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Miguel Ángel Bustinduy: “Necesitamos una ley federal para que Nación vuelva a manejar el transporte de todo el país”
Miguel Ángel Bustinduy, líder de la agrupación Juan Manuel Palacios en la UTA, charló con La Columna Vertebral sobre las razones detrás del paro de colectivos que se dio la semana pasada en distintas provincias, las duras condiciones del sector durante la pandemia y la necesidad de que el Gobierno Nacional tome medidas para regular el transporte.
LCV: En pandemia los colectiveros fueron esenciales pero al mismo tiempo las empresas estaban complicadas porque no había nadie que viajara ¿Cómo se manejó eso?
-Nos tocó vivir algo nuevo y se fue llevando adelante a medida que lo fuimos poniendo, cumpliendo el tema de los protocolos, encontrando una realidad que era todos los días y con el miedo que nos daba llevar adelante nuestro labor. Para nosotros, para muchas actividades y para todos los que tenían que seguir la actividad trabajando y enfrentando lo que en realidad no conocíamos y daba mucho terror. Porque hablar de la pandemia de hoy después de todo lo que nos tocó perder, de todo lo que se opinó, como pasa en nuestro país que todo el mundo opina pero después los resultados dicen otra cosa. Lo llevamos adelante cumpliendo los protocolos lo mejor que se podía. Encima nos tocó la realidad esta que cuando hablamos de organización o al lugar que pertenecemos que es nuestro gremio, vos sentís que eso es lo que te tiene que cubrir y estar a tu lado en esos momentos y es que realmente una organización tiene que estar al lado del que más necesita.
LCV: ¿La organización de Fernández de la UTA estuvo a nivel?
-Estuvo ausente durante toda la pandemia.
LCV: ¿En donde se notó la ausencia?
-En todo. En el tema de salud, en los temas salariales en todo el país. Hubo una desidia salarial cuando el Estado nacional pone el dinero para que se lleven adelante las cosas con la compensaciones tarifarias, siempre estuvo el aporte para el tema salarial y no llegó nunca. En el caso de los compañeros de larga distancia que tuvieron una actividad que dejó de funcionar, pero siempre hubo ATP o posiciones económicas del gobierno para que los compañeros sigan cobrando proporcionalmente los salarios. Nunca llegaron esos salarios. Hubo ayuda a las empresas para que se pudieran mantener dándole una proporción también para que completen además del ATP y el salario básico. Nunca llegó ese dinero, no hubo un control. No hubo una asistencia para decir “esto es lo que tienen que cobrar, esto no lo tienen que cobrar”. En el interior del país fue una desidia y hasta el día de hoy la pasamos muy mal.
LCV: ¿Cuál es la postura que tiene la UTA respecto de ese tema y cuál es la postura que tiene tu agrupación?
-Fue parte de tomar la decisión para una nueva conducción, porque cuando vos hablas de la posición de la UTA con respecto a los paros, sí, jugar una medida o ver la posición que va a tomar una organización con respecto a lo que sucede o a los acontecimientos políticos que se vienen dando en un país no se logra de un día para el otro. Es una construcción que se va haciendo de conciencia, de trabajo, de resultado, de pasiones. Lo que uno hace todos los días y va con un trabajo continuo para que cuando tengamos que tomar alguna medida o tengamos que fijar una posición política a nivel nacional, todo el mundo sepa de qué estamos hablando y por qué se realiza. Nosotros esto nacionalmente con la importancia de nuestra organización, salvando la situación de que todas las organizaciones son importantes pero la nuestra para lo que es el movimiento obrero es muy importante. Esa posición nacional la perdimos y pasamos a otra cuestión que es hasta la especulación por ahí hasta personal de ver dónde juega nuestra organización cuando nos conviene y cómo juega el movimiento obrero. Es al revés, nosotros desde nuestra organización pudimos estar en disidencia muchas veces con la CGT y se formaron otras agrupaciones, pero siempre para construir y lograr un movimiento obrero mucho más fuerte
LCV: La semana que viene la CGT tiene una reunión importante y estaría proponiendo un paro para la bajada de precios y demás ¿Cuál es tu postura? ¿No le debemos a la gente una postura de unidad?
-Volviendo al tema del principio de nuestra ubicación con respecto al Frente Sindical, nosotros viste que con este tema de que uno tiene una agrupación dentro de nuestra organización que es la UTA vos decís “bueno, estos políticos juegan con un sector, juegan con el otro”…en realidad todo es política y vos tenés un momento que coincidís y no. No es nuevo lo de nuestra agrupación. Al contrario, tratamos de volver al lugar que tuvimos siempre que es el de trabajar para el movimiento obrero y tratar de ubicarnos en los momentos políticos cuando sentimos que corren riesgo los derechos que defendemos. Ahora, esto no es nuevo. Fíjate que en los ’90 cuando fue el MTA, los mismos gremios que hoy seguramente estamos en el Frente Sindical fueron los que en los ’90 estuvieron en el MTA y con esto tampoco quiero hablar mal de los sectores que en algún momento en el país piensan distinto o no, pero bueno.

“La UTA estuvo ausente durante toda la pandemia”
ACERCA DEL ROL DEL GREMIO DURANTE LA PANDEMIA
LCV: Entiendo lo que es Moyano desde el MTA y Moyano siempre.
-Vos fíjate que el nacimiento del MTA allá por el 91, Huerta Grande y todo lo que nos tocó vivir en esa época, la formación de esa agrupación que nunca dejó de pertenecer a la CGT pero no estaba de acuerdo con la política de la CGT en ese momento y menos con la del gobierno por lo que significó los ’90 para la República Argentina. Esa cuestión nos pasó y no fue nuevo lo que nos llegó con Macri tampoco. Sabíamos más o menos ya por experiencia lo que podía pasar, entonces empezamos a trabajar en función de eso y también fue lo que terminó con la formación de la educación y tomar otro destino. Hay momentos en la conducción y en la vida misma que uno tiene que tomar decisiones. Nosotros tenemos compañeros de 25 y 30 años trabajando en nuestra organización y de oficialismo. Nosotros en nuestra organización venimos del 90 dentro de nuestra organización trabajando desde lo más bajo y formándonos de delegados, tratando de formar y lo hicimos dentro, vos imagínate que tomar una decisión a esta altura, salir de esta organización porque no coincidís son decisiones fuertes y que realmente duelen.
LCV: Se sale de una comodidad para dar una pelea.
-Tenés que vivir la situación porque está siempre el tema del verticalismo dentro de las organizaciones y nuestros movimientos que dicen “sacá los pies del plato”. Cuando tenemos una mesa y están los platos en el lugar y entonces vos podés hablar de ciertas cuestiones de sacar el pie del plato o no. Pero cuando ya no tenés mesa ni plato y esto ya es un cachivache vos decís “pará”. Hay que hacer otro tipo de construcción y si ya no contenemos, no tenemos política social, no generamos salarios, perdimos la presencia, estamos viendo cómo especulamos con los gobiernos para donde va, ya no somos más una organización sindical. Hay que volver a retomar. Estamos discutiendo algo que tenga que ver con los trabajadores.
No sé cuál es la posición de la CGT porque nosotros con el Frente Sindical integramos la CGT y la integramos para lograr la unidad del movimiento obrero y para que estemos fuertes porque sabemos que es un momento donde necesitamos la unidad, como dice el compañero Manrique de la SMATA: la unidad hasta que duela. Hay veces que la unidad duele pero la necesitamos. La madurez sindical te lleva a este momento del país que es más importante a veces la unidad y estar juntos que estar discutiendo cuestiones que las vamos a seguir discutiendo cuando podamos y puertas adentro y seguirán estas cuestiones porque estuvieron siempre y yo creo que nuestro movimiento tiene estas cosas. Discutimos, no estamos de acuerdo, formamos otra agrupación, seguimos creciendo y discutiendo, pero cuando el país necesitó del momento obrero que esté unido para defender la vida, la fuente de trabajo, lo que nos queda, lo que se quieren llevar siempre, porque esto nunca termina, tenemos que estar juntos.
LCV: ¿En qué se basa esta enorme diferencia de precios en los boletos entre las distintas provincias?
-Tiene que ver con todo lo que venimos hablando. La política que querés llevar adelante en el país y qué queres del transporte en nuestro país. El transporte como bien decías vos es importante. Si vos le querés dar un tono social o queres dejar independientemente que se maneje como transporte y que todo el mundo pague, si puede viajar, viaja, sino no viaja. Eso depende de cómo se quiera manejar. Nosotros transportamos todos los días, a la mañana, tarde, noche, trasladamos a toda la gente que va a cumplir su día de laburo, los fines de semana salvo la familia que pasea, tiene todo un tema social. No es lo mismo pagar una tarifa para nosotros de 18 que pagarla 70. Lo que decimos subsidio es una compensación tarifaria. De 18, si hay que pagarlo hoy con la realidad de los costos tenés que ir a una tarifa de 200 pesos y no es lo mismo pagarlo 18 que 200. El Estado compensa la otra parte que falta para que la otra tarifa esté en 18. Esto siempre tuvo un esquema social y se manejó porque desde el Ministerio de Transporte de Nación tenían todas las empresas del país, salía la compensación tarifaria. El Estado nacional regulaba la tarifa, cuando yo te digo que de esa tarifa de 200 ese dinero que falta está compensado, pero está también dentro de lo que compensa el esquema de los salarios de los trabajadores que trabajan en la actividad. Entonces decís “por qué terminan hablando del tema de la compensación tarifaria del subsidio”. Porque si tenemos el salario incluido ahí tenemos que hablar de eso porque para mí no es lo mismo, si tiene que ir la plata al interior y no va, va a repercutir en los salarios.
Esto en el año 2016, con el presidente Macri, se hizo el pacto fiscal y los gobernadores firmaron el pase del transporte. Entonces él compensó con coparticipación y les dijo a todas las provincias “háganse cargo del transporte, yo no subsidio más”. En ese momento nosotros lo planteamos en la organización. Dijimos esta es una política que nos va a sacar el esquema en todo el país y nos va a perjudicar porque nos está desregulando el transporte. ¿Cómo hace una provincia con el tema de coparticipable, una vez que tuvo ese dinero, cómo va a solventar sueldos de 120 mil pesos cuando en la provincia los sueldos que salen del Estado gubernamental son de 60 mil? Esto nos va a perjudicar, tenemos que plantear otro esquema que ya está. Aparte no inventemos nada porque lo tenemos inventado y solucionado el esquema del transporte nacional. Esto va a terminar precarizando la actividad en el interior del país y en el propio AMBA también y va a llevar a situaciones complicadas a las empresas que están trabajando porque cuando vos no tenés tarifa y la tarifa no es que te sale lo que vos transportas, porque en algunos lugares cuando vos tenés la tarifa pero también la posición económica de los trabajadores no está en su lugar no puede viajar nadie. Esto está manejado para que realmente nos perjudique. No estuvimos de acuerdo con eso y eso generó un deterioro que nos trajo a la actualidad.
LCV: ¿Ahora están en conversación? ¿Cómo llegamos después del paro del interior que fue fuerte la semana pasada? ¿Están en tratativas con el Ministerio?
-Nosotros estamos en tratativas con el Ministerio, pero en realidad fue un paro que generó una distracción para no llevar esto a ningún lado, porque nosotros lo que tenemos que cambiar es volver a tener una ley federal para que se trate y vuelva el transporte nacional a administrar las empresas y el subsidio de todo el país. Porque hoy el dinero sale pero no llega a los lugares donde tiene que llegar y llegamos a una discusión y económicamente nosotros cada vez estamos peor. La escala nacional cuando se firma el aumento que sale para el AMBA, vos firmás y el aumento es para todo el país. No sé por qué se firma primero CABA y el Gran Buenos Aires y se deja todo el interior, sino hagámoslo al revés. Firmá el interior y después CABA Y Buenos Aires.
LCV: Peaje: ¿Cuál fue tu primer trabajo?
-Trabajé en Marshall en Parque Patricios en expedición. La fábrica de heladeras en Parque Patricios a los 17 años. Fui a la Colimba y cuando volví esperé a cumplir los 21 años para tener el registro y entrar al colectivo
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“Queríamos liberar Palestina, pero Palestina nos liberó”, por Riccardo Mancuso
Riccardo Mancuso es licenciado en historia en la universidad de Bologna. Durante sus estudios fue un trabajador de aplicaciones haciendo delivery en bicicleta para solventar los gastos iniciando una actividad sindical como delegado de JustEat para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores precarizados de ‘Deliveroo’ logrando una victoria judicial que sentó precedente. Ya como historiador y referente gremial, hoy es uno de los tantos jóvenes italianos comprometidos en la movilización contra el genocidio de Gaza. Aquí su opinión y la reseña histórica de las luchas obreras en Italia de los últimos años.
El 30 de agosto de 2025, parte de la Flotilla Global Sumud zarpó desde Génova, rumbo a Gaza con el objetivo de tender una mano a la población palestina asediada por la violencia sionista. No es casualidad que la mayor misión humanitaria por mar parta de esta ciudad. Génova tiene un gran significado en la historia italiana: es la ciudad galardonada con la Medalla de Oro de la Resistencia, un bastión del antifascismo militante, y también es la ciudad que albergó la horrenda cumbre del G8 -una herida que nunca ha sanado para quienes experimentaron de primera mano la brutalidad sin sentido del Estado represivo.
En esta ciudad y en esa ocasión, el extremismo del sistema político liberal eligió desplegar toda su brutalidad al quitarle la vida a Carlo Giuliani, asesinado durante los enfrentamientos en la protesta. Ese fue un punto de inflexión en la historia de nuestro país, así como Gaza es un punto de inflexión en la escena internacional. Sólo podía ser desde esta ciudad [Génova] que esta importante operación —que, en un impulso de solidaridad, desplegó toneladas de ayuda humanitaria para la población palestina golpeada por la brutalidad de un genocidio— partiría. El mensaje es claro: queremos romper el aislamiento de quienes son oprimidos y desafiar el bloqueo naval ilegal de las fuerzas israelíes.
La salida de la Flotilla se produce en un momento en que el gobierno de extrema derecha de Giorgia Meloni está siendo cuestionado por su falta de reconocimiento del Estado de Palestina (Italia es uno de los pocos países de Europa que aún no lo ha hecho) y por el envío de armas a Israel. Desde el pogrom del 7 de octubre de 2023, ha crecido en Italia un movimiento ProPal que representa a la juventud palestina (“Giovani Palestinesi”), exigiendo el fin de toda cooperación entre las instituciones italianas e Israel y el reconocimiento del Estado Palestino, junto con su derecho a resistir la limpieza étnica en curso que ocurre no solo en Gaza sino también en Cisjordania.
En el contexto del conflicto radicalizado contra el gobierno posfascista de Giorgia Meloni, los estibadores de Génova —organizados en el CALP (Colectivo Autónomo de Trabajadores Portuarios)— y activistas del sindicato de base USB (Unione Sindacale di Base) han decidido tomar una postura firme respecto al movimiento de solidaridad que ahora zarpa: abordan los barcos, bloquean la carga que estaba destinada a abastecer a Israel, y amenazan con que si el ejército israelí interviene y arresta a los voluntarios de la Flotilla, el puerto será cerrado, llamando a todas las ciudades italianas a hacer lo mismo en fábricas, escuelas y oficinas. Los estibadores declararon: «Si tocan la Flotilla, cerraremos Europa —ni un solo clavo saldrá de este lugar».
Los estibadores se han convertido en figuras centrales en el panorama político italiano, marcado por una crisis generalizada de representación, que concierne tanto a los partidos políticos como a los sindicatos. Su postura simbólica ha inspirado al resto del país, que admiró su valentía al actuar como escudo contra la opresión de una población indefensa. Esta no es la primera vez que los estibadores participan en sabotear los envíos: durante el siglo pasado, los estibadores británicos se opusieron al envío de armas hacia la Rusia revolucionaria; sólo que en ese momento, esas armas estaban destinadas a propósitos contrarrevolucionarios. Hoy, los estibadores de Génova eligen levantarse bajo el lema: «¡Ciérrenlo todo!», denunciando la complicidad de Occidente en el genocidio palestino.
La enorme movilización que tomó las calles durante el pasado septiembre y octubre ha sido interpretada por algunos como el éxito de una operación global que perforó el aparato mediático dominante, y por otros como el efecto de la intuición política del movimiento de base, que fue capaz de aprovechar el momento mientras la Flotilla se acercaba a las costas de Gaza, y finalmente como una respuesta espontánea de personas que ya no podían soportar desplazarse con sus teléfonos y ver las horribles imágenes de una masacre en curso sin intervención concreta de ninguna autoridad.
Más allá de cualquier interpretación, las cifras son claras: millones de personas bloquearon las ciudades más grandes de Italia bajo una ola de indignación. En cada actualización de las flotillas navegantes —hasta que los barcos fueron abordados ilegalmente por el ejército israelí— miles de personas se unieron a las calles, gritando «Palestina Libre». Igualmente claro es el papel que, una vez más, juega la clase trabajadora en el contexto global de lo que podría describirse como una guerra mundial fragmentada: solo a través de huelgas y conflictos organizados se puede desmantelar la locura belicista de la bestia capitalista.
Lo que sucedió no debe verse como una mera respuesta emocional contra la masacre de los oprimidos por el opresor. Estamos presenciando un despertar colectivo que ha mostrado cómo el sistema depredador capitalista siempre está buscando sus nuevas víctimas: hoy en día son las vidas de los palestinos las que se consideran inútiles y prescindibles, pero mañana podríamos ser nosotros. Esta movilización ha visto converger múltiples movimientos sociales con el objetivo de despertar conciencias y oponerse a un sistema mortal.
Este contexto reavivó el movimiento de repartidores de Bolonia. Durante algún tiempo en los últimos años, el descontento por un sistema salarial de hambre había estado gestándose, amenazando con una protesta que finalmente estalló al encontrar una salida en los recientes levantamientos por Gaza. Esta estasis había permitido la estabilización de un sector ampliamente desregulado, con la única excepción de la multinacional Takeaway.com (Just Eat), que formalmente clasifica a sus trabajadores como empleados con derechos y protecciones. Deliveroo y Glovo continúan fomentando un sistema de explotación que ignora numerosos fallos judiciales y elude la «Ley de Riders» existente de 2019, gracias a un acuerdo turbio firmado con un sindicato complaciente de derecha, UGL Rider. Este acuerdo también ha sido considerado ilegítimo en varios fallos, incluido uno que reintegró al autor de esta nota después de un despido ilegal por negarse a firmar el nuevo contrato derivado de este acuerdo fraudulento.
Este sistema miserable que enfrenta a las personas entre sí, una vez más ha encontrado la capacidad de la fuerza laboral para organizarse y movilizarse por mejores condiciones salariales. Todo esto está sucediendo en un momento en que se espera que Italia implemente la Directiva Europea sobre trabajo en plataformas, que pide el reconocimiento del estatus de empleado, la obligación de que las empresas demuestren la supuesta autonomía de los trabajadores en los tribunales —a su propio costo— y la negociación colectiva sobre algoritmos.
Estos años han visto el surgimiento de un movimiento internacional sobre el Trabajo en Plataformas que ha proporcionado las herramientas para expandir la lucha a escala global. Las luchas de hoy convergen a través de prácticas ya probadas que llevan un potencial que no debe desperdiciarse, porque los movimientos laborales son internacionalistas y convergentes, o no son.
BIBLIOGRAFÍA
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Pirone M. (a cura di): Niccolò Cuppini, Mattia Frapporti, Ugo Rossi, Ricard Espelt, Mayo Fuster Morell, Melissa Renau Cano, Annalisa Murgia, Daniela Leonardi, Emiliana Armano, Federico Chicchi, Marco Marrone, Maurilio Pirone, Annamaria Donini, Michele Forlivesi, Ultimo miglio. Lavoro di piattaforma e conflitti urbani, Milano, Fondazione Giangiacomo Feltrinelli, 2023.
Rijtano R., Insubordinati. Inchiesta sui rider, Edizioni Gruppo Abele, 2022.
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Zuboff Shoshanna, Il capitalismo della sorveglianza. Il futuro dell’umanità nell’era dei nuovi poteri, LUISS, 2018.
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Expo Cooperativa 2025: diversidad productiva, innovación y economía solidaria en el Teatro Argentino
La Columna Vertebral – Historias de Trabajadores dialogó con Stefanía De Dios, representante del IPAC, sobre la segunda edición de la Expo Cooperativa, un evento que reúne a más de cien cooperativas, federaciones y empresas recuperadas de toda la provincia. En la entrevista, De Dios adelanta las actividades, talleres, propuestas tecnológicas y culturales que formarán parte de una jornada que busca visibilizar el desarrollo del cooperativismo bonaerense, fortalecer su entramado productivo y acercar al público nuevas experiencias de la economía social.
LCV:
“¿Qué están preparando? ¿Cuáles son las novedades que se vienen con la segunda Expo Cooperativa?”
Stefanía De Dios:
“La Expo Cooperativa se va a desarrollar por segundo año en el Teatro Argentino de La Plata, el viernes 12, no este sino el siguiente. Participarán cooperativas, federaciones y autoridades vinculadas al sector para mostrar su desarrollo y promover el cooperativismo.
Habrá un feriazo de productores locales temprano por la mañana, con venta de hortícolas y productos regionales. También un patio gastronómico, un espacio de textiles con productos navideños, talleres de inteligencia artificial y experiencias 360 organizados por cooperativas tecnológicas.
La Expo se transmitirá todo el día vía streaming y también estarán las empresas recuperadas mostrando sus avances. Esperamos una gran convocatoria, con más de cien cooperativas y federaciones presentes.”
LCV:
“¿Habrá talleres o actividades para quienes quieran ingresar al mundo del cooperativismo?”
Stefanía De Dios:
“Sí. Estarán los organismos institucionales, incluido el IPAC, y entidades de crédito para brindar información.
Cada cooperativa tendrá su stand; muchas preparan talleres, exhiben productos, desarrollos tecnológicos o materiales audiovisuales. Es un evento importante para todas.
Habrá abundante información sobre el desarrollo del sector y también sobre el acompañamiento que hemos realizado desde la gestión. Además, el cooperativismo bonaerense tiene una larga historia de aporte al desarrollo productivo nacional y provincial.”
LCV:
“Inaugura Shildo Honorato, el presidente del IPAC.”
Stefanía De Dios:
“Sí, estará presente y probablemente también otras autoridades provinciales. Axel Kicillof está invitado, así como distintos ministros. La confirmación dependerá de sus agendas, que en este contexto suelen ser complejas, pero esperamos una buena presencia institucional.”
LCV:
“En nuestro programa venimos presentando experiencias muy diversas de cooperativas: familiares, culturales, productoras, tecnológicas, de medios, de miel. ¿Las cooperativas culturales también tendrán espacio el 12?”
Stefanía De Dios:
“Sí, tendrán espacio y realizarán actividades itinerantes y shows en vivo.
Es importante remarcar la heterogeneidad del cooperativismo: desde la economía popular hasta las cooperativas tradicionales de servicios públicos; desde productoras de la región capital hasta tecnológicas que hoy exportan conocimiento.
Esa diversidad es central y trabajamos para que esté representada en la política pública. Todo ese universo estará presente el 12.”
LCV:
“Para cerrar: ¿dónde debe ir la gente que quiera acercarse al feriazo o a la Expo en general? Repetinos el lugar.”
Stefanía De Dios:
“El viernes 12 de diciembre, a partir de las 9 de la mañana, en el Teatro Argentino de La Plata, calle 51 entre 9 y 10.
Habrá actividades en el patio exterior, en el hall y en las salas del subsuelo. En todos esos espacios estarán exponiendo las cooperativas.”
LCV:
“Perfecto, Estefanía. Ojalá pueda acercarme. Un abrazo.”
Stefanía De Dios:
“Más que invitada.”
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Crónicas de la vida moderna (Parte I), por Marcelo Cosin
Tras la Segunda Guerra Mundial, la penetración cultural se desplegó como un arma silenciosa: primero entretenimiento, luego consumo, y finalmente la colonización de la imaginación. En los años cincuenta la televisión norteamericana explotó como un espectáculo doméstico: millones de familias hipnotizadas frente a la pantalla, mientras la publicidad convertía el living en sucursal del supermercado. Ese modelo, exportado como parte del poder blando, llegó a la Argentina en los años cincuenta. Lo que aquí empezó como transmisión patriótica se transformó pronto en concursos, series dobladas y shows musicales calcados de la lógica yanqui. Así, la penetración cultural nos cogió desprevenidos: entretenidos, anestesiados, con la guardia baja, fuimos perdiendo referentes propios hasta quedar zombis, analfabetos culturales, vagando en las tinieblas del televisor encendido.

Yo amo a Lucy
Un ejemplo de “penetración cultural” es el estreno en la televisión argentina de la serie I Love Lucy ofrecida en la televisión en Blanco y Negro del canal 7 (único canal estatal) como Yo amo a Lucy.
Producción innovadora. Emitida entre 1951 y 1957, protagonizada por Lucille Ball y Desi Arnaz. Fue pionera en grabarse en estudio con público en vivo y en 35 mm, lo que permitió su exportación internacional.
Argumento. Lucy Ricardo, ama de casa casada con un músico cubano, sueña con convertirse en estrella. Su ingenuidad y ambición la llevan a situaciones cómicas, siempre dentro del marco de la vida doméstica.
Impacto en EE. UU. Fue la serie más vista durante cuatro temporadas consecutivas, ganó cinco premios Emmy y se convirtió en un texto fundacional de la comedia televisiva.Ideología implícita:Refuerza el modelo de familia nuclear urbana.Naturaliza el rol de la mujer como ama de casa, aunque con aspiraciones frustradas de independencia.Introduce el consumo y el espectáculo como horizontes de deseo.Presenta la diversidad (un marido cubano) en clave de integración al “sueño americano”.
La familia Falcón
La familia Falcón (1962–1969) fue una de las primeras telenovelas argentinas emitida por Canal 13, creada por Hugo Moser y patrocinada por Ford para promocionar su modelo Falcon. Bajo la apariencia de comedia familiar, funcionó como un ejemplo claro de penetración cultural e ideológica, al instalar un modelo de familia de clase media “ejemplar” y asociarlo directamente con un producto de consumo extranjero.
Debut. 5 de febrero de 1962 en Canal 13, dirigido por Hugo Moser.
Duración. Se emitió semanalmente hasta 1969, con capítulos de 25 minutos.
Elenco. Pedro Quartucci (padre), Elina Colomer (madre), Roberto Escalada (tío solterón), Virginia Lago, José Luis Mazza, Alberto Fernández de Rosa, entre otros.Patrocinio: El apellido “Falcón” proviene del automóvil Ford Falcon, recién lanzado en Argentina. La serie fue concebida por una agencia de publicidad para promocionar el auto. Tuvo su versión cinematográfica en 1963.
Tema musical. “Juntitos, juntitos”, interpretado por Los Cinco Latinos, reforzaba la idea de unión familiar.
Contenido ideológico. Representaba a la familia de clase media porteña de los años 60: padre trabajador, madre abnegada, hijos obedientes y un tío solterón. Era presentada como “una familia como la suya, como cualquiera de su barrio”. Unidad familiar con autoridad paterna y sin conflictos profundos. Evitaba temas polémicos como divorcio, sexualidad o tensiones sociales.
Lenguaje “limpio”. Estaba prohibido decir malas palabras en televisión.
La serie funcionó como vehículo publicitario: el auto Falcon se convirtió en símbolo de modernidad y aspiración. Instaló un ideal de familia que invisibilizaba la diversidad social y cultural argentina. Fue parte de la estrategia de las empresas extranjeras (como Ford) para asociar sus productos con valores locales, naturalizando el consumo como parte de la vida cotidiana.

Dijo Heriberto Muraro en 1985: “La penetración cultural norteamericana en la Argentina a través de la televisión no es un fenómeno superficial ni espontáneo. Es el resultado de una estrategia sistemática de exportación de modelos culturales, estilos de vida y valores que acompañan la expansión del capitalismo. Los programas televisivos importados —series, formatos, noticieros— no solo entretienen: moldean imaginarios, naturalizan consumos y desplazan tradiciones locales. La televisión se convierte en un vehículo privilegiado de colonización simbólica, porque actúa en la vida cotidiana, en el ocio, en la familia, en la infancia. Así, la dependencia económica se traduce en dependencia cultural. Y lo más grave es que esta penetración se produce con la anuencia de las élites locales, que prefieren importar enlatados antes que invertir en producción nacional. La consecuencia es una sociedad que se reconoce más en los héroes de Hollywood que en sus propios referentes, y que aprende a mirar el mundo con ojos ajenos.”

