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Entrevistas

Cooperativismo e inclusión social. Testimonios del Encuentro Federal del INAES

El lunes 27 de febrero se realizó el Encuentro Federal 2023 del INAES – Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social – con la participación de su presidente, Alexandre Roig, delegados provinciales y la presencia de representantes de la Confederación Argentina de Mutualidades (CAM), Confederación Nacional de Mutualidades de la República Argentina (CONAM), Confederación Cooperativa de la República Argentina Ltda. (COOPERAR), Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos junto a  otros representantes del asociativismo. La Columna Vertebral-Historias de Trabajadores estuvo presente en el plenario para conocer la situación del cooperativismo en todo el país, un motor ineludible de la economía argentina.

“Nosotros pegamos un salto. Significa avanzar bastante más, tener régimen de información común, que a nivel nacional tengamos información de provinciales, que a nivel provincia tengan informaciones nacionales, que podamos cruzar las informaciones en el proceso de fiscalización y que podamos promover juntos a las entidades”, señaló Alexandre Roig a LCV, resaltando la importancia de consolidar el federalismo dentro del Instituto. Un deseo compartido por María Victoria Lorenzo, directora de Desarrollo Federal Cooperativo y Mutual del Instituto, quien tuvo a cargo la apertura del Encuentro: “el mutualismo y el cooperativismo hoy expresan un equilibrio ante un modelo económico que produce, pero expulsa a su mano de obra de la sociedad. Creemos que el federalismo fomenta los modelos asociativos, por eso en este Encuentro Federal estamos todos juntos, buscando respuestas a todos los desafíos que tenemos por delante”, dijo. 

La voz del mutualismo: desafiando a la inflación

Fabián Brown es un militar retirado que llegó al grado de General, dirigió el Colegio Militar y el Instituto Universitario del Ejército. En el 2013 pidió el retiro para dedicarse a su otra pasión, el mutualismo, en donde ejerció la presidencia de la Federación de Mutualidades de las Fuerzas Armadas y de Seguridad –FEMFASE-, fue vocal de la Confederación Argentina de Mutualidades, además de recibirse como Licenciado en Historia, especializado en el Pensamiento Nacional y en Relaciones Internacionales. Al incorporarse como vocal al INAES, el año pasado, declaró: “Esta llegada al INAES es de mucha importancia para el sector que represento que es el mutualismo militar a través de una Federación de más de 210.000 asociados, parte integrante de la Confederación Argentina de Mutualidades. Estamos profundamente convencidos que la articulación del sector es una fortaleza para la defensa de sus intereses.”

Este lunes participó del Encuentro Federal y llevó las inquietudes y necesidades del mutualismo dentro del INAES. “Venimos de una situación compleja, no sólo Argentina, sino mundial. Todo eso repercute en las organizaciones. La pandemia fue, en algunos casos, por ejemplo, en las mutuales culturales y deportivas, un golpe muy duro. Esto ha generado procesos de endeudamiento que vamos a estar trabajando para sacar a flote a las entidades. Y, por otro lado, después tenemos por los servicios que damos, mutuales que se han recuperado y están ganando y están bien, y varias que les está costando más. Es una situación diversa, heterogénea. Tenemos que estar en capacidad de encontrar la mejor solución para cada caso.”

 Estima que mutualistas y cooperativistas tienen un gran desafío por delante, sobre todo en este momento en que la inflación es un flagelo para los trabajadores. Entre las soluciones que propone está el desarrollo de las proveduría.  “La inflación tiene un montón de aristas que hay que analizar, pero entendemos que si logramos desarrollos locales que se acorten las cadenas de valor y que permitan el abastecimiento local de alimentos básicos. Esto nos permitiría controlar los precios de otra manera, por lo menos desde lo local. Parte del tema precios tiene que ver con la concentración económica. A los grandes supermercados no les importa desde donde se toma el transporte porque lo termina pagando con el consumo. En cambio, si vamos a esta forma de producción local con una distribución que organiza el consumo como las mutuales y proveeduría, creemos que esto puede llegar a ser un camino a seguir para generar otros estándares de precios que van a ser diferenciados en las regiones, por los lugares, creo que es un camino a seguir.” Aclara que ya se está trabajando en ese sentido: “tenemos, por poner ejemplo, la proveeduría de Rosario, que está apalancada en el gremio. Está 30% más barato que el resto de los supermercados, y es el comercio minorista más grande de Rosario. Entre Rosario, Villa María, y Devoto se han inaugurado en los últimos años más de 30 proveedurías.  Parte de nuestros objetivos es este, decir, difundir, replicar y ayudar a replicar cuestiones que están funcionando en distintos lados.” 

Sobre el futuro de la relación entre cooperativas y mutuales, sostuvo: “Es un trabajo largo, pero bueno, un tema es el de la vivienda, estamos trabajando en eso; también tenemos la salud, las mutuales de salud, que están muy insertas por las debilidades que ha tenido la situación sanitaria en la Argentina. Estamos con problemas, pero con proyecto de ser una pieza mucho más importante dentro de la sociedad en la prestación de salud. Como también somos el único crédito no bancario que existe para el productor.”

De la Patagonia a la Puna

Para conocer la realidad en la que trabajan los delegados provinciales del INAES, LCV conversó con dos representantes que estaban presentes en el Encuentro Federal.

En la provincia de Río Negro hay más de 300 cooperativas y alrededor de 20 mutuales que trabajan en la órbita del INAES. San Carlos de Bariloche, General Roca y Cipolleti son las ciudades más pobladas de esta extensa provincia y en donde el desarrollo cooperativo es más fuerte. En la Linea Sur de la espepa patagónica existen muchas cooperativas rurales y ganaderas, también hay una presencia importante en ciudades de la comarca andina, en ciudades más pequeñas como El Bolsón. LCV dialogó con Fernando Tarcio, delegado territorial del INAES en la provincia de Río Negro quien realizó un balance de los últimos 20 años del sector en su provincia: “El cooperativismo tiene un rol fundamental, sobre todo también en momentos de crisis, porque tiene una capacidad de resilencia muy grande y abarca todas las actividades. El cooperativismo en las provincias, en el interior del país, es el responsable de dar servicios, de llegar con servicios de electricidad a las localidades donde no es rentable para las empresas. Dar servicios de electricidad, de agua y también de generar puestos de trabajo auténtico a través de las cooperativas de trabajo. El INAES ha facilitado muchísimo en esta gestión, la constitución de cooperativas, facilitando el trámite a través de la plataforma Trámites a Distancia, cosa que en pocos meses pueden tener la figura jurídica cooperativa para poder desarrollarse y entrar, ingresar en el mercado formal.” Señaló que en los últimos años el cooperativismo tuvo un crecimiento sostenible, “se han sumado nuevas cooperativas de todo tipo, desde desarrolladores de software, pasando por cooperativas de trabajo, de herreros, de carpinteros, escuelas en materia educativa”. Sin disimular su entusiasmo, Tarcio explicó cuáles eran los objetivos del 2023: “Seguir fortaleciendo al sector, acompañar en sus necesidades, tanto en lo que son los apoyos que se puedan dar desde el Instituto como de otros organismos del Estado para que siga creciendo, porque es a través del cooperativismo que creemos que se genera una verdadera inclusión social”.

Desde Salta, Táneda Sousa, delegado del INAES, señaló: “Cuando arrancamos con la gestión, había alrededor de 300 cooperativas. Hoy hemos duplicado aproximadamente ese número, producto por supuesto, de que es una forma muy genuina, más aún en momentos de crisis, de organizarse, salir adelante de forma colectiva y también, por supuesto, por distintas políticas que se han impulsado desde distintas entidades del Estado Nacional, lo mismo articulando también con la provincia, con distintos municipios. Entendemos que es una manera muy virtuosa de generar procesos sociales y económicos que puedan perdurar también en el tiempo, de una manera justa, hacia adentro, profundamente democrática, como el cooperativismo y el mutualismo. La inmensa mayoría son cooperativas de trabajo, particularmente de construcción y en el rubro textil también. Después tenemos varios formatos más novedosos, que pueden ir desde las cooperativas de cuidado hasta cooperativas de desarrollo de software. Estamos por entregar la primer matrícula a una cooperativa de energías renovables, cooperativa de bioconstrucción, la primera empresa recuperada de la historia de provincia de Salta. Entonces, es un formato muy amplio que permite cubrir distintas tareas, distintos rubros, distintas ramas de la economía. Entonces, eso también es lo que le da su potencia”. Al señalar cuál es la reforma que considera que le dio más agilidad al surgimiento de las cooperativas, Sousa no tiene dudas: facilitar los trámites para la constitución de nuevas cooperativas. De muestra vale un ejemplo: “Hemos entregado una matrícula a comienzo de nuestra gestión que estaba hace siete años en proceso. Siete años esperando para tener la matrícula. Hoy, en dos meses, en tres meses, ya tener la matrícula.”

Informe: Javier Touzón

 
 

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“18 años de proscripción, memoria y militancia: conversación con Gustavo Campana”

El periodista Gustavo Campana reconstruye recuerdos personales y políticos alrededor del 17 de noviembre de 1972, fecha del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina tras 18 años de exilio. Desde la mirada de un niño de 10 años que seguía los acontecimientos desde un televisor en blanco y negro, hasta el análisis histórico de la resistencia, la militancia, el rol del movimiento obrero y las operaciones del poder real, Campana hilvana una lectura profunda del período y de sus continuidades hasta el presente. La charla, atravesada por testimonios personales de quienes vivieron la época, permite comprender por qué el Día de la Militancia es, además de una efeméride, una narrativa colectiva de lucha, memoria y disputa política.

LCV: “¿Dónde estabas vos el 17 de noviembre de 1972?”

Gustavo Campana: “Cumpliendo 10 años y mirando desde el televisor en blanco y negro de mi casa lo que sucedía en Seisa y en sus alrededores. Lo vivía desde un lugar particular, porque el decreto 4161 nos había marcado.
Nací en el 62, por lo tanto Perón era el hombre prohibido, el que no se podía nombrar. Era ese peronismo que, en la clandestinidad, le contaba todos los días al pueblo que seguía vivo.
A principios del 72, finales del 71, empezó a aparecer a través de los noticieros que levantaban un poco la persiana de la censura. Eran esos reportajes donde le preguntaban: ‘¿Qué va a hacer usted para volver?’ ‘Nada. Todos mis enemigos.’ ‘General, durante tanto tiempo hubo gente que quería que usted se muera y hoy no quiere que se refríe.’ ‘Se están acordando tarde, porque ahora me estoy muriendo.’
Todo eso llegaba al living, al televisor sin control remoto y en blanco y negro, y atravesaba a un pibe de 10 años por todas partes.”

LCV: “¿Qué impronta había en tu casa? ¿Qué opinaba tu madre mientras cocinaba o tu padre? ¿Qué les provocaba ese regreso?”

Gustavo Campana: “Mi viejo había sido obrero gráfico y militante socialista. En ese momento trabajaba como portero en Belgrano. No le daba para ser antiperonista, pero estaba cerca. Mi mamá era más silenciosa, pero la información entraba por todos lados.
Y había algo claro: un año después mi viejo no votó ni a Cámpora ni a Perón. Seguramente votó a Corvalán en marzo del 73. En la segunda vuelta no sé; estaba mal. No tan mal… pero por ahí andaba.”

LCV: “Antes de ir al país al que vuelve Perón, una pregunta importante para quienes son jóvenes: ¿por qué el 17 de noviembre se transforma en el Día de la Militancia?”

Gustavo Campana: “Porque ‘lucharon y volvió’. Ese es el dato central.
En ese ‘lucharon’ hay una mixtura entre la resistencia peronista, que se pone de pie tras el golpe del 55, y la juventud maravillosa que se suma a fines de los 60, en el trasvasamiento generacional del que hablaba Perón en sus entrevistas con Pino y Getino.
La Juventud Peronista fue clave, pero no fue la única: estaba el trabajo de la resistencia del 56, el Plan Conintes, la pelea en la calle de los grupos armados —Uturuncos, FAP, Montoneros—, la tendencia, la CGT, el corazón peronista de la CGT de los Argentinos, y el Cordobazo con Atilio López.
Todo ese encadenamiento de hechos empuja a un régimen en decadencia, la tercera etapa de la Revolución Argentina, que había pasado por Onganía, por el experimento breve de Levingston y finalmente por Lanusse.
Todos necesitaban a Perón, propios y extraños.”

LCV: “Estamos haciendo un documental sobre sindicalistas desaparecidos. Ricardo Vaschetti nos decía que desde el minuto cero en que se abrió el proceso electoral que llevó a Cámpora ya se estaba armando el golpe del 76. ¿Coincidís?”

Gustavo Campana: “Sí. El golpe del 76 es un objetivo claro, sobre todo después de la muerte de Perón.
El Grupo Ascuénaga —Martínez de Hoz y compañía, reunidos en un petit hotel de la calle Ascuénaga, propiedad de Blaquier— empieza a tejer la política económica que después se aplicará, respaldada por Rockefeller, el Chase Manhattan Bank y Kissinger.
Después del 11 de septiembre del 73, con el golpe en Chile, se consolidó el Plan Cóndor y la decisión del poder real de cambiar la matriz económica: de un país industrial, con trabajo a tres turnos y 2% de desocupación, a un país rentístico-financiero dedicado a la especulación.
La implosión del país no empieza en el golpe: tiene una etapa anterior, el Rodrigazo, armado por la derecha liberal.”

LCV: “Incluso a nivel leyes: la de represión a movimientos subversivos en espacios sindicales sale en el 74.
Pero volviendo al 72: Cámpora dijo que la primera medida económica de Perón sería la independencia del Fondo Monetario. ¿Qué significa eso?”

Gustavo Campana: “Perón logró durante 9 años que la Argentina no ingresara al Fondo Monetario. Entre 1946 y 1955 fuimos el único país de América Latina que no entró en la institución creada en el 44.
Estados Unidos sabía que Perón era un mal alumno para el orden mundial de posguerra.
En ese período construyó la industria nacional, desarrolló ciencia y tecnología propia y consolidó derechos laborales.
El golpe del 55 tuvo como tarea desarmar todo eso. Fueron 14 toneladas de explosivos en Plaza de Mayo, más el golpe, más los fusilamientos del 56, para poder entrar al Fondo Monetario en el 57.
No es un dato menor. Junto con el Banco Mundial iban a regir los destinos económicos de América Latina.”

LCV: “Cada vez que charlamos pienso: ¿cómo hacer para que seas columnista de La Columna Vertebral? Con vos uno dice ‘plum’ y aparece toda la historia detrás.
Feliz Día del Militante.”

Gustavo Campana: “Para ustedes también. Vamos a seguir encontrándonos en estos espacios.
Y veremos si las chicas de La Columna Vertebral logran seducirme para sumarme.
Un abrazo inmenso.”

LCV: “Quiero cerrar con algo. Yo soy exactamente la generación intermedia: entre el pibe del televisor blanco y negro y la resistencia. Estaba intentando llegar a Ezeiza esa mañana.
Un compañero me decía: ‘¿Dónde estabas vos?’ Yo no pude llegar. ¿Te acordás cómo nos mojamos?
Cada uno tenía su anécdota. La mía es así: le dije a mi mamá que iba a estudiar a la casa de una compañera. Me quedé a dormir. Lluvia torrencial, barro, policía que nos corría, volvimos llenas de barro. Y cuando llego, mi mamá me dice: ‘Yo sabía quién lo tiró.’ Nos empezamos a reír.
Pobre vieja. Al lado de eso, todos los que vinieron después eran santos comparados con nuestra generación.”

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Elecciones presidenciales en Chile: el análisis de Marcelo Cantelmi

En medio de un clima social agitado y un mapa electoral latinoamericano que oscila entre el desencanto y la desconfianza, conversamos con el periodista Marcelo Cantelmi para comprender qué hay detrás del resultado electoral chileno y del avance de fuerzas conservadoras en la región. Cantelmi propone leer los comicios más allá de las etiquetas tradicionales y sugiere que la clave está en un electorado que ya no vota a favor de un proyecto, sino en contra de aquello que teme. En esta entrevista, analiza la derrota del gobierno de Boric, el ascenso de Jeanette Jara y Franco Parisi, la figura de Kast y los paralelos con Argentina.

LCV:

“¿Cómo viste las elecciones en Chile?”

Marcelo Cantelmi:

“A ver, vamos a ir aclarando un poco las piezas. En Chile izquierda no hay: lo que existe es una centroizquierda. Estas etiquetas las vengo discutiendo mucho; prefiero sintetizarlo preguntando si es antisistema o prosistema, si es anticapitalista o está dentro del capitalismo. El gobierno de Boric, que gana las internas frente al Partido Comunista, tiene una línea claramente pro sistema. No nacionalizó nada ni aplicó políticas propias del viejo manual del PT o de la izquierda tradicional latinoamericana. En concreto, es socialdemocracia. Pero como estamos tan girados a la derecha, pensamos que un socialdemócrata como Willy Brandt o Mitterrand es un hombre de izquierda, cuando en realidad la socialdemocracia la inventó el propio capitalismo. Este tiene muchas variantes, una de las cuales surge tras la Comuna de París: el welfare, el Estado benefactor, que luego crece con la Revolución Industrial y deriva en lo que llamamos socialdemocracia o centroizquierda. La señora Jeanette Jara tiene un mérito enorme, no solo personal sino como significante: gana las elecciones viniendo del Partido Comunista en un país donde la gente realmente cree que el comunismo es una estructura enorme. Milei, Trump, ven comunistas por todas partes. Es notable. El comunismo les debe mucho. Recuerdo un chiste familiar de alguien que decía: ‘Si viene el comunismo, me voy al campo’. Más allá de que tengo diferencias con el comunismo por lo ocurrido en dictaduras, el tema izquierda–derecha es importante valorarlo así. ¿Qué pasó en Chile? Gana Jara con un gobierno muy deficiente detrás. La discusión concreta es eficiencia o ineficiencia. Boric hizo lo posible, pero no gobernó bien: no resolvió la Constitución, un verdadero fracaso. La seguridad social en Chile es muy mala: el salario mínimo está lejos de la línea de pobreza, la desocupación juvenil supera los 20 puntos y la salud pública puede tardar más de un año en atenderte. Él no pudo resolver deudas que venían del levantamiento de 2019, cuyo reclamo principal no era cambiar el sistema sino mejorar el existente. Ese reclamo sigue abierto y lo recibirá quien gane. Por eso es interesante que Jara gane con el 26,7% y aparezca Franco Parisi, un economista independiente, populista, antisistema, muy crítico, representante de la clase media, que sorprende con casi el 20%. No figuraba en las encuestas, que son un mamarracho en Chile. Sumando ambos porcentajes, casi la mitad del país dice: ‘No sé si me gusta Jara, no sé si me gusta lo que hizo Boric, pero no sé si me gusta lo que va a hacer el otro’.”

LCV:

“Claro.”

Marcelo Cantelmi:

“O sea, en eso no se diferencian: siguen votando en contra de algo. El gobierno intentó diferenciarse, incluso anunciando que iba a dejar el Partido Comunista. Pero objetivamente Jara es una excomunista, como muchos de su espacio. Y el comunismo se volvió un fantasma que recorre la academia más que la política real. En América Latina nunca hubo tanto capitalismo como en estos años; hasta las dictaduras son capitalistas. La discusión profunda sobre la izquierda se perdió. Hoy lo que hay son derechas duras, dictaduras o centroizquierdas tímidas como la chilena o la de Lula, cuyo gabinete es mayoritariamente de derecha. A los latinoamericanos nos gusta el centro y a veces la centroderecha. ¿Y quién es Kast? Un conservador que le gana a Boric hace cuatro años en primera vuelta; luego un regimiento de jóvenes lo salva a Boric en el balotaje. Entonces Kast se había parado en una derecha medieval, con comentarios antipáticos hacia las mujeres, grotesca, pinochetista. Ahora se cuidó: hizo una campaña inteligente borrándose. Tenía por derecha a un ultraderechista libertario, Johannes Kaiser, enamorado de Milei, de Trump y de la dictadura. Kast dejó que hablara él y se quedó como el centro. Puede provocar que en el balotaje quienes estén contra Jara lo voten. Matei y ese sector ya dijeron que lo acompañarán. Sumando sus votos, Kast puede ser el próximo presidente. Muy difícil que Jara logre revertirlo, sobre todo porque Parisi no habló y la disciplina del voto en balotaje es baja.”

LCV:

“No, por eso pensaba si en campaña llegara a prevalecer un discurso más pinochetista o antiderechos, si podría seducir como en Argentina o si allá dirían ‘no, tanto no’.”

Marcelo Cantelmi:

“No, no, estoy en desacuerdo. Los argentinos votaron porque estamos mal y no queremos estar peor. El problema es que lo que hay del otro lado no explica cómo va a mejorar la situación. Se termina votando en contra. Yo tampoco quiero que vuelva lo anterior, pero tampoco quiero esto: la pérdida de valores y culturales es enorme. El fenómeno antivacunas es hijo de la política de Milei. Es un mamarracho. No solo acá: el mundo entero está retrocediendo 200 años. ¿Por qué? Porque se vota cruzado. No se vota a favor, se vota en contra, y al votarse en contra uno se defiende. Vivimos un cuarto de siglo grave: la concentración del ingreso irrita a la gente, con razón, y esa irritación se expresa en votos contra el sistema.”

LCV:

“Exactamente, exactamente.”

Marcelo Cantelmi:

“En Chile pasa lo mismo. A veces me aburren análisis muy profundos sobre la progresía chilena: la discusión real es el bolsillo y el fracaso de los gobiernos progresistas en escuchar demandas simples como llegar a fin de mes, pagar el alquiler, acceder a un crédito, comprarse un auto, irse de vacaciones. Esa discusión la cedieron a la derecha. Hablaba con el presidente del Senado de España, del PP, y me decía: ‘La gente vota con el bolsillo y con la bronca por la corrupción’. Y es así. A veces incluso la corrupción pasa a segundo plano porque aparece la lógica del ‘roban pero hacen’. Cuando estás mal, nada de eso importa demasiado. Hasta Pinochet robó, convengamos. Así estamos.”

LCV:

“Para cerrar: ¿te imaginás a Milei cruzando la cordillera para abrazar al nuevo presidente si se da ese pronóstico?”

Marcelo Cantelmi:

“Sí. La imaginación política de Milei es esquemática. No distingue matices. Fue a Bolivia a saludar a Paz, un hombre de centroderecha, no de ultraderecha. Es de una democracia cristiana que cree en amortiguadores sociales que Milei considera socialistas, cuando en realidad son necesarios para que el sistema no colapse. A Kast le va a pasar lo que le pasó a Piñera: la demanda de las clases medias de Chile es muy clara. Es la de quienes iban a Plaza Italia a decir: ‘No podemos vivir como en Estados Unidos con sueldos de Namibia’. O de África. Esa demanda sigue abierta. Boric no la resolvió. Y eso es lo que le va a decir la audiencia urbana a Kast. El problema central es ese, y no sé si Kast está dispuesto a resolverlo.”

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Italia ¿Qué es ‘Progetto Sur’? Frente a la indiferencia de los Estados, la solidaridad de los pueblos

Hace unas semanas nos internamos en la nueva realidad italiana. Esa que no se ve pero existe. La que une pasado, actualidad y futuro. Comenzamos con una entrevista a Enrico Calamai, quien en tiempos de dictadura en Argentina fue uno de los protagonistas invisibles de una epopeya: dar refugio y salvar la vida de unos 300 argentinos a pura convicción y coraje, quien hoy es un referente de los Derechos Humanos con una pequeña organización, “Mani Rosse”, que cada jueves pintan sus manos de rojo sangre para recordar a los muertos de un mundo injusto: migrantes ahogados en el Mediterráneo, víctimas de guerras y hambrunas, aquellos ‘condenados de la tierra’ de la que nos hablaba Frantz Fanon.

Continuamos conversando con los directores de “Resistenza-Historia del exilio argentino en Roma”, quienes nos llevaron a los años de plomo, en los cuales centenares de miles de argentinos debieron huir del país con lo puesto y aún así crearon redes de solidaridad, amor y denuncia internacional en los países donde posaron sus huesos, con culpa, dolor, angustia.

El documental puso el foco en Italia y pudo realizarse gracias a la colaboración de un grupo de jóvenes italo argentinos que forman parte de una organización llamada ‘Progetto Sur’. Tirando de la punta del ovillo, llegamos a ellas, Claudia Gatti y Romina Cozzanti, referentes de la asociación, nacida después del 2001, que contactó con aquella huella creada en los años setenta-ochenta y hoy trabajan por la colaboración de dos pueblos unidos por historia y cultura. Cambian los tiempos, las formas, la política y la tecnología. Llegan las pandemias y otras calamidades desconocidas, pero aún queda la esperanza de un mundo mejor.

Aquí, la última entrevista de lo que podemos considerar una trilogía: revisitando exilios, mirando el mañana.

Este Planeta Giussani hace lo posible para entenderse con ese Planeta Tierra con la Inteligencia Artificial a flor de piel. Aún así, no lo logramos. La comunicación es entrecortada. Cuarenta minutos nos dan. Quién puede hacer algo en sólo cuarenta minutos cuando hay tanto para hablar, conocer, descubrir, pensar. Vaya, entonces, esta segunda parte con Romina, a quien dejamos sin palabras.

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