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La crisis del 52 y el plan de austeridad propuesto por Perón, por Leónidas ‘Noni’ Ceruti

A fines de 1948, comienza a agotarse el ciclo económico iniciado hacía varios años. El proceso de industrialización había permitido sustituir importaciones de bienes de consumo. La producción industrial continuaba atada a los ciclos de la economía mundial y su crecimiento dependía a largo plazo de que las exportaciones agropecuarias generaran las divisas necesarias para financiar las importaciones de insumos y bienes de capital. La caída de los precios de las exportaciones agropecuarias en los mercados internacionales, acentuada por el boicot norteamericano a las exportaciones argentinas (exclusión del Plan Marshall), privó al gobierno justicialista de la principal fuente de recursos sobre la que estaba basada la redistribución del ingreso nacional en favor de los trabajadores. Por lo tanto, los aumentos de salarios comenzaban a afectar la tasa de ganancia de la burguesía industrial.
En 1949, hubo una gran sequía que redujo al mínimo los saldos exportables y, hacia la década del 50, el rendimiento del campo había bajado aproximadamente en un 18% respecto de lo que era en 1946. La actividad industrial se estaba desarrollando notablemente, pero se seguía dependiendo de las exportaciones agrarias ya que sin ello no había actividad económica. Como consecuencia del bajo ingreso destinado al ámbito rural, el gobierno no pudo transferir recursos para la actividad industrial y el mantenimiento de los salarios. Desde 1949 hasta 1952 se realizaron una serie de reclamos salariales no satisfechos, y frente a esto Perón trató de incrementar la “armonía entre el capital y el trabajo” lo que significaba crear un equilibrio entre los intereses de los obreros y de los empresarios lo cual trajo aparejada cierta inestabilidad. A partir de 1951, después de la elección triunfante de Juan Domingo Perón, empiezan a adoptarse medidas que se ponen en marcha en febrero del año siguiente, lo que se llamó un plan de austeridad que, en términos actuales, era un plan de ajuste, y por otra parte el dinamismo del gobierno decayó notablemente.
Perón, no perdió el apoyo del pueblo y siguió adelante con ese plan que marcaba la necesidad de controlar determinados tipos de gastos y sobre todo, la necesidad de alentar nuevamente los trabajos agropecuarios, que se habían detenido casi completamente a partir de las políticas implementadas por el IAPI, comprador de los productos primarios del agro y vendedor e intermediario ante los mercados europeos. Se rectifica esa política, pero se fijan precios bastante favorables para los productores y se toman otras medidas como control de precios y salarios, control de convenios colectivos que se congelan por dos años a partir de 1952, y en consecuencia logra reducir de manera significativa la tasa inflacionaria: ese año fue del 4% anual y en 1953 es del 3%.
Los números marcaban que la inflación se disparó en 1951, hasta alcanzar un 37%, el P.B.I. cayó un 6,1% en 1952 a consecuencia de la pronunciada baja de las exportaciones y el aumento de la importación de combustibles. La balanza comercial fue deficitaria, pasando de 2.000 a 3.000 millones de pesos entre 1951 y 1952, lo cual significó una reducción de una tercera parte de las reservas internacionales. A principios de 1952, la situación económica era crítica por que habían mermado las reservas, insuficientes saldos exportables y un serio deterioro de los términos de intercambio a nivel internacional. En enero, se restringió el consumo de carne y se impuso por decreto que el 10% de las cabezas vacunas sacrificadas debía ser destinado a la exportación.
El intenso invierno generó importantes problemas para la sociedad: hubo reiterados cortes de energía, faltantes de carne y la población debió comer un negruzco pan de mijo. El Gobierno modifico su política: se restringió el consumo interno y se invirtió el funcionamiento del IAPI para beneficiar a la producción agropecuaria. Se optó por colocar en los trabajadores la responsabilidad de superar la crisis a costa de una mayor “productividad” (extracción de plusvalía) para restituir la tasa de ganancia a las patronales. En marzo de 1952 se dispuso el Plan de Estabilización, que contemplaba una serie de medidas destinadas al control de la inflación (desatada por la puja distributiva entre las diferentes fracciones) y la recuperación del sector externo centradas en la restricción del consumo, el fomento del ahorro y el aumento de la productividad de los trabajadores.

En guerra contra los ‘rastacueros’
Perón, al anunciar el plan económico de 1952, los precios de la cosecha y de la economía familiar, el 18 de febrero, dio a conocer estas sugerencias:
“Para que cada argentino sepa lo que debe hacer”
“Consumir menos: La regla debe ser ahorrar, no derrochar.
Economizar en las compras, adquirir lo necesario, consumir lo imprescindible.
No derrochar alimentos que llenan los cajones de basuras. No abusar en la compra de vestuario.
Efectuar las compras donde los precios son menores, como cooperativas, mutuales y proveedurías gremiales o sociales.
Desechar prejuicios y concurrir a ferias y proveedurías en vez de hacerse traer las mercaderías a domicilio, a mayor precio.
No ser ‘rastacueros ‘y pagar lo que le pidan, sino vigilar que no le roben denunciando en cada caso al comerciante inescrupuloso. Evitar gastos superfluos, aun cuando fueran a plazos.
Limitar la concurrencia al hipódromo, los cabarets y salas de juego a lo que permitan los medios, después de haber satisfecho las necesidades esenciales”.
Perón decidió dar un golpe de timón en la orientación de su política económica del Primer Plan Quinquenal, que privilegiaba el consumo interno, tomando una serie de medidas para superar la crítica coyuntura, por medio del “Plan Económico de Austeridad” lanzado en febrero de 1952. En su convocatoria, el presidente instaba a los argentinos a realizar un esfuerzo solidario para superar la situación crítica, tratando de aumentar la productividad y la reducción de los consumos innecesarios, para favorecer el ahorro. Asimismo, apuntaba a aumentar la producción agropecuaria, reducir las importaciones y multiplicar las exportaciones. El pedido de austeridad implicaba suprimir el derroche y los gastos innecesarios. El líder planteo que si a esta “política le agregamos un aumento sólo del veinte por ciento en la producción solucionaremos el problema de las divisas, parte del problema de la inflación y consolidaremos la capitalización del país”.

El rol de las mujeres, cooperativas y sindicatos
El plan repartía las responsabilidades para el éxito del siguiente modo: el 50% correspondía al gobierno, el 25% a mutuales, cooperativas y sindicatos y el 25 % a la acción popular en defensa de la economía hogareña. Las familias, y en especial las mujeres “organizadoras del consumo” familiar, debían jugar un rol esencial: “de su acción de todos los días –sostenía la publicación Mundo Peronista- depende en gran parte el éxito de nuestros planes. La mujer debe conocerlos, comprenderlos, ejecutarlos y vigilar por sí su ejecución. Estamos persuadidos de que desde mañana tendremos en cada mujer argentina una cooperadora económica.” Perón detalló algunas de las acciones que debían desarrollarse, a fin de convertir al ahorro en una política de Estado. Recomendaba que “las mujeres economizaran en las compras, adquirieran y consumieran lo imprescindible, evitaran descartar alimentos utilizables, no abusaran de las compras de vestuario y concurrieran a aquellos lugares donde los precios fueran menores, como ferias, mutuales, proveedurías gremiales o cooperativas. También solicitaba denunciar al comerciante inescrupuloso o al agiotista, considerados como enemigos declarados del bienestar de la comunidad”.
Por cierto, no era la primera vez que el peronismo convocaba a las mujeres como defensoras primordiales de los ingresos familiares. En efecto, un mes antes de que Perón asumiera su primer mandato presidencial, en 1946, Evita dio un discurso para anunciar una campaña “pro abaratamiento de la vida”, con el fin de incrementar el rendimiento del salario. En 1952 y 1953 la situación era otra, el lema era ahorrar, y esa urgencia era el eje del discurso de Evita, al ponerse al frente de la campaña, destacando el rol primordial asignado a la mujer, esas “anónimas heroínas del hogar humilde” que habían pasado a desempeñar un nuevo rol protagónico en el marco del proyecto nacional: “no podemos excluir a la mujer argentina de esta responsabilidad social y menos a las mujeres peronistas, que además representamos la esencia viva y fecunda del auténtico pueblo argentino. Por eso queremos asumir y asumimos, nuestra responsabilidad en la patriótica tarea común, el general Perón ha reclamado la colaboración de su pueblo en este momento especial de la vida económica argentina”.

Varias organizaciones se sumaron a la iniciativa, produciendo y repartiendo cartillas con consejos y sugerencias. Los noticieros, la prensa escrita y la radiofonía divulgaban comidas económicas y proporcionaban recetas alternativas que excluían la utilización de carne vacuna, a fin de reducir su consumo interno. En Unidades Básicas se dictaban cursos de cocina, a los fines de diversificar la dieta y aprender a utilizar los productos de estación. De ese modo, el objetivo era la preparación de la comida a bajo costo y con alto valor alimenticio, “que pasó de ser una práctica rutinaria y tradicional a convertirse en una cualidad patriótica”, comento un periodista. La nueva dieta, rica en frutas, verduras, hortalizas y pescados, era recomendada por el Ministro de Salud, Ramón Carrillo, quien aportaba su contribución a la mejora de los hábitos alimenticios, mientras el Ministro de Agricultura, Carlos Emery, instaba a que el Ejército cediera parte de sus tierras para obtener productos agrícolas a bajos costos. La Caja de Ahorro enseñaban a organizar el presupuesto familiar, distribuyendo tareas entre la mujer (medicinas, educación, alimentos, alquiler y esparcimiento) y el hombre (periódicos, transporte y comidas en su lugar de trabajo).
En la asignación de funciones dentro del grupo familiar, la responsabilidad principal era asignada a la mujer, definida por Perón como una fundamental “cooperadora económica”. Los niños fueron motivados a colaborar. Los libros escolares como Obreritos o Patria Justa divulgaban los hábitos de ahorro. Mientras que la revista Mundo Infantil lo adoptó como tema prioritario, creándose personajes como Don Derrochin o Maese Ahorrín, y la Libreta de Ahorros fue difundida en las escuelas. “Para todos es necesario el ahorro –sentenciaba su contratapa-, y para todos es posible”, al tiempo que los instaba a reemplazar el consumo de golosinas por el de estampillas de ahorro. A los hombres se les solicitaba evitar los gastos superfluos, limitar la concurrencia los cabarets, al hipódromo y a las salas de juego, privilegiando la satisfacción de las necesidades esenciales.
Desde Mundo Peronista, se les reclamaba desempeñar un rol más comprometido con la situación crítica que atravesaba el pais: “A usted no se le ha ocurrido que como representante del movimiento en su barrio o su pueblo usted tiene la obligación de hacer algo para que las ideas de Perón se conozcan en toda la zona de su influencia? Entonces, qué hace que no se mueve? Por ejemplo, realizar reuniones con los jefes de familia afiliados a su unidad y explicarles el plan, discutirlo y ver qué va a hacer cada uno. Al cabo de algún tiempo reunirse nuevamente para analizar que había hecho cada uno. Si a usted le da el cuero, puede tratar asimismo de estudiar algún problema local de producción: reúna a los agricultores peronistas o a los industriales o a los comerciantes y explíqueles lo que quiere Perón de cada uno de ellos”.

Perón uso el término “rastacueros” para señalar a quienes se mostraban como adinerados, pagando precios excesivos por sus consumos. Para evitar que el pueblo se convirtiese en “rastacueros”, se abrieron los “Grandes Almacenes Justicialistas”, cuyo slogan era “una gran tienda para una gran ciudad, con noble mercadería a precios equitativos y donde todos pueden comprar”. Se trataba de ayudar a las cooperativas y mutuales en su esfuerzo por mantener los precios bajos. También la Fundación Eva Perón inauguró en 1951 una serie de proveedurías de bajos precios, además de fomentar actividades económicas productivas. La política aporto lo suyo, ya que el Consejo Superior del Partido Peronista prohibió todo banquete, agasajo o vino de honor durante el año 1952. Los mecanismos de control se extremaron. Las censistas fueron instruidas para realizar tareas de control y fiscalización de precios máximos, reparto de cartillas y asesoramiento de las amas de casa. Además debían supervisar que mercados, ferias y comercios exhibieran las listas de precios, y sí éstos se adecuaban a los fijados por las autoridades. Las Unidades Básicas femeninas colaboraban con ellas, organizando equipos que efectuaban sus propias inspecciones, distribuyéndose horarios y áreas de acción, aunque esto no siempre resultaba efectivo: “hemos observado –relataba por entonces una militante– que nuestra acción no resulta del todo eficaz cuando los comerciantes llegan a conocernos. En cuanto nos conocen los agiotistas dejan momentáneamente sus maniobras y solamente se salvan de sus garras las clientas que tienen la suerte de comprar en nuestra presencia”.
La coyuntura era sumamente crítica, y quedaba en claro que el futuro del Proyecto Nacional estaba en juego, ya que la alimentación de la población desempeñaba un papel esencial en el proceso de inclusión social impulsada desde el gobierno. La oposición no lo ignoraba, y aprovechó la situación para tratar de instalar el descontento en el campo popular. De este modo, muchos productores, intermediarios y comerciantes recurrían a prácticas que resultaban conspirativas, como el incremento abusivo de los precios, la retención de productos para forzar la suba de su cotización, la alteración del peso de las mercaderías o la venta de bienes de inferior calidad a precios multiplicados. La respuesta la dio Mundo Peronista que recogió las directivas del General Perón, instando a que “cada comprador sea un inspector del gobierno, para mandar preso al comerciante que no cumpla con los precios que se han comprometido a respetar. … es menester que cada ciudadano se convierta en un observador minucioso y permanente, porque hoy la lucha es subrepticia… no vamos a tener un enemigo enfrente: colocan la bomba y se van. Aumentan los precios y se hacen los angelitos. Organizan la falta de carne y dicen que ellos no tiene la culpa”.

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Santiago Seillant: “No es opción quedarse resignado con los brazos cruzados”.

En un contexto político tenso y atravesado por fuertes cuestionamientos a la clase dirigente tradicional, un nuevo frente político se abre paso en la provincia de Jujuy. Santiago Seillant, dirigente sindical y referente del espacio Siendo Trayectoria, conversó con LCV sobre la construcción de una alternativa que busca romper con el modelo de acumulación feudal que, según denuncia, domina la política local.
El frente, conformado por sindicatos, organizaciones sociales, comunidades originarias, espacios universitarios y sectores del peronismo desencantados, propone un modelo amplio y heterogéneo que desafía tanto al oficialismo provincial como a las lógicas electorales tradicionales. En esta entrevista, Seillant aborda desde las trabas que impone el sistema electoral hasta las estrategias de unidad popular, pasando por el fenómeno del voto bronca y las expectativas de una transformación real en la provincia.
LCV: ¿Cómo lograron crear un frente por un nuevo Jujuy? Que esa es una experiencia compleja siempre, el frentismo. ¿Y quiénes lo componen?
Santiago Seillant: “Estamos compuestos, nuestro partido se llama Siendo Trayectoria, que es producto de lo que fue el rechazo a la reforma constitucional del 2023, porque está conformado por sectores sindicales municipales —que es el nuestro—, docentes de ATE, de CTA, algunos sectores, desprendimientos de organizaciones sociales del Frente Popular Darío Santillán, productores rurales del Movimiento Nacional Campesino Indígena…
O sea, nuestro partido ya de por sí es novedoso, porque hay sectores del peronismo que están fuera del justicialismo, cansados de la estructura justicialista local que es muy feudal y, digamos, que ha participado de todos los gobiernos conservadores. Acá en la provincia de Jujuy ha habido gobiernos justicialistas, pero son todos conservadores, ¿no?
Y después hemos armado un frente con un partido indigenista, el Movimiento Comunitario Pluricultural, que está conformado directamente —es un partido indigenista, uno de los pocos del país—, que tiene comunidades originarias más fundamentalmente en la Quebrada y la Puna. Y con el viejo Partido del Trabajo y del Pueblo, el PTP, que… hay compañeros docentes, organizaciones…
Y después también hay un conglomerado de espacios, desde agrupaciones gauchas hasta docentes universitarios, que conforman nuestro frente. Realmente, bueno, hay sectores que tienen que ver con derechos humanos, con derechos de mujeres, diversidades… o sea, hemos conformado un frente muy amplio que tiene que ver con… o sea, no hay una extracción ideológica doctrinaria única, pero nos alienta, primero, el rechazo a la estructura, a la manera de hacer política y a la vieja estructura política, ¿no?
Sectaria, para los negocios, digamos, ¿no? Esa política que está estructurada en usar al Estado para… prevendario, prevendario, prevendario. Entonces, para nosotros es un gran desafío porque todo el sistema electoral, incluso acá en Jujuy, está hecho a medida de esa política prevendaria. Ya el que puede participar con posibilidades de éxito tiene que disponer de un capital de 1500 millones de pesos, más o menos. Y además hay un piso proscriptivo. Existe acá una limitación.”
LCV: Sí, eso te iba a consultar justamente. El sistema electoral provincial es bastante restrictivo, ¿no? A ver, descríbilo.
Santiago Seillant: “Claro, porque te obliga a tener el 5% de los votos del padrón para repartir los cargos. Si vos no sumás el 5% en cada categoría —concejales, diputados—, no entrás al sistema. Eso es otra trampa. Es el piso proscriptivo, el piso electoral más alto del país. Y está en el podio en el mundo, porque hay dos países en África… en el mundo hay dos países, dos países en África y después está Jujuy.
Lo que estamos haciendo, una campaña… realmente, a ver, a pesar de todas las dificultades, nuestro espacio está generando una expectativa muy grande, muy linda. Estamos ilusionados, contentos, porque realmente no dependemos de… acá, toda la política, acá hay once frentes electorales que muchos son armados por la vieja política para dividir votos.
Acá la estrategia es: cuanto más colectoras y frentes electorales, mejor, porque como dividen voto sirve para que no lleguen al piso, digamos, ¿no? O sea, la estrategia es dividir al máximo el voto para que solamente dos fuerzas se disputen la mayoría de los cargos. Dos o tres fuerzas, a lo sumo, que es donde ellos… les favorece la mecánica política, porque tienen que negociar con menos sectores toda la sumatoria de negocios que tienen.”
LCV: ¿Ustedes creen que pueden llegar a dar un batacazo tipo Vilca?
Santiago Seillant: “Mirá, yo creo que acá lo que siempre… acá en Jujuy, hay… creo que no sé si se da en el resto del país… hay un abstencionismo, un voto en blanco y un voto nulo de cerca del 17%.”
LCV: ¿Cuál es la lectura de ese abstencionismo y del voto blanco?
Santiago Seillant:“Y que hay un hastío de la política tradicional que en su momento se volcó para el FIT, porque llegó a tener hasta 20 y pico por ciento… nunca el FIT sacó un porcentaje tan alto como acá en Jujuy. A Milei, ¿no? Porque parte del castigo con Morales y el castigo a la vieja política se volcó en Milei. El voto a Milei en gran medida lo interpretamos como un voto bronca. No es un voto que tiene que ver con el libre mercado, con el anarcocapitalismo, no es un voto teórico. Claro. Tiene que ver con un voto bronca.
Y Milei está causando una defraudación grande, pero todavía el voto bronca va a seguir. O sea, el voto bronca, como en Milei no encontró una solución, va a buscar otra solución. Va a estar presente. Lo que hay que alentar es que… es la participación, porque como el piso electoral es sobre todo el padrón, cuanto más abstencionismo haya y voto nulo, menos es la cantidad de votos…
O sea, son 600.000 votos los del padrón, 598.000. Sobre eso es el 5%. Si van a votar 450.000, sigue siendo el 5% de 600.000, digamos, 598.000, ¿no? Los votos efectivos. Entonces, cuanto menos voto haya, también más se favorece que no superen al piso los grupos concentrados.
Han hecho una ingeniería para conservar el poder los sectores más poderosos. Pero esto es evidente. Pero a pesar de eso, nosotros dijimos: ‘Bueno, no es opción resignarse y quedarse de brazos cruzados’.”
LCV: Hay una voz de optimismo, ¿sabés? Yo te escucho y también me haces acordar cuando apareció el otro fenómeno en Santa Fe, Monteverde, que ahora también hizo una muy buena elección en Santa Fe… Ciudad Futura. Bueno, me hacés acordar a cuando uno lo empezaba a escuchar a Monteverde y había esa cosa de “vamos, vamos a poder, allá estamos”, y qué sé yo… y nosotros, la utopía puesta en sangre, ¿no?
Santiago Seillant: “La construcción que hacemos… aparte, nosotros sabemos que vamos a gobernar la provincia. Vamos a hacer gobierno. No sé, yo no sé si voy a ser yo el que encabeza, pero vamos a hacer gobierno. Vamos a entrar a la legislatura. Y además, porque, a ver, hay un tema: acá hay una calidad humana y dirigencial enorme en los barrios, en las estructuras sindicales, sociales, en los comedores, en los ámbitos comunitarios, territoriales.
Pero muchos de esos dirigentes cuando llegan las elecciones se guardan. ¿Por qué? Porque la lógica electoral los apabulla. O tienen un descreimiento a lo electoral o… bueno, también irrumpen en ese terreno una cantidad de… animales políticos que son… con todo, bueno, no hay que decir lo que son: buscan el dinero, digamos.
Yo creo que si todos esos dirigentes —una gran parte— se animaría, estarían. Ya se van a animar. Eso es lo que me refiero. Vamos a lograrlo. A romper con lo estructurado.”
LCV: ¿Cuáles son los acuerdos básicos que quieren para Jujuy, que quieren llevar a la legislatura?
Santiago Seillant:“Otro punto es que, bueno, ahora estamos justamente con un planteo de congelamiento tarifario ante la devaluación. Congelamiento de tasas municipales, tarifas. Estamos hoy —ahora yo estoy a punto de llegar a una reunión— en una juntada de firmas para una ley por iniciativa popular para el congelamiento tarifario de servicios públicos y de tasas municipales y de impuestos, hasta tanto se suban los salarios.
Y además, nuestro planteo es de auditoría. Acá los libertarios, fundamentalmente, plantean que hay que achicar, hay que auditar al Estado. Nosotros planteamos que sí hay que auditar al Estado en relación, fundamentalmente, con la licitación de obra pública. Pero también hay que auditar a las empresas. Hay que auditar a las empresas de servicio público. Hay que auditar a las mineras.
O sea, de esa parte los libertarios se olvidan, ¿no? Porque endiosan a las empresas como si fueran que no tienen ningún tipo de responsabilidad pública. Acá los libertarios no dicen nada de las empresas públicas de energía, de las empresas que tienen licitación en obra pública, porque acá todos se conocen y todos son socios: los libertarios, el PJ… tanto con el negocio de la basura, de la salud…
Y después está el negocio de las grandes mineras, que hoy están declarando plata, plomo y zinc en Rinconada, por ejemplo, y sacan oro gratis. Que tenés un régimen de regalías… Nosotros tenemos otra propuesta de régimen de regalías, que esto es aplicable a nivel nacional. Nosotros creemos que hay que volver al régimen dominial, en el cual el Estado podía explotar, en el cual el Estado podía darle a una cooperativa para la explotación minera.
Lógicamente, entendiendo que tiene que haber una evaluación de la consulta previa, libre, informada y una evaluación ambiental y de conveniencia de explotación por el deterioro ambiental. Pero el régimen que hay hoy, que es regalista —que básicamente te deja a las empresas transnacionales hacer lo que quieran— hay que volver al otro régimen.”
LCV: Vino el secretario de Estado que en este momento está dando una conferencia de prensa… está dando… disculpá, creo que grabaron con Milei y es muy impresionante ver la Casa Rosada, la bandera de fondo, el señor, el escudo estadounidense, la banderita estadounidense…
Santiago Seillant: “Bueno, nosotros acá tenemos la bandera nacional como emblema, pero también la wiphala. Nuestro sentir nacional es con los pueblos adentro: con los pueblos criollos y con los pueblos originarios. No hay una… son complementarias esas banderas, porque hablan del territorio.
Acá nosotros tenemos zona de frontera, limitamos con Chile y con Bolivia, son países hermanos, creemos en la Patria Grande, pero entendemos que el sentir nacional hay que recuperarlo y que no se lo apropien los sectores conservadores que son xenófobos, que entienden la patria como un lugar reservado solo para un grupo poblacional de clase media o clase alta y blanco, europeo, sino que no es solo eso. La patria es… la patria son los pueblos criollos. La patria somos todos. La patria somos todos. Todos. Todos.
Pero eso sí lo tenemos en claro nosotros. Acá incluso los pueblos originarios dicen: ‘No, nosotros queremos… entendemos que es pluricultural el país’ y plantean incluso desde un conglomerado de naciones. Hay ahí una discusión pendiente, pero que es apasionante realmente y es parte de nuestro espacio político.”
LCV: ¿Cuándo son las elecciones?
Santiago Seillant: “Son el 11 de mayo. 11 de mayo.”
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Metalúrgicos ayer y hoy. Anuncian plan de lucha y reclaman por la Causa El Villazo

El Congreso Nacional de Delegados, reunido en la ciudad de Mar del Plata, del que participaron 50 seccionales de la UOM de todo el país, anunció un plan de lucha que consiste en diez días de asambleas, un paro nacional seguida de paros progresivos de 48 y 72 horas en caso de no tener respuestas.
En la seccional de San Nicolás este lunes comenzaron las asambleas informativas de las distintas plantas fabriles para debatir con los trabajadores sobre el alcance del plan de lucha y fortalecer el reclamo desde las bases. Más allá del retraso salarial, el secretario general de la UOM, Abel Furlán, advirtió sobre la gravedad de la situación que atraviesa el sector: “Ya perdimos 22.000 puestos de trabajo y están en riesgo entre 30.000 y 50.000 más por la apertura indiscriminada de importaciones. Nos quieren imponer condiciones que no tienen relación con la realidad económica que estamos viviendo”, explicó.
Causa Villazo: “Seguimos reclamando que los alegatos y el veredicto se den en Villa Constitución”
Entre tanto, a 51 años del levantamiento obrero de Villa Constitución, en marzo de 1974, en la etapa final de la investigación de la causa judicial sobre los crímenes cometidos para reprimir el alzamiento obrero aplicando el llamado Operativo Serpiente Roja del Paraná y con la complicidad de Acindar, hubo un reconocimiento del lugar de los sobrevivientes del lugar donde se realizaron las detenciones ilegales y torturas en el predio de esa empresa. Se trata del conocido “Albergue de solteros”, uno de los primeros Centros Clandestinos de Detención que funcionaron en nuestro país, posteriormente destruido por la empresa. Allí mantuvieron cautivas y cautivos bajo tormentos a obreros metalúrgicos de la Lista Marrón y a quienes habían organizado la solidaridad de la lucha por la democracia sindical, por condiciones dignas de trabajo y de salud.
Marcelo Cortés, Secretario General de la CTA Autónoma Villa Constitución, relató que “los compañeros que ingresaron pudieron ubicar bien las instalaciones que ya no existen y además se sumó un señor que vivió en el barrio y pudo clarificar cada lugar”.
Mientras se llevaba adelante esta medida, en el portón del ex ingreso a la planta organizaciones de derechos humanos, sindicales y políticas realizaron un acto para apoyar a los testigos. “Hubo muchos gremios y público general que acompañó. Hay que continuar con fuerza porque seguimos reclamando que los alegatos y el veredicto se den en Villa Constitución”, concluyó.
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Pablo Flores: “Los trabajadores del ARCA no vamos a aceptar mansamente el ajuste de nuestros salarios”

El secretario general nacional de AEFIP, Pablo Flores, expone las razones detrás de las recientes medidas de fuerza llevadas adelante por los empleados estatales, que incluyen apagones y protestas frente a las principales centrales del ARCA. En un contexto de profundos reclamos por la pérdida de poder adquisitivo y el desmantelamiento de los organismos públicos, Flores nos comparte su perspectiva sobre la situación salarial, el impacto de las políticas del gobierno, la movilización de los trabajadores y la inminente realización de un paro general.
A su vez, aborda también las dificultades económicas que atraviesa el país y la creciente tensión social, que se ve reflejada en la falta de respuestas a los derechos laborales y las necesidades de los trabajadores.
LCV: “Ustedes están llevando adelante medidas de fuerza, apagones, protestas en las puertas de las centrales más importantes del ARCA, eh, por lo que están padeciendo ustedes como empleados estatales impositivos. Contanos un poco, porque sé que la última arremetida fuerte fue este 31 con la pérdida de una gran cantidad de trabajadores que tomaron el retiro, ese retiro voluntario casi forzoso, ¿no?”
Pablo Flores: “Sí, la verdad es que venimos con varios temas. Hoy estamos discutiendo la cuestión salarial. Nosotros tenemos congelado el salario desde febrero del año pasado, sabiendo que nosotros tenemos compuesto nuestro sueldo por un porcentaje de la recaudación. Ese porcentaje también fue disminuido dos veces, la alícuota de apropiación, durante el año pasado, una vez en junio, otra en enero. Y nada, estamos pretendiendo discutir una recomposición salarial, porque ya el ajuste es intolerable. Entonces eso hace que los crímenes informáticos generen un conflicto que va a seguir creciendo. Bueno, sumado a este desmantelamiento del organismo, que se da en parte con jubilaciones y retiros voluntarios, que muchos son, digamos, por miedo a perder derechos futuros, ¿no? Entonces, eh, me parece que la política del gobierno es bastante agresiva como para que nos quedemos de brazos cruzados.”
LCV: “Además, está esa agresividad. Por fin está empezando a tomar algún tipo de forma la respuesta, y esto tiene que ver con la movilización del miércoles y con el paro, eh, que está tomando forma para este jueves. ¿Cuál es tu opinión? ¿Cómo ves vos la adhesión? ¿Creés que va a ser importante? ¿Qué va a pasar con el tema de los transportes?”
Pablo Flores: “Yo creo que la movilización, eh, es acompañar a los jubilados después de la brutal represión. Los jubilados vienen organizándose, manifestando su reclamo legítimo a una jubilación digna. Son trabajadores que han aportado años de trabajo, no están haciendo otra cosa que reclamar su salario diferido, por el cual ya aportaron décadas de trabajo. Entonces, acompañarlos después de esa brutal represión y seguir, digamos, y acompañar ese legítimo reclamo es más que una obligación de la Confederación General del Trabajo. Bueno, me parece que la movilización empieza a ser un reclamo que va a ser permanente y, bueno, a esto le sigue el paro general por falta de discusiones paritarias. No se homologan los acuerdos, no hay, eh, no hay, digamos, discusiones salariales que acompañen la inflación, están muy por debajo del nivel de inflación, y un montón de situaciones de pérdida de puestos de trabajo. Bueno, hay infinidad de situaciones que hacen al mundo laboral, que hacen que este paro general empiece a tomar cuerpo. Yo creo que la gran mayoría de los trabajadores va a adherir a esta medida de fuerza.”
LCV: “El paro, o los apagones, o el tema del desmantelamiento de las capacidades operativas de los empleados, y el aporte intelectual que hacen, o sea, empleados preparados que son despedidos, o que, o que son suspendidos, o que tienen el retiro voluntario en el marco de los trabajadores impositivos y de los trabajadores de aduana, ¿cuál es el impacto que tiene en la vida de los ciudadanos?”
Pablo Flores: “Yo creo que en la vida general de los contribuyentes empieza a ralentizarse, eh, la atención en general. Lo que están expresando los trabajadores es una disconformidad total con la política, tanto la salarial como la del conjunto de sus derechos. Y esto va a afectar, sobre todo, en definitiva, a la recaudación nacional. La recaudación nacional sostiene todos los servicios que da el Estado, así que no es un tema menor. No solo quizás es una cosa inmediata, de si no atendemos durante 3 horas, hay un, eh, un contribuyente que no puede hacer un trámite. Me parece que, en la medida en que el gobierno no atienda los reclamos de los trabajadores, esto va a terminar afectando a la recaudación nacional, porque los trabajadores no vamos a aceptar mansamente ni los brutales ajustes ni la crítica de derechos.”
LCV: “En el marco de estas medidas económicas y de este lunes negro que está viviendo el mundo completo, y por supuesto está pegando el coletazo acá, y en tanto las medidas de Milei parecen ir en contramano con las medidas del mundo, ¿esta, esta, este problema recaudatorio se agudiza?”
Pablo Flores: “Yo creo que sí, porque el gobierno, digamos, no define un plan económico serio ni, ni siquiera es un plan económico que se pueda entender y que se pueda analizar como un plan económico. Me parece que son una serie de medidas de ajuste, de regulaciones, de transferencias de plata de un sector a otro, y todo se basa en un ajuste fiscal para sostener, digamos, la baja de la inflación, pero que está fixiando la economía. Y esto se pretende sostener con, primero, con el ajuste fiscal, segundo con un buen aporte que pasó el blanqueo, pero, bueno, la plata que dan estos márgenes se acaba y por eso ahora recurren al endeudamiento. Bueno, los límites que encuentran es que el endeudamiento no es tan fácil. Y bueno, el Fondo pide devaluación, el Fondo pide garantías de repago, con lo cual, digamos, si ellos fixan la economía, el Fondo Monetario es más reticente a que le digan ‘Bueno, no me vas a poder pagar’. Bueno, yo creo que tiene un frente muy complicado el gobierno, porque todo lo que expresó que iba a mejorar la situación de los argentinos la viene empeorando.”
LCV: “Hay un run acerca de que el Fondo Monetario, los acreedores, el mundo financiero, bla, bla, bla, estaría pidiendo en este momento un cambio, que no es que se vaya Caputo. ¿El cambio de collar tendría algún tipo de efecto, o lo que hay que cambiar es el perro?”
Pablo Flores: “Mirá, me parece que los gobiernos suelen, suelen hacer, como, eh, cuando están complicados, suelen hacer como una suerte, digamos, de, de, a ver cómo decirlo, de como darle otra impronta al gobierno, diciendo que viene otra situación mejor. La verdad es que si no cambia la política y cambian la persona, claro, eh, no, como decís vos, no hay que, no hay que dejar de sacarle el collar, hay que dejar de ser perro, pero bueno.”
LCV: “¿Dónde van a concentrarse mañana? ¿Y qué carácter va a tener el paro en tu sector el jueves, no el miércoles?”
Pablo Flores: “Estamos todavía viendo. Nosotros siempre convocamos ahí, a nuestra sede, que es en Alsina 1440, para unirnos después a la columna general de la CGT, porque estamos a dos cuadras del Congreso. Pero, eh, nada, el paro después es un paro de 24 horas, con lo cual, eh, nada, nosotros sencillamente adherimos y esperamos una gran adhesión de los trabajadores.”
LCV: “¿No es paro con concurrencia, o sí?”
Pablo Flores: “No, no, no. Paro, paro total, actividades sin asistencia al trabajo.”
