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Libertad para Pablo González, preso por informar. Por Alvaro Hilario desde el País Vasco
El pasado 3 de mayo, Día Internacional de la Libertad de Prensa, la mayor parte de los 255 habitantes de Nabarniz recorrieron los 9 kilómetros que los separan de Gernika -la ciudad mártir, bombardeada por los nazis en 1937- para sumarse a la marcha en demanda de la libertad de su vecino Pablo González, periodista detenido en la ciudad polaca de Przemysl, cerca de la frontera con Ucrania, el 28 de febrero de 2022, cuando cubría la guerra entre Rusia y Ucrania para La Sexta, cadena de TV española, acusado por las autoridades de este estado de espiar para Rusia.
De hecho, días después, el 4 de marzo, Stanislav Zharin, coordinador de inteligencia del gobierno polaco, declaró que Pablo González había sido identificado como “un agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor de Rusia, estaba enfocado a la realización de actividades para Rusia, utilizando su estatus periodístico y, gracias a esto, podía moverse libremente por Europa y el mundo, incluso por zonas afectadas por conflictos armados y zonas de tensión”.
Desde entonces, Pablo se encuentra en prisión preventiva en régimen de casi total aislamiento, sin la asistencia letrada de su abogado de confianza, Gonzalo Boye, y sin que Polonia, haya presentado prueba que sustente las graves acusaciones en su contra.
Ohiana Goiriena, madre de los tres hijos de González, denunciaba en las páginas de “CNT” (febrero de 2023) que “´espionaje` es el tipo penal del que le acusan, pero no existe acusación formal ni concreta. Las pruebas que tienen salieron al principio, nada más arrestarlo. Dijeron que tenía dos pasaportes falsos, pero era mentira. Pablo tiene la doble nacionalidad rusa y española, y esas son sus dos identidades legales”.
Mentiras oficiales
Así, el 23 de mayo, en Valencia (España), en comparecencia ante los medios junto a sus colegas rumano y español, el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Zbigniew Rau, señaló que el caso sigue sujeto a investigación y que la Fiscalía polaca ha recibido una orden judicial para que el periodista vasco continúe en prisión preventiva, añadiendo que “esperemos que sea sometido a juicio relativamente pronto”, remarcando que las acusaciones en su contra son “graves, muy graves”.
“Se está elaborando la acusación y los cargos y, cuando se prepare, más justo será el juicio”, dijo Rau. “Créanme, está en nuestro interés, de los gobiernos de España y Polonia, que nos aseguramos que este caso se cierre y concluya. Pero requiere que la acusación se prepare bien”.
A continuación, manifestó que los derechos de Pablo se respetan, cuenta con letrados polacos y españoles y recibe visitas del personal consular español.
José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores español, haciendo piña con su colega, afirmó que “sus derechos fundamentales, sobre todo el de defensa, están completamente garantizados” y no tiene “ningún impedimento de las autoridades polacas para recibir visitas”.
Sin embargo, hasta el pasado 21 de noviembre, el periodista no pudo tener el primer encuentro con la madre de sus hijos, Ohiana Goiriena y, como esta denuncia, su correspondencia esta intervenida: “Sabemos que sí que le llegan nuestras cartas, pero con entre dos y tres meses de retraso. Las abren, las leen y las censuran, y con las que él escribe ocurre lo mismo, porque nos llegan con un sello rojo pasadas por la censura”.
Por otro lado, ya desde su detención y a pesar de las gestiones de su círculo familiar y afectivo inmediato, se ha impedido que su abogado de confianza, Gonzalo Boye, se haga cargo del caso, pasando las primeras seis semanas sin asistencia legal. Así las cosas, en abril de 2022, el círculo de Pablo contrató un abogado que le asistió hasta octubre.
La prisión preventiva se ha ido renovando cada tres meses a petición de la Fiscalía, siempre sin atender a las alegaciones de la defensa, aduciendo que existe un alto riesgo de fuga y que en caso de estar en libertad podría obstaculizar la investigación; además, se enfrenta a una condena que es muy elevada y tienen la firme sospecha de que él es el culpable del delito.
El Gobierno español no actúa, no presiona diplomáticamente, aunque el ministro Albares diga lo contrario: “Al principio salieron sembrando la sospecha. Luego, Sánchez (presidente del Gobierno español) dijo que respetarían la legalidad polaca igual que él querría que se respetara la justicia española. El problema está en que la legalidad de Polonia no está por encima de la carta de los Derechos Humanos de la Unión Europea, y no la están respetando”, denuncia Goiriena.
Armando la causa
Nada se sabe de las acusaciones que pesan sobre González (y que podrían acarrear una condena de 10 años de prisión) fuera de los genéricos cargos de “espionaje”. Pareciera que la Fiscalía polaca alargara sin fin los plazos de prisión preventiva mientras arma la causa en su contra. Veamos lo que, hasta la fecha, se ha podido conocer.
Semanas antes de su detención, el 4 de febrero de 2022, los servicios ucranianos detuvieron a Pablo: le interrogaron, le revisaron el pasaporte, le duplicaron las tarjetas de crédito y le instaron a abandonar el país al considerar que estaba informando del conflicto desde una perspectiva pro-rusa.
Así, se trasladó a la frontera polaca, a cubrir el drama de quienes huían de la guerra, momento en el que se produjo su detención. Polonia señaló que aprovechaba su condición de periodista para viajar a zonas de conflicto y que recibía ingresos de plata periódicamente desde Rusia.
“Pablo es nacido en Rusia. Es nieto de ´niños de la guerra` (refugiados de la guerra de España, 1936-39). Por otro lado, tras la separación, su madre se trasladó al País Vasco, de ahí que tenga doble nacionalidad y dos pasaportes”, relata a LA COLUMNA VERTEBRAL Mirari Isasi, reportera de Internacional de “Gara”, diario para el que González ha laburado con asiduidad. “Es irrisorio aducir como prueba que le llamen Pavel, cuando todo el mundo sabe que es Pablo en ruso”.
De hecho, la supuesta duplicidad de documentación alegada por Polonia no es tal, ya que una de las identidades de los pasaportes y tarjetas confiscadas es la de Pavel Rubtsov, pues este es el apellido de su padre, Aleksey quien, además, le envía parte de las ganancias que sus rentas en Rusia le generan. Fue a la edad de 9 años, a su llegada al País Vasco, cuando su madre procedió a cambiarle el primer apellido en el registro.
“Siempre ha estado muy interesado en los temas relacionados con el este de Europa, con el espacio post soviético: Caucaso, Ucrania … Por orígenes, idioma, ha tenido facilidad y acceso a estos lugares y a la información, amén de haber viajado con asiduidad tanto a Rusia como a Georgia o Ucrania desde antes ya de los sucesos del Maidan en 2014”, señala Mirari Isasi. “De hecho, la cobertura que hizo de aquellos sucesos y de la guerra del Dombás fue espectacular, gracias, en gran parte, a su dominio del idioma y su doble nacionalidad”.
De hecho, González, gran conocedor de la política ucraniana, es coautor del libro“Ucrania. De la Revolución de Maidan a la Guerra del Donbas” (Comunicación Social ediciones y publicaciones, 2016), una de las primeras y más completas investigaciones que aparecieron en castellano sobre esos hechos.
Además de Ucrania, Pablo ha cubierto temas como Kosovo, Nagorno-Karabaj (donde trabajó desde la primera línea del frente), Transnistria, Crimea o la República Popular de Donetsk para medios como los diarios “Gara” y “Público”, cadenas de TV como La Sexta e, incluso, colaborar para la agencia EFE.
“Pablo es un profesional muy responsable y autor de un trabajo encomiable. Habrá, claro está, gente a la que, dependiendo de lo que escriba, le parecerá mejor o peor”, concluye Isasi.
Dado el cerco informativo respecto a esta guerra, quizás habría que buscar por acá las razones tanto del encarcelamiento del periodista vasco como de la cómplice inactividad del Gobierno español.
Duras condiciones de reclusión
Ciertas informaciones señalan que Pablo ha pasado a compartir celda con otros presos hace pocos días, una mejora considerable después de 15 meses de aislamiento. Ha estado incomunicado durante todo este tiempo, encerrado durante 23 horas al día en su celda, pasando la hora restante en un patio de siete por cuatro metros, algo imposible ahora debido a lo crudo del invierno polaco porque ni con toda la ropa que le es permitido tener puede hacer frente al mismo: hay que tener en cuenta que a la familia se le impide enviarle ropa térmica o complementos vitamínicos con los que subsanar la deficiente comida de la cárcel.
Además de la correspondencia intervenida, no puede hacer llamadas excepto a su abogado polaco y se sigue denegando la posibilidad de que sea visitado por su abogado de confianza. Como ya decíamos, hasta noviembre de 2022, no tuvo permiso para recibir ninguna visita, aunque el ministro Albares diga lo contrario.
Mientras tanto, a excepción de algunos medios catalanes y vascos, la profesión calla.

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Agustín Lecchi: “Esta reforma laboral es un negocio redondo para las grandes empresas de medios de comunicación”.
En diálogo con LCV, Agustín Lecchi analiza el escenario que enfrenta el gremio de prensa tras el proceso eleccionario, los desafíos de la nueva conducción y la ofensiva del gobierno nacional sobre los derechos laborales, los medios públicos y la comunicación democrática.
LCV: ¿Cómo fue el proceso eleccionario y con qué panorama se encontraron al asumir la nueva gestión?
Agustín Lecchi: “Empezamos y rápidamente tuvimos que salir a enfrentar la reforma laboral que promueve este gobierno, que incluye el intento de derogación del Estatuto del Periodista y un capítulo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que profundiza un mercado de medios hiperconcentrado. Desde el primer día estuvimos en la calle enfrentando el DNU 70, la Ley Bases, el intento de privatización de los medios públicos y, además, peleando por el salario y las condiciones de trabajo. Logramos ganar algo de tiempo, que no es menor, pero va a haber que profundizar la lucha.”
LCV: ¿Qué llegada tienen a diputados y senadores para explicar lo que implica la derogación del Estatuto del Periodista?
Agustín Lecchi: “La semana pasada participamos de la Comisión de Previsión y Trabajo del Senado, el mismo día que nos movilizamos en las calles. Por las características de nuestra actividad tenemos compañeros que trabajan dentro del Congreso y eso nos permite dialogar con muchos legisladores y legisladoras que nos escuchan. Ojalá podamos torcer esta decisión del gobierno. En la Ley Bases logramos algo parecido cuando los medios públicos estaban entre las empresas privatizables y conseguimos sacarlos, sobre todo explicando a legisladores de provincias del norte y la Patagonia la importancia estratégica de Radio Nacional y la Televisión Pública.”
LCV: Da la sensación de que el Estatuto se presenta como algo “negociable” frente a otros derechos más visibles.
Agustín Lecchi: “Es así. Nosotros rechazamos toda la reforma, pero en particular la derogación del Estatuto y el capítulo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que elimina el gravamen que financia medios públicos y fondos de fomento. Acá no solo buscan quebrar al movimiento obrero, sino destruir la comunicación democrática y la pluralidad de voces. Atacan la libertad de expresión y el derecho a la información, porque si yo puedo ser despedido por lo que pienso, se van acallando voces hoy y mañana.”
LCV: ¿Cómo se le explica esto a la sociedad de manera simple?
Agustín Lecchi: “Hay que decirlo en términos básicos: si yo quiero contar una noticia desde mi punto de vista y no coincide con el de la empresa, me pueden echar. No importa si está justificado o no. Eso va generando autocensura. No se trata de un gobierno en particular ni de una línea editorial, sino de evitar la hegemonía de voces, porque con cualquier gobierno sería igual de grave.”
LCV: ¿Ese fue el eje de la exposición en el Senado?
Agustín Lecchi: “Sí, planteamos la importancia de la libertad de expresión y de la tarea periodística garantizada por el Estatuto. Es un gobierno que también atacó leyes de acceso a la información pública, por eso tener una norma que resguarde nuestra profesión es fundamental. El Estatuto no es solo laboral: también protege derechos individuales y profesionales, y esa discusión no puede darse dentro de esta ley.”
LCV: ¿Trabajan la concientización con las audiencias?
Agustín Lecchi: “Lo venimos haciendo hace mucho, pero hay una censura enorme de las grandes empresas de medios sobre la reforma laboral y el Estatuto, porque es algo pedido por ellas. Para las empresas es un negocio redondo: les sacan impuestos y nos sacan derechos. Desde el menemismo, cuando se permitió que fuéramos factureros, se fue degradando la relación laboral y el periodismo pasó a verse como un producto.”
LCV: El gobierno anunció una reducción del 20 % en RTA. ¿Qué saben de eso?
Agustín Lecchi: “Hablan de retiros voluntarios que de voluntarios no tienen nada. La semana pasada hicimos un paro con concentración en la puerta del canal, con acompañamiento de dirigentes de la CGT y la CTA. Hay mucha conflictividad porque la situación salarial es dramática. Nos imponen la paritaria de la administración pública cuando históricamente tuvimos paritarias propias. En Radio Nacional el salario está judicializado y en la Televisión Pública seguimos en conflicto.”
LCV: ¿Cómo se preparan para lo que viene?
Agustín Lecchi: “Vamos a rechazar cualquier intento de avanzar sobre los puestos de trabajo. Estuvimos cuatro meses acampando en la puerta de la TV Pública y cuando hacemos paro es contundente, no sale nada al aire. Sabemos que se viene un año difícil, pero una elección no da un cheque en blanco para hacer cualquier cosa. Tenemos fortaleza gremial para enfrentar lo que haya que enfrentar y para construir propuestas desde los trabajadores.”
LCV: ¿Hubo cambios en la conducción del sindicato?
Agustín Lecchi: “Sí, hubo mucho recambio. Se incorporaron compañeros jóvenes, como Sebastián Díaz en la Secretaría Gremial y delegados de distintos medios. Tenemos una conducción diversa, ideológica y políticamente, pero todos con un objetivo común: defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras de prensa de todos los medios.”
LCV: ¿Cómo es la relación con el Grupo Octubre?
Agustín Lecchi: “Para nosotros es un empleador más. Este año tuvimos mucha conflictividad en Canal 9, Página 12 y Radio Continental. Logramos un impasse porque empezaron a cumplir con el pago de la paritaria. Nuestro objetivo es simple: que paguen lo que se acordó con la cámara empresarial, como cualquier otro medio.”
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“Cuando la vivienda se construye en comunidad: la experiencia de FECOOPTEBA”
Con más de tres décadas de trayectoria, la Federación de Cooperativas de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (FECOOPTEBA) nuclea a cooperativas de vivienda y consumo integradas por docentes y auxiliares de escuelas públicas y privadas. En diálogo con La Columna Vertebral, Marta Andreoli explicó el origen, el funcionamiento solidario y el alcance de una experiencia que ya permitió el acceso a la vivienda a más de mil familias bonaerenses.
Transcripción:
LCV: “Contame un poquito de qué se trata la FECOPEBA, Federación de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires y cooperativa de vivienda y consumo.”
Marta Andreoli: “FECOPEBA no es una cooperativa en sí misma, sino una federación de cooperativas de vivienda y consumo. Tenemos una historia de 30 años en la provincia de Buenos Aires y está vinculada específicamente a docentes y auxiliares de escuelas de toda la provincia, tanto de gestión pública como privada. Como toda cooperativa, está abierta en cada distrito a que se sumen compañeras y compañeros de las distintas comunidades educativas.”
LCV: “¿Por qué surge la federación a nivel provincial?”
Marta Andreoli: “Hablamos de 30 años porque primero se fue formando cada cooperativa de manera autónoma, autogestionada y autodeterminada. La primera fue en el distrito de La Matanza y, a medida que se fue colaborando con el nacimiento de otras cooperativas, se volvió necesario generar una federación para organizarnos, intercambiar experiencias y seguir creciendo en toda la provincia.”
LCV: “Cuando hablamos de cooperativas de vivienda, históricamente se pensaba en el acceso a la primera casa. Hoy, con el crédito tan escaso, ¿cómo funcionan estas cooperativas?”
Marta Andreoli: “En su origen y en su continuidad, nuestras cooperativas se basan en algo que parece en desuso pero es fundamental: el autoahorro. Cada compañera y cada compañero que se asocia va generando, junto a otros, un capital común. Con ese capital se gestiona la compra de un terreno, generalmente cercano a la zona de trabajo. Luego se realiza todo el trabajo con el municipio para lograr la mayor cantidad de viviendas posibles al costo, porque somos nosotros mismos quienes administramos el dinero.”
LCV: “¿Qué rol cumple el trabajo solidario en ese proceso?”
Marta Andreoli: “El trabajo solidario es clave. Las comisiones trabajan de manera voluntaria y eso permite que entre un 30 y un 35% del costo no pase por un fideicomiso ni por una empresa privada. Ese esfuerzo colectivo se vuelca directamente para que las viviendas salgan a costo. No es un crédito, es una capitalización solidaria entre todos para que cualquier familia, en cualquiera de sus formatos, pueda acceder a su primera vivienda.”
LCV: “¿Cómo se define quién accede primero a la vivienda dentro del grupo?”
Marta Andreoli: “Se prioriza a las familias que alquilan y que tienen hijos pequeños. También se tienen en cuenta situaciones de mayor vulnerabilidad, como quienes viven prestados o en una sola habitación dentro de una casa familiar. En general, quienes alquilan son los primeros en acceder y, muchas veces, se trata de jefas de hogar, mujeres que quedaron solas al frente de la familia, algo muy común.”
LCV: “Una vez comprado el terreno, ¿cómo se garantiza el acceso a los servicios básicos?”
Marta Andreoli: “Depende mucho de la zona. En localidades como Rauch, Carmen de Patagones, Junín o Las Heras existe una colaboración muy fuerte con cooperativas de servicios y de trabajo, porque esas comunidades funcionan así. En otros casos, como hoy en Luján, trabajamos sobre terrenos que no tienen servicios y es obligatorio articular con las cooperativas correspondientes para lograr luz, agua, gas y saneamiento, siempre buscando que el pago sea accesible para las familias.”
LCV: “¿Cómo es el vínculo con los municipios y el Estado?”
Marta Andreoli: “En cada municipio donde trabajamos también hay una tarea pedagógica, porque somos docentes. Hay funcionarios que nos abren las puertas y otros no tanto, pero siempre explicamos cómo funcionamos y que no tenemos fines de lucro. Todo debe estar en blanco, con facturas y regulado tanto en la provincia como a nivel nacional. No existe la posibilidad de coimas ni atajos: los expedientes siguen su curso de manera transparente o no avanzan.”
LCV: “¿A cuántas personas han asistido hasta el momento?”
Marta Andreoli: “Con la suma de las últimas diez viviendas entregadas en La Matanza, entre todas las cooperativas ya alcanzamos las 1.214 viviendas construidas y entregadas.”
LCV: “¿Cómo es la vivienda promedio que construyen?”
Marta Andreoli: “En líneas generales tenemos tres modelos: un monoambiente, una vivienda de dos dormitorios con cocina comedor integrado y una vivienda de tres dormitorios, que llamamos la vivienda grande. En las zonas donde se puede se construyen casas y, más cerca de la General Paz, edificios. Todo depende también de lo que permita cada municipio. Una vivienda grande puede tener entre 65 y 75 metros cuadrados, la mediana entre 45 y 50, y el monoambiente o vivienda de un dormitorio entre 42 y 47 metros cuadrados.”
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Julián Benitez, de la Cámara de la Industria del Juguete: “La Noche de las Jugueterías mostró que el comercio de cercanía sigue siendo clave”
En un contexto de caída del consumo, cambios en los hábitos infantiles y preocupación por la seguridad de los juguetes, la industria juguetera atraviesa un año complejo. Sin embargo, iniciativas como la Noche de las Jugueterías buscan fortalecer al comercio de cercanía y sostener la actividad. En diálogo con LCV, Julián Benítez, gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, analizó los resultados de la jornada, la situación del sector y los desafíos que enfrenta la industria nacional.
LCV: Hace muy pocos días, el 11, se realizó la Noche de las Jugueterías. Contame qué resultados tuvieron, cómo fue la jornada.
Julián Benítez: “Fue una muy buena jornada, con una gran adhesión por parte de los comercios. La gente se acercó para conocer novedades y realizar reservas, lo que muestra una de las fortalezas de las jugueterías de barrio: el comerciante de cercanía puede reservar un juguete a un cliente de toda la vida y guardarlo hasta el momento de una promoción bancaria. Ahora estamos complementando esta iniciativa con los días clave que definen el desempeño de la temporada de fin de año, especialmente Navidad.”
LCV: ¿Cuántos barrios abarcó la Noche de las Jugueterías?
Julián Benítez: “Fue una jornada federal, con participación de jugueterías de todo el país.”
LCV: ¿En qué lugares tuvo más impacto? Pienso en Córdoba, Jujuy.
Julián Benítez: “Siempre de acuerdo a la densidad poblacional, pero el impacto se notó en todo el país. Lo más importante es remarcar que existe una manera diferente de comerciar cuando hablamos de un comercio de proximidad.”
LCV: Recién hablábamos del valor del comercio de cercanía.
Julián Benítez: “El objetivo es invitar a la gente a volver al comercio pyme y a la juguetería tradicional para encontrar el juguete indicado. Ese es el valor agregado: la recomendación del juguetero, que orienta según la edad y los intereses de los chicos, y pone la cara por la calidad de lo que está vendiendo.”
LCV: ¿Cómo convive esto con el crecimiento del comercio online?
Julián Benítez: “Hoy hay una reconfiguración de los canales de comercialización, con un fuerte crecimiento del e-commerce, que es muy útil cuando ya se sabe exactamente qué comprar. Pero no siempre es así, y ahí el comercio de cercanía sigue siendo fundamental. Además, el comercio online explica entre el 25 y el 30% de las ventas totales, mientras que el comercio de proximidad continúa siendo mayoritario.”
LCV: Paso del minorista al fabricante. ¿Cómo está la industria hoy?
Julián Benítez: “El nivel de actividad de las pymes es bajo en comparación con años anteriores. Se trabaja a un solo turno y seis de cada diez máquinas no están funcionando plenamente, lo que implica una capacidad ociosa del 50 al 60%. La principal problemática del año fue la caída del consumo general, que afecta no solo a la industria del juguete sino a todos los sectores.”
LCV: Además hay cambios en los hábitos de los chicos.
Julián Benítez: “Sí, cada vez pasan más tiempo frente a pantallas y menos tiempo jugando con juguetes. Esto no solo preocupa a la industria, sino también a la educación y al desarrollo infantil. Junto a pediatras y especialistas vemos problemas de sedentarismo, obesidad, falta de atención y dificultades para tolerar la frustración, algo que antes se aprendía jugando juegos de mesa en familia.”
LCV: Justamente, los juegos de mesa cumplen un rol educativo.
Julián Benítez: “Exactamente, ayudan a aprender a ganar, perder y respetar reglas, que es la vida misma. Por eso insistimos en volver a poner el juego en agenda, incluso el juego sin consignas, el aburrirse, que es fundamental para estimular la creatividad.”
LCV: También expresaron preocupación por los juguetes importados sin controles sanitarios. ¿Qué están reclamando?
Julián Benítez: “Es un problema multivariable. El contrabando elude los controles oficiales y hace ingresar juguetes que no cumplen con la norma técnica de seguridad ni con los procesos de certificación. Desde agosto cambió el esquema de fiscalización y ahora se controla en el mercado, lo que es un gran desafío en un país tan extenso. Estamos trabajando con la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial: ya se retiraron productos peligrosos, se eliminaron publicaciones online y se avanzará con multas. Además del riesgo para los chicos, estos productos generan competencia desleal porque se venden a precios irrisorios al no cumplir ningún control.”
Raul “Rulo” Dellatorre: ““Nunca hubo en la Argentina un proceso de desinversión como el actual”
Agustín Lecchi: “Esta reforma laboral es un negocio redondo para las grandes empresas de medios de comunicación”.

