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Sábado de Asamblea Feminista en Guernica. Crónica a cinco días del desalojo
“Esperemos que se animen las chicas”
Este sábado se realizó, al mediodía, un nuevo encuentro de la Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Trans, No Binarias, del predio recuperado de Guernica. El colectivo feminista es una de las mayores novedades de la toma. Atraviesa diversas organizaciones de manera transversal cuestionando la violencia en todos sus aspectos: patriarcal, institucional, estatal, social o cultural. El viento se hace sentir en el amplio descampado salpicado por casas precarias, sin embargo la convocatoria es mayor a la imaginada. Faltan apenas unos días para que se cumpla el plazo de desalojo establecido por la justicia y no se ha llegado a ningún acuerdo por el momento. Más allá de la tensión, también la fuerza y la organización avanzan.
María es una vecina del barrio y participa por segunda vez en el encuentro de la Asamblea feminista. Habla tímida, bajito, pero con decisión: “En la toma está mi hijo y ojalá que, no por mi hijo sino también por mucha gente que en verdad necesita, no haya desalojo. Hay muchos jóvenes e inclusive personas mayores y enfermas que están en la toma, que no tienen un hogar o que están viviendo en un alquiler y ahora a causa de la pandemia ya no pueden pagarlo más. Entonces espero que se les ceda el pedazo de tierra porque en verdad hay tierras acá vacías, los dueños ya no existen más. Se están apropiando nomás de las tierras vacías.” Tierras vacías. Personas al límite del hacinamiento y el hambre. Mujeres que cuestionan la violencia de todo tipo. Funcionarios que no logran encontrar respuestas ni comprender la composición social y organizativa de los que se animaron a saltar el cerco. Nada es típico, los actores sociales representan la complejidad de la situación. Por eso Guernica se convirtió en una experiencia icónica en tiempos de pandemia, de distanciamiento social obligatorio, pobreza y desocupación. La forma en que se resuelva el conflicto marcará, posiblemente, la línea a seguir del gobierno frente a decenas de situaciones similares.
El feminismo llegó para quedarse. En torno a la Asamblea se reúnen mujeres con historias diversas. María es una de ellas. Nunca había participado de este tipo de encuentros y parece entusiasmada con la novedad: “Espero que se animen las chicas porque de verdad es linda la charla que hacen, más para las personas que sufrieron maltrato, sea de su pareja o de otra persona masculina. Sí, espero que se animen porque yo veo que a muchas las están ayudando, sea psicológicamente y también a que se animen a sacar de adentro lo que les pasa, porque la verdad que hay mucho.” Se despide de La Columna Vertebral y avanza con una sonrisa a zambullirse en ese mundo desconocido, de talleres, charlas, y construcción de la resistencia al desalojo.

“Queremos que nos abracen”
La Asamblea Feminista se dio a conocer en el mes de septiembre con una carta a las Ministras de Género de la Nación y la Provincia en la que surgió la consigna: “Tierras para vivir, feminismos para habitar”. Desde entonces no se detuvieron en la búsqueda de apoyos de otros sectores. Hubo otra carta abierta titulada dirigida a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, al colectivo Ni una Menos, al de actrices argentinas, y todas las organizaciones LGTB del país.
“Venimos aguantando el hambre y sobrellevando esta situación con ayuda de organizaciones solidarias y vecinos que nos acercan algo de agua y alimentos. Pero no alcanza. La policía nos amedrenta, la justicia nos condena, la Intendenta Blanca Cantero nos ataca. La derecha nos criminaliza…Estamos dispuestas a seguir hasta el final. Necesitamos estas tierras, necesitamos una vivienda digna. No queremos represión. Pedimos al gobierno que nos dé una respuesta concreta. Pero les hacemos saber que no nos iremos de aquí, de estas tierras que contienen a nuestros niños, a nuestros compañeros, dónde cultivamos día a dia, hora a hora, nuestros sueños y nuestra pelea por una vida digna, estas tierras que nos han visto organizarnos, levantar la cabeza, que nos han vuelto más fuertes. …Si se quiere se nos pueden otorgar las tierras, hacer un plan de trabajo y vivienda que emplee a quienes necesitamos una casa y vecinos. Por #NiUnaMenosSinVivienda, por pan, paz y trabajo, contra el desalojo a las mujeres sin vivienda. Que nos abracen, que nos acompañen, que se hermanen con nosotras. Que, con los cuidados necesarios por la pandemia, acompañen nuestra movilización para que todo el país sepa que las mujeres de Guernica no están solas, que estamos dispuestas a resistir, y que no bajaremos nuestros brazos.”

“Estamos afianzando la resistencia en el territorio”
Camila participa de la recuperación del territorio de Guernica, vive en Manzana 10 del barrio 20 de julio, y es una de las referentes de la Asamblea Feminista. La Columna Vertebral charló con ella sobre las razones del Encuentro y la situación actual de la toma a pocos días de un posible desalojo:
Estamos en este momento en un encuentro de mujeres y disidencias en la ocupación, que se hizo a través del pedido de la asamblea por la necesidad de talleres de concientización y herramientas. La situación en el territorio es crítica y a la vez se afianza la organización cada vez más por una cuestión de que la orden de desalojo sigue vigente y no hay ningún tipo de respuesta, más que nada propuestas de provincia que no son funcionales para nosotros, son funcionales para elles y a través de eso siguiendo, afianzando la resistencia en el territorio.
¿Por qué esas propuestas no son viables para ustedes?
Porque son políticas de parche las que está tirando el Ministerio de Provincia, con subsidios que la verdad que no nos sirven para nada porque solamente van a incrementar la precariedad y el hacinamiento. Subsidio de dinero y subsidio de materiales para construir en la casa de, y eso no es factible para nosotros. Luego se ha hablado de una reubicación que no es algo concreto porque no hay nada en papel, se mostró un plano en el que ni siquiera tienen un lugar concreto, no sabemos si es Guernica, si es San Vicente, si es Korn. Así que estamos con esa incertidumbre que el Estado siempre predispone.
¿La situación de las mujeres en la toma cómo es?
La situación de las mujeres es como la de todo el barrio. Vivimos en una cultura muy violenta y machista, y acá adentro se replica, en algunas cuestiones se incrementa mucho mas por la situación de precariedad y vulnerabilidad que están atravesando las compañeras, pero estamos intentando que haya comunicación entre nosotras, acompañamiento y contención más que nada.

Eslabones en la memoria histórica.
Esta crónica no hubiera sido posible sin la inestimable colaboración de Neka Jara, militante social de larga trayectoria, una de las fundadoras del legendario MTD de Solano, junto al entonces cura Alberto Spagnolo y otros compañeros se armó la Coordinadora Aníbal Verón. Hace años tuvieron que abandonar el conurbano sur: los narcos incendiaron su casa y el entramado mafioso-policial los obligó a partir. Desde entonces, se instalaron en un terreno cercano a La Plata en donde tienen sus huertas y a varios compañeros en los alrededores.
En estos años fueron muchos los militantes de aquellas primeras organizaciones de desocupados del sur que optaron por instalarse en el campo y producir alimentos. Un éxodo militante que dio lugar a organizaciones como la UTT, cuyo núcleo fundancional viene del MTD de Lanús, allí donde militaba Darío Santillán. Como no podía ser de otra forma, La Columna Vertebral tuvo a Neka Jara como corresponsal de lujo porque hoy también participa de la Asamblea Feminista de Guernica. ¿Cómo llegó ahí?
“¿Cómo llegamos nosotras a la asamblea feminista de la toma? Fue a partir de una serie de experiencias violentas que vivieron algunas compañeras. En el caso de una compañera trans, por ejemplo, dos o tres machirulos se acercaron a su casita, abusaron de ella, la golpearon y le quitaron el rancho, después otras mujeres que fueron fuertemente golpeadas por sus maridos. Entonces entre ellas se juntaron e hicieron una carta denunciando públicamente esto y llamaron a distintos colectivos feministas, organizaciones, a acercarse al territorio para pensar un poco estas realidades. Así fue cómo llegamos, yo formo parte de un colectivo que se llama Las Comarqueñas porque vivimos en un espacio comunitario que se llama La Comarca y ahí armamos un poco este colectivo de experiencias feministas. A partir de ahí se fueron tejiendo muchas cosas para trabajar acá en el territorio, se fueron armando distintas maneras de intervenir y desarmar un poco esas lógicas de violencias, sin confrontar con estas violencias pero sí para desarmarlas y acompañar a estas compañeras, proponer otros espacios y pensando cómo habitar un territorio. Por eso salió esta frase tan fuerte de “tierra para vivir y feminismo para habitar” que es un desafío a construir, no es una frase bonita armada sino que habitar significa desplegar de qué maneras queremos vivir, con qué relaciones queremos construir nuestra vida social, de qué manera nos queremos situar en distintos lugares y si ponemos nuestra voz ponemos nuestras palabras o dejamos que otros hagan por nosotras. Un poco esa es la perspectiva.”

Por qué no hay acuerdo con el gobierno
Todavía tienen esperanza de que el desalojo no se produzca pero por todo lo que se fue escuchando estos días por los medios parece que el desalojo es inminente, así que se están preparando para resistir. Son muchas las mujeres solas con hijos y hoy pudimos escuchar las tibias propuestas del Estado: ofrecen entregar un dinero básico para que encuentren lugar en otras tierras o alquilen. A treinta cuadras del asentamiento, el Ministerio de Desarrollo Social Comunitario de la Provincia de Buenos Aires instaló una carpa de asistencia. Hasta allí debían caminar para obtener una bolsa de comida, una bolsa de pañales, algunas cosas de higiene y la promesa de que más adelante les darían entre 50 y 80 mil pesos. Hasta ahora no han recibido absolutamente nada de esa dinero pero muchas relatan que les hicieron firmar el acuerdo de que se irían del asentamiento. Esa presión individual también es vista por la Asamblea como una violencia estatal.
En estas semanas se sucedieron encuentros entre los ocupantes y funcionarios. Algunos de ellos fueron de extrema tensión. Andrés Larroque, Ministro de Desarrollo y Comunidad de la provincia debió abandonar el lugar por el disgusto de los pobladores que le tiraron piedrazos. El clima no era de los mejores: la noche anterior un auto en el que viajaban militantes de distintas organizaciones había sido baleado en la ruta de Guernica, uno de ellos fue gravemente herido. En otra oportunidad, un camión de la ONG Médicos del Mundo que prestaba asistencia en el lugar fue detenido y sus trabajadores fueron conducidos a la comisaría en donde se los detuvo por unas horas y se les tomó identificación. Las provocaciones se repiten una y otra vez. Lejos de comprender la complejidad de la composición social, política y cultural de los protagonistas de la recuperación de terrenos ociosos, el mismo Larroque denunció a los partidos de izquierda por obstruir cualquier negociación. En tanto, Sergio Berni espera la orden judicial para efectuar un desalojo violento cuyas consecuencias se ignoran.
L.G.C
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Innovación, tecnología y cooperativismo: Cootech dijo presente en la Expo Cooperativa 2025
La cooperativa tecnológica Cootech participó por primera vez de la Expo Cooperativa 2025, realizada en el Teatro Argentino, donde presentó herramientas digitales orientadas al turismo, la gestión rural y la seguridad. En diálogo con La Columna Vertebral, Tatiana Aime detalló los productos exhibidos, el balance de la experiencia y destacó el fuerte perfil de género de la cooperativa.
LCV: La cooperativa estuvo presente, tuvo stand en la Expo Cooperativa 2025 del viernes pasado.
Tatiana Aime: “Sí, así es. Estuvimos en el Teatro Argentino donde se realizó la Expo Cooperativa 2025, la segunda edición, y esta fue la primera vez que nos presentamos mostrando algunos de nuestros productos.”
LCV: ¿Y cuáles son esos productos?
Tatiana Aime: “Los productos que llevamos al stand fueron tres en particular: uno es un software de digitalización de destinos turísticos que permite recorrer virtualmente zonas turísticas, como por ejemplo Berisso, Tapalqué y Carué, donde al ingresar a la página web de cada municipio se puede encontrar digitalizada toda su oferta turística.”
LCV: ¿Esto puede usarse desde el celular?
Tatiana Aime: “Sí, no es necesario ningún tipo de artefacto especial, con una computadora o un celular se puede visualizar perfectamente, lo que permite que cualquier persona que esté viajando por la provincia de Buenos Aires pueda consultar desde el teléfono qué hay para hacer en un destino determinado.”
LCV: Por ejemplo, si quiero ir un fin de semana largo a Carué, ¿la plataforma me muestra qué hay para hacer?
Tatiana Aime: “Exactamente, la página web te muestra los lugares turísticos y las actividades disponibles en Carué.”
LCV: ¿Cómo lo mostraron en el stand?, ¿era interactivo?
Tatiana Aime: “Sí, teníamos una pantalla donde se podía interactuar y recorrer los distintos lugares, y también presentamos realidad aumentada con visores, que permitían señalar y explorar los espacios de forma virtual.”
LCV: ¿Dijiste que presentaron más herramientas además de esta?
Tatiana Aime: “Sí, además presentamos dos herramientas más: una de gestión interna para campos y otra de seguridad rural que actualmente está siendo aplicada en el municipio de Salliqueló.”
LCV: Es la primera vez que participan en la Expo, ¿qué te pareció la experiencia y la interacción con la gente?
Tatiana Aime: “La experiencia fue muy buena, pudimos contactar a distintas cooperativas, charlar, mostrar lo que hacemos y tejer redes, que es algo fundamental dentro del cooperativismo.”
LCV: ¿Qué saldo dejó la Expo en términos de contactos y vínculos?
Tatiana Aime: “Pasaron muchas personas por el stand, pudimos mostrar nuestro trabajo y nos llevamos contactos con los que seguramente podremos hacer cosas a futuro, tanto con otras cooperativas como con usuarios directos.”
LCV: ¿Ustedes también desarrollan software a medida?
Tatiana Aime: “Sí, no solo hacemos los productos que mostramos en la Expo, sino que también desarrollamos software a medida según las necesidades de cada cliente, y este tipo de eventos permite vincularse directamente con quienes tienen una idea o una problemática concreta.”
LCV: Tatiana, sos muy joven, ¿cuántos años tenés?
Tatiana Aime: “Tengo 34 años.”
LCV: Quiero felicitarte porque es importante ver gente joven trabajando y construyendo estos proyectos colectivos.
Tatiana Aime: “Muchas gracias, y quiero destacar que Cotech está compuesta en un 90% por mujeres, algo que nos llena de orgullo, sobre todo teniendo en cuenta que desde el IPAC se viene planteando la equidad de género como un eje central para las cooperativas del próximo año.”
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Paro de controladores aéreos por salarios atrasados y despidos sin resolver
En diálogo con La Columna Vertebral, Julián Gaday, integrante de la comisión directiva y vocero de la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Navegación Aérea (ATEPSA), explicó cuál es la función de los controladores aéreos, el nivel de responsabilidad que implica su trabajo, las condiciones salariales del sector y los motivos del conflicto que derivó en medidas de fuerza anunciadas a partir del 17 de diciembre.
LCV: ¿Qué es un controlador aéreo?
Julián Gaday (ATEPSA):“Los controladores aéreos somos las personas encargadas de guiar y separar a todos los aviones desde que ponen en marcha los motores hasta que aterrizan en destino: despegue, aterrizaje, ascenso y nivel de crucero. Controlamos básicamente todo el espacio aéreo argentino, incluidos aviones del Estado, militares y comerciales; todo lo que vuele tiene que comunicarse con nosotros. Si no trabajamos, no hay tránsito aéreo, por eso somos un servicio público esencial y se nos hace tan difícil llegar a medidas de fuerza.”
LCV: Quiero poner en valor la responsabilidad que tienen: si se equivocan en una ruta, puede haber consecuencias gravísimas.
Julián Gaday:“Por supuesto. En el centro de control de área de Ezeiza, donde trabajo, controlamos en una hora normal entre 25 y 35 vuelos, y en horas pico hasta 50 aviones por hora. Estamos hablando de miles de vidas que pasan por nuestras voces, nuestras decisiones y nuestras instrucciones, no solo en ruta sino desde que el avión empieza a subir. Básicamente tomamos decisiones para evitar, de manera fundamental, que los aviones se choquen.”
LCV: ¿Cómo es el trabajo en equipo para que un avión esté en vuelo?
Julián Gaday:“ATEPSA representa a todos los trabajadores de los servicios de navegación aérea. Todo comienza en las oficinas ARO, donde se recibe la documentación y el plan de vuelo que presentan los pilotos o las aerolíneas, con la ruta y toda la información necesaria. Allí también se brinda información sobre estado de aerovías, aeropuertos y meteorología. Luego el avión llama a la torre de control, que autoriza la puesta en marcha, el rodaje y el despegue. Una vez en vuelo, pasa a los controladores de área, que controlamos todo el espacio aéreo desde cinco centros en el país, y al aproximarse al destino vuelve a pasar a la torre. También intervienen los servicios de búsqueda y salvamento y las oficinas NOTAM, que notifican cuestiones operativas a los pilotos.”
LCV: ¿Se estudia para ser controlador aéreo? ¿Cómo es la formación?
Julián Gaday:“Sí, se estudia. Hay un curso básico de un año y luego, según el destino, entre seis meses y más de un año para obtener la habilitación local. Yo, por ejemplo, trabajo en el centro de control de área y no puedo controlar en la torre de Ezeiza aunque esté a un piso de distancia, porque no tengo habilitación. Lo mismo sucede entre distintos aeropuertos: cada lugar tiene sus particularidades y son trabajos distintos.”
LCV: Con ese nivel de exigencia, ¿cuánto gana un controlador aéreo?
Julián Gaday:“Un controlador en Ezeiza o Aeroparque puede ganar alrededor de dos millones de pesos. En el interior del país, en aeropuertos con menor complejidad, los salarios rondan entre 1.300.000 y 1.800.000 pesos. En algunos de los cinco centros de control hay trabajadores por debajo de la línea de pobreza. Gran parte del colectivo tiene que hacer trabajos extra para mantener un nivel de vida mínimo que le permita realizar esta tarea, que es vocacional y crítica para la seguridad.”
LCV: ¿Cómo es el diálogo con la empresa y en qué consisten las medidas a partir del 17 de diciembre?
Julián Gaday: “El diálogo es prácticamente nulo. Hemos asistido a varias audiencias, pero es hablar contra una pared. No tenemos respuestas ni soluciones, desconocen el conflicto, los motivos y hasta el convenio colectivo de trabajo. En la última audiencia nos pidieron cinco días más para analizar propuestas que presentamos el 9 de septiembre. Pasaron tres meses sin analizarlas. Reclamamos actualización de viáticos con más de un año de atraso, revisión de categorías de aeropuertos —que por convenio debe hacerse anualmente— y la reincorporación de nueve controladores despedidos ilegalmente. Solo reincorporaron a tres; los otros seis siguen esperando, sin ninguna justificación válida.”
LCV: ¿Están informando para que los pasajeros no se vean sorprendidos?
Julián Gaday: “Notificamos a la empresa hace diez días del cronograma de medidas. Como servicio público esencial, debemos garantizar al menos el 45% de las operaciones, y nuestras medidas afectan alrededor del 10%. Informamos por mail a todas las compañías aéreas para que reprogramen vuelos y avisen con anticipación a los pasajeros. Nuestros usuarios directos son las aerolíneas, no los pasajeros.”
LCV: Se cuestiona que las medidas coincidan con fechas sensibles como Navidad.
Julián Gaday: “Durante todo noviembre hicimos medidas de fuerza sin afectar pasajeros, parando solo vuelos de carga. No tuvimos ninguna respuesta. Recién cuando se afecta al pasajero aparece el conflicto en agenda. Por eso es importante decir que no somos los únicos responsables: del otro lado están la empresa y el Estado, que no negocian ni ofrecen lo mínimo indispensable para llegar a un acuerdo.”
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Acerca del imperio de lo inaudito y la apatía, por Hernán López Echagüe
Todo ocurre a cada instante, de modo cruel, y, en ocasiones, espeluznante. La vida se ha convertido en una suerte de encadenamiento de pasos dominados por la inviabilidad de llevarla a cabo. Un vagabundeo desprovisto de mira. Basta con echarle un poco de ojo a los acontecimientos que nos rodean, y nos sumergen, sin pausa, en un estado de las cosas en el que predominan el oscurantismo, la persecución, la barbarie, y el espíritu de la irracionalidad más abyecta. Sin embargo, lo que más pesadumbre causa es el silencio, y la quietud, y el desmembramiento de las voces y los actos de los que, al parecer, a los gritos y gesticulaciones por momentos dignas de conmiseración, condenan el oscurantismo, la persecución, la ignorancia y la irracionalidad. Y, al final de cuentas, no hacen más que brindarle mayor magnitud al descalabro, y, en ocasiones, fundamento. Triste victoria del vacío. ¿Qué decir? ¿Qué escribir?
Mejor lo ha dicho y escrito Julio Cortázar en su artículo “Policrítica a la hora de los chacales”, en 1971. Medio siglo atrás:
“De qué sirve escribir la buena prosa, de qué vale que exponga razones y argumentos si los chacales velan, la manada se tira contra el verbo, lo mutilan, le sacan lo que quieren, dejan de lado el resto, vuelven lo blanco negro, el signo más se cambia en signo menos, los chacales son sabios en los teles, son las tijeras de la infamia y del malentendido, manada universal, blancos negros, albinos, lacayos si no firman y todavía más chacales cuando firman, de qué sirve escribir midiendo cada frase, de qué sirve pesar cada acción, cada gesto que expliquen la conducta, si al otro día los periódicos, los consejeros, las agencias, los policías disfrazados, los asesores del gorila, los abogados de los trusts se encargarán de la versión más adecuada para consumo de inocentes o de crápulas, fabricarán una vez más la mentira que corre, la duda que se instala, y tanta buena gente en tanto pueblo y tanto campo de tanta tierra nuestra, que abre su diario y busca su verdad y se encuentra con la mentira maquillada, los bocados a punto, y va tragando baba prefabricada, mierda en pulcras columnas, y hay quien cree y al creer olvida el resto, tantos años de amor y de combate, porque así es, compadre, los chacales lo saben; la memoria es falible y como en los contratos, como en los testamentos, el diario de hoy con sus noticias invalida todo lo precedente, hunde el pasado en la basura de un presente traficado y mentido.Entonces no, mejor ser lo que se es, decir eso que quema la lengua y el estómago, siempre habrá quien entienda este lenguaje que del fondo viene, como del fondo brotan el semen, la leche, las espigas.Y el que espera otra cosa, la defensa o la fina explicación, la reincidencia o el escape, nada más fácil que comprar el diario made in usa, y leer los comentarios a este texto, las versiones de Reuter o de la UPI donde los chacales sabihondos le darán la versión satisfactoria, donde editorialistas mexicanos o brasileños o argentinos traducirán para él, con tanta generosidad, las instrucciones del chacal con sede en Washington, las pondrán en correcto castellano, mezcladas con saliva nacional, con mierda autóctona, fácil de tragar.No me excuso de nada, y sobre todo no excuso este lenguaje, es la hora del chacal, de los chacales y de sus obedientes: los mando a todos a la reputa madre que los parió, y digo lo que vivo y lo que siento y lo que sufro y lo que espero. Sólo así podremos acabar un día con los chacales y las hienas”.
Ilustración: Silvia Flichman (https://silviaflichman.com.ar/ )
Luis Lázaro: “Atacar el Estatuto del Periodista es atacar el derecho de la sociedad a informarse”
Innovación, tecnología y cooperativismo: Cootech dijo presente en la Expo Cooperativa 2025

