Entrevistas
“Una guardia medica se está pagando entre 10 mil y 12 mil pesos. Unos 50.000 por mes”

Erick Mendoza Díaz es médico cardiólogo, jefe de servicio del Hospital de Moreno, Secretario General de la Asociación Médica de la República Argentina, y miembro del secretariado de la CGT. Su tarea gremial no le impide seguir ejerciendo tanto en hospitales públicos como privados -”los médicos necesitamos doble trabajo”-. Nació en Perú pero a los 16 años se instaló con su familia en Argentina, estudió en la UBA, y realizó su residencia en el Hospital Antártida. Entre sus maestros estuvo Arnaldo Dubín, uno de los miembros de la Sociedad Argentina de Terapia intensiva de quién da fé que es un excelente profesional y ninguna de sus posturas están influidas por una cuestión política. En diálogo con La Columna Vertebral analizó el plan sanitario del Presidente Alberto Fernández en tiempos de pandemia, la brecha entre una parte de la sociedad que está cansada de la cuarentena frente a la angustia de los trabajadores de salud y la oportunidad histórica que puede tener la política sanitaria post-pandemia. Además de los reclamos gremiales por los que lucha su sindicato.
NA: ¿Qué sienten ustedes cuando llegan a sus casas, se sacaron el barbijo, se tiran a descansar y tienen este menú en los noticieros de la noche en donde aparecen personas como los de la reunión en Chapelco, sin cuidado alguno, o los testimonios de la gente cansada de la cuarentena. ?
Con mucho cansancio, ese es el término que vos mencionaste. Son dos tipos de cansancio distintos: un cansancio por no poder salir o la necesidad de trabajar, y nosotros un cansancio que viene desde marzo donde no hemos parado en ningún momento de trabajar. Gracias a Dios el presidente tomó una estrategia, y esto no es partidario sino lo que estoy viendo. Se formó un grupo de trabajo de crisis para poder atender esta pandemia y creo que Argentina lo ha hecho muy bien. Nunca en la estrategia estuvo el tema de los contagios, porque nos dijeron todos nos vamos a contagiar. Es decir, a veces veo que colegas tuyos salen diciendo “¿Y al final para qué sirvió todo esto si en realdad la gente se iba a contagiar?” Nunca jamás en la estrategia se dijo que no nos íbamos a contagiar. La estrategia era: hay que contagiarnos lentamente porque el sistema de salud no va a soportarlo y así pasó. En marzo empezamos a rearmarnos, empezaron a llegar las cosas, en abril terminamos de arreglar las estrategias, se aumentaron las camas pero no el número de gente, que eso también lo habrás escuchado seguramente al doctor Arnaldo Dubin, especialista en terapia intensiva, que dijo “nosotros aumentamos las camas y todo lo demás, pero no hay más médicos terapistas”. Vos podes poner camas, podes poner cirujanos, traumatólogos, que seguramente van a actuar a favor del paciente que llega pero no es lo mismo que un terapista.
Nosotros tenemos miedo, miedo y cansancio.
Por lo tanto estamos en un punto de inflexión donde la gente se cansó, está saliendo más, es más frívola su conducta y nosotros tenemos miedo, miedo y cansancio. Miedo ya no al coronavirus, porque eso al principio era un miedo a lo desconocido, ahora después de 6 meses estando en primera línea ya estamos acostumbrados. Sabemos lo que tenemos que hacer y los que sentimos la carrera con el corazón estamos haciéndolo con gusto, pero estamos cansados y a veces llegar a casa y mirar todas estas discusiones inentendibles para nosotros, realmente, es decepcionante.
creo que la estrategia es excelente
LGC: He visto comunicadores que hablaban con una falta de respeto sobre la postura de los médicos internistas, como que esto era toda una movida contra Larreta ¿Qué mirada le das a esta situación de politizar a la pandemia de esta manera?
Es lo peor que puede pasar. Esto es una guerra, se tomó una estrategia y me parece que todos la debemos seguir, de otra manera es como dijeron los médicos intensivistas: la vamos a perder. Acá está pasando la famosa grieta, la división que existe en nuestro país que es lamentable. Sin embargo creo que la gente tiene que reflexionar, creo que la estrategia es excelente, hay que mirar los otros países de Sudamérica, la gente se muere en la calle. Nosotros en este momento a pesar de ser un país en desarrollo, con una situación económica crítica, todavía nos damos el lujo de tener camas con terapistas para atender gente.
Hace muchos años que en nuestro país no hay política de salud
NA: Los médicos intensivistas son pocos porque no hay una orientación de la carrera ¿Cómo se describe en la carrera la salida intensivista?
En primer lugar lo que te diría es que es más amplio que solo el problema de los intensivistas. Hace muchos años que en nuestro país no hay política de salud, por lo tanto menos va a haber una política para un intensivista, y tampoco hay política de trabajo para los médicos. Imagínate, en este momento una guardia medica se está pagando entre 10 mil y 12 mil pesos, si vos haces todas las semanas guardia, que quedas destruido antes de la guardia y por guardia, más o menos estas levantando entre 50 mil y 60 mil pesos y realmente me parece que como salario ahora es nada. Cualquier trabajo con convenio colectivo con gremios fuertes gana arriba de 100 mil pesos.
LGC: Hoy me desperté y vi todas estas cosa que dice Nora y me sorprendió mucho todas las historias de los médicos y enfermeros, realmente sentís un dolor tan grande al ver que están al borde del colapso ¿Vos pensás que es el momento del botón rojo?
Es muy difícil. Para analizar estas cosas siempre me pongo en los pantalones de la otra persona, me imagino la situación del presidente en este momento que tiene que comandar todo este barco con lo complicado que es este país, porque realmente es muy complicado. Yo creo que si le preguntas a los terapistas y a los médicos te van a decir que sí, yo creo que los políticos van a aguantar un poco más y están rogando que la curva empiece a bajar.
LGC: Desde el sindicato médico, desde el punto de vista gremial ¿Qué trabajo se está haciendo? ¿Qué exigencias se está teniendo? Bueno, en el momento de la pandemia me parece que mucho no se debe exigir, pero en general ¿Cuál es la actividad del sindicato médico para conseguir sus derechos?
De cierta manera la pandemia, la ley de emergencia, es un caso excepcional donde hay muchos derechos, si querés llamarle derechos aunque son necesidades más que todo, están como abolidos, entre ellos las licencias gremiales o el trabajo gremial, porque salvo que sea por zoom reuniones no podemos hacer. Nosotros en un primer lugar pensamos que esto es como una guerra, entonces había que ponerse del lado de los argentinos. Por lo tanto, lo primero que dijimos es encolumnarnos con el Ministerio de Salud que para eso lo tenemos, el Ministerio del Nación y luego el Ministerio de la Provincia de Buenos Aires, y lo primero que empezamos a hacer fue difusión de todo lo que difundía el Ministerio. Porque viste que ahora que los medios aparecen por todos lados, que la comunicación es tan amplia, lo importante era la comunicación real de esta pandemia, eso fue lo primero que hicimos. En segundo lugar, estuvimos con un gran trabajo en lo que es la conformación de los comité de crisis en los distintos hospitales. Los comité de crisis están formados por el director médico, todos los jefes de servicio, los sindicatos y los trabajadores. Estos comité de crisis lo que hacen es mantenernos unidos y comunicados constantemente sabiendo cuantos infectados hay, cuantos compañeros se infectaron, qué actividades tenemos que realizar, y en eso nosotros hemos colaborado mucho, obviamente sin dejar de pedir paritarias y aumentos que han sido pocos pero que por lo menos en la Provincia de Buenos Aires tuvimos una paritaria semestral y nos dieron un aumento entre un 20 y un 25 porciento que venía relegado desde hacía mucho tiempo. Ahora nuevamente estamos solicitando la reapertura pero el ministro dice que se está invirtiendo todo el dinero en lo que son los EPP para protegernos y el equipamiento que es necesario en esta situación, estamos en la discusión. En los sanatorios privados está más difícil porque lo privado se niega a lo que es medicina sindical: se niega a firmar los convenios colectivos, se niega a aumentar, siempre se colocan como víctimas, todos los años son las víctimas, siempre están perdiendo, sin embargo las clínicas privadas van creciendo en hotelería, en consultorios externos, pero nunca les va bien. Así que son dos visiones distintas en la realidad del médico.
El Ministro de Salud tiene una oportunidad histórica
NA: Hagamos un poquito de futurismo. Suponete que salimos de esto, me gustaría preguntarte si creés que de todo esto se aprendió de los trabajos en equipo, lo que acabas de describir, ¿Creés que puede dar lugar a una reestructuración de una nueva manera de mirar la medicina desde el Ministerio de Salud, administración de salud y el ejercicio de la medicina en tanto carrera y salidas a futuro? ¿Creés que hay un shock, que puede haber provocado la pandemia, para mejor?
Yo creo que sí, creo que el Ministro de Salud tiene una oportunidad histórica, que a la salida de esto se haga realmente una única y verdadera política de salud para toda la Argentina y nosotros vamos a pelear para esto, es justo y necesario.

Entrevistas
El voto castigo y la emancipación del peronismo: entrevista a Pablo Touzon

En diálogo con La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores, el politólogo, director de Panamá Revista y codirector de la consultora Escenarios, Pablo Touzon, analizó la última jornada electoral del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires y los resultados que sorprendieron al oficialismo nacional y a las encuestadoras. Habló sobre la economía cotidiana, el voto castigo, el rol de Cristina Kirchner, la crisis del oficialismo y la perspectiva de futuro para el peronismo.
LCV: “¿Cómo viviste la jornada de ayer? ¿Fue todo una gran sorpresa? ¿Te sorprendiste como todos los demás encuestadores? ¿Qué grado de sorpresa hubo? ¿Solamente en el número o también en qué lectura de acuerdo a los focus que estuviste haciendo en los últimos días?”
Pablo Touzon: “Lo que me sorprendió, como al resto de los colegas, fue sobre todo el número, la amplitud. Que el peronismo ganara por algunos puntos ya estaba presente en las últimas semanas, amplificado por el quilombo de las coimas. Lo que me sorprendió fue cómo el peronismo volvió a ser una herramienta de castigo. En los últimos años las mayorías se armaban castigando al peronismo, desde Juntos hasta La Libertad Avanza, con Cristina Kirchner como eje ordenador. Esta vez no hubo un voto castigo contra el peronismo, sino a favor de usarlo como canal de descontento. No creo que hayan aparecido kirchneristas de un día para otro: se respondió a un malestar microeconómico, a la economía del bolsillo de casa. Si bien hubo validación de la baja de la inflación en 2024, desde el triunfo de Adorni hasta acá el gobierno acumuló equivocaciones. El salario no alcanza, la bronca contra el maltrato a jubilados y empleados públicos, el ajuste, todo eso configuró una tormenta perfecta. El menemismo también tuvo corrupción, pero en un contexto de auge. Acá se sumó corrupción con crisis. La apuesta oficialista fue Cristina, pero ella no compitió, lo cual favoreció al peronismo para construir otro relato. Lo de San José 1111 fue patético: soberbia y egoísmo. El peronismo, en cambio, mostró lo que llamo una desobediencia constructiva: no hizo campaña por ‘Cristina Libre’, sino que se emancipó de esa tutela. Es un principio de emancipación del peronismo bonaerense. Como Milei fue una herramienta del pueblo para terminar un orden, ahora el peronismo puede empezar algo nuevo. No es un perdón total al Frente de Todos, pero sí un puntapié.”
LCV: “Durante mucho tiempo la calle definió las protestas en términos de violencia. ¿Hoy ves otra forma de protesta, como lo que pasó ayer en las urnas?”
Pablo Touzon: “Sí. La desaparición de los piquetes en 2024 estuvo bien ponderada, incluso por los pobres. El peronismo tendrá que decidir si empieza un sendero de reforma para entender qué no funcionó del Frente de Todos. En general se vuelve más rebelde cuanto más lejos está del poder. Hoy, con la validación popular en la provincia de Buenos Aires, no puede desertar otra vez. Tiene que decidir qué hacer con la economía. No basta con resistir. Tal vez sea más fácil construir una alternativa cuando el espejo del mal gobierno es tan claro. No digo volver al peronismo del 45, pero sí a una política más humana y profesional. La gente votó profesionales: se cansó de experimentos y de personajes exóticos. Eligió a quienes podían hacerse cargo de la seguridad, de la economía y de los derechos. Frente a improvisación, optó por oficio. El gran agujero del peronismo sigue siendo la economía: no puede repetir errores. No se trata de planes y contención, sino de poner la industria en marcha. Ese es el principal desafío. El gobierno de Adorni quedó sin aliados y subsumido en un PRO que perdió. El peronismo tiene que aprovechar la expectativa, como lo reflejó Nacho Ramírez en su discurso junto a Kicillof. La gente siente que ‘se puede’. En cambio, el gobierno solo propone una mesa política con los mismos mariscales de la derrota, sin gobernadores, lo cual muestra más encierro que apertura.”
LCV: “Ayer corría la versión de que Macri no había mandado fiscales del PRO. ¿Creés que pudo haber hecho eso?”
Pablo Touzon: “Podría ser, pero no creo que tenga tanto poder. Lo que sí es claro es que el PRO ya no existe como estructura: se subsumió en algo que perdió. El error de Macri fue postular a su primo en la Ciudad: se quedó sin territorio. El gobierno quedó sin proyección política. Por eso hoy no hay figuras de peso: Jorge Macri está callado, Vidal también. El PRO se apagó. Al final todo se reduce a memes, a frivolidad política. Pero la payasada se terminó y el gobierno tiene que seguir.”
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Juan Carlos Schmid: “El desafío es transformar la bronca en una alternativa”

En diálogo con La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores, el secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento y de la CATT, Juan Carlos Schmid, analizó el escenario político posterior a las elecciones, los desafíos del peronismo y el sindicalismo, y la necesidad de construir una alternativa que supere la bronca social. También se refirió a los problemas estructurales de la Argentina, como las jubilaciones, la educación, los cambios en el mundo del trabajo y el rol de los sindicatos frente a las transformaciones tecnológicas.
LCV: “¿Cómo estamos en esta jornada posterior a lo que fueron las elecciones de ayer?”
Juan Carlos Schmid: “Hemos registrado una nueva jornada electoral donde se expresó el pueblo argentino. Habrá que ver de acá en adelante cómo nos organizamos para desplazar definitivamente a este gobierno del escenario nacional.”
LCV: “¿Cuál es el escenario que ves de posibilidades? ¿Esto fue un voto castigo circunstancial o puede abrirse un espacio para que el peronismo, el sindicalismo y las distintas fuerzas sociales construyan una alternativa?”
Schmid: “Tanto en el gobierno nacional como en el kirchnerismo, las peleas internas continúan y no sabemos si podremos conformar esa fuerza necesaria. El desafío es transformar la bronca y el rechazo en una propuesta alternativa. Ese es el gran desafío de la oposición: construir una alternativa que nos saque para adelante, que hable del futuro y que haga que los actores políticos jueguen un papel clave para salir del laberinto en el que está la Argentina.”
LCV: “¿Creés que nuestros dirigentes están a la altura de lo que expresa el voto popular?”
Schmid: “La dirigencia política se ha debatido en la incapacidad de encontrar fórmulas superadoras. El experimento de Milei expresa de alguna manera todo eso.”
LCV: “¿Y entonces, cómo seguimos?”
Schmid: “Buscando dentro del escenario nacional a quienes comprendan que la política es servicio al bien común, al interés general y no un ejercicio de poder infinito. Los actores políticos han perdido hace mucho tiempo el sentido de trascendencia de esta función pública. El político debe ser un servidor de lo público.”
LCV: “¿Habrá reuniones de la CGT, de la CAT y de las dirigencias gremiales para aprovechar este nuevo escenario y retomar los reclamos laborales?”
Schmid: “Una cosa es el reclamo sindical y otra los problemas que debe resolver la política. Hay reclamos que exceden el proceso electoral, que atravesaron gobiernos nacionales y populares, y que también persisten en la etapa de Milei. Son problemas profundos de la economía y de la sociedad que la política no ha resuelto y que requieren una síntesis difícil de alcanzar. Por supuesto que debemos redoblar nuestros reclamos, pero también encontrar el equilibrio exacto del menú.”
LCV: “Lo que planteás requiere paciencia, estrategia y manejar el cansancio social en un contexto de transformaciones en el mundo del trabajo. ¿Cómo se ubican los sindicatos frente a las innovaciones tecnológicas y los nuevos métodos de producción?”
Schmid: “Los reclamos no son homogéneos. El tema jubilatorio, por ejemplo, atraviesa todo el período democrático y aún no se resolvió. Que tengamos jubilados con ingresos tan bajos habla mal de una sociedad que se dice civilizada. Si queremos seguridad social, los recursos no pueden salir solo del trabajo: se necesitan aportes de otros sectores. Eso requiere construir poder social y que la política encuentre fórmulas de respuesta. En los últimos 50 años la tasa de reposición jubilatoria nunca superó el 50 o 60% del salario en actividad, lo que es una debacle. La otra cuestión central es la educación: hubo gobiernos que aumentaron el presupuesto, pero la educación no mejoró. Tenemos una declinación y es un problema social que también involucra a los sindicatos.”
LCV: “Lo que ocurrió en las elecciones también frena, al menos por ahora, la reforma laboral y jubilatoria. ¿Cómo sigue la pelea?”
Schmid: “Está bien que se rechazara, pero las formas de producción siguen ahí: aplicaciones digitales, inteligencia artificial y nuevas dinámicas de trabajo que van a complejizar el futuro. Debemos discutirlo con inteligencia, con debate de carne y hueso, no artificial.”
LCV: “Te felicitamos porque acabás de ser reelegido.”
Schmid: “Sí, el viernes fui reelegido al frente de la FEPINRA. El Congreso se realizará el 6 de octubre.”
LCV: “Esto también es importante porque pone en debate no solo la situación de los trabajadores, sino la de los puertos, el negocio portuario y la cuestión ecológica.”
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Francisco Martínez: “En Textiles Pigüé nadie se queda afuera”

En el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, donde alguna vez funcionó la ex-Gatic, hoy late la vida de la cooperativa Textil Pigüé, una empresa recuperada que reúne a más de 170 trabajadores y trabajadoras. Nacida en 2003 tras el cierre y desalojo de la antigua planta, Textil Pigüé se convirtió en un emblema de autogestión obrera, sosteniendo puestos de trabajo y construyendo comunidad en medio de las crisis económicas que atraviesa el país. Francisco Martínez, su presidente, repasa el presente de la fábrica, los desafíos de la industria textil y el valor de las políticas públicas para fortalecer la economía cooperativa.
LCV: “Francisco, contanos un poco. Ustedes son un lugar de lucha desde 2003, dando un ejemplo de autogestión y recuperando puestos de trabajo. Hoy, con la debacle de la industria textil en Argentina y la competencia desleal de los importadores chinos, ¿cómo están trabajando?”
Francisco Martínez: “Se trabaja con muchísima preocupación, a déficit desde que asumió el gobierno de Javier Milei. Pero en estos 21 años ya vivimos otras crisis. Supimos encarar una fábrica de 25.000 metros cubiertos dedicada a la industria textil, símbolo de lo que fue Gatic. Siempre sostuvimos que ni el mercado ni los gobiernos deciden la suerte de un trabajador: quienes estuvimos desocupados sabemos lo que significa la fragmentación social y familiar. Por eso preferimos que, aunque baje la producción como pasó con Macri —cuando aumentaron un 3000% las tarifas y quedamos con cinco quincenas atrasadas— o como ahora, que bajamos de 180 toneladas a 70, estemos todos adentro. Eso implica trabajar a déficit, pero con horarios, responsabilidades, asistencia social, salud, nutrición y educación. Hoy incluso escrituramos lotes para viviendas familiares. El contexto es duro, pero confiamos en salir adelante gracias a la militancia de trabajadores y trabajadoras. Nosotros no somos patrones ni dueños, somos socios, y aunque competimos en un mercado golpeado, contamos con una estructura sólida. La escrituración de la fábrica en 2014 nos convirtió en sujetos de crédito, algo que pocas recuperadas tienen, y eso nos da mejores condiciones para sostener la producción.”
LCV: “Francisco, es alentador escucharte. Me gustaría que nos hicieras una pintura de qué pasó ayer para ustedes, para el sector cooperativista. ¿Cómo fue la jornada y el cierre, cuando se dieron cuenta de que la provincia se pintaba de azul?”
Francisco Martínez: “Con mucha alegría. Hemos trabajado con políticas públicas concretas de la provincia: escrituración de la planta, de 200 lotes, espacios de primera infancia, huerta, invernadero, urbanización del barrio, infraestructura y una subdelegación del Ministerio de Trabajo en Pigüé para evitar que la gente viaje 50 km a Coronel Suárez. Cada ministerio aportó herramientas y eso nos dio una alegría enorme. La única congoja es que la sexta sección electoral, donde está Pigüé, es difícil para el peronismo y nunca se gana. También sufrió Blanca, cabecera del distrito.”