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¡¡¡¡ GANÓ !!!

Zohran Mamdani tiene 34 años, con el 91% de los sufragios escrutados, Mamdani ha obtenido el 50,4% de los votos, frente al 41,6% de Cuomo y el 7,1% de Sliwa. Será el nuevo alcalde de la ciudad de Nueva York. Es joven, musulmán y de izquierda. Una cachetada para Donald Trump

Parecía imposible que un muchacho nacido en Uganda, de ciudadanía norteamericana, que se define socialista democrático y apela a un electorado que va desde “la abuela mexicana”, a los “propietarios de bodegas yemeníes”, los “taxistas senegaleses”, las “enfermeras uzbecas” hasta las “tías etíopes” -según sus dichos- haya conseguido torcer el brazo del American Dad.

Trump había sido claro durante toda la campaña: “si votan por Zohran Mamdani, recortaré los fondos federales a la ciudad”, fue el mensaje. Extorsiones y amenazas a las que suele recurrir con sus contrincantes. La respuesta del joven candidato fue tan clara que terminó de convencer a los más tibios: “Trataré la amenaza de Trump por lo que es: una amenaza. No es la ley. Demasiadas veces hemos tratado todo lo que sale de la boca de Donald Trump como si fuera legal sólo porque él lo dijo. Por fin es hora de enfrentar a los matones que hacen estas amenazas, no se conviertan en matones a nuestro turno. Hemos visto muchas veces que la mejor manera de responder a Donald Trump y neutralizar estas amenazas es levantarse y luchar”, le respondió Mandami poco antes de la elección.

En su primer discurso como Alcalde electo dijo: “El futuro está en nuestras manos. Amigos, hemos derrocado una dinastía política”, una dinastía conformada, entre otros, por su adversario el exgobernador Andrew Cuomo, cuyo padre también fue gobernador.

Las elecciones en distintos Estado del gigante del norte fueron un revés para el presidentes. Con una participación extrañamente alta del electorado, en Nueva Jersey y Virginia también ganaron las candidatas demócratas, Mikie Sherrill y Abigail Spanberger, quienes hicieron campaña con un mensaje anti-Trump.

DISCURSO COMPLETO DE ZORHAN MANDAMI EN LA NOCHE DE LA VICTORIA

Gracias, amigos míos. Puede que el sol se haya puesto sobre nuestra ciudad esta tarde, pero como dijo una vez Eugene Debs: “Puedo ver el amanecer de un día mejor para la humanidad”.

Desde que tenemos memoria, los ricos y los poderosos han dicho a los trabajadores de Nueva York que el poder no les pertenece.

Dedos magullados por levantar cajas en el suelo del almacén, palmas con callos por el manillar de la bicicleta de reparto, nudillos marcados por quemaduras de cocina: estas no son manos a las que se les ha permitido ostentar el poder. Y, sin embargo, durante los últimos 12 meses, os habéis atrevido a aspirar a algo más grande.

Esta noche, contra todo pronóstico, lo hemos conseguido. El futuro está en nuestras manos. Amigos míos, hemos derrocado una dinastía política.

Gracias a aquellos que tan a menudo son olvidados por la política de nuestra ciudad, que hicieron suyo este movimiento. Me refiero a los propietarios de bodegas yemeníes y a las abuelas mexicanas. A los taxistas senegaleses y a las enfermeras uzbekas. A los cocineros trinitenes y a las tías etíopes 

Le deseo a Andrew Cuomo lo mejor en su vida privada. Pero que esta noche sea la última vez que pronuncio su nombre, ya que pasamos página a una política que abandona a la mayoría y solo responde ante unos pocos. Nueva York, esta noche lo habéis conseguido. Un mandato para el cambio. Un mandato para un nuevo tipo de política. Un mandato para una ciudad que podamos permitirnos. Y un mandato para un gobierno que cumpla exactamente con eso.

El 1 de enero tomaré posesión como alcalde de la ciudad de Nueva York. Y eso es gracias a ustedes. Así que, antes de decir nada más, debo decir esto: gracias. Gracias a la próxima generación de neoyorquinos que se niegan a aceptar que la promesa de un futuro mejor sea una reliquia del pasado.

Han demostrado que, cuando la política se dirige a ustedes sin condescendencia, podemos dar paso a una nueva era de liderazgo. Lucharemos por ustedes, porque nosotros somos ustedes. O, como decimos en Steinway [Queens]: “Ana minkum wa alaikum”.

Gracias a aquellos que tan a menudo son olvidados por la política de nuestra ciudad, que hicieron suyo este movimiento. Me refiero a los propietarios de bodegas yemeníes y a las abuelas mexicanas. A los taxistas senegaleses y a las enfermeras uzbekas. A los cocineros trinitenes y a las tías etíopes. Sí, tías.

Se trata de personas como Richard, el taxista con el que hice una huelga de hambre de 15 días frente al Ayuntamiento, que todavía tiene que conducir su taxi siete días a la semana. Hermano, ahora estamos en el Ayuntamiento

A todos los neoyorquinos de Kensington, Midwood y Hunts Point, sepan esto: esta ciudad es su ciudad y esta democracia también es suya. Esta campaña trata de personas como Wesley, un organizador del 1199 que conocí fuera del Hospital Elmhurst el jueves por la noche. Un neoyorquino que vive en otro lugar, que viaja dos horas cada día desde Pensilvania porque el alquiler es demasiado caro en esta ciudad.

Se trata de personas como la mujer que conocí en el Bx33 hace años y que me dijo: “Antes me encantaba Nueva York, pero ahora solo es donde vivo”. Y se trata de personas como Richard, el taxista con el que hice una huelga de hambre de 15 días frente al Ayuntamiento, que todavía tiene que conducir su taxi siete días a la semana. Hermano, ahora estamos en el Ayuntamiento.

Esta victoria es para todos ellos. Y es para todos vosotros, los más de 100.000 voluntarios que habéis convertido esta campaña en una fuerza imparable. Gracias a vosotros, haremos de esta ciudad un lugar que los trabajadores puedan volver a amar y en el que puedan volver a vivir. Con cada puerta a la que habéis llamado, cada firma que habéis conseguido y cada conversación que habéis mantenido con tanto esfuerzo, habéis erosionado el cinismo que ha llegado a definir nuestra política.

Sé que os he pedido mucho durante este último año. Una y otra vez, habéis respondido a mis llamadas, pero tengo una última petición. Nueva York, respirad este momento. Hemos aguantado la respiración durante más tiempo del que podemos recordar.

La hemos aguantado anticipando la derrota, la hemos aguantado porque nos han dejado sin aliento demasiadas veces, la hemos aguantado porque no podemos permitirnos exhalar. Gracias a todos los que han sacrificado tanto. Estamos respirando el aire de una ciudad que ha renacido.

A mi equipo de campaña, que creyó cuando nadie más lo hizo y que tomó un proyecto electoral y lo convirtió en mucho más: nunca podré expresar la profundidad de mi gratitud. Ahora pueden dormir tranquilos.

A mis padres: mamá y papá: vosotros me habéis convertido en el hombre que soy hoy. Estoy muy orgulloso de ser vuestro hijo. Y a mi increíble esposa, Rama, ‘hayati’: no hay nadie a quien prefiera tener a mi lado en este momento, y en todos los momentos.

A todos los neoyorquinos, tanto a los que me votaron, como a los que votaron a uno de mis oponentes, o a los que se sintieron tan decepcionados por la política que ni siquiera votaron, gracias por darme la oportunidad de demostrar que soy digno de su confianza. Me levantaré cada mañana con un único propósito: hacer que esta ciudad sea mejor para ustedes que el día anterior.

Hay muchos que pensaban que este día nunca llegaría, que temían que estuviéramos condenados a un futuro peor, con cada elección relegándonos simplemente a más de lo mismo.

Y hay otros que ven la política actual como demasiado cruel para que la llama de la esperanza siga ardiendo. Nueva York, hemos respondido a esos temores.

pienso en las palabras de Jawaharlal Nehru: “Llega un momento, pero rara vez en la historia, en el que salimos de lo viejo hacia lo nuevo, en el que una era termina y en el que el alma de una nación, largamente reprimida, encuentra su voz”.

Esta noche hemos hablado con voz clara. La esperanza está viva. La esperanza es una decisión que tomaron decenas de miles de neoyorquinos día tras día, turno tras turno de voluntariado, a pesar de los anuncios de ataque tras ataque. Más de un millón de nosotros nos reunimos en nuestras iglesias, en gimnasios y en centros comunitarios mientras llenábamos el libro de la democracia.

Y aunque votamos solos, elegimos juntos la esperanza. La esperanza por encima de la tiranía. La esperanza por encima del gran dinero y las pequeñas ideas. La esperanza por encima de la desesperación. Ganamos porque los neoyorquinos se permitieron esperar que lo imposible se hiciera posible. Y ganamos porque insistimos en que la política ya no sería algo que se nos impone. Ahora es algo que hacemos nosotros.

De pie ante ustedes, pienso en las palabras de Jawaharlal Nehru: “Llega un momento, pero rara vez en la historia, en el que salimos de lo viejo hacia lo nuevo, en el que una era termina y en el que el alma de una nación, largamente reprimida, encuentra su voz”.

Esta noche hemos dado un paso adelante, dejando atrás lo viejo para adentrarnos en lo nuevo. Así que hablemos ahora, con claridad y convicción, sin lugar a malentendidos, sobre lo que nos deparará esta nueva era y para quién.

Esta será una era en la que los neoyorquinos esperarán de sus líderes una visión audaz de lo que vamos a conseguir, en lugar de una lista de excusas por lo que somos demasiado tímidos para intentar. El eje central de esa visión será el programa más ambicioso para abordar la crisis del coste de la vida que ha vivido esta ciudad desde los días de Fiorello La Guardia: un programa que congelará los alquileres de más de dos millones de inquilinos con alquiler estabilizado, hará que los autobuses sean rápidos y gratuitos y ofrecerá servicios de guardería universales en toda nuestra ciudad.

Dentro de unos años, que lo único que lamentemos sea que este día haya tardado tanto en llegar. Esta nueva era será de mejora constante. Contrataremos a miles de profesores más. Reduciremos el gasto superfluo de una burocracia inflada. Trabajaremos sin descanso para que las luces vuelvan a brillar en los pasillos de los complejos de la NYCHA [Autoridad de la Vivienda de la Ciudad de Nueva York], donde llevan mucho tiempo parpadeando.

El eje central de esa visión será el programa más ambicioso para abordar la crisis del coste de la vida: un programa que congelará los alquileres de más de dos millones de inquilinos con alquiler estabilizado, hará que los autobuses sean rápidos y gratuitos y ofrecerá servicios de guardería universales en toda nuestra ciudad

La seguridad y la justicia irán de la mano, ya que trabajaremos con los agentes de policía para reducir la delincuencia y crear un Departamento de Seguridad Comunitaria que aborde de frente la crisis de salud mental y la crisis de las personas sin hogar. La excelencia se convertirá en la norma en todo el gobierno, no en la excepción. En esta nueva era que creamos para nosotros mismos, nos negaremos a permitir que aquellos que trafican con la división y el odio nos enfrenten unos a otros.

En este momento de oscuridad política, Nueva York será la luz. Aquí creemos en defender a aquellos a quienes amamos, ya sean inmigrantes, miembros de la comunidad trans, una de las muchas mujeres negras a las que Donald Trump ha despedido de un trabajo federal, una madre soltera que sigue esperando que bajen los precios de los alimentos o cualquier otra persona que se encuentre entre la espada y la pared. Su lucha es también la nuestra.

Y construiremos un Ayuntamiento que se mantenga firme junto a los neoyorquinos judíos y no vacile en la lucha contra el flagelo del antisemitismo. Donde los más de un millón de musulmanes sepan que pertenecen, no solo a los cinco distritos de esta ciudad, sino también a las salas del poder.

Nueva York ya no será una ciudad en la que se pueda traficar con la islamofobia y ganar unas elecciones. Esta nueva era se caracterizará por una competencia y una compasión que durante demasiado tiempo han estado reñidas entre sí. Demostraremos que no hay ningún problema demasiado grande para que el gobierno lo resuelva, ni ninguna preocupación demasiado pequeña para que se ocupe de ella.

Como ha ocurrido tantas veces, la clase multimillonaria ha tratado de convencer a quienes ganan 30 dólares la hora de que sus enemigos son los que ganan 20 dólares la hora

Durante años, los que están en el Ayuntamiento solo han ayudado a los que pueden ayudarles. Pero el 1 de enero daremos la bienvenida a un gobierno municipal que ayuda a todos.

Ahora bien, sé que muchos han escuchado nuestro mensaje solo a través del prisma de la desinformación. Se han gastado decenas de millones de dólares para redefinir la realidad y convencer a nuestros vecinos de que esta nueva era es algo que debería asustarles. Como ha ocurrido tantas veces, la clase multimillonaria ha tratado de convencer a quienes ganan 30 dólares la hora de que sus enemigos son los que ganan 20 dólares la hora.

Quieren que la gente se pelee entre sí para que sigamos distraídos y no nos dediquemos a rehacer un sistema que lleva mucho tiempo roto. Nos negamos a dejar que sigan dictando las reglas del juego. Pueden jugar con las mismas reglas que el resto de nosotros.

Juntos, daremos paso a una generación de cambio. Y si aceptamos este nuevo y valiente rumbo, en lugar de huir de él, podremos responder a la oligarquía y al autoritarismo con la fuerza que temen, no con el apaciguamiento que anhelan.

Haremos rendir cuentas a los malos propietarios, porque los Donald Trump de nuestra ciudad se han acostumbrado demasiado a aprovecharse de sus inquilinos. Pondremos fin a la cultura de corrupción que ha permitido a multimillonarios como Trump evadir impuestos y aprovecharse de exenciones fiscales. Nos alinearemos con los sindicatos y ampliaremos las protecciones laborales

Después de todo, si alguien puede mostrar a una nación traicionada por Donald Trump cómo derrotarlo, es la ciudad que lo vio nacer. Y si hay alguna forma de aterrorizar a un déspota, es desmantelando las condiciones que le permitieron acumular poder.

Así es como detendremos no solo a Trump, sino también al próximo. Así que, Donald Trump, ya que sé que estás viendo esto, tengo tres palabras para ti: sube el volumen.

Haremos rendir cuentas a los malos propietarios, porque los Donald Trump de nuestra ciudad se han acostumbrado demasiado a aprovecharse de sus inquilinos. Pondremos fin a la cultura de corrupción que ha permitido a multimillonarios como Trump evadir impuestos y aprovecharse de exenciones fiscales. Nos alinearemos con los sindicatos y ampliaremos las protecciones laborales porque sabemos, al igual que Donald Trump, que cuando los trabajadores tienen derechos inquebrantables, los jefes que buscan extorsionarlos se vuelven muy pequeños.

Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes: una ciudad construida por inmigrantes, impulsada por inmigrantes y, a partir de esta noche, dirigida por un inmigrante.

Soy joven, a pesar de mis esfuerzos por envejecer. Soy musulmán. Soy socialista democrático. Y lo más condenatorio de todo es que me niego a disculparme por nada de esto

Así que escúcheme, presidente Trump, cuando le digo esto: para llegar a cualquiera de nosotros, tendrá que pasar por encima de todos nosotros. Cuando entremos en el Ayuntamiento dentro de 58 días, las expectativas serán altas. Las cumpliremos. Un gran neoyorquino dijo una vez que, mientras se hace campaña con poesía, se gobierna con prosa.

Si eso tiene que ser cierto, que la prosa que escribamos siga rimando y construyamos una ciudad brillante para todos. Y debemos trazar un nuevo camino, tan audaz como el que ya hemos recorrido. Después de todo, la sabiduría convencional le diría que estoy lejos de ser el candidato perfecto.

Soy joven, a pesar de mis esfuerzos por envejecer. Soy musulmán. Soy socialista democrático. Y lo más condenatorio de todo es que me niego a disculparme por nada de esto.

Y, sin embargo, si esta noche nos enseña algo, es que las convenciones nos han frenado. Nos hemos postrado ante el altar de la cautela y hemos pagado un precio muy alto. Demasiados trabajadores no se reconocen en nuestro partido y demasiados de nosotros hemos recurrido a la derecha en busca de respuestas a por qué se han quedado atrás.

Dejaremos la mediocridad en el pasado. Ya no tendremos que abrir un libro de historia para demostrar que los demócratas pueden atreverse a ser grandes.

Nuestra grandeza no será en absoluto abstracta. La sentirán todos los inquilinos con alquiler estabilizado que se despiertan el primer día de cada mes sabiendo que la cantidad que van a pagar no se ha disparado desde el mes anterior. La sentirán todos los abuelos que pueden permitirse quedarse en la casa por la que han trabajado y cuyos nietos viven cerca porque el coste del cuidado infantil no los ha enviado a Long Island.

La sentirá la madre soltera que se siente segura en su trayecto al trabajo y cuyo autobús circula lo suficientemente rápido como para que no tenga que apresurarse a dejar a sus hijos en el colegio para llegar a tiempo al trabajo. Y la sentirán los neoyorquinos cuando abran el periódico por la mañana y lean titulares de éxitos, en lugar de escándalos.

Y, sobre todo, lo notarán todos los neoyorquinos cuando la ciudad que aman finalmente les corresponda.

Juntos, Nueva York, vamos a congelar el… [¡alquiler!] Juntos, Nueva York, vamos a hacer que los autobuses sean rápidos y… [¡gratuitos!] Juntos, Nueva York, vamos a ofrecer… [¡cuidado infantil universal!]

Dejemos que las palabras que hemos pronunciado juntos, los sueños que hemos soñado juntos, se conviertan en la agenda que cumpliremos juntos. Nueva York, este poder es tuyo. Esta ciudad te pertenece.

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Agustín Lecchi: “Esta reforma laboral es un negocio redondo para las grandes empresas de medios de comunicación”.

En diálogo con LCV, Agustín Lecchi analiza el escenario que enfrenta el gremio de prensa tras el proceso eleccionario, los desafíos de la nueva conducción y la ofensiva del gobierno nacional sobre los derechos laborales, los medios públicos y la comunicación democrática.

LCV: ¿Cómo fue el proceso eleccionario y con qué panorama se encontraron al asumir la nueva gestión?
Agustín Lecchi: “Empezamos y rápidamente tuvimos que salir a enfrentar la reforma laboral que promueve este gobierno, que incluye el intento de derogación del Estatuto del Periodista y un capítulo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que profundiza un mercado de medios hiperconcentrado. Desde el primer día estuvimos en la calle enfrentando el DNU 70, la Ley Bases, el intento de privatización de los medios públicos y, además, peleando por el salario y las condiciones de trabajo. Logramos ganar algo de tiempo, que no es menor, pero va a haber que profundizar la lucha.”

LCV: ¿Qué llegada tienen a diputados y senadores para explicar lo que implica la derogación del Estatuto del Periodista?
Agustín Lecchi: “La semana pasada participamos de la Comisión de Previsión y Trabajo del Senado, el mismo día que nos movilizamos en las calles. Por las características de nuestra actividad tenemos compañeros que trabajan dentro del Congreso y eso nos permite dialogar con muchos legisladores y legisladoras que nos escuchan. Ojalá podamos torcer esta decisión del gobierno. En la Ley Bases logramos algo parecido cuando los medios públicos estaban entre las empresas privatizables y conseguimos sacarlos, sobre todo explicando a legisladores de provincias del norte y la Patagonia la importancia estratégica de Radio Nacional y la Televisión Pública.”

LCV: Da la sensación de que el Estatuto se presenta como algo “negociable” frente a otros derechos más visibles.
Agustín Lecchi: “Es así. Nosotros rechazamos toda la reforma, pero en particular la derogación del Estatuto y el capítulo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que elimina el gravamen que financia medios públicos y fondos de fomento. Acá no solo buscan quebrar al movimiento obrero, sino destruir la comunicación democrática y la pluralidad de voces. Atacan la libertad de expresión y el derecho a la información, porque si yo puedo ser despedido por lo que pienso, se van acallando voces hoy y mañana.”

LCV: ¿Cómo se le explica esto a la sociedad de manera simple?
Agustín Lecchi: “Hay que decirlo en términos básicos: si yo quiero contar una noticia desde mi punto de vista y no coincide con el de la empresa, me pueden echar. No importa si está justificado o no. Eso va generando autocensura. No se trata de un gobierno en particular ni de una línea editorial, sino de evitar la hegemonía de voces, porque con cualquier gobierno sería igual de grave.”

LCV: ¿Ese fue el eje de la exposición en el Senado?
Agustín Lecchi: “Sí, planteamos la importancia de la libertad de expresión y de la tarea periodística garantizada por el Estatuto. Es un gobierno que también atacó leyes de acceso a la información pública, por eso tener una norma que resguarde nuestra profesión es fundamental. El Estatuto no es solo laboral: también protege derechos individuales y profesionales, y esa discusión no puede darse dentro de esta ley.”

LCV: ¿Trabajan la concientización con las audiencias?
Agustín Lecchi: “Lo venimos haciendo hace mucho, pero hay una censura enorme de las grandes empresas de medios sobre la reforma laboral y el Estatuto, porque es algo pedido por ellas. Para las empresas es un negocio redondo: les sacan impuestos y nos sacan derechos. Desde el menemismo, cuando se permitió que fuéramos factureros, se fue degradando la relación laboral y el periodismo pasó a verse como un producto.”

LCV: El gobierno anunció una reducción del 20 % en RTA. ¿Qué saben de eso?
Agustín Lecchi: “Hablan de retiros voluntarios que de voluntarios no tienen nada. La semana pasada hicimos un paro con concentración en la puerta del canal, con acompañamiento de dirigentes de la CGT y la CTA. Hay mucha conflictividad porque la situación salarial es dramática. Nos imponen la paritaria de la administración pública cuando históricamente tuvimos paritarias propias. En Radio Nacional el salario está judicializado y en la Televisión Pública seguimos en conflicto.”

LCV: ¿Cómo se preparan para lo que viene?
Agustín Lecchi: “Vamos a rechazar cualquier intento de avanzar sobre los puestos de trabajo. Estuvimos cuatro meses acampando en la puerta de la TV Pública y cuando hacemos paro es contundente, no sale nada al aire. Sabemos que se viene un año difícil, pero una elección no da un cheque en blanco para hacer cualquier cosa. Tenemos fortaleza gremial para enfrentar lo que haya que enfrentar y para construir propuestas desde los trabajadores.”

LCV: ¿Hubo cambios en la conducción del sindicato?
Agustín Lecchi: “Sí, hubo mucho recambio. Se incorporaron compañeros jóvenes, como Sebastián Díaz en la Secretaría Gremial y delegados de distintos medios. Tenemos una conducción diversa, ideológica y políticamente, pero todos con un objetivo común: defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras de prensa de todos los medios.”

LCV: ¿Cómo es la relación con el Grupo Octubre?
Agustín Lecchi: “Para nosotros es un empleador más. Este año tuvimos mucha conflictividad en Canal 9, Página 12 y Radio Continental. Logramos un impasse porque empezaron a cumplir con el pago de la paritaria. Nuestro objetivo es simple: que paguen lo que se acordó con la cámara empresarial, como cualquier otro medio.”

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“Cuando la vivienda se construye en comunidad: la experiencia de FECOOPTEBA”

Con más de tres décadas de trayectoria, la Federación de Cooperativas de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (FECOOPTEBA) nuclea a cooperativas de vivienda y consumo integradas por docentes y auxiliares de escuelas públicas y privadas. En diálogo con La Columna Vertebral, Marta Andreoli explicó el origen, el funcionamiento solidario y el alcance de una experiencia que ya permitió el acceso a la vivienda a más de mil familias bonaerenses.

Transcripción:

LCV: “Contame un poquito de qué se trata la FECOPEBA, Federación de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires y cooperativa de vivienda y consumo.”

Marta Andreoli: “FECOPEBA no es una cooperativa en sí misma, sino una federación de cooperativas de vivienda y consumo. Tenemos una historia de 30 años en la provincia de Buenos Aires y está vinculada específicamente a docentes y auxiliares de escuelas de toda la provincia, tanto de gestión pública como privada. Como toda cooperativa, está abierta en cada distrito a que se sumen compañeras y compañeros de las distintas comunidades educativas.”

LCV: “¿Por qué surge la federación a nivel provincial?”

Marta Andreoli: “Hablamos de 30 años porque primero se fue formando cada cooperativa de manera autónoma, autogestionada y autodeterminada. La primera fue en el distrito de La Matanza y, a medida que se fue colaborando con el nacimiento de otras cooperativas, se volvió necesario generar una federación para organizarnos, intercambiar experiencias y seguir creciendo en toda la provincia.”

LCV: “Cuando hablamos de cooperativas de vivienda, históricamente se pensaba en el acceso a la primera casa. Hoy, con el crédito tan escaso, ¿cómo funcionan estas cooperativas?”

Marta Andreoli: “En su origen y en su continuidad, nuestras cooperativas se basan en algo que parece en desuso pero es fundamental: el autoahorro. Cada compañera y cada compañero que se asocia va generando, junto a otros, un capital común. Con ese capital se gestiona la compra de un terreno, generalmente cercano a la zona de trabajo. Luego se realiza todo el trabajo con el municipio para lograr la mayor cantidad de viviendas posibles al costo, porque somos nosotros mismos quienes administramos el dinero.”

LCV: “¿Qué rol cumple el trabajo solidario en ese proceso?”

Marta Andreoli: “El trabajo solidario es clave. Las comisiones trabajan de manera voluntaria y eso permite que entre un 30 y un 35% del costo no pase por un fideicomiso ni por una empresa privada. Ese esfuerzo colectivo se vuelca directamente para que las viviendas salgan a costo. No es un crédito, es una capitalización solidaria entre todos para que cualquier familia, en cualquiera de sus formatos, pueda acceder a su primera vivienda.”

LCV: “¿Cómo se define quién accede primero a la vivienda dentro del grupo?”

Marta Andreoli: “Se prioriza a las familias que alquilan y que tienen hijos pequeños. También se tienen en cuenta situaciones de mayor vulnerabilidad, como quienes viven prestados o en una sola habitación dentro de una casa familiar. En general, quienes alquilan son los primeros en acceder y, muchas veces, se trata de jefas de hogar, mujeres que quedaron solas al frente de la familia, algo muy común.”

LCV: “Una vez comprado el terreno, ¿cómo se garantiza el acceso a los servicios básicos?”

Marta Andreoli: “Depende mucho de la zona. En localidades como Rauch, Carmen de Patagones, Junín o Las Heras existe una colaboración muy fuerte con cooperativas de servicios y de trabajo, porque esas comunidades funcionan así. En otros casos, como hoy en Luján, trabajamos sobre terrenos que no tienen servicios y es obligatorio articular con las cooperativas correspondientes para lograr luz, agua, gas y saneamiento, siempre buscando que el pago sea accesible para las familias.”

LCV: “¿Cómo es el vínculo con los municipios y el Estado?”

Marta Andreoli: “En cada municipio donde trabajamos también hay una tarea pedagógica, porque somos docentes. Hay funcionarios que nos abren las puertas y otros no tanto, pero siempre explicamos cómo funcionamos y que no tenemos fines de lucro. Todo debe estar en blanco, con facturas y regulado tanto en la provincia como a nivel nacional. No existe la posibilidad de coimas ni atajos: los expedientes siguen su curso de manera transparente o no avanzan.”

LCV: “¿A cuántas personas han asistido hasta el momento?”

Marta Andreoli: “Con la suma de las últimas diez viviendas entregadas en La Matanza, entre todas las cooperativas ya alcanzamos las 1.214 viviendas construidas y entregadas.”

LCV: “¿Cómo es la vivienda promedio que construyen?”

Marta Andreoli: “En líneas generales tenemos tres modelos: un monoambiente, una vivienda de dos dormitorios con cocina comedor integrado y una vivienda de tres dormitorios, que llamamos la vivienda grande. En las zonas donde se puede se construyen casas y, más cerca de la General Paz, edificios. Todo depende también de lo que permita cada municipio. Una vivienda grande puede tener entre 65 y 75 metros cuadrados, la mediana entre 45 y 50, y el monoambiente o vivienda de un dormitorio entre 42 y 47 metros cuadrados.”

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Julián Benitez, de la Cámara de la Industria del Juguete: “La Noche de las Jugueterías mostró que el comercio de cercanía sigue siendo clave”

En un contexto de caída del consumo, cambios en los hábitos infantiles y preocupación por la seguridad de los juguetes, la industria juguetera atraviesa un año complejo. Sin embargo, iniciativas como la Noche de las Jugueterías buscan fortalecer al comercio de cercanía y sostener la actividad. En diálogo con LCV, Julián Benítez, gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, analizó los resultados de la jornada, la situación del sector y los desafíos que enfrenta la industria nacional.

LCV: Hace muy pocos días, el 11, se realizó la Noche de las Jugueterías. Contame qué resultados tuvieron, cómo fue la jornada.

Julián Benítez: “Fue una muy buena jornada, con una gran adhesión por parte de los comercios. La gente se acercó para conocer novedades y realizar reservas, lo que muestra una de las fortalezas de las jugueterías de barrio: el comerciante de cercanía puede reservar un juguete a un cliente de toda la vida y guardarlo hasta el momento de una promoción bancaria. Ahora estamos complementando esta iniciativa con los días clave que definen el desempeño de la temporada de fin de año, especialmente Navidad.”

LCV: ¿Cuántos barrios abarcó la Noche de las Jugueterías?

Julián Benítez: “Fue una jornada federal, con participación de jugueterías de todo el país.”

LCV: ¿En qué lugares tuvo más impacto? Pienso en Córdoba, Jujuy.

Julián Benítez: “Siempre de acuerdo a la densidad poblacional, pero el impacto se notó en todo el país. Lo más importante es remarcar que existe una manera diferente de comerciar cuando hablamos de un comercio de proximidad.”

LCV: Recién hablábamos del valor del comercio de cercanía.

Julián Benítez: “El objetivo es invitar a la gente a volver al comercio pyme y a la juguetería tradicional para encontrar el juguete indicado. Ese es el valor agregado: la recomendación del juguetero, que orienta según la edad y los intereses de los chicos, y pone la cara por la calidad de lo que está vendiendo.”

LCV: ¿Cómo convive esto con el crecimiento del comercio online?

Julián Benítez: “Hoy hay una reconfiguración de los canales de comercialización, con un fuerte crecimiento del e-commerce, que es muy útil cuando ya se sabe exactamente qué comprar. Pero no siempre es así, y ahí el comercio de cercanía sigue siendo fundamental. Además, el comercio online explica entre el 25 y el 30% de las ventas totales, mientras que el comercio de proximidad continúa siendo mayoritario.”

LCV: Paso del minorista al fabricante. ¿Cómo está la industria hoy?

Julián Benítez: “El nivel de actividad de las pymes es bajo en comparación con años anteriores. Se trabaja a un solo turno y seis de cada diez máquinas no están funcionando plenamente, lo que implica una capacidad ociosa del 50 al 60%. La principal problemática del año fue la caída del consumo general, que afecta no solo a la industria del juguete sino a todos los sectores.”

LCV: Además hay cambios en los hábitos de los chicos.

Julián Benítez: “Sí, cada vez pasan más tiempo frente a pantallas y menos tiempo jugando con juguetes. Esto no solo preocupa a la industria, sino también a la educación y al desarrollo infantil. Junto a pediatras y especialistas vemos problemas de sedentarismo, obesidad, falta de atención y dificultades para tolerar la frustración, algo que antes se aprendía jugando juegos de mesa en familia.”

LCV: Justamente, los juegos de mesa cumplen un rol educativo.

Julián Benítez: “Exactamente, ayudan a aprender a ganar, perder y respetar reglas, que es la vida misma. Por eso insistimos en volver a poner el juego en agenda, incluso el juego sin consignas, el aburrirse, que es fundamental para estimular la creatividad.”

LCV: También expresaron preocupación por los juguetes importados sin controles sanitarios. ¿Qué están reclamando?

Julián Benítez: “Es un problema multivariable. El contrabando elude los controles oficiales y hace ingresar juguetes que no cumplen con la norma técnica de seguridad ni con los procesos de certificación. Desde agosto cambió el esquema de fiscalización y ahora se controla en el mercado, lo que es un gran desafío en un país tan extenso. Estamos trabajando con la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial: ya se retiraron productos peligrosos, se eliminaron publicaciones online y se avanzará con multas. Además del riesgo para los chicos, estos productos generan competencia desleal porque se venden a precios irrisorios al no cumplir ningún control.”

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