En un contexto de tensiones crecientes en el ámbito laboral y político, La Columna Vertebral – Historia de Trabajadores dialogó con Mariano Vilar, referente del sector marítimo y representante de los marinos mercantes, para comprender el impacto que podría tener la desregulación impulsada por el gobierno nacional sobre una actividad estratégica para la economía y la soberanía del país: la Marina Mercante.
Durante la entrevista, Vilar expone con claridad y preocupación las consecuencias del DNU que habilitaría el ingreso de buques extranjeros y tripulaciones foráneas para operar en aguas nacionales, una medida que, según denuncia, pone en riesgo más de 22.000 puestos de trabajo y la capacidad del país para sostener su independencia económica y energética.
Con ejemplos concretos y referencias históricas, Vilar ofrece una mirada profunda sobre el rol fundamental de la Marina Mercante en el abastecimiento interno, el desarrollo industrial y la defensa nacional, destacando también el contraste con políticas de protección marítima aplicadas en países como Estados Unidos.
Una conversación que pone en primer plano la voz de quienes todos los días sostienen la infraestructura vital del país, navegando mares invisibles para gran parte de la población.
LCV: Contanos un poco cómo es la situación, en qué plano nos estamos encontrando ahora.
Mariano Vilar: “Bueno, estamos en alerta permanente, muy preocupados, porque el gobierno tiene en carpeta un DNU que desregula, como bien vos dijiste, la actividad de la Marina Mercante, poniendo en riesgo no solo más de 22.000 puestos de trabajo —que somos los marinos mercantes hoy en día en condiciones de navegar—, sino que también implicaría un serio perjuicio para nuestra soberanía nacional y nuestra independencia económica”.
LCV: ¿Cuáles serían esos problemas que vamos a afrontar a partir de la segura desregulación, o ya implementada, y la profundidad con que la implementen?
Mariano Vilar: “Claro. La Marina Mercante tiene dos ejes estratégicos principales para el desarrollo de cualquier país. El primero tiene que ver con la economía, con la independencia económica, y como eje de desarrollo, sobre todo en un país como Argentina, con 7.000 km de litoral marítimo. Y si sumamos la Antártida, tenemos que sumarle 11.000 km más de litoral marítimo.
Entonces, en ese sentido, la Marina Mercante lo que hace hoy —por ejemplo— el eje principal tiene que ver con el transporte de hidrocarburos. Nosotros transportamos el hidrocarburo desde donde se extrae, en la zona sur de nuestro país, hacia las refinerías ubicadas prácticamente en zona centro. Y desde ahí se distribuye, por ejemplo, a la Central Costanera. Una vez refinado el combustible, el gasoil, se envía a la Central Costanera, y gracias a ese abastecimiento de gasoil, nosotros, por ejemplo, ahora tenemos luz e internet, y estamos hablando.
Imaginate dejar ese flete tan estratégico para la Argentina en manos de intereses extranjeros. Porque lo que plantea el gobierno es permitir que cualquier bandera ingrese en nuestras aguas y haga nuestros fletes. No solamente cualquier bandera de un país extranjero, sino también buques tripulados por personal extranjero.
Entonces, eso ocasiona un grave perjuicio económico para la Argentina, porque estás perdiendo lo que nosotros llamamos soberanía económica. Siempre vas a estar a merced del contratista del flete, que te diga cuánto vale ese flete, y si lo quieren hacer o no, porque vos no vas a tener una Marina Mercante con la cual competir. Una Marina Mercante soberana.
Hoy están en manos privadas. La Argentina no tiene una empresa estatal, pero sí son de capitales argentinos, con buques argentinos o con bandera extranjera, pero con tratamiento argentino y tripulantes argentinos. Mano de obra argentina. Eso permite control sobre los precios, control sobre la distribución”.
LCV: El Estado también se está desligando de la posibilidad del control de un rendimiento efectivo del trabajo.
Mariano Vilar: “Sí. Y si vos no tuvieras Marina Mercante lista y pronta, vas a estar a merced de los intereses de quien te lo quiera transportar y de quien te quiera cobrar lo que interprete que vale ese flete”.
LCV: Esto yo que estoy en mi casa, por ejemplo, y que no entiendo nada de todo esto… ¿qué me puede pasar? ¿Me va a salir mucho más cara la luz, el gas? ¿En qué me voy a perjudicar yo, que soy una caminante de a pie que no entiende nada de Marina Mercante ni soberanía?
Mariano Vilar: “Se van a seguir llevando los dólares de la Argentina. Muy probablemente también repercuta en la tarifa de la luz, o incluso en que no tengas gas. Otro de los fletes importantes tiene que ver con el ingreso de los buques que traen gas a la Argentina. Está el buque regasificador en Escobar, y nuestros remolcadores son los que asisten a esos buques para el ingreso y la zarpada del país.
De repente, el día de mañana, esos buques te pueden cobrar lo que quieran por darte un flete tan importante en invierno como es el abastecimiento de gas para la población. Entonces, muy probablemente eso implique un aumento en las tarifas.
Mirá, como ejemplo, nosotros podríamos tomar a Estados Unidos, que el gobierno lo toma como ejemplo en un montón de cosas. Estados Unidos tiene, para su transporte fluvial y marítimo —su transporte de cabotaje—, la exclusividad. Tienen una ley que se llama Jones Act, que establece que si vos querés transportar cargas entre puertos norteamericanos, el buque tiene que tener bandera norteamericana, haber sido construido en Norteamérica, estar tripulado por norteamericanos, y el principal capital accionario de esas empresas también tiene que ser norteamericano.
Hoy, por ejemplo, Trump está promocionando una ley para que le apruebe el Congreso que se llama Ship for America, una ley que plantea, en cinco años, quintuplicar la flota de mar estadounidense para no depender de nadie en sus fletes estratégicos.
Argentina gasta aproximadamente entre 6.000 y 7.000 millones de dólares al año en fletes. Nosotros vendemos la soja al mundo, por ejemplo. Ninguna de esas sojas que salen de Argentina lo hace en barcos argentinos. Se gastan entre 6.000 y 7.000 millones de dólares en fletes para sacar nuestra producción. Imaginate si nosotros tuviéramos una Marina Mercante… esos 6.000 o 7.000 millones de dólares quedarían acá en la Argentina”.
LCV: Ingresarían a nuestras arcas, obviamente.
Mariano Vilar: “Exactamente. Otro rol que recién te comentaba —el otro eje estratégico de la Marina Mercante— tiene que ver, por supuesto, con la defensa nacional.
Hoy los buques mercantes para Argentina, y para cualquier país, son fundamentales para dar apoyo logístico en caso de algún conflicto.
Por ejemplo, en la guerra de Malvinas, se movilizaron más buques mercantes que buques de guerra. Los dos bandos, tanto el argentino como el inglés, movilizaron más buques mercantes que buques de guerra.
El buque mercante tiene el rol importante de abastecer de combustible a las tropas —de tierra, mar, aire—, llevar pertrechos, armas, gente, soldados… Inglaterra los llevó en buques. También se pueden establecer hospitales a bordo.
Argentina tuvo en el conflicto de Malvinas 52 buques mercantes destinados al conflicto.
Impresionante.
Imaginate si nosotros no tuviéramos una Marina Mercante dispuesta. Si llegáramos a tener algún conflicto —es muy improbable hoy por hoy, pero nunca se sabe—. Nosotros perdimos las Malvinas precisamente por no ocupar esas tierras.
Es muy importante, sobre todo con el posicionamiento que se está dando en la Antártida, navegar esas aguas, y hacerlo con buques mercantes, con buques pesqueros, con tripulaciones argentinas.
Y hoy el gobierno está pensando en ceder toda esa capacidad estratégica, por supuesto, al mejor postor”.