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Mayo en Vietnam, por Laura Giussani Constenla

5 de mayo de 1968. Saigón amaneció sacudida por un diluvio. Durante la noche, Dios había expresado toda su furia con vientos arremolinados. El tiempo permaneció en suspenso por unas horas y los espías, generales, comerciantes, empresarios, soldados y periodistas que se alojaban en el mejor hotel de la ciudad creyeron, por un momento, que no había guerra, ni bombas, ni tiros, ni muertos, solo rayos. Ese fue el momento que eligieron los campesinos del ejército del norte para entrar a la ciudad con sus armas a cuestas, livianos como el viento, y se apostaron en los populosos barrios de la periferia.

Tiempo atrás, un general de Vietnam del Norte había dicho a sus tropas del Frente Campesino: Los norteamericanos son más fuertes que nosotros, nosotros ni siquiera intentamos competir con ellos: si lo probáramos sería como pretender comer el arroz con tenedor o cuchara. Nosotros el arroz lo comemos con palillos. En Vietnam los norteamericanos son púgiles que combaten con el viento. Seamos nosotros el viento. Camaradas, caed sobre ellos como el viento, y, como el viento, huid. Camaradas, que el viento no se inmovilice.”

“Seamos nosotros el viento. Camaradas, caed sobre ellos como el viento,  y, como el viento, huid. Camaradas, que el viento no se inmovilice.”

Los americanos respondieron de inmediato, decenas de Phantoms cayeron en picada bombardeando cualquier rincón donde imaginaran que pudiera existir un comunista armado. Tiraban al bulto, sin elegir el objetivo, como cazadores ávidos y sin escrúpulos, que no respetan ley ni reglas, con toda su parafernalia tecnológica, armas de último modelo y voces estruendosas.

Ráfagas de metralla, bombas, multitudes en fuga y humo.

Ignacio Ezcurra, joven periodista de La Nación, alojado en ese exquisito hotel afrancesado junto a Oriana Fallaci y otros colegas, subió a la terraza para tener un panorama más amplio. Dos columnas de humo negro marcaban hacia dónde debía encaminarse: los barrios pobres de los suburbios y la costa del río, camino al Cholón. “La visión del lugar es horrible. Mientras llegan camiones y jeeps cargados de tropas, se les cruzan las camionetas de la Cruz Roja con su carga macabra. Ya se calculan más de mil muertos civiles.”, escribió. Recién había llegado a Vietnam, por propia voluntad, a los ponchazos, convenciendo a los directores del diario que era importante estar allí, porque siempre quiso estar en donde ocurrían las cosas, con poca plata y sin seguro de vida. De pronto se encontraba en medio de la ofensiva norvietnamita del Tet y en la cruenta reacción de los ocupantes.

“La visión del lugar es horrible. Mientras llegan camiones y jeeps cargados de tropas, se les cruzan las camionetas de la Cruz Roja con su carga macabra. Ya se calculan más de mil muertos civiles.”

Fueron días intensos en los que Ezcurra saltaba de la sede de prensa de los Estados Unidos, a un barrio bombardeado, un paseo en helicóptero para ver la guerra en primera persona. Con las imágenes aún frescas de los días en el frente, de sortear los cadáveres acumulados en las aceras y con las ropas impregnadas de olor a muerte, Ignacio Ezcurra le escribió una carta a su mujer: “Esto es peor de lo que nos imaginábamos”. Siguió su trabajo conversando con dirigentes políticos, religiosos o embajadores, también iba de agencia en agencia para ver qué decían los periodistas. En Associated Press llevaban varias semanas de guardia permanente a la espera del posible ataque. Caía la tarde cuando otra noticia dejó a todos sin palabras: “Asesinaron a cuatro periodistas en el Cholón”.

Esa noche, Ignacio Ezcurra cenó con François Pelou, de France Press, y otros colegas. Quiso saber qué opinaban del asesinato de los periodistas. François desconfiaba de la versión difundida. Un testigo afirmaba que habían sido los comunistas, los Vietcong.

Ignacio pidió al chofer que volviera al Cholón y dió una recorrida por el barrio. Caminaba desenvuelto, con las manos en los bolsillos, sin cámara fotográfica ni anotador, como un marciano que hubiera descendido ignorante de la situación.

Era la guerra. Angustia, dolor, muerte. Pero esta vez no eran muertos anónimos. Todos los corresponsales los conocián: John Cantwell, australiano, veintinueve años, corresponsal del Time; Ronald Laramy, británico de la agencia Reuter; Michael Birch, de la Associated Press australiana; Bruce Pigott, también australiano, subjefe de Reuter en Saigón. Murió además, en el mismo ataque, un diplomático alemán: Hasso Ruedt von Colenberg. El 6 de mayo, otro periodista, un fotógrafo de United Press, Charles Eggleston, murió cuando registraba con su cámara el intento de recuperación de un barrio tomado por los vietcong.

El 8 de mayo, muy temprano, Ignacio subió al jeep que lo esperaba en la puerta con dos periodistas. Poco antes del mediodía cruzaron por la calle Minh Phung, donde habían sido fusilados los cuatro periodistas. Desde el auto sacaron algunas fotografías y continuaron con el derrotero cuando, sin consultar, Ignacio pidió al chofer que volviera al Cholón y dió una recorrida por el barrio. Caminaba desenvuelto, con las manos en los bolsillos, sin cámara fotográfica ni anotador, como un marciano que hubiera descendido ignorante de la situación. Volvió al rato con un gesto radiante; estaba en acción, todos sus músculos tensos, en busca de algo excepcional. Les pidió a sus compañeros que volvieran a la tardecita por él. Había encontrado un buen contacto. No volvió al hotel esa noche.

Se cumplen 50 años de la desaparición de Ignacio Ezcurra, primer corresponsal de guerra argentino muerto en acción. Su madre nunca creyó en la versión de que lo habían matado los comunistas ¿por qué habrían de hacerlo? En ese momento los norteamericanos declaraban que estaban perdiendo la guerra por culpa de los medios. El mismo Ezcurra acababa de entrevistar al embajador norteamericano en Vietnam quien le había dicho: “Por desgracia, nuestras dificultades están ahora en el frente doméstico. Tal vez algo de responsabilidad sea de la prensa que informa desde aquí en tono pesimista”.

Embajador de Estados Unidos: “Por desgracia, nuestras dificultades están ahora en el frente doméstico. Tal vez algo de responsabilidad sea de la prensa que informa desde aquí en tono pesimista”.

En medio de esa ofensiva diplomática a los medios de comunicación asesinan a siete periodistas. Fue la última vez que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos permitieron dejar en libertad a la prensa para cubrir los hechos. La Nación no mandó a nadie para seguir los rastros de su corresponsal.

Quienes decidieron ir en su búsqueda fueron Telenoche y Gente. En un mismo avión partían Andrés Percivale y Eduardo Meinzer por Telenoche, y Enrique Walker por la revista Gente. No les fue fácil llegar a Vietnam. Desembarcaron en París, su primera escala, y allí quedaron por unos cuantos días. Una huelga general dejaba a la ciudad sin transportes ni aeropuertos ni servicios ni comercios. Estallaba el mayo Francés. Un movimiento espontáneo, desconocido, sin partidos, cuyo dirigente más notorio era un muchacho llamado Daniel Cohn-Bendit. Cámara en mano, Meinzer acompañaba a Percivale para dejar registro en imágenes de la ciudad devastada. En el boulevard Saint-Germain, los tradicionales cafés, con sus mesas en la vereda, permanecían cerrados. La resaca de las noches de resistencia permanecía en el suelo, como si una ola violenta hubiera dejado al descubierto vidrios rotos, papeles, plásticos, aerosoles y carteles destruidos. Los adoquines habían sido arrancados de cuajo para improvisar proyectiles que pudieran frenar el avance de las tropas policiales. Los árboles estaban caídos, derribados para hacer barricadas que detuvieran a las fuerzas de seguridad.

Sobre los muros de la Sorbonne y de cuanto edificio ofreciera un espacio libre para la expresión, escritas con distintos colores, aparecían las consignas del novedoso movimiento: “La emancipación del hombre será total o no será”, “No me liberen, yo me encargo de eso”, “Si piensan por los otros, los otros pensarán por ustedes”, “Si la vida que vivimos no es digna, la dignidad es luchar por cambiarla”, “Nuestra esperanza sólo puede venir de los sin esperanza”, “El derecho de vivir no se mendiga, se toma”. Frases sueltas que, en su conjunto, conformaban todo un manifiesto: “¡Viva la comunicación, abajo la telecomunicación!”, “Hacer alegremente cosas terriblemente serias”, “No puede volver a dormir tranquilo aquel que alguna vez abrió los ojos”, “Debajo del pavimento está la playa”, “La imaginación al poder”, “Marx es Dios, Marcuse su profeta y Mao su espada”. Aunque hubiera quienes intentaran articular el discurso de la revuelta, eran los muros los que hablaban, sin autor.

“Marx es Dios, Marcuse su profeta y Mao su espada”

Herbert Marcuse llega a París a principios de mayo, con el objeto de participar en un coloquio celebrado por la UNESCO, en ocasión del 150 aniversario del nacimiento de Karl Marx.

El filósofo del momento, Herbert Marcuse, asistía extasiado a los episodios parisinos que daban fe de su teoría: la clase obrera había sido asimilada por el capitalismo, ya nada podía esperarse de ella. Todo cambio provendría de los sectores marginales: los estudiantes, las mujeres, los negros, los inmigrantes.

Todo había empezado un 6 de mayo, mientras en Vietnam seguían cayendo las bombas y los reporteros. Los estudiantes de la Sorbonne se apretujaron en el patio central para exigir que reabrieran Nanterre y suspendieran la investigación abierta contra ocho estudiantes ante el consejo de disciplina. Las autoridades de la Universidad llamaron a la policía y el edificio fue desalojado. La chispa que hacía falta. Las paredes comenzaron a hablar: Van a terminar todos reventando de confort”, “Si lo que ven no es extraño, la visión es falsa”, “La sociedad es una flor carnívora”, “Viva la democracia directa”, “Civismo rima con fascismo”, “La barricada cierra la calle pero abre el camino”.

Van a terminar todos reventando de confort”

Entre los argentinos que paseaban por el onírico paisaje de una París revolucionada no sólo estaban Percivale, Walker y Meinzer, también rondaba por allí un abogado santiagueño, Mario Roberto Santucho, que leía todos los volantes, fisgoneaba en las asambleas y vociferaba cuando encontraba consignas que decían: “Las armas de la crítica pasan por la crítica de las armas”. No podía creer que pudieran desperdiciar semejante ocasión. Maldecía por el hecho de que un grupo de jóvenes caprichosos estuviese al mando.

A pesar del disgusto que le provocaba este desmadre a los partidos de izquierda tradicionales, la situación había adquirido tal dimensión, la represión era tan persistente, que los sindicatos llamaron a la huelga general. el 13 de mayo del 68 marcharon, unidos, obreros y estudiantes, profesores y vecinos y curiosos y todos aquellos que necesitaban expresar de algún modo su desagrado con el mundo. Una ciudad sitiada por la multitud que caminaba a paso ligero con rostros desencajados, respirando aires de libertad y con la fantasía de tomar nuevamente la Bastilla.

Así estaban las cosas por esos días. Finalmente Enrique Walker y Percivale llegaron a Vietnam y no lograron saber el destino de Ezcurra. Días después Associated Press le compraba una foto de una pila de cadáveres a un anónimo japonés. Se destacaba un hombre alto con cinturón de cuero argentino. La familia reconoció su cadáver por una gigantografía a tamaño natural con la imagen del muerto colocada sobre un escritorio del diario La Nacion. Suerte de velorio virtual.

Días después Associated Press le compraba una foto de una pila de cadáveres a un anónimo japonés. Se destacaba un hombre alto con cinturón de cuero argentino.

Después de esa experiencia, Percivale dejaría el periodismo para dedicarse al yoga. Enrique Walker, sería secuestrado en julio de 1976 por los militares argentinos. No fue el mismo después de cubrir Vietnam y el Cordobazo. Su último grito antes de desaparecer fue: “Soy Enrique Walker, periodista y montonero, me están secuestrando, informen a la prensa”. Los diarios algo publicaron. Nunca más se supo de él.

Pero esa es otra historia. O no.

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CGT: “Lo que le falta contar al gobierno”

Luego de la cadena nacional en donde el presidente Javier Milei destacó como un logro histórico el superavit logrado por su gobierno en apenas tres meses, la Confederación General del Trabajo difundió un comunicado replicando sus afirmaciones. De esta forma puntualiza el ‘mecanismo oculto’ de cómo se logró ese ‘éxito’:

  1. Licuándole los ingresos a las y los jubilados: sus haberes cayeron un 40% en
    términos reales en los últimos 12 meses, ubicándose entre los registros
    históricamente más bajos, peores que los del año 2001.
  2. Deudas con las provincias: la Nación paró las transferencias a las provincias (un
    recorte del 62%, ajustado por inflación) afectando servicios esenciales como
    educación y seguridad social. Desfinanciando también los pagos a jubilados
    provinciales y los sueldos a docentes, entre otras funciones esenciales.
  3. Deudas con empresas de energía y gas: el Tesoro no cumple los contratos y
    puede romper esa cadena de pagos. Acumula una deuda del orden de los USD
    2000-2200 millones. Si esta situación no se regulariza, las empresas privadas
    podrían entrar en problemas financieros graves colocando en riesgo el normal
    abastecimiento de electricidad.
  4. Desfinanciamiento de la educación pública y deudas con las universidades: no
    se actualiza el presupuesto educativo y los fondos no alcanzan para el normal
    desarrollo de la actividad. Sin incrementos presupuestarios las universidades no
    podrán funcionar a partir del segundo semestre de este año.
  5. Interrupción de la obra pública: atrasando o discontinuando proyectos
    estratégicos, vitales para reducir el gasto en subsidios y en importación de energía,
    considerando además el brutal costo social que significa la pérdida —estimada hasta
    el momento— de 100.000 puestos de trabajo.
  6. El supuesto superávit comercial es consecuencia de la brutal recesión y el
    desplome de las importaciones, sumado a la diferencia por las importaciones no
    pagadas (que se transforman en deuda comercial). La recesión para el presente año
    se prevé en el orden del 5% como piso, la mayor desde el 2009.
  7. Acumulación de reservas postergando pagos de importaciones. El Banco
    Central RA restringió el acceso a divisas para el pago de importaciones durante el
    primer trimestre del año. Si a los no pagos de bienes, le agregamos los pagos
    restringidos de servicios (unos USD 2.000 millones), el aumento de deuda comercial
    totaliza aproximadamente unos USD 8.800 MM. Es decir, entonces, que el BCRA
    compró efectivamente solo un 30% de lo que dice.
    En números generales, el gasto primario de la Administración Pública Nacional cayó más
    de 35% interanual en términos reales. El 40% del recorte del gasto se explica por la
    caída en jubilaciones y pensiones, un 15% por un menor gasto en subsidios
    energéticos y otro 15% por el freno de la obra pública. Entre estos tres rubros, se explica
    el 70% de la caída del gasto primario.
    “Desde la CGT seguimos reclamando, más allá de medidas coyunturales y muchas veces
    arbitrarias, la implementación de un verdadero programa económico que, desde un diálogo
    social abierto (al que no se convoca), incorpore perspectivas de crecimiento e inversión
    productiva (que hasta el momento no se formulan) para un genuino aumento del mercado
    laboral con fortalecimiento del ahorro y del valor de nuestras Pymes, y que, a su vez, regule
    la especulación financiera. Un modelo inclusivo de Desarrollo, Producción y Trabajo que
    comience a reparar un tejido social agobiado por la pobreza de vastos sectores de nuestra
    comunidad, contribuyendo al bienestar de las y los argentinos”, concluye el comunicado del Consejo Directivo de la CGT firmado el 23 de abril, horas antes de la marcha en favor de la educación pública que convoca a gran parte de la ciudadanía.

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Aceiteros: un plenario de delegados de base para pensar, capacitar y representar mejor a los trabajadores

En la previa del XII Plenario de Delegadas y Delegados de Base Aceiteros y Desmotadores de Algodón que se desarrolló el 16 y 17 de abril en el auditorio de Foetra, Nora Anchart entrevistó al líder Aceitero, Daniel Yofra, quien se va perfilando como uno de los dirigentes gremiales con mayor presencia dentro del mundo sindical. El record de sus paritarias anuales y la permanente actividad en respaldo a la unión de los trabajadores en pos de una vida digna, lo convierten en una referencia para los diversos sectores. “Nos quieren hacer creer que para ser digno hay que tener trabajo. Y eso es mentira. Lo que te da dignidad es tener un buen salario según su definición constitucional y legal, y para eso necesitamos saber cuánto vale nuestro trabajo y cómo defender ese valor. Y la forma de defenderlo ya la conocemos: es en las fábricas y en la calle, luchando para que nadie quiera destruir nuestros derechos justo cuando empiezan a hablar de una reforma laboral al estilo de los años 90, cuando alimentaron la tercerización y la precarización laboral que continúa hasta hoy”, dijo Yofra al anticipar la tónica del plenario.

LCV: Contanos un poco de qué se trata el plenario

—Bueno, este es un plenario que lo hacemos todos los años para los delegados y delegadas de la República Argentina, Aceiteros y Desmotadores, que son los dos sectores de los cuales representamos. Lo hacemos con la finalidad de ayudarlos a pensar, de capacitarlos de todo lo que necesitan los delegados para defender a sus trabajadores. La idea es hacer un plenario para que los compañeros y las compañeras se vayan a sus lugares de trabajo a representar lo mejor posible a sus trabajadores.

LCV: Va a haber también un panel internacional con situación de la clase trabajadora en América Latina ¿Siempre incluyen el capítulo internacional de geopolítica.

—Sí. Nosotros necesitamos saber cómo fueron las experiencias que han tenido, por ejemplo, Ecuador con la dolarización, Honduras como para tener en cuenta cuáles fueron las experiencias de ellos sobre la dolarización y que los compañeros y compañeras sepan cuál es el destino que nos toca vivir si eso ocurre. No en sólo cuestión de decir que la dolarización no sirve, sino que queremos saber por qué no sirve. Queremos que haya países que hayan implementado la dolarización y que si les fue bien o les fue mal, que lo digan ellos.

LCV: Después sigue algo que me parece importantísimo, reformas del nuevo gobierno y su impacto en las políticas de género. ¿Por qué eligieron este tema particularmente?

—Todos los años venimos implementando charlas sobre cuestión de género, sobre identidad, o sea, tenemos representantes más que nada en la parte legal, donde han escrito un libro sobre la cuestión de género que nos ayuda también a pensar sobre cuál es la posición de un dirigente sindical, más que nada cuando es varón, en donde nosotros tenemos en su gran mayoría varones, sería importante para nosotros saber cuál es la implicancia de todas estas normas que quieren sacar y que fueron una lucha ganada por el sector principalmente de las mujeres. Me parece que es algo muy importante y que nosotros le queremos dar trascendencia y más que nada también debatir sobre esa situación.

LCV: El día miércoles 17 de abril, abren con el tema de la batalla cultural y en este caso enfocan a la prensa en ese problema. ¿Cómo lo ves?

—Nosotros creemos que venimos perdiendo terreno hace muchos años. La batalla cultural dentro de las capacitaciones es un común denominador. Consideramos que no es solamente hoy algo que se está haciendo sobre un sector, sino de todos los sectores. O sea, han avanzado mucho en todos los sectores y me parece que tratar de que vengan periodistas, de ver cómo manejan la información, cuáles son las tendencias en este momento, nos van a servir para darnos cuenta por qué dicen determinadas cosas. El tema, principalmente de las mujeres, me parece que no es solamente de las mujeres, sino de todos nosotros.

LCV: En el campo de los derechos humanos hoy se discuten cosas que a lo mejor nosotros creíamos que ya estaban consolidadas y sin embargo hoy se vuelven a discutir.

—También hay que entender esto y hay que aclararlo, porque si no parecería que el único mal que tenemos es el gobierno que está. El tema de la batalla cultural, cuando nosotros hablamos o cuando ellos hablan de que los trabajadores del Estado son todos ñoquis, son todos unos vagos, es producto de que el primer negreo es hacia los trabajadores del Estado. Entonces, evidentemente, el Estado anterior tampoco ha dejado con esa seguridad que necesitan los trabajadores de que no venga un desquiciado a echarlo, porque están estigmatizados hace mucho tiempo. Entonces me parece que en ese sentido nosotros tenemos que pensar de que los responsables son los gobiernos anteriores, que es el primer precarizador de la clase trabajadora, en donde tienen trabajadores dentro de los ministerios con contrato de un año, y que hace 20 años que están contratados. Entonces me parece que en ese sentido también tenemos que pensar de que nos han dejado una bomba con una mecha muy corta, y nosotros pensamos solamente que los hijos de puta son los que están ahora y no pensamos que nos dejaron todo un sistema totalmente debilitado, en donde viene cualquiera y nos saca la posibilidad de seguir trabajando. Encima el gobierno este se nos ríe diciendo sacamos tanta gente del Estado y se jacta de eso, y nosotros no hacemos absolutamente nada, pero los culpables son los que estuvieron en todos los gobiernos anteriores, que no han hecho absolutamente nada para que esos trabajadores no estén precarizados.

LCV: ¿En qué consiste para los aceiteros la dignidad del trabajo”

—Creo que hay muchas cosas que nos vienen diciendo a los trabajadores y que compramos, ¿no? Producto de que tampoco nosotros como dirigentes sindicales salimos a fijar nuestra posición, siempre subestimamos. Bueno, por eso está un gobierno como el de Milei, donde surgió en un teatro pegándole una piñata con la cara de Alfonsín, o con la del Banco Central. Bueno, todas esas cosas que en algún momento nos dan risa, hoy nos dan preocupación y nos lleva a una situación de las peores que hemos tenido en los últimos 40 años de democracia. Bueno, nos quieren hacer creer que lo más importante y la dignidad te la da el trabajo y no te la da el trabajo solamente, te la da un salario digno. Y el salario digno no es más ni menos que tener un salario que vos puedas cubrir las nueve necesidades que establece la ley de contrato de trabajo, como la alimentación adecuada, vivienda digna, educación, salud, esparcimiento, transporte, vestimenta, previsión, vacaciones. Me parece que en ese sentido, si nosotros no ponemos en claro, para los trabajadores más que nada, no para los empresarios o para un gobierno como este que está compuesto por empresarios, sino para los trabajadores, que esa debería ser nuestra preocupación, para que ellos estén concientizados y no salgan a respaldar a alguien que lo desprecia, como este gobierno está claro de que desprecie la clase trabajadora, desprecia a los pobres, desprecia a los jubilados. Bueno, nosotros tenemos que salir a decir las cosas como son. La dignidad la da un trabajo con un buen salario para que realmente vos puedas satisfacer todas esas necesidades. Si vos no podés satisfacer las nueve necesidades que establece la ley de contrato de trabajo en el artículo 116 y el 14 b, de la Constitución, no tenes dignidad. Hay gente que ha estado 40 años en un trabajo y se ha jubilado con una miseria y hoy está en una situación y ha estado eternamente, porque yo tengo unos cuantos años que he visto a mi abuela, he visto a mi abuelo y he visto a los padres de mi amigo que han terminado en una situación totalmente precaria cuando han trabajado 40 años. Si esa es la meritocracia que plantea este tipo de gobierno, la meritocracia es haber trabajado 40 años con una situación miserable y que después se jubilen con más miserabilidad, me parece que eso es de muy cretino y de muy ruin como para que nosotros lo permitamos como trabajadores. Nosotros tenemos que cambiar esa historia.

LCV: Hablando de jubilaciones, están yendo por esta opción de que a los 60 años podías opcionar seguir cinco años más en caso de mujeres y en varones 65, 70. Todo esto está dentro de esa Ley de Base que tienen que votar dentro de poco. ¿Tenemos pocos diputados de extracción sindical nosotros para defendernos?

—En realidad no tenemos políticos que hayan trabajado o que entiendan a un trabajador, porque si no deberían tener conciencia en clase. Más allá de que pueda haber traidores y que dentro de los políticos que hayan salido del extracto laboral vean más con buenos ojos las ideas de los patrones que de los trabajadores, pero en su gran mayoría son gente que nunca se ha levantado a las 6:00 a.m. Nunca han padecido la verdugueada de los patrones y de los mandos medios. O sea, hay un sistema social en donde la clase política últimamente no piensa en la clase trabajadora, eso está claro y sobran los ejemplos para pensar. Que hoy un político diga bueno, si me das este aporte yo te apruebo la ley que va en contra de los trabajadores, es realmente una traición a los que lo votaron, que en su gran mayoría son trabajadores. Pero bueno, por eso te digo, si nosotros podemos concientizar a los trabajadores de lo que está bien y lo que está mal como dirigentes sindicales, me parece que tarde o temprano esos dirigentes políticos la van a pagar y la van a pagar dentro de la urna.

(Quienes siguieron nuestras redes, pudieron vivir el plenario minuto a minuto, con la cobertura especial de Javier Touzón. Seguinos también en twitter: lacolumnaradio e instagram columnavertebralradio, además del facebook columnavertebralradio y nuestro canal de youtube LCV-Historias de Trabajadores. Todas las plataformas al servicio de la información que necesitás tener y que otros no te cuentan)

Comunicado sobre la actividad del plenario

XII Plenario de Delegadas y Delegados de Base Aceiteros y Desmotadores de Algodón

Yofra: “Esta política licuó los salarios en tres meses y acá estamos para defender el salario”

El secretario general de la Federación Aceitera y Desmotadora de Algodón, Daniel Yofra, sostuvo esta mañana que la política del gobierno nacional “licuó los salarios en tres meses” y reiteró que durante los plenarios nacionales de delegadas y delegados es cuando “se definen las medidas de fuerza” y subrayó: “Acá estamos para gritar”.

“Muchos habrán escuchado en sus hogares o en la fábrica eso de que la política no me da de comer. Pero por esta política tenemos el 57 por ciento de pobres y por esta política se nos licuó el salario en tres meses. Todos los trabajadores sufrimos eso y, por eso, acá estamos para gritar”, afirmó Yofra en la apertura del décimo tercer Plenario de Delegadas y Delegados, que se desarrolla en el Auditorio de FOETRA, en Hipólito Yrigoyen 3171, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El encuentro se realiza a una semana de haber logrado una renegociación paritaria que llevó el salario básico a 1.240.202 pesos y mientras se realiza la paritaria del sector de desmotadores de algodón.

“Este es el espacio dónde se toman las decisiones y la huelga no es un capricho de esta Comisión Directiva. No es una opción no cumplir con las decisiones que se toman en los Plenarios de Delegadas y Delegados y en los Congresos. Si los Congresos y los Plenarios facultan a tomar medidas de fuerza no es una opción no hacerlas”, completó Yofra, que estuvo acompañado por Eduardo Labra (Tesorero), Juan Domínguez (pro secretario general), Ezequiel Roldán (secretario gremial) y Marco Pozzi (secretario de salud laboral). 

Durante la primera mesa del plenario, “Reforma Laboral, Criminalización y Derecho de Huelga”, el vicepresidente Federación Internacional de Derechos Humanos, Juan Carlos Capurro, cuestionó el protocolo de la ministra Patricia Bullrich y afirmó: “La política y la criminalización que está en curso, ya la hemos derrotado en el pasado y podemos volver a hacerlo”. 

“Vamos a tener memoria histórica de lo que están haciendo ahora. Los jueces que no resuelven los planteos contra el protocolo van a ser conocidos, porque vamos a dar a conocer sus nombres, porque tienen que saber que lo que hacen lo vamos a hacer conocer”, advirtió Capurro durante la mesa que coordinó el presidente Asociación Latinoamericana de Abogados y Abogadas Laboralistas (ALAL), Matías Cremonte, quien estableció la línea que unió todas las exposiciones al señalar: “La política del gobierno es un ataque a la organización sindical, un ataque a la acción colectiva, como pre requisito para la precarización laboral”.

Por su parte, el asesor legal de la Federación Aceitera, Alexis Barraza, dijo que “cuando se habla de la reforma laboral, el discurso predominante en los medios es la flexibilización laboral. Pero la idea de flexibilización laboral es una falacia porque el contrato de trabajo ya es flexible”.

“Lo que tratan de ocultar en ese discurso es que quieren desregular el derecho laboral y que el trabajador negocie con la empresa como iguales, cuando en realidad hay una parte poderosa de un lado y otra que no tiene herramientas para defenderse”, agregó Barraza.

Además, el asesor legal Eugenio Biafore dijo que “el trabajo no registrado negro se impuso en la dictadura para destruir la organización de los trabajadores, crear división social y generar la degradación del trabajo. Empezó con un 3%, llegó al 50% en 2001 y después nunca llegó a bajar del 37 por ciento. El DNU promueve el trabajo no registrado porque elimina todas las multas y no propone ninguna herramienta para enfrentar el trabajo no registrado”

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Walter Goobar: “Netanyahu está sacrificando a los rehenes para mantener una estrategia de guerra ”

En medio de una semana de inquietud, luego de que avanzara el conflicto de Israel contra Gaza involucrando a otros países como Irán, y el presidente Milei se enrolara internacionalmente con Netanyahu, fomentando los fantasmas de un nuevo atentado en Argentina, Nora Anchart entrevistó en La Columna Vertebral a Walter Goobar, reconocido periodista especializado en internacionales quien recorre el inicio del conflicto iniciado con el tremendo atentado del 7 de octubre ocurrido en un momento en el que las marchas en contra de Netanyahu ponían en riesgo su permanencia en el gobierno; la crisis de los rehenes, la intervención de Irán, y el riesgo que puede traer para Argentina el rol de Milei con su encuadramiento con Israel.

Walter Goobar, periodista especializado en internacionales

LCV: ¿Qué opinas de lo que está sucediendo en Medio Oriente?

-El ataque de Hamas en el sur de Israel ocurrió en un momento en el cual Benjamin Netanyahu estaba llevando a Israel a una situación de guerra civil porque la oposición en su contra y el pedido de renuncia eran una cosa incesante y constante por graves cargos de corrupción que pesan en su contra, inclusive por su enfrentamiento con la Corte Suprema que quiso remodelar o remodeló justamente para evitar ser destituido. El tremendo atentado del 7 de octubre le resultó útil para consolidar una opinión pública que estaba absolutamente fragmentada y agrietada con respecto a su futuro político. Esto después se potenció cuando en lugar de lo que podía haber sido llamado una represalia proporcionada a lo que fue el atentado, se convirtió en un proyecto prácticamente de exterminio de los palestinos en el cual ya hay más de 30.000 muertos, en la cual el 70% son mujeres y niños. No hay ninguna guerra. La suma de todas las guerras de los últimos cuatro años te da menor cantidad de víctimas de niños que en la de la Franja de Gaza, sin contar la cantidad de niños mutilados, huérfanos, etcétera, etcétera. Este plan sistemático de exterminio de los palestinos inclusive se prolongó contra los periodistas, contra el personal sanitario, contra los trabajadores de Naciones Unidas y de organizaciones humanitarias, y lo que ocurrió en la última semana es que no habiendo logrado sus objetivos militares, para continuar ejerciendo el poder, está intentando a partir de provocaciones regionales, convertir el conflicto justamente en un conflicto regional. A comienzos de abril, se llevó a cabo por parte de Israel el ataque contra un consulado iraní en Damasco, la capital de Siria, que es lo que disparó la represalia iraní del último fin de semana. Es decir, esto no fue un error de cálculo. Evidentemente, Netanyahu quiere comprometer a Irán, que nunca ha estado directamente comprometido, en todo caso, ha estado comprometido indirectamente a través de la milicia chiíta, libanesa,

LCV: Si yo no me equivoco, en este último fin de semana había una manifestación en Israel reclamando que Netanyahu no está haciendo lo suficiente para traer a los rehenes…

—Además, te agrego, Netanyahu inclusive ha sacrificado o está sacrificando a los rehenes israelíes simplemente para no decretar un cese al fuego, justamente porque quiere mantener la estrategia de de guerra y de tensión.

LCV:¿No se dan cuenta del otro lado que de alguna manera son funcionales a la permanencia de Netanyahu?

—La responsabilidad está en aquel que genera las provocaciones, en aquel que es el matón del barrio que sale a provocar a Irán. Israel finalmente nunca se ha medido militarmente con Irán, y Netanyahu sale a buscar una confrontación.

LCV: ¿Qué consecuencias puede traer este nuevo foco de conflicto contra Irán?

—Irán en principio dio por terminada o por satisfecha su represalia, pero ahora va a venir la represalia israelí. Entonces ahí es donde vamos a ver hasta dónde piensa llegar Netanyahu, hasta donde las potencias, particularmente Estados Unidos, lo va a dejar llegar a Netanyahu. Porque una cosa es que Netanyahu, en represalia por los bombardeos iraníes,  decida, no sé, atacar una refinería petrolera iraní. Otra cosa, otro precio, por decirlo así, sería que Netanyahu decida atacar una central nuclear iraní. Otro precio sería que Netanyahu decida invadir el sur de Líbano y otra cosa sería que Netanyahu pretenda hacer las tres cosas a la vez.

LCV: ¿Y otro precio no es que se disemine esta disputa a lo largo del mundo, a través de esta historia de ataques de embajadas mutuas o cosas por el estilo?

—Claro. Es que ya hace tiempo, y nosotros los argentinos lo sabemos, lo hemos vivido en carne propia, este conflicto ya se ha extendido más allá de la frontera con los dos atentados que sufrimos en la Argentina. De hecho, Israel la semana pasada cerró 28 embajadas y representaciones diplomáticas en el mundo en prevención de atentados. Porque en realidad es como que la respuesta iraní estaba dentro de los cálculos de Netanyahu. Esto es lo que te indica es que estaba dentro de los cálculos. La única diferencia es que Netanyahu no lo hace al estilo Milei, con bombos y platillos, sino que estas cosas se manejan con bastante más sigilo o -por lo menos- no haciendo ostensibles las provocaciones. Porque si después pretendés victimizarte, no tenés que hacer el papel de matón, tenés que hacer el papel de víctima.

LCV: Nosotros ya la vivimos, ya sabemos de qué se trata cuando le mojas la oreja a un gigante que sí tiene el formato y las ganas. Estoy viendo el refuerzo de seguridad en la embajada de Israel y toda esta historia que vos y yo estuvimos cubriendo lo que fueron aquellos atentados. Y te digo que la memoria emotiva me provoca un dolor en el espinazo.

—Claro. Pero además, si se llega a producir un atentado en la Argentina, no va a ser obra directa de Irán, sino que va a ser de alguna organización no estatal, va a ser obra de Hézbolá, de Ansar Alá, de alguno de las grupos. Con lo cual, todo esto es mucho más difícil de prevenir. De hecho, los dos atentados que sufrimos en la Argentina, tuvieron diversas reivindicaciones, con distintos sellos y distintos nombres, después se trató y tampoco se ha logrado definitivamente, plantear la responsabilidad directa de Irán como Estado. Pero te quiero decir que esto complejiza aún más la cuestión, porque tampoco se maneja todo en términos de relaciones Estado cuando tenés organizaciones armadas del otro lado, y que ven, digamos, cuando una reunión de crisis de gabinete está presidida por el embajador de Israel en Casa Rosada, eso solo puede ser interpretado como una provocación, además de una falta de tacto absoluto que no se ha visto en la diplomacia, creo, en ninguna parte del mundo.

LCV: Esa presencia del embajador en la reunión de gabinete de Argentina ha sido comentado en casi todos los diarios del mundo. ¿Qué tiene en la cabeza Milei? ¿Qué cree que podemos sacar de todo eso? ¿O es simplemente esta historia del complejo de que su abuelo se dio cuenta de que era judío cuando estaba por morirse y entonces quiere ahora la reivindicación?

—Mira, yo no sé. No me gusta entrar en cuestiones psicológicas, pero hay una cuestión mesiánica. Hay una suerte de mesianismo en todo esto. También, obviamente, hay cuestiones de negocios y de alineamientos con determinados sectores de la política. Milei no pertenece a un judaísmo progresista, todo lo contrario, sino que pertenece a una secta, y a una secta que está también muy vinculada, digamos, a algunos grandes intereses empresariales en la Argentina, como el grupo Irsa, y también en el caso de los EE.UU, hay miembros muy importantes del fondo inversiones Blackrock que comulgan también con ese grupo. Con lo cual, hay una parte que tiene que ver con su delirio místico, por decírtelo de alguna manera. Por otro lado, la otra parte tiene que ver con el delirio económico y geopolítico, pero también creo que esta persona ni siquiera está bien informado sobre lo que son las relaciones en el mundo en este momento, sino que él ve un mundo; cuando él habla sobre el mundo, cuando él habla sobre China, cuando él habla sobre una cantidad de países, pareciera que estamos en la época de la guerra fría.

LCV: ¿Qué pensás del fallo de la justicia respecto del atentado a la AMIA?

—Te consta que a lo largo de todos estos años he seguido esa causa, conozco esa causa, conozco a todos los personajes que estuvieron involucrados en las distintas facetas de la causa, muchos de los cuales terminaron detenidos, presos, juzgados; desde el juez Galeano a los fiscales, el ex comisario Palacios, ahora ya fallecido. Sin embargo, a lo largo de estos años no se ha agregado una sola prueba para hacer un fallo tan tajante y tan terminante en base a la misma información que existía hace muchos años, que tiene un carácter indiciario, pero vos no podés establecer, digamos, una culpabilidad en base a indicios. Esto no es posible. Yo mismo aporté a lo largo de años y a partir de investigaciones propias y en un libro titulado El tercer atentado, mucho del material indiciario sobre, por ejemplo, viajes de agentes de inteligencia iraníes, posibles viajes de reconocimiento, yo revelé la existencia de una base de observación a pocos metros de la AMIA, que nadie se había dado cuenta que esa base existía, y después cuando la llevé a la justicia, debidamente investigada, y sin embargo, no se ha encontrado una sola casa operativa, no se ha encontrado un lugar donde se armó el coche bomba, ni tampoco la procedencia de los explosivos, la procedencia de los detonadores. El otro dato que aporté yo, fueron algunas comunicaciones de la célula operativa a través de avisos en los diarios, en los clasificados de Clarín. Lo encontré yo, lo aporté yo. Ahora, estos son elementos indiciarios, no determinantes. Vos no podes demostrar la culpabilidad del Estado de Irán. Porque una cosa es, y ahí vuelvo a la misma cuestión que hemos hablado antes, decir que, está bien, digamos, Hezbolá responde a Irán, pero de ahí demostrar la responsabilidad del Estado de Irán, son dos cosas absolutamente distintas. Y vuelven a ser estas cuestiones temerarias que aparecen cada vez que le conviene a los intereses de Israel o de los Estados Unidos.

LCV: A mí todo me parece guionado, me sorprende la concordancia de pistas, no entiendo. Hace poquito leía que en realidad esto que se le había dado como mucha prensa, como si fuera un fallo definitivo, era apenas la opinión de uno de los tres que tenía que opinar, me parece. Así que tampoco tiene nada.

—También hay muchas cosas que fueron muy adornadas por la prensa, malinterpretados por algunos medios interesados en fogonear este tema. A mí no me extrañaría que la semana que viene también aparezca otro fallo diciendo que a Alberto Nisman lo asesinó un comando iraní.

LCV: ¿Cuál es el objetivo final? ¿No es una locura usar esto para distraer de los problemas domésticos?

—Me parece una locura que en una reunión de crisis donde se discuta de estas cosas, esté un ministro de Salud discutiendo cómo conjurar un posible atentado cuando no puede conjurar una invasión de mosquitos y conseguir repelente.

LCV: ¿Le ves a salida esto?

—No sé. Yo soy de los que piensan que los pueblos muchas veces aprenden en una noche más que en un periodo prolongado de tiempo. Me parece que muchos de los tiempos se van acortando. Este tema también le resulta funcional al Gobierno para llevarse la marca de aquellos temas que realmente deberían ser los centrales de la preocupación de los argentinos. Los sueldos que no alcanzan, las jubilaciones de las cuales estamos siendo esquilmados, el hecho de que se le haya quitado el tratamiento a enfermos terminales. La lista sería larguísima. Sería una pena que volvamos a empezar a considerar sospechoso a cualquier barbudo o cualquier persona que simplemente porque use un turbante, todo el mundo se tire cuerpo a tierra. Pero bueno, vos sabés que en general, justamente, el miedo es uno de los elementos que se utiliza, lo ha utilizado exitosamente Estados Unidos muy bien en este sentido, con su propia población. Ha utilizado el miedo para, de alguna manera, mantener el control sobre la población. No descarto que algo de esto también esté pasando, que sea un efecto indirecto de, no sé si deseado o no deseado, pero que evidentemente tiene que ver justamente con la crisis que está pasando en la Argentina. Fijate que hay otro paralelismo histórico, porque el atentado contra las Torres Gemelas en septiembre del 2001 también conmovió al mundo, y de alguna manera le dio un poquito de aire, un poquito de aire al gobierno de la Rúa. Pero sin embargo, el Gobierno de la Rúa, a escasos meses, en diciembre de ese mismo año, tuvo que irse en el helicóptero.

LCV: Para cerrar, contame qué es exactamente lo que estás haciendo con tus redes, que es tan impresionante.

—No son exactamente mis redes. Comenzó en la pandemia, cuando empezó una ofensiva muy fuerte con el tema de la vacuna Sputnik, donde había, naturalmente, intereses de laboratorios, particularmente de Pfizer y de los fondos de inversión, de Black Rock, etcétera, de torpediar la vacuna Sputnik. Entonces, tuve la idea, la ocurrencia, de hacer un boletín de noticias, que todavía se sigue llamando Pandemias y vacunas, porque también en aquella oportunidad organizamos algunos seminarios con el Instituto Gamaleya, con el instituto que produjo la vacuna para médicos. Toda aquella información, que además era información chequeada de puentes confiables, tratamos  justamente de hacer un combate muy fuerte contra la fake news y de denunciar a los medios que incurrían en noticias falsas. Luego, pasamos a temas mucho más vinculados a la guerra Rusia-Ucrania, y ahora a los temas de geopolítica. Se ha formado una especie de comunidad, una en Telegram y otra en WhatsApp. Hacemos un boletín diario con mucha información alternativa.

LCV: Incluidos los fines de semana, que es importante.

—No tenemos descanso. Ningún día libre, digamos. Posteamos prácticamente todos los días del año, desde hace casi cuatro años, con información alternativa, porque hay mucha información que los medios, por razones de intereses, etcétera, no publican, como por ejemplo, el tema de los agrotóxicos, algunos de los temas vinculados al dengue.

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