canales porque no era un Twitter así nomás, eras picante.

—Lo gracioso era que todo el mundo decía pero ¿quién es? ¿Dónde está?

LCV: Se miraban con sospecha entre sí.

—Claro. Por ejemplo, una vez, cuando fue uno de los debates de no recuerdo qué elección de candidatos de Capital, yo estaba en el set de A dos voces, entonces tenía las fotos y todos decían ¿¿ero quién es? ¿Cómo entró? ¿Cómo tiene las fotos del set? ¿Quién lo dejó pasar? Entonces era muy gracioso en ese momento. Eso fue el comienzo. Después cuando uno empieza a crecer y necesitas información, obviamente tenés que dar a conocer y tenés que decir quién sos, porque esa es la diferencia entre un improvisado y un profesional.

LCV: Me acuerdo cuando empezaste a crecer más rápido de lo que podías haber imaginado y me decías esto no da, yo no estoy preparando para esto. Yo dije este es tu momento, te subís y no te bajás y me acuerdo que estaba ahí casi como una madrina vigilante de que no se te ocurriera paniquearte con el tema. Entonces tu éxito lo viví con muchísima alegría.

—Sí, sobre todo la duda tenía que ver en ese momento si yo iba a poder vivir del personaje, sostenerlo profesionalmente, porque yo elegí el camino más complicado. Elegí un nombre de caricatura, arrancar en una red social que quizás no estaba tan tan embarrada como en este momento, pero siempre fue una red social a la que se la miraba muy de reojo. Elegí el camino más difícil, pero también es cierto, y nunca me voy a olvidar lo que una vez me dijo un editor de Perfil cuando le entregué una nota, me dijo “vos tenés que conservar el anonimato, porque a vos la gente te sigue por la información que das y por tu análisis, no por quién sos”

LCV: Es una construcción de un trabajador que se arriesgó y que con audacia generó un nicho de trabajo y hoy es respetado por medio mundo y temido también cuando se pone a hablar de algunas cosas. Entonces hoy tenés una columna en La Nación, te llaman de distintos medios para opinar.

—A propósito de eso que vos decías, realmente quiero decir algo en relación al tema del trabajo en los medios de comunicación, que muchas veces está la fantasía y sobre todo de la televisión, que viven en un mundo dorado, de todos divinos, el teléfono blanco. No. Para sostenerse en los medios, sobre todo en la tele, hay que trabajar un montón. Un montón. En lo que se refiere el proyecto Mosquita Muerta, yo trabajo día y noche, de lunes a lunes. Yo hace 11 años que empecé oficialmente con el proyecto, a trabajar en Radio Ciudad y a escribir notas, como a despegarme del productor que era, y fue una construcción que me tomó mucho tiempo, e incluso hoy sigo metiéndole mucho laburo, porque es la única manera de sostenerse.

LCV: Tanto Mirtha como Susana te han reconocido tu trabajo. Estoy hablando de las mujeres que son así como el top ten en términos de periodismo de espectáculos.

—Sí, por suerte en estos 11 años de trabajo en la radio he podido entrevistar a todos los máximos referentes de la tele, Suar, Tinelli, todos los gerentes de los canales, de las señales de noticias. Sobre todo, lo más importante es todos estos personajes no dan una nota porque sí, o a cualquiera. Ellos confiaron sin conocerme a mí personalmente, ni saber mi nombre real, ni cuál era mi carrera, confiaron en mi trabajo. Me parece que eso es habla muchísimo de esto, de que se puede con trabajo.

LCV: Tu análisis político es súper importante a la hora de ver en los medios qué pasó con el rating. Te llevo a Milei y te llevo al bajón del otro día, cuando él armó su propio stand up que creyó que iba a tener a todo el mundo en vilo y creo que lo seguimos solo los periodistas políticos. Contame.

—Pasó algo muy particular el domingo anterior. En principio, Milei arrancó con el pie izquierdo levantando a la reina Susana Giménez de la vuelta a la televisión. Hay que decir algo sobre el tema de la televisión abierta, porque la gran merma de audiencia fue en la televisión abierta. Hoy la televisión abierta la ven varones y mujeres de más de 50 años, pero la gran masa de público que ve televisión abierta son mujeres mas que varones. Entonces, cuando el domingo pasado cuando Javier Milei arrancó su cadena a las 21hs, la gente se fue de la televisión abierta al punto tal de que en para que vos tenés una idea, la cadena empezó a las 21, 21:01 Canal Trece había perdido 4 puntos y estaban 0.4, de un minuto para el otro. Telefe había perdido 5 puntos y estaban 2.9. Era el único que más o menos tenía un número digno. Ni hablar de América, que estaba en 0, el Nueve en 0. O sea, de golpe y porrazo, 10 puntos se fueron en un minuto de la televisión abierta. A mí me agarró como un enojo enorme, porque lo tuiteé desde el alma, puse la planilla. Por eso fue muy impactante ver esa planilla y poner cómo destruir el prime time de un domingo con una cadena nacional. Porque realmente lo que había pasado en la tele abierta fue impactante en materia de números.

LCV: Le reventó la única alegría que tenía ese domingo la gente a lo mejor.

—Para que vos des una idea, el domingo pasado, la cadena nacional de Milei, sumando los siete canales de aire, de 21 a 22 pm., sumó 11.7. Esto es la televisión abierta. Después voy a hablar del cable. Anoche, Susana Giménez llegó ella solita a un pico de 19 puntos. Ella solita. Entonces nos damos cuenta de la perspectiva de una cosa y la otra. ¿Qué pasó el domingo?

El domingo pasó una cosa muy particular, y es que la gente que vio la cadena nacional la vio por el cable, no la vio por la televisión abierta. Eso es un dato muy importante porque si uno piensa que la presentación que hizo Milei el domingo pasado estaba hablando, en principio, de lo que va a ser el próximo año de todos nosotros, cuál es la inflación que proyecta el gobierno, cuál es el dólar que proyecta el gobierno, y demás, la gente debería haber estado muy interesada por escuchar la locución del presidente.

LCV: Pero es que no le cree, me parece.

—Bueno, acá viene el tema y es ¿Quién ve la televisión abierta? Vos lo dijiste recién, Nora, el público, el pueblo, digamos, el que ve el cable, el que ve las señales de noticias, es alguien quizás que le importa más la actualidad, que está más cerca por su profesión. Entonces, de golpe nos encontramos con que la cadena nacional del domingo anterior promedió 27.8 entre los siete canales de aire y los siete canales de cable. Ahora, te voy a dar un dato que yo creo que sí es el dato que para mí le debe haber preocupado al gobierno. El 1 de marzo, Javier Milei hizo una cadena nacional, también en el marco de la apertura de las decisiones ordinarias del Congreso, como se hace todos los 1 de marzo. Ese 1 de marzo fue viernes. Estamos hablando de hace seis meses atrás. Seis meses, no hace veinte años. Él hizo una cadena nacional que arrancó también a la noche, porque fue a la noche. Esa cadena nacional, los siete canales abiertos habían promediado 22.2, el doble.

LCV: Se le cayó 11 puntos.

—No sólo eso, sumado el cable, esa cadena nacional había dado prácticamente un promedio de 50 puntos de rating. Estamos hablando del mes de marzo, seis meses atrás.

LCV: Ahora, fíjate que para los que no creen en el rating, no creen en las encuestas, tienen doble vía para no creer. Las encuestas también lo dan bajando 10 puntos. Quiere decir que hay una coincidencia entre lo que mandó el control remoto y lo que le está pasando a la gente.

—En principio, para mí el título es que la gente se fue de la televisión abierta. Se fue, directamente. Creo que también hay otro tema, el presidente estuvo mal asesorado. Hay gente que puede entender muy bien de redes sociales, pero la red social no es la televisión abierta. La televisión abierta va por un carril y las redes sociales van por otra. Los códigos son completamente diferentes, porque el público es diferente. Vos recién hablabas de Susana. Ayer en las redes sociales, o en estos días, se arengó un apagón a Susana, porque vivió en Uruguay, porque apoyó a Milei, bla, bla, bla. Ayer la gente la vio igual.

LCV: Ganó la curiosidad.

—Otro dato que quiero dar, que también me llamó mucho la atención, es que el presidente Milei, el lunes en su cuenta de Instagram, y después también lo hicieron la cuenta de Twitter de la TV Pública, que me llamó mucho la atención que utilizaron una red social de un canal público de todos, para este tipo de información. Pero yo voy a leer textual lo que dice el flyer que armaron desde Presidencia y vamos a analizarlo. Dice: Opereta desmentida. Milei tuvo casi 30 puntos de rating en la presentación del presupuesto. ¿Qué hacen en este flyer? Ponen TV abierta + cable, 28 puntos. 7.8 en todo el país. Esto no es real, porque 28 puntos, que es lo que midió entre el cable y el aire, son 2.800.000 personas en Capital y Gran Buenos Aires. ¿Por qué? Porque Ibope mide Capital y gran Buenos Aires.

LCV: Claro, no mide el resto.

—No, sí lo mide, pero no lo va a difundir. No lo cuenta. Hay que decir una cosa, porque alguien por ahí me escucha del otro lado y dice no, pero a ver, el presidente… Sí, pero el presidente, si vamos a hablar en términos de rating, le comprende las generales de la ley, que le comprende a todos los conductores de la televisión y a todos los programas. La medición es única y es Capital y Gran Buenos Aires, que es la que difunde Ibope ¿Qué hacen ellos? Hacen un estimado de lo que se pudo ver en todo el país.

LCV: Incomprobable.

—Entonces acá dice 7.8 millones en todo el país. ¿Este número quien lo da? No lo sabemos. Pero hay algo peor todavía, que por esto digo que el presidente no está bien asesorado. Audiencia en YouTube: 17 puntos, dice. No sabemos cómo lo calculan. Ponen 1.4 millones en todo el país, y ponen abajo fuente Ibope. Yo me comuniqué con la gente de Ibope, con la que tengo un buen vínculo, porque lógicamente al hablar todo el tiempo de ratings, yo tengo un buen vínculo con ellos. Ellos me dicen que solo se hacen cargo de los 28 puntos en Capital y Gran Buenos Aires, y wue el resto de estas cifras no corresponden a relevamientos de ellos.

LCV: Esta gente no sabe de pueblo, sino nunca hubiera tocado un horario de Susana Giménez. No sabe que la gente popular en el medio de todo este despelote, el fútbol, mirar un poco de Susana y que se yo, la gente está buscando la ilusión de eso, de un juego que me entretiene

—Además, imaginate que Susana va a entregar 200 millones de pesos.

LCV: ¡Hasta yo la voy a ver!

—Mirá, ¡Yo también iba a decir lo mismo! Yo me imagino lo que pasó. Una mesa, sentados cinco personas. “Dale, Javo, vamos el domingo que la vas a romper”, como uno ve en las redes, ¿no? Yo me baso en lo que veo en las redes. “La vas a reventar el domingo, vas a dejar toda la audiencia, tuviste 50 puntos, ahora vas a tener 7 millones” y no sé qué. Después encontraron, además, que el domingo es un día que no es el de mejor encendido de la televisión. A ver, los grandes programas, los grandes canales ponen un programa fuerte los domingos porque se concentra mucha gente viendo televisión. Pero yo no sé si el domingo la gente tiene ganas de que le bajen líneas sobre política y actualidad.

LCV: El otro día escuchaba a Julieta Silberberg denostar a los programas del estilo de Guido Kaczka porque decía que exponían a la gente en sus miserias y que los hacían concursar para que compitieran y se quisieran matar entre sí. Yo pensaba, con todo el respeto que le tengo a Julieta Silverberg, que no vio nunca el programa de Kaczka, porque es cualquier cosa menos eso ese programa.

—Además me parece súper interesante que tanto el programa de Guido, por ahí el de Iván de Pineda es un poco más caballo blanco de San Martín con las preguntas, pero me encanta que la televisión abierta premie el saber.

LCV: Vos sos una de las pocas personas que conozco que fue a la casa de Papá Noel real. Contanos eso.

—Tuve la posibilidad de ir a Robaniemi, que es un pueblo en el sur de Europa. Es una ciudad de Finlandia que está bien, bien al sur y ahí está la casa, es el pueblo original de Papá Noel. Así que el Robaniemi, para que se den una idea, es la capital de la Laponia, en el norte de Finlandia. Obviamente quedó destruida después de la Segunda Guerra mundial, y de a poquito la fueron reconstruyendo y ese es el lugar que “eligió”, cuenta la leyenda, Papá Noel para vivir. Es muy impresionante porque además tuve la posibilidad de ir en invierno, entonces estaba todo nevado de una manera tremenda, pero además de eso, hay un señor que hace Papá Noel, hay cartitas de todos los países, y por supuesto, y están los gnomos que hacen los juguetes y todo eso. Está todo lo que te puedas imaginar y más. Rrealmente uno vuelve a su infancia.

LCV: Tenés que pagar el peaje que consiste en que me cuentes cuál fue tu primer trabajo, a qué edad y si te acordás qué hiciste con esa guita.

—Sí, claro, me acuerdo. A los 15 años quería empezar a tener mi propia plata y empecé a trabajar en una farmacia de puro inquieto que era. Arranqué primero siendo cadete y después de a poquito empecé a atender en el mostrador. Y creo que esa primera plata, bien de capricornio, me la guardé. Me la guardé porque quería ahorrar y tenía esa fantasía de en algún momento poder viajar solo, que sería después mucho más grande, a los 14 años. Aprendí mucho en ese trabajo. Porque el primer trabajo te marca en un montón de cosas, la responsabilidad en pasar a saber que tenés que cumplir un horario, que tenés que responder, sobre todo siendo tan chico y en un momento, además, que fue un momento muy difícil de Argentina, donde había una hiperinflación galopante, entonces vos veías a la gente que realmente no podía comprar sus medicamentos porque aumentaba todo.

LCV: Gracias por haber pasado por acá, Mosquita.

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“Sin archivos no hay derechos”: la advertencia de Andrés Pak Linares ante el vaciamiento de la memoria estatal

El archivista y presidente de AFPA (Archivistas de la Función Pública Argentina) Andrés Pak Linares, advierte sobre los riesgos que corren los archivos públicos en un contexto de desfinanciamiento, desmantelamiento institucional y políticas que apelan a la desmemoria. Desde el Archivo General de la Nación hasta los organismos más pequeños del país, Pak Linares plantea que sin una política estatal sólida en materia archivística no solo se pierde historia: también se atenta contra la eficiencia del Estado y, sobre todo, contra el ejercicio pleno de los derechos individuales y colectivos. En diálogo con LCV, insiste en la necesidad de una política de archivos que trascienda gobiernos y coyunturas ideológicas, tal como sucede en otros países de la región.

LCV: ¿Cuáles son los riesgos que corren los archivos? Sobre todo en este momento, con este tipo de gobierno que apela a la destrucción y la desmemoria.

Andrés Pak Linares: “Bueno, nosotros desde AFPA , advertimos en un comunicado en abril de 2023 que todo estaba en peligro. Tristemente se fue cumpliendo esta visión que nosotros teníamos. Y lo vemos —para decirlo de una forma que se entienda, digamos— detrás de cada institución que se cierra o detrás de cada programa que se descontinúa, hay un archivo. Hay un archivo que recoge los documentos que dan cuenta de lo que hizo ese feminismo, de lo que hizo ese programa, ese funcionario”.

LCV: Ese funcionario también, por supuesto.

Andrés Pak Linares: “Claro, porque los archivos son los lugares donde se puso la documentación que refleja el accionar de las instituciones. Hay una trazabilidad de la historia que indica en qué gobiernos se cuidó más la memoria, en cuáles se cuidó más la cuestión archivística, se le dio visibilidad, se le dio formación a la gente.”

LCV: Recuerdo, desde que tengo uso de razón —y sobre todo desde que soy periodista— haber ingresado, y salvo los de la Biblioteca Mariano Moreno y algunos otros que son buenos en sí mismos, pero recuerdo el ingente trabajo de los archivistas para protegerlos del polvo, de los ácaros, de un montón de situaciones en donde uno dice: “Pará, eh, esto sin ir a otras cosas, como por ejemplo los fílmicos y los discos, que vos recordarás en la época del presidente Menem, por ejemplo, los archivos de Radio Nacional se tiraron todos a los containers de basura”.

Andrés Pak Linares: “No es fácil ponernos a hacer cuentas de lo que se ganó y lo que se perdió en los últimos años —a decir, no sé, 40 años—, hay muchos hitos, ¿no? Pero yo empezaría por acá: lo que nosotros planteamos desde AFPA es que lo que falta es una política estatal en materia de archivos. Política estatal, no gubernamental. Después podemos encontrar en los distintos gobiernos algunas acciones positivas, algunas negativas. Querríamos trascender eso a favor de la discusión por una política estatal, que es la responsabilidad estatal de la memoria. Y más que de la memoria, yo diría de archivos. Tenemos otra discusión. Las políticas de memoria útiles, buenas, que nosotros acompañamos y demás, tienen una correlación con las políticas de archivo. Si yo quiero una política de memoria eficiente, necesito una política de archivos eficiente. En ese sentido, y para nombrar hitos venturosos, entre el 2010 y el 2020 funcionó un programa de capacitación por el que pasaron más de 3000 agentes, más de 100 organismos públicos. Discontinuado. En los 90s, por ejemplo —para hablar de distintos gobiernos— durante el proceso de privatizaciones, y por el denodado esfuerzo de trabajadoras y trabajadores del Archivo General de la Nación y de otros archivos, bueno, el Archivo General de la Nación duplicó su patrimonio. Rescatando fondos de organismos privatizados.

LCV: ¿Cuáles serían las deudas de la democracia con la política de archivos?

Andrés Pak Linares: Lo que no tenemos del 83 para acá —para hablar de las deudas- es una actualización normativa, un reconocimiento de la profesión. Reconocimiento que tiene que, además de ver sueldos, verse en estructuras, verse en funcionalidad de los archivos. Entonces, más allá de señalar si este gobierno hizo esto, este gobierno hizo lo otro… nosotros vemos que hay una línea, por así decir, que no termina de instalar una política sólida.

LCV: ¿Cómo ves la política actual en ese sentido?

Estamos viviendo un denodado ataque a toda la estatalidad o a todas las —digamos— funcionalidades estatales, ¿no? Y en ese sentido no hay mucho para destruir. Está todo en peligro. Hay un peligro total, en todos los estamentos.”

LCV: Hay mucho para hablar, te digo, hay mucho para hablar y muy poco tiempo, porque yo te voy a pedir que en un minuto me definas la importancia que tiene —en un país— para su crecimiento intelectual, histórico, político y social, el tener los archivos y poder acceder a ese pasado nuestro que yo entiendo siempre enseña. Bien, en un minuto nada más.

Andrés Pak Linares: “Perfecto. Lo que nosotros planteamos —y esto quizás lo explique bien— es que los archivos tienen una triple función social. Una, la de preservar documentos que puedan oficiar de fuentes para el conocimiento del pasado. Otra, para la eficiencia administrativa. Y acá ya empezamos a abrir el juego: si yo quiero un Estado eficiente, más allá de la ideología o más allá de la dirección política que le dé, necesito archivos adecuados. Y una tercera, que dejo para el final y no es la menos importante: los archivos son el soporte documental para el ejercicio de derechos individuales y colectivos”.

LCV: “Totalmente”.

Andrés Pak Linares: “Entonces, si yo no implemento una política de archivo o directamente ataco la funcionalidad o servicios de archivos, estoy atacando directa o indirectamente —pero más directa que indirectamente— la posibilidad del ejercicio de derechos individuales y colectivos. Para poner un ejemplo de países vecinos: Brasil, hasta hace poco, tenía una política estatal en materia de archivos. Cambiaban los gobiernos —se iba Collor de Mello, venía Lula—, el director del Archivo Nacional de Brasil era el mismo. La CONARC, el Consejo Nacional de Archivo, era el mismo, seguía funcionando. A eso llamamos política estatal.

LCV: “Exactamente”.

Andrés Pak Linares: “Que trascienda las coyunturas. Que trasciendan las coyunturas y las ideologías”.

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Raúl Godoy, trabajador de la fábrica recuperada Zanon: “Nos están asfixiando”.

En un país donde las estadísticas borran a quienes resisten por fuera del mercado, el trabajador y dirigente ceramista, ex diputado del Frente de Izquierda, Raúl Godoy, levanta la voz desde el corazón de una experiencia que desafía las reglas del capitalismo hace casi 25 años. Zanon, la fábrica de cerámicos de Neuquén gestionada por sus trabajadores desde 2001, enfrenta hoy un escenario crítico: tarifas impagables, falta de crédito, desindustrialización y un Estado que nunca apostó por las gestiones obreras.

El viernes 13 de junio a las 17:30 hs en el Auditorio de ATE Nacional “Héctor Quagliaro”, ubicado en Moreno 2654, CABA, convocan a una reunión de solidaridad. En defensa de las gestiones obreras de Neuquén: Zanon, Ceramica Neuquen y Stefani de Cutral Co.
“El gobierno provincial con el uso de las fuerzas represivas: corto la luz y el gas a las cooperativas en plenos fríos. Paralizando asi toda la producción por lo tanto el sustento de cientos de familias. En la provincia de Vaca Muerta que provee energía a un tercio del país cortan los servicios a cooperativas de trabajo. Los trabajadores con un amplio apoyo de la comunidad vienen realizando manifestaciones en Neuquen, pero necesitan hacer visible esta situación a nivel nacional”, explicaron en un comunicado.

De paso por Buenos Aires para impulsar esa reunión de solidaridad y visibilización, Godoy analiza el presente de la cooperativa, recuerda el rol de los gobiernos que prometieron y no cumplieron, y apunta contra un modelo económico que prioriza a las multinacionales mientras deja caer a quienes producen sin patrón. “Lo que es verdaderamente utópico —advierte— es pensar que se puede sostener una cooperativa en medio de este capitalismo destructivo.”

LCV: ¿Dónde estás vos en este momento?

Raúl Godoy: Ahora, en estos momentos estoy en Buenos Aires. Estamos organizando una reunión para este viernes. Fue el pedido de los compañeros, se discutió en asamblea, para poder hacer visible nuestra lucha. Como bien decías al inicio, desde Neuquén siempre hay mucho silencio. Estamos en la Patagonia, lejos del centro político, por lo tanto, para hacer visible una lucha hay que venir hasta Buenos Aires. Entonces, bueno, acá preparando el terreno para poder hacer esta reunión de solidaridad y poder votar un plan de acción.

LCV: Contanos cuál es la situación que están viviendo en este momento en Neuquén.

Raúl Godoy: Claro. Las gestiones obreras, Zanon principalmente, pero después también Cerámica Neuquén, Stefani, y todos, somos parte de la lucha del 2001 en la Argentina, de ese momento donde surgieron y se multiplicaron las asambleas barriales, las ocupaciones de fábricas, gestiones obreras, cooperativas, etc. La gente se recordará lugares emblemáticos como el Bahuen, como Brukman. Fueron más de 250 fábricas y empresas que fueron ocupadas y puestas a producir frente al abandono de la patronal. Frente al cierre masivo de lugares de trabajo, mucha gente ocupó esos lugares y los puso a funcionar. Uno de los casos más emblemáticos fue el de Zanon, que venimos hace muchos años, ¿no? Ya el año que viene cumplimos 25 años, desde que se ocupó la fábrica y se puso a producir.

Bueno, estos años han sido de resistencia, de mucho trabajo. Al inicio, cuando empezó nuestro trabajo, tuvimos un momento donde las maquinarias estaban en buenas condiciones, veníamos con un cierto empuje, y logramos que las fábricas funcionaran, que ingresaran más compañeros y compañeras desocupadas a trabajar. Construimos una escuela, construimos un centro de salud, trabajamos muchísimo con la comunidad. Ahora, con el pasar de los años, los ajustes, una política peor que la otra, nos fueron asfixiando. No nos dieron jamás un acceso a crédito para renovar maquinaria. Entonces es como tener un taxi con un Ford Line, con un Torino, digamos. Es muy difícil seguir manteniendo una producción con fábricas que tienen más de 30 años de antigüedad. Han pasado los gobiernos, nunca accedimos, y ahora nos están apretando con los cuadros tarifarios. Con la política de Milei, de darle prioridad a las empresas multinacionales, nos vinieron a apretar. Y bueno, la parte más delgada de una economía son las cooperativas. No tienen espalda.

LCV: Respecto de la energía, escuchaba algo que tenía que ver con que si en la zona fría, que son ustedes, claro, tienen más de un medidor, significa que un medidor lo están usando de lujo. ¿No es posible que una cooperativa tenga dos medidores?

Raúl Godoy: Mirá, es incluso más complejo. Con las privatizaciones de los 90, que hizo el gobierno de Menem, quedó un desastre. Tenés una empresa que es la transportadora de gas, que es Camuzzi, una multinacional francesa que tiene el monopolio del transporte de gas. Pero además, tenés que contratar otra empresa que sea la proveedora. Ahí tenés una multitud de empresas, una peor que la otra, que especulan, la mayoría son multinacionales. En un momento tenía YPF la concesión, nos daba el gas, pero se retiró por zonas. Para que la gente se dé una idea de lo que estamos hablando, la boleta de gas es de 30 millones de pesos por mes.

LCV: ¿Y lo que gastás en sueldos para una cooperativa?

Raúl Godoy: Tenemos un sueldo básico, porque depende de la venta. En realidad, todos los primeros años de Zanon, los primeros 15 años, te diría, estábamos por encima, lejos, de lo que es el convenio ceramista en general. Siempre pudimos acceder, mientras la cooperativa funcionaba bien, a buenos sueldos. Cuando se empezó a deteriorar la economía, los sueldos los votamos en asamblea.

LCV: Entiendo. Pero lo que quería era que mi oyente entienda: 30 millones en gasto de gas y sueldos de cuánto.

Raúl Godoy: Estamos entre 300 y 400 mil pesos.

LCV: Me lo contabas de tal manera que pensé que me ibas a decir dos millones y medio. 400 mil pesos es una jubilación mínima.

Raúl Godoy: Exactamente. Por ahí si tenés una venta mayor se mejora y si no, no. No es estable. Al haberse caído tanto la producción y la economía en la cooperativa, se cobra lo que se puede. No todos los meses es igual.

LCV: En algún momento, ¿Zanon exportó?

Raúl Godoy: Sí, Zanón llegó a exportar, pero con mucho obstáculo. Hay mucha competencia. Había otras empresas que importaban directamente cerámicos más baratos, de menor calidad, y teníamos que competir. Las cooperativas, para nosotros, en última instancia, son lugares de resistencia. Mantenemos las fábricas abiertas. Pero debería ser un lugar de crecimiento, no de resistencia. Pero en un mercado capitalista absolutamente destructivo, no te dejan jamás.

De hecho, ningún gobierno nos permitió tener acceso a crédito para renovar maquinaria. Desde 2001 para acá, ninguno. Este gobierno menos. Este viene a liquidarte. Los anteriores te ponían un respirador. Este te lo quita y dice: “Si soportás, bien”.

Mirá, siempre cuento la anécdota: muchos estudiantes iban a Zanón a solidarizarse, estudiantes de economía, ingenieros. Uno de ellos era Axel Kicillof. Después llegó a ser ministro de Economía. Nunca pudimos acceder a un crédito, ni siquiera con él. Le vimos las caras a todos. Soluciones, a ninguno.

LCV: Le estoy preguntando esto a toda persona que fabrica algo. Con las importaciones abiertas, sin control, también se han abierto los controles de calidad y salubridad. ¿La cerámica tiene ese problema?

Raúl Godoy: Totalmente. Por ejemplo, Zanón fue la primera fábrica en Latinoamérica en fabricar porcelanato pulido. Con las importaciones empezaron a traer porcelanato chino, malísimo.

LCV: ¡Es el que se quiebra!

Raúl Godoy: Exactamente. Me alegra que lo digas vos, porque si lo digo yo parece parte interesada. Pero es verdad. Traían cerámicos malos, más baratos. La gente, con necesidad, compraba cualquier cosa. Imaginate planes de vivienda o empresas que hacen edificios: ponían lo más barato.

LCV: En los planes de vivienda del peronismo, las casas de obreros eran de materiales de calidad. Hoy el Estado te pone material barato. También hay una mirada política en eso.

Raúl Godoy: Sí, hay una decadencia generalizada. En Neuquén, que tiene mucha renta petrolera, ya no hay planes de vivienda. O están terciarizados. Nosotros planteamos que se estatizara la fábrica y, con control estatal, dedicar nuestra producción a viviendas. El gobierno proveía materia prima, maquinaria. Nosotros laburábamos. Gestión obrera. Ese fue el proyecto. No llegamos. Nadie quiso.

LCV: Nadie. Ni los más peronistas, ni los más socialistas.

Raúl Godoy: Logramos la cooperativa, sostuvimos el equipo, la fábrica abierta, trabajamos con la comunidad. Pero ese proyecto más amplio no se concretó.

LCV: Del 2001 al 2005 hubo una especie de “moda Zanon”. ¿Qué opinás de esos enamoramientos fugaces de la cultura “woke” que luego los abandonan?

Raúl Godoy: Yo creo que el título sería: No me arrepiento de este amor. Lo que hicimos en Zanon fue impresionante. Hasta 2009, cuando llegó la crisis de Lehman Brothers, tuvimos un golpe fuerte. Se encareció la energía, tuvimos que apagar un horno.

LCV: ¿Quién era el ministro de Economía?

Raúl Godoy: No me acuerdo. Pero fue un golpe. Afectó a toda la economía. Pero lo importante es que Zanon fue una gran prueba de cómo los trabajadores podemos gestionar. Se creó una escuela, se trabajó con pueblos originarios. Acá, siempre que hay crisis, los patrones dicen “cierro”. Pero ahora saben que los trabajadores pueden ocupar la fábrica. Eso quedó. Eso está en la conciencia de miles. Y también en la de los patrones.

Hay una empresa, Madigraf, que era de un fondo buitre. Amenazaban con cerrar. Los compañeros grabaron un video con un fantasma que decía “Zanon” en el pecho. Terminó siendo cierto. Ocupada y puesta a producir. Hoy es cooperativa. Produce en el parque industrial de Pilar. Frente a Ford, con 5.000 obreros.

LCV: El tiempo está a favor de los pequeños.

Raúl Godoy: Esperemos. Ninguna lucha fue en vano. Lo que sí es utópico es tener una cooperativa y pensar que, en este capitalismo destructivo, vamos a prosperar. Eso sí es utópico. Pero pensar en un país cooperativo, más grande, es lo único que nos puede salvar de esta barbarie.

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“El peor momento del periodismo argentino en democracia”: Inés Hayes denuncia persecución, censura y violencia estatal

En el marco del Día del Periodista, Inés Hayes —periodista, escritora y editora de La Columna Vertebral— conversó con LCV sobre el informe que elaboraron para visibilizar la grave situación que atraviesa el periodismo en Argentina. En una entrevista cruda y comprometida, Hayes advierte que “en 40 años de democracia, nunca hubo un ataque tan directo de un gobierno hacia quienes ejercemos esta tarea”. Denuncias de represión, estigmatización, uso de trolls oficiales, precarización laboral y una creciente violencia contra la prensa atraviesan su análisis. La entrevista también subraya la necesidad de sindicalización, unidad gremial y solidaridad para enfrentar un contexto que pone en riesgo no solo a los y las periodistas, sino a la democracia misma.

LCV: “¿Qué es lo que han presentado para este Día del Periodista?”

Inés Hayes: “Bueno, hicimos un informe sobre la situación actual del periodismo, eh, y decíamos que en 40 años de democracia nunca había habido un ataque tan directo de un gobierno hacia quienes ejercemos esta tarea”.

LCV: “En ese sentido, ¿podemos ser más concretas? ¿Cuáles son todas las excepcionalidades que hacen que este sea el peor momento de la historia del periodismo argentino?”

Inés Hayes: “Sí. Mirá, por un lado, nunca se ha reprimido tanto y tan directamente a la prensa. Bueno, sabemos que Pablo Grillo estuvo en riesgo su vida, el fotoperiodista que estaba en el Congreso, como bueno, como van todos los fotorreporteros y los periodistas los miércoles a cubrir las movilizaciones de los jubilados y las jubiladas, que lo único que hacen es exigir salarios que les permitan vivir después de haber trabajado toda la vida. Esa es una de las excepcionalidades: la represión tan directa. Y después, la estigmatización a periodistas de todos los arcos ideológicos, desde Ari de El Destape, hasta Alconadamón, hasta Pani. Eso es una excepcionalidad. O sea, yo eso sí lo veo como una excepcionalidad: el tema de tomarse la molestia —que a veces se judicializa y otras simplemente se tira en las redes para la cancelación y el escarnio— el nombre de un periodista, y le dicen a él… bueno, digo, lo de Grillo es una tremenda desgracia que creíamos erradicada en el tiempo. Pero yo no puedo dejar de olvidarme en el Día del Periodista, eh, digo, de José Luis Cabezas, quien no la pudo contar y que también fue víctima de una agresión desde el costado político de nuestro país, digamos, con matices impresionantes y encima con su gente en libertad. Digo, los periodistas argentinos tenemos una larga matriz, una larga historia, quizás desde Moreno que lo tiraron al agua en adelante, de intentos de hacernos callar o de hacernos morigerar lo que pensamos. Últimamente, el insulto, “ensobrados” o “mandriles”, o no sé, todo ese tipo de cosas… y la utilización de las redes creo que es lo que potencia en modo exponencial esta situación. Porque cualquier anónimo hijo de vecino, que está en su casa sin tener nada que hacer, mañana decide que vos o yo somos sujetos de odio para ser.

LCV: “¿Qué rol le das a las redes, al anonimato de las redes, a la ejecución de esta persecución de odio?”

Inés Hayes: “Sí. Eh… creo que otra excepcionalidad es esa, ¿no? Es cómo el gobierno usa las redes. El periodista mismo ataca desde X como si fuera un ciudadano común y no el presidente, que llama a odiarnos, como vos decías. Y tiene todo un ejército de trolls manejando las redes también, eh, no haciendo periodismo, sino propaganda”.

LCV: “Que me parece que también está bueno diferenciar el periodismo de la propaganda”.

Inés Hayes: “Absolutamente. Y no tienen supuestamente presupuesto para aumentar las jubilaciones mínimas, pero sí tienen presupuesto para tener un ejército de trolls odiadores de los y las periodistas”.

LCV: “Sí, eso es muy impresionante”.

Inés Hayes: “Si vos te metés en inteligencia artificial y preguntás causas y consecuencias de las agresiones contra periodistas, inteligencia artificial te devuelve una respuesta muy interesante que dice que la primera consecuencia de las agresiones a los periodistas es el impacto negativo en la libertad de prensa, la difusión de información y, con esto, se decreta la muerte a la democracia”.

LCV: “La inteligencia artificial la tiene clara. ¿Vos creés que nuestra clase política la tiene clara?”

Inés Hayes: “Bueno, una de las cuestiones que marcamos en el informe es justamente pedirle al Poder Ejecutivo que cese con las agresiones, al Poder Judicial que investigue y que dé curso, por ejemplo, a quien le disparó a Pablo Grillo —o sea, que se haga responsable y pase lo que tenga que pasar con esta persona. Que nos cuiden también las fuerzas, que las fuerzas de seguridad del Estado no están para pegarnos ni pegarles a los jubilados, sino para supuestamente cuidar a la ciudadanía. Bueno, que cumplan con su deber. Y a las empresas periodísticas también, que nos protejan cuando vamos a cubrir estas movilizaciones, que nos den los elementos necesarios: casco”.

LCV: “Bueno, parece que vamos a una guerra. Es tristísimo, pero vamos a cumplir con el deber de informar, ¿no?”

Inés Hayes: “Y además te hago un paréntesis en el medio. Aquellos medios como el mío, como el nuestro, como el que tenemos con el equipo de La Columna Vertebral, que no tenemos ninguna posibilidad de tener cascos, chaleco antibalas, y un montón de situaciones que vemos a los compañeros de los medios grandes que van previstos… Nada. Somos la captura fácil de los grillos de la vida. Grillo también era un “frilo”, un freelance. Así que este pedido incluye a los compañeros que están en los medios más, digamos, importantes. Los medios como los nuestros, que son importantes en lo que dicen, pero que tienen recursos escasos, no tienen manera de ofrecer esa protección. Bueno, el tema sería, en la medida de lo posible, sindicalizarse, porque los sindicatos también están tratando de dar respuestas a los que vamos a cubrir en la calle, no solo las empresas periodísticas, ¿no? Y a las empresas también les pedimos que paguen salarios que estén acorde a lo que sale vivir. Porque no pueden pagar 500.000 pesos —diarios conocidos como Página 12 o Perfil“.

LCV: “¿500.000 pesos por mes?”

Inés Hayes: “Por mes, sí, claro. Digo, por 8 horas diarias, 500.000 pesos por mes”.

LCV: “Disculpame, ¿qué es lo que el sindicato provee? ¿Proveen chalecos? ¿Proveen cascos?”

Inés Hayes: “Sí, están proveyendo ahora cascos y elementos de cuidado para ir a las movilizaciones, porque nosotros estamos todos sindicalizados en SiPreBA”.

LCV: “No teníamos esa información”.

Inés Hayes: “Ah, salió hace poquito. Salió la información por correo”.

LCV: “¿Cómo nos encuentra a los periodistas? ¿Nos encuentra unidos? ¿Nos encuentra temerosos? ¿Hay periodistas y hay propagandistas? ¿Cómo es el panorama que me podés mostrar?”

Inés Hayes: “Por lo que nosotros estuvimos viendo cuando hicimos el informe, y los videos que circularon en las redes nuestras, hay una unidad frente a este peligro de la libertad de expresión. O sea, el riesgo que está corriendo la libertad de expresión, y por ende la democracia. Hay una unidad porque es transversal, como decíamos al principio. Y además hay una unidad de las organizaciones: estuvo COPEA, SiPreBA, la directora de la carrera de comunicación de la UBA… Estamos todos juntos y juntas en esta lucha por visibilizar lo que está pasando con el periodismo. Y también lo que queremos decir es que el periodismo garantiza la democracia, el estado de derecho. Y que cuando se persigue al periodismo, también se persigue al estado de derecho y a la democracia”.

LCV:” Obviamente. ¿Cómo creés que lo toma la gente, quien nos escucha, quien nos consume? ¿Se da cuenta? ¿Hay un ida y vuelta?”

Inés Hayes: “Piensan que es un tema de tribu, de sector. Y eso es lo que nosotras tratamos de romper con este informe. Por un lado, decir que somos todas trabajadoras. Por otro lado, que estamos sufriendo el ajuste como toda la sociedad. Y por otro lado, ponerlo sobre la mesa para que no solo lo debatamos quienes trabajamos en comunicación, sino toda la sociedad. Porque lo que decimos nosotras es que el derecho a la información y a la comunicación es de toda la sociedad, no solo de quienes ejercen el periodismo o ejercemos el periodismo. Yo supongo que gracias a programas como el tuyo, que lo está visibilizando, y otros, de a poquito puede llegar a ser un tema de debate común y no de nicho”.

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